El respeto del estado de derecho y los derechos humanos constituye la esencia de la protección de los refugiados, los repatriados y los apátridas. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene el mandato de proporcionar protección internacional a los refugiados, en particular de promover la adhesión a los instrumentos internacionales relativos a los refugiados y otros instrumentos pertinentes de derechos humanos. Las actividades del ACNUR también se centran en asistir en el fortalecimiento de las estructuras jurídicas que realzarían el estado de derecho, como la justicia de transición.

La apatridia es una fuente de inseguridad humana, desplazamientos forzados y conflictos graves, que pueden representar una amenaza para la estabilidad nacional y regional. La legislación sobre la nacionalidad y las prácticas administrativas que sean conformes con las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas son elementos esenciales del estado de derecho y son fundamentales para abordar las causas profundas de los conflictos. El ACNUR presta asesoramiento técnico y apoyo a los gobiernos para que se adhieran a la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 Documento PDF en inglés y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 Documento PDF en inglés.