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III PLAN PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES
1997-2000

Madrid, 7 de marzo de 1997

MINISTERIO DE TRABAJO
Y ASUNTOS SOCIALES
INSTITUTO DE LA MUJER
DIRECCION GENERAL


INTRODUCCI�N

El III Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres, pretende impulsar las pol�ticas de igualdad de oportunidades para el avance social de las mujeres, introduciendo los compromisos adquiridos de la Plataforma de Acci�n de la IV Conferencia Mundial de las Mujeres de Pek�n, as� como las orientaciones vertidas del IV Programa de Acci�n Comunitaria. Desde ambos documentos se marcan unas l�neas de actuaci�n muy n�tidas que deben informar las tareas del Gobierno: la introducci�n de la �ptica de igualdad en todas las pol�ticas y promover la participaci�n de las mujeres en todas las esferas de la vida social, especialmente en la econom�a productiva, haci�ndoles agentes copart�cipes de la toma de decisiones, ya que sin la participaci�n activa de las mujeres y la incorporaci�n de sus puntos de vista a todos los niveles de los procesos de decisi�n, no se podr�n conseguir los objetivos de igualdad y desarrollo.

Pero la igualdad de oportunidades no se agota en la propia actividad de la Administraci�n Central del Estado. El III Plan, es una invitaci�n a la colaboraci�n en una l�nea de trabajo com�n, a todos los Organismos de Igualdad de los Gobiernos Aut�nomos, a las Organizaciones no Gubernamentales de mujeres o que trabajan en favor de las mismas y a los interlocutores sociales.

El reto al que nos enfrentamos, es el de construir un nuevo partenariado, que asegure la participaci�n de hombres y mujeres en igualdad de condiciones en todas las �reas.

Con este prop�sito, es necesario promover la igualdad entre hombres y mujeres en todas las actividades y pol�ticas a todos los niveles. Este es el principio del "mainstreaming", que implica la promoci�n de la igualdad en la ejecuci�n de acciones espec�ficas para ayudar a las mujeres pero movilizando todas las pol�ticas y medidas generales, teniendo en cuenta activa y abiertamente, en el momento de su planificaci�n, los posibles efectos en las respectivas situaciones de hombres y mujeres. Esto significa un examen sistem�tico de las pol�ticas y medidas y el tener en cuenta los posibles efectos cuando se definen y se ponen en vigor en temas cotidianos tales como, por ejemplo, la organizaci�n del trabajo, el establecimiento de horarios escolares, que pueden tener impactos diferenciales significativos en la situaci�n de hombres y mujeres, y deben ser tenidos en consideraci�n a fin de promover la igualdad.

Pero la promoci�n de la igualdad no se debe confundir con el simple objetivo de equilibrar las estad�sticas; es una cuesti�n de promover las oportunidades a largo plazo en los roles parentales, la estructura familiar, las pr�cticas institucionales, la organizaci�n de trabajo y tiempo, que no concierne solamente a las mujeres, a su desarrollo personal y a su independencia, sino que concierne a la totalidad de la sociedad.

Por tanto, la promoci�n de la igualdad no requiere �nicamente la adopci�n de medidas positivas dirigidas a las mujeres, por ejemplo, promover su acceso a la educaci�n, formaci�n o empleo. Tambi�n requiere medidas destinadas a adaptar la organizaci�n de la sociedad hacia una distribuci�n m�s justa de roles.

Tampoco significa solamente hacer que los programas y recursos sean m�s accesibles a las mujeres, sino que requiere la movilizaci�n simult�nea de instrumentos legales, recursos financieros, y las capacidades anal�ticas y organizacionales de todos los agentes e Instituciones implicados, con el fin de introducir en todas las �reas el deseo de construir una relaci�n equilibrada entre mujeres y hombres. A este respecto, es necesario e importante basar la pol�tica de igualdad en un an�lisis estad�stico s�lido de la situaci�n en las diferentes �reas de la vida y de los cambios que tienen lugar en las sociedades.

En este sentido, los tres ejes esenciales que defiende el presente Plan, est�n orientados a:

  • Desarrollar medidas espec�ficas dirigidas a combatir las discriminaciones por raz�n de sexo y aumentar la presencia de las mujeres en todos los �mbitos de la vida social.

  • Desarrollar el principio de transversalidad, que asegure que a cualquier acci�n se sume la defensa y garant�a del principio de la igualdad de trato, tanto en el Estado espa�ol, como en un esfuerzo de cooperaci�n de acciones globales con otros Gobiernos.

  • Incorporar a la acci�n pol�tica del Gobierno, la iniciativa social.

Todo ello tiene que estar enmarcado en una econom�a cambiante y en el proceso de construcci�n europea, sin olvidar el compromiso con todas las mujeres de otros lugares del mundo, donde se encuentran amenazadas y donde no pueden gozar de los derechos y condiciones de las mujeres de nuestro entorno.

Desde estos planteamientos, el III Plan de Igualdad de Oportunidades de las Mujeres, establece diez �reas para el per�odo 1997-2000, que hace coincidir con algunas adaptaciones, a nuestra realidad, las �reas definidas en la IV Conferencia de Pek�n, y para cada una de las cuales plantea medidas concretas:

1. Educaci�n, donde se quiere promover la igualdad de acceso de las mujeres a todos los procesos educativos y desarrollar un modelo educativo en el que desde la concepci�n de la ciencia y el conocimiento, hasta su transmisi�n, est� informado por valores igualitarios sin adscripciones a uno u otro sexo.

2. Salud, desde una visi�n integral y promocional de la misma, se pretende incidir desde la prevenci�n hasta la asistencia, tanto en aspectos espec�ficos derivados de la diferenciaci�n sexual, como de aquellos otros derivados de condicionantes culturales y sociales.

3. Econom�a y empleo, que hacen referencia a dos grandes bloques interconectados, en el primero de ellos se pretende visualizar la aportaci�n de las mujeres al sector y promover el control de las mujeres sobre los recursos econ�micos, y en el bloque denominado empleo, fomentar la incorporaci�n de las mujeres al mercado laboral.

4. Poder y toma de decisiones, donde se pretende la promoci�n de las mujeres a los puestos de decisi�n, o lo que ser�a un reequilibrio del poder en el �mbito p�blico, as� como el reparto de responsabilidades en el �mbito privado, que haga compatible y satisfactoria la vida familiar y laboral.

5. Imagen y Medios de Comunicaci�n, que tiene como fin colaborar en los procesos de cambio que favorezcan una sociedad m�s igualitaria, teniendo en cuenta el impacto que tienen en la cristalizaci�n de la opini�n p�blica.

6. Medio Ambiente, porque las mujeres juegan un papel fundamental en la promoci�n del desarrollo sostenible en su calidad de consumidoras y productoras y desde el derecho a una vida saludable y productiva en armon�a con la Naturaleza.

7. Violencia, cuyo objetivo es la eliminaci�n de toda forma de la misma, tanto en el �mbito privado como laboral y en la sociedad en general, ya que las mujeres est�n sujetas a malos tratos f�sicos, o ps�quicos en todas las sociedades y sin distinci�n de clase social, ingresos o cultura, lo que contribuye a mantenerla en un papel subordinado.

8. Exclusi�n Social, donde se plantean medidas espec�ficas para todos aquellos grupos de mujeres que a�aden a su condici�n de mujeres caracter�sticas culturales, sociales, raciales o personales, que las llevan a una situaci�n de mayor vulnerabilidad.

9. Mujeres Rurales, donde se quiere visibilizar la aportaci�n de las mujeres rurales a la econom�a, promover medidas de formaci�n y capacitaci�n que permita a estas mujeres su integraci�n laboral sin abandonar su medio y medidas de apoyo a empresas del medio rural.

10. Cooperaci�n, �rea en la que finalmente se pretender integrar la dimensi�n de la igualdad de oportunidades en las pol�ticas de las Administraciones P�blicas e Instituciones y fomentar la cooperaci�n con las ONG y los organismos internacionales, movilizando todas las pol�ticas para alcanzar la igualdad.

Incluye asimismo un �ltimo ep�grafe relativo a "Aplicaci�n, evaluaci�n y seguimiento", donde se establece la corresponsabilidad de las Administraciones P�blicas, Organizaciones no Gubernamentales e interlocutores sociales en la ejecuci�n y puesta en pr�ctica de las actuaciones previstas en el Plan, un seguimiento y evaluaci�n anual del Plan respecto a las medidas llevadas a cabo en ese per�odo que posibilitar� que se adopten nuevas medidas si ello se considera conveniente y por �ltimo una evaluaci�n final cualitativa y cuantitativa y de implementaci�n.

En la elaboraci�n de este Plan se ha dado participaci�n a las Comunidades Aut�nomas, a trav�s de la Conferencia Sectorial de la Mujer, a las Organizaciones no Gubernamentales e interlocutores sociales, por lo que el Plan cuenta con el consenso b�sico de las Instituciones y de gran parte de estos agentes sociales, lo que permite asegurar la integraci�n de la dimensi�n de la igualdad de oportunidades en las correspondientes pol�ticas y actividades

Si el I Plan fue el que impuls� las reformas legislativas para la existencia de la igualdad legal y el II Plan la iniciaci�n y puesta en pr�ctica de medidas espec�ficas en favor de la igualdad de oportunidades, el III Plan es el primer paso para la implicaci�n y movilizaci�n de todas las pol�ticas y medidas generales con el prop�sito decisivo de alcanzar la igualdad.

1.- �REA DE EDUCACI�N

Numerosas declaraciones nacionales e internacionales afirman la importancia que tiene la educaci�n de las mujeres en la vida social, pol�tica y econ�mica de cualquier pa�s. La educaci�n es el instrumento b�sico para la consecuci�n de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y un elemento indispensable para la autonom�a de las mujeres para que puedan elegir conforme a su propio juicio y para que tengan acceso a los derechos que les corresponden.

En nuestro pa�s se ha producido un cambio significativo en los �ltimos a�os en relaci�n con la educaci�n de las mujeres en t�rminos cuantitativos. La escolarizaci�n total de las ni�as en el per�odo obligatorio es una realidad, al igual que la de los ni�os, y en las ense�anzas no obligatorias anteriores a la Universidad y en la Universidad las mujeres son mayor�a.

No obstante, hay que se�alar que todav�a la tasa de analfabetismo femenino es de 5,39%, frente al 2,32% de la masculina, lo que supone que las mujeres representan el 71,26% de la poblaci�n analfabeta.

Asimismo, se observa que las alumnas son minor�a a la hora de optar por materias relacionadas con la ciencia y la tecnolog�a en la Educaci�n Secundaria (36,66% en C.O.U. en el curso 94/95) y tambi�n en las profesiones que tradicionalmente han estado consideradas como masculinas. As�, en Formaci�n Profesional se concentran en Moda, Confecci�n, Peluquer�a, Est�tica y Sanidad. Sin embargo, tienen una representaci�n m�nima en Automoci�n, Electr�nica, Metal, etc. Todas estas opciones responden m�s a los prejuicios, estereotipos y expectativas sobre lo que tradicionalmente se considera que corresponde asumir a hombres y mujeres, que a sus capacidades y decisiones.

En el �mbito universitario, la presencia de las mujeres es mayoritaria en Ciencias de la Salud (67,28%), Humanidades (66,89%), Ciencias Sociales y Jur�dicas (57,45%). En cambio son minoritarias en Carreras T�cnicas (22,66%) y Ciencias Experimentales (48,55%).

En el proceso educativo hay varios factores que tienen especial incidencia en la construcci�n de la identidad personal del alumnado como hombres y mujeres. Entre ellos destaca la desigualdad en la valoraci�n de lo femenino y lo masculino. Esto tiene su reflejo en una falta de reconocimiento de las aportaciones de las mujeres a la sociedad y un predominio casi absoluto de las figuras y aportaciones masculinas en todas las �reas del conocimiento.

Adem�s, a pesar de que cada vez son m�s numerosas las mujeres que trabajan en la ense�anza, est�n escasamente representadas en los �mbitos y niveles que se consideran de mayor prestigio. El hecho de que haya pocas mujeres ocupando c�tedras y cargos representativos universitarios, supone para las alumnas una falta de referentes femeninos en puestos de decisi�n y responsabilidad, que incide negativamente en sus opciones de futuro.

Otro factor relevante sobre el que es necesario incidir son los materiales did�cticos, que todav�a reflejan una visi�n del mundo en la que se dan los estereotipos tradicionales.

La educaci�n no puede reducirse a una mera adquisici�n de conocimientos acad�micos orientados fundamentalmente a un rendimiento econ�mico para el futuro, que deje de lado otros aspectos formativos primordiales.

Es preciso que chicos y chicas adquieran actitudes cr�ticas ante las pautas que la sociedad actual les impone muchas veces como modelos a seguir: el desarrollo de la fuerza f�sica y de la competitividad para los chicos, mientras que para las chicas se fomenta que asuman, adem�s de la competitividad masculina en el campo profesional, prestar una especial atenci�n al cuidado de su aspecto f�sico, manteniendo un cierto grado de dependencia con lo masculino y compatibilizando su vida laboral con las responsabilidades dom�sticas y familiares.

Estas desigualdades en los procesos de socializaci�n conllevan resultados negativos en la convivencia de los hombres y de las mujeres, que es preciso abordar desde los primeros a�os y a lo largo de todo el proceso educativo.

Con el fin de subsanar las diferencias comentadas hasta aqu�, que implican una clara discriminaci�n por raz�n de sexo, y de llegar a conseguir una situaci�n paritaria entre uno y otro g�nero, los objetivos prioritarios del presente Plan de Igualdad de Oportunidades, dentro del �rea de Educaci�n, son: Promover la igualdad de acceso de las mujeres a todos los procesos educativos y Desarrollar modelos educativos que favorezcan la igualdad.

Antes de tomar medidas de �ndole pol�tica, es preciso disponer de la informaci�n suficiente para hacer un diagn�stico fiable de la situaci�n de las mujeres. Por ello, parte de las actuaciones emprendidas en esta �rea van encaminadas al fomento y desarrollo de los estudios de g�nero, a profundizar en el conocimiento del colectivo femenino. En consecuencia, se ha formulado el objetivo de: Promover la investigaci�n relacionada con los estudios de las mujeres y del g�nero.

Por otro lado, los datos disponibles sobre la pr�ctica de ejercicio f�sico ponen de manifiesto que las mujeres lo llevan a cabo en mucha menor medida que los hombres. Seg�n la �ltima Encuesta Nacional de Salud, los porcentajes de mujeres que no hacen ejercicio (45,4%) o que lo hacen de manera ocasional (39,6%) son mayores que los correspondientes a los hombres: 33,7% y 38,4% respectivamente. En cambio, el 14,5% de las mujeres realiza actividades f�sicas varias veces al mes o varias veces a la semana, frente al 27,2% de los hombres.

Estas diferencias, respecto a la pr�ctica deportiva, son debidas a estereotipos sexuales alimentados desde la familia y la escuela, por lo que su desaparici�n hay que potenciarla desde las instituciones escolares y desde los distintos agentes sociales que tienen incidencia directa en la configuraci�n de determinadas actitudes. Con este fin, se formula, dentro del �rea educativa de este Plan de Igualdad, el objetivo de : Promover la participaci�n femenina en el ejercicio f�sico y la actividad deportiva.

OBJETIVO 1.1 PROMOVER LA IGUALDAD DE ACCESO DE LAS MUJERES A TODOS LOS PROCESOS EDUCATIVOS.

Actuaci�n 1.1.1.- Promover una oferta educativa adecuada para reducir la tasa de analfabetismo femenino.

Actuaci�n 1.1.2.- Favorecer el acceso a los distintos niveles de la ense�anza de las mujeres adultas en funci�n de sus caracter�sticas y condiciones.

Actuaci�n 1.1.3.- Intensificar los servicios de orientaci�n escolar y profesional en los centros, con el fin de que las alumnas puedan ampliar su campo de opciones en aquellos que tradicionalmente est�n menos representadas.

Actuaci�n 1.1.4.- Promover el acceso de las mujeres a la formaci�n t�cnica y cient�fica para ampliar sus oportunidades y mejorar su futuro profesional.

Actuaci�n 1.1.5.- Apoyar los programas de formaci�n a mujeres que incluyan servicios de atenci�n a la infancia y a las personas dependientes que est�n a su cargo.

Actuaci�n 1.1.6.- Promover la utilizaci�n del sistema modular de Formaci�n Profesional Espec�fica como instrumento para mejorar, ampliar y actualizar la cualificaci�n profesional de las mujeres trabajadoras.

Actuaci�n 1.1.7.- Promover el acceso de las mujeres a los programas de cualificaci�n inicial de j�venes sin titulaci�n, en sus distintas modalidades y dependientes de las diferentes Administraciones (Programas de Garant�a Social, programas de Escuela Taller y de Casas de Oficios, Aulas Taller, etc.)

Actuaci�n 1.1.8.- Impulsar la atenci�n prioritaria a las mujeres con necesidades educativas especiales derivadas de discapacidades para facilitar su acceso a los programas de Garant�a Social en la modalidad de Formaci�n Profesional Especial y proporcionarles una capacitaci�n profesional que les permita insertarse en el mundo del trabajo y alcanzar su m�ximo nivel de autonom�a.

Actuaci�n 1.1.9.- Promover que en las bibliotecas p�blicas exista una secci�n especializada en temas de mujer.

OBJETIVO 1.2. DESARROLLAR MODELOS EDUCATIVOS QUE FAVOREZCAN LA IGUALDAD.

Actuaci�n 1.2.1.- Impulsar modelos educativos que acerquen la ciencia y la tecnolog�a a las alumnas.

Actuaci�n 1.2.2.- Analizar, desde la perspectiva del respeto a la Igualdad de Oportunidades, los materiales did�cticos publicados y, en su caso, proponer a las editoriales los cambios pertinentes.

Actuaci�n 1.2.3.- Elaborar modelos educativos para que los ni�os y ni�as aprendan a ser aut�nomos en el �mbito de lo dom�stico y aprendan a compartir responsabilidades.

Actuaci�n 1.2.4.- Impulsar que en los distintos niveles de concreci�n del curriculo y en los proyectos educativos de los centros, se incluya y se aplique el principio de Igualdad de Oportunidades

Actuaci�n 1.2.5.- Sensibilizar a las personas que participan en el proceso educativo para que modifiquen actitudes discriminatorias.

Actuaci�n 1.2.6.- Participar en los procesos de formaci�n inicial y continua del profesorado y crear nuevos espacios de formaci�n dirigidos a la coeducaci�n.

Actuaci�n 1.2.7.- Fomentar la participaci�n de las profesionales de la educaci�n en todos los niveles educativos, especialmente en la ense�anza t�cnica.

Actuaci�n 1.2.8.- Promover que en los centros educativos se desarrollen proyectos de educaci�n para la salud, educaci�n sexual, prevenci�n de la violencia, fomento de la autoestima y cuidado del cuerpo por encima de los c�nones est�ticos predominantes.

Actuaci�n 1.2.9.- Sensibilizar a la poblaci�n sobre la importancia de la ense�anza no discriminatoria y el reparto de tareas dom�sticas.

Actuaci�n 1.2.10.- Colaborar con las Asociaciones de Padres y Madres y Consejos Escolares para que dentro de las organizaciones y en las familias, promuevan formas de relaci�n equilibradas entre hombres y mujeres.

Actuaci�n 1.2.11.- Apoyar acciones dirigidas a la formaci�n de mujeres en las �reas art�sticas y a recuperar creaciones culturales de mujeres a lo largo de la historia y en la actualidad.

OBJETIVO 1.3. PROMOVER LA INVESTIGACI�N RELACIONADA CON LOS ESTUDIOS DE LAS MUJERES Y DEL G�NERO.

Actuaci�n 1.3.1.- Promover la investigaci�n y la difusi�n de propuestas de cambio en los usos del lenguaje como elemento clave en los procesos educativos y de comunicaci�n.

Actuaci�n 1.3.2.- Fomentar las investigaciones a desarrollar en el marco del Programa Sectorial de Estudios de las Mujeres y del G�nero del Plan Nacional de Investigaci�n y Desarrollo en todos los �mbitos que afecten a las mujeres.

Actuaci�n 1.3.3.- Apoyar el desarrollo de actividades sobre el tema de la mujer y el g�nero en los Seminarios, Centros de Investigaci�n e Institutos Universitarios.

Actuaci�n 1.3.4.- Impulsar los estudios de las mujeres y del g�nero a trav�s de un reconocimiento en el curriculo universitario.

Actuaci�n 1.3.5.- Vigilar el cumplimiento de la transversalidad de la coeducaci�n en el sistema educativo.

Actuaci�n 1.3.6.- Establecer un mecanismo de actualizaci�n del Libro Blanco de Estudios de las Mujeres y de G�nero, que recopile, peri�dicamente, los logros obtenidos en este terreno.

Actuaci�n 1.3.7.- Crear una red inform�tica que contenga una Base de Datos de Estudios de la Mujer, que permita el acceso y el intercambio de informaci�n.

Actuaci�n 1.3.8.- Creaci�n de un Observatorio de la Igualdad de Oportunidades, que permita conocer los cambios que se registran en la sociedad espa�ola respecto de las desigualdades de g�nero.

Actuaci�n 1.3.9.- Colaborar con el Instituto Nacional de Estad�stica, a fin de coordinar trabajos de inter�s para el Instituto de la Mujer, bien sea por la v�a de modificar las encuestas en vigor, ya sea estableciendo nuevos instrumentos estad�sticos.

Actuaci�n 1.3.10.- Colaborar con el Centro de Investigaciones Sociol�gicas, con el objeto de producir trabajos conjuntos e intercambiar informaci�n de manera constante.

Actuaci�n 1.3.11.- Estudiar la legislaci�n vigente con el fin de detectar y en su caso eliminar las posibles r�moras discriminatorias que puedan persistir especialmente en el C�digo Civil y en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

OBJETIVO 1.4 PROMOVER LA PARTICIPACI�N FEMENINA EN EL EJERCICIO F�SICO Y LA ACTIVIDAD DEPORTIVA.

Actuaci�n 1.4.1.- Impulsar la participaci�n femenina en el ejercicio f�sico y en la pr�ctica deportiva a trav�s de los programas de promoci�n desarrollados o coordinados por el Estado, especialmente los relativos a las actividades deportivas extraescolares, el deporte universitario, el perfeccionamiento y seguimiento de j�venes talentos deportivos y alto rendimiento deportivo.

Actuaci�n 1.4.2.- Fomentar el cambio de sensibilidad y actitudes en las Federaciones Espa�olas de Deporte, particularmente en aquellas modalidades en las que la participaci�n femenina tiene menor incidencia, promoviendo f�rmulas para el desarrollo de actividades espec�ficas.

Actuaci�n 1.4.3.- Difundir los beneficios que para las mujeres se derivan de la pr�ctica deportiva.

Actuaci�n 1.4.4.- Desarrollar criterios que fomenten y aseguren la participaci�n femenina en toda la futura normativa deportiva cuya elaboraci�n sea competencia del Estado.

2.- �REA DE SALUD

La salud de las mujeres incluye su bienestar emocional, social y f�sico y est� determinado por el contexto social y econ�mico, as� como por sus caracter�sticas biol�gicas.

Aunque en los �ltimos a�os se han conseguido mejoras en cuanto al acceso a los servicios de salud y a los programas de Atenci�n a la Mujer dentro del Sistema Sanitario P�blico, sin embargo, todav�a es preciso reforzar las actuaciones en la prevenci�n y atenci�n a la salud de las mujeres.

Durante el transcurso del ciclo biol�gico se suceden diferentes etapas donde es necesario facilitar a las mujeres la informaci�n adecuada y evitar una excesiva medicaci�n de estos procesos.

Tambi�n es preciso apoyar programas para el diagn�stico preventivo a fin de prevenir malformaciones cong�nitas y asegurar las m�ximas posibilidades de tener hijos e hijas sanos.

Dada la importancia de conocer los cambios y las necesidades de las mujeres en relaci�n a su salud, se propone la realizaci�n de estudios y la obtenci�n de datos desagregados por edad y sexo en las estad�sticas y otras fuentes facilitadas por los organismos correspondientes del sistema sanitario para su posterior an�lisis.

El c�ncer ginecol�gico y de mama constituye una preocupaci�n prioritaria dentro del �rea de salud. As�, por ejemplo, el c�ncer de mama, que es el tumor m�s frecuente en la poblaci�n femenina espa�ola, constituye la primera causa de muerte, con una tasa de mortalidad de 28,2 por cada 100.000 mujeres en 1992. Esta tasa de mortalidad muestra una tendencia creciente en las �ltimas d�cadas, de acuerdo con el "Informe sobre programas y actividades de control y prevenci�n del c�ncer en Espa�a y sus Comunidades Aut�nomas", realizado por el Ministerio de Sanidad y Consumo en 1995, a pesar de que estas afecciones son evitables o curables con un diagn�stico precoz.

La incidencia de la infertilidad es cada vez mayor por ello, se propone el realizar debates sobre los tratamientos que se aplican con el fin de reflexionar sobre las consecuencias f�sicas y sociales que producen en las mujeres y promover las posibles soluciones.

La salud de mujeres de edad avanzada exige una atenci�n particular. Las perspectivas de su salud a largo plazo hace necesario formular y aplicar programas amplios y coherentes para la prevenci�n, el diagn�stico y el tratamiento de la osteoporosis.

En Espa�a las mujeres, especialmente las j�venes, consumen cada vez m�s tabaco y alcohol, con los graves efectos que ello conlleva para su salud. As� un 50,9% consume alcohol con alguna frecuencia, de las que un 2% son bebedoras en alto o excesivo grado. Un 24,5% de las mujeres declaran que fuman diariamente, por lo que se impone la realizaci�n de campa�as para que consigan unos h�bitos de vida m�s saludables.

En consecuencia, se incluye dentro de este �rea el objetivo de: Mejorar la salud de las mujeres a lo largo del ciclo biol�gico.

La salud reproductiva implica el derecho de las mujeres a obtener informaci�n y acceso a m�todos de planificaci�n familiar y el crear servicios adecuados de atenci�n a la salud.

La tendencia a tener experiencias sexuales a temprana edad, sumada a la falta de informaci�n y servicios, aumenta el riesgo de embarazos no deseados, as� como el riesgo de contraer enfermedades de transmisi�n sexual y especialmente el SIDA.

El trabajar respecto a la educaci�n sexual y reproductiva de las mujeres, en especial de las m�s j�venes, sigue siendo necesario, ya que de un total de 47.832 interrupciones voluntarias de embarazo, 6.598 corresponden a adolescentes con edades comprendidas entre 15 y 19 a�os.

Por tanto, se ha formulado el objetivo de: Contribuir a la mejora de la salud sexual y reproductiva.

Las mujeres tienen derecho a disfrutar del m�s alto nivel posible de salud f�sica y mental. El llevar a la pr�ctica este derecho es esencial para sus vidas y su bienestar y para hacer posible su participaci�n en todas las esferas de la vida p�blica y privada.

Es importante destacar los graves efectos que, especialmente en las j�venes, producen algunos trastornos de la alimentaci�n como son la anorexia y la bulimia, ya que ocasionan serias consecuencias en su salud f�sica y ps�quica e incluso en su vidas, ya que se llegan a alcanzar unos porcentajes de fallecimientos en mujeres de un 4,65%.

Asimismo, se plantea el realizar programas de prevenci�n del consumo abusivo o de la dependencia de las drogas dirigidos espec�ficamente a mujeres, a fin de poder incidir en este problema. Durante el a�o 1.995, 6.493 mujeres fueron admitidas a tratamiento por su adici�n a la hero�na, 244 por su adici�n a la coca�na y 73 por consumo de otros opi�ceos.

El aumento de casos de sida en mujeres que fue de 118 casos en 1987 a 1.179 en 1.995, hace necesario el abordar este problema incidiendo tanto en la prevenci�n como en las consecuencias que tienen en la salud de las mujeres.

Por tanto, es necesario incluir actuaciones espec�ficas que incidan tanto la prevenci�n de determinadas enfermedades como en sus consecuencias, mediante el objetivo que trata de: Contribuir al bienestar f�sico y ps�quico de las mujeres.

La incorporaci�n de las mujeres al mundo laboral es un hecho. En la actualidad, la tasa de actividad ha ido aumentado hasta el 34,76%, cifra que a�n est� lejos de alcanzar los �ndices de algunos pa�ses europeos que est�n en cifras del 80%.

Este hecho hace necesario la promoci�n de medidas destinadas a mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo y que se contemplen los riesgos espec�ficos que puedan afectarles por su condici�n de mujeres, o por el espacio en el que desarrollan su actividad como es el caso de aquellas mujeres que realizan su trabajo en el �mbito dom�stico o por el momento concreto que est� viviendo como ocurre durante el embarazo o lactancia. Por tanto, es necesario articular actuaciones dirigidas a lograr un reconocimiento social del trabajo dom�stico, as� como evitar las consecuencias que para la salud de las mujeres tiene las condiciones de aislamiento en que desarrolla su trabajo, as� como los efectos adversos que el estr�s tiene en la mayor�a de las mujeres con un empleo remunerado, quienes se ven obligadas a asumir una doble jornada. Para ello se ha propuesto el objetivo de "Mejorar de los problemas de salud relacionados con la actividad laboral y dom�stica de las mujeres".

OBJETIVO 2.1. MEJORAR LA SALUD DE LAS MUJERES A LO LARGO DEL CICLO BIOL�GICO.

Actuaci�n 2.1.1.- Promover un estudio dirigido a conocer los cambios y las necesidades de las mujeres en relaci�n a su salud y valorar las prestaciones sanitarias que oferta el Sistema Nacional de Salud, con el fin de proponer mejoras en la atenci�n sanitaria.

Actuaci�n 2.1.2.- Promover que las estad�sticas y otras fuentes sobre salud re�nan datos desagregados de forma sistem�tica por edad, sexo y condici�n socio-econ�mica.

Actuaci�n 2.1.3.- Sensibilizar a los/as profesionales de la salud sobre la necesidad de incorporar el punto de vista de las mujeres en la asistencia sanitaria dada la diferente problem�tica que presentan.

Actuaci�n 2.1.4.- Apoyar programas para el diagn�stico preventivo y prenatal a fin de prevenir en el embarazo las malformaciones cong�nitas.

Actuaci�n 2.1.5.- Favorecer, mediante materiales divulgativos y educativos, la promoci�n de la salud de las mujeres, la preparaci�n al parto y a la menopausia, y fomentar medidas en el �mbito de la asistencia sanitaria que eviten una excesiva medicalizaci�n en estos procesos.

Actuaci�n 2.1.6.- Impulsar la aplicaci�n de las recomendaciones elaboradas por la Organizaci�n Mundial de la Salud sobre los derechos de las mujeres embarazadas.

Actuaci�n 2.1.7 - Realizar Jornadas y Debates sobre los tratamientos de infertilidad con el fin de reflexionar sobre las consecuencias f�sicas, ps�quicas y sociales que producen en las mujeres y promover soluciones.

Actuaci�n 2.1.8.- Impulsar la realizaci�n de campa�as de educaci�n sanitaria para que las mujeres adopten estilos de vida saludables: ejercicio f�sico, alimentaci�n equilibrada y abandono del tabaco y alcohol.

Actuaci�n 2.1.9.- Apoyar programas que mejoren y ampl�en la prevenci�n del c�ncer ginecol�gico y de mamas, atenci�n a la menopausia y tratamiento de la osteoporosis.

Actuaci�n 2.1.10.- Insistir en la importancia de una atenci�n integral en el diagn�stico y tratamiento del c�ncer ginecol�gico, potenciando el apoyo psicol�gico a las mujeres.

OBJETIVO 2.2. CONTRIBUIR A LA MEJORA DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA.

Actuaci�n 2.2.1.- Desarrollar programas de informaci�n y educaci�n sexual, dirigidos a toda la poblaci�n y prioritariamente a las adolescentes, haciendo especial hincapi� en el sector no escolarizado, respetando en todo caso la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o/a y la responsabilidad de los padres.

Actuaci�n 2.2.2.- Realizar actuaciones y campa�as destinadas a prevenir el embarazo no deseado especialmente en la adolescencia.

Actuaci�n 2.2.3.- Impulsar la mejora de la oferta de servicios que se ofrecen en los centros de planificaci�n familiar, ofreciendo asesoramiento sobre el comportamiento sexual.

Actuaci�n 2.2.4.- Impulsar y desarrollar programas de atenci�n a la salud sexual y reproductiva en los Centros de atenci�n Primaria.

OBJETIVO 2.3. CONTRIBUIR AL BIENESTAR F�SICO Y PS�QUICO DE LAS MUJERES

Actuaci�n 2.3.1.- Sensibilizar a la opini�n p�blica y especialmente a los/as profesionales de la publicidad, medios de comunicaci�n, as� como a los laboratorios y la industria, respecto a la prevenci�n de los trastornos en la alimentaci�n, especialmente la anorexia y bulimia.

Actuaci�n 2.3.2.- Realizar un estudio sobre las condiciones que repercuten en la aparici�n de los trastornos en la alimentaci�n en las mujeres.

Actuaci�n 2.3.3.- Elaborar materiales divulgativos que aborden monogr�ficamente distintos temas de bienestar psicol�gico de las mujeres.

Actuaci�n 2.3.4.- Actualizar los estudios e investigaciones existentes sobre los efectos del tabaco en la salud de las mujeres, profundizando en los factores que pueden actuar de forma diferenciada en las mismas.

Actuaci�n 2.3.5.- Colaborar con el Plan Nacional de Drogas en programas de prevenci�n del consumo de drogas, impulsando medidas dirigidas a las mujeres a fin de evitar da�os a�adidos, como pueden ser la transmisi�n del V.I.H., otras enfermedades de transmisi�n sexual y embarazos no deseados.

Actuaci�n 2.3.6.- Colaborar con el Plan Nacional del Sida para desarrollar programas de prevenci�n del V.I.H.

Actuaci�n 2.3.7.- Apoyar a los colectivos de mujeres en la puesta en marcha de programas de prevenci�n del consumo de drogas y del SIDA y en la creaci�n de un movimiento de auto ayuda para mujeres.

OBJETIVO 2.4.- MEJORAR LOS PROBLEMAS DE SALUD RELACIONADOS CON LA ACTIVIDAD LABORAL Y DOM�STICA DE LAS MUJERES

Actuaci�n 2.4.1.- Participar en el desarrollo Reglamentario de la Ley 31/1995, de Prevenci�n de Riesgos Laborales para la total transposici�n de la Directiva Comunitaria 92/85 relativa a la aplicaci�n de medidas para promover la mejora de la seguridad y la salud en el trabajo de las trabajadoras embarazadas o en per�odo de lactancia.

Actuaci�n 2.4.2.- Impulsar la aprobaci�n de protocolos o gu�as t�cnicas relativos a la vigilancia de la salud de las trabajadoras en las que se establezca la necesidad de realizar controles sanitarios peri�dicos para las mujeres sometidas a especiales riesgos laborales

Actuaci�n 2.4.3.- Promover que los riesgos espec�ficos que puedan afectar a las trabajadoras por su condici�n de mujeres, se incorporen a nuestro derecho nacional de acuerdo con las Directivas espec�ficas de la Uni�n Europea.

Actuaci�n 2.4.4- Profundizar en el conocimiento de las consecuencias para la salud que se deriven de las condiciones de aislamiento, falta de reconocimiento social, etc. en las que se desarrolla el trabajo dom�stico.

3.- ECONOM�A Y EMPLEO

La situaci�n de las mujeres en el mercado de trabajo ha estado marcada por algunos progresos en los �ltimos a�os. El aumento de la participaci�n de las mujeres en el mercado de trabajo ha sido el motor del crecimiento del empleo en Europa, considerado tanto como elemento de subsistencia como aportaci�n al Producto Interior Bruto. de los pa�ses europeos. No obstante, esta entrada masiva de las mujeres en el mercado de trabajo no se ha reflejado en una diversificaci�n del empleo.

En Espa�a, la incorporaci�n de las mujeres al mundo laboral sigue un proceso creciente desde hace unas d�cadas, pero la realidad pone en evidencia que su incorporaci�n plena a todos los derechos sociales y econ�micos es considerablemente deficitaria. Los datos nos muestran c�mo las mujeres no se han incorporado todav�a, en la misma medida que los hombres, al trabajo remunerado; c�mo sus contratos son los m�s deficitarios; c�mo su salario es un 30% m�s bajo, aproximadamente; c�mo su presencia en los puestos de decisi�n es escasa; c�mo su dedicaci�n al trabajo dom�stico y familiar, por una parte, y al remunerado, por otra, es muy diferente a la de los hombres.

La tasa de actividad de las mujeres, en el tercer trimestre de 1996, era del 37,22%, mientras que la de los hombres ten�a un valor de 63,4% lo que supone una diferencia de 26,18 puntos.

Las mujeres representan el 34,76% de los 12 millones y medio, aproximadamente, de personas "ocupadas". Adem�s, la tasa de paro femenino tiene un valor de 29,56% y la tasa de paro masculina es 17,12%, quiere ello decir que la diferencia entre las tasas de paro de uno y otro g�nero es de 12,44 puntos.

Aunque las mujeres s�lo representan el 35%, aproximadamente, de las personas ocupadas, constituyen el 58,92% de las que trabajan en "ayudas familiares", pero s�lo el 17,83% de las "empleadoras" y el 29,74% de las empresarias sin asalariados/as o que trabajan de forma independiente.

El sexo femenino constituye el 75,16% de las personas contratadas a tiempo parcial y solamente el 31,50% de las contratadas a tiempo completo. al mismo tiempo, el 38,08% de los contratos temporales est�n firmados por mujeres y s�lo el 34,77% de los que tienen car�cter indefinido.

En 1994, el salario medio anual de las mujeres era de 1.578.401 ptas., que equivale al 71,54% de los hombres (2.206.260 ptas.). Asimismo, la pensi�n media de las mujeres (816.602 ptas.) equival�a al 70,79% de la de los hombres (1.153.634).

En 1996, las mujeres dedicaban, como promedio, 7 horas y 35 minutos diarios al trabajo dom�stico y 1 hora y 23 minutos al trabajo remunerado. Los hombres dedicaban 3 horas y 5 minutos al trabajo dom�stico y 3 horas y 10 minutos al trabajo remunerado. Es decir, el sexo femenino dedica al trabajo dom�stico dos veces y media m�s tiempo que el masculino. Respecto al trabajo remunerado, sucede lo contrario: Los hombres dedican al mismo m�s del doble de tiempo que las mujeres.

Si se compara exclusivamente el tiempo dedicado, por hombres y mujeres, al llamado trabajo de la casa (cocinar, fregar, barrer, lavar, planchar, cuidar la ropa...), las diferencias anteriores se disparan. Las mujeres dedican a este grupo de actividades 4 horas y 24 minutos diarios y los hombres 37 minutos, dedic�ndolos fundamentalmente al cuidado del coche, del jard�n o a gestiones administrativas; es decir, las mujeres dedican siete veces m�s tiempo que los hombres a las tareas de la casa.

Junto a la necesidad de incrementar la ocupabilidad laboral de las mujeres, se observan otras como el aumento de su presencia en los puestos de decisi�n, el aumento de su actividad emprendedora y la revalorizaci�n del trabajo que realizan, dentro del marco familiar. Hay actividades que tradicionalmente han sido desempe�adas por las mujeres, casi de manera exclusiva, y que no han tenido una valoraci�n social y econ�mica reconocida, a pesar de que suponen una gran aportaci�n al crecimiento econ�mico.

Hay, pues, que tomar medidas orientadas a reformar estructuras que actualmente dificultan la incorporaci�n, permanencia y promoci�n de las mujeres dentro del mercado laboral. Estos cambios estructurales han de pasar necesariamente por un reparto paritario, entre mujeres y hombres, de la vida familiar y laboral.

Con el fin de paliar la desigual situaci�n descrita, dentro del campo de la econom�a y el empleo, en este III Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres, se proponen actuaciones con cuya implementaci�n se pretende conseguir un acceso real, con plenitud de derechos sociales y econ�micos, del colectivo femenino al mundo laboral, impulsando cambios y transformaciones estructurales que lo favorezcan, haciendo especial hincapi� en la conciliaci�n de la vida familiar y laboral. En concreto, los objetivos formulados son los siguientes:

- Promover el pleno acceso de las mujeres a los derechos sociales y econ�micos:

Tal como se fij� en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres (Beijing, China. Septiembre de 1995) se debe fomentar la presencia de las mujeres en las decisiones econ�micas y pol�ticas, y revalorizar su aportaci�n a la econom�a general igualando su contribuci�n al mercado laboral con salarios iguales para trabajos de igual valor, as� como facilitar el acceso a puestos de responsabilidad.

- Facilitar la incorporaci�n de las mujeres al mundo laboral:

Fomentando el acceso de las mujeres, en condiciones de igualdad con los hombres, a los recursos, al empleo, los mercados y el comercio.

- Promover la actividad empresarial de las mujeres:

Proporcionar formaci�n, acceso a los mercados, a la informaci�n y la tecnolog�a, a las redes comerciales y cr�ditos bancarios de las mujeres, en particular de aquellas con ingresos m�s bajos.

- Impulsar cambios y transformaciones estructurales que favorezcan la incorporaci�n, permanencia y promoci�n de las mujeres en el mercado laboral:

Eliminar la segregaci�n en el trabajo y todas las formas de discriminaci�n de las mujeres en el empleo, y fomentar pol�ticas laborales, fiscales y de Seguridad Social que favorezcan su participaci�n.

- Conciliar la vida familiar y laboral de hombres y mujeres:

Fomentar una armonizaci�n de las responsabilidades laborales y familiares entre mujeres y hombres, repartiendo equitativamente entre los dos sexos los tiempos de producci�n, reproducci�n y personales (ocio, descanso, recreo, etc.)

OBJETIVO 3.1. PROMOVER EL PLENO ACCESO DE LAS MUJERES A LOS DERECHOS SOCIALES Y ECON�MICOS.

Actuaci�n 3.1.1.- Realizar un estudio con el fin de ampliar el conocimiento de la situaci�n de las mujeres en relaci�n al trabajo, identificando las barreras que se les presentan.

Actuaci�n 3.1.2.- Realizar un estudio sobre como repercute el trabajo de las mujeres en la econom�a sumergida y detectar otras formas de trabajo irregular.

Actuaci�n 3.1.3.- Estudiar el actual r�gimen especial de empleadas del hogar de la Seguridad Social con el fin de evaluar su funcionamiento.

Actuaci�n 3.1.4.- Ampliar las estad�sticas sobre el trabajo de las mujeres en los distintos sectores y tipos de trabajo con el fin de conocer mejor su situaci�n socio-econ�mica.

Actuaci�n 3.1.5.- Estudiar y analizar la incidencia de formas at�picas de contrataci�n en el acceso de las mujeres a las prestaciones de la Seguridad Social.

Actuaci�n 3.1.6.- Difundir la legislaci�n laboral espa�ola y comunitaria entre los/as profesionales encargados de su aplicaci�n y control con el fin de evitar y eliminar discriminaciones indirectas y aplicar el principio de igualdad de oportunidades, especialmente el Memor�ndum y C�digo de actuaci�n de la Comisi�n Europea, relativo a igual retribuci�n por trabajo de igual valor.

Actuaci�n 3.1.7.- Colaborar con las Organizaci�n Sindicales y Empresariales y establecer estrategias con los responsables de la Administraci�n para garantizar la aplicaci�n efectiva del derecho a una remuneraci�n igual por trabajo de igual valor para hombres y mujeres.

Actuaci�n 3.1.8.- Colaborar con la Inspecci�n de Trabajo para la aplicaci�n del principio de igualdad de oportunidades y la detecci�n de discriminaciones indirectas.

Actuaci�n 3.1.9.- Reforzar la participaci�n de las mujeres en las mesas de negociaci�n de los convenios colectivos, a fin de que velen por la aplicaci�n del principio de la igualdad de oportunidades.

Actuaci�n 3.1.10.- Fomentar la participaci�n de mujeres en el Consejo Econ�mico y Social, reforzando la colaboraci�n con esta Instituci�n.

Actuaci�n 3.1.11.- Valorar en t�rminos econ�micos el trabajo dom�stico y su posible incidencia en la contabilidad del Producto Interior Bruto.

Actuaci�n 3.1.12.- Estudiar y evaluar medidas fiscales que supongan un reconocimiento a la funci�n social de la ama/o de casa, as� como elaborar informes sobre la posibilidad de una reforma de la Seguridad Social dirigida a incorporar la cotizaci�n voluntaria de las amas/os de casa, teniendo como referente la legislaci�n comparada de la Uni�n Europea y el acuerdo sobre consolidaci�n y racionalizaci�n del sistema de la Seguridad Social.

Actuaci�n 3.1.13.- Impulsar la participaci�n del Instituto de la Mujer en los procesos laborales de discriminaci�n por raz�n de sexo seg�n lo dispuesto en el art. 95.3 de la Ley de Procedimiento Laboral.

Actuaci�n 3.1.14.- Potenciar el Centro de Documentaci�n del Instituto de la Mujer, dot�ndole de medios tecnol�gicos para la prestaci�n m�s �gil de servicios.

Actuaci�n 3.1.15.- Suministrar informaci�n relativa a los derechos de las mujeres y a los programas que desarrolla el Instituto a trav�s del servicio de Internet.

OBJETIVO 3.2. FACILITAR LA INCORPORACI�N DE LAS MUJERES AL MUNDO LABORAL.

Actuaci�n 3.2.1.- Informar a las mujeres sobre los derechos y obligaciones derivadas de la relaci�n laboral.

Actuaci�n 3.2.2.- Facilitar a las mujeres asistencia t�cnica, asesoramiento, capacitaci�n y reciclaje a trav�s de los Servicios de Intermediaci�n de Empleo para favorecer su entrada y reincorporaci�n al mercado de trabajo.

Actuaci�n 3.2.3.- Sensibilizar y formar en materia de igualdad de oportunidades, a las personas encargadas de gestionar los servicios de intermediaci�n del empleo.

Actuaci�n 3.2.4.- Colaborar con los Organismos que imparten la formaci�n ocupacional y continua para facilitar a las mujeres su cualificaci�n, favoreciendo el acceso a las mujeres que se encuentran disfrutando la baja por maternidad.

Actuaci�n 3.2.5.- Promover la cualificaci�n y las necesidades formativas de mujeres en profesiones y ocupaciones que constituyen nuevos yacimientos de empleo y tengan car�cter innovador, as� como un mayor reconocimiento y revalorizaci�n de los llamados servicios de proximidad realizados mayoritariamente por mujeres..

Actuaci�n 3.2.6.- Estudiar la viabilidad de conceder bonificaciones para la contrataci�n de personas desempleadas, con cargas familiares no compartidas y en su caso impulsarlas.

Actuaci�n 3.2.7- Impulsar y asesorar los proyectos enmarcados en las Iniciativas Comunitarias, destinadas a fomentar la inserci�n laboral de las mujeres, desarrollando mecanismos de coordinaci�n de estas experiencias e intercambio de informaci�n sobre las pr�cticas m�s eficaces.

Actuaci�n 3.2.8.- Promover la creaci�n y cualificaci�n de la figura profesional del personal que presta los servicios de proximidad, apoyando las Cooperativas y otras iniciativas de trabajo asociado.

OBJETIVO 3.3. PROMOVER LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL DE LAS MUJERES.

Actuaci�n 3.3.1.- Apoyar la creaci�n de servicios dirigidos a las mujeres que proporcionen asistencia t�cnica y orientaci�n para el autoempleo y la actividad empresarial.

Actuaci�n 3.3.2.- Facilitar formaci�n para la creaci�n de empresas y tutor�a para la puesta en marcha de proyectos empresariales, teniendo en cuenta la disponibilidad horaria de las emprendedoras.

Actuaci�n 3.3.3.- Impulsar y potenciar las redes interempresariales de mujeres, con el fin de obtener informaci�n e intercambio de experiencias, reforzar su actividad y posibilitar la expansi�n, y el comercio exterior.

Actuaci�n 3.3.4.- Establecer ayudas financieras para emprendedoras que han iniciado su actividad, como medida de incentivar y apoyar la creaci�n de empresas.

Actuaci�n 3.3.5.- Promover que las entidades financieras establezcan l�neas de financiaci�n favorables a las iniciativas empresariales de las mujeres.

Actuaci�n 3.3.6.- Apoyar las organizaciones de mujeres empresarias y fomentar su participaci�n en las estructuras de las organizaciones empresariales.

Actuaci�n 3.3.7.- Difundir la participaci�n de las mujeres en el mundo empresarial.

OBJETIVO 3.4.- IMPULSAR CAMBIOS Y TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES QUE FAVOREZCAN LA INCORPORACI�N, PERMANENCIA Y PROMOCI�N DE LAS MUJERES EN EL MERCADO LABORAL.

Actuaci�n 3.4.1.- Impulsar la implantaci�n de medidas de acci�n positiva para una efectiva diversificaci�n de las ocupaciones y promoci�n de las mujeres en las empresas, los Sindicatos y las Administraciones P�blicas.

Actuaci�n 3.4.2.- Realizar una campa�a en Medios de Comunicaci�n sobre acciones positivas en las empresas.

Actuaci�n 3.4.3.- Impulsar el reconocimiento de la figura profesional "Agente y Promotor para la Igualdad", homologando su formaci�n y reconocimiento dentro de la clasificaci�n del INEM, y favorecer su introducci�n a nivel sectorial para vigilar el cumplimiento de la igualdad de oportunidades.

Actuaci�n 3.4.4.- Organizar un Congreso Internacional sobre Mujer y Empleo, con el fin de determinar los obst�culos y oportunidades para el crecimiento del empleo de las mujeres.

Actuaci�n 3.4.5.- Realizar una Exposici�n sobre Mujer y Empleo para difundir la evoluci�n de la incorporaci�n de las mujeres al mercado de trabajo y visibilizar su aportaci�n a la sociedad.

Actuaci�n 3.4.6.- Analizar los mecanismos e instrumentos que con m�s frecuencia se emplean en el acceso al trabajo, contrataci�n, condiciones de trabajo, valoraci�n de puestos de trabajo y promoci�n, tanto en el �mbito publico como privado, para detectar y corregir posibles comportamientos sexistas y discriminatorios.

OBJETIVO 3.5. CONCILIAR LA VIDA FAMILIAR Y LABORAL DE HOMBRES Y MUJERES

Actuaci�n 3.5.1.- Impulsar la modificaci�n de la legislaci�n laboral con el fin de que se recoja expresamente la prohibici�n de despido de las trabajadoras durante el per�odo de disfrute del permiso por baja maternal y de despido por causa de embarazo, as� como respecto de las trabajadoras que ejerciten el derecho a disfrutar de permisos parentales.

Actuaci�n 3.5.2.- Impulsar y mejorar el sistema de servicios sociales, en especial los destinados a la infancia, con prioridad los dirigidos a menores de 0 a 3 a�os, personas mayores, enfermas e incapacitadas y en general, los servicios de ayuda a domicilio y ayuda a la convivencia.

Actuaci�n 3.5.3.- Promover en el mundo productivo la flexibilidad y distribuci�n del tiempo de trabajo, que permita a mujeres y hombres compatibilizar el empleo con las responsabilidades familiares en condiciones de igualdad.

Actuaci�n 3.5.4.- Sensibilizar a la opini�n p�blica sobre la importancia de difundir una imagen de las mujeres y de los hombres que afiance y consolide una distribuci�n de las tareas no sexistas.

Actuaci�n 3.5.5.- Apoyar la organizaci�n de servicios y actividades l�dico-educativas, para atender a ni�os/as fuera del horario escolar y en per�odo vacacional.

Actuaci�n 3.5.6.- Transponer a nuestra normativa y difundir el derecho a los permisos parentales recogidos en la Directiva Comunitaria 96/34

Actuaci�n 3.5.7.- Realizar estudios para la mejora de la flexibilidad de horarios, tipos de jornada, y ampliar permisos laborales en los casos de mujeres solas con cargas familiares no compartidas.

4.- �REA DE PODER Y TOMA DE DECISIONES.

Los cambios que est�n teniendo lugar en nuestro pa�s en cuanto a estructuras organizativas y productivas y los papeles sociales que desempe�an en ellas los hombres y las mujeres no tienen un reflejo correlativo en el reparto de poder y en la toma de decisiones por parte de ambos sexos.

Persiste en nuestra sociedad un evidente desequilibrio cuantitativo y cualitativo en la participaci�n de las mujeres en estos �mbitos. En muchas ocasiones es la propia tradici�n la que perpet�a estas situaciones, de modo que los hombres tienden a conservar para s� los puestos de mayor poder y capacidad de decisi�n, como si esto fuera algo natural e incuestionable. Pero tambi�n tiene una influencia decisiva el modo en el que est�n conformadas dichas estructuras organizativas, en la pol�tica, la econom�a, las relaciones laborales la ciencia y la cultura. Son esquemas fuertemente jerarquizados y competitivos, que exigen una divisi�n r�gida y excluyente entre vida profesional y vida dom�stica. Una divisi�n a la que, con buen sentido, muchas mujeres no siempre est�n dispuestas a someterse. La escasa presencia de mujeres en las c�pulas de las Organizaciones de dichos �mbitos es una p�rdida, en una sociedad que necesita contar con la visi�n, la experiencia y el conocimiento de las mujeres sobre las distintas cuestiones a resolver en cada campo. Los datos estad�sticos evidencian que este es un problema de organizaci�n social y concretamente de construcci�n social de lo femenino y lo masculino y de relaciones sociales entre los sexos, que es preciso abordar.

Las mujeres representan un 35% de la poblaci�n que cuenta con empleo remunerado. No obstante tan s�lo un 17,83% son empleadoras de otras personas, y un 29,74% son empresarias que trabajan de forma independiente sin personas asalariadas a su cargo.

Por otra parte, las mujeres ocupan un 22% de los esca�os correspondientes al Congreso, un 14% del Senado, un 19,5% en los Parlamentos Auton�micos y un 32,8% de la representaci�n espa�ola en el Parlamento Europeo.

En cuanto a la Administraci�n P�blica, excluyendo la docencia, las mujeres representan el 44,45% del funcionariado. Sin embargo, s�lo constituyen el 29,48% del grupo de mayor nivel. Asimismo representan el 10,57% de los altos cargos de la Administraci�n, el 11,41% en las Consejer�as de los Gobiernos Auton�micos y el 6,13% en las Alcald�as.

Por todo ello, las actuaciones en este �rea est�n encaminadas a favorecer una participaci�n de las mujeres en todos los procesos de toma de decisiones que se corresponda con su presencia en todos los �mbitos de la vida social.

OBJETIVO 4.1.- FAVORECER UNA PARTICIPACI�N EQUILIBRADA DE LAS MUJERES Y LOS HOMBRES EN LA TOMA DE DECISIONES

Actuaci�n 4.1.1.- Analizar y difundir las barreras que obstaculizan la participaci�n de las mujeres en la toma de decisiones para establecer estrategias que permitan superar dichas barreras.

Actuaci�n 4.1.2.- Apoyar programas dirigidos a que las mujeres adquieran formaci�n y habilidades para acceder a los puestos de decisi�n.

Actuaci�n 4.1.3.- Apoyar y suscitar iniciativas que den ejemplos de buenas pr�cticas en los diferentes sectores en los procesos de toma de decisiones y realizar programas de intercambio de experiencias con el fin de generalizar estas acciones.

Actuaci�n 4.1.4.- Apoyar los esfuerzos de las Asociaciones y Organizaciones de todos los sectores de la sociedad encaminados a fomentar el acceso de las mujeres a los procesos de toma de decisiones, as� como una participaci�n equilibrada de las mujeres y de los hombres en los �rganos decisorios.

Actuaci�n 4.1.5.- Mejorar la recogida de datos estad�sticos para determinar los progresos de las mujeres en la toma de decisiones en el sector p�blico y privado.

5.- �REA DE IMAGEN Y MEDIOS DE COMUNICACI�N

Los medios de comunicaci�n, y los sistemas multimedias constituyen, en la sociedad contempor�nea, uno de los agentes fundamentales de socializaci�n, junto con la familia y las instituciones acad�micas. Los avances en la tecnolog�a de la informaci�n han facilitado durante la �ltima d�cada el desarrollo de una red mundial de comunicaciones que tiene una fuerte influencia en las pol�ticas estatales, las actitudes personales y el comportamiento de ni�as y ni�os y especialmente de los j�venes. A trav�s de estos medios se pueden transmitir estereotipos sexuales, anclados en el pasado, o im�genes que respondan a los tiempos actuales y futuros, en los que mujeres y hombres han de participar plenamente en la vida p�blica y privada, sin que ninguna de estas esferas quede reservada de manera prioritaria a uno de los dos g�neros.

Aunque ha aumentado el n�mero de mujeres profesionales en el sector de las comunicaciones son pocas las que ocupan puestos directivos que puedan influir en la pol�tica de la informaci�n.

La persistencia de estereotipos sexistas se debe, en gran parte, a la proyecci�n, a trav�s de los medios de comunicaci�n, de im�genes negativas y degradantes de la figura de las mujeres, en las que se aprecia una clara separaci�n entre los papeles de hombres y mujeres como trabajadores, o cuidadoras, activos o a cargo, productivos o no productivas, que dificulta la participaci�n paritaria de mujeres y hombres en la vida familiar y social.

Es muy significativo analizar c�mo se transmite la imagen de las mujeres a trav�s de los medios de comunicaci�n, para lo cual es preciso hacer estas tres distinciones:

Publicidad, frente a programaci�n normal. Las mujeres portadoras de noticias, frente a mujeres objeto de las noticias. Presencia de las mujeres, frente a imagen transmitida de las mujeres.

Publicidad, frente a programaci�n normal: En la publicidad, su rol y frecuencia de aparici�n est�n fuertemente condicionados al objeto que se vende. Las caracter�sticas de los cuerpos femeninos son utilizadas y comentadas con mayor frecuencia que las de los masculinos.

En el Observatorio de Publicidad del Instituto de la Mujer, se siguen recibiendo un gran n�mero de llamadas denunciando campa�as y anuncios publicitarios, en los que se transmiten im�genes denigrantes de las mujeres. Desde principios de 1.994 hasta finales de 1.996, se han recibido 1.293 llamadas denunciando casos de publicidad sexista; en el �ltimo mes registrado, diciembre de 1.996, se recibieron 75.

Las mujeres portadoras de noticias, frente a mujeres objeto de las noticias: Las mujeres aparecen como portadoras de noticias en los informativos, especialmente, en los que su presencia como presentadoras alcanza el 50% y como "voces en off" casi el 60%, y en los concursos, en los que hay un predominio de mujeres. En cambio, en los programas cuyos contenidos son tem�ticos a excepci�n de los informativos, como los debates, la presencia femenina es muy escasa.

S�lo excepcionalmente, las mujeres son protagonistas de las noticias; en especial, si hacen referencia a temas de pol�tica exterior, econom�a, finanzas, deporte y cultura.

Presencia de las mujeres, frente a imagen transmitida de las mujeres Las mujeres est�n presentes en los medios de comunicaci�n en gran medida; en muchos casos, al mismo nivel que los hombres. Sin embargo, su presencia es selectiva y pone de manifiesto cierta discriminaci�n sexual. Las mujeres tienen una presencia mayor en las teleseries y en los concursos, adem�s de la publicidad. En cambio, los hombres, en los deportes y en la informaci�n.

En suma, como se ha puesto de manifiesto en alguno de los estudios llevados a cabo en el Instituto sobre la imagen de las mujeres en los medios de comunicaci�n social, las mujeres son presentadas como especialistas en la adaptaci�n a la realidad y los hombres como especialistas en organizar la realidad.

Las actuaciones propuestas dentro de esta �rea tienen como fin �ltimo cambiar esta imagen por una m�s acorde con los tiempos actuales, en los que las mujeres deben ser activas coprotagonistas, en condiciones de igualdad, del proceso de desarrollo de nuestra sociedad. Para ello, es evidente que los medios de comunicaci�n pueden contribuir de manera m�s decidida al avance de las mujeres, apoyando el cambio estructural que requiere la sociedad actual para que sea posible la elecci�n en condiciones de igualdad, diversidad, y cohesi�n social.

OBJETIVO 5.1.- FOMENTAR UNA IMAGEN EQUILIBRADA Y NO ESTEREOTIPADA DE LAS MUJERES EN LOS MEDIOS DE COMUNICACI�N

Actuaci�n 5.1.1.- Sensibilizar y colaborar con los medios de comunicaci�n para que presenten a las mujeres como personas que contribuyen activamente en el proceso de desarrollo de la sociedad.

Actuaci�n 5.1.2.- Potenciar el Observatorio de la Publicidad y el Consejo Asesor de Imagen.

Actuaci�n 5.1.3.- Elaborar y difundir un informe anual de los resultados obtenidos del Observatorio de la Publicidad en el desarrollo de sus funciones.

Actuaci�n 5.1.4.- Garantizar que la publicidad en la que la Administraci�n Central del Estado intervenga no incluya im�genes discriminatorias.

Actuaci�n 5.1.5.- Apoyar las acciones audiovisuales y las publicaciones que promuevan una imagen positiva del papel de las mujeres en la sociedad.

Actuaci�n 5.1.6.- Incluir la perspectiva de g�nero en los estudios y en la formaci�n de los/as profesionales de medios de comunicaci�n.

Actuaci�n 5.1.7.- Colaborar con los/las profesionales de la comunicaci�n en la elaboraci�n de c�digos deontol�gicos que establezcan mecanismos de autocontrol sobre la transmisi�n de im�genes discriminatorias de las mujeres.

Actuaci�n 5.1.8.- Mantener y ampliar la base de datos "curr�cula de mujeres" y facilitar a los medios de comunicaci�n listados de mujeres especialistas en los diferentes campos.

6.- �REA DE MEDIO AMBIENTE

Las personas son el elemento central del desarrollo sostenible. Tienen el derecho de llevar una vida saludable y productiva en armon�a con la Naturaleza.

En la �ltima d�cada ha aumentado considerablemente el agotamiento de los recursos, la degradaci�n de los sistemas naturales y los peligros de las sustancias contaminantes. La causa principal de esta degradaci�n medioambiental se debe al sistemas actual de consumo y producci�n, esto repercute negativamente en la salud, el bienestar y la calidad de la vida de la poblaci�n en general.

Ante esta situaci�n, se debe conceder un reconocimiento particular al papel fundamental que desempe�an las mujeres en la promoci�n del desarrollo sostenible en calidad de consumidoras y productoras, de responsables y educadoras de las nuevas generaciones. Sin embargo, el colectivo femenino sigue ausente, en gran medida, en todos los niveles de decisi�n y formulaci�n de pol�ticas sobre los recursos naturales y en la gesti�n, conservaci�n, protecci�n y rehabilitaci�n del medio ambiente; su experiencia y capacidades para la defensa y el desarrollo apropiado de las t�cnicas de utilizaci�n de los recursos se margina. De hecho, las pocas mujeres que llegan a ser reconocidas como expertas en la gesti�n de recursos naturales con capacidad de decisi�n expertas en planificaci�n de la gesti�n territorial, ingenieras agr�nomas, abogadas medioambientales est�n infrarrepresentadas en las instituciones oficiales con capacidad normativa a nivel nacional, regional e internacional.

Las mujeres han tomado la iniciativa en la promoci�n de una �tica medioambiental que disminuya el uso abusivo de los recursos y los recicle, y pueden contribuir a una positiva gesti�n del medio ambiente a trav�s de campa�as de sensibilizaci�n.

Junto a estas campa�as de informaci�n, es preciso llevar a cabo cursos de formaci�n que ayuden a las mujeres a familiarizarse con la aplicaci�n adecuada de tecnolog�as poco contaminadoras. La asistencia t�cnica, en este sentido, a las mujeres que quieran convertirse en empresarias parece de suma importancia, puesto que las empresas son estructuras con responsabilidades ecol�gicas muy evidentes y deben adecuarse a las exigencias del desarrollo sostenible, con una econom�a en la que se empleen tecnolog�as y m�todos de producci�n respetuosos con el medio ambiente.

Por ello, las actuaciones comprendidas en este �rea van dirigidas a ayudar a las mujeres a tomar la iniciativa en la promoci�n de una �tica medioambiental que promueva el uso racional de los recursos y el consumo y que utilice tecnolog�as y m�todos de producci�n respetuosos con la Naturaleza.

OBJETIVO 6.1.- FOMENTAR LA PARTICIPACI�N ACTIVA DE LAS MUJERES EN LOS PROGRAMAS DE MEDIO AMBIENTE

Actuaci�n 6.1.1.- Realizar campa�as de difusi�n para que las mujeres como consumidoras, tomen conciencia del impacto de los productos, tecnolog�as e industrias, en la salud y en el medio ambiente.

Actuaci�n 6.1.2.- Promover la participaci�n de las mujeres en la recuperaci�n del entorno medioambiental, urbano y rural, impulsando el ejercicio de buenas pr�cticas.

Actuaci�n 6.1.3.- Fomentar la realizaci�n de cursos de formaci�n sobre nuevas tecnolog�as relacionadas con el medio ambiente.

Actuaci�n 6.1.4.- Ofrecer asistencia t�cnica a las iniciativas empresariales de las mujeres a fin de fomentar la utilizaci�n de tecnolog�as y m�todos de producci�n respetuosos con el medio ambiente.

Actuaci�n 6.1.5.- Sensibilizar a las mujeres en el principio de conciliaci�n del medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Actuaci�n 6.1.6.- Fomentar la participaci�n de las mujeres en actividades relacionadas con el turismo ecol�gico, a trav�s de autoempleo, cooperativas o la creaci�n de empresas familiares.

7.- �REA DE VIOLENCIA

En la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres celebrada en Beijing, se reconoce que la violencia contra las mujeres es un obst�culo para la igualdad, el desarrollo y la paz de los pueblos, impidiendo que las mujeres disfruten de sus derechos humanos y libertades fundamentales.

Las mujeres se ven sometidas, de manera creciente, a malos tratos f�sicos, psicol�gicos y sexuales. Estos malos tratos se concretan de manera variada, incluyendo violaciones, abusos, acoso e intimidaci�n sexual, tr�fico de mujeres y prostituci�n forzada. Por lo general, todos estos actos contribuyen a mantener a las mujeres en una situaci�n de inhibici�n que la impide gozar de derechos y libertades en pie de igualdad con los hombres.

Se observa que, con el paso de los a�os, va teniendo lugar un aumento considerable de las denuncias por delitos contra la libertad sexual, aunque ello puede denotar no s�lo que, efectivamente, existen m�s delitos, sino tambi�n que las mujeres tienen una conciencia mayor de que es necesario denunciarlos para poder avanzar en la soluci�n a una situaci�n que puede afectar, en un momento dado, a cualquier mujer.

En 1.993, hubo 130 denuncias de violaciones por mes, como media, y 209 de agresiones; en 1.995, la media mensual de denuncias de violaciones ascendi� a 144 y la de agresiones a 255; es decir, en el caso de las violaciones, el crecimiento fue de un 11% y, en el de las agresiones, de un 22%.

Otro dato que pone de manifiesto que se cometen una gran cantidad de delitos contra la libertad sexual de las mujeres es el siguiente: A finales de julio de 1.996 hab�a en prisi�n 39.354 hombres, de los que 1.905, casi el 5%, hab�an sido condenados por delitos contra la libertad sexual.

Dentro del �mbito familiar, tambi�n se manifiesta, de manera peculiar, la agresi�n de los hombres hacia las mujeres. En muchas ocasiones, esta virulencia familiar no es denunciada, debido principalmente a la falta de independencia econ�mica del sexo femenino en el marco del hogar, por lo que puede afirmarse que la situaci�n es todav�a m�s grave de lo que indican las cifras.

En 1.996, se formularon 16.378 denuncias por malos tratos de los maridos a sus esposas, lo que supuso un aumento del 3%, aproximadamente, desde 1.993. De todas las denuncias formuladas, en 1.996, por malos tratos de los maridos, 6.785 (41,43%) conllevaban malos tratos ps�quicos y f�sicos, 5.105 (31,17%) fueron por malos tratos ps�quicos, �nicamente, y 4.488 (27,40%) por malos tratos f�sicos.

Otro �mbito en el que tiene lugar una agresi�n especial contra las mujeres es el laboral. En la actualidad existe un amplio reconocimiento de que la intimidaci�n y el acoso sexual generan un entorno laboral hostil y humillante que pone en entredicho el principio de igualdad en el empleo y condiciona la libertad de las mujeres.

Resulta dif�cil encontrar datos fiables sobre acoso sexual, puesto que para ello habr�a que empezar por definir, categorizar y tipificar las posibles faltas o delitos que puedan cometerse, relacionadas con el acoso sexual. Sobre la base de una definici�n restringida (cuando el acoso sexual tiene implicaciones laborales) las cifras indican que el 10% de las mujeres sufren este tipo de vejaci�n en su lugar de trabajo. En todo caso, el problema es tan grave, cuantitativa y cualitativamente, como para merecer una especial atenci�n en este Plan de Igualdad.

Los problemas del tr�fico de mujeres y el de la explotaci�n de la prostituci�n, que en muchos casos van unidos, tambi�n merecen, por su gravedad, que la sociedad les preste una atenci�n especial; entre otras razones, porque las mujeres que los sufren se encuentran en una situaci�n de privaci�n absoluta de libertad y, por ende, de debilidad extrema y ello hace que corran un mayor riesgo de ser v�ctimas de violencias f�sicas.

Dado que la erradicaci�n total de la agresividad de cualquier tipo es un problema educativo, adem�s de legal y jur�dico, algunas de las medidas incluidas en esta �rea tienen un car�cter preventivo, como la realizaci�n de campa�as de informaci�n a la sociedad y a las propias mujeres que son v�ctimas de cualquier tipo de violencia.

Otras actuaciones complementarias ser�n impulsar la modificaci�n de la legislaci�n penal con el fin de garantizar que los abusos sexuales contra menores sean penalizados con prisi�n y endurecer las penas y sanciones para quienes se reiteren en acciones de acoso sexual a mujeres en los centros de trabajo.

Aunque desde la Conferencia de Nairobi hasta la Declaraci�n de Beijing se ha hecho un enorme esfuerzo por conocer las causas, las consecuencias y el alcance de la violencia contra las mujeres, as� como por establecer actuaciones para ponerle fin, a�n sigue siendo necesario adoptar actuaciones p�blicas eficaces, como las que se contemplan en este Plan, para hacer frente tanto a las causas como a las consecuencias de la violencia, ya que a�n sigue siendo frecuente que en muchas ocasiones no se proteja a las v�ctimas de manera adecuada ni se castigue a los agresores.

OBJETIVO 7.1.- PROMOVER MEDIDAS INTEGRADAS PARA PREVENIR Y ELIMINAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Actuaci�n 7.1.1.- Realizar campa�as de informaci�n a fin de sensibilizar a la sociedad contra la violencia que sufren las mujeres y ni�as y concienciar a �stas de la gravedad de las conductas de que son v�ctimas.

Actuaci�n 7.1.2.- Potenciar la creaci�n de servicios dirigidos a mujeres v�ctimas de violencia.

Actuaci�n 7.1.3.- Introducir en los procesos de formaci�n del personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado m�dulos espec�ficos para una mejor atenci�n y asistencia a mujeres v�ctimas de la violencia.

Actuaci�n 7.1.4.- Impulsar que en las Comisar�as y Servicios de la Guardia Civil existan unidades espec�ficas de atenci�n a mujeres v�ctimas de agresiones sexuales o malos tratos integrados principalmente por mujeres.

Actuaci�n 7.1.5.- Facilitar a las mujeres v�ctimas de abusos y agresiones sexuales una gu�a de recursos disponibles en la Administraci�n para estas mujeres.

Actuaci�n 7.1.6.- Impulsar el desarrollo de programas de asesoramiento, rehabilitaci�n y apoyo para mujeres, ni�as y adolescentes que hayan sido objeto de abusos y agresi�n sexual.

Actuaci�n 7.1.7.- Impulsar la modificaci�n de la legislaci�n penal, con el fin de garantizar, que en los procesos de abusos y agresiones sexuales cometidos contra menores, no sea v�lido el consentimiento prestado por estos, as� como que sean penalizados con prisi�n los abusos sexuales.

Actuaci�n 7.1.8.- Estudiar la aplicaci�n de la legislaci�n sobre agresiones sexuales y malos tratos con el fin de impulsar las modificaciones normativas que procedan.

Actuaci�n 7.1.9.- Introducir en los procesos de formaci�n de la judicatura m�dulos espec�ficos sobre la violencia contra las mujeres.

Actuaci�n 7.1.10.- Promover investigaciones sobre las causas que dan lugar a ejercer la violencia contra las mujeres.

Actuaci�n 7.1.11.- Perfeccionar las estad�sticas utilizadas actualmente a partir de las denuncias de violencia en los distintos �mbitos, de manera que se pueda tener conocimientos m�s precisos de la situaci�n real.

OBJETIVO 7.2.- ERRADICAR EL ACOSO SEXUAL EN LOS CENTROS DE TRABAJO

Actuaci�n 7.2.1.- Investigar la incidencia y frecuencia del acoso sexual, las formas que adopta y las consecuencias para la v�ctima.

Actuaci�n 7.2.2.- Impulsar que nuestra legislaci�n laboral recoja expresamente el acoso sexual ambiental y fomentar y difundir la aplicaci�n del C�digo de Conducta adoptado por la Comisi�n Europea, con el fin de combatir el acoso sexual.

Actuaci�n 7.2.3.- Instar a los agentes sociales para que en los Convenios Colectivos se incluya una cl�usula tipo que contenga una definici�n amplia del acoso sexual, su tipificaci�n como falta muy grave, las sanciones correspondientes y la regulaci�n de un procedimiento de resoluci�n.

Actuaci�n 7.2.4.- Apoyar a los Organismos de Igualdad para que hagan un seguimiento de las denuncias de acoso sexual, y de los procesos judiciales que se instruyan.

Actuaci�n 7.2.5.- Proponer el endurecimiento de las penas y sanciones para quienes se reiteren en acciones de acoso sexual a mujeres en los centros de trabajo.

OBJETIVO 7.3.- PROMOVER MEDIDAS TENDENTES A ELIMINAR EL TR�FICO DE MUJERES Y NI�AS Y LA EXPLOTACI�N DE LA PROSTITUCI�N

Actuaci�n 7.3.1.- Impulsar la creaci�n de una Comisi�n Interministerial en la que se estudie de forma integrada el tr�fico de seres humanos y la explotaci�n de la prostituci�n, con el fin de adoptar medidas de soluci�n coordinadas.

Actuaci�n 7.3.2.- Estudiar la viabilidad de establecer un permiso de residencia temporal a las v�ctimas de tr�fico y de explotaci�n de la prostituci�n que hayan manifestado su disposici�n a testificar en procesos judiciales.

Actuaci�n 7.3.3.- Proveer, a las v�ctimas de tr�fico de personas y de la explotaci�n de la prostituci�n, asistencia jur�dica gratuita en caso de ser necesaria en los procedimientos judiciales.

Actuaci�n .7.3.4.- Proporcionar, a las v�ctimas de tr�fico de personas y explotaci�n de la prostituci�n, asistencia m�dica, social y policial.

Actuaci�n 7.3.5.- Fomentar y apoyar la colaboraci�n de las ONG espa�olas con las ONG de los pa�ses de origen de las v�ctimas de tr�fico de personas y de explotaci�n de la prostituci�n, para la realizaci�n de programas de asistencia y rehabilitaci�n.

8.- �REA DE LAS MUJERES EN SITUACI�N DE EXCLUSI�N SOCIAL.

Es evidente que existe una tendencia a la feminizaci�n de la pobreza . Ahora bien, dentro del colectivo femenino existen grupos que est�n claramente desfavorecidos, a los que la pobreza afecta con mayor intensidad. Estos grupos est�n constituidos por miles de mujeres en situaci�n de exclusi�n social, que adem�s de la discriminaci�n que ya sufren por ser mujeres, tienen unas circunstancias personales, sociales y culturales que determinan una situaci�n de especial marginaci�n.

La inmigraci�n de mujeres, la pertenencia al pueblo gitano, el ejercicio de la prostituci�n, a veces unido al consumo de drogas y la infecci�n del SIDA, el internamiento en centros penitenciarios y las familias monoparentales suponen distintos grados y formas de exclusi�n social.

Dada la diversidad y complejidad de estos colectivos de mujeres, dise�ar actuaciones para todos ellos supone serias dificultades, aunque estos grupos tienen en com�n varios aspectos: est�n segregados de la sociedad, en situaci�n econ�mica precaria y carecen de participaci�n plena en la vida social.

A t�tulo indicativo, se exponen datos cuantitativos de algunos de estos colectivos:

En 1995, se concedieron 29.559 permisos de trabajo a mujeres extranjeras en Espa�a, lo que supone el 29,56% del total de permisos concedidos. M�s de la mitad de estos permisos fueron para mujeres de Am�rica Latina (50,77%); 28,02%, para mujeres procedentes de �frica; 12,39% para mujeres de Asia; 6,96% para mujeres de Europa, mayoritariamente de la Europa del Este; 1,74% para mujeres de Am�rica del Norte y o,12% para mujeres de Ocean�a.

Las mujeres afectadas por el SIDA en 1987 eran 118, siendo en 1995, 1.179 y con una tendencia al incremento especialmente en transmisiones heterosexuales.

Las actuaciones previstas en este �rea, van encaminadas a ayudar a estos grupos de mujeres que est�n en una situaci�n de pobreza econ�mica especial y a sensibilizar a la sociedad para que favorezca su proceso de integraci�n.

Junto al desarrollo de programas espec�ficos para apoyar a estos colectivos, desde el punto de vista laboral, y otras medidas fiscales y econ�micas, se propone la creaci�n de alojamientos alternativos, medida imprescindible, puesto que, actualmente, en 1.997, existen solamente 129 Casas de Acogida en todo el territorio espa�ol, en cuyo concepto se incluyen pisos tutelados, pisos de emergencia y centros de d�a de acogida a estas mujeres.

Todos estos grupos forman parte, mayoritariamente, de las capas sociales m�s desfavorecidas, por lo que las pol�ticas de igualdad deben ir dirigidas de manera muy concreta hacia ellas.

OBJETIVO 8.1. COMBATIR LA FEMINIZACI�N DE LA POBREZA.

Actuaci�n 8.1.1.- Promover la creaci�n un Fondo de Garant�a de Pensiones que asegure la percepci�n de una renta en los casos de impago de las pensiones decretadas por resoluci�n judicial.

Actuaci�n 8.1.2.- Promover programas de inserci�n socio-laboral, dirigidos a mujeres en situaci�n de exclusi�n social.

Actuaci�n 8.1.3.- Apoyar programas espec�ficos dirigidos a mujeres inmigrantes, gitanas, que partiendo de sus peculiaridades culturales faciliten su integraci�n social y laboral.

Actuaci�n 8.1.4.- Apoyar y en su caso ampliar los alojamientos alternativos de las mujeres en situaci�n de dificultad social.

Actuaci�n 8.1.5.- Impulsar la formaci�n y sensibilizaci�n de los/las profesionales que trabajan en el campo de la intervenci�n social.

Actuaci�n 8.1.6.- Impulsar medidas fiscales que permitan a las familias monoparentales mayor desgravaci�n por hijo/a o persona mayor y/o incapacitada a cargo, en la declaraci�n de la Renta de las Personas F�sicas, as� como promover que en los baremos para la concesi�n de viviendas sociales se priorice la adjudicaci�n a estas familias.

Actuaci�n 8.1.7.- Impulsar el reconocimiento de las familias monoparentales con dos hijos como familia numerosa.

Actuaci�n 8.1.8.- Incrementar gradualmente las pensiones de viudedad de las personas menores de 60 a�os, hasta equipar su cuant�a con la de las pensiones de las mayores de esta edad, as� como ampliar de forma gradual el l�mite de edad para la percepci�n de las pensiones de orfandad.

Actuaci�n 8.1.9.- Realizar un estudio dirigido a conocer las causas y la situaci�n real de las mujeres que sufren procesos de marginaci�n.

9.- �REA DE MUJERES RURALES

La situaci�n de las mujeres del medio rural ha cambiado considerablemente en los �ltimos a�os. Por una parte, se ha producido un gran avance en su nivel cultural, y por otra, las mujeres m�s j�venes buscan su actividad profesional en otros sectores que los de la agricultura y ganader�a.

Sin embargo, en nuestra sociedad contin�an reflej�ndose discriminaciones que condicionan la situaci�n de las mujeres rurales puesto que, como se puede constatar, est�n pr�cticamente ausentes de los �rganos de toma de decisi�n y adem�s no se tiene en cuenta su contribuci�n econ�mica y social.

Esta situaci�n se recogi� en la "Carta para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres en el �mbito rural" elaborada por el Instituto de la Mujer, con la participaci�n de las organizaciones de mujeres, secretar�as de la mujer de las organizaciones sindicales, Comunidades Aut�nomas, Corporaciones Locales y las propias mujeres.

Con el fin de dar respuesta a las necesidades de las mujeres en el �mbito rural, se ha considerado conveniente dedicarles un �rea de este Plan, incluyendo una serie de actuaciones tendentes a conseguir que, tanto las profesionales de la agricultura como de otros sectores de la econom�a adquieran mayor relevancia en la configuraci�n del nuevo modelo de la futura sociedad rural del pa�s.

La modernizaci�n de los espacios rurales exige, sin lugar a dudas, la participaci�n activa de las mujeres en dichos procesos. Las mujeres constituyen una fuente esencial para la econom�a que hasta el momento est� infrautilizada tanto en t�rminos cualitativos como cuantitativos. Las transformaciones estructurales producidas en el medio rural y cuya principal causa se encuentra en la progresiva desagrarizaci�n de dicho medio, est�n motivando un nuevo sistema de desarrollo rural.

Las mujeres que habitan y trabajan en el medio rural se enfrentan a obst�culos espec�ficos que limitan el desarrollo de sus expectativas laborales. Esto es especialmente acusado en el caso de las j�venes que a�n teniendo una formaci�n mas avanzada que sus madres encuentran en la emigraci�n la �nica salida para satisfacer sus expectativas y aspiraciones laborales. Para ello es necesario crear programas concretos de formaci�n y capacitaci�n profesional que contribuyan a que las trabajadoras se adapten a la evoluci�n de las tecnolog�as y de los m�todos de trabajo, tanto tradicionales como innovadores.

En los �ltimos a�os ha crecido la motivaci�n entre las propias mujeres para establecer empresas propias e innovadoras que suponen un avance en la evoluci�n de las formas de producci�n, de creaci�n de nuevos empleos y, en definitiva, la modernizaci�n del medio rural. A pesar de esto, las mujeres empresarias y emprendedoras, se encuentran con dificultades objetivas, como el acceso a la financiaci�n, la falta de servicios adecuados de ayuda a la gesti�n, la carencia de una formaci�n profesional adaptada a las necesidades espec�ficas de las mujeres que quieren crear o gestionar una empresa y el escaso reconocimiento de sus aportaciones en los procesos de desarrollo rural.

A�n cuando no puede identificarse el sector primario o agr�cola con el medio rural, s� que existe una alta asociaci�n entre uno y otro, por lo que a continuaci�n se aportan algunas cifras que ponen en evidencia que la situaci�n de las mujeres en el sector agr�cola se va deteriorando desde el punto de vista laboral.

En 1990, la tasa de paro de las mujeres en el sector agr�cola alcanzaba un valor de 14,65% y, en 1996, esta tasa se ha incrementado hasta el 26,67%; significan estos datos que, desde 1990 hasta 1996, la tasa de paro femenino, en el sector agr�cola, ha crecido un 12%. Tambi�n ha crecido la tasa de paro masculina, pero s�lo en un 5,4%: ha pasado de un 24,16% a un 29,56%.

Aunque las tasas de paro de las mujeres son todav�a algo mas bajas que las de los hombres en el sector agr�cola, es necesario poner de manifiesto que, para hacerse una composici�n de lugar mas exacta de la situaci�n laboral de uno y otro g�nero, hay que analizar sus respectivas condiciones. Haciendo referencia a los trabajos familiares, por ejemplo, resulta que:

La presencia de las mujeres en negocios familiares es mayor que la de los hombres. No obstante, s�lo 29,9 mujeres por cada 100 hombres son titulares de esos negocios familiares.

Adem�s, las explotaciones familiares de las que las mujeres son titulares son las m�s peque�as en extensi�n. As�, 45,2 mujeres por cada 100 hombres son propietarias de las explotaciones agrarias con una extensi�n inferior a 1 hect�rea, s�lo 18,3 mujeres por cada 100 hombres son propietarias de las explotaciones de m�s de 100 hect�reas.

Las estrategias para la mejora de la situaci�n de las mujeres rurales, previstas en el Plan, hacen referencia no s�lo a las que se dedican a las explotaciones agrarias, sino tambi�n a aquellas que est�n dispuestas a abrir nuevas v�as de producci�n, negocios no agrarios en el espacio rural. Se parte de un enfoque globalizador, en el que se trata de aprovechar y movilizar todos los recursos productivos ya existentes, pero diversificando las actividades relacionadas con el uso no agrario del espacio rural. Algunas de las actuaciones incluidas inciden en dar a conocer la aportaci�n de las mujeres a la econom�a de las zonas rurales y en el desarrollo de un tejido asociativo que apoye su participaci�n en diferentes �mbitos. Otras actuaciones pretenden ayudar directamente al colectivo femenino en su inserci�n laboral, como asalariadas o como empresarias, mediante la formaci�n profesional y el asesoramiento o mediante ayudas econ�micas.

OBJETIVO 9.1.- PROMOVER EL DESARROLLO DE LAS MUJERES EN EL �MBITO RURAL

Actuaci�n 9.1.1.- Reflejar en las estad�sticas los trabajos que realizan las mujeres rurales y su aportaci�n a la econom�a.

Actuaci�n 9.1.2.- Realizar campa�as de sensibilizaci�n para que se reconozcan las aportaciones de las mujeres rurales en los �mbitos econ�mico y social.

Actuaci�n 9.1.3.- Favorecer el asociacionismo de mujeres en el medio rural para incrementar su participaci�n social y su acceso a puestos de decisi�n, en organizaciones de tipo econ�mico, profesional y sindical.

Actuaci�n 9.1.4.- Propiciar el fomento y creaci�n de canales y redes de informaci�n, formaci�n y empleo para las mujeres que favorezcan su participaci�n activa en el desarrollo rural.

Actuaci�n 9.1.5.- Recopilar experiencias de nuevos negocios en el �mbito rural y difundirlas con el fin de promover buenas pr�cticas.

Actuaci�n 9.1.6.- Apoyar a las mujeres rurales a trav�s de programas de formaci�n y asistencia t�cnica para facilitar su acceso al mercado laboral y su capacitaci�n en la gesti�n de empresas, m�todos de producci�n y comercializaci�n.

Actuaci�n 9.1.7.- Establecer ayudas espec�ficas para aquellas mujeres con proyectos empresariales, especialmente de recuperaci�n y reciclaje, agricultura biol�gica, productos ecol�gicos y biodiversidad.

Actuaci�n 9.1.8.- Potenciar las actuaciones tendentes a mejorar la capacitaci�n profesional relacionada con la gesti�n de las explotaciones agrarias.

Actuaci�n 9.1.9.- Fomentar los equipamientos sociales en el medio rural para facilitar el acceso de las mujeres a la formaci�n y al empleo.

10.- �REA DE COOPERACI�N

Una pol�tica de Igualdad de Oportunidades como la dise�ada en este Plan s�lo puede desarrollarse adecuadamente y producir los efectos deseados si se cuenta con la colaboraci�n de las diferentes Administraciones P�blicas y la implicaci�n de las ONG y agentes sociales que trabajan en el �mbito de las mujeres.

Asimismo, la cooperaci�n con organismos nacionales de otros pa�ses, internacionales y supranacionales para los que la igualdad de oportunidades de las mujeres constituye una preocupaci�n prioritaria, tambi�n resulta imprescindible, puesto que ello va a permitir un enriquecimiento mutuo. Por otra parte, no debe olvidarse que gran parte de las actuaciones de este �rea est�n basadas en recomendaciones o directrices emanadas de acuerdos internacionales suscritos por el Gobierno espa�ol.

El Instituto de la Mujer tiene intenci�n de cooperar estrechamente con las Instituciones, interlocutores sociales y las ONG a fin de favorecer la colaboraci�n entre las diversas partes implicadas, intercambiar sus experiencias y, en su caso, constituir estructuras duraderas de cooperaci�n. Para ello, dentro de este �rea se incluyen cuatro objetivos en los que se especifican las distintas actuaciones que habr�a que llevar a cabo para conseguir la integraci�n de una dimensi�n de la igualdad en el conjunto de las pol�ticas.

El primero de los objetivos de esta �rea hace referencia a promover la integraci�n de la dimensi�n de la igualdad de oportunidades en las pol�ticas de las Administraciones P�blicas e Instituciones. -Ministerios, Comunidades Aut�nomas y Corporaciones Locales con el fin de incluir impulsar y mantener la necesaria cooperaci�n entre todas ellas.

El fomento de la cooperaci�n con las ONG que trabajan en favor de la Igualdad de Oportunidades viene justificado por la necesidad de la participaci�n organizada de la sociedad civil, a trav�s de las instituciones que gestionan actuaciones en favor de sus derechos.

El asociacionismo de mujeres debe ser fomentado y fortalecido siguiendo las directrices recomendadas en la Plataforma de Acci�n y en la IV Conferencia Mundial de las Mujeres. Esta apuesta por la consolidaci�n de un movimiento asociativo plural, es una medida necesaria para la participaci�n del colectivo femenino en los diversos �mbitos de la vida social, pol�tica, econ�mica y cultural.

El Instituto de la Mujer como organismo dinamizador de las pol�ticas dirigidas a la promoci�n e igualdad de las mujeres, convoca anualmente un programa de ayudas y subvenciones para ONG, con el objeto de fomentar el movimiento asociativo de mujeres como instrumento de cambio de la situaci�n social de las mismas.

Las actuaciones propuestas para dar cumplimiento al tercer y cuarto objetivo del �rea van encaminadas a incrementar la participaci�n espa�ola en los organismos comunitarios e internacionales, en los que Espa�a, a trav�s del Instituto de la Mujer, viene participando muy activamente.

Asimismo se realizar� un seguimiento espec�fico del cumplimiento de los acuerdos adoptados en las IV Conferencia Mundial de Pek�n en colaboraci�n con los Organismos de igualdad de las Comunidades Aut�nomas y la Federaci�n Espa�ola de Municipios y Provincias y las ONG de mujeres.

Especial inter�s ha de tener para Espa�a la cooperaci�n en la aplicaci�n del principio de igualdad de oportunidades con pa�ses en v�as de desarrollo, dando prioridad, por los v�nculos hist�ricos que nos unen, a los pa�ses de Am�rica Latina y el Caribe y a los de la regi�n del Magreb.

Asimismo en el marco de la cooperaci�n internacional una de las actuaciones prioritarias es asegurar que en los proyectos y programas de desarrollo, se contemple la participaci�n de las mujeres y su acceso a los recursos y beneficios del desarrollo y se reconozca y valore su papel.

OBJETIVO 10.1.- PROMOVER LA INTEGRACI�N DE LA DIMENSI�N DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN LAS POL�TICAS DE LAS ADMINISTRACIONES P�BLICAS E INSTITUCIONES

Actuaci�n 10.1.1.- Suscribir convenios de colaboraci�n con los Departamentos Ministeriales para desarrollar acciones y pol�ticas encaminadas a integrar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los �mbitos.

Actuaci�n 10.1.2.- Establecer medidas de seguimiento y evaluaci�n sobre el nivel de cumplimiento en la aplicaci�n de pol�ticas de igualdad de oportunidades en los distintos departamentos.

Actuaci�n 10.1.3.- Elaborar y aprobar el Reglamento de r�gimen interior de la Conferencia Sectorial de la Mujer como �rgano impulsor de la cooperaci�n de las pol�ticas de igualdad de oportunidades en el �mbito del Estado.

Actuaci�n 10.1.4.- Suscribir convenios de colaboraci�n con los Organismos de Igualdad de las Comunidades Aut�nomas y Corporaciones Locales para desarrollar programas y ampliar servicios en favor de las mujeres.

Actuaci�n 10.1.5.- Suscribir convenios de colaboraci�n con la Federaci�n Espa�ola de Municipios y Provincias., para el desarrollo de programas a nivel local.

Actuaci�n 10.1.6.- Apoyar la puesta en marcha de Centros de Informaci�n dependientes de la Administraci�n Auton�mica y Local sobre igualdad de oportunidades y su constituci�n en red, velando para que haya una distribuci�n geogr�ficamente equilibrada entre rurales y urbanos.

Actuaci�n 10.1.7.- Potenciar la colaboraci�n con el Defensor del Pueblo para la defensa y protecci�n de los derechos de las mujeres.

OBJETIVO 10.2.- FOMENTAR LA COOPERACI�N CON LAS ONG QUE TRABAJAN EN FAVOR DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Actuaci�n 10.2.1.- Prestar apoyo t�cnico y financiero a las ONG e interlocutores sociales que trabajan en favor de las mujeres.

Actuaci�n 10.2.2.- Impulsar la participaci�n de las mujeres, en las ONG y en las actividades de voluntariado.

Actuaci�n 10.2.3.- Organizar seminarios y reuniones en favor de la igualdad de oportunidades para fomentar la cooperaci�n entre las administraciones p�blicas, los interlocutores sociales y las ONG que trabajan en favor de las mujeres.

Actuaci�n 10.2.4.- Propiciar los intercambios de informaci�n de experiencias entre ONG de mujeres, dentro del marco europeo.

Actuaci�n 10.2.5.- Difundir entre las ONG de mujeres las iniciativas comunitarias en relaci�n con los Fondos estructurales, para propiciar su participaci�n.

Actuaci�n 10.2.6.- Prestar apoyo t�cnico y financiero a las ONG e interlocutores sociales para la presentaci�n y cofinanciaci�n de proyectos en las distintas convocatorias de la Uni�n Europea.

Actuaci�n 10.2.7.- Sensibilizar a la sociedad sobre el trabajo y las aportaciones que realizan las ONG e interlocutores sociales en favor de la igualdad de oportunidades y en beneficio de la sociedad.

Actuaci�n 10.2.8.- Proporcionar formaci�n t�cnica a las ONG de mujeres, especialmente la dirigida a mejorar la gesti�n y justificaci�n de la subvenciones p�blicas.

OBJETIVO 10.3.- INCREMENTAR LA PARTICIPACI�N ESPA�OLA EN LOS ORGANISMOS COMUNITARIOS E INTERNACIONALES

Actuaci�n 10.3.1.- Potenciar la presencia y la participaci�n espa�ola en las pol�ticas, programas y proyectos de la Uni�n Europea y de los organismos del sistema de Naciones Unidas, que se realicen en favor de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Actuaci�n 10.3.2.- Apoyar el incremento de la presencia de mujeres espa�olas en los organismos comunitarios e internacionales as� como en los puestos de libre designaci�n de nuestra representaci�n en Europa y en Naciones Unidas.

Actuaci�n 10.3.3.- Realizar Seminarios y Conferencias en los que participen expertos/as internacionales para el intercambio de experiencias sobre el ejercicio de buenas pr�cticas.

Actuaci�n 10.3.4.- Garantizar que la informaci�n de la pol�tica de la Uni�n Europea en materia de igualdad sea transmitida de forma r�pida y asequible.

Actuaci�n 10.3.5.- Mejorar la pol�tica de igualdad de oportunidades, en el marco de la Conferencia Intergubernamental, modificando el Tratado de la Uni�n Europea proponiendo la inserci�n de un nuevo t�tulo "Pol�tica de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres", por un nuevo art�culo 116.a que se situar�a entre los actuales t�tulos VII y VIII y la modificaci�n del art�culo 119 (referido a la igualdad de remuneraci�n) por el texto del art�culo 6 del Protocolo Social que permite en su apartado 3 el establecimiento de medidas de acci�n positiva en el �rea laboral.

Actuaci�n 10.3.6.- Mantener la vinculaci�n espa�ola en las pol�ticas y proyectos que lleva a cabo la Divisi�n para el Adelanto de la Mujer de Naciones Unidas, as� como el seguimiento de los compromisos adquiridos en las Conferencias Mundiales sobre las mujeres.

Actuaci�n 10.3.7.- Fomentar la participaci�n en las redes europeas para el intercambio de informaci�n y de estudios sobre las condiciones sociales de las mujeres.

Actuaci�n 10.3.8.- Realizar en colaboraci�n con los Organismos de Igualdad de las Comunidades Aut�nomas, la Federaci�n Espa�ola de Municipios y Provincias y las ONGs de mujeres un seguimiento espec�fico del contenido de la Plataforma para la Acci�n de la IV Conferencia Mundial de Pek�n. Elaboraci�n de los correspondientes informes y evaluaci�n del nivel de cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Actuaci�n 10.3.9.- Fomentar el cumplimiento de la Convenci�n sobre la eliminaci�n de todas las formas de discriminaci�n contra las mujeres, potenciando la participaci�n espa�ola en los organismos competentes.

OBJETIVO 10.4.- FOMENTAR LA COOPERACI�N AL DESARROLLO, PRIORITARIAMENTE CON LOS PA�SES DE AM�RICA LATINA Y EL CARIBE Y CON OTROS PA�SES EN V�AS DE DESARROLLO, COMO LOS DE LA REGI�N DEL MAGREB

Actuaci�n 10.4.1.- Colaborar con la Agencia Espa�ola de Cooperaci�n Internacional para realizar programas y proyectos en favor de las mujeres y para la incorporaci�n de la perspectiva de g�nero en todos los programas y proyectos de cooperaci�n al desarrollo.

Actuaci�n 10.4.2.- Apoyar proyectos a ONG e Instituciones a trav�s del Programa de Cooperaci�n Internacional "Mujeres y Desarrollo".

Actuaci�n 10.4.3.- Impulsar el reconocimiento acad�mico del t�tulo del Programa de Formaci�n en Cooperaci�n Internacional "Mujeres y Desarrollo".

Actuaci�n 10.4.4.- Apoyar, mediante contribuciones anuales de car�cter voluntario, a los organismos de Naciones Unidas que dan prioridad a los proyectos de desarrollo para las mujeres en pa�ses en desarrollo (INSTRAW Y UNIFEM).

Actuaci�n 10.4.5.- Prestar apoyo t�cnico y asesoramiento a los mecanismos nacionales para la Igualdad ya existentes y fomentar la creaci�n de mecanismos en aquellos pa�ses que a�n carecen de ellos.

Actuaci�n 10.4.6.- Fomentar el intercambio con otros sistemas educativos, de salud, empleo y de protecci�n social, especialmente europeos y latinoamericanos para que se produzca una transferencia de experiencias y conocimientos.

Actuaci�n 10.4.7.- Favorecer el dialogo norte/sur y la promoci�n de los derechos de las mujeres a trav�s de la participaci�n en encuentros entre los pa�ses de la Uni�n Europea y los pa�ses �rabes del �rea mediterr�nea.

APLICACI�N, SEGUIMIENTO Y EVALUACI�N DEL III PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA HOMBRES Y MUJERES

APLICACI�N

El III Plan se aplicar� en estrecha cooperaci�n con los Ministerios competentes en relaci�n a las medidas, con las Comunidades Aut�nomas y Administraci�n Local, as� como con las Organizaciones no Gubernamentales e interlocutores sociales a trav�s de los �rganos a los efectos existentes, como son el Consejo Rector y la Conferencia Sectorial y de otros instrumentos como Convenios y Subvenciones.

Esta colaboraci�n resulta fundamental, ya que ayudar� en la aplicaci�n de todas las medidas previstas en el Plan, para garantizar la integraci�n de la dimensi�n de la igualdad de oportunidades en las correspondientes pol�ticas y actividades.

SEGUIMIENTO

A pesar del gran desarrollo de las pol�ticas de igualdad de oportunidades, los m�todos y sistemas de seguimiento han puesto de manifiesto la necesidad de perfeccionar estos m�todos. El III Plan prev� espec�ficamente la elaboraci�n de sistemas de seguimiento que permitan una revisi�n interactiva y continua de los progresos. Se est�n elaborando indicadores objetivos y subjetivos que constituyan un punto de referencia para medir el progreso, y el grado de implicaci�n de los Organismos responsables en la ejecuci�n y desarrollo de las actuaciones propuestas.

EVALUACI�N

La evaluaci�n continua es una condici�n esencial para el �xito del Plan en su conjunto.

En el primer trimestre de cada a�o se realizar� una evaluaci�n anual de las medidas ejecutadas en el a�o anterior. Ello dar� oportunidad de evaluar y, en su caso, de ajustar el Plan, sobre todo para conocer la aplicaci�n de la transversalidad del principio de igualdad de oportunidades en todas las pol�ticas.

Una vez finalizado el periodo de vigencia del Plan y antes del 31 de diciembre de 2001, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales presentar� al Consejo de Ministros un informe de evaluaci�n sobre la aplicaci�n del Plan, en el que se expondr� el grado de cumplimiento alcanzado, las actuaciones puestas en pr�ctica y las causas que hubiera motivado la no realizaci�n de algunas de las actuaciones previstas.

MINISTERIO DE TRABAJO
Y ASUNTOS SOCIALES
INSTITUTO DE LA MUJER
DIRECCION GENERAL
Almagro, 36
28010 Madrid
Tel�fono: (91) 347 78 92
Fax: (91) 347 79 95



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