El Secretario General

Los Juegos Olímpicos de 2016 ya han batido récords, pero incluso antes de que comenzara la primera competencia, estos Juegos han hecho historia al dar a deportistas que no tienen un país al que puedan llamar suyo un lugar en la línea de salida.

Expresé mi reconocimiento al Presidente del Comité Olímpico Internacional, Sr. Thomas Bach, por la compasión demostrada al formar el primer Equipo Olímpico de Refugiados, con cuyos miembros tuve el privilegio de reunirme. Su fortaleza para sobrevivir al horror del desplazamiento y al dolor de la pérdida es impresionante. Aunque nada puede cambiar el pasado, estos deportistas están demostrando que es posible vencer hasta las dificultades más impensables. Ganen o no la oportunidad de subir al podio, ya son ganadores colosales.

En esos jóvenes refugiados vi la pasión y la promesa que poseen millones de jóvenes de nuestro mundo. En estos tiempos de pobreza rampante, discriminación odiosa, extremismo violento cada vez mayor, degradación ambiental y otras amenazas mundiales, debemos mirar a los más afectados, en particular a los jóvenes, en busca de soluciones.

Las Naciones Unidas están decididas a trabajar para los jóvenes y con los jóvenes. Nombré al primer Enviado de las Naciones Unidas para la Juventud, Sr. Ahmad Alhendawi, cuando él tenía 28 años. Estamos trabajando sobre el terreno para asegurar que todos los jóvenes tengan la educación, la salud, el empleo y los derechos que merecen. Todos los años, el Foro de la Juventud del Consejo Económico y Social reúne a altos funcionarios gubernamentales y jóvenes activistas para debatir las preocupaciones más acuciantes a escala mundial. Las Naciones Unidas se están asociando cada vez más con organizaciones dirigidas por jóvenes y centradas en los jóvenes para promover la paz y el desarrollo en todo el mundo.

El Día Internacional de la Juventud, que se observa cada año el 12 de agosto, debe ser un momento para asumir compromisos auténticos. Este año, aproveché la ocasión para anunciar nuevas medidas dirigidas a empoderar a los jóvenes.

Una grave injusticia que he venido tratando de corregir ha sido la exclusión de los jóvenes de las cuestiones de seguridad. Me parece evidente que si se considera que los jóvenes están aptos para morir en las guerras, también deberían tener un puesto a la mesa cuando los dirigentes negocien la paz.

Finalmente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoció esta cuestión en diciembre del año pasado, cuando aprobó la resolución 2250 sobre el apoyo a los jóvenes que trabajan por la paz.

A fin de estudiar los progresos que se registran en esta medida sin precedentes, anuncié la composición de un nuevo Grupo Consultivo. Al igual que la mayoría de esos grupos, la composición de este nuevo Grupo es diversa e internacional, pero tiene la ventaja adicional de incluir a personas que han vivido la cuestión de que se trata. Casi la mitad de los miembros del Grupo son jóvenes. De esas personas, una perdió a su padre en la guerra, otra sobrevivió a una herida de bala, y otras son refugiadas. Con la experiencia combinada de todos los miembros del Grupo, espero que su informe permita registrar nuevos avances.

Los jóvenes tienen todas las habilidades y la energía que se necesitan para contribuir a la sociedad, pero carecen de oportunidades para obtener un trabajo decente. A nivel mundial, hay más de 70 millones de jóvenes desempleados. Para ayudar a encarar este desafío, nombré un nuevo Enviado Especial para el Empleo de los Jóvenes, el ex-Canciller de Austria, Sr. Werner Faymann, quien colaborará con mi Enviado para la Juventud y con los expertos de las Naciones Unidas en este tema, incluidos los de la Organización Internacional del Trabajo, para lograr un cambio.

Consideramos que los jóvenes pueden hacer más que cubrir empleos, pueden crearlos. He instado a los jóvenes a que asuman riesgos, en el entendimiento de que todo empresario de éxito llegó a la cima sobre un cúmulo de fracasos.

Los jóvenes de todo el mundo pueden ayudar a hacer realidad la visión de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, nuestro plan global para las personas, el planeta y la prosperidad.

Este año, las Naciones Unidas nombrarán al primer grupo de Jóvenes Dirigentes de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: 17 jóvenes seleccionados de un conjunto de más de 18.000 candidatos. En septiembre, traeremos a la Sede de las Naciones Unidas a los que resulten nombrados, con el propósito de escuchar sus ideas para nuestro futuro común.

Estas medidas pueden parecer pequeñas y en gran parte simbólicas. Después de todo, 17 dirigentes del desarrollo sostenible son solo representantes del cambio que necesitaremos. El Grupo Consultivo sobre la juventud y la consolidación de la paz solo tiene un puñado de miembros, y un nuevo nombramiento no parecería poder cambiar mucho.

Por supuesto, entiendo que estas medidas no resolverán los problemas mundiales de la noche a la mañana, y estoy pidiendo a todas las personas, sobre todo a los jóvenes, que colaboren. Dondequiera que voy y cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo, insto a los jóvenes a ser ciudadanos del mundo, a elevar su voz y a cambiar nuestro mundo. Decenas de miles de jóvenes ya están dirigiendo esfuerzos exitosos. Necesitamos millones más para alcanzar los Objetivos.

Los progresos crecientes generan grandes cambios. Recuerdo cuando cargaba a mis hijos; hoy día, ellos tienen sus propios hijos. Puede que no veamos cómo un niño crece poco a poco cada día, pero, sin lugar a dudas, cuando pasa el tiempo sí vemos una gran diferencia. Si apoyamos constantemente a los jóvenes del mundo, esos jóvenes pueden crear un futuro más seguro, más justo y más sostenible para las generaciones venideras.