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(* inglés)   


Producción avícola y gripe aviar

La gripe aviar traspasa fácilmente las fronteras nacionales a través de las rutas de comercio, el transporte y los viajes que entrecruzan el planeta, y las trayectorias naturales de vuelo de las aves silvestres.

Desde los brotes de la enfermedad en 2003, más de 250 millones de aves murieron o se sacrificaron en un intento por detener la propagación. Esto generó una pérdida inmediata de ingresos para cientos de miles de pequeños productores de aves de corral, principalmente en varios países de Asia, pero también en África y partes de Europa.

Al mismo tiempo, murieron decenas de personas por causa de la enfermedad y mucha gente dejó de consumir aves de corral, lo que repercutió fuertemente en perjuicio de los pequeños y grandes productores avícolas.

La intensificación de la crianza

Los orígenes de la gripe aviar y los motivos de su evolución aún son inciertos, aunque algunas pruebas indican que el enorme crecimiento de los sistemas altamente intensivos de producción avícola con una bioseguridad relativamente baja ha proporcionado un ambiente favorable para la evolución del virus.

La mayor demanda de productos de ganado, especialmente en Asia, fomentó la intensificación de la producción avícola, y varios pequeños productores aumentaron el tamaño de sus inventarios sin mejorar la bioseguridad. La población mundial de aves de corral es hoy de 18 mil millones, comparada con los 14 mil millones de hace diez años.

Muchas personas del sudeste de Asia viven en áreas rurales, tienen bajos ingresos y son pequeños productores avícolas, con más de 60% de la población de aves de corral, lo que equivale a un total aproximado de, como mínimo, 136 millones de productores avícolas en solo cinco países.

En África, los sistemas de producción doméstica representan el 70% de la producción avícola del continente.

La población de patos domésticos en China y Vietnam comprende, en conjunto, alrededor del 80% de la población mundial y se ha triplicado en las últimas dos décadas. La concentración de más de mil millones de patos y gansos, muchos de ellos mantenidos en sistemas abiertos, ha proporcionado un medio de proliferación para la gran cantidad de virus de gripe aviar que circula en los hábitats de las aves acuáticas silvestres.

La producción avícola doméstica de subsistencia se relaciona con un alto riesgo de exposición a los virus y, por lo tanto, de infección en seres humanos. Las aves procuran su alimento recorriendo libremente o hurgando y, por tanto, se ponen en contacto con aves silvestres que pueden estar infectadas.

Por ejemplo, en China, la mayoría de los brotes (76%) se ha producido en granjas domésticas de pequeña escala. Los granjeros que venden pollos, por lo general, lo hacen en mercados de aves vivas que reúnen a distintas especies, habitualmente en condiciones antihigiénicas.

Pérdidas económicas

Llevó tiempo controlar los brotes de 2003/04 en Asia y, por tanto, hubo una gran propagación y recurrencia, lo que provocó la muerte o destrucción de muchas aves. Las pérdidas directas más elevadas ocurrieron en Vietnam (unos 45 millones de aves, aproximadamente 17,5% de la población avícola) y en Tailandia (alrededor de 30 millones de aves, aproximadamente 14,5% de la población de aves de corral).

En Vietnam, donde cerca del 63% de las unidades familiares gana menos de US$ 2 por día, la pérdida de pollos representa un grave riesgo para los ingresos de la mayoría de los productores domésticos.

Gripe Aviar

 

Casos confirmados