Madre e hijo es una escultura que se encuentra en el extremo norte del jardín norte, obsequiada a la ONU por el gobierno italiano en 1989. El artista, Giacomo Manzù (1908 - 1991), fue uno de los escultores italianos más conocidos del siglo XX.

La planificación y el diseño de la escultura se calcularon hasta el más mínimo detalle, incluida la elección de madera de roble para la estructura, a fin de garantizar una mejor fusión entre los componentes. El artista fundió esta escultura en bronce y la colocó sobre una base de granito de 6"". Se puede ver una figura más alta, la madre, que sostiene a otra más pequeña, el niño. Ambos levantan los brazos, mientras el niño descansa sobre el pecho de la madre. Manzù ya había explorado este tema en numerosas ocasiones, sin embargo, en este caso, el movimiento de la madre imita el de levantar a su hijo, simbolizando la vida, la esperanza y el futuro.

La estatua fue donada por el gobierno italiano a las Naciones Unidas como tributo de paz.  En la conmemoración de la escultura, el Presidente de Italia, Francesco Cossiga (1928 - 2010), dijo que la estatua ""significaba una glorificación de la vida y, en consecuencia, de la paz"". Su presentación ante las Naciones Unidas expresaba los sentimientos de amistad y afecto con que Italia consideraba al organismo mundial y su apoyo a la inestimable labor realizada por la Organización en el ámbito de la paz y la seguridad internacional.  El Secretario General, Javier Pérez de Cuéllar (1920 - 2020), al aceptar el obsequio declaró: ""Representa el amor, la belleza y la esperanza para las generaciones futuras"".