Memoria del Secretario General sobre la labor de la Organización: H. Fiscalización de drogas, prevención del delito y lucha contra el terrorismo internacional en todas sus formas y manifestaciones

La policía Nacional de Haití destruye marihuana y cocaína incautadas con el apoyo de la Misión de la MINUSTAH y la Embajada de los Estados Unidos. © ONU/Victoria Hazou

Para muchos funcionarios de las Naciones Unidas que trabajan en misiones o en otros entornos, tener que hacer frente a las amenazas transnacionales, la delincuencia organizada, el terrorismo, el extremismo violento y la violencia asimétrica se ha convertido en una cuestión cotidiana. Estos problemas obligan a las Naciones Unidas a reorientar su atención y sus recursos, en detrimento de otras prioridades fundamentales. En muchos contextos, las Naciones Unidas se enfrentan al reto de «mantener la presencia y cumplir» en algunos de los entornos más adversos e inestables, velando al mismo tiempo por la seguridad y la protección de su personal. No es tarea fácil. Ocho de los 11 países más amenazados por grupos terroristas afiliados a Al-Qaida son receptores de operaciones de paz de las Naciones Unidas; siete de esas ocho misiones son misiones políticas, que no disponen de tropas de mantenimiento de la paz y que, por lo tanto, afrontan problemas de seguridad particulares. La violencia no solo constituye una amenaza para la seguridad física del personal de las Naciones Unidas; cuando el personal no está en condiciones de actuar o se ve obligado a marcharse, no nos es posible seguir cumpliendo nuestro principal mandato, a saber, buscar soluciones políticas duraderas, sostenibles e inclusivas que aborden las raíces profundas de la violencia.

>Durante el período examinado en esta memoria, la mayor parte de las actividades terroristas tuvieron lugar en países sumidos en conflictos nuevos o antiguos, lo cual vuelve a poner de manifiesto que los terroristas aprovechan las divisiones políticas, sociales y económicas de la sociedad para promover su causa. En un número creciente de conflictos, el terrorismo dio lugar a crisis humanitarias y corrientes de refugiados de gran envergadura. También preocupa cada vez más el auge de los grupos terroristas nacidos de ideologías extremistas violentas. Para conseguir nuestros objetivos no bastará con aplicar medidas de seguridad y que velen por el cumplimiento de la ley a corto plazo si a la vez no tratamos de poner remedio a los factores que impulsan el extremismo violento. Por eso presenté el Plan de Acción para Prevenir el Extremismo Violento (A/70/674), , que contenía más de 70 recomendaciones dirigidas a los Estados Miembros y al sistema de las Naciones Unidas. En el Plan se propone la elaboración de planes de acción nacionales en que se determinen los factores que impulsan el extremismo violento en cada contexto concreto a fin de abordarlos más eficazmente. Además, en mi informe bienal a la Asamblea General sobre la aplicación de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (A/70/826 and Corr.1), con motivo de su décimo aniversario, presenté un conjunto de recomendaciones orientadas hacia el futuro para fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo. El informe tenía por objeto servir de base para las consultas que habían de celebrar los Estados Miembros antes de que la Asamblea General llevara a cabo el quinto examen de la Estrategia, que tuvo lugar los días 30 de junio y 1 de julio, justo después de presentarse el informe. Se espera que esas consultas culminen en la aprobación por consenso de una resolución en la cual se defina la labor futura de la Organización contra el terrorismo y para prevenir el extremismo violento.

A la espera del citado examen, durante el período sobre el que se informa prosiguió la ejecución de los cuatro pilares de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo. Muchas entidades de las Naciones Unidas ayudaron a los Estados Miembros a desarrollar su capacidad para contrarrestar el terrorismo y prevenir el extremismo violento aplicando un enfoque «Toda la ONU» reforzado y coherente por medios que incluyen la Iniciativa para la Asistencia Integrada contra el Terrorismo y el plan de creación de capacidad para contrarrestar la afluencia de combatientes terroristas extranjeros. También se ayudó a los Estados Miembros a desarrollar la capacidad de sus sistemas de justicia penal, control de fronteras y aplicación de la ley con el fin de que afrontaran más eficazmente los nuevos desafíos relacionados con el terrorismo, como el fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros, el vínculo cada vez más estrecho entre el terrorismo y la delincuencia organizada transnacional y la financiación del terrorismo, por ejemplo a través del tráfico de bienes culturales.

A pesar de los progresos realizados contra la piratería frente a las costas de Somalia, la situación sigue siendo frágil y reversible, pues, según informes fidedignos, los buques mercantes siguen siendo objetivo de los piratas y las embarcaciones de menor tamaño continúan siendo vulnerables. Para que haya seguridad a largo plazo frente a las costas de Somalia, esta habrá de establecerse primero en el propio territorio, donde las iniciativas de creación de capacidad aún no han dado resultados duraderos y sostenibles que corrijan las causas profundas de la piratería, como la fragilidad de la economía, el desempleo juvenil y la debilidad del poder judicial y las estructuras de gobierno. Las Naciones Unidas han venido prestando apoyo a Somalia y a la región a través de un Fondo Fiduciario para Apoyar las Iniciativas de los Estados que Luchan contra la Piratería frente a las Costas de Somalia.

En el mes de abril la Asamblea General celebró un período extraordinario de sesiones sobre el problema mundial de las drogas. Durante el período inmediatamente anterior, muchas entidades de las Naciones Unidas prestaron apoyo a los Estados Miembros facilitándoles pruebas y análisis sobre las repercusiones del problema mundial de las drogas. En el documento final (resolución S-30/1) la Asamblea reconoció la necesidad de aplicar un enfoque amplio, integrado y equilibrado para responder a los múltiples retos que plantean las drogas en todo el mundo. Con tal fin, la Asamblea subrayó la importancia de que se adoptaran enfoques científicos y basados en datos para reducir la oferta y la demanda, abordando al mismo tiempo cuestiones intersectoriales como la protección de los derechos humanos, la salud, la incorporación de las perspectivas de género y de edad en las políticas relacionadas con las drogas, y la determinación de las amenazas nuevas e incipientes derivadas de las nuevas sustancias psicoactivas. En el período extraordinario de sesiones, la Asamblea sentó las bases del examen decenal de la Declaración Política y el Plan de Acción de 2009 relativos al problema mundial de las drogas, que integran el principal documento de política para orientar la acción internacional en esta esfera. Espero que en la fase previa a ese examen tenga lugar un diálogo inclusivo que esté abierto a nuevas ideas y enfoques.

Las Naciones Unidas siguieron prestando apoyo a los Estados Miembros en la prevención del delito y la reforma de sus sistemas de justicia penal de conformidad con las reglas y normas internacionales. En la primera Cumbre de Jefes de Policía de las Naciones Unidas se reiteró la importancia de las funciones policiales que ejercen las Naciones Unidas a fin de desarrollar y fortalecer la capacidad de las instituciones del Estado receptor para prevenir y combatir la delincuencia organizada transnacional, y también la importancia de integrar esas funciones en una reforma jurídica y del sector de la seguridad más amplia. Tras apoyar el examen y la aprobación de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela) y otros instrumentos, la Organización está prestando asistencia técnica para hacer frente a la crisis penitenciaria mundial, promover la justicia para los niños y mejorar la respuesta judicial y policial a la violencia contra las mujeres y las niñas. A través del Programa Mundial Conjunto de las Naciones Unidas sobre Servicios Esenciales para las Mujeres y las Niñas Víctimas de la Violencia se está prestando apoyo a los países con objeto de ofrecer a todas las mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia por razón de género mayor acceso a un conjunto coordinado de servicios multisectoriales esenciales y de calidad. El Programa Mundial sobre la Violencia contra los Niños está ayudando a los países a cumplir sus compromisos internacionales.

A fin de promover la aplicación de la resolución 69/314 de la Asamblea General, y en consonancia con su mandato, las Naciones Unidas llevaron a cabo la primera evaluación mundial de la amenaza que suponen los delitos contra la vida silvestre, y destacaron la vulnerabilidad de las especies protegidas de fauna y flora silvestres a la delincuencia organizada. Las entidades de las Naciones Unidas siguen trabajando conjuntamente en pro de una estrategia común para combatir este comercio ilícito y de trágicas consecuencias abordando las cuestiones relativas a la oferta y la demanda, la creación de marcos jurídicos sólidos y el establecimiento de una cooperación internacional eficaz. Puede consultarse mi informe a los Estados Miembros sobre la aplicación de la resolución 69/314 (A/70/951).

Ten additional States ratified the United Nations Convention against Corruption during the current biennium, bringing the number of States parties to 178. The implementation review mechanism completed more than 100 reviews and in November 2015 States parties launched the second cycle of the review mechanism.

Otros 10 Estados ratificaron la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción en el curso de este bienio, con lo que el número de Estados partes se eleva a 178. En el marco del mecanismo de examen de la aplicación se finalizaron más de 100 exámenes, y en noviembre de 2015 los Estados partes pusieron en marcha el segundo ciclo de ese mecanismo.

La Organización siguió ayudando a los Estados a aplicar la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus Protocolos, prestando una mayor asistencia técnica para contrarrestar todas las formas de delincuencia organizada, incluido el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas, especialmente en las zonas de conflicto y el Mediterráneo. El Consejo de Seguridad exhortó a todos los Estados Miembros a que hiciesen cuanto fuera posible para combatir la trata de personas, especialmente con fines sexuales, y citó como principales perpetradores al Estado Islámico en el Iraq y el Levante, el Ejército de Resistencia del Señor y Boko Haram. También se intensificaron los esfuerzos para asegurar la coherencia de las políticas acerca de las corrientes financieras ilícitas, las cuestiones relativas a los combatientes extranjeros y la recuperación de bienes robados. Estos factores constituyen una parte importante del debate sobre la financiación para el desarrollo cuando la comunidad internacional se dispone a aplicar la Agenda 2030, en la cual se reconocen explícitamente los vínculos existentes entre la gobernanza, el estado de derecho, la justicia, la seguridad y el desarrollo sostenible y equitativo para todos.