Hace 15 años, las Naciones Unidas vivieron uno de los días más sombríos de su historia.

El 19 de agosto de 2003, 22 personas murieron y muchas más resultaron heridas como consecuencia de un atentado terrorista perpetrado contra nuestra sede en el Hotel Canal de Bagdad.

Recordamos a nuestros queridos colegas que perdieron la vida al servicio de la paz, el desarrollo y los derechos humanos.

Entre ellos estaba nuestro representante en el Iraq, Sergio Vieira de Mello.

Coincidí con Sergio en numerosas ocasiones y, como Primer Ministro de Portugal, seguí de cerca su excelente labor en Timor-Leste. Siempre me impresionó hasta qué punto encarnaba los valores de las Naciones Unidas y nuestro sentido de servicio.

Hoy rendimos homenaje a todos aquellos y aquellas que perdieron la vida hace 15 años en circunstancias tan trágicas.

Honramos su sacrificio. Proseguiremos su obra. Y su recuerdo nos acompañará en nuestros esfuerzos por resolver y prevenir los conflictos armados y por construir un mundo próspero y pacífico para todos.

Muchas gracias.