Mensaje del Secretario General
29 de mayo de 2013
La celebración este año del Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas nos brinda la oportunidad de dar a conocer las novedades sobre el terreno al tiempo que rendimos homenaje a la memoria de quienes perdieron la vida en los últimos doce meses al servicio de la bandera azul.
El mandato de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas se orienta cada vez más hacia el despliegue de operaciones multidimensionales para ayudar a los países en el proceso de transición de una situación de conflicto hacia la paz, centrando la atención sobre todo en la protección de los civiles, en particular de los más vulnerables: las mujeres y los niños.
Con el fin de afrontar las amenazas y los retos que van surgiendo, las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz están adaptando sus políticas para mejorar el cumplimiento del mandato que se les ha encomendado de establecer una paz duradera en los países azotados por las guerras.
Un ejemplo de ello es el nuevo enfoque adoptado en la República Democrática del Congo, donde el Consejo de Seguridad ha autorizado el despliegue de una «brigada de intervención» y el uso de aeronaves no tripuladas y sin armas a fin de mejorar nuestra capacidad para operar en esa extensa región.
El personal de paz desplegado en Malí tendrá que enfrentarse a condiciones difíciles, debido a la presencia de grupos armados que constituyen una amenaza para la seguridad nacional y regional. Esa misión ayudará a estabilizar el país, a promover la reconciliación nacional y a proteger la población civil.
Las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz también están colaborando en la reforma de las instituciones básicas del estado de derecho a nivel nacional. Mediante sus actividades encaminadas a reforzar la policía y los sistemas judicial y penitenciario, las operaciones de mantenimiento de la paz fomentan la confianza en las autoridades locales. Por su parte, la existencia de un sistema de estado de derecho justo y predecible contribuye a promover la estabilidad y el desarrollo sostenible a largo plazo después de la retirada de nuestros soldados.
Aunque celebramos todos esos avances, no dejamos de reconocer que el mantenimiento de la paz siempre conllevará riesgos. Como prueba de ello, basta recordar las recientes muertes de efectivos de mantenimiento de la paz en emboscadas organizadas por elementos no identificados en la República Democrática del Congo, el Sudán y Sudán del Sur, o la detención de cascos azules en el Oriente Medio.
Ciento once efectivos de mantenimiento de la paz murieron en el último año y más de 3.100 entregaron su vida en los 65 años de historia de las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Saludamos su valor y lamentamos profundamente su pérdida.
Aprovechemos este Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas para rendir un solemne tributo a los caídos, renovar nuestro apoyo a los más de 111.000 soldados y agentes de policía de 116 países que prestan servicio sobre el terreno y reiterar nuestra voluntad de seguir adaptando nuestras operaciones para poder ayudar mejor a los civiles que necesitan protección y apoyo.
Ban Ki-moon