Lima, Perú – 9 de diciembre de 2014

El 20º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el décimo período de sesiones de la Conferencia de las Partes en calidad de Reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto

Excmo. Sr. Ollanta Moisés Humala, Presidente de la República del Perú,
Excelentísimos Jefes de Estado y de Gobierno,
Honorable Manuel Pulgar-Vidal, Ministro del Ambiente y Presidente de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco,
Excmo. Sr. Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas,
Sra. Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco,
Distinguidos delegados y participantes,
Señoras y Señores,

Es un placer para mí reunirme con ustedes aquí en el día de hoy. Doy las gracias al Gobierno y el pueblo del Perú por su cálida hospitalidad, y expreso mi agradecimiento a la Sra. Figueres y al personal de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático por su dedicación y su ardua labor.

Excelencias,

Esta conferencia es ciertamente muy oportuna. Las expectativas son altas, y con toda la razón. El cambio climático es uno de los mayores desafíos mundiales de nuestra generación, que se debe abordar con carácter de urgencia y unidad. No podemos darnos el lujo de perder el tiempo, y dejar que todo siga igual no es una opción.

Nuestro planeta avanza hacia el punto de inflexión, y el cambio climático pone en peligro la existencia de la humanidad. Sin esfuerzos inmediatos y concertados, será imposible que las generaciones presentes y futuras logren el desarrollo sostenible.

El quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), recientemente publicado, confirma que el clima mundial se está calentando de manera inequívoca y que la actividad humana es la principal responsable. Las pruebas son claras e irrefutables.

Muchos de los cambios observados no tienen precedentes, e incluyen el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, el calentamiento de la atmósfera y los océanos, la disminución de la nieve y el hielo y el aumento del nivel del mar, para mencionar solo algunos.

Los efectos adversos del cambio climático afectan a todos los países del mundo, pues amenazan la seguridad alimentaria y socavan los esfuerzos que se realizan para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible. Cualquier demora en la lucha contra el cambio climático acarreará un alto costo para todos nosotros.

En Uganda, mi país, los glaciares cubiertos de nieve de los picos más altos de las montañas Rwenzori, a casi 17.000 pies de altura, cubrían una superficie combinada de alrededor de 2,7 millas cuadradas a principios del siglo pasado. Actualmente ocupa menos de 0,4 millas cuadradas. Se calcula que, de continuar la tendencia actual causada por el calentamiento de la atmósfera, tal vez no existan glaciares en las montañas en los próximos dos decenios.

También sabemos que algunos pequeños Estados insulares, como Kiribati, encaran una amenaza existencial debido al aumento del nivel del mar. Si la situación actual persiste, las emisiones de gases de efecto invernadero causarán un mayor calentamiento climático, con lo que aumentarán las probabilidades de que sus efectos sobre las personas y los ecosistemas de todo el mundo sean graves e irreversibles.

Excelencias,

La buena noticia o el atisbo de esperanza, en dependencia de cuán optimistas quisiéramos ser, es que podemos adoptar medidas para alejarnos del precipicio al que nos abocan las consecuencias catastróficas del cambio climático. Si adoptamos más medidas de mitigación hoy, podemos reducir el costo de la adaptación mañana.

Hay una serie de estrategias que podemos aplicar ahora que conducen a caminos de resiliencia ante el clima y, al mismo tiempo, mejoran los medios de vida y sostienen el crecimiento económico y la integridad del medio ambiente.

Para ello, necesitamos la voluntad política colectiva de la comunidad internacional a fin de transformar los actuales modelos económicos y sociales en economías de bajas emisiones de carbono y, en última instancia, de neutralidad climática. Ello debe hacerse sobre la base de la equidad y de conformidad con los principios de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas.

Como Presidente de la Asamblea General, decidí que el cambio climático fuera una de las principales prioridades del sexagésimo noveno período de sesiones. Es esencial asegurar que las negociaciones sobre la agenda de desarrollo posterior a 2015, la tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y sobre un acuerdo mundial sobre el cambio climático se refuercen entre sí.

En resumen, ¿cuáles son los mensajes clave para todos nosotros en esta Conferencia de las Partes? En primer lugar, tenemos por delante un año crucial para el proceso de negociación que tiene lugar bajo los auspicios de la Convención Marco sobre el Cambio Climático. Nuestros debates acá, en la ciudad de Lima, serán fundamentales para ayudar a elaborar un proyecto de acuerdo que pueda ultimarse en París en diciembre de 2015. En este contexto, esta Conferencia es un paso de avance decisivo en el camino hacia la consecución de un acuerdo universal y vinculante en París.

En segundo lugar, esperamos resultados ambiciosos y, del mismo modo, ambiciosos deben ser los compromisos que contraigamos. En el proyecto de acuerdo se deben abordar todas las cuestiones de manera amplia y equilibrada, incluidas las medidas de mitigación y adaptación, así como el suministro de medios adecuados de aplicación y un marco para la vigilancia y la transparencia.

Esta conferencia debe abordar también la definición de los elementos que habrán de incluirse en las contribuciones determinadas a nivel nacional, así como el calendario para el proceso de evaluación.

En tercer lugar, las tendencias actuales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero no serán suficientes para limitar el aumento de la temperatura mundial a menos de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Si queremos cumplir nuestras ambiciosas metas para el período posterior a 2020, tenemos que contraer compromisos audaces, adoptar medidas inmediatas y seguir dirigiendo nuestras modalidades de consumo y producción hacia modelos de baja emisión de carbono.

En cuarto lugar, es crucial que los países que aún no lo hayan hecho, aceleren el proceso de ratificación del segundo período de compromiso del Protocolo de Kyoto. No debemos pasar por alto el hecho de que el Protocolo de Kyoto sigue siendo un elemento importante del panorama general.

En quinto lugar, es necesario aumentar la financiación para el clima, la innovación y la inversión en tecnologías ambientalmente racionales y en infraestructura, así como en el fomento de la capacidad. A este respecto, la capitalización inicial del Fondo Verde para el Clima de cerca de 10.000 millones de dólares hasta la fecha es un hecho positivo.

De cara al futuro, el cumplimiento de los compromisos anteriores, en particular la movilización de 100.000 millones de dólares por año a partir de 2020, y la obtención de recursos adicionales serán fundamentales para la aplicación de medidas de mitigación y adaptación.

Excelencias, Señoras y Señores,

Como tal vez sepan, convocaré una reunión de alto nivel sobre el cambio climático el 29 de junio de 2015 en Nueva York. Esta reunión, que tendrá lugar en un punto medio entre el 20º período de sesiones de la CP en Lima y el 21º período de sesiones de la CP en París, tiene por objeto mantener el impulso y complementar el actual proceso de negociación de la Convención.

Proporcionará a los Estados miembros una plataforma para intercambiar opiniones, compartir experiencias y hacer un balance del progreso realizado antes de la reunión de París.

En el día de hoy, invito a todos los Estados miembros al más alto nivel, junto con los miembros de la sociedad civil, el sector privado y otras partes interesadas pertinentes, a que asistan y participen activamente en las actividades previstas para junio del año próximo.

Por último, la actual generación de dirigentes políticos tienen la responsabilidad histórica de adoptar medidas audaces para contener los efectos del cambio climático.

El mundo está observando con expectación y ansiedad justificada. Tenemos que hacer todo lo necesario para llegar a un acuerdo vinculante y ambicioso sobre el cambio climático en diciembre del año próximo.

Muchas gracias por su amable atención.