Esta pintura es del Río Macho, o río fuerte, en el valle de Orosi, en Costa Rica. La región de Orosi cuenta con una comunidad bien asentada debido a su abundancia de agua y tierras fértiles para sus numerosas plantaciones de café. La región de Orosi cuenta con algunas de las vistas más ricas y agradables paisajes para contemplar debido a sus bosques tropicales naturales y volcanes cercanos. Costa Rica ha avanzado en desarrollo humano y desigualdad en comparación con países de nivel de ingresos similar, y ocupa el 12º lugar entre los países más felices según el Informe Mundial de la Felicidad. La pintura presenta un paisaje tropical y ha sido descrito como un homenaje a los compromisos ecológicos de Costa Rica.

El artista Fernando Soto Harrison era un gran conocedor de la realidad política y social del país. Participó en muchos proyectos para mejorar la ciudadanía, promovió la reforma electoral, ayudó en las relaciones comerciales tanto de Japón como de China con Costa Rica y apoyó la Declaración de los Derechos Humanos en 1948.

El Representante Permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas, Fernando Berrocal-Soto, hizo entrega de este obsequio a las Naciones Unidas y el Secretario General, Kofi Annan, lo aceptó.