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Secretario General Ban Ki-Moon

Mensaje con ocasión de los 500 días restantes para la conclusión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio

«500 días de acción para construir un mundo mejor»

18 de agosto de 2014

Actualmente hay numerosos frentes abiertos que están causando estragos en todo el mundo y generan agitación política, derramamiento de sangre, emergencias de salud pública y abusos de los derechos humanos. Pero también sigue viva la llama de la esperanza, que alienta a proseguir con el empeño mundial en pro de la mejora de la vida de los más pobres del mundo mediante los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Aprobados por los dirigentes mundiales en el año 2000, los ODM son una ambiciosa hoja de ruta que abarca un período de 15 años y tiene por objeto luchar contra la pobreza, el hambre y las enfermedades, proteger el medio ambiente y ampliar la educación, la atención básica de la salud y el empoderamiento de la mujer.

Esta semana marca un hito en el camino, ya que faltan ahora 500 días para concluir los ODM.

Con calma, de manera progresiva y en contra de las predicciones de los cínicos, los ODM han ayudado a unir, inspirar y transformar.

La pobreza en el mundo se ha reducido a la mitad. Hay más niñas que asisten a la escuela, más familias que tienen un mejor acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua, más madres que sobreviven al dar a luz y más niños que viven una vida más sana. Estamos realizando enormes avances en la lucha contra la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades mortales.

He conocido a muchas personas que han sobrevivido gracias a esta campaña. Sin embargo, millones de personas siguen luchando contra la pobreza extrema y la desigualdad. Hay demasiadas comunidades que carecen de servicios de saneamiento adecuados y demasiadas familias que siguen estando en una mala situación. Además, nuestro mundo se enfrenta al peligro evidente y apremiante del cambio climático.

Este es el momento de que los ODM produzcan sus efectos con mayor intensidad.

Las ideas e inspiración de los jóvenes serán especialmente importantes en esta labor y su papel debe tener todavía una mayor relevancia. Es por ello por lo que celebraré en la Sede de las Naciones Unidas con Malala Yousafzai, que se ha destacado por su defensa de la educación, y 500 jóvenes que quedan 500 días para que los ODM lleguen a su fin.

La adopción de medidas en las cuatro esferas indicadas a continuación puede ayudar a promover los avances:

En primer lugar, realizar inversiones estratégicas en materia de salud, educación, energía y saneamiento, haciendo especial hincapié en el empoderamiento de las mujeres y las niñas, lo cual permite que los resultados mejoren enormemente de forma generalizada.

En segundo lugar, centrar la atención en los países, comunidades y grupos sociales más pobres y vulnerables que lo tienen más difícil en su camino hacia el progreso a pesar de sus denodados esfuerzos.

En tercer lugar, mantener nuestras promesas financieras. Estamos en un momento de dificultades presupuestarias, pero los presupuestos nunca deberían ajustarse a costa de los más débiles de la sociedad.

En cuarto lugar, profundizar en la cooperación entre los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y otras redes de todo el mundo que han ayudado a que los ODM constituyan la iniciativa mundial de lucha contra la pobreza que mayor éxito ha tenido en toda la historia.

Los problemas a que nos enfrentamos son abrumadores. Sin embargo, tenemos muchos más instrumentos a nuestra disposición que al comienzo del milenio, desde el alcance de una tecnología que se expande progresivamente hasta un conocimiento cada vez mayor de lo que funciona y lo que no.

Si actuamos ahora salvaremos vidas, estableceremos unos cimientos sólidos para el desarrollo sostenible mucho más allá de 2015 y ayudaremos a sentar las bases para una paz duradera y el respeto de la dignidad humana.

Tenemos 500 días por delante para intensificar la acción de los ODM. No perdamos ni uno solo de esos días.