Conferencia Anual 2014 de ONU-Agua en Zaragoza. Preparando el Día Mundial del Agua 2014: Alianzas para mejorar el acceso, la eficiencia y la sostenibilidad del agua y la energía. 13-16 de enero de 2014

El enfoque de la conferencia: Alianzas que mejoran la eficiencia del agua y de la energía, la seguridad y la sostenibilidad

La conferencia analizará los puntos comunes y las diferencias en los sectores del agua y la energía y las ventajas y desventajas de las alianzas entre ambos. La conferencia abordará también cuestiones relacionadas con el establecimiento, la composición, la financiación, los incentivos, las sinergias, las capacidades, el ahorro de costes y el apoyo a las alianzas y por parte de las alianzas así como la definición de responsabilidades y contingencias, el reparto de beneficios, las simetrías, la sostenibilidad a largo plazo, la negociación y la flexibilidad requeridas.

La conferencia pretende extraer las lecciones aprendidas de los factores que hacen que las alianzas en temas de agua y energía tengan éxito, del papel de los distintos actores y sobre cómo ampliar las alianzas.

El papel de las alianzas

La colaboración en la planificación de los recursos, la identificación de sinergias y  la negociación de compensaciones tienen un papel importante. Hay, por ejemplo, una desconexión fundamental entre la formulación de las políticas y la planificación porque se requiere que cada dominio se centre en un mandato limitado en el cumplimiento de sus propios objetivos y en el cumplimiento de sus responsabilidades específicas. Las presiones derivadas de la evolución de la esfera de la energía son más restrictivas, lo que hará que las tareas a las se enfrentan los planificadores del agua y el objetivo de asegurar el acceso al agua sean mucho más difíciles de lograr. No existen políticas integrales que trasciendan las fronteras sectoriales.

También existe la necesidad de superar la desconexión entre algunos servicios públicos de la energía y del agua. Hay mucho en común y mucho que aprender acerca de los programas de reforma de cada uno, tanto de los éxitos como de los fracasos.

Hay oportunidades para la industria (dentro del campo del agua y de la energía) para operar de manera eficiente, rentable y sostenible. Debido a su estructura de gestión privada, la industria tiene la flexibilidad necesaria para realizar cambios y mejorar la eficiencia en el uso del agua y la energía dentro de sí misma, su esfera de influencia inmediata y a lo largo de sus cadenas de suministro. Para los gobiernos y los reguladores existen oportunidades para proporcionar entornos propicios y marcos institucionales que operen a la hora de integrar ambos sectores.

Todo lo anterior pone en valor la necesidad de enfoques integrados e intersectoriales que acaben con la fragmentación institucional y los silos institucionales; las alianzas y los compromisos ayudan a evitar dicha fragmentación institucional.

El ámbito de la cooperación

La práctica demuestra que existe la cooperación en diferentes ámbitos. Esto incluye:

  • Se necesita la colaboración en la planificación integrada de los recursos hídricos y energéticos y las tecnologías relacionadas entre los organismos federales, regionales y estatales, así como entre la industria y otras partes interesadas. Un paso clave es el establecimiento de mecanismos para garantizar la coherencia de las políticas entre los Ministerios y las instituciones de AyE.
  • Se precisa del desarrollo y la aplicación de herramientas de ayuda a la toma de decisiones que ofrezcan un espacio común y una plataforma para la toma de decisiones entre distintas entidades con el fin de generar distintos escenarios y predecir sus demandas de recursos en un marco de gestión integral de los recursos en la planificación del desarrollo a nivel nacional.
  • Proporcionando servicios básicos de agua y energía. El desarrollo sostenible depende del acceso al agua y a la energía. El agua y la energía también son necesidades absolutas en la mejora de las condiciones de salud, educativas, de seguridad alimentaria y en la construcción de infraestructuras.
  • Las decisiones sobre la aprobación de inversiones para las centrales eléctricas e hidroeléctricas, en relación con otros grandes usuarios del agua, pueden tener y tienen que tener en cuenta todos los factores locales relevantes. Del mismo modo, la gestión conjunta de infraestructuras polivalentes que incluya a las partes interesadas puede proporcionar oportunidades de asociación y cooperación.
  • El uso eficiente y la reducción de los residuos podrían alcanzarse centrándose en programas de reducción del agua no contabilizada pues el agua es también un usuario importante de energía.
  • La gestión eficiente de los servicios públicos: la mejora en el cobro de facturas por servicios podría lograrse más fácilmente si se coordinara la recolección para los dos servicios públicos en conjunto.
  • La eficiencia y la mejora en el agua y la energía deben ser medidas para una evaluación comparativa y para una evaluación a futuro. Existen datos e indicadores disponibles por separado sobre el uso del agua y la energía en la industria. La industria está interesada en medir los efectos de los costes sobre su rentabilidad, mientras que los gobiernos y la sociedad están más interesados en los resultados económicos generales, los beneficios sociales y el medio ambiente. Las estadísticas comparativas del uso del agua y la energía que permitirían identificar los efectos del uno sobre el otro, tanto a escala de planta como de los países en su conjunto, son necesarios pero están aparentemente ausentes.
  • Las auditorías del agua y la energía en las instalaciones son un punto de partida para comparar su situación, medir el uso e identificar áreas a mejorar tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta.
  • Las innovaciones tecnológicas, en particular en relación con las energías renovables, pueden aumentar la disponibilidad del ahorro del agua y mejorar su calidad mediante el control de la contaminación. La gestión de las vulnerabilidades del agua en el ámbito energético requerirá el despliegue de una mejor tecnología y una mayor integración de las políticas de energía y agua (OIEA, 2012).
  • La integración de las consideraciones ambientales en la planificación de la energía y del agua y en la toma de decisiones es la clave para lograr un desarrollo sostenible. Resulta fundamental analizar las herramientas que están disponibles para hacer operable el nexo entre el agua, la energía y los servicios de los ecosistemas.