– Como Pronunciado –

INTERVENCIÓN DE LA PRESIDENTA DEL 73º PERIODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL, S.E. MARIA FERNANDA ESPINOSA

21 de marzo 2019

Su Excelencia Mauricio Macri, Presidente de la República de Argentina y Presidente de la Conferencia,

Estimado António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas,

Su Excelencia Embajadora Inga Rhonda King, Presidenta del ECOSOC,

Jefes de Estado y de Gobierno, Ministros,

Excelencias, Damas y Caballeros:

Como Presidenta de la Asamblea General, y como latinoamericana, es un honor participar de la apertura de esta histórica Conferencia.

Quiero agradecer al Gobierno y al pueblo de Argentina por su generosa hospitalidad y su activa contribución al proceso preparatorio.

También quiero agradecer a los Embajadores Audra Plepyté y Adonia Ayebare, de Lituania y de Uganda, por el impecable trabajo en la co-facilitación de las negociaciones del Documento final.

Igualmente, destaco el espíritu constructivo de todas las delegaciones durante las negociaciones en Nueva York y agradezco sus esfuerzos para que ahora contemos con un sólido Documento sobre el rol de la cooperación sur-sur y la implementación de la Agenda 2030.

La Conferencia de las Naciones Unidas, que tuvo lugar hace cuarenta años, en Buenos Aires, es símbolo de la solidaridad y la determinación de los países del sur para ser protagonistas de su propio desarrollo y de la necesidad de fundar un nuevo orden internacional, más equitativo e incluyente, en el que todos puedan aportar de acuerdo a sus potencialidades.

Excelencias,

El mundo ahora es distinto al que teníamos en ese entonces. La realidad geopolítica es otra y es claro que los países del sur tienen hoy un rol decisivo, no solo en la economía sino en las alternativas a las múltiples crisis contemporáneas, como la crisis climática, migratoria y de seguridad.

Nuestra visión del desarrollo también ha cambiado. Con la Agenda 2030 nos comprometimos a transformar la vida de las generaciones presentes para preservar el futuro de las venideras.

Hoy, nos encontramos de nuevo, en esta hermosa ciudad, para reafirmar nuestro compromiso con la cooperación sur-sur y con todos los principios que la sostienen. Pero también estamos aquí para destacar el inmenso potencial que esta modalidad de cooperación nos ofrece. Todo ello, sin olvidar el compromiso histórico y las responsabilidades asumidas por los países desarrollados.

 

Estas cuatro décadas prueban que la cooperación sur-sur y la cooperación triangular son herramientas poderosas para lograr cambios positivos en los países del sur, en sus esfuerzos por erradicar la pobreza, en todas sus formas y dimensiones.

Innumerables proyectos gestados bajo la cooperación sur-sur han logrado resultados extraordinarios: desde la generación de empleo, hasta el fortalecimiento de las instituciones y las políticas públicas; mejoras en la salud, la educación, la cultura, la infraestructura y la transferencia de tecnología y la capacidad de respuesta ante catástrofes naturales o situaciones de emergencia. Y la lista es interminable.

Nuestro desafío, a partir de hoy, es potenciar estos ejemplos, y adaptarlos al nuevo paradigma de desarrollo sostenible. Y, ¿por qué no? con formas innovadoras de trabajo conjunto y solidario.

Para los Países de Renta Media la cooperación sur-sur debe contribuir a reducir las desigualdades, y aportar al financiamiento y la inversión. En los Países en Desarrollo Sin Litoral y en los Menos Adelantados, también se requieren iniciativas para transformar sus capacidades productivas y diversificarlas.

Debemos facilitar para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo el acceso a iniciativas para la adaptación al cambio climático,  la resiliencia y la sostenibilidad de la deuda.

La Agenda Africana de Desarrollo 2063 debe  beneficiarse también de esta poderosa herramienta.

Para todo ello, contar con más recursos técnicos y financieros es crítico. De acuerdo a UNCTAD, la brecha financiera para lograr los ODS asciende a unos 2.5 billones de dólares anuales.

Debemos también medir el impacto de la cooperación sur-sur e identificar los principales retos para su implementación. Necesitamos más datos y estadísticas.

Y, en todas nuestras iniciativas, debemos incluir el enfoque de género. Alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es una necesidad y una obligación.

Excelencias,

La cooperación sur-sur se remonta a un despertar de la conciencia de los países y pueblos del sur. Con ella hemos sido capaces de superar modelos asistencialistas y verticales de cooperación.

Por ejemplo, la cooperación tecnológica transregional para las energías renovables en India, China o Brasil son centrales para el futuro de la sostenibilidad ecológica y económica. Esto es clave si pensamos en que los beneficios de la cuarta revolución industrial deben favorecer también a los países del Sur.

En el área de la salud, podemos destacar los contingentes de médicos cubanos en África para superar en la emergencia sanitaria provocada por el Ébola. O la  prometedora iniciativa de los  cuatro países del Triángulo Norte de Centroamérica en el desarrollo de un plan integral para abordar el fenómeno migratorio.

No obstante, la cooperación sur-sur no reemplaza a la norte-sur; sino que la complementa y la enriquece. La Ayuda Oficial al Desarrollo sigue siendo crítica y es imperioso que sea cumplida.

La cooperación sur-sur es también la columna vertebral de la integración regional: acerca a los pueblos y facilita los procesos de concertación política que nos hace más fuertes.

Excelencias,

Estamos presenciando una oleada de cuestionamientos al sistema multilateral, así como a las normas y las instituciones que con tanto esfuerzo hemos construido. Las fuerzas aislacionistas, el nacionalismo extremo, están resurgiendo en varios rincones del planeta.

La mejor manera de responder es con más eficiencia e impacto y acciones colectivas. Para esto se requiere, hoy más que nunca un fuerte liderazgo.

La pregunta es: ¿qué sueñan, qué necesitan, qué esperan de nosotros las 821 millones de personas con hambre, los 258 millones de migrantes o los más de 193 millones de desempleados?

La respuesta es que, en Nueva York o Nueva Delhi, en París o Pretoria, en Quito o en Helsinki, todos comparten el mismo sueño: un empleo decente, salud y educación, un ambiente sano y seguro, un gobierno que escuche y responda, un sistema internacional eficiente y con resultados tangibles.

Pero estos sueños, que parecen tan elementales están cada vez más distantes. Los sentimientos de ansiedad y frustración deben tener una respuesta contundente, que surja de un sistema multilateral basado en la cooperación, incluyendo la cooperación sur-sur, y en su capacidad de incidir, de encaminar y acompañar a los gobiernos y a sus sociedades.

Está comprobado que la cooperación sur-sur y la cooperación triangular han generado estas respuestas que nos permiten conectar con la gente y transformar positivamente la vida de millones de personas y comunidades. Es claro que estamos contribuyendo a restaurar la confianza y la efectividad de la cooperación internacional y de la acción multilateral.

Innumerables proyectos gestados bajo la cooperación sur-sur han logrado resultados extraordinarios: desde la generación de empleo, hasta el fortalecimiento de las instituciones y las políticas públicas; mejoras en la salud, la educación, la cultura, la infraestructura y la transferencia de tecnología y la capacidad de respuesta ante catástrofes naturales o situaciones de emergencia. Y la lista es interminable.

María Fernanda Espinosa Garcés

PRESIDENTA DEL 73º PERIODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL

Excelencias, amigos y amigas

Finalmente, la Cooperación Sur-Sur representa lo mejor de nuestros pueblos. Precisamente, los principios de solidaridad y de obrar por el bien común, convierten a la cooperación sur-sur en una fuerza poderosa.

Recordando a Gandhi, podemos aseverar que la Cooperación Sur-Sur puede ser el cambio que queremos ver en el mundo. Me siento muy alentada de lo que hemos logrado hasta aquí, y tengo plena certeza del poder transformador que tendrá para el futuro.

Muchas gracias.