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VII. Perspectivas de futuro
119. Los Estados Miembros tienen ahora la oportunidad histórica de asumir el reto planteado por los líderes mundiales en septiembre de 2005 y alcanzar un acuerdo universal sobre una estrategia de lucha contra el terrorismo. Este paso no sólo demostraría la determinación de la comunidad internacional de acabar definitivamente con el flagelo del terrorismo, sino que también sentaría las bases de una respuesta verdaderamente mundial. Todos los Estados, en cualquier región, ya sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, son vulnerables al terrorismo y sus consecuencias. Todos ellos se beneficiarían de la aplicación de una estrategia para combatirlo y todos pueden desempeñar una función importante para conformar dicha estrategia y hacerla realidad.
120. Por consiguiente, ponerse de acuerdo sobre la estrategia no será más que el principio. Los Estados Miembros tendrán después que asegurarse de que la estrategia permanezca viva y se actualice con periodicidad para responder a la evolución de los problemas y, lo que es más importante, necesitarán garantizar su pleno cumplimiento. Espero que, cuando los Estados Miembros acuerden una estrategia inicial, también convengan en revisarla periódicamente y asegurar la rendición de cuentas mediante un mecanismo de seguimiento.
121. Las diversas instituciones del sistema de las Naciones Unidas tienen un importante papel que desempeñar en dicho seguimiento, y por ello tengo la intención de pedir al Equipo Especial para la lucha contra el terrorismo que preste su apoyo y facilite la coordinación. Es esta una tarea que todos debemos asumir si queremos hacer frente común en la lucha contra el terrorismo y lograr que las generaciones futuras hereden un mundo más seguro.
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