Conferencia Internacional Anual de Zaragoza de ONU-Agua 2012/2013. Preparando el Año Internacional 2013. ¡Haciendo realidad la cooperación en materia de agua! 8-10 enero 2013

Cooperación transfronteriza entre México y Estados Unidos

Este caso destaca el esfuerzo conjunto de los gobiernos de México y Estados Unidos (EE.UU.) para resolver los problemas transfronterizos de agua y saneamiento. La frontera entre México y EE.UU. tiene cerca de 3.100 km de longitud y se extiende desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México. El área de la frontera mexicana (que se extiende desde la frontera México-Estados Unidos 100 km hacia el interior) es el hogar de aproximadamente 23,8 millones de personas (5% de la población total de México) y alberga algunas de las ciudades más importantes de México. En las últimas décadas, las ciudades y pueblos de esta zona de la frontera han experimentado importantes tasas de crecimiento de la población, sobre todo tras la entrada en vigor en 1994 del  Tratado Norteamericano de Libre Comercio entró. En algunos lugares, la población crece alrededor de un 5% al año, lo que aumenta el uso del agua y la contaminación en  aguas compartidas tales como el Río Grande (Río Bravo), el Río Nuevo y el Río Tijuana.

En 2000, los  gobiernos de México y EE.UU. decidieron abordar conjuntamente estos problemas transfronterizos y se firmó un "Memorando de entendimiento relativo al Programa de Inversiones Conjuntas para proyectos de infraestructura de agua potable y saneamiento para las poblaciones de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos” entre la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) de México .

Hasta la fecha, los gobiernos han apoyado la implementación de 51 proyectos de infraestructuras de suministro de agua potable y de gestión de aguas residuales en México. Se ha invertido un total de 464 millones de dólares - 232 millones de dólares en la frontera de EE.UU. por parte del Fondo de Infraestructura Ambiental (BEIF) y 232 millones por parte de los programas mexicanos. Las inversiones han conducido a un mayor acceso al agua potable (del 91% al 96%), a una mayor cobertura de  sistemas de alcantarillado (del 76% al 88%) y de servicios de saneamiento (del 72% al 82%) en el período 2000-2010. En este mismo período, la capacidad de tratamiento de aguas residuales en el área aumentó a 10,6 metros cúbicos por segundo.