Esta escultura nos muestra un barco con muchas personas que bajan por los tablones hacia un mundo nuevo. Irlanda ha sido testigo de cómo una gran parte de su población se ha trasladado a otras tierras desde la Edad Media. Alrededor de 1700 se inició el registro formal de la cantidad de irlandeses que emigraban de su país. De 1841 a 1851, la población de Irlanda descendió casi un 25% (más de 2 millones de personas) debido a las malas perspectivas de empleo y a la Gran Hambruna. En 1890, cerca del 40% de los ciudadanos nacidos en Irlanda vivían en el extranjero. En la actualidad, la población de Irlanda, de 6.9 millones de habitantes, es superada en número por sus ciudadanos dispersados y descendientes afines de 50 y 80 millones de personas. 

Esta diáspora irlandesa ha repercutido en muchos países anglófonos, como Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Australia y, posteriormente, Argentina, Chile, México, Nueva Zelanda y Brasil. Los emigrantes han logrado influir en sus nuevas sociedades en los campos de educación, religión y labor misionera, ciencia, literatura, exploración y liderazgo militar y político, contribuyendo así de forma significativa a sus países de adopción. Aunque han emigrado físicamente, sus costumbres musicales, artísticas y mitológicas los siguen uniendo a Irlanda

El artista, John Behan, es irlandés y estudió en Irlanda y Gran Bretaña. Ha colaborado en la creación de varios locales de arte en Dublín y ha realizado obras en Irlanda y China, las cuales se exponen en el extranjero.  

El Taoiseach (Primer Ministro) de Irlanda, Bertie Ahern, entregó este obsequio a las Naciones Unidas, el cual fue aceptado por la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Louise Frechette, en nombre de la organización. 

Bertie Ahern declaró: ""Esta escultura rinde homenaje a los irlandeses que viajaron por el mundo en busca de una nueva vida y a todas las naciones y países que les acogieron y les ofrecieron esa oportunidad"".

La señora Frechette declaró durante la presentación: ""Hoy en día, ustedes son una de las economías de más rápido crecimiento del mundo. La generosidad de su país es reconocida por muchos. Nadie lo sabe mejor que las Naciones Unidas"".