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Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos
25 de marzo de 2012

Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas

25 de marzo de 2012

La trata transatlántica de esclavos fue una tragedia por la barbarie intrínseca de la esclavitud y su inmensa repercusión y también por su naturaleza organizada y sistemática. Un grupo de seres humanos —los traficantes, los propietarios y todos quienes participaron y se beneficiaron en esa empresa perversa— se consideraron superiores a otros y destruyeron la esencia misma de sus víctimas.

«Todavía recuerdo», dijo una exesclava en declaraciones grabadas para el sitio web de las Naciones Unidas (http://www.unmultimedia.org/radio/english/tag/slavery/), «cómo se llevaron a mi padre y a mis dos hermanas y mi hermano, y a mí me dejaron». Este Día Internacional ha sido establecido en honor de esa mujer, y de los millones de personas cuyas vidas y familias fueron destruidas y contra cuya dignidad se atentó tan brutalmente.

En la Sede de las Naciones Unidas se construirá un monumento permanente para que las generaciones futuras recuerden los sufrimientos inhumanos de las víctimas durante un período que duró 400 años y como homenaje a la resistencia valerosa de quienes se opusieron al sistema. Es para mí motivo de orgullo que las Naciones Unidas alberguen un monumento que simbolizará el reconocimiento universal de la tragedia que padecieron los africanos y las personas de ascendencia africana y que fue una deshonra para toda la humanidad.

Además de tener presentes los crímenes de la trata de esclavos, también usamos este Día para recordar las causas y las consecuencias del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. También nos comprometemos a permanecer vigilantes ante las numerosas manifestaciones contemporáneas de la esclavitud, como la servidumbre por deudas, la trata de personas, la explotación sexual, las peores formas de trabajo infantil, los matrimonios forzosos y el reclutamiento forzado de niños para que luchen en conflictos armados.

La existencia de leyes, instituciones y formas de pensar nuevas nos permite contar con mejores medios para combatir esos males. Sin embargo, debemos admitir que los prejuicios se han propagado en muchas partes del mundo. Vemos cómo las prácticas discriminatorias consiguen reconocimiento político, moral e incluso legal, entre otras formas en las plataformas de algunos partidos políticos y organizaciones y con la difusión por medio de tecnologías modernas de las comunicaciones de ideas basadas en el concepto de la superioridad racial.

Las Naciones Unidas están firmemente decididas a contrarrestar esas tendencias y esos actos odiosos. Se trata de una cuestión de principio y esta posición está de acuerdo con la Carta, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Declaración Política aprobada en la Reunión de Alto Nivel del año pasado de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es también un medio para alcanzar un fin; la intolerancia y la discriminación son fuentes de conflictos y obstáculos graves para el desarrollo.

El tema de la observancia de este año es «Homenaje a los héroes, la resistencia y los supervivientes» y con él se reconoce el papel de quienes se opusieron a la esclavitud cuando la trata de esclavos se practicaba con más intensidad y de quienes ahora protegen a las víctimas de sus manifestaciones actuales. En este Día Internacional, reafirmemos nuestro compromiso de luchar contra el racismo y construir sociedades basadas en la justicia, la igualdad y la solidaridad.

Ban Ki-moon

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