El hombre de oro
En 1969, los arqueólogos descubrieron los restos de un joven de unos 16-18 años con un traje funerario decorado en oro en una antigua sepultura fechada aproximadamente en el año 1000 a. n. e. Este conjunto de armadura, sombrero y botas bordados en oro fueron recreados por científicos y replicadores profesionales junto con otros objetos preciosos hallados en el yacimiento del túmulo funerario de Issyk, en el sur de Kazajstán. Rápidamente, el disfraz recibió el nombre de El Hombre de Oro.
El traje incluye un gorro alto decorado con caballos alados, leopardos de las nieves, árboles, pájaros y carneros salvajes. Está decorada con numerosas placas de oro y joyas de oro que se fabricaban prensando o estampando los símbolos en bajorrelieve. Todas las piezas de oro fueron cosidas sobre el cuero áspero y como el original estaba en tan buen estado de conservación, el equipo de replicadores pudo reconstruir este atuendo que se considera el de una persona joven, posiblemente un príncipe o un sacerdote. Este hallazgo arqueológico del Hombre de Oro del primer milenio a. n. e. muestra la desarrollada cultura del pueblo kazajo y es un símbolo del patrimonio nacional de Kazajstán. Otra réplica también está expuesta en el Museo Estatal de Oro y Metales Preciosos de la República de Kazajstán, en Astana.
El obsequio fue entregado a las Naciones Unidas por el Presidente de la República de Kazajstán, Nursultan A. Nazarbaev, y fue aceptado por el Secretario General, Kofi Annan. Ha viajado internacionalmente a exposiciones en Europa, Medio Oriente y Asia.