Discurso de Su Excelencia Dr. Fidelino
Loy de Figueiredo,
Embajador de la República de Angola en la Conferencia
para la
Firma de la Convención de las Naciones Unidas contra
la
Corrupción
Señor Presidente
Ante todo quisiera expresar en nombre de mi delegación y en el mío
propio, nuestras felicitaciones por su elección. Estamos seguros de que con su
sabiduría y experiencia, Usted sabrá conducir los trabajos de esta magna
conferencia.
Señor Presidente
El problema de la corrupción se ha tornado hoy una cuestión muy
compleja, con la cual todas las sociedades se confrontan. Ella constituye una
amenaza directa a la estabilidad y a la seguridad de los Estados, afectando no
solo a valores democráticos y morales, como también comprometiendo el
desarrollo social, económico y político de las sociedades.
La corrupción es un flagelo que constituye igualmente una violación de
los derechos humanos, dado que ella niega a los ciudadanos sus derechos
establecidos constitucionalmente, entre otros, el derecho al desarrollo social.
Ella genera pobreza a los pueblos, resultando de ahí otras consecuencias, tal
como el surgimiento de posibles endemias como el Sida, la tuberculosis, etc.
Señor Presidente
La transferencia de fondos ilícitos, específicamente los fondos
provenientes de actos de corrupción, representa un gran obstáculo a la
implementación de planes económicos nacionales que tienen como objetivo el
desarrollo sostenible, particularmente en los países en desarrollo. Este hecho
ha preocupado cada vez mas a los Estados.
En este sentido, rendimos homenaje a los esfuerzos emprendidos por las
Naciones Unidas y por la Comunidad Internacional en la búsqueda de soluciones
para el combate de este flagelo, que culmina con la adopción por la Asamblea
General de la ONU, de la Convención Internacional contra la Corrupción. Estamos
seguros que este nuevo instrumento legal contribuirá considerablemente en el
refuerzo de la lucha mundial contra este mal.
La elaboración de este instrumento internacional constituye un paso
positivo y traduce el consenso alcanzado por los Estados en la adopción de políticas
para prevenir y combatir la corrupción.
La importancia de este instrumento legal está en el hecho de que ella
consagra disposiciones importantes sobre el combate a la corrupción, que se
refieren específicamente a la asistencia judicial mutua, al blanqueo de dinero,
a la restitución de fondos y bienes adquiridos ilícitamente para los países de
origen y a la criminalizacion de los actos de
corrupción, tanto del sector público como del privado. Resulta de ahí que la
cooperación internacional se torna en un elemento esencial para la
implementación efectiva de este instrumento.
Señor Presidente
Angola reconoce los efectos nefastos de la corrupción sobre las
economías nacionales, y esta dispuesto a combatir tal flagelo. No obstante,
Angola es un país pos-conflicto que se encuentra en una fase de reconstrucción
y de relanzamiento de su economía. Alcanzamos la paz en el año 2002 y, a las
responsabilidades prioritarias de mi Gobierno, como no
podría dejar de ser, figurase la elaboración y aplicación de políticas para
prevenir y combatir la corrupción. Prioridad esta que había sido postergada por
los 22 años de guerra que imponía al Gobierno en su momento, la resolución de
tareas urgentes que garantizaran la defensa de la soberanía.
De esta manera, Angola esta viviendo una nueva era de su historia.
Comprendemos que el desafió que se presenta a nuestra administración es
encontrar la mejor manera de garantizar una gobernación eficiente y un sistema judicial
íntegro. Mi Gobierno, conciente de la necesidad de la lucha anti-corrupción,
está a adoptar políticas que tienen como objetivo crear medidas de prevención
que inserten en el ámbito de la reforma educativa y de la legislación nacional;
previene igualmente, medidas de corrección que sancionen la corrupción activa y
pasiva a todos los niveles.
Como resultado de esta acción, mismo ya durante el conflicto armado, mi
Gobierno creó el Tribunal de Cuentas que es, no solamente un imperativo
democrático en el dominio de la gestión del dinero público, como también un
instrumento fundamental para asegurar mayor rigor y disciplina de las finanzas
públicas.
Por otro lado, la creación de la Alta Autoridad contra la corrupción,
cuya acción directa será la de combatir todos los actos de corrupción
practicados por funcionarios del sector público y por entidades privadas,
constituye igualmente, otro instrumento de salvaguardia de la gestión del bien
público. Y esto no es todo; otras medidas ya están en estado de ser aplicadas
en el ámbito de la estrategia nacional de combate a la corrupción y que
necesariamente van a involucrar el gobierno y la sociedad civil.
Esta determinación es pues, resultado del consenso alcanzado por todos
los angolanes que saben que el aumento de confianza de los ciudadanos en
relación a las instituciones públicas, así como la transparencia de las
relaciones entre el Estado y el individuo, son factores que refuerzan la
estabilidad política y la buena gobernación, que por una vez son "condito
sine que non" para un sustentado desarrollo político, económico y social
de nuestro país.
Señor Presidente
Al firmar la Convención Internacional contra la Corrupción, el Gobierno Angolino
asume en la presencia de la comunidad internacional un importante compromiso en
lo que se hace respecto al combate de este mal, tanto a nivel nacional como a
nivel internacional.
Al finalizar, Señor Presidente, quisiera que me permitiera expresar
nuestros agradecimientos y profundo reconocimiento al Gobierno y al pueblo de México,
por nos haber ofrecido este excelente acogimiento del cual disfrutamos.
Muchas gracias.