Asia
Bougainville, Papua Nueva Guinea
El 21 de noviembre, durante una sesión de información, el Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, Kieran Prendergast, pidió al Consejo una prórroga del mandato de la Oficina Política de las Naciones Unidas en Bougainville (UNPOB) por 12 meses, hasta el 31 de diciembre de 2003, aduciendo contratiempos en el plan de eliminación de armamentos. En enero de 1996, el Gobierno de Papua Nueva Guinea y los principales grupos de Bougainville habían firmado un Acuerdo de Paz, Seguridad y Desarrollo de Bougainville en Lincoln, Nueva Zelandia, a fin de terminar con un conflicto de nueve años en esa isla. El plan tenía tres elementos: autonomía, un referéndum y un plan de eliminación de armas.
En el debate que siguió, el representante de Papua Nueva Guinea dijo que una prórroga de un año permitiría a la UNPOB completar su misión. La mayoría de los oradores apoyaron dicha prórroga, pero el representante de los Estados Unidos señaló que una prórroga de seis meses bastaba para cumplir con el mandato de la UNPOB. En una carta de 19 de diciembre dirigida al Secretario General (documento S/2002/1380), el Presidente del Consejo declaraba que el Consejo aprobaba una prórroga final del mandato de la UNPOB hasta el 31 de diciembre de 2003.
Timor Oriental/Timor-Leste
Considerada el año pasado un importante logro de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, que podría servir de ejemplo en otras situaciones, la Administración de Transición de las Naciones Unidas para Timor Oriental (UNTAET), establecida en octubre de 1999 para administrar el Territorio de Timor Oriental después del referéndum que tuvo lugar allí el 30 de agosto, dejó de funcionar cuando ese Territorio obtuvo la independencia el 20 de mayo. En esa fecha, la Vicesecretaria General Louise Fréchette comunicó al Consejo, en el curso de un debate que marcaba la ocasión, que el pueblo de Timor Oriental había dado un ejemplo a otras naciones con su adhesión fiel a los valores esenciales de la Carta de las Naciones Unidas: la reconciliación y la creación de instituciones democráticas que salvaguarden los derechos humanos.
El 30 de enero, durante un debate público del Consejo, los oradores encomiaron las mejoras en administración pública, policía, sistema judicial y, especialmente, la Comisión para la Acogida, la Verdad y la Reconciliación establecida por la UNTAET. El Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación del Segundo Gobierno de Transición de Timor Oriental, José Ramos-Horta, señaló que, al trazar un plan de desarrollo económico, la sociedad civil había contribuido a la planificación gubernamental antes de que el plan fuera aprobado, una de las pocas veces en la historia que esto había sucedido.
A medida que se acercaba la independencia, el Secretario General instó, durante un debate del Consejo el 26 de abril, a que se estableciera una misión sucesora de la UNTAET. El Presidente electo de Timor Oriental, Xanana Gusmao, expresó esperanza en que la misión sucesora pudiera proporcionar apoyo fundamental en las áreas críticas de administración pública, orden público, y seguridad externa. El Primer Ministro Mari Alkatiri dijo que el Gobierno haría todo lo posible para convertir la ayuda en inversiones que beneficiaran a generaciones futuras, centrándose en áreas tales como la educación, la salud, la vivienda y la agricultura.
En la resolución 1410 (2002), aprobada por unanimidad el 17 de mayo, el Consejo estableció la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNMISET), con un personal de 6.350 civiles y militares, para prestar asistencia a las estructuras administrativas básicas que eran cruciales para la viabilidad y estabilidad política de Timor Oriental. La Misión también debía encargarse provisionalmente del orden y la seguridad pública, y de ayudar a crear el Servicio de Policía; y debía contribuir al mantenimiento de la seguridad externa e interna del nuevo país. La UNMISET, a lo largo de un período de dos años, debía reducir su plantilla con la mayor rapidez posible.
En la resolución 1414 (2002), aprobada por unanimidad el 23 de mayo, el Consejo recomendó a la Asamblea General que la República Democrática de Timor Oriental fuera admitida como Miembro de las Naciones Unidas. Timor-Leste, como el país sería conocido a partir de entonces, se convirtió en el 191° Miembro el 27 de septiembre.
En un breve informe del 14 de noviembre, el Representante Especial del Secretario General para Timor-Leste presentó las perspectivas del nuevo Estado con esperanza y optimismo, señalando que, además de su cohesión social, la población contaba con recursos considerables, inclusive gas y petróleo y minerales metálicos, para salvaguardar su futuro económico. Las principales dificultades que desafiaba el país incluían garantizar el estado de derecho, crear empleos, fomentar el desarrollo, fortalecer las instituciones y absorber la ayuda.
Dirigiéndose al Consejo por primera vez, el representante de Timor-Leste expresó su reconocimiento de los esfuerzos de las Naciones Unidas en beneficio de su país. Dijo que las prioridades del plan nacional de desarrollo de su país eran la reducción de la pobreza, la educación, los servicios de salud, la infraestructura, el desarrollo económico y el fomento de la capacidad institucional; y subrayó que el fortalecimiento de la cultura democrática, el progreso de la reconciliación y el retorno de los refugiados habían sido acontecimientos positivos.
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