SOBRE LA APLICACION DEL PROGRAMA 21Entre los preparativos para Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ha publicado un informe de 63 páginas en el que se analiza el progreso logrado durante la última década para poner en ejecución el Programa 21, un plan mundial para el desarrollo sostenible que fue aprobado en la Cumbre para la Tierra de 1992, en Río de Janeiro. El informe evalúa las tendencias económicas, sociales y ambientales de los últimos diez años y presenta sugerencias sobre cómo la comunidad internacional puede volver a enfocar sus esfuerzos para alcanzar las metas dispuestas en el Programa 21.
Un resumen del informe:
El Programa 21 y el Desarrollo Sostenible -Un buen plan, una débil aplicación
El medio ambiente mundial sigue siendo demasiado frágil y las medidas existentes para su conservación están lejos de ser suficientes. Ha habido un progreso muy limitado en la reducción de la pobreza en los países en desarrollo, y la globalización, por sí misma, no ha beneficiado a la mayoría de la población mundial.
En general, los intentos para impulsar el desarrollo humano y para detener la degradación del medio ambiente, no han sido eficaces durante la pasada década. Los pocos recursos, la falta de voluntad política, un acercamiento fragmentado y no coordinado, y los continuos modelos derrochadores de producción y de consumo, han frustrados los esfuerzos de poner en ejecución el desarrollo sostenible, o el desarrollo equilibrado entre las necesidades económicas y sociales de la gente, y la capacidad de los recursos terrestres y de los ecosistemas para resolver necesidades presentes y futuras.
A pesar de una década de resultados pocos satisfactorios, el Programa 21 -el acuerdo adoptado unánimamente en la Cumbre para la Tierra de 1992, en Río de Janeiro- sigue ofreciendo una poderosa visión de largo alcance que, hoy en día, continúa siendo válida.
El mundo ha cambiado en los diez años que han transcurrido desde Río, con nuevas necesidades y desafíos creados por la mundialización, la revolución de la información y las comunicaciones y la propagación del VIH/SIDA. No obstante, el desarrollo sostenible continúa siendo una alternativa viable en sintonía con el concepto de desarrollo, tal y como se aborda en la actualidad.
Hay oportunidades en el futuro. La Organización Mundial del Comercio (OMC), en su reunión en Doha, ubicó el tema del desarrollo en el epicentro de nuevas negociaciones. En Marzo, los gobiernos abordarán esta cuestión en Monterrey, México, durante la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo. Uno de los objetivos principales de esa conferencia es orientar el mundo de las finanzas hacia el desarrollo.
En Agosto, los gobiernos junto con los representantes de todos los sectores de la sociedad, se reunirán en Johannesburgo en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. El enfoque de la Cumbre es reafirmar el compromiso político y la determinación, para ejecutar el plan de acción sobre el desarrollo sostenible, mediante nuevas iniciativas prácticas basadas en asociaciones.
Economía
- La década de los 90 fue menos turbulenta que la década de los 80, pues durante la primera mitad del último decenio, la mayoría de los países gozaron de un crecimiento económico. La tasa promedio de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para todos los países en desarrollo aumentó un 4.3%, comparado con el 2.7% de los años 80. Los países desarrollados registraron un promedio de crecimiento cercano al 2.3%, inferior al 3% de la década anterior.
- No todos los países fueron beneficiarios de este crecimiento. Mientras que el desarrollo económico en Africa mejoró marginalmente, el alto crecimiento de la población disminuyó las ganancias, y se amplió la brecha entre la calidad de vida de África y de otras regiones. Las condiciones económicas y sociales de las economías en transición también se vieron deterioradas. Mientras que la economía en estos países creció en la década de los 80 un 1.8% al año, en la década de los 90 estas economías se contrajeron en un promedio de 2.5% al año.
- El comercio internacional prosperó en la década de los 90 cuando las exportaciones mundiales crecieron en un 6.4%, alcanzando $6.3 billones en el año 2000. Los países en desarrollo, en general, se beneficiaron de un crecimiento del 9.6% anual en sus exportaciones. Pero Africa en particular, no ganó, pues su participación en el comercio mundial cayó del 2.7% en 1990 al 2.1% en el 2000.
- La mundialización ha demostrado tener un lado extremadamente volátil. Mientras que muchos países se beneficiaron con una inyección de capital privado externo, el retroceso de estos flujos causó crisis financieras, primero en México en 1995 y después en el Este de Asia y otros países en 1997.
- La Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) ha disminuido durante los años 90, de $58.300 millones en 1992 a $53.100 millones en el 2000. La AOD, en proporción al Producto Interno Bruto (PIB), bajó del 0.35% en 1992 al 0.22% en el año 2000. Unicamente cinco países -Dinamarca, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega y Suecia- alcanzaron el objetivo de destinar un 0.7% de su PIB a la asisitencia oficial directa durante el año 2000. La mayoría de los países menos desarrollados, vieron a la AOD reducirse por lo menos en un 25%. La asistencia oficial directa en siete países africanos, se redujo más de un 50%.
- Los flujos de Inversión Extranjera Directa hacia los países en desarrollo han crecido constantemente. En 1994 la inversión de cartera neta alcanzó un máximo de $91 mil millones, antes de caer a $25 mil millones en 1998. Esta se recuperó ligeramente en el año 1999 y en el 2000.
- Los subsidios gubernamentales en todos los países, van de los $650 millones hasta casi $1.5 billones al año. La eliminación de éstos subsidios puede contribuir a la sostenibilidad y a generar ahorros financieros a los gobiernos.
Población y Pobreza
- La población mundial alcanzó la cifra de 6 mil millones en el año 2000, un incremento significativo si se le compara con la cifra de 2.500 millones en 1950 y 4.400 millones en 1980. Se espera que la cifra aumente a 8 mil millones en el 2025 y a 9 mil millones en el 2050, estabilizándose, finalmente, entre 10.500 y 11 mil millones. La tasa de crecimiento poblacional alcanzó un máximo de 2% en 1965 y en la actualidad está declinando.
- Solamente el 15% de la población mundial, en los países de ingresos altos, representa el 56% del consumo total mundial, mientras que el 40% más pobre, en los países de bajos ingresos, representa únicamente el 11% del consumo. Sin embargo, aunque la mayoría de las personas consumen más en la actualidad, los egresos por consumo de un hogar africano promedio han disminuido en un 20% respecto a hace 25 años.
- La tasa mundial de pobreza en los países en desarrollo -basada en una línea de pobreza de ingresos de un dólar por día- se redujo del 29% en 1990 al 23% en 1998. El número total de personas que viven en la pobreza disminuyó ligeramente de 1.300 millones a 1.200 millones. En el Este y el Sudeste asiático, se ha logrado un progreso substancial en la reducción de la pobreza a través de un crecimiento económico rápido. En el Sur de Asia y en Latinoamérica, se ha alcanzado cierto grado de éxito. En el Africa subsahariana, no se ha alcanzado prácticamente ningún progreso y casi la mitad de su población vive en la pobreza.
- Se estima que para el año 2025, alrededor del 54% de la población de los países en desarrollo residirán en las áreas urbanas. A medida que aumente la movilización de personas hacia las áreas urbanas, aumentará también el número de pobres en las ciudades. En Africa, más del 40% de los hogares urbanos viven en la pobreza.
- Existen por lo menos 1.100 millones de personas sin acceso a agua potable segura y 2.400 millones que carecen de condiciones de salubridad adecuada. Se han dado algunos avances positivos durante la década de los 90, sobre todo si tenemos en cuenta que alrededor de 438 millones de personas de los países en desarrollo lograron un mayor acceso al suministro de agua potable y cerca de 542 millones de las áreas urbanas lograron vivir en mejores condiciones de salubridad. Sin embargo, y a pesar de los progresos, debido al rápido crecimiento en estas áreas, el número de habitantes urbanos que carecen de acceso al agua potable segura aumentó en casi 62 millones.
- Más del 8% de los niños en los países en desarrollo mueren antes de alcanzar la edad de cinco años y, en algunos de los países más pobres, uno de cada cinco niños muere antes de alcanzar su primer año de vida. Más de 113 millones de niños en edad escolar de los países en desarrollo no asisten a la escuela, siendo el 60% de éstos niñas.
- Aproximadamente 815 millones de personas en el mundo están desnutridas -de los cuales, 777 millones viven en los países en desarrollo, 77 millones en los países en transición y 11 millones en los países industrializados. El hambre está disminuyendo en el Sur de Asia, región con la mayor prevalencia, mientras que en Africa, alrededor de un tercio de la población está desnutrida y su número va en aumento.
- En términos generales, las condiciones de salud han mejorado durante el decenio de los 90, con una esperanza de vida promedio que tiende a aumentar y las tasa de mortalidad con tendencia a disminuir. Se han logrado éxitos notables, tales como la virtual eliminación de la poliomielitis y otras enfermedades infecciosas. Sin embargo, en muchos países en desarrollo, prevalecen condiciones sanitarias precarias como resultado de la contaminación del agua, salubridad deficiente, contaminación severa del aire en espacios cerrados, malaria y otras enfermedades infecciosas, así como la propagación del VIH/SIDA.
- El VIH/SIDA ha disminuido la esperanza de vida en algunos países, hasta llegar a alcanzar niveles iguales a los existentes antes del decenio de los 80 y en nueve países se redujo a 6.3 años. Hay 36 millones de personas que viven con el VIH/SIDA, 95% de los cuales se concentran en los países en desarrollo y 25% en la región del Africa subsahariana. Más de 12 millones de africanos han muerto por causa del SIDA y 13.200 millones de niños han quedado huérfanos.
Gestión de los Ecosistemas
- La expansión agrícola, para satisfacer la demanda creciente de alimentos, ha ocasionado un impacto adverso de grandes proporciones sobre los bosques, las praderas y los humedales. La degradación del suelo afecta, por lo menos, a dos mil millones de hectáreas en todo el mundo y a alrededor de dos tercios de las tierras agrícolas del mundo.
- El agua potable es cada vez más escasa en muchos países debido a las actividades agrícolas que consumen el 70% del agua potable que se utiliza en el mundo. Sin embargo, solamente el 30% del suministro de agua es utilizado realmente por las plantas y los cultivos -la cantidad restante se desperdicia. El problema ya es muy grave en Africa del norte y el oeste asiático, y para el año 2025, se estima que dos tercios de la población mundial podría vivir en países con escasez, moderada o severa, de agua. En los próximos dos decenios, se espera que se requiera de un 17% más de agua para cultivar productos alimenticios en los países en vías de desarrollo y que el total del agua a utilizar se incremente en un 40%.
- Más de 11.000 especies se consideran amenazadas y por encima de 800 especies se han extinguido debido a la pérdida de su hábitat. Otras 5.000 especies se hallan potencialmente amenazadas, a menos que se hagan esfuerzos para revertir la tendencia en declive de su población.
- Cerca de una cuarta parte de las capturas de pesces en el mundo se ve afectada por una pesca indiscriminada y la mitad se ha agotado totalmente. La pesca marina en el Océano Atlántico y en algunas partes del Océano Pacífico, alcanzó su máximo potencial hace años. Unicamente el 1% de los océanos son reservas protegidas o "zonas donde la pesca está prohibida".
- Los bosques naturales se están convirtiendo con rapidez, en tierras de explotación agrícola y otros tipos de explotación. La tasa de deforestación mundial durante el decenio de los 90 se estima en 14.600 millones de hectáreas por año, lo que representa una pérdida neta del 4% de los bosques del mundo durante la última década, lo que sucede, particularmente, en los países en desarrollo. Las tasas de deforestación neta fueron más altas en Africa y Sudamérica. Existen algunas áreas de países en desarrollo o desarrollados en donde se han realizado trabajos de reforestación. Ésta se ha realizado a un ritmo de 5.2 millones de hectáreas por año atribuidos a la sustitución de bosques naturales en tierras de cultivo abandonadas y plantaciones de bosques.
- Cerca del 50% de la producción de maderas cultivadas en el mundo se utilizan como leña combustible y el 90% de ella se consume en los países en desarrollo. El total de la biomasa maderable de los bosques del mundo está decayendo también, reduciendo la capacidad de los mismos como efecto para mitigar el cambio climático.
- Alrededor del 27% de los arrecifes coralinos del mundo se han perdido, debido a la intervención directa del hombre, a su impacto, y a los efectos de los cambios climáticos. Se estima que otro 32% de los arrecifes podrían ser prácticamente devastados en los próximos treinta años, si no se adoptaran las acciones correctivas apropiadas.
- Las emisiones de substancias que destruyen la capa de ozono han alcanzado su máximo nivel y ahora comienzan a decaer gradualmente. El consumo total de clorofluorocarbonos ha disminuido alrededor de 1.100 millones de toneladas en 1986, a 156.000 toneladas en 1998.
- El consumo mundial de combustibles fósiles ha aumentado en un 10% entre 1992 y 1999. El uso per cápita más elevado continúa siendo en los países desarrollados, en donde la población consumió 6.4 toneladas de petróleo equivalente en 1999. Es decir, un consumo 10 veces mayor que el de las regiones en desarrollo. Las emisiones mundiales de carbono se duplicaron entre 1965 y 1988 alcanzando un incremento promedio de 2.1% al año.
- Se ha incrementado el uso de energía en el sector del transporte, del cual el 95% de la energía consumida se deriva del petróleo. Se espera que el consumo en este sector aumente a una tasa del 1.5% anual en los países desarrollados y del 3.6% en los países en desarrollo. Se estima que las emisiones de dióxido de carbono de este sector aumenten en un 75% entre 1997 y el año 2020.
- Más de dos mil millones de personas de los países en desarrollo dependen totalmente de las biomasas tradicionales de energía, tales como leña, estiércol de animales y residuos agrícolas.
¿De qué manera puede la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible marcar la diferencia? Un Plan de Acción de Diez Puntos
Considerando la situación mundial, las tendencias emergentes y el fenómeno de la mundialización, se requiere dar pasos eficaces para impulsar la agenda del desarrollo sostenible. En lugar de un recinto para negociar o volver a negociar otro abanico de principios, se espera que la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible constituya un foro en el cual los diversos actores de los diferentes sectores de la sociedad puedan definir programas de acción y proyectos con metas viables, dentro de un marco de tiempo razonable.
Para encaminar estos esfuerzos hacia resultados acccesibles, el informe del Secretario General ofrece un plan de acción de diez puntos:
- Lograr que la mundialización contribuya al desarrollo sostenible. Los beneficios de la mundialización han sido distribuidos sin uniformidad y las naciones más pobres del mundo se han quedado a la zaga. Entre las acciones sugeridas, figuran la eliminación de subsidios que ocasionan distorsiones en el comercio y un mejoramiento del acceso de los productos y servicios provenientes de países en desarrollo a los mercados de los países desarrollados, particularmente, en áreas tales como la agricultura y los textiles.
- Erradicar la pobreza y elevar el nivel de vida en las zonas rurales y urbanas. Un gran número de personas vive en áreas con problemas ecológicos. Es necesario esforzarse para mejorar las condiciones y las oportunidades de los pobres. Por ejemplo: a través de la tenencia de tierras, niveles de vida sostenibles, crédito, educación, mejoras agrícolas y medidas para minimizar el desperdicio y alentar el reciclaje.
- Cambiar los patrones no sostenibles de producción y consumo, consiguiendo una eficiencia energética cuatro veces mayor en las próximos dos o tres décadas, un incremento de la responsabilidad corporativa y la creación de incentivos para una producción más limpia, entre otras mejoras.
- Mejorar la salud por medio de acceso al agua potable segura y a precios módicos, la reducción del contenido de plomo en la gasolina y mejorar la calidad del aire en interiores.
- Proporcionar acceso a la energía y mejorar la eficiencia energética, mediante el desarrollo, el uso de tecnologías energéticas más eficientes y el cambio de patrones insostenibles de consumo de energía.
- Gestionar los ecosistemas y la biodiversidad sobre una base sostenible, aportando soluciones a los problemas de pesca desmedida, explotación insostenible de los bosques y contaminación marina desde las áreas continentales.
- Mejorar la gestión del suministro de agua potable y lograr una distribución más equitativa de los recursos acuíferos.
- Proporcionar recursos financieros a través del incremento de la Asistencia Oficial para Desarrollo, la inversión privada, así como la transferencia e intercambio de tecnologías ambientales sensatas.
- Apoyar el desarrollo sostenible en Africa a través de nuevos programas extensivos que conduzcan al establecimiento de instituciones y sistemas que aborden cuestiones como el hambre, la salud, la protección del medio ambiente y la gestión de recursos,
- Fortalecer la gobernabilidad internacional para generar el desarrollo sostenible, promover un enfoque integrado y mundial, en lugar de un enfoque compartimentado que prevalece en la actualidad.
Publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas.
DPI/2244 -- Enero 2002