A medida que se aproxima la temporada de lluvias, la ventana para un compromiso en torno al acuerdo de paz de 2015 entre las partes enfrentadas en Sudán del Sur se está estrechando, advirtió hoy David Shearer, representante especial del Secretario General en Sudán del Sur.

Si bien el gobierno parece haber ganado confianza gracias a algunos recientes logros militares, Shearer describió una oposición profundamente dividida.

“En todo el país, la oposición sigue muy fracturada y ha sufrido significativos reveses militares en los últimos meses. Al mismo tiempo, la crisis económica está agravando la frustración pública y socavando la capacidad del gobierno de gobernar y servir a su pueblo”, dijo el representante especial.

Shearer aseguró que muchos funcionarios públicos y fuerzas de seguridad llevan meses sin cobrar y que la desconfianza en las fuerzas militares, “exacerbada por abusos de derechos humanos”, está alimentando la huida de muchas personas a países vecinos. El número de desplazados en Sudán del Sur ascendió a casi cuatro millones en la primera mitad de este año. Casi dos millones han huido a países vecinos como Uganda, Sudán o Etiopía.

El representante especial destacó su preocupación por la situación humanitaria en Sudán del Sur, donde la ONU estima que 7,6 millones de personas necesitan ayuda con urgencia. El plan de respuesta a la crisis de 1.640 millones de dólares sólo ha sido financiado en un 66 por ciento, señaló.

Además, advirtió que la fragmentación de la oposición está teniendo un impacto negativo sobre todo para la distribución de ayuda humanitaria. Como ejemplo mencionó que los convoyes del Programa Mundial de Alimentos necesitan ahora 13 permisos separados de los grupos armados en una ruta de dos días desde la capital Juba hasta Yambio.

Cuando sólo quedan unos meses en el periodo de transición estipulado en el acuerdo de paz, Shearer subrayó que el proceso de paz necesita un “impulso extremo”.

“Es fundamental que la comunidad internacional demuestre un frente unido para apoyar un proceso de paz que allane el camino a la celebración de elecciones creíbles y oportunas, pero sólo después de un periodo de transición marcado por verdadera estabilidad”, dijo Shearer a los miembros del Consejo de Seguridad.

Naciones Unidas tiene una misión de mantenimiento de la paz en Sudán del Sur dotada de 12.000 efectivos y el Consejo de Seguridad aprobó el año pasado un despliegue adicional de 4.000 cascos azules de la región para ayudar a proteger a los civiles después de que la violencia estallara en Juba en julio de 2016.

 

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