Han transcurrido treinta años desde que las Naciones Unidas observaron por vez primera el Año Internacional de las Personas con Discapacidad, que se centró entonces en el tema de la “Plena participación e igualdad”. Durante este lapso se han logrado adelantos notables en la tarea de dar a conocer los derechos de las personas con discapacidad y fortalecer el marco normativo internacional para la realización de esos derechos, desde el Programa de Acción Mundial (1982) hasta la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006).
Cada vez más países se comprometen a proteger y promover los derechos de las personas con discapacidad. Sin embargo, aún quedan muchas tareas pendientes. Las personas con discapacidad presentan tasas más altas de pobreza y privaciones y la probabilidad de que carezcan de atención médica es dos veces mayor. Las tasas de empleo de las personas con discapacidad en algunos países apenas llegan a un tercio de las de la población en general. En los países en desarrollo, la diferencia entre las tasas de asistencia a la escuela primaria de los niños con discapacidad y las de otros niños fluctúa entre el 10% y el 60%.
Esa exclusión multidimensional representa un altísimo costo, no solo para las personas con discapacidad sino para toda la sociedad. Este año, la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad nos recuerda que el desarrollo solo puede ser duradero cuando es equitativo, incluyente y accesible a todos. Es pues necesario que las personas con discapacidad estén incluidas en todas las etapas de los procesos de desarrollo, desde el inicio hasta las etapas de supervisión y evaluación.
Corregir las actitudes negativas, la falta de servicios y el escaso acceso a ellos, y superar otros obstáculos sociales, económicos y culturales, redundará en beneficio de toda la sociedad.
En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, hago un llamamiento a los gobiernos, a la sociedad civil y a la comunidad mundial para que trabajen en beneficio de las personas con discapacidad, y colaboren con ellas, lado a lado, para alcanzar el desarrollo incluyente, sostenible y equitativo en todo el mundo.
Ban Ki-moon