ESPAÑA
INTERVENCIÓN DE
EXCMA. SEÑORA DOÑA ANA PALACIO
MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES DE ESPAÑA
ANTE EL 57e PERÍODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL
DE LAS NACIONES UNIDAS
Nueva York, 17 de septiembre de 2002
Señor Presidente,
El mundo ha cambiado desde que esta Asamblea se reunió por última
vez. El siglo XXI empezó el 11 de septiembre del 2001 y nuestro gran
reto colectivo es la primacía del Derecho en el ámbito de las
relaciones internacionales. El foro natural de esta cultura jurídica,
de legitimidad, son las Naciones Unidas.
Y en este contexto, con esta ambición, participando de los grandes
objetivos de la paz, el imperio de la ley y el mantenimiento del orden internacional,
que recordó en esta misma sesión' el Secretario General, es
para mí un honor dirigirme a esta Asamblea General en nombre de España,
candidata, además, a un puesto de miembro no permanente del Consejo
de Seguridad. En la perspectiva de resultar elegidos, es nuestra determinación
dedicar todo el esfuerzo y los recursos que sean necesarios para cumplir con
esta gran responsabilidad.
Señor Presidente,
Hace un año el mundo entero tomó conciencia del horror del
terrorismo que nos amenaza a todos. Entonces nos preguntábamos qué
rumbo tomaría el concierto de naciones y cuál sería el
papel de Naciones Unidas en la conformación de las relaciones internacionales
en el siglo XXI.
La incertidumbre todavía persiste, pero ha quedado claro ya que la
interdependencia entre los diferentes países y regiones será
el centro de gravedad de una naciente sociedad civil internacional. Los Estados
deben coordinarse para aprovechar las oportunidades y luchar contra las amenazas,
porque ni unas ni otras tienen ya un carácter puramente local.
Es la hora del Derecho, y las Naciones Unidas, como sede de la legitimidad
político - normativa de la sociedad internacional, están llamadas
a ser el centro de gravedad de este nuevo marco. Las Naciones Unidas son el
órgano que puede y debe imponer, incluso por la fuerza cuando ello
resulte inevitable, las decisiones que tome colectivamente la comunidad de
Estados.
Las ocasiones en que las Naciones Unidas han sabido responder a las exigencias
de la sociedad internacional son también éxitos de los Estados
miembros. Del mismo modo, los casos en que las Naciones Unidas no han sido
capaces de encontrar soluciones a problemas existentes son también
nuestra responsabilidad. Las Naciones Unidas somos todos. Sus fracasos son
nuestros fracasos, igual que sus éxitos son también los nuestros.
El terrorismo es un claro ejemplo de éstos y de la necesidad de reaccionar
conjuntamente de manera firme. Cada atentado terrorista es un ataque contra
todos y todos debemos reaccionar. Los terroristas no se paran en las fronteras,
y tampoco las fronteras deben obstaculizar la lucha conjunta contra esta lacra.
¿Hay alguien que piense todavía que el problema no le afecta
ni le va a afectar?
Las Naciones Unidas han sido conscientes de la gravedad de la amenaza que
este. flagelo supone para los principios que inspiran la Carta de Naciones
Unidas y que constituyen los cimientos de nuestra civilización. La
Resolución del Consejo de Seguridad 1373 ha colocado la cooperación
internacional contra el terrorismo en un plano sustancialmente distinto, y
marca el camino de una imprescindible cooperación para que la sociedad
internacional pueda hacer frente a quienes atacan nuestros valores esenciales:
la vida, la libertad y la democracia.
La importancia creciente del Derecho Internacional incide asimismo de manera
muy directa en la intensa actividad de esta organización en pro de
los derechos humanos. Y permítanme que en este contexto denuncie una
forma tan odiosa como silenciada de ataque a los derechos humanos. Me refiero
a la violencia familiar, lacra que afecta especialmente a mujeres, niños
y mayores en todas nuestras culturas, independientemente del desarrollo o
del nivel de bienestar.
¿Cómo podemos por ejemplo explicar, pasar bochornosamente por
alto y, por lo tanto, aceptar que la violencia contra las mujeres cause aun
más muertes e incapacidades que el cáncer, los accidentes de
tráfico o incluso la guerra? ¿Es permisible el mantenimiento
de esta situación? Como mujer y como ser humano, rotundamente NO.
Señor Presidente,
En este contexto, la Corte Penal Internacional es un instrumento jurídico
esencial para evitar que los más graves comportamientos de violación
de los derechos humanos puedan quedar impunes. Desde su carácter subsidiario,
se trata del avancé más importante en la vertebración
de la comunidad internacional desde la Carta de San Francisco.
En el marco de este nuevo vigor del Derecho Internacional, esta organización
debe prestar una atención muy especial a los retos derivados de las
nuevas tecnologías, especialmente en lo que se refiere a la biotecnología.
No queremos que una ciencia sin control ni objetivos claros determine la configuración
futura de nuestras sociedades, reproduciendo en la realidad la espantosa alegoría
del Mundo Feliz de A. Huxley. España, que ha ratificado junto con otros
países de la Unión Europea el Convenio de Bioética de
Oviedo que prohibe la clonación con fines de investigación,
recuerda que la clonación con fines reproductivos está ya prohibida
en el articulo 11 de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano
y los Derechos Humanos aprobada por la UNESCO en 1997 y unánimemente
refrendada por esta Asamblea General en 1998. Por tanto, es necesario profundizar
mas allá en la nueva Convención.
Señor Presidente,
Frente a estos resultados alentadores, el subdesarrollo, la pobreza, la persistencia
de armas de destrucción masiva y las crisis regionales, en particular
la de Oriente Medio, son algunas de nuestras asignaturas pendientes. Repasémoslas,
en palabras de Pablo Neruda, no para llenamos el corazón de sal, sino
para caminar conociendo.
Así, en esta difícil tarea del desarrollo todos debemos invertir
esfuerzos y esperanzas. Me remito aquí a lo dicho ayer en cuanto a
las Cumbres de Monterrey y de Johannesburgo y a la NEPAD.
La pobreza se combate reconociendo los derechos de las personas, y sus libertades,
y promoviendo el Estado de Derecho.
Al hablar de desarrollo quiero insistir una vez más en la importancia
de la mujer en el mundo. Su atraso, su postergación expresa o tácita,
su status en definitiva son algo, a menudo, palmariamente injusto y están
en la raíz de las carencias de muchas sociedades. La dignificación
de la mujer en nuestras sociedades, recordémoslo, no es sólo
un DERECHO OBVIO. Es probablemente la ESTRATEGIA más efectiva y RENTABLE
para enfrentar la pesadilla crónica del subdesarrollo.
En todo caso, la pobreza debe ser erradicada allí donde se encuentre,
tanto en los países más pobres como en aquellos de rentas medias
que se incorporan a la economía global en procesos política
y económicamente frágiles. Estos últimos tienen grandes
bolsas de pobreza interna y son vulnerables a los bandazos de la . economía
global. Iberoamérica es un buen ejemplo de un continente que en la
última década ha realizado un importante y exitoso esfuerzo
de implantación de regímenes democráticos, crecimiento
económico y apertura a la economía mundial; es crucial que el
apoyo internacional no falte cuando este proceso se vea amenazado por dificultades
coyunturales.
El desarme es otra asignatura pendiente para todos, a pesar de los avances
logrados en terrenos como las minas antipersonal, las armas pequeñas
o las armas químicas. En este contexto, España sigue con lógica
preocupación la evolución de los acontecimientos en torno a
Irak. Tanto para la estabilidad y la seguridad internacional como para el
bienestar del pueblo iraquí, esperamos que se traduzca en hechos el
anunciado retorno inmediato y sin condiciones de los inspectores de armamento,
en cumplimiento de las Resoluciones 687 y 1284, que en estos momentos el régimen
iraquí viola de manera flagrante, y que proceda, con garantías
para la Comunidad Internacional, a destruir sus armas de destrucción
masiva. Ésta es la única vía posible para el levantamiento
de las sanciones y para la normalización de sus relaciones con la comunidad
internacional, quien de resultar necesario, debe asumir sus responsabilidades
y asegurar el cumplimiento de las Resoluciones aprobadas por el órgano
que representa la legitimidad internacional.
Señor Presidente,
Los ciudadanos de nuestros Estados, los que no están hoy aquí
con nosotros, no comprenden que algunas crisis regionales se prolonguen indefinidamente,
provocando la desesperación de los pueblos que las padecen, y generando
una sensación de injusticia que alimenta el odio y el rencor.
En la mente de todos está, sin duda, el de Oriente Medio. Las Resoluciones
242, 338 y 1397, los principios de la Conferencia de Madrid y los acuerdos
entre las partes definen con bastante precisión el contenido de la
paz entre israelíes y palestinos. ¿Cuántos muertos palestinos
e israelíes y cuántas resoluciones internacionales necesitamos
todavía para que Palestina e Israel convivan como Estados en paz y
respeto mutuo?. Es necesario culminar el proceso de paz global iniciado en
la Conferencia de Madrid, al que van dirigidos los esfuerzos negociadores
del Cuarteto, que España respalda.
Y, por fin, en este repaso de asignaturas pendientes, si hay un lugar en
el que los conflictos parecen prolongarse sin final es África. Los
gobiernos africanos han dado pasos significativos, impulsando alentadores
procesos de paz que merecen el apoyo decidido de la comunidad internacional,
como decíamos ayer.
Señor Presidente,
A estas situaciones de crisis tenemos que contraponer nuestra capacidad de
diálogo y de negociación. Esa ha sido una orientación
tradicional de la política exterior española, que ha impulsado
mecanismos de integración no sólo en el ámbito europeo,
sino también en el iberoamericano y en el mediterráneo, en este
último caso a través del proceso de Barcelona. España
siempre ha prestado una atención especial a sus contactos con los países
del Mediterráneo, y muy especialmente con el mundo árabe, con
el que mantiene unas relaciones privilegiadas.
Desde esta perspectiva quisiera referirme brevemente a nuestras relaciones
con el Magreb; España está entre los primeros socios comerciales
del Magreb como entre los principales países inversores en su territorio.
Cientos de miles de magrebíes viven en España, formando la comunidad
más importante de ciudadanos extranjeros residentes en mi país
que con su esfuerzo y su vigor contribuyen a nuestra riqueza. España,
desde hace años, coloca al Magreb como primer objetivo de su política
de cooperación internacional.
Todo ello significa que el mantenimiento de una relación intensa y
fructífera con Marruecos es un objetivo estratégico y prioritario
de la política exterior española, cuya expresión más
clara es el Tratado de Amistad, Cooperación y Buena Vecindad vigente
entre ambos países. El gobierno español desea impulsar las relaciones
en todos los ámbitos y volver a colocarlas al nivel que les corresponde,
dada la cercanía entre ambos pueblos y la importancia de los intereses
compartidos por España y Marruecos. Confío en que la próxima
visita a Madrid de mi colega marroquí constituya una ocasión
apropiada para avanzar en este camino. Con todo, desde esta Tribuna quiero
repetir sin ambages que las comunidades autónomas de Ceuta y Melilla
son parte integrante de España, en pie de igualdad con las demás
comunidades autónomas y, por ende, de la Unión Europea, y que
sus ciudadanos están representados en los Parlamentos español
y europeo con los mismos títulos y en las mismas condiciones que el
resto de nuestros compatriotas.
Señor Presidente,
Las tareas que tiene por delante la Organización exigen que sus mecanismos
funcionen adecuadamente. España espera con interés el próximo
Informe del Secretario General sobre la reforma de la Organización.
También apoya una reforma del Consejo de Seguridad que aborde los diferentes
aspectos de la cuestión, y no sólo la ampliación.
Señor Presidente,
Antes de concluir, no puedo dejar de referirme a la cuestión de Gibraltar
y a los reiterados mandatos de esta Asamblea General instando a España
y al Reino Unido a proseguir sus negociaciones bilaterales para solucionar
definitivamente el contencioso. Me complace informarles que a lo largo del
año pasado los Gobiernos de ambos países hemos desplegado un
intenso esfuerzo negociador en dicho marco con avances sustanciales hacia
una solución.
Es nuestra voluntad proseguir estas negociaciones con espíritu constructivo
para lograr cuanto antes un acuerdo global satisfactorio, que tenga en cuenta
los intereses legítimos de los residentes en la Colonia, contando una
vez más con el respaldo de la doctrina tradicional de las Naciones
Unidas respecto de Gibraltar, confirmada año tras año en las
Resoluciones de esta Asamblea y en el Comité de los 24.
A principios del siglo XXI es ya hora de solucionar este contencioso en consonancia
con las Resoluciones que han abogado por la aplicación del principio
de integridad territorial.
Por todo ello resulta condenable cualquier intento de interferir en el buen
desarrollo de esas negociaciones, intentando conculcar además la citada
doctrina.
Señor Presidente,
No quiero concluir mi intervención sin desear la bienvenida y ofrecer
la colaboración de mi país a Suiza y Timor Oriental.
Señor Presidente,
Este edificio es durante estas sesiones la sede de los proyectos, de las
ideas, en definitiva de la palabra. Pero también lo es de la acción
y la acción de las Naciones Unidas, tanto la de la organización
como la de cada uno de los Estados que la forman, no debe quedarse dentro
de estas paredes; millones de personas dependen para mejorar su calidad de
vida, o simplemente para protegerla, de nuestra capacidad de poner en práctica
cuánto aquí hemos planteado. España es plenamente consciente
de esta responsabilidad, y desde aquí se compromete a trabajar con
los otros miembros de la organización para que las palabras se transformen
en acciones y las acciones en resultados.
Muchas gracias.