Sobre la conferencia
¿Qué son las armas pequeñas y ligeras?
Las armas pequeñas
son las destinadas al uso personal, mientras que las armas ligeras
son las destinadas al uso de un grupo de personas. Ejemplos
de armas pequeñas son los revólveres y pistolas
automáticas, los fusiles, las pistolas ametralladoras,
los fusiles de asalto y las ametralladoras ligeras. Las armas
ligeras incluyen las ametralladoras pesadas, algunos tipos de
lanzagranadas, los cañones antiaéreos y antitanques
portátiles y los lanzadores portátiles de sistemas
de misiles antiaéreos.
La mayor parte de las armas
pequeñas y ligeras no serían letales sin municiones.
Por tanto, las municiones y los explosivos forman parte integral
de las armas pequeñas y ligeras que se usan en los conflictos.
Incluyen cartuchos (balas) para armas pequeñas, obuses
y misiles para armas ligeras, granadas de mano antipersonal
y antitanques, minas terrestres, explosivos y contenedores móviles
con misiles u obuses para sistemas antitanques y antiaéreos
no automáticos.
¿Qué problemas causan las armas pequeñas y ligeras?
Unos de los principales
problemas vinculados a las armas pequeñas y ligeras es
la facilidad con que se consiguen en muchas regiones del mundo.
Son las "armas preferidas" en los conflictos actuales,
predominantemente internos, ya que son relativamente baratas,
mortíferas, portátiles, fáciles de ocultar,
resistentes y tan fáciles de manejar que las han utilizado
en los combates niños de tan sólo 10 años.
Se comercia ilícitamente con ellas, a cambio de divisas
fuertes y bienes como diamantes y otras piedras preciosas, drogas
y otros artículos de contrabando. Hay bandas armadas,
delincuentes, mercenarios y grupos terroristas que trafican
ilícitamente con esas armas y las emplean.
La acumulación de
armas pequeñas y ligeras no causa por sí misma
los conflictos en que se utilizan. No obstante, su disponibilidad
contribuye a agravar los conflictos, pues aumenta el número
de muertos y la duración de la violencia, alienta la
búsqueda de soluciones violentas y no pacíficas
para las diferencias, y genera un círculo vicioso de
inseguridad que, a su vez, se traduce en una demanda y una utilización
aún mayores de esas armas.
¿Cómo se pueden controlar las armas pequeñas?
Es una pregunta
difícil de responder. A diferencia de lo que sucede con
las armas nucleares, químicas y biológicas, no
hay normas ni reglamentos internacionales convenidos que se
ocupen directamente de las armas pequeñas y ligeras.
Al mismo tiempo, muchos de los 100 Estados que no exportan esas
armas las utilizan para sus necesidades legítimas de
seguridad interna y de defensa nacional o colectiva. Los Estados
defienden su derecho a la legítima defensa, individual
o colectiva, reconocido en el artículo 51 de la Carta
de las Naciones Unidas, y los intereses legítimos en
materia de seguridad que hacen valer todos los países.
También se reconoce en general que el comercio mundial
de armas pequeñas también satisface necesidades
legítimas de seguridad y comerciales.
Por consiguiente, sería
difícil, cuando no imposible prohibir las armas pequeñas
y ligeras, como lo ha hecho la comunidad internacional en el
caso de las minas antipersonal (Convención de Ottawa).
Es necesario adoptar otras medidas mundiales para poner coto
a la acumulación excesiva y desestabilizadora de las
armas pequeñas y ligeras. Este es uno de los motivos
por los que, en diciembre de 1999, la Asamblea General decidió
convocar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tráfico
Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en todos sus
aspectos (A/RES/54/54 V) que se celebraría en junio o
julio de 2001. La Asamblea creó un Comité Preparatorio
y le pidió que recomendara a la Conferencia un proyecto
de documento final, en el que figurara un programa de acción.
¿Por qué las Naciones
Unidas están tomando medidas contra esas armas?
Prácticamente todo
el sistema de las Naciones Unidas se ocupa de las consecuencias
directas e indirectas de conflictos armados recientes que se
libran principalmente con esas armas. Las armas pequeñas
y ligeras se utilizan cada vez más como instrumentos
primordiales de violencia en los conflictos internos de que
se ocupan las Naciones Unidas, ocasionan un gran número
de muertes y desplazamientos de ciudadanos en todo el mundo
y consumen una gran cantidad de recursos de las Naciones Unidas.
Muchos de esos conflictos han causado un gran número
de bajas en las poblaciones afectadas, en su mayoría
civiles y principalmente mujeres y niños.
La acumulación y
transferencia excesiva y desestabilizadora de armas pequeñas
y ligeras guarda estrecha relación con la incidencia
cada vez mayor de conflictos internos y los altos niveles de
delincuencia y violencia. Por consiguiente, constituye un motivo
de legítima preocupación para la comunidad internacional.
Si bien algunas regiones del mundo se han visto más afectadas
que otras, el fenómeno es realmente de carácter
mundial, por lo que causa preocupación a las Naciones
Unidas, en su calidad de órgano mundial de mayor representatividad.
Por lo que respecta a la
propia Organización mundial, la facilidad con que se
consiguen armas pequeñas y ligeras ha hecho que sean
blanco de ellas el personal de mantenimiento de la paz y el
personal humanitario de las Naciones Unidas, así como
sus colaboradores gubernamentales sobre el terreno. Los "Cascos
Azules" no pueden desarmar completamente a las facciones
en lucha porque a veces esos grupos ocultan sus mejores armas
o, a manera de "seguro" por si se reanudarán
las hostilidades, sólo entregan las armas viejas e inutilizables.
Los proyectos de desarrollo de las Naciones Unidas y de diversos
países donantes resultan perjudicados, cuando no destruidos,
cuando grupos equipados con esas armas saquean ciudades y pueblos.
Los mediadores y negociadores de las Naciones Unidas en los
procesos de paz se ven obligados a volver a la mesa de negociaciones
cuando una o más facciones deciden que pueden conseguir
más en el campo de batalla que en la mesa de negociaciones.
Ocurre también que grupos armados trasladen y controlen
a refugiados bajo la protección de las Naciones Unidas;
los niños pasan a ser víctimas y esclavos de las
facciones beligerantes, que los obligan a transformarse en combatientes
o porteadores. Con frecuencia, bandas armadas requisan o controlan
la ayuda humanitaria proporcionada por las Naciones Unidas.
Cada vez se producen más violaciones de los embargos
de armas impuestos por el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas debido al tráfico ilícito de armas pequeñas
y ligeras.
Desde mediados del decenio
de 1990 las Naciones Unidas han logrado que la cuestión
de las armas pequeñas y ligeras figure de forma prominente
en el programa político internacional. La Organización
ha fomentado una toma de conciencia de los problemas que plantean
esas armas. A esos efectos, ha creado varios grupos de expertos,
en especial el Grupo de Expertos Gubernamentales sobre armas
pequeñas (A/52/298), el Grupo de Expertos Gubernamentales
de las Naciones Unidas sobre armas pequeñas (A/54/258)
y el Grupo de Expertos sobre el problema de las municiones y
los explosivos (A/54/155), todos ellos para estudiar la naturaleza
y las causas de la acumulación y la transferencia de
armas pequeñas y ligeras y recomendar medios y arbitrios
para prevenirlas y reducirlas. Los Estados, las organizaciones
regionales y los grupos no gubernamentales recurren en gran
medida a los informes de estos grupos.
Las Naciones Unidas también
han abordado la cuestión de las armas pequeñas
en el contexto de otras cuestiones, como la protección
de los civiles en los conflictos armados, el papel del Consejo
de Seguridad en la prevención de los conflictos armados,
los niños y los conflictos armados y el desarme, la desmovilización
y la reinserción de excombatientes en un entorno de mantenimiento
de la paz.
En el terreno, las Naciones
Unidas han recogido y destruido armas en varias de sus operaciones
de mantenimiento de la paz. También han llevado a cabo,
en Albania, un proyecto piloto de "armas por desarrollo",
en que se han recogido armas en poder de la sociedad civil a
cambio de incentivos de desarrollo para las comunidades, como
carreteras y puentes.
El Secretario General de
las Naciones Unidas se ha interesado personalmente en la cuestión
de las armas pequeñas. En su informe sobre el milenio,
el Secretario General observó que el control de la proliferación
de las armas ilícitas era la primera medida necesaria
para lograr la no proliferación de las armas pequeñas.
Sostuvo que las armas pequeñas y ligeras debían
ser controladas por los Estados, los cuales debían responder
de su transferencia. En los momentos en que la comunidad internacional
se prepara para la conferencia de 2001, que será un hito
en la historia de las Naciones Unidas y la primera conferencia
importante de las Naciones Unidas sobre el desarme desde 1987,
el Secretario General ha instado a los Estados Miembros a que
aprovechen esa Conferencia "para comenzar a adoptar medidas
serias que limiten el tráfico ilícito de las armas
pequeñas".
¿De qué tratará
la Conferencia de 2001?
Como lo indica su título,
la Conferencia se centrará en "el tráfico
ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus
aspectos". En el informe del Grupo de Expertos Gubernamentales
de las Naciones Unidas sobre armas pequeñas (A/54/258),
publicado en agosto de 1999, se incluye información más
detallada acerca de las cuestiones que podrían debatirse
en la Conferencia. El Grupo de Expertos recomendó que
"el principal objeto de atención sean las armas
pequeñas y ligeras fabricadas de acuerdo con especificaciones
militares. No obstante, quizá deban considerarse también
otros tipos de armas de fuego al tratar los problemas en las
zonas más afectadas del mundo. En este contexto general
también deberán considerarse las municiones".
Una de las cuestiones que debatirá el Comité Preparatorio será el
"objetivo" de la Conferencia.
En el informe del Grupo
de Expertos Gubernamentales sobre armas pequeñas se recomendó
que el objetivo de la Conferencia fuera ampliar y fortalecer
los esfuerzos internacionales por evitar, combatir y erradicar
el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras
en todos sus aspectos. A tal fin, el Grupo recomendó
que los fines de la Conferencia fueran los siguientes:
-
Fortalecer o elaborar
normas de rango mundial, regional y nacional que refuercen
y mejoren la coordinación de los esfuerzos para evitar
y combatir el comercio lícito de armas pequeñas
y ligeras en todos sus aspectos;
-
Elaborar medidas
internacionales convenidas para evitar y combatir el tráfico
y la fabricación ilícitos de armas pequeñas
y ligeras y para reducir la acumulación y las transferencias
excesivas y desestabilizadora de tales armas en todo el mundo,
prestando especial atención a las regiones en que están
finalizando conflictos y donde es urgente encontrar soluciones
para problemas graves de proliferación de armas pequeñas
y ligeras;
-
Generar en toda la
comunidad internacional la voluntad política de evitar
y combatir las transferencias y la fabricación ilícitas
de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos y
crear conciencia acerca de la naturaleza y la gravedad de
los problemas interconexos derivados del tráfico y
la fabricación ilícitos de armas pequeñas
y ligeras y la proliferación y difusión excesivas
y desestabilizadoras de estas armas;
-
Promover el sentido
de la responsabilidad de los Estados con respecto a la exportación,
importación, tránsito y reexpedición
de armas pequeñas y ligeras.
En resumen, ha quedado claro
que el objetivo de la Conferencia es la limitación de
las armas y el fomento del desarme.
¿Qué es el "proceso
de Viena"?
Mientras la Conferencia
de 2001 y su Comité Preparatorio abordan la cuestión
de la acumulación y la propagación desestabilizadora
de las armas pequeñas y ligeras de tipo militar en el
contexto del desarme y la limitación de armamentos, existe
otro proceso de negociación que tiene lugar en Viena
que se ocupa de las armas pequeñas y ligeras.
En Viena las delegaciones
están negociando un protocolo jurídicamente vinculante
contra la fabricación y el tráfico ilícitos
de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones (A/AC.254/4/Add.2/Rev.5),
que complementa la Convención de las Naciones Unidas
contra la delincuencia organizada transnacional.
Una vez finalizado, el proyecto
de protocolo constituirá un mecanismo internacional de
aplicación de la ley para prevenir el delito y enjuiciar
a los traficantes. Es posible que en el protocolo se incluyan
artículos en que se establezcan normas y disposiciones
internacionalmente reconocidas respecto al marcado, el registro
y la rastreabilidad de las armas de fuego.