Este año, el Día de África llega en un momento importante de los esfuerzos del continente en pro de la paz, el crecimiento económico inclusivo y el desarrollo sostenible.
La comunidad internacional ha entrado en el segundo año de aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un esfuerzo mayúsculo para hacer frente a la pobreza, la desigualdad, la inestabilidad y la injusticia en el mundo. África ha aprobado su propio plan complementario, igualmente ambicioso: la Agenda 2063.
Para que la población de África pueda beneficiarse plenamente de estos importantes esfuerzos, estas dos agendas deben estar alineadas de manera estratégica.
El mes pasado celebramos la primera Conferencia Anual de las Naciones Unidas y la Unión Africana jamás celebrada, una oportunidad excepcional para reforzar nuestra alianza de colaboración y crear una plataforma de cooperación de mayor nivel. Nuestro trabajo se basa en cuatro principios rectores: el respeto mutuo, la solidaridad, la complementariedad y la interdependencia.
La alianza de las Naciones Unidas con África hunde también sus raíces en un profundo sentido de gratitud. África aporta la mayoría del personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en todo el mundo. Las naciones de África son de las más generosas y de las que más refugiados acogen del mundo. África alberga a algunas de las economías de más rápido crecimiento.
Toda la humanidad saldrá ganando si escucha a los pueblos de África, aprende de ellos y trabaja con ellos.
Todo comienza por la prevención. Nuestro mundo necesita dejar de gestionar crisis y centrarse en prevenirlas, antes que nada. Tenemos que romper el ciclo de responder demasiado tarde y haciendo demasiado poco.
La mayor parte de los conflictos actuales son conflictos internos, desencadenados por la lucha por el poder y los recursos, la desigualdad, la marginación, la vulneración de los derechos humanos y las divisiones sectarias. Con frecuencia, estos conflictos están alimentados por el extremismo violento, o lo alimentan.
Sin embargo, la prevención no se limita a centrarse exclusivamente en el conflicto. Va mucho más allá. La mejor forma de prevención y el camino más seguro hacia una paz duradera es el desarrollo inclusivo y sostenible. Es fundamental seguir creando instituciones más eficaces y responsables para abordar las dificultades de gobernanza, fomentar el estado de derecho y promover los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
Podemos acelerar los progresos si hacemos más por ofrecer oportunidades y brindar esperanza a los jóvenes. Más de tres de cada cinco africanos tienen menos de 35 años. Aprovechar al máximo este tremendo activo supone invertir más en educación, formación, trabajo digno, y en fomentar la participación de los jóvenes a la hora de dar forma a su futuro.
Debemos hacer todo lo posible por empoderar a las mujeres para que puedan desempeñar un papel pleno en el desarrollo sostenible y en una paz sostenible. Me agrada enormemente que la Unión Africana ha hecho siempre especial hincapié en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
En este Día de África, reafirmo mi compromiso como socio, amigo y comprometido defensor para cambiar el discurso sobre este diverso y vital continente.
Las crisis ofrecen, en el mejor de los casos, una visión parcial. Pero desde una plataforma más elevada de cooperación, podemos ver el panorama completo y ofrecer una visión más completa, una visión que reconoce el enorme potencial y las extraordinarias historias de éxito que brotan de todos los rincones del continente africano.