Esta pintura es una réplica de una pintura al fresco de 1259 en el interior de la iglesia de Boyana, cerca de Sofía, y es un retrato de Sebastocrator Kaloyan, un gobernante búlgaro, y su esposa, Desislava, ambos nobles búlgaros del siglo XIII. Se les considera los principales donantes y mecenas de la iglesia de Boyana. 

En el cuadro, Sebastocrator Kaloyan está vestido con una túnica azul oscuro y un manto verde, y sus manos sostienen una maqueta de la iglesia. Desislava viste una túnica verde y dorada y su rostro blanco y sonrosado se asoma bajo un pequeño sombrero. Sus retratos realizados por los pintores de la Escuela Artística de Tarnovo en la iglesia de Boyana son considerados por muchos como algunas de las primeras imágenes renacentistas del arte europeo.

Desislava era razonablemente famosa en aquella época y se convirtió en musa de muchos escritores, poetas y artistas posteriores. Se la consideraba el epítome de la mujer búlgara y se la retrataba en la literatura y el arte como bella, libre e independiente. 

El Gobierno de Bulgaria, representado por Peter Mladenov, Ministro de Asuntos Exteriores, hizo entrega del regalo al Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Walheim, en una ceremonia. El Ministro Mladenov dijo que el retrato era "una expresión de la lealtad de Bulgaria" a las Naciones Unidas. El Representante Permanente de la República Popular de Bulgaria ante las Naciones Unidas, Guero Grozev, también asistió a la ceremonia. El Secretario General dijo que este "magnífico obsequio" era un recordatorio de la "generosidad e imaginación del Gobierno de Bulgaria, y del compromiso de los pueblos de Bulgaria con los objetivos de la organización mundial".