Esta pintura representa el símbolo del ""Árbol asustado"". Los pueblos africanos de origen bantú veneran sus pueblos ancestrales, sus costumbres y creencias a través de este símbolo. El bosque y el árbol sagrados están profundamente ligados a la creencia de que la vida no acaba con la muerte y que hay que respetar a la muerte y a los muertos porque siguen viviendo. Bajo estos árboles asustados, la gente ruega a sus antepasados protección, salud y se reúnen para tomar decisiones importantes para su pueblo y su sociedad. Es bajo este árbol y en estas reuniones donde el consejo de ancianos toma decisiones de gran alcance sobre la vida de la comunidad y representa la democracia africana en acción.  
 
El artista mozambiqueño Naguib Elias Abdula (1955 -) es un artista y muralista reconocido mundialmente. Ha estudiado en Mozambique, España, Sudáfrica, Alemania e Inglaterra.  

Este obsequio fue entregado por el Presidente de Mozambique, S. E. Joaquim Chisssano, y el Secretario General, Kofi Annan, lo aceptó en nombre de las Naciones Unidas.  
 
Una exposición tuvo lugar tras la presentación de la pintura, a la que asistió el artista Naguib Elias Abdula. Abdula ha obtenido reconocimiento internacional por su obra y ha expuesto en Portugal, Suecia, Italia, Alemania, Zimbabue, Sudáfrica y Estados Unidos.