CAMBIOS EN EL USO
DE LA TIERRA |
Ambiental |
Capítulo 10 |
Impulso |
1. Indicador
a) Nombre: Cambios en el uso de la tierra.
b) Breve definición: Cambios que se
registran con el tiempo en la distribución de la tierra de un país entre los
distintos usos.
c) Unidad de medida: Porcentaje de tierras de
cada categoría que cambian de uso por unidad de tiempo.
2. Ubicación dentro del marco
a) Programa 21: Capítulo 10: Enfoque integrado
de la planificación y la ordenación de los recursos de tierra.
b) Tipo de indicador: Impulso.
3. Significación (pertinencia para la adopción de
políticas)
a) Finalidad: La finalidad del indicador es
poner de manifiesto los cambios en los usos de producción o protección de
los recursos de tierra a fin de facilitar la planificación y el desarrollo de
políticas sostenibles con respecto al uso de la tierra.
b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no
sostenible: La información sobre los cambios en el uso de la tierra es
fundamental para planificar de manera integrada y sostenible los recursos de
tierra. Esa información resulta útil para determinar las oportunidades de
proteger usos de la tierra o de promover una distribución de esos recursos
que proporcione a la población los mayores beneficios sostenibles.
Los cambios en las tierras cultivables y las tierras
con cultivos permanentes y en las zonas de bosque facilitan información
importante sobre la dotación de recursos agrícolas y forestales de un país,
tanto desde una perspectiva económica como desde una perspectiva ambiental.
Desde un punto de vista económico, los cambios en el uso de las tierras darán
lugar, por ejemplo, a cambios en el volumen de producto disponible e influirán
en las oportunidades de empleo. Desde un punto de vista ambiental, el uso
insostenible de la tierra es un factor importante de erosión y desertificación,
y puede suponer una amenaza para los ecosistemas y dar lugar a la pérdida de
hábitat naturales y a la modificación del paisaje. Los cambios que conducen,
por ejemplo, a unas prácticas agrícolas de pastoreo inadecuadas, o a
actividades de construcción y minería que no tienen en cuenta el medio
ambiente, tienen graves repercusiones en la sostenibilidad. Este indicador
sirve de medida sinóptica de los otros muchos cambios más específicos del
medio ambiente y los recursos naturales que repercuten en el desarrollo
sostenible.
c) Relación con otros indicadores: La
interpretación de este indicador es más significativa si se examina
conjuntamente con la calidad de la tierra. También está estrechamente
vinculado a otros muchos indicadores sociales, económicos, ambientales e
institucionales, tales como los relacionados con la población (por ejemplo,
la tasa de crecimiento demográfico, la tasa de crecimiento de la población
urbana, la densidad de población, la dinámica de población en las zonas
montañosas), las reservas energéticas y minerales, las tierras afectadas por
la desertificación, el uso sostenible de los recursos naturales en las zonas
montañosas, la superficie cultivable por habitante, la intensidad de la tala
de árboles, las zonas protegidas como porcentaje de la superficie total, y
las estrategias de desarrollo sostenible.
d) Objetivos: En general, no existen objetivos
internacionales con respecto a este indicador. No obstante, se han establecido
determinados límites mínimos o porcentajes de la superficie total de tierras
para determinados usos necesarios o deseables, como por ejemplo las zonas
protegidas (véase el indicador relativo a las zonas protegidas como
porcentaje de la superficie total).
e) Convenios y acuerdos internacionales: No
disponibles.
4. Descripción de la metodología y definiciones en
que se basa
a) Definiciones y conceptos básicos: Los
conceptos y definiciones en que se basa la clasificación de las tierras según
sus usos son bien conocidos. Actualmente, la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está armonizando los
sistemas de clasificación y las bases de datos a fin de mejorar la información
nacional e internacional sobre el uso de la tierra. En ese marco, se están
desarrollando definiciones y protocolos, una estructura de base de datos
computadorizada sobre el uso de la tierra, y un sistema de clasificación de
los usos de la tierra de aceptación generalizada.
b) Métodos de medición: Los datos sobre los
cambios en el uso de la tierra pueden obtenerse a partir de las actividades
cartográficas y de vigilancia periódicas, en parte sobre la base de la
información acerca de la cubierta forestal; a partir de la teleobservación,
con apoyo de actividades de comprobación en tierra; y de los datos sobre el
uso de la tierra procedentes de los censos agrícolas. Es fundamental utilizar
una clasificación uniforme de los usos de la tierra y la cubierta vegetal. Se
recomienda aplicar el enfoque de la FAO/Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) (véase la referencia en la sección 7 infra). También
existen programas de ordenador para establecer una base de datos sobre los
usos de la tierra y la cubierta vegetal. El empleo de esos instrumentos
permitirá obtener resultados y estadísticas uniformes.
c) El indicador dentro del marco de
impulso-estado-reacción: Habida cuenta de que los cambios en el uso de la
tierra pueden dar lugar a cambios en el potencial de las tierras, o en la
disponibilidad y la calidad de los recursos de tierras, se trata de un
indicador de impulso. No obstante, también puede considerarse como un
indicador de estado dentro del marco impulso-estado-reacción.
d) Limitaciones del indicador: El indicador por
sí solo no determina las causas o las presiones que dan lugar a los cambios
en el uso de la tierra. A nivel internacional, todavía no existe una
armonización suficiente de la clasificación de los usos de la tierra. En
general no se dispone de datos georreferenciados sobre el uso de la tierra.
e) Otras posibles definiciones: No disponibles.
5. Evaluación de la disponibilidad de datos de
fuentes nacionales e internacionales
a) Datos necesarios para determinar el indicador:
Estadísticas actualizadas e informes de teleobservación, datos fiables sobre
los usos de la tierra procedentes de los censos agrícolas y mapas fiables de
los usos de la tierra, todos ellos actualizados periódicamente.
b) Disponibilidad de datos: La mayoría de los
países disponen de estadísticas generales sobre el uso de la tierra. No
obstante, la variabilidad de las definiciones y la falta de datos uniformes
sobre los cambios en el uso de la tierra que estén referenciados
especialmente constituyen obstáculos graves para, por ejemplo, efectuar análisis
temporales y comparaciones internacionales.
c) Fuentes de datos: Pueden obtenerse datos de
los gobiernos nacionales y de los programas regionales e internacionales en
cuyo marco se recoge información sobre el uso de la tierra.
6. Organismos que intervienen en la determinación
del indicador
a) Organismo principal: El organismo principal
para el desarrollo de este indicador es la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El punto de
contacto es el Director General Auxiliar del Departamento de Desarrollo
Sostenible de la FAO; No de fax (39 6) 5225 3152.
b) Otras organizaciones: El Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha colaborado en el desarrollo de este
indicador. También han participado expertos nacionales de la administración
pública y de instituciones académicas, como por ejemplo del Instituto
Internacional para Levantamientos Aeroespaciales y Ciencias Terrestres y el
Instituto de Ecología terrestre.
7. Información suplementaria
a) Otras lecturas:
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
y Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Report of the UNEP/FAO Expert Meeting on Harmonizing Land Cover and Land Use
Classifications. Ginebra, 23 a 25 de noviembre de 1993. Serie de informes del
SIMUVIMA N 25, Nairobi. Marzo de 1994.
Hay otros documentos disponibles o en proceso de
preparación
b) Estado de la metodología:
No se ha llegado a un acuerdo sobre metodología en los
foros intergubernamentales.
CAMBIOS EN EL
ESTADO DE LAS TIERRAS |
Ambiental |
Capítulo 10 |
Estado |
1. Indicador
a) Nombre: Cambios en el estado de las
tierras.
b) Breve definición: Cambios,
desglosados por tipo y ubicación geográfica, en las condiciones, idoneidad y
naturaleza de los recursos de tierras. Éstos pueden ser de tipos muy
distintos, entre los que figuran: las condiciones físicas del suelo; la
diversidad o la densidad de la cubierta vegetal; el espesor de la capa arable;
las condiciones alcalinas; la construcción de bancales; la creación de fajas
de vegetación en curvas de nivel; etc.
c) Unidad de medida: Superficie y magnitud de
los cambios en el estado de las tierras seleccionadas, con indicación por
separado de las mejoras y el deterioro.
2. Ubicación dentro del marco
a) Programa 21: Capítulo 10: Enfoque integrado
de la planificación y la ordenación de los recursos de tierra.
b) Tipo de indicador: Estado.
3. Significación (pertinencia para la adopción de
políticas)
a) Finalidad: Medir los cambios en la capacidad
productiva, la calidad ambiental y la sostenibilidad de los recursos
nacionales de tierras.
b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no
sostenible: Los cambios en la calidad y la idoneidad de las tierras para
los distintos usos a los que se destina tiene consecuencias evidentes y
fundamentales en la sostenibilidad de los recursos de tierras. Esos cambios
pueden deberse a causas antropogénicas o naturales, y afectar gravemente al
bienestar del ser humano. La degradación de las tierras puede limitar su
capacidad y la de los recursos hídricos de servir de base a la agricultura,
la silvicultura, la pesca y los asentamientos humanos. En sus formas más
graves, puede dar lugar a desertificación. Por otra parte, las medidas de
conservación de la tierra, tales como la construcción de bancales, pueden
mejorar la calidad y la productividad de las tierras. Los cambios en el estado
de las tierras, ya sean positivos o negativos, repercuten en las actividades
humanas, ya que, por ejemplo, influyen en las cosechas; y en la salud del
ecosistema, incluidas la calidad y la disponibilidad de hábitat. Este
indicador es especialmente importante para países en los que las cuestiones
relacionadas con la calidad de la tierra son prioritarias, y puede utilizarse
para fines de alerta temprana con miras a promover la adopción de medidas
preventivas de conservación.
c) Relación con otros indicadores: La
interpretación de este indicador resulta más útil si se complementa con la
del indicador de los cambios en el uso de la tierra. También está
estrechamente relacionado con varios otros indicadores sociales, económicos,
ambientales e institucionales, tales como la tasa de crecimiento demográfico,
la densidad de población, el producto interno bruto por habitante, la tierra
afectada por la desertificación, la superficie afectada por la salinización
y el anegamiento, la superficie de tierras contaminadas con desechos
peligrosos, y las estrategias de desarrollo sostenible.
d) Objetivos: No existen ni se aplican objetivos
internacionales. Algunos países pueden disponer de objetivos a nivel nacional
o subnacional sobre determinadas formas de cambio, por ejemplo, la regeneración
de tierras afectadas por la salinización o la rehabilitación de tierras dañadas
por la erosión.
e) Convenios y acuerdos internacionales: No
existen convenios ni acuerdos oficiales, pero el indicador se apoya en tres
documentos de menor alcance: i) la Carta mundial de los suelos, aprobada por
la Conferencia de 1981 de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO); ii) el Plan internacional para la
conservación y rehabilitación de tierras africanas (ARC/90/4), aprobado por
la Conferencia regional sobre África de 1990; y iii) la Declaración y
Programa de Acción de Den Bosch en pro de un desarrollo agrícola y rural
sostenible, FAO y Gobierno de los Países Bajos, 1991.
4. Descripción de la metodología y definiciones en
que se basa
a) Definiciones y conceptos básicos: Los
conceptos y definiciones relativos a la degradación del suelo y las tierras
figuran, por ejemplo, en la Evaluación a nivel mundial de la degradación de
los suelos. La labor que están desarrollando actualmente sobre la Reseña
mundial de enfoques y tecnologías de la conservación la Universidad de Berna/Departamento
Suizo de Desarrollo y de Ayuda Humanitaria, la Asociación Mundial para la
Conservación del Suelo y el Agua y la FAO proporcionará conceptos e
información sobre el alcance de los distintos tipos de prácticas de
conservación de la tierra. Sin embargo, los conceptos en que se basa el
indicador deben seguirse desarrollando y actualmente no puede considerarse que
el indicador sea plenamente operacional para la mayoría de los países.
b) Métodos de medición: Se propone que el
indicador mida la superficie de tierras que han mejorado o se han deteriorado,
especificando el tipo de cambio. La medición debería realizarse a intervalos
de cinco a diez años.
c) El indicador dentro del marco de
impulso-estado-reacción: Se trata de un indicador de estado dentro del
marco de impulso-estado-reacción que vigila la mejora o la degradación de la
calidad de las tierras como consecuencia de la ordenación de los recursos de
tierras o de causas naturales.
d) Limitaciones del indicador: La calidad de la
tierra puede representarse de muchas maneras y resulta difícil y costoso
recoger datos de calidad suficiente para realizar un análisis significativo.
No resulta posible efectuar comparaciones entre los distintos países como
consecuencia de la diversidad de variables sobre la calidad de la tierra, de
las diferencias en los sistemas de clasificación y de la escasez de los datos
disponibles, especialmente sobre zonas amplias.
e) Otras posibles definiciones: El indicador
podría basarse en la selección de un conjunto central de parámetros de la
calidad de la tierra basado en la disponibilidad de datos. Esos parámetros
podrían ser: la cubierta vegetal; las tierras que corren riesgo de erosión;
los niveles de materia orgánica en el suelo; y la salinización. Ese enfoque
podría enriquecerse en el futuro a partir de la experiencia adquirida a nivel
nacional e internacional. Sin embargo, por el momento, tal vez sea conveniente
un mayor grado de flexibilidad para seleccionar los parámetros.
5. Evaluación de la disponibilidad de datos de
fuentes nacionales e internacionales
a) Datos necesarios para determinar el indicador:
Los datos para determinar este indicador pueden obtenerse a partir de diversas
fuentes, incluidos estudios edafológicos, estudios de la cubierta vegetal,
evaluaciones de la degradación del suelo, y estimaciones del alcance de las
distintas mejoras de la tierra desde el censo anterior.
b) Disponibilidad de datos: En general no se
dispone de datos sistemáticos, salvo en algunos países. De algunos datos se
dispone a escala mundial (1:5 millones y 1:10 millones), o a nivel nacional.
c) Fuentes de datos: Pueden obtenerse datos de
los institutos edafológicos nacionales, de los censos agrícolas o de los
servicios de teleobservación.
6. Organismos que intervienen en la determinación
del indicador
El organismo principal para el desarrollo de este
indicador es la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO). El punto de contacto es el Director General
Auxiliar del Departamento de Desarrollo Sostenible de la FAO; No de
fax (39 6) 5225 3152.
7. Información suplementaria
Guidelines for Agro-ecological Zone Studies (en
preparación).
Evaluación de nivel mundial de la degradación de los
suelos.
Boletín sobre suelos 67.
Informe mundial sobre suelos 71 y 71/1-9.
Informe mundial sobre suelos 74. Global and National
Soils and Terrain Digital Databases (manual).
ORDENACIÓN DE LOS
RECURSOS NATURALES DESCENTRALIZADA
A NIVEL LOCAL |
Ambiental |
Capítulo 10 |
Reacción |
1. Indicador
a) Nombre: Ordenación de los recursos
naturales descentralizada a nivel local.
b) Breve definición: Este indicador evalúa
la medida en que los gobiernos han puesto la ordenación de los recursos
naturales en manos de las comunidades locales; y los cambios en la asignación
de poderes respecto de la ordenación de los recursos.
c) Unidad de medida: Número de gobiernos
locales y comunidades locales a los que se ha traspasado la ordenación de los
recursos naturales o que participan en su gestión, como porcentaje del número
total de gobiernos locales y comunidades locales.
2. Ubicación dentro del marco
a) Programa 21: Capítulo 10: Enfoque integrado
de la planificación y la ordenación de los recursos de tierra.
b) Tipo de indicador: Reacción.
3. Significación (pertinencia para la adopción de
políticas)
a) Finalidad: Este indicador representa la
medida en que la ordenación de los recursos está en manos de los tenedores
de las tierras o de otras personas que controlan de hecho los recursos
locales; también representa parcialmente la medida en que los que controlan
los recursos locales y otras personas que pueden influir directamente en
dichos recursos tienen incentivos para conservarlos.
b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no
sostenible: Cada vez está más generalizado el reconocimiento de que
devolver o, cuando menos, compartir, los derechos, la responsabilidad y los
beneficios en relación con los recursos es fundamental para que su ordenación
sea eficaz. La habilitación de la comunidad es una de las cuestiones
institucionales más importantes, fundamental para promover o reforzar un
comportamiento sostenible. La ordenación de los recursos por parte de la
comunidad entraña la habilitación de ésta, y tiene consecuencias directas
para el desarrollo sostenible.
c) Relación con otros indicadores: Este
indicador está relacionado con otros indicadores pertinentes para la
utilización de los recursos desde una perspectiva institucional. Entre ellos
figuran el acceso a la información, la contribución de las organizaciones no
gubernamentales y las estrategias de desarrollo sostenible.
d) Objetivos: No se han fijado objetivos para
este indicador.
e) Convenios y acuerdos internacionales: En la
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación se
examina la habilitación de los usuarios de los recursos locales.
4. Descripción de la metodología y definiciones en
que se basa
a) Definiciones y conceptos básicos: Los
conceptos están bien desarrollados, aunque rara vez se aplican. Están
documentados en una serie de publicaciones sobre desarrollo de la comunidad y
ordenación comunitaria de los recursos. Desde un punto de vista operacional,
el indicador requiere perfeccionamiento.
La autoridad administrativa de nivel local reconocida
por el gobierno central y la organización social en que se encuadran las
familias, esté o no reconocida por los gobiernos, no son necesariamente una
misma cosa. El traspaso de la responsabilidad con respecto a la ordenación
debe producirse a ambos niveles. Para ello, es necesario transferir o
compartir la responsabilidad con respecto a los recursos y a los ingresos
procedentes de su utilización. También puede suponer que se transfieran o
compartan conocimientos técnicos e información a fin de garantizar una
ordenación eficaz.
Resulta útil distinguir entre los usuarios de los
recursos (por ejemplo, cazadores, leñadores, y turistas), los que controlan
de hecho los recursos (propietarios de tierras, gobierno local, Estado), y los
encargados de la ordenación de los recursos. La clave está en que los que
controlan los recursos locales participen en su ordenación conjuntamente con
el Estado y tengan firme interés en conservar los recursos.
b) Métodos de medición: La medición se ve
complicada por el hecho de que pueden intervenir diversos estamentos locales y
de que la transferencia de la ordenación incluye diversos aspectos, entre los
que figuran las responsabilidades, el derecho a los beneficios, los
conocimientos especializados y la información. Por consiguiente, el indicador
puede entrañar diversas medidas. Por ejemplo, en Zimbabwe se han utilizado
dos medidas conjuntamente: el porcentaje de distritos rurales que se encargan
de la ordenación de su flora y fauna silvestres; y los distritos que destinan
al menos el 50% de los ingresos brutos derivados de la flora y fauna
silvestres a las comunidades, como porcentaje de los distritos que se encargan
de la gestión de su flora y fauna silvestres (véase Prescott-Allen, 1995, en
el apartado a) de la sección 7 infra). La primera de ambas mediciones
establece el traspaso de poderes del gobierno central a los gobiernos locales.
La segunda mide el traspaso de los gobiernos locales a las comunidades. Ambas
medidas se consideran igualmente importantes y, por consiguiente, se suman y
promedian a fin de establecer un único indicador.
c) El indicador dentro del marco de
impulso-estado-reacción: El indicador representa una reacción
institucional a la gestión de recursos.
d) Limitaciones del indicador: El indicador
tiene que perfeccionarse y ponerse a prueba. El traspaso de poderes no
facilita información sobre la capacidad de los diversos asociados de
colaborar en el marco de un modelo descentralizado. La unidad de medición no
tiene en cuenta un importante aspecto cualitativo, a saber, en qué medida está
repartida la ordenación de los recursos entre sus usuarios, las comunidades
locales, y los gobiernos. El indicador no informa de si las comunidades
locales y los gobiernos conservan realmente los recursos.
e) Otras posibles definiciones: Un método
alternativo de expresar el indicador sería mediante una afirmación o una
negación. Sin embargo, la medición no resultaría significativa porque la
ordenación local tiene diversos niveles y entraña distintos elementos.
5. Evaluación de la disponibilidad de datos de
fuentes nacionales e internacionales
a) Datos necesarios para determinar el indicador:
Derechos y responsabilidad transferidos. Número total de gobiernos locales/comunidades.
Número de gobiernos locales/comunidades a los que se han transferido derechos
o responsabilidades. Capacidad de todos los interesados de colaborar en el
marco de un modelo descentralizado. Distintos elementos que participan en la
ordenación de los recursos, y alcance y forma de esa participación.
b) Disponibilidad de datos: Sólo se dispone de
datos sobre algunos países. La mayoría de los datos pueden reunirse
exclusivamente a nivel local, preferiblemente contando con la plena
participación de la comunidad en la evaluación.
c) Fuentes de datos: Las fuentes nacionales son
las comunidades, los usuarios de los recursos, los departamentos de ordenación
de los recursos, y las organizaciones no gubernamentales que colaboran en los
programas comunitarios de ordenación. No existe ninguna fuente internacional
de datos.
6. Organismos que intervienen en la determinación
del indicador
a) Organismo principal: El organismo principal
es la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). El punto de contacto es el
Grupo de Evaluación Internacional de la Unión; No de fax (1 604)
474 6976.
b) Otras organizaciones: También ha colaborado
en la preparación de este indicador la Oficina de las Naciones Unidas de
Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
7. Información suplementaria
a) Otras lecturas:
Dudley, Eric. The Critical Villager: Beyond
Community Participation. Routledge, Londres y Nueva York. 1993.
Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo
(IIMAD). Whose Eden? An Overview of Community Approaches to Wildlife
Management. Londres. 1994.
Murphree, M. Communities as Resource Management
Institutions. Serie Gatekeeper, 36, IIMAD, Londres. 1993.
Prescott-Allen, Robert. Barometer of Sustainability: a
Method of Assessing Progress towards Sustainable Societies. PADATA, Victoria,
Canadá. 1995.
Prescott-Allen, Robert y Christine (eds.). Assessing
the Sustainability of Uses of Wild Species: Case Studies and Initial
Assessment Procedure. UICN, Gland, Suiza. 1996.
b) Otros contactos:
Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación; No de fax (39 6) 522 3369.
Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo;
No de fax (44 71) 388 2826.
Oficina de Lucha contra la Desertificación y la Sequía,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; No de fax (1
212) 906 6345/6916.
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