Transcripción del discurso pronunciado

Declaración del Excmo. Sr. Tijjani Muhammad Bande, Presidente del septuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

24 de enero de 2020

Vicesecretaria General,

Honorables Ministros y Ministras,

Embajadores y embajadoras, Representantes Permanentes,

Distinguidos y distinguidas participantes,

Señoras y señores:

Es un gran placer para mí darles la bienvenida a todos a la celebración de este año del Día Internacional de la Educación. Es la segunda vez que lo celebramos desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución A/RES/73/25, de diciembre de 2018, declaró el 24 de enero de cada año como el Día Internacional de la Educación.

Este año, para celebrarlo, hemos invitado al Dr. David Edwards, Secretario General de la mayor federación de educadores del mundo, además de varios docentes galardonados de diferentes regiones, para que se unan a nosotros y así poder reconocer, celebrar y escuchar las contribuciones vitales que hacen los docentes al logro de los objetivos de la educación inclusiva de calidad.

También me complace la presencia de varios representantes de la juventud. Lucia Burtnik, por ejemplo, figura como panelista, y Marta Borrell Fijo, una afortunada adolescente que puede estudiar, pero así y todo se dedica a poner de relieve la difícil situación de otros niños no tan privilegiados. Agradecemos los esfuerzos del Dr. Edwards, Lucia y Marta y todos los demás docentes y entusiastas de la educación por el gran trabajo que hacen.

Excelencias,

Distinguidas señoras y distinguidos señores:

He convocado esta reunión teniendo en cuenta que, si bien todavía nos queda una cantidad ingente de trabajo por delante para lograr con garantías el pleno acceso, la igualdad y la calidad de la educación necesaria para desarrollar las economías y hacer frente a los desafíos que enfrentamos como seres humanos, la historia que tenemos ante nosotros no es lúgubre.

Los progresos que hemos logrado y seguimos logrando en las ciencias, la tecnología o la medicina, por ejemplo, así lo demuestran. En las últimas décadas, hemos visto la erradicación de enfermedades o hemos encontrado tratamientos para otras; nuestros sistemas de transporte son más eficaces y facilitan el comercio entre las naciones; en todo el mundo, los ciudadanos pueden acceder a prácticamente cualquier tipo de información en cuestión de segundos; y los jóvenes empresarios están mejor preparados para acceder a la educación mundial.

También han aumentado las tasas de matriculación escolar en todo el mundo, hay más niños y niñas que van a la escuela y que estudian durante más tiempo. Ese aumento ha hecho que las tasas de alfabetización sean más altas en los países y entre ellos. Por ejemplo, la tasa de alfabetización de los hombres y mujeres mayores de 15 años de edad es del 86,3 %. La tasa de alfabetización de los hombres de 15 años o más es del 90 % en todo el mundo, y la de las mujeres, del 82,7 %.

Si bien es algo encomiable, no podemos aceptar que a 20 años del inicio del siglo XXI, alrededor de 258 millones de niños y niñas y jóvenes no asistan a la escuela, 617 millones de niños y niñas y adolescentes no sepan leer ni hacer ejercicios básicos de matemáticas y que millones de refugiados y desplazados internos y personas con discapacidad no asistan a la escuela.

Es una mancha en los progresos que hemos realizado y los gobiernos de todo el mundo tendrían que prestar más atención y desarrollar las alianzas necesarias para garantizar el acceso a una educación primaria y secundaria gratuita y de calidad, así como a una formación profesional y técnica asequible e inclusiva.

Una plataforma como esta es importante a la hora de señalar a la atención de los gobiernos y otros interesados del sector de la educación la necesidad de actuar ahora. Reunimos a representantes de los gobiernos, a los responsables de las políticas y a los líderes de opinión para identificar las lagunas y ofrecer respuestas a los temas candentes en el campo de la educación.

Esto es aún más cierto si tenemos en cuenta que ya nos hemos atrasado en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que adquirir los conocimientos y las aptitudes necesarias será fundamental para lograrlos.

En consecuencia, al entrar en el decenio de acción y resultados para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es muy ilustrativo que el Día Internacional de la Educación de este año se centre en “alinear las políticas de educación inclusiva de calidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Así, el acto de hoy nos llevará a hablar sobre la crisis de aprendizaje y las respuestas que se plantean. Haremos especial hincapié en las opciones de política y las prioridades de acción que hacen falta para lograr los progresos necesarios en el sector de la educación. Confío en el impresionante conjunto de políticos, administradores y pensadores del campo de la educación que están hoy aquí para tratar estos temas y plantear soluciones.

Excelencias,

Distinguidas señoras y distinguidos señores:

La educación mejora la capacidad de análisis, inventiva y pensamiento crítico de los seres humanos y, al hacerlo, acelera los logros tecnológicos y el crecimiento económico de cada nación. Cuando una sociedad está en un estado de perpetuo subdesarrollo, debe, entre otras cosas, reevaluar su sistema educativo. Si el sistema es disfuncional o no facilita la adquisición de los conocimientos y habilidades pertinentes, en el mejor de los casos, la economía se estancará, y, en el peor, se colapsará.

Lo que revelan las estadísticas de educación contemporáneas es tan significativo como lo que ocultan. El mundo ha progresado en la alfabetización básica, pero no está en el punto de poder equiparar con confianza la matriculación escolar (o incluso la asistencia) con la adquisición de preciados conocimientos y aptitudes.

Es evidente que, en la medida en que exista una brecha importante entre la matriculación y la adquisición de conocimientos y aptitudes, en ese caso podríamos hablar legítimamente de una “crisis de aprendizaje”.

Tendremos que hacer todo lo posible para asegurar que nuestros sistemas educativos den respuesta a varios problemas, solucionen la crisis del aprendizaje y eleven los estándares y la calidad de la educación en todo el mundo.

Esto incluye asegurar que:
1. No disminuya la capacidad de leer, escribir y conversar en los idiomas básicos de instrucción a medida que aumente la asistencia escolar;
2. No haya disonancias entre el currículo escolar y la mayor necesidad en el mundo laboral de contar con competencias y cualificaciones especializadas;
3. La educación promueva la igualdad entre los géneros, facilite la movilidad social, fomente el entendimiento intercultural y salve la brecha digital entre los alumnos de los países desarrollados y los de los países en desarrollo;
4. Se formen asociaciones eficaces de asistencia a los países que necesiten ayuda para elaborar planes de estudio, formar a docentes, facilitar la infraestructura adecuada, becas y programas de intercambio de estudiantes;
5. Se tenga en cuenta a las personas con discapacidad en los beneficios de la educación y de la vida en general;
6. Las autoridades educativas se anticipen y respondan a los retos que plantean los conflictos y las fluctuaciones climáticas extremas, así como a los peligros que plantean para el aprendizaje;
7. Se faciliten a las instituciones de enseñanza superior los recursos que les permitirán superar los desafíos actuales a los que se enfrentan y, al mismo tiempo, desempeñar las capacidades críticas profesionales, científicas, analíticas de políticas, de humanización y de gestión necesarias para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.
8. Los gobiernos de todo el mundo colaboren con los jefes de estudios y administradores educativos, los especialistas en la elaboración de planes de estudio y los órganos empresariales para mejorar la capacidad de sus sistemas educativos;
9. Se hayan superado las actuales diferencias en cuanto al género, las cuestiones digitales y la financiación en la educación. El acceso a la educación debe ampliarse, para que los grupos excluidos disfruten de los beneficios del aprendizaje.

La comunidad internacional presta más atención a los millones de niños que están atrapados en zonas de conflicto por causas ajenas a su voluntad. Debemos prestar atención a sus necesidades educativas.

Espero que me perdonen por darles una lista tan larga de tareas. Lo hago porque estoy muy seguro de que estamos a la altura del desafío. No cabe duda de que si no se atienden las necesidades del sector educativo, no se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este es un precio que no podemos pagar y nunca debemos estar dispuestos a hacerlo.

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No podemos aceptar que a 20 años del inicio del siglo XXI, alrededor de 258 millones de niños y niñas y jóvenes no asistan a la escuela, 617 millones de niños y niñas y adolescentes no sepan leer ni hacer ejercicios básicos de matemáticas y que millones de refugiados y desplazados internos y personas con discapacidad no asistan a la escuela.  

Tijjani Muhammad Bande

Presidente del septuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Excelencias,

Distinguidas señoras y distinguidos señores:

Creo firmemente en el papel que pueden desempeñar las alianzas en la aplicación y el logro de los ODS. Por ello, mi oficina se ha dedicado especialmente a crearlas en las principales áreas prioritarias. A este respecto, doy las gracias a los Estados Miembros que se ponen en contacto con mi oficina, sugiriendo, entre otras cosas, propuestas concretas para atender algunas de las cuestiones mencionadas.

La colaboración de mi oficina con la India y Palau, por conducto del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la India, para la ejecución de un proyecto de renovación de escuelas en Palau ayudará a que cientos de niños tengan acceso a la educación. La escuela también será sede de la conferencia sobre los océanos; es una demostración práctica de las alianzas, la cooperación Sur-Sur y la colaboración internacional, que seguiré alentando.

También estamos estudiando la posibilidad de forjar una alianza con varios países sobre los nuevos compromisos que pueden asumir para aliviar la difícil situación de los refugiados y los niños desplazados, que no pueden recibir la educación que necesitan y merecen, entre otras cosas.

Por último, insto a los Estados Miembros y a los principales asociados a que estudien la viabilidad de establecer una red que reúna a los agentes e interesados en la educación ya existentes, con la esperanza de que se use para intercambiar información e ideas y para buscar formas de promover la causa de la educación inclusiva de calidad.

Antes de concluir, quisiera dar las gracias a los que han hecho posible que lleguemos hasta aquí: a mi equipo, dirigido por el profesor Balogun, y a los funcionarios de la UNESCO, tanto en París como aquí, entre otros.

Muchas gracias y les deseo lo mejor en sus deliberaciones.

Puede descargarse la declaración en formato PDF.