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Servicio de Armas Convencionales
Departamento de Asuntos de Desarme
Naciones Unidas
Oficina S-3170-H
Nueva York, N.Y. 10017

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Sobre la conferencia

¿Qué son las armas pequeñas y ligeras?

Las armas pequeñas son las destinadas al uso personal, mientras que las armas ligeras son las destinadas al uso de un grupo de personas. Ejemplos de armas pequeñas son los revólveres y pistolas automáticas, los fusiles, las pistolas ametralladoras, los fusiles de asalto y las ametralladoras ligeras. Las armas ligeras incluyen las ametralladoras pesadas, algunos tipos de lanzagranadas, los cañones antiaéreos y antitanques portátiles y los lanzadores portátiles de sistemas de misiles antiaéreos.

La mayor parte de las armas pequeñas y ligeras no serían letales sin municiones. Por tanto, las municiones y los explosivos forman parte integral de las armas pequeñas y ligeras que se usan en los conflictos. Incluyen cartuchos (balas) para armas pequeñas, obuses y misiles para armas ligeras, granadas de mano antipersonal y antitanques, minas terrestres, explosivos y contenedores móviles con misiles u obuses para sistemas antitanques y antiaéreos no automáticos.

¿Qué problemas causan las armas pequeñas y ligeras?

Unos de los principales problemas vinculados a las armas pequeñas y ligeras es la facilidad con que se consiguen en muchas regiones del mundo. Son las "armas preferidas" en los conflictos actuales, predominantemente internos, ya que son relativamente baratas, mortíferas, portátiles, fáciles de ocultar, resistentes y tan fáciles de manejar que las han utilizado en los combates niños de tan sólo 10 años. Se comercia ilícitamente con ellas, a cambio de divisas fuertes y bienes como diamantes y otras piedras preciosas, drogas y otros artículos de contrabando. Hay bandas armadas, delincuentes, mercenarios y grupos terroristas que trafican ilícitamente con esas armas y las emplean.

La acumulación de armas pequeñas y ligeras no causa por sí misma los conflictos en que se utilizan. No obstante, su disponibilidad contribuye a agravar los conflictos, pues aumenta el número de muertos y la duración de la violencia, alienta la búsqueda de soluciones violentas y no pacíficas para las diferencias, y genera un círculo vicioso de inseguridad que, a su vez, se traduce en una demanda y una utilización aún mayores de esas armas.

¿Cómo se pueden controlar las armas pequeñas?

Es una pregunta difícil de responder. A diferencia de lo que sucede con las armas nucleares, químicas y biológicas, no hay normas ni reglamentos internacionales convenidos que se ocupen directamente de las armas pequeñas y ligeras. Al mismo tiempo, muchos de los 100 Estados que no exportan esas armas las utilizan para sus necesidades legítimas de seguridad interna y de defensa nacional o colectiva. Los Estados defienden su derecho a la legítima defensa, individual o colectiva, reconocido en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, y los intereses legítimos en materia de seguridad que hacen valer todos los países. También se reconoce en general que el comercio mundial de armas pequeñas también satisface necesidades legítimas de seguridad y comerciales.

Por consiguiente, sería difícil, cuando no imposible prohibir las armas pequeñas y ligeras, como lo ha hecho la comunidad internacional en el caso de las minas antipersonal (Convención de Ottawa). Es necesario adoptar otras medidas mundiales para poner coto a la acumulación excesiva y desestabilizadora de las armas pequeñas y ligeras. Este es uno de los motivos por los que, en diciembre de 1999, la Asamblea General decidió convocar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en todos sus aspectos (A/RES/54/54 V) que se celebraría en junio o julio de 2001. La Asamblea creó un Comité Preparatorio y le pidió que recomendara a la Conferencia un proyecto de documento final, en el que figurara un programa de acción.

¿Por qué las Naciones Unidas están tomando medidas contra esas armas?

Prácticamente todo el sistema de las Naciones Unidas se ocupa de las consecuencias directas e indirectas de conflictos armados recientes que se libran principalmente con esas armas. Las armas pequeñas y ligeras se utilizan cada vez más como instrumentos primordiales de violencia en los conflictos internos de que se ocupan las Naciones Unidas, ocasionan un gran número de muertes y desplazamientos de ciudadanos en todo el mundo y consumen una gran cantidad de recursos de las Naciones Unidas. Muchos de esos conflictos han causado un gran número de bajas en las poblaciones afectadas, en su mayoría civiles y principalmente mujeres y niños.

La acumulación y transferencia excesiva y desestabilizadora de armas pequeñas y ligeras guarda estrecha relación con la incidencia cada vez mayor de conflictos internos y los altos niveles de delincuencia y violencia. Por consiguiente, constituye un motivo de legítima preocupación para la comunidad internacional. Si bien algunas regiones del mundo se han visto más afectadas que otras, el fenómeno es realmente de carácter mundial, por lo que causa preocupación a las Naciones Unidas, en su calidad de órgano mundial de mayor representatividad.

Por lo que respecta a la propia Organización mundial, la facilidad con que se consiguen armas pequeñas y ligeras ha hecho que sean blanco de ellas el personal de mantenimiento de la paz y el personal humanitario de las Naciones Unidas, así como sus colaboradores gubernamentales sobre el terreno. Los "Cascos Azules" no pueden desarmar completamente a las facciones en lucha porque a veces esos grupos ocultan sus mejores armas o, a manera de "seguro" por si se reanudarán las hostilidades, sólo entregan las armas viejas e inutilizables. Los proyectos de desarrollo de las Naciones Unidas y de diversos países donantes resultan perjudicados, cuando no destruidos, cuando grupos equipados con esas armas saquean ciudades y pueblos. Los mediadores y negociadores de las Naciones Unidas en los procesos de paz se ven obligados a volver a la mesa de negociaciones cuando una o más facciones deciden que pueden conseguir más en el campo de batalla que en la mesa de negociaciones. Ocurre también que grupos armados trasladen y controlen a refugiados bajo la protección de las Naciones Unidas; los niños pasan a ser víctimas y esclavos de las facciones beligerantes, que los obligan a transformarse en combatientes o porteadores. Con frecuencia, bandas armadas requisan o controlan la ayuda humanitaria proporcionada por las Naciones Unidas. Cada vez se producen más violaciones de los embargos de armas impuestos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debido al tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras.

Desde mediados del decenio de 1990 las Naciones Unidas han logrado que la cuestión de las armas pequeñas y ligeras figure de forma prominente en el programa político internacional. La Organización ha fomentado una toma de conciencia de los problemas que plantean esas armas. A esos efectos, ha creado varios grupos de expertos, en especial el Grupo de Expertos Gubernamentales sobre armas pequeñas (A/52/298), el Grupo de Expertos Gubernamentales de las Naciones Unidas sobre armas pequeñas (A/54/258) y el Grupo de Expertos sobre el problema de las municiones y los explosivos (A/54/155), todos ellos para estudiar la naturaleza y las causas de la acumulación y la transferencia de armas pequeñas y ligeras y recomendar medios y arbitrios para prevenirlas y reducirlas. Los Estados, las organizaciones regionales y los grupos no gubernamentales recurren en gran medida a los informes de estos grupos.

Las Naciones Unidas también han abordado la cuestión de las armas pequeñas en el contexto de otras cuestiones, como la protección de los civiles en los conflictos armados, el papel del Consejo de Seguridad en la prevención de los conflictos armados, los niños y los conflictos armados y el desarme, la desmovilización y la reinserción de excombatientes en un entorno de mantenimiento de la paz.

En el terreno, las Naciones Unidas han recogido y destruido armas en varias de sus operaciones de mantenimiento de la paz. También han llevado a cabo, en Albania, un proyecto piloto de "armas por desarrollo", en que se han recogido armas en poder de la sociedad civil a cambio de incentivos de desarrollo para las comunidades, como carreteras y puentes.

El Secretario General de las Naciones Unidas se ha interesado personalmente en la cuestión de las armas pequeñas. En su informe sobre el milenio, el Secretario General observó que el control de la proliferación de las armas ilícitas era la primera medida necesaria para lograr la no proliferación de las armas pequeñas. Sostuvo que las armas pequeñas y ligeras debían ser controladas por los Estados, los cuales debían responder de su transferencia. En los momentos en que la comunidad internacional se prepara para la conferencia de 2001, que será un hito en la historia de las Naciones Unidas y la primera conferencia importante de las Naciones Unidas sobre el desarme desde 1987, el Secretario General ha instado a los Estados Miembros a que aprovechen esa Conferencia "para comenzar a adoptar medidas serias que limiten el tráfico ilícito de las armas pequeñas".

¿De qué tratará la Conferencia de 2001?

Como lo indica su título, la Conferencia se centrará en "el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos". En el informe del Grupo de Expertos Gubernamentales de las Naciones Unidas sobre armas pequeñas (A/54/258), publicado en agosto de 1999, se incluye información más detallada acerca de las cuestiones que podrían debatirse en la Conferencia. El Grupo de Expertos recomendó que "el principal objeto de atención sean las armas pequeñas y ligeras fabricadas de acuerdo con especificaciones militares. No obstante, quizá deban considerarse también otros tipos de armas de fuego al tratar los problemas en las zonas más afectadas del mundo. En este contexto general también deberán considerarse las municiones".

Una de las cuestiones que debatirá el Comité Preparatorio será el "objetivo" de la Conferencia.

En el informe del Grupo de Expertos Gubernamentales sobre armas pequeñas se recomendó que el objetivo de la Conferencia fuera ampliar y fortalecer los esfuerzos internacionales por evitar, combatir y erradicar el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos. A tal fin, el Grupo recomendó que los fines de la Conferencia fueran los siguientes:

  • Fortalecer o elaborar normas de rango mundial, regional y nacional que refuercen y mejoren la coordinación de los esfuerzos para evitar y combatir el comercio lícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos;

  • Elaborar medidas internacionales convenidas para evitar y combatir el tráfico y la fabricación ilícitos de armas pequeñas y ligeras y para reducir la acumulación y las transferencias excesivas y desestabilizadora de tales armas en todo el mundo, prestando especial atención a las regiones en que están finalizando conflictos y donde es urgente encontrar soluciones para problemas graves de proliferación de armas pequeñas y ligeras;

  • Generar en toda la comunidad internacional la voluntad política de evitar y combatir las transferencias y la fabricación ilícitas de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos y crear conciencia acerca de la naturaleza y la gravedad de los problemas interconexos derivados del tráfico y la fabricación ilícitos de armas pequeñas y ligeras y la proliferación y difusión excesivas y desestabilizadoras de estas armas;

  • Promover el sentido de la responsabilidad de los Estados con respecto a la exportación, importación, tránsito y reexpedición de armas pequeñas y ligeras.

En resumen, ha quedado claro que el objetivo de la Conferencia es la limitación de las armas y el fomento del desarme.

¿Qué es el "proceso
de Viena"?

Mientras la Conferencia de 2001 y su Comité Preparatorio abordan la cuestión de la acumulación y la propagación desestabilizadora de las armas pequeñas y ligeras de tipo militar en el contexto del desarme y la limitación de armamentos, existe otro proceso de negociación que tiene lugar en Viena que se ocupa de las armas pequeñas y ligeras.

En Viena las delegaciones están negociando un protocolo jurídicamente vinculante contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones (A/AC.254/4/Add.2/Rev.5), que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional.

Una vez finalizado, el proyecto de protocolo constituirá un mecanismo internacional de aplicación de la ley para prevenir el delito y enjuiciar a los traficantes. Es posible que en el protocolo se incluyan artículos en que se establezcan normas y disposiciones internacionalmente reconocidas respecto al marcado, el registro y la rastreabilidad de las armas de fuego.

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