United Nations

A/CONF.151/26 (Vol. II)


General Assembly

Distr. GENERAL
13 de agosto de 1992
                                                      ESPA¥OL
                                                      ORIGINAL:   INGLES


              INFORME DE LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE
                        EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO*

                     (R¡o de Janeiro, 3 a 14 de junio de 1992)
    

     *    El presente documento es una versi¢n preliminar del informe de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y
se
publica en cinco vol£menes.  La Declaraci¢n de R¡o sobre el Medio Ambiente y
el
Desarrollo y la secci¢n I (Dimensiones sociales y econ¢micas) del Programa 21
figuran en el volumen I; la secci¢n II (Conservaci¢n y gesti¢n de los recursos
para el desarrollo) del Programa 21 se incluye en el volumen II; y las
secciones III (Fortalecimiento del papel de los grupos principales) y IV
(Medios
de ejecuci¢n) del Programa 21 y la declaraci¢n autorizada, sin fuerza jur¡dica
obligatoria, de principios para un consenso mundial respecto de la ordenaci¢n,
la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo se
incluyen en el volumen III.  El volumen IV contiene un resumen de las
deliberaciones de la Conferencia y las declaraciones de apertura y de
clausura. 
En el volumen V se incluyen las declaraciones formuladas durante la Cumbre.


9238361S    021092   071092                                                 
/...
                                      INDICE*


Anexo II. PROGRAMA 21 (continuaci¢n)


Cap¡tulo                                                       P rrafos   
P gina

                SECCION II.  CONSERVACION Y GESTION DE LOS         
                             RECURSOS PARA EL DESARROLLO           

    9.  PROTECCION DE LA ATMOSFERA                                             
  9.1 - 9.354

   10.  ENFOQUE INTEGRADO DE LA PLANIFICACION Y LA
              ORDENACION DE LOS RECURSOS DE TIERRA                10.1 -
10.1816

   11.  LUCHA CONTRA LA DEFORESTACION                                         
11.1 - 11.4023

   12.  ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES:  LUCHA 
              CONTRA LA DESERTIFICACION Y LA SEQUIA              12.1 -
12.6340

   13.  ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES:  
              DESARROLLO SOSTENIBLE DE LAS ZONAS DE MONTA¥A 13.1 - 13.24    
60

   14.  FOMENTO DE LA AGRICULTURA Y DEL DESARROLLO RURAL
              SOSTENIBLE                                                       
            14.1 - 14.10468

   15.  CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA                      15.1 -
15.1198

   16.  GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE  
              LA BIOTECNOLOGIA                                                 
      16.1 - 16.44106

   17.  PROTECCION DE LOS OCEANOS Y DE LOS MARES DE 
        TODO TIPO, INCLUIDOS LOS MARES CERRADOS Y 
        SEMICERRADOS, Y DE LAS ZONAS COSTERAS, Y 
              PROTECCION, UTILIZACION RACIONAL Y 
              DESARROLLO DE SUS RECURSOS VIVOS                        17.1 -
17.136124

   18.  PROTECCION DE LA CALIDAD Y EL SUMINISTRO 
              DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE:  APLICACION DE 
              CRITERIOS INTEGRADOS PARA EL APROVECHAMIENTO, 
              ORDENACION Y USO DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE18.1 - 18.90   
160

   19.  GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS 
              PRODUCTOS QUIMICOS TOXICOS, INCLUIDA LA 
              PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO 
              DE PRODUCTOS TOXICOS Y PELIGROSOS             19.1 - 19.76   
198




          

     *     La secci¢n I (Dimensiones sociales y econ¢micas) figura en el
documento A/CONF.151/26 (Vol. I); la secci¢n III (Fortalecimiento del papel de
los grupos principales) y la secci¢n IV (Medios de ejecuci¢n) se incluyen en
el
documento A/CONF.151/26 (Vol. III).

                               INDICE (continuaci¢n)

Cap¡tulo                                                       P rrafos   
P gina

   20.  GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS
              PELIGROSOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO
              INTERNACIONAL ILICITO DE DESECHOS PELIGROSOS  20.1 - 20.46   
218

   21.  GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS
              SOLIDOS Y CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS AGUAS
              CLOACALES                                                        
             21.1 - 21.49235

   22.  GESTION INOCUA Y ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS
              DESECHOS RADIACTIVOS                                             
 22.1 - 22.9252



































                                    Cap¡tulo 9

                            PROTECCION DE LA ATMOSFERA

                                   INTRODUCCION

9.1  La protecci¢n de la atm¢sfera es una labor amplia y multidimensional en
la
que intervienen varios sectores de la actividad econ¢mica.  Se recomienda a
los
gobiernos y a las dem s entidades que se esfuerzan por proteger la atm¢sfera
que
examinen y, cuando proceda, apliquen las opciones y medidas que se exponen en
este cap¡tulo.

9.2  Se tiene presente que muchas de las cuestiones de que se trata en este
cap¡tulo se contemplan en acuerdos internacionales como el Convenio de Viena
para la Protecci¢n de la Capa de Ozono de 1985, el Protocolo de Montreal
relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono de 1987, en su forma
enmendada, la Convenci¢n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Clim tico,
de 1992, y otros instrumentos internacionales, incluidos los regionales.  En
el
caso de las actividades contempladas en esos acuerdos, se entiende que las
recomendaciones que figuran en este cap¡tulo no obligan a ning£n gobierno a
tomar medidas que superen lo dispuesto en esos instrumentos jur¡dicos.  No
obstante, en el marco de este cap¡tulo, los gobiernos son libres de aplicar
medidas adicionales compatibles con esos instrumentos jur¡dicos.

9.3  Se tiene tambi‚n presente que las actividades que se realicen para
alcanzar
los objetivos de este cap¡tulo deber¡an coordinarse con el desarrollo social y
econ¢mico en forma integral con el fin de evitar que tuviesen repercusiones
negativas sobre ‚ste, teniendo plenamente en cuenta las leg¡timas necesidades
prioritarias de los pa¡ses en desarrollo por lo que respecta al logro del
crecimiento econ¢mico sostenido y la erradicaci¢n de la pobreza.

9.4  En este contexto se hace especial referencia al  rea de programas A del
cap¡tulo 2 del Programa 21 (Fomento del desarrollo sostenible mediante el
comercio).

9.5  En el presente cap¡tulo se incluyen las cuatro  reas de programas
siguientes:

    a)  Consideraci¢n de las incertidumbres:  perfeccionamiento de la base
cient¡fica para la adopci¢n de decisiones;

    b)  Promoci¢n del desarrollo sostenible:

     i)   Desarrollo, eficiencia y consumo de la energ¡a;

    ii)   Transporte;

   iii)   Desarrollo industrial;

    iv)   Desarrollo de los recursos terrestres y marinos y aprovechamiento de
          las tierras;

     c)   Prevenci¢n del agotamiento del ozono estratosf‚rico;

     d)   Contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza.


                                          AREAS DE PROGRAMAS

            A.  Consideraci¢n de las incertidumbres:  perfeccionamiento
                de la base cient¡fica para la adopci¢n de decisiones   

Bases para la acci¢n

9.6  La preocupaci¢n por el cambio clim tico y la variabilidad clim tica, la
contaminaci¢n del aire y el agotamiento del ozono ha creado una nueva demanda
de
informaci¢n cient¡fica, econ¢mica y social para reducir las incertidumbres que
a£n quedan en esas esferas.  Es necesario mejorar la comprensi¢n y la
capacidad
de predicci¢n de las diversas propiedades de la atm¢sfera y de los ecosistemas
afectados, as¡ como de las repercusiones sobre la salud y de su interacci¢n
con
los factores socioecon¢micos.

Objetivos

9.7  El objetivo b sico de esta  rea de programas es mejorar la comprensi¢n de
los procesos que afectan a la atm¢sfera terrestre a escala mundial, regional y
local y que a su vez se ven afectados por ‚sta, incluidos, entre otros, los
procesos f¡sicos, qu¡micos, geol¢gicos, biol¢gicos, oce nicos, hidrol¢gicos,
econ¢micos y sociales; aumentar la capacidad e intensificar la cooperaci¢n
internacional; y mejorar la comprensi¢n de las consecuencias econ¢micas y
sociales de los cambios atmosf‚ricos y de las medidas de mitigaci¢n y
respuesta
adoptadas respecto de esos cambios.

Actividades

9.8  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

     a)   Promover la investigaci¢n relacionada con los procesos naturales que
afectan a la atm¢sfera y se ven afectados por ‚sta, as¡ como de los v¡nculos
cr¡ticos entre el desarrollo sostenible y los cambios atmosf‚ricos, incluidos
los efectos sobre la salud humana, los ecosistemas, los sectores econ¢micos y
la
sociedad;

     b)   Asegurar una cobertura geogr fica m s equilibrada del Sistema
Mundial
de Observaci¢n del Clima y sus componentes, incluida la Vigilancia de la
Atm¢sfera Global, facilitando, entre otras cosas, el establecimiento y
funcionamiento de estaciones adicionales de observaci¢n sistem tica, y
contribuyendo al desarrollo, utilizaci¢n y accesibilidad de esas bases de
datos;

     c)   Promover la cooperaci¢n en:

     i)   El desarrollo de sistemas de detecci¢n temprana relativos a los
          cambios y las fluctuaciones en la atm¢sfera;

    ii)   La creaci¢n y mejoramiento de la capacidad de predecir esos cambios
y
          fluctuaciones y evaluar sus repercusiones ambientales y
          socioecon¢micas;

     d)   Cooperar en la investigaci¢n para desarrollar metodolog¡as y
determinar umbrales de contaminantes atmosf‚ricos, as¡ como niveles
atmosf‚ricos
de concentraciones de gases de efecto invernadero, que puedan causar
interferencias antrop¢genas peligrosas con el sistema clim tico y el medio
ambiente en su conjunto, y los ritmos de cambio conexos que no permitir¡an a
los
ecosistemas adaptarse naturalmente;

     e)   Promover el aumento de la capacidad cient¡fica, el intercambio de
datos e informaciones cient¡ficos, y la facilitaci¢n de la participaci¢n y
capacitaci¢n de expertos y personal t‚cnico, sobre todo en los pa¡ses en
desarrollo, y cooperar con ellos, en las esferas de la investigaci¢n, la
reuni¢n, organizaci¢n y evaluaci¢n de datos, y de la observaci¢n sistem tica
relacionada con la atm¢sfera.


                      B.  Promoci¢n del desarrollo sostenible

                1.  Desarrollo, eficiencia y consumo de la energ¡a

Bases para la acci¢n

9.9  La energ¡a es esencial para el desarrollo econ¢mico y social y el
mejoramiento de la calidad de la vida.  Sin embargo, la mayor parte de la
energ¡a del mundo se produce y consume en formas que no podr¡an perdurar si la
tecnolog¡a permaneciera constante o si las magnitudes globales aumentaran
notablemente.  La necesidad de controlar las emisiones atmosf‚ricas de gases
de
efecto invernadero y otros gases y sustancias deber  basarse cada vez m s en
la
eficiencia en la producci¢n, transmisi¢n, distribuci¢n y consumo de la energ¡a
y
en una dependencia cada vez mayor de sistemas energ‚ticos, ecol¢gicamente
racionales, sobre todo de las fuentes de energ¡a nuevas y renovables 1/.  Ser 
necesario utilizar todas las fuentes de energ¡a en formas que respeten la
atm¢sfera, la salud humana y el medio ambiente en su totalidad.

9.10  Es preciso eliminar los actuales obst culos al aumento del suministro de
energ¡a ecol¢gicamente racional necesario para seguir el camino del desarrollo
sostenible, en particular en los pa¡ses en desarrollo.

Objetivos

9.11  El objetivo b sico y £ltimo de esta  rea de programas es reducir los
efectos perjudiciales del sector de energ¡a en la atm¢sfera mediante la
promoci¢n de pol¡ticas o de programas, seg£n proceda, orientados a aumentar la
contribuci¢n de los sistemas energ‚ticos ecol¢gicamente racionales y
econ¢micos,
particularmente los nuevos y renovables, mediante la producci¢n, la
transmisi¢n,
la distribuci¢n y el uso menos contaminantes y m s eficientes de la energ¡a. 
Este objetivo deber¡a reflejar la necesidad de equidad, de un abastecimiento
suficiente de energ¡a y de un aumento del consumo de energ¡a en los pa¡ses en
desarrollo, y deber¡a tener en cuenta la situaci¢n de los pa¡ses que dependen
en
gran medida de los ingresos generados por la producci¢n, elaboraci¢n y
exportaci¢n, y/o el consumo de combustibles f¢siles y de productos conexos de
alto consumo energ‚tico, y/o el uso de combustibles f¢siles muy dif¡ciles de
reemplazar por otras fuentes de energ¡a, y la situaci¢n de los pa¡ses
extremadamente vulnerables a los efectos perjudiciales del cambio clim tico.

Actividades

9.12  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

               a)   Cooperar en la b£squeda y el desarrollo de fuentes
energ‚ticas
econ¢micamente viables y ecol¢gicamente racionales, para promover la
disponibilidad de un mayor abastecimiento de energ¡a como apoyo a los
esfuerzos
por lograr un desarrollo sostenible, en particular en los pa¡ses en
desarrollo;

     b)   Promover el desarrollo en el plano nacional de metodolog¡as
apropiadas
para la adopci¢n de decisiones integradas de pol¡tica energ‚tica, ambiental y
econ¢mica para el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante
evaluaciones
del impacto ambiental;

     c)   Promover la investigaci¢n, el desarrollo, la transferencia y el uso
de
mejores tecnolog¡as y pr cticas de alto rendimiento energ‚tico, entre ellas,
tecnolog¡as end¢genas en todos los sectores pertinentes, prestando especial
atenci¢n a la rehabilitaci¢n y la modernizaci¢n de los sistemas de generaci¢n
de
energ¡a, en particular en los pa¡ses en desarrollo;

     d)   Promover la investigaci¢n, el desarrollo, la transferencia y el uso
de
tecnolog¡as y pr cticas para el establecimiento de sistemas energ‚ticos
ecol¢gicamente racionales, entre ellos, sistemas energ‚ticos nuevos y
renovables, prestando particular atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo;

     e)   Promover el aumento de las capacidades institucional, cient¡fica, de
planificaci¢n y de gesti¢n, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, para
desarrollar, producir y utilizar formas de energ¡a cada vez m s eficientes y
menos contaminantes;

     f)   Examinar las diversas fuentes actuales de abastecimiento de energ¡a
para determinar en qu‚ forma se podr¡a aumentar la contribuci¢n de los
sistemas
energ‚ticos ecol¢gicamente racionales en su conjunto, en particular los
sistemas
energ‚ticos nuevos y renovables, de manera econ¢micamente eficiente, teniendo
en
cuenta las caracter¡sticas sociales, f¡sicas, econ¢micas y pol¡ticas propias
de
los respectivos pa¡ses, y estudiando y aplicando, seg£n proceda, medidas para
salvar cualquier obst culo a su establecimiento y uso;

     g)   Coordinar planes energ‚ticos en los planos regional y subregional,
seg£n proceda, y estudiar la viabilidad de una distribuci¢n eficiente de
energ¡a
ecol¢gicamente racional a partir de fuentes de energ¡a nuevas y renovables;

     h)   De conformidad con las prioridades nacionales en materia de
desarrollo
socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas
o
programas eficaces en funci¢n de los costos, que incluyan medidas
administrativas, sociales y econ¢micas, con el fin de mejorar el rendimiento
energ‚tico;

     i)   Aumentar la capacidad de planificaci¢n energ‚tica y de gesti¢n de
programas sobre eficiencia energ‚tica, as¡ como de desarrollo, introducci¢n y
promoci¢n de fuentes de energ¡a nuevas y renovables;

     j)   Promover normas o recomendaciones apropiadas sobre rendimiento
energ‚tico y emisiones a nivel nacional 2/ orientadas hacia el desarrollo y
uso
de tecnolog¡as que reduzcan al m¡nimo los efectos adversos sobre el medio
ambiente;

     k)   Fomentar la ejecuci¢n, en los planos local, nacional, subregional y
regional, de programas de educaci¢n y toma de conciencia sobre el uso
eficiente
de la energ¡a y sobre sistemas energ‚ticos ecol¢gicamente racionales;

               l)   Establecer o aumentar, seg£n proceda, en cooperaci¢n con
el sector
privado, programas de etiquetado de productos para proporcionar informaci¢n a
los encargados de adoptar decisiones y a los consumidores sobre oportunidades
de
un uso eficiente de la energ¡a.


                                  2.  Transporte

Bases para la acci¢n

9.13  El sector del transporte tiene un papel esencial y positivo que
desempe¤ar
en el desarrollo econ¢mico y social, y es indudable que las necesidades de
transporte aumentar n.  Sin embargo, como el sector del transporte es tambi‚n
fuente de emisiones atmosf‚ricas, es necesario revisar los sistemas de
transporte existentes y lograr un dise¤o y una gesti¢n eficaces de los
sistemas
de tr fico y transporte.

Objetivos

9.14  El objetivo b sico de esta  rea de programas es elaborar y promover
pol¡ticas o programas, seg£n proceda, eficaces en funci¢n de los costos, a fin
de limitar, reducir o controlar, seg£n el caso, las emisiones perjudiciales en
la atm¢sfera y otros efectos ambientales adversos del sector del transporte,
teniendo en cuenta las prioridades de desarrollo, as¡ como las circunstancias
concretas locales y nacionales y los aspectos de seguridad.

Actividades

9.15  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

     a)   Desarrollar y promover, seg£n proceda, sistemas de transporte
econ¢micos, m s eficientes, menos contaminantes y m s seguros, en particular
sistemas de transporte colectivo integrado rural y urbano, as¡ como redes de
caminos ecol¢gicamente racionales, teniendo en cuenta la necesidad de
establecer
prioridades sociales, econ¢micas y de desarrollo sostenibles, particularmente
en
los pa¡ses en desarrollo;

     b)   Facilitar, en los planos internacional, regional, subregional y
nacional, la disponibilidad y transferencia de tecnolog¡as de transporte
seguras, eficientes, en particular en cuanto al uso de recursos, y menos
contaminantes, sobre todo a los pa¡ses en desarrollo, as¡ como la ejecuci¢n de
programas apropiados de capacitaci¢n;

     c)   Reforzar, seg£n proceda, su labor de reuni¢n, an lisis e intercambio
de la informaci¢n pertinente sobre la relaci¢n entre el medio ambiente y el
transporte, prestando particular atenci¢n a la observaci¢n sistem tica de las
emisiones y a la elaboraci¢n de una base de datos sobre transporte;

     d)   De conformidad con las prioridades nacionales en materia de
desarrollo
socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas
o
programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas
administrativas, sociales y econ¢micas a fin de fomentar el uso de modos de
transporte que reduzcan al m¡nimo los efectos perjudiciales para la atm¢sfera;

               e)   Desarrollar o perfeccionar, seg£n proceda, mecanismos para
integrar
las estrategias de planificaci¢n del transporte y las estrategias de
planificaci¢n de asentamientos urbanos y regionales, con miras a reducir los
efectos del transporte sobre el medio ambiente;

     f)   Estudiar, dentro del marco de las Naciones Unidas y de sus
comisiones
regionales, la viabilidad de convocar conferencias regionales sobre el
transporte y el medio ambiente.


                             3.  Desarrollo industrial

Bases para la acci¢n

9.16  La industria es esencial para la producci¢n de bienes y servicios y es
una
fuente importante de empleo e ingresos; por consiguiente, el desarrollo
industrial es esencial para el crecimiento econ¢mico.  Al mismo tiempo, la
industria es uno de los principales usuarios de recursos y materiales y, en
consecuencia, las actividades industriales originan emisiones que afectan a la
atm¢sfera y al medio ambiente en general.  La protecci¢n de la atm¢sfera se
podr¡a ampliar, entre otras cosas, mediante un aumento de la eficiencia de los
recursos y materiales en la industria, mediante la instalaci¢n o el
mejoramiento
de tecnolog¡as de reducci¢n de la contaminaci¢n y la sustituci¢n de
clorofluorocarbonos y otras sustancias que agotan el ozono con las sustancias
apropiadas, as¡ como mediante la reducci¢n de desechos y subproductos.

Objetivos

9.17  El objetivo b sico de esta  rea de programas es estimular el desarrollo
industrial en formas que reduzcan al m¡nimo los efectos perjudiciales para la
atm¢sfera, entre otras cosas, aumentando la eficiencia en la producci¢n y
consumo industriales de todos los recursos y materiales, perfeccionando las
tecnolog¡as de reducci¢n de la contaminaci¢n, y creando nuevas tecnolog¡as
ecol¢gicamente racionales.

Actividades

9.18  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

     a)   De conformidad con las prioridades nacionales en materia de
desarrollo
socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas
o
programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas
administrativas, sociales y econ¢micas a fin de reducir al m¡nimo la
contaminaci¢n industrial y los efectos perjudiciales para la atm¢sfera;

     b)   Alentar a la industria para que aumente y fortalezca su capacidad de
crear tecnolog¡as, productos y procesos que sean seguros y menos contaminantes
y
que utilicen m s eficientemente todos los recursos y materiales, as¡ como la
energ¡a; 

     c)   Cooperar en la creaci¢n y transferencia de dichas tecnolog¡as
industriales y en el establecimiento de la capacidad necesaria para gestionar
y
utilizar tales tecnolog¡as, particularmente con respecto a los pa¡ses en
desarrollo;

               d)   Elaborar, mejorar y aplicar sistemas de evaluaci¢n del
impacto
ambiental a fin de fomentar el desarrollo industrial sostenible;

     e)   Promover la utilizaci¢n eficiente de materiales y recursos, teniendo
en cuenta los ciclos vitales de los productos a fin de obtener los beneficios
econ¢micos y ambientales de la utilizaci¢n de los recursos con m s eficiencia
y
la generaci¢n de menos desechos;

     f)   Apoyar la promoci¢n de tecnolog¡as y procesos industriales menos
contaminantes y m s eficientes, teniendo en cuenta las posibilidades de acceso
a
la energ¡a de cada zona, sobre todo a fuentes de energ¡a renovables y seguras,
con miras a limitar la contaminaci¢n industrial y los efectos perjudiciales
para
la atm¢sfera.


               4.  Desarrollo de los recursos terrestres y marinos y
                   aprovechamiento de la tierra                     

Bases para la acci¢n

9.19  Las pol¡ticas relativas a los recursos y al aprovechamiento de la tierra
provocar n cambios en la atm¢sfera y se ver n afectadas por ellos.  Ciertas
pr cticas relacionadas con los recursos terrestres y marinos y el
aprovechamiento de la tierra pueden reducir los sumideros de gases de efecto
invernadero y aumentar las emisiones atmosf‚ricas.  La p‚rdida de diversidad
biol¢gica puede reducir la resistencia de los ecosistemas a las variaciones
clim ticas y a los da¤os producidos por la contaminaci¢n del aire.  Los
cambios
atmosf‚ricos pueden causar profundos efectos en los bosques, la diversidad
biol¢gica y los ecosistemas de agua dulce y marinos, y en las actividades
econ¢micas, como la agricultura.  Con frecuencia los objetivos de pol¡tica de
los distintos sectores pueden divergir y por eso es preciso considerarlos de
manera integrada.

Objetivos

9.20  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Promover la utilizaci¢n de los recursos marinos y terrestres y las
pr cticas apropiadas de aprovechamiento de la tierra que contribuyan a:

     i)   La reducci¢n de la contaminaci¢n atmosf‚rica y/o la limitaci¢n de
las
          emisiones antrop¢genas de gases de efecto invernadero;

    ii)   La conservaci¢n, la gesti¢n sostenible y el mejoramiento, seg£n
          proceda, de todos los sumideros de gases de efecto invernadero;

   iii)   La conservaci¢n y la utilizaci¢n sostenible de los recursos
naturales
          y ambientales;

     b)   Velar por que los cambios atmosf‚ricos reales y potenciales y sus
consecuencias socioecon¢micas y ecol¢gicas se tomen plenamente en cuenta al
planificar y aplicar pol¡ticas y programas relativos a las pr cticas de
utilizaci¢n de los recursos terrestres y marinos y de aprovechamiento de la
tierra.

Actividades

9.21  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

     a)   De conformidad con las prioridades nacionales en materia de
desarrollo
socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas
o
programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas
administrativas, sociales y econ¢micas, a fin de fomentar las pr cticas
ecol¢gicamente racionales de utilizaci¢n de la tierra; 

     b)   Aplicar pol¡ticas y programas que desalienten las pr cticas de
aprovechamiento de la tierra inadecuadas y contaminantes y promuevan la
utilizaci¢n sostenible de los recursos terrestres y marinos;

     c)   Examinar la posibilidad de promover la elaboraci¢n y uso de
pr cticas
relativas a los recursos terrestres y marinos y al aprovechamiento de la
tierra
que ayuden a resistir mejor los cambios y fluctuaciones atmosf‚ricos;

     d)   Promover el aprovechamiento sostenible y la cooperaci¢n en la
conservaci¢n y el perfeccionamiento, seg£n proceda, de los sumideros y
dep¢sitos
de gases de efecto invernadero, en particular de la biomasa, los bosques y los
oc‚anos, as¡ como de otros ecosistemas terrestres, costeros y marinos.


              C.  Prevenci¢n del agotamiento del ozono estratosf‚rico

Bases para la acci¢n

9.22  El an lisis de los datos cient¡ficos recientes ha confirmado los
crecientes temores respecto del continuo agotamiento de la capa de ozono
estratosf‚rico de la Tierra debido al cloro y bromo reactivos procedentes de
los
clorofluorocarbonos (CFC), los halones y otras sustancias afines artificiales.

Si bien el Convenio de Viena para la Protecci¢n de la Capa de Ozono de 1985 y
el
Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono de
1987 (en su forma enmendada en Londres, en 1990) fueron logros importantes en
el
plano internacional, el contenido total de cloro de las sustancias que agotan
la
capa de ozono en la atm¢sfera ha seguido aumentando.  Esta tendencia puede
invertirse si se aplican las medidas de control que figuran en el Protocolo.

Objetivos

9.23  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Alcanzar los objetivos fijados en el Convenio de Viena y el
Protocolo
de Montreal y sus enmiendas de 1990, incluso la consideraci¢n en dichos
instrumentos de las necesidades y condiciones especiales de los pa¡ses en
desarrollo y el acceso de ‚stos a sustancias distintas de las que agotan la
capa
de ozono.  Deber¡an promoverse las tecnolog¡as y los productos naturales que
reducen la demanda de sustancias que agotan la capa de ozono;

     b)   Elaborar estrategias destinadas a mitigar los efectos negativos de
la
radiaci¢n ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra como resultado
del
agotamiento y la modificaci¢n de la capa de ozono estratosf‚rico.

Actividades

9.24  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an:

     a)   Ratificar, aceptar o aprobar el Protocolo de Montreal y sus
enmiendas
de 1990; hacer efectivas, prontamente, sus contribuciones a los fondos
fiduciarios de Viena y Montreal y al Fondo Multilateral Provisional; y
contribuir, seg£n proceda, a las actividades que se est n realizando en virtud
del Protocolo de Montreal y sus mecanismos de aplicaci¢n, entre ellas, el
suministro de suced neos de los CFC y dem s sustancias que agotan la capa de
ozono y la facilitaci¢n de la transferencia de las tecnolog¡as
correspondientes
a los pa¡ses en desarrollo, a fin de que puedan cumplir con las obligaciones
del
Protocolo;

     b)   Apoyar una mayor expansi¢n del Sistema Mundial de Observaci¢n del
Ozono, facilitando, mediante fondos bilaterales y multilaterales, el
establecimiento y funcionamiento de nuevas estaciones de observaci¢n
sistem tica, especialmente en el cintur¢n tropical del hemisferio sur;

     c)   Participar activamente en la evaluaci¢n continua de la informaci¢n
cient¡fica y los efectos para la salud y el medio ambiente, as¡ como las
consecuencias tecnol¢gicas y econ¢micas, del agotamiento del ozono
estratosf‚rico; y considerar otras medidas que resulten justificadas y viables
en funci¢n de tales evaluaciones;

     d)   Sobre la base de los resultados de las investigaciones acerca de los
efectos de la radiaci¢n ultravioleta adicional que llega a la superficie de la
Tierra, considerar la posibilidad de tomar medidas correctivas apropiadas en
las
esferas de la salud humana, la agricultura y el medio marino;

     e)   Reemplazar los CFC y dem s sustancias que agotan la capa de ozono,
con
arreglo a lo dispuesto en el Protocolo de Montreal, reconociendo que la
conveniencia de este reemplazo deber¡a evaluarse en forma integral y no
simplemente sobre la base de su contribuci¢n a la soluci¢n de un problema
atmosf‚rico o ambiental.


                   D.  Contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza

Bases para la acci¢n

9.25  La contaminaci¢n transfronteriza tiene efectos nocivos para la salud de
los seres humanos y otros efectos perjudiciales en el medio ambiente, como la
p‚rdida de  rboles y bosques y la acidificaci¢n de masas de agua.  Las redes
que
vigilan la contaminaci¢n atmosf‚rica no cubren todas las regiones por igual y
los pa¡ses en desarrollo est n muy poco representados.  La falta de datos
fidedignos sobre las emisiones fuera de Europa y Am‚rica del Norte limita
considerablemente las posibilidades de medir la contaminaci¢n atmosf‚rica
transfronteriza.  Tambi‚n es insuficiente la informaci¢n sobre los efectos de
la
contaminaci¢n atmosf‚rica en el medio ambiente y la salud en otras regiones.

9.26  La Convenci¢n de 1979 sobre la contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza
a
larga distancia y sus protocolos han establecido un r‚gimen regional en Europa
y
Am‚rica del Norte, basado en un proceso de examen y en programas cooperativos
de
observaci¢n sistem tica y evaluaci¢n de la contaminaci¢n atmosf‚rica e
intercambio de informaci¢n al respecto.  Estos programas deben mantenerse y
ampliarse y sus resultados deben compartirse con otras regiones del mundo.

Objetivos

9.27  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Elaborar y aplicar tecnolog¡as de control y medici¢n de la
contaminaci¢n producida por fuentes fijas y m¢viles de contaminaci¢n
atmosf‚rica
y elaborar otras tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales;

     b)   Observar y evaluar sistem ticamente las fuentes y la magnitud de la
contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza producida por procesos naturales y
actividades antrop¢genas;

     c)   Fortalecer la capacidad, en particular de los pa¡ses en desarrollo,
para medir y determinar los movimientos y los efectos de la contaminaci¢n
atmosf‚rica transfronteriza y elaborar modelos al respecto, mediante el
intercambio de informaci¢n y la formaci¢n de expertos, entre otras
actividades;

     d)   Desarrollar la capacidad para evaluar y mitigar la contaminaci¢n
atmosf‚rica transfronteriza producida por accidentes industriales y nucleares,
desastres naturales y la destrucci¢n deliberada y/o accidental de recursos
naturales;

     e)   Promover la adopci¢n de nuevos acuerdos regionales para limitar la
contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza, y la aplicaci¢n de los existentes; 

     f)   Elaborar estrategias encaminadas a reducir las emisiones que
provocan
la contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza y sus efectos.

Actividades

9.28  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
¢rganos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, el sector privado y las
instituciones
financieras, deber¡an:

     a)   Establecer y/o fortalecer acuerdos regionales para la lucha contra
la
contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza y cooperar, en particular con los
pa¡ses en desarrollo, en las esferas de la observaci¢n y la evaluaci¢n
sistem ticas, la construcci¢n de modelos y el desarrollo e intercambio de
tecnolog¡as para la limitaci¢n de las emisiones procedentes de fuentes m¢viles
y
fijas de contaminaci¢n atmosf‚rica.  En este contexto, se deber¡a hacer m s
hincapi‚ en la consideraci¢n del alcance, las causas y los efectos
socioecon¢micos y para la salud de la radiaci¢n ultravioleta, la acidificaci¢n
del medio ambiente y el da¤o causado a los bosques y a la vegetaci¢n en
general
por los fotooxidantes;

     b)   Establecer o fortalecer sistemas de alerta temprano y mecanismos de
intervenci¢n en relaci¢n con la contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza que
resulta de accidentes industriales y desastres naturales, as¡ como de la
destrucci¢n deliberada y/o accidental de recursos naturales;

     c)   Facilitar las oportunidades de capacitaci¢n y el intercambio de
datos
e informaci¢n y de experiencias nacionales y/o regionales;

               d)   Cooperar en los planos regional, multilateral y bilateral
para evaluar
la contaminaci¢n atmosf‚rica transfronteriza y elaborar y ejecutar programas
que
incluyan medidas concretas para reducir las emisiones a la atm¢sfera y hacer
frente a sus efectos ambientales, econ¢micos, sociales y de otra ¡ndole.

Medios de ejecuci¢n

     Cooperaci¢n internacional y regional

9.29  Los instrumentos jur¡dicos en vigor han creado estructuras
institucionales
que se relacionan con los prop¢sitos de esos instrumentos y la labor al
respecto
deber¡a proseguir b sicamente en esos contextos.  Los gobiernos deber¡an
continuar y aumentar su cooperaci¢n en los planos regional y mundial, as¡ como
en el sistema de las Naciones Unidas.  En ese contexto, cabe hacer referencia
a
las recomendaciones contenidas en el cap¡tulo 38 del Programa 21 (Arreglos
institucionales internacionales).

     Aumento de la capacidad

9.30  Los pa¡ses, en cooperaci¢n con los ¢rganos competentes de las Naciones
Unidas, los donantes internacionales y las organizaciones no gubernamentales,
deber¡an movilizar recursos t‚cnicos y financieros y facilitar la cooperaci¢n
t‚cnica con pa¡ses en desarrollo a fin de reforzar sus capacidades t‚cnicas y
de
gesti¢n, planificaci¢n y administraci¢n para promover el desarrollo sostenible
y
la protecci¢n de la atm¢sfera, en todos los sectores pertinentes.

Desarrollo de los recursos humanos

9.31  Es preciso adoptar y fortalecer programas de educaci¢n y de toma de
conciencia en los planos local, nacional e internacional que se refieran a la
promoci¢n del desarrollo sostenible y a la protecci¢n de la atm¢sfera, en
todos
los sectores pertinentes.

Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

9.32  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del  rea de programas A
ascender  a unos 640 millones de d¢lares, que la comunidad internacional
suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas
estimaciones
son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por
los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

9.33  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del programa en cuatro etapas
del  rea de programas B ascender  a unos 20.000 millones de d¢lares, que la
comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

9.34  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del  rea de programas C ser 
de
unos 160 a 590 millones de d¢lares a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

9.35  La secretar¡a de la Conferencia ha incluido los costos de la asistencia
t‚cnica y los programas experimentales en los p rrafos 9.32 y 9.33.


                                       Notas

     1/   Las fuentes de energ¡a nuevas y renovables son las energ¡as
heliot‚rmica, solar fotovoltaica, e¢lica, hidroel‚ctrica, de biomasa,
geot‚rmica, marina, animal y humana, de las que se trata en los informes del
Comit‚ sobre el Aprovechamiento y la Utilizaci¢n de las Fuentes de Energ¡a
Nuevas y Renovables, preparados espec¡ficamente para la Conferencia (v‚anse
A/CONF.151/PC/119 y A/AC.218/1992/5).

     2/   Ello incluye las normas o recomendaciones promovidas por las
organizaciones regionales de integraci¢n econ¢mica.

                                    Cap¡tulo 10

               ENFOQUE INTEGRADO DE LA PLANIFICACION Y LA ORDENACION
                            DE LOS RECURSOS DE TIERRAS

                                   INTRODUCCION

10.1  Normalmente la tierra se define como una entidad f¡sica, en t‚rminos de
su
topograf¡a y naturaleza espacial; si se adopta una visi¢n integrada m s
amplia,
incluye adem s los recursos naturales:  los suelos, los minerales, el agua y
la
biota que comprende la tierra.  Estos componentes est n organizados en
ecosistemas que proporcionan una variedad de servicios indispensables para
mantener la integridad de los sistemas sustentadores de la vida y la capacidad
productiva del medio ambiente.  Los recursos de tierras se utilizan en formas
que aprovechan todas esas caracter¡sticas.  La tierra es un recurso finito,
mientras que los recursos naturales que sustenta pueden variar con el tiempo y
seg£n las condiciones de su ordenaci¢n y los usos que se les den.  Las
crecientes necesidades humanas y el aumento de las actividades econ¢micas
ejercen una presi¢n cada vez mayor sobre los recursos de tierras, suscitan la
competencia y los conflictos y llevan a un uso impropio de la tierra y los
recursos.  Si se quiere satisfacer en el futuro las necesidades humanas de
manera sostenible, es esencial resolver ahora esos conflictos y encaminarse
hacia un uso m s eficaz y eficiente de la tierra y sus recursos naturales.  Un
enfoque integrado de la planificaci¢n y gesti¢n del medio f¡sico y del uso de
la
tierra es una forma eminentemente pr ctica de lograrlo.  Examinando todos los
usos de la tierra de manera integrada, se pueden reducir al m¡nimo los
conflictos y obtener el equilibrio m s eficaz y se puede vincular el
desarrollo
social y econ¢mico con la protecci¢n y el mejoramiento del medio ambiente,
contribuyendo as¡ a lograr los objetivos del desarrollo sostenible.  La
esencia
de este enfoque integrado consiste en coordinar las actividades sectoriales de
planificaci¢n y gesti¢n relacionadas con los diversos aspectos de la
utilizaci¢n
de la tierra y los recursos de tierras.

10.2  Este cap¡tulo se centra en un  rea de programas, la planificaci¢n y
ordenaci¢n integrada de los recursos de tierras, que trata de la
reorganizaci¢n
y, en su caso, del fortalecimiento de la estructura de adopci¢n de decisiones,
as¡ como de las pol¡ticas actuales, los procedimientos de planificaci¢n y
ordenaci¢n y los m‚todos que pueden contribuir a establecer un enfoque
integrado
de los recursos de tierras.  No abarca en cambio los aspectos operacionales de
la planificaci¢n y la ordenaci¢n, que se abordan m s adecuadamente en las
 reas
de programas sectoriales pertinentes.  Dado que esta  rea de programas se
ocupa
de un importante aspecto intersectorial del proceso de adopci¢n de decisiones
con miras a un desarrollo sostenible, guarda estrecha relaci¢n con diversas
otras  reas que tratan tal cuesti¢n directamente.


                                 AREA DE PROGRAMAS

               Enfoque integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n
                            de los recursos de tierras

Bases para la acci¢n

10.3  Los recursos terrestres se utilizan con una diversidad de fines
interrelacionados que pueden competir entre s¡; en consecuencia, conviene
planear y ordenar todos los usos en forma integral.  La integraci¢n deber¡a
hacerse a dos niveles, considerando, por un lado, todos los factores
ambientales, sociales y econ¢micos (como, por ejemplo, las repercusiones de
los
diversos sectores econ¢micos y sociales sobre el medio ambiente y los recursos
naturales) y, por otro, todos los componentes del medio ambiente y los
recursos
conjuntamente (a saber, el aire, el agua, la biota, la tierra, los recursos
naturales y geol¢gicos).  La consideraci¢n integral facilita opciones y
compensaciones adecuadas llevando a su m ximo nivel la productividad y la
utilizaci¢n sostenibles.  La posibilidad de dedicar las tierras a diferentes
usos se plantea en el curso de proyectos importantes de asentamiento o de
desarrollo o, de modo sucesivo, a medida que la oferta de tierras se sit£a en
el
mercado.  Ello ofrece a su vez la posibilidad de reforzar las formas
tradicionales de ordenaci¢n sostenible de las tierras o de que se consideren
dignos de protegerse para su conservaci¢n la diversidad biol¢gica o servicios
ecol¢gicos cr¡ticos.

10.4  Pueden combinarse diversas t‚cnicas, marcos y procesos para facilitar
tal
estudio integrado.  Constituyen el apoyo indispensable del proceso de
planificaci¢n y ordenaci¢n, en el plano nacional y local y en el plano del
ecosistema o de la zona, as¡ como del desarrollo de planes concretos de
acci¢n. 
Muchos de sus elementos ya existen, pero ser  necesario generalizar su
aplicaci¢n, desarrollarlos y reforzarlos.  Esta  rea de programas tiene por
objeto principal brindar un marco para coordinar el proceso de adopci¢n de
decisiones; por lo tanto, el contenido y las funciones operacionales no
figuran
en este documento, sino que se tratan en las actividades sectoriales
pertinentes
del Programa 21.

Objetivos

10.5  El objetivo global consiste en facilitar la dedicaci¢n de la tierra a
los
usos que aseguren los mayores beneficios sostenibles y promover la transici¢n
a
una ordenaci¢n sostenible e integral de los recursos de tierras.  Al hacerlo
deber¡an tenerse en cuenta los problemas ambientales, sociales y econ¢micos. 
Sobre todo, deber¡an tenerse presentes las zonas protegidas, el derecho a la
propiedad privada, los derechos de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades
y
otras comunidades locales y el papel econ¢mico de la mujer en la agricultura y
en el desarrollo rural, entre otros.  En t‚rminos m s concretos, los objetivos
son los siguientes:

     a)   Estudiar y perfeccionar pol¡ticas para propiciar el uso ¢ptimo de la
tierra y la ordenaci¢n sostenible de los recursos de tierras, a m s tardar
para 1996;

     b)   Mejorar y reforzar los sistemas de planificaci¢n, ordenaci¢n y
evaluaci¢n de las tierras y sus recursos, para el a¤o 2000 a m s tardar;

     c)   Reforzar las instituciones y los mecanismos de coordinaci¢n
relacionados con la tierra y sus recursos, para 1998 a m s tardar;

     d)   Crear mecanismos para facilitar la intervenci¢n y participaci¢n
activa
de todos los interesados, sobre todo de las comunidades y la poblaci¢n
locales,
en la adopci¢n de decisiones sobre el aprovechamiento y la ordenaci¢n de las
tierras, para 1996 a m s tardar.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

     Elaboraci¢n de pol¡ticas e instrumentos normativos de apoyo

10.6  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones
regionales e internacionales, deber¡an velar por que las pol¡ticas y los
instrumentos normativos propiciaran el aprovechamiento ¢ptimo de las tierras y
la ordenaci¢n sostenible de sus recursos.  Deber¡a prestarse especial atenci¢n
a
las tierras agr¡colas.  Con este fin, deber¡an:

     a)   Elaborar un m‚todo integrado de establecimiento de objetivos y
formulaci¢n de pol¡ticas en los planos nacional, regional y local en el que se
tengan en cuenta los problemas ambientales, sociales, demogr ficos y
econ¢micos;

     b)   Formular pol¡ticas que fomenten el aprovechamiento sostenible de las
tierras y la ordenaci¢n adecuada de sus recursos, en las que se tengan en
cuenta, adem s, la base de recursos de tierras, los problemas demogr ficos y
los
intereses de la poblaci¢n local;

     c)   Revisar el marco reglamentario, particularmente las leyes, la
reglamentaci¢n y los procedimientos de aplicaci¢n, a fin de poner de relieve
qu‚
hay que mejorar para propiciar el aprovechamiento sostenible de la tierra y la
ordenaci¢n adecuada de los recursos de tierras y limitar la transformaci¢n de
las tierras cultivables productivas en terrenos para otros usos;

     d)   Aplicar instrumentos econ¢micos y crear incentivos y mecanismos
institucionales para fomentar el aprovechamiento ¢ptimo de las tierras y la
ordenaci¢n sostenible de los recursos de tierras;

     e)   Difundir el principio de la delegaci¢n de la formulaci¢n de
pol¡ticas
al nivel m s bajo de autoridad p£blica que sean compatible con la adopci¢n de
medidas eficaces y la participaci¢n de la poblaci¢n local.

     Refuerzo de los sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n

10.7.  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an examinar y,
de
ser necesario, revisar los sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n para
facilitar
un enfoque integrado.  Con este fin, deber¡an:

     a)   Adoptar sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n que faciliten la
integraci¢n de los componentes ambientales como el aire, el agua, las tierras
y
otros recursos naturales, utilizando la planificaci¢n ecol¢gica del paisaje u
otros m‚todos que se centren en unidades tales como el ecosistema o la cuenca;

     b)   Adoptar marcos estrat‚gicos que permitan integrar a un tiempo los
objetivos del desarrollo y los del medio ambiente; buen ejemplo de los cuales
son los sistemas de subsistencia sostenibles, el desarrollo rural, la
Estrategia
Mundial para la Conservaci¢n/Cuidado de la Tierra, la atenci¢n primaria del
medio ambiente (PEC), etc.;

     c)   Establecer un marco general para la planificaci¢n del
aprovechamiento
de las tierras y el medio f¡sico en el marco del cual puedan desarrollarse los
planes especializados y planes sectoriales m s detallados (por ejemplo, para
las
zonas protegidas, la agricultura, los bosques, los asentamientos humanos o el
desarrollo rural); establecer ¢rganos consultivos intersectoriales para
agilizar
la planificaci¢n y la ejecuci¢n de los proyectos;

     d)   Fortalecer los sistemas de ordenaci¢n de la tierra y los recursos
naturales incluyendo los m‚todos tradicionales y aut¢ctonos adecuados; buen
ejemplo de esas pr cticas son el pastoreo, las reservas Hema (reservas
tradicionales isl micas de tierras) y la agricultura en terrazas; 

     e)   Examinar y, cuando sea necesario, establecer criterios innovadores y
flexibles para la financiaci¢n de los programas;

     f)   Preparar inventarios detallados sobre la capacidad de la tierra para
orientar la asignaci¢n, ordenaci¢n y aprovechamiento adecuados de los recursos
de tierras en los planos nacional y local.

     Promoci¢n de la aplicaci¢n de sistemas adecuados de planificaci¢n
     y ordenaci¢n

10.8  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones
internacionales y regionales competentes, deber¡an promover el mejoramiento,
el
desarrollo y la aplicaci¢n generalizada de los sistemas de planificaci¢n y
ordenaci¢n que facilitaran la aplicaci¢n de m‚todos integrados y sostenibles
de
ordenaci¢n de las tierras y de sus recursos.  Con este fin, deber¡an:

     a)   Adoptar sistemas mejorados para la interpretaci¢n y el an lisis
integral de datos sobre el aprovechamiento de las tierras y los recursos de
tierras;

     b)   Aplicar sistem ticamente t‚cnicas y procedimientos para evaluar los
efectos ambientales, sociales y econ¢micos, y los riesgos, costos y beneficios
de determinadas medidas;

     c)   Analizar y ensayar m‚todos para incluir las funciones y los valores
de
los recursos de tierras y ecosistemas en las cuentas nacionales.

     Toma de conciencia

10.9  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las
instituciones nacionales y los grupos interesados y con el apoyo de las
organizaciones regionales e internacionales, deber¡an emprender campa¤as de
sensibilizaci¢n para que la poblaci¢n reconociera y comprendiera la
importancia
de la ordenaci¢n integrada de las tierras y sus recursos y el papel que las
personas y los grupos sociales podr¡an desempe¤ar al respecto.  Al mismo
tiempo
deber¡an proporcionarse medios que permitieran adoptar pr cticas mejores de
aprovechamiento de las tierras y de ordenaci¢n sostenible de ‚stas.

     Promoci¢n de la participaci¢n del p£blico

10.10  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las
organizaciones nacionales y con el apoyo de las organizaciones internacionales
apropiadas, deber¡an establecer procedimientos innovadores que facilitaran y
fomentaran la participaci¢n activa de todos los sectores en el proceso de
adopci¢n y ejecuci¢n de decisiones, en particular los grupos hasta ahora
excluidos, como las mujeres, los ni¤os, las poblaciones ind¡genas, sus
comunidades y otras comunidades locales.

b)             Datos e informaci¢n

     Refuerzo de los sistemas de informaci¢n

10.11  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las
instituciones nacionales y con el apoyo de las organizaciones internacionales
y
regionales, deber¡an reforzar los sistemas de informaci¢n necesarios para la
adopci¢n de decisiones sobre el uso y la ordenaci¢n de las tierras y evaluar
los
cambios futuros en esa esfera.  Deber¡an tener en cuenta las necesidades tanto
de los hombres como de las mujeres.  Con ese fin, deber¡an:

     a)   Reforzar los sistemas de informaci¢n, observaci¢n sistem tica y
evaluaci¢n de datos ambientales, econ¢micos y sociales relacionados con los
recursos de tierras en los planos mundial, regional, nacional y local, as¡
como
el potencial de producci¢n de las tierras y las modalidades de uso y
ordenaci¢n
de las tierras;

     b)   Reforzar la coordinaci¢n entre los actuales sistemas de datos
sectoriales sobre la tierra y los recursos de tierras y fortalecer la
capacidad
nacional para reunir y evaluar datos;

     c)   Difundir de manera accesible en todos los sectores de la poblaci¢n,
sobre todo en las comunidades locales y los grupos de mujeres, la informaci¢n
t‚cnica apropiada necesaria para la adopci¢n de decisiones debidamente
fundamentadas acerca del uso y la ordenaci¢n de las tierras;

     d)   Apoyar sistemas de gesti¢n comunitaria y de bajo costo para la
reuni¢n
de informaci¢n sobre la situaci¢n y los procesos de cambio de los recursos de
tierras, incluidos los suelos, la cubierta forestal, la fauna y flora
silvestres, el clima y otros elementos.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

     Establecimiento de un mecanismo regional

10.12  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an fortalecer
el
intercambio de informaci¢n y la cooperaci¢n regional sobre los recursos de
tierras.  Con ese fin, deber¡an:

     a)   Estudiar y formular pol¡ticas regionales que apoyen los programas
nacionales de planificaci¢n del uso de la tierra y del medio f¡sico;

     b)   Promover la elaboraci¢n de planes sobre el uso de la tierra y el
medio
f¡sico en los pa¡ses de la regi¢n;

     c)   Crear sistemas de informaci¢n y promover la capacitaci¢n;

     d)   Intercambiar, por medio de redes y otros sistemas apropiados,
informaci¢n sobre las experiencias obtenidas sobre el proceso y los resultados
de la planificaci¢n y ordenaci¢n integradas y participatorias de los recursos
de
tierras en los planos nacional y local.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

10.13  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

     Mejoramiento de la comprensi¢n cient¡fica del sistema de recursos
     de tierras

10.14  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con la
comunidad
cient¡fica nacional e internacional y con el apoyo de las organizaciones
nacionales e internacionales competentes, deber¡an promover y apoyar la
investigaci¢n adecuada al medio local sobre el sistema de recursos de tierras
y
las consecuencias para el desarrollo sostenible y las pr cticas de ordenaci¢n.

Se deber¡a dar prioridad, seg£n procediera, a:

     a)   La evaluaci¢n de la capacidad potencial de producci¢n de las tierras
y
de las funciones del ecosistema;

     b)   Las interacciones ecosist‚micas y las interacciones de los recursos
terrestres y los sistemas sociales, econ¢micos y ambientales;

     c)   La determinaci¢n de indicadores de sostenibilidad aplicables a los
recursos de tierras, teniendo en cuenta los factores ambientales, econ¢micos,
sociales, culturales y pol¡ticos.

     Ensayo de los resultados de la investigaci¢n mediante proyectos
     experimentales

10.15  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con la
comunidad
cient¡fica nacional e internacional y con el apoyo de las organizaciones
internacionales competentes, deber¡an investigar y ensayar, por medio de
proyectos experimentales, las posibilidades de aplicar m‚todos perfeccionados
a
la planificaci¢n y ordenaci¢n integradas de los recursos de tierras, teniendo
en
cuenta los factores t‚cnicos, sociales e institucionales.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

     Mejoramiento de la educaci¢n y la capacitaci¢n

10.16  Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las
autoridades locales, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones
internacionales competentes, deber¡an promover el desarrollo de los recursos
humanos que fueran necesarios para la planificaci¢n y ordenaci¢n sostenibles
de
las tierras y sus recursos.  Ello deber¡a lograrse ofreciendo incentivos a las
iniciativas locales y aumentando la capacidad de gesti¢n en el plano local,
sobre todo la de la mujer, de las formas siguientes:

     a)   Concediendo importancia a enfoques interdisciplinarios e
integradores
en los planes de estudio de las escuelas y en la formaci¢n t‚cnica,
profesional
y universitaria;

     b)   Capacitando a todos los sectores pertinentes interesados para que se
ocupen de los recursos de tierras de manera integrada y sostenible;

     c)   Adiestrando a las comunidades, a los servicios de extensi¢n
pertinentes, a los grupos comunitarios y a las organizaciones no
gubernamentales
en las t‚cnicas de ordenaci¢n de las tierras y los m‚todos aplicados con ‚xito
en otros lugares.

d)   Aumento de la capacidad

     Refuerzo de la capacidad tecnol¢gica

10.17  Los gobiernos al nivel que corresponda, en cooperaci¢n con otros
gobiernos y con el apoyo de las organizaciones internacionales competentes,
deber¡an promover un esfuerzo centrado y concertado de educaci¢n y
capacitaci¢n
y la transferencia de t‚cnicas y tecnolog¡as en apoyo de los distintos
elementos
del proceso de planificaci¢n y ordenaci¢n sostenibles en los planos nacional,
estatal o provincial, y local.

     Fortalecimiento de las instituciones

10.18  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Volver a examinar y, cuando proceda, revisar los mandatos de las
instituciones que se ocupan de los recursos de tierras y los recursos
naturales
para que incluyan expl¡citamente la integraci¢n interdisciplinaria de las
cuestiones ambientales, sociales y econ¢micas;

     b)   Fortalecer los mecanismos de coordinaci¢n entre las instituciones
que
se ocupan de la utilizaci¢n de las tierras y la ordenaci¢n de los recursos
para
facilitar la integraci¢n de los problemas y estrategias sectoriales;

     c)   Reforzar la capacidad local en materia de adopci¢n de decisiones y
mejorar la coordinaci¢n con los niveles superiores.

                                    Cap¡tulo 11

                           LUCHA CONTRA LA DEFORESTACION

                                AREAS DE PROGRAMAS

        A.  Mantenimiento de las m£ltiples funciones de todos los tipos
                 de bosques, tierras forestales y regiones forestadas

Bases para la acci¢n

11.1  Hay deficiencias importantes en las pol¡ticas, m‚todos y mecanismos que
se
utilizan para apoyar y desarrollar las m£ltiples funciones ecol¢gicas,
econ¢micas, sociales y culturales de los  rboles, los bosques y las tierras
forestales.  Muchos pa¡ses desarrollados deben hacer frente a los efectos de
los
da¤os causados a sus bosques por la contaminaci¢n del aire y los incendios.
Con frecuencia se requieren medidas y enfoques m s eficaces a nivel nacional
para mejorar y armonizar la formulaci¢n de pol¡ticas, la planificaci¢n y la
programaci¢n; las medidas y los instrumentos legislativos; las modalidades de
desarrollo; la participaci¢n del p£blico en general y de las mujeres y las
poblaciones ind¡genas en particular; la participaci¢n de los j¢venes; la
funci¢n
del sector privado, las organizaciones locales, las organizaciones no
gubernamentales y las cooperativas; el desarrollo de conocimientos t‚cnicos y
multidisciplinarios y la calidad de los recursos humanos; las actividades de
divulgaci¢n sobre silvicultura y la educaci¢n p£blica; la capacidad de
investigaci¢n y el apoyo a la investigaci¢n; las estructuras y los mecanismos
administrativos, entre ellos la coordinaci¢n intersectorial, la
descentralizaci¢n, los sistemas de asignaci¢n de responsabilidades y los
incentivos, la difusi¢n de informaci¢n y las relaciones p£blicas.  Esto es
particularmente importante para aplicar un enfoque racional y global a la
explotaci¢n sostenible y ecol¢gicamente racional de los bosques.  La necesidad
de salvaguardar las funciones m£ltiples de los bosques y los terrenos
forestales
mediante un fortalecimiento institucional adecuado y apropiado se ha puesto de
relieve reiteradamente en muchos de los informes, decisiones y recomendaciones
de la FAO, la Organizaci¢n Internacional de las Maderas Tropicales, el PNUMA,
el
Banco Mundial, la Uni¢n Internacional para la Conservaci¢n de la Naturaleza y
sus Recursos y otras organizaciones.

Objetivos

11.2  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Reforzar las instituciones nacionales que se ocupan de cuestiones
forestales; ampliar el alcance y la eficacia de las actividades relacionadas
con
la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques y
asegurar eficazmente el aprovechamiento y la producci¢n sostenibles de los
bienes y servicios forestales, tanto en los pa¡ses desarrollados como en los
pa¡ses en desarrollo; para el a¤o 2000, reforzar la capacidad y competencia de
las instituciones nacionales de manera que puedan adquirir los conocimientos
necesarios para proteger y conservar los bosques, as¡ como ampliar su esfera
de
acci¢n y, en consecuencia, aumentar la eficacia de los programas y las
actividades relacionados con la ordenaci¢n y el desarrollo de los bosques;

     b)   Fortalecer y aumentar la aptitud humana, t‚cnica y profesional, as¡
como los conocimientos especializados y la competencia para formular y poner
en
pr ctica con eficacia pol¡ticas, planes, programas, investigaciones y
proyectos
de ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de todos los tipos de
bosques y de los recursos derivados de los bosques y de las tierras
forestales,
as¡ como de otras zonas donde se pueden sacar beneficios de los bosques.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

11.3  Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las
organizaciones
internacionales, regionales y subregionales competentes, deber¡an, en los
casos
necesarios, aumentar la capacidad institucional para promover las m£ltiples
funciones de los bosques y la vegetaci¢n de todo tipo, as¡ como de otras
tierras
conexas y de los recursos derivados de los bosques, para apoyar el desarrollo
sostenible y la conservaci¢n del medio ambiente en todos los sectores.  Ello
deber¡a lograrse, siempre que fuera posible y necesario, mediante el
fortalecimiento o la modificaci¢n de las estructuras y los mecanismos
existentes
y el aumento de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n de sus respectivas funciones.

Entre las principales actividades previstas figuran las siguientes:

     a)   Racionalizar y fortalecer las estructuras y los mecanismos
administrativos, lo cual comprende la dotaci¢n de personal suficiente y la
asignaci¢n de responsabilidades, la descentralizaci¢n de la adopci¢n de
decisiones, la prestaci¢n de servicios infraestructurales y el suministro
de equipo, la coordinaci¢n intersectorial y un sistema eficaz de
comunicaciones;

     b)   Promover la participaci¢n del sector privado, los sindicatos, las
cooperativas rurales, las comunidades locales, las poblaciones ind¡genas, los
j¢venes, las mujeres, los grupos de usuarios y las organizaciones no
gubernamentales en las actividades relacionadas con los bosques, y el acceso a
la informaci¢n y a los programas de capacitaci¢n en el contexto nacional;

     c)   Examinar y, en caso necesario, revisar las medidas y los programas
pertinentes a todos los tipos de bosques y de vegetaci¢n, as¡ como a otras
tierras conexas y recursos forestales, y relacionarlos con otras pol¡ticas o
leyes sobre utilizaci¢n y explotaci¢n de las tierras; promover una legislaci¢n
adecuada y otras medidas para prevenir la utilizaci¢n no controlada de la
tierra
con otros fines;

     d)   Elaborar y ejecutar planes y programas que comprendan la definici¢n
de
los objetivos, programas y criterios nacionales y, de ser necesario,
regionales
y subregionales, para su aplicaci¢n y ulterior perfeccionamiento;

     e)   Establecer, desarrollar y mantener un sistema eficaz de divulgaci¢n
y
educaci¢n del p£blico sobre cuestiones forestales para mejorar el
conocimiento,
el aprecio y la ordenaci¢n de los bosques en lo que respecta a las m£ltiples
funciones y valores de los  rboles, los bosques y las tierras forestales;

     f)   Crear instituciones que se ocupen de la educaci¢n y capacitaci¢n en
cuestiones forestales, as¡ como las industrias forestales, o fortalecer las
existentes, a fin de formar un grupo adecuado de especialistas calificados y
capacitados en los niveles profesional, t‚cnico y especializado, sobre todo
entre los j¢venes y las mujeres;

     g)   Establecer centros de investigaci¢n o fortalecer los existentes, a
fin
de estudiar los diferentes aspectos de los bosques y los productos forestales,
por ejemplo, la ordenaci¢n viable de los bosques, la diversidad biol¢gica, los
efectos de los contaminantes transportados por el aire, el uso tradicional de
los recursos forestales por las poblaciones locales e ind¡genas y el aumento
de
los ingresos comerciales y de otros valores no monetarios derivados de la
ordenaci¢n de los bosques.

b)   Datos e informaci¢n

11.4  Los gobiernos al nivel que corresponda, con la asistencia y la
cooperaci¢n
de los organismos internacionales, regionales, subregionales y bilaterales,
cuando procediera, deber¡an elaborar las bases de datos y la informaci¢n
b sica
que se requirieran para la planificaci¢n y la evaluaci¢n de programas.  A
continuaci¢n se indican algunas de las actividades m s concretas:

     a)   Reunir, compilar, actualizar peri¢dicamente y distribuir la
informaci¢n sobre la clasificaci¢n y el uso de las tierras, comprendidos los
datos sobre la cubierta forestal, las zonas id¢neas para la forestaci¢n, las
especies en peligro de extinci¢n, los valores ecol¢gicos, el valor de los usos
tradicionales de la tierra o de su uso por las poblaciones ind¡genas, la
biomasa
y la productividad, as¡ como informaci¢n correlativa sobre cuestiones
demogr ficas y socioecon¢micas y sobre recursos forestales, tanto a nivel
microecon¢mico como macroecon¢mico, y analizar peri¢dicamente los programas
forestales;

     b)   Establecer v¡nculos con otros sistemas de datos y fuentes
pertinentes
para apoyar la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el aprovechamiento de los
bosques,
mientras se siguen desarrollando o reforzando, seg£n proceda, los sistemas
existentes, como por ejemplo los de informaci¢n geogr fica;

     c)   Establecer mecanismos que permitan el acceso del p£blico a dicha
informaci¢n.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

11.5  Los gobiernos al nivel que corresponda y las instituciones deber¡an
cooperar en la prestaci¢n de apoyo t‚cnico especializado y de otra ¡ndole y en
la promoci¢n de las actividades internacionales de investigaci¢n,
especialmente
para mejorar la transferencia de tecnolog¡a y la capacitaci¢n especializada y
asegurar el acceso a la experiencia adquirida y a los resultados de la
investigaci¢n.  Es necesario reforzar la coordinaci¢n y mejorar el desempe¤o
de
las organizaciones internacionales existentes que se ocupan de cuestiones
forestales para suministrar cooperaci¢n y apoyo t‚cnicos a los pa¡ses
interesados, con miras a la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo
sostenible de los bosques.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

11.6  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 2.500 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 860 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)             Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

11.7  Las actividades de planificaci¢n, investigaci¢n y capacitaci¢n indicadas
constituir n los medios cient¡ficos y tecnol¢gicos para ejecutar el programa,
as¡ como su producto.  Los sistemas, la metodolog¡a y los conocimientos
t‚cnicos
generados por el programa ayudar n a mejorar la eficacia.  Entre las medidas
concretas que se adopten deber¡an figurar las siguientes:

     a)   Analizar los logros, obst culos y problemas en la esfera social a
fin
de apoyar la formulaci¢n y la ejecuci¢n de programas;

     b)   Analizar los problemas y las necesidades de investigaci¢n y la
planificaci¢n y la ejecuci¢n de investigaciones sobre proyectos concretos;

     c)   Evaluar las necesidades en materia de recursos humanos, adquisici¢n
de
conocimientos especializados y capacitaci¢n;

     d)   Formular, ensayar y aplicar metodolog¡as y enfoques adecuados en la
ejecuci¢n de programas y planes de silvicultura.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

11.8  Los componentes concretos de educaci¢n y formaci¢n profesional en
materia
de silvicultura contribuir n eficazmente al desarrollo de los recursos
humanos. 
Entre esos componentes se incluyen los siguientes:

     a)   Emprender programas de estudios universitarios de todos los niveles
y
programas de especializaci¢n e investigaci¢n;

     b)   Robustecer los programas de capacitaci¢n antes del servicio y en el
servicio a nivel t‚cnico y de formaci¢n profesional, as¡ como la formaci¢n de
instructores y la elaboraci¢n de programas de estudio y materiales y m‚todos
did cticos;

     c)   Dar capacitaci¢n especial al personal de las organizaciones
nacionales
de silvicultura en aspectos como la formulaci¢n de proyectos, la determinaci¢n
de su viabilidad y su evaluaci¢n peri¢dica.

d)   Aumento de la capacidad

11.9  Esta  rea de programas se refiere concretamente al desarrollo de la
capacidad en el sector de la silvicultura y todas las actividades de los
programas contribuyen a ese fin.  Al crear y mejorar esa capacidad, deber¡an
aprovecharse al m ximo los sistemas y la experiencia ya existentes.


       B.  Aumento de la protecci¢n, ordenaci¢n sostenible y conservaci¢n
           de todos los bosques y aumento de la cubierta vegetal en las
           tierras degradadas, mediante la rehabilitaci¢n, la forestaci¢n
           la reforestaci¢n y otras t‚cnicas de restauraci¢n

Bases para la acci¢n

11.10  Los bosques de todo el mundo han estado y est n amenazados por la
degradaci¢n incontrolada y la conversi¢n a otros usos de la tierra, a ra¡z del
aumento de las necesidades humanas; la expansi¢n agr¡cola, la mala ordenaci¢n
que es nociva para el medio ambiente y que incluye, por ejemplo, la falta de
medidas adecuadas para combatir los incendios forestales y la explotaci¢n
ilegal, la explotaci¢n comercial insostenible de los bosques, el pastoreo
excesivo y el ramoneo no reglamentado, los efectos nocivos de los
contaminantes
transportados por el aire, los incentivos econ¢micos y otras medidas adoptadas
por otros sectores de la econom¡a.  Las repercusiones de la p‚rdida y la
degradaci¢n de los bosques son la erosi¢n del suelo, la p‚rdida de diversidad
biol¢gica, los da¤os a los h bitat de la fauna y la flora silvestres y la
degradaci¢n de las cuencas, el empeoramiento de la calidad de la vida y la
reducci¢n de las opciones de desarrollo.

11.11  La situaci¢n actual exige la adopci¢n de medidas urgentes y coherentes
frente a la necesidad de conservar y aumentar los recursos forestales.  La
creaci¢n de superficies verdes en zonas adecuadas y todas las actividades
necesarias para ello constituyen una forma eficaz de aumentar la conciencia
del
p£blico y su participaci¢n en la protecci¢n y ordenaci¢n de los recursos
forestales.  Al respecto, se deber¡a incluir el examen de las pautas de uso y
tenencia de tierras y las necesidades locales, y se deber¡an enumerar y
aclarar
los objetivos concretos de los diferentes tipos de actividades de creaci¢n de
zonas verdes.

Objetivos

11.12  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Mantener los bosques existentes mediante actividades de conservaci¢n
y
ordenaci¢n, y mantener y ampliar las superficies boscosas y arboladas, en
zonas
adecuadas de los pa¡ses desarrollados y de los pa¡ses en desarrollo, mediante
la
conservaci¢n de los bosques naturales, la protecci¢n, rehabilitaci¢n y
regeneraci¢n de los bosques, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y la plantaci¢n
de
 rboles, con miras a mantener a restablecer el equilibrio ecol¢gico y aumentar
la contribuci¢n de los bosques al bienestar de la humanidad y la satisfacci¢n
de
sus necesidades;

     b)   Preparar y ejecutar, seg£n proceda, programas o planes nacionales de
acci¢n para el sector forestal con miras a la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el
desarrollo sostenible de los bosques.  Esos programas o planes deber¡an
integrarse con otras modalidades de uso de la tierra.  En este contexto, se
est n ejecutando actualmente en m s de 80 pa¡ses, por iniciativa de ‚stos y
con
el apoyo de la comunidad internacional, programas o planes nacionales de
acci¢n
en la esfera de la silvicultura en el marco del Programa de Acci¢n Forestal en
los Tr¢picos;

     c)   Velar por el desarrollo sostenible y, cuando proceda, la
conservaci¢n
de los recursos forestales existentes y futuros;

     d)   Mantener y aumentar la contribuci¢n ecol¢gica, biol¢gica, clim tica,
sociocultural y econ¢mica de los recursos forestales;

     e)   Facilitar y apoyar la aplicaci¢n eficaz de la declaraci¢n
autorizada,
sin fuerza jur¡dica obligatoria, de principios para un consenso mundial sobre
la
ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques de todo
tipo aprobada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente
y el Desarrollo y, sobre la base de la aplicaci¢n de esos principios,
considerar
la necesidad y la viabilidad de todo tipo de arreglos apropiados
internacionalmente convenidos para promover la cooperaci¢n internacional en
materia de ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de los bosques de
todo tipo mediante, entre otras cosas, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y las
actividades de rehabilitaci¢n.
Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

11.13  Los gobiernos deber¡an reconocer la importancia de clasificar los
distintos tipos de bosques en el marco de una pol¡tica a largo plazo de
conservaci¢n y ordenaci¢n de los recursos forestales, y determinar en cada
regi¢n o cuenca unidades sostenibles a fin de velar por la conservaci¢n de
esos
recursos.  Los gobiernos, con la participaci¢n del sector privado, las
organizaciones no gubernamentales, los grupos comunitarios locales, las
poblaciones ind¡genas, las mujeres, las dependencias p£blicas locales y el
p£blico en general, deber¡an tomar las medidas necesarias para conservar y
ampliar la cubierta vegetal existente dondequiera que fuera ecol¢gica, social
y
econ¢micamente viable, mediante la cooperaci¢n t‚cnica y otras formas de
apoyo. 
Las principales actividades que convendr¡a realizar son:

     a)   Velar por la ordenaci¢n sostenible de todos los ecosistemas
forestales
y las tierras arboladas, mediante la mejora de la planificaci¢n, la ordenaci¢n
y
la ejecuci¢n oportuna de actividades silv¡colas, incluidas la preparaci¢n de
un
inventario y la realizaci¢n de investigaciones pertinentes, as¡ como la
rehabilitaci¢n de los bosques naturales degradados, a fin de restablecer su
productividad y sus contribuciones al medio ambiente, prestando especial
atenci¢n a las necesidades humanas en materia de servicios econ¢micos y
ecol¢gicos, la energ¡a derivada de la le¤a, la agrosilvicultura, los productos
y
servicios forestales no madereros, la protecci¢n de las cuencas y el suelo, la
ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres y los recursos gen‚ticos
forestales;

     b)   Establecer, ampliar y ordenar, seg£n convenga en cada contexto
nacional, sistemas de zonas protegidas, incluidos sistemas de unidades de
conservaci¢n por sus funciones y valores ecol¢gicos, sociales y espirituales,
y
tomar medidas para la conservaci¢n de los bosques en sistemas y paisajes
ecol¢gicos representativos y de bosques primarios de edad madura, la
conservaci¢n y ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres, la designaci¢n de
sitios del Patrimonio Mundial con arreglo a la Convenci¢n para la protecci¢n
del
patrimonio mundial, cultural y natural seg£n proceda, la conservaci¢n de
recursos gen‚ticos, incluidas las actividades in situ y ex situ pertinentes y
la 
adopci¢n de medidas de apoyo para velar por la utilizaci¢n racional de los
recursos biol¢gicos y la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y el h bitat
tradicional de las poblaciones ind¡genas, los habitantes de los bosques y las
comunidades locales;

     c)   Iniciar y promover la ordenaci¢n de zonas amortiguadoras y de
transici¢n;

     d)   Llevar a cabo actividades de repoblaci¢n vegetal, cuando proceda, en
zonas monta¤osas, tierras altas, tierras denudadas, tierras de labranza
degradadas, tierras  ridas y semi ridas y zonas costeras, para luchar contra
la
desertificaci¢n, evitar los problemas de erosi¢n y facilitar otras funciones
de
protecci¢n y programas nacionales para la rehabilitaci¢n de tierras
degradadas,
incluidas la silvicultura comunitaria, la silvicultura social, la
agrosilvicultura y el pastoreo forestal, teniendo en cuenta al mismo tiempo la
funci¢n de los bosques como dep¢sitos y sumideros de carbono en el plano
nacional;

     e)   Desarrollar, los bosques artificiales, industriales y no
industriales
para apoyar y promover programas nacionales ecol¢gicamente racionales de
forestaci¢n y repoblaci¢n o regeneraci¢n forestal en lugares id¢neos, y
mejorar
los bosques artificiales ya existentes, con fines tanto industriales como no
industriales y comerciales, a fin de que contribuyan m s a la satisfacci¢n de
las necesidades humanas y a la preservaci¢n de los bosques naturales. 
Deber¡an
tomarse medidas para promover y realizar cultivos intermedios y mejorar la
rentabilidad de las inversiones en plantaciones, intercalando cultivos y
cultivando bajo los  rboles plantas de alto rendimiento econ¢mico;

     f)   Desarrollar con car cter prioritario un plan nacional o maestro para
los bosques artificiales, o fortalecerlo si ya existe, indicando, entre otras
cosas, la ubicaci¢n, el alcance, las especies, las zonas concretas de bosques
artificiales existentes que requieren rehabilitaci¢n, teniendo presente el
aspecto econ¢mico para el desarrollo futuro y dando prioridad a las especies
aut¢ctonas;

     g)   Aumentar la protecci¢n de los bosques contra los contaminantes, los
incendios, las plagas, las enfermedades y los actos humanos perjudiciales como
la explotaci¢n forestal ilegal, la extracci¢n de minerales, la rotaci¢n
intensa
de cultivos, la introducci¢n de especies ex¢ticas de plantas y animales, y
tambi‚n desarrollar y acelerar las investigaciones para que se comprendan
mejor
los problemas relacionados con la ordenaci¢n y la regeneraci¢n de los bosques
de
todo tipo; fortalecer o establecer medidas adecuadas para evaluar y controlar
el
transporte transfronterizo de plantas y otro material vegetal;

     h)   Promover el desarrollo de la silvicultura urbana para reverdecer
zonas
urbanas y periurbanas y asentamientos humanos rurales con fines recreativos y
de
producci¢n y para proteger  rboles y huertos;

     i)   Crear o mejorar las oportunidades para la participaci¢n de todos,
incluidos los j¢venes, las mujeres, las poblaciones ind¡genas y las
comunidades
locales, en la formulaci¢n, la elaboraci¢n y la ejecuci¢n de programas y
actividades de otro tipo relacionadas con los bosques, prestando la debida
atenci¢n a las necesidades y los valores culturales locales;

     j)   Limitar y tratar de impedir la rotaci¢n destructiva de cultivos
atendiendo a sus causas sociales y ecol¢gicas.

b)   Datos e informaci¢n

11.14  Entre las actividades de gesti¢n deber¡an figurar la reuni¢n, la
recopilaci¢n y el an lisis de datos e informaci¢n, as¡ como la realizaci¢n de
estudios de referencia.  A continuaci¢n se indican algunas de las actividades
concretas:

     a)   Realizar estudios y elaborar y ejecutar planes de uso de la tierra
para llevar a cabo actividades adecuadas de reverdecimiento, plantaci¢n,
forestaci¢n, reforestaci¢n y rehabilitaci¢n forestal;

     b)   Consolidar y actualizar la informaci¢n sobre el uso de la tierra y
sobre el inventario y la ordenaci¢n de los bosques para planificar la
ordenaci¢n
y el uso de los recursos forestales y no forestales, incluidos los datos sobre
la agricultura migratoria y otros agentes de destrucci¢n de bosques;

     c)   Consolidar la informaci¢n sobre los recursos gen‚ticos y la
biotecnolog¡a conexa, incluidas las encuestas y los estudios cuando sea
necesario;

     d)   Hacer estudios e investigaciones sobre los conocimientos de la
poblaci¢n ind¡gena acerca de los  rboles y los bosques y sobre la forma en que
los utilizan a fin de mejorar la planificaci¢n y ejecuci¢n de actividades de
ordenaci¢n sostenible de los recursos forestales;

     e)   Compilar y analizar datos de investigaci¢n sobre la interacci¢n
especie-lugar de las especies utilizadas en los bosques artificiales y evaluar
las posibles consecuencias de los cambios clim ticos para los bosques, as¡
como
los efectos de los bosques en el clima, e iniciar estudios a fondo sobre el
ciclo del carbono en relaci¢n con diferentes tipos de bosques, a fin de
proporcionar asesoramiento cient¡fico y apoyo t‚cnico;

     f)   Establecer v¡nculos con otras fuentes de datos e informaci¢n
relativas
a la ordenaci¢n y la utilizaci¢n sostenibles de los bosques y mejorar el
acceso
a esos datos y esa informaci¢n;

     g)   Desarrollar e intensificar las investigaciones para mejorar el
conocimiento y la comprensi¢n de los problemas y mecanismos naturales
relacionados con la ordenaci¢n y rehabilitaci¢n de los bosques, incluidas
investigaciones sobre la fauna y su interrelaci¢n con los bosques;

     h)   Consolidar la informaci¢n sobre el estado de las zonas forestales y
las inmisiones y emisiones que influyen en el medio.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

11.15  El reverdecimiento de zonas adecuadas es una tarea de importancia y
repercusiones de alcance mundial.  La comunidad internacional y regional
deber¡a
proporcionar cooperaci¢n t‚cnica y otros medios para esta  rea de programas. 
Entre las actividades espec¡ficas de car cter internacional en apoyo de los
esfuerzos nacionales deber¡an figurar las siguientes:

     a)   Aumentar las actividades de cooperaci¢n para reducir los
contaminantes
y las consecuencias transfronterizas que afectan la salud de los  rboles y los
bosques y la conservaci¢n de ecosistemas representativos;

     b)   Coordinar las investigaciones regionales y subregionales sobre la
absorci¢n del carbono, la contaminaci¢n del aire y otros problemas
ambientales;

     c)   Documentar e intercambiar informaci¢n y experiencias en beneficio de
los pa¡ses con problemas y perspectivas an logos;

     d)   Reforzar la coordinaci¢n y mejorar la capacidad de organizaciones
internacionales como la FAO, la OIMT, el PNUMA y la UNESCO para prestar apoyo
t‚cnico en la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los
bosques y en la renegociaci¢n del Acuerdo Internacional sobre las Maderas
Tropicales de 1983, que ha de realizarse en 1992 ¢ 1993.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

11.16  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 10.000 millones de d¢lares incluidos alrededor de 3.700 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

11.17  El an lisis de datos, la planificaci¢n, las investigaciones, la
transferencia y el desarrollo de tecnolog¡a y las actividades de capacitaci¢n
forman parte integrante de las actividades del programa y constituyen los
medios
tecnol¢gicos y cient¡ficos de ejecuci¢n.  Las instituciones nacionales
deber¡an:

     a)   Elaborar estudios de viabilidad y planes operacionales en relaci¢n
con
las principales actividades forestales;

     b)   Elaborar y aplicar una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional que fuera
pertinente para las diversas actividades enumeradas;

     c)   Intensificar las medidas relacionadas con el mejoramiento del
material
gen‚tico y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a para mejorar la productividad y
la
tolerancia a la presi¢n ambiental, que comprendan, por ejemplo, obtenci¢n de
nuevas variedades de  rboles, tecnolog¡a de las semillas, redes de obtenci¢n
de
semillas, bancos de germoplasma, t‚cnicas "in vitro" y conservaci¢n in situ y
ex situ.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

11.18  Entre los medios indispensables para ejecutar con eficacia las
actividades mencionadas figuran la capacitaci¢n y la adquisici¢n de los
conocimientos especializados, la construcci¢n de instalaciones y la creaci¢n
de
condiciones de trabajo adecuadas y la motivaci¢n y concientizaci¢n del
p£blico. 
Entre las actividades espec¡ficas se cuentan las siguientes:

     a)   Proporcionar capacitaci¢n especializada en planificaci¢n,
ordenaci¢n,
conservaci¢n del medio ambiente, biotecnolog¡a, etc;

     b)   Establecer zonas de demostraci¢n que sirvan de modelo y como centros
de capacitaci¢n;

     c)   Apoyar a las organizaciones locales, las comunidades, las
organizaciones no gubernamentales, los propietarios privados, las mujeres, los
j¢venes, los agricultores, las poblaciones ind¡genas y los campesinos que
practican la agricultura migratoria mediante actividades de divulgaci¢n,
suministro de insumos y capacitaci¢n.

d)   Aumento de la capacidad

11.19  Los gobiernos, el sector privado, las organizaciones y comunidades
locales, las poblaciones ind¡genas, los sindicatos y las organizaciones no
gubernamentales deber¡an aumentar, con el debido apoyo de las organizaciones
internacionales competentes, su capacidad para ejecutar las actividades del
programa.  Esa capacidad deber¡a desarrollarse y reforzarse en armon¡a con las
actividades del programa.  Entre las actividades necesarias para incrementar
la
capacidad figuran la creaci¢n de marcos normativos y jur¡dicos, la creaci¢n de
instituciones nacionales, el desarrollo de los recursos humanos, el fomento de
las investigaciones y la tecnolog¡a, el desarrollo de la infraestructura, el
aumento de la conciencia p£blica, etc.



                                      C.  Promoci¢n de m‚todos eficaces de
aprovechamiento y
                 evaluaci¢n para recuperar el valor ¡ntegro de los
                      bienes y servicios derivados de los bosques, las
                                tierras forestales y las tierras arboladas

Bases para la acci¢n

11.20  A£n no se han explotado del todo las enormes posibilidades de los
bosques
y las tierras forestales como recurso de suma importancia para el desarrollo. 
Una mejor ordenaci¢n de los bosques podr¡a aumentar la producci¢n de bienes y
servicios y, en particular, el rendimiento de productos forestales madereros y
no madereros, lo cual ayudar¡a a generar m s empleos e ingresos, aumentar el
valor mediante la transformaci¢n y el comercio de productos forestales,
aumentar
la contribuci¢n a los ingresos en divisas y el rendimiento de las inversiones.

Dado que los recursos forestales son renovables, se pueden administrar de
forma
sostenible y compatible con la conservaci¢n del medio ambiente.  Al formular
pol¡ticas forestales, se deber¡a tener plenamente en cuenta el efecto de la
explotaci¢n de los recursos forestales en el valor de los dem s productos que
pueden obtenerse de los bosques.  Asimismo, es posible aumentar el valor de
los
bosques mediante usos no perjudiciales, como el turismo ecol¢gico y el
suministro ordenado de materiales gen‚ticos.  Se requiere una acci¢n
concertada
para aumentar la percepci¢n p£blica del valor de los bosques y de los
beneficios
que aportan.  La supervivencia de los bosques y su contribuci¢n ininterrumpida
al bienestar humano dependen en gran medida del ‚xito de esta actividad.

Objetivos

11.21  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Aumentar el reconocimiento de los valores social, econ¢mico y
ecol¢gico de los  rboles, los bosques y las tierras forestales, incluidas las
consecuencias de los da¤os causados por la falta de bosques; promover el uso
de
metodolog¡as que incorporen el valor social, econ¢mico y ecol¢gico de los
 rboles, los bosques y las tierras forestales en los sistemas nacionales de
contabilidad econ¢mica; velar por su ordenaci¢n sostenible en forma que sea
compatible con el aprovechamiento de la tierra, la protecci¢n del medio
ambiente
y las necesidades de desarrollo.

     b)   Promover la utilizaci¢n eficiente, racional y sostenible de todos
los
tipos de bosques y de vegetaci¢n, comprendidos otros recursos de tierras y de
bosques, mediante el desarrollo de industrias eficientes de elaboraci¢n de
productos forestales, transformaci¢n secundaria con valor a¤adido y comercio
de
productos forestales, sobre la base de una ordenaci¢n sostenible de los
recursos
forestales y de conformidad con planes que incorporen el valor ¡ntegro de los
productos forestales madereros y no madereros;

     c)   Fomentar una utilizaci¢n m s eficiente y sostenible de los bosques y
los  rboles para le¤a y suministro de energ¡a;

     d)   Promover una utilizaci¢n y una contribuci¢n econ¢mica m s amplias de
las zonas forestales, incorporando el turismo ecol¢gico en la ordenaci¢n y
planificaci¢n forestales.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

11.22  Los gobiernos, con el apoyo del sector privado, las instituciones
cient¡ficas, las poblaciones ind¡genas, las organizaciones no gubernamentales,
las cooperativas y los empresarios, cuando proceda, deber¡an realizar las
actividades que figuran a continuaci¢n, debidamente coordinadas en el plano
nacional, con la cooperaci¢n financiera y t‚cnica de las organizaciones
internacionales:

     a)   Hacer estudios detallados de inversi¢n, armonizaci¢n de la oferta y
la
demanda y an lisis del impacto ambiental para racionalizar y mejorar la
utilizaci¢n de los  rboles y los bosques y desarrollar y establecer planes
adecuados de incentivos y medidas reglamentarias, incluidas disposiciones
sobre
la tenencia de la tierra, con objeto de atraer inversiones y promover una
mejor
gesti¢n de estos recursos;

     b)   Formular criterios y directrices racionales desde el punto de vista
cient¡fico para la ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de los
bosques de todo tipo;

     c)   Mejorar los m‚todos y las pr cticas de explotaci¢n de los bosques
que
sean ecol¢gicamente racionales y econ¢micamente viables, incluidos los de
planificaci¢n y ordenaci¢n y mejorar la utilizaci¢n del equipo, las
instalaciones de almacenamiento y los medios de transporte a fin de reducir
los
desechos y de ser posible aprovecharlos al m ximo, y mejorar el valor de los
productos forestales, tanto madereros como no madereros;

     d)   Promover una mejor utilizaci¢n y aprovechamiento de los bosques
naturales y las tierras arboladas, as¡ como de los bosques artificiales,
siempre
que sea posible, mediante actividades adecuadas, ecol¢gicamente racionales y
econ¢micamente viables, incluidas pr cticas de silvicultura y la ordenaci¢n de
otras especies vegetales y animales;

     e)   Fomentar y apoyar la transformaci¢n secundaria de los productos
forestales para aumentar el valor mantenido y otros beneficios;

     f)   Promover y popularizar los productos forestales no madereros y
otros tipos de recursos forestales, aparte de la le¤a (por ejemplo, plantas
medicinales, tintes, fibras, gomas, resinas, piensos, productos de valor
cultural, rota, bamb£), mediante programas y actividades socioforestales de
participaci¢n, incluidas las investigaciones sobre su transformaci¢n y sus
usos;

     g)   Desarrollar, ampliar y mejorar la eficacia y eficiencia de las
industrias de elaboraci¢n forestal, tanto madereras como no madereras,
teniendo
en cuenta aspectos tales como la tecnolog¡a eficiente de conversi¢n y una
mejor
utilizaci¢n sostenible de los residuos de las cosechas y la elaboraci¢n;
promover las especies menos conocidas de los bosques naturales mediante la
investigaci¢n, la demostraci¢n y la comercializaci¢n; promover la elaboraci¢n
secundaria con valor a¤adido para mejorar el empleo, los ingresos y el valor
mantenido; y promover y mejorar los mercados de productos forestales y su
comercio mediante las instituciones, pol¡ticas y servicios pertinentes;

     h)   Promover y apoyar la ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres,
incluidos el turismo ecol¢gico y la agricultura, y alentar y apoyar la
zootecnia
y el cultivo de especies silvestres para aumentar los ingresos y el empleo
rurales y obtener beneficios econ¢micos y sociales sin causar da¤os al
medio ambiente;

     i)   Fomentar las empresas forestales id¢neas en peque¤a escala para
apoyar
el desarrollo rural y la capacidad empresarial local;

     j)   Mejorar y promover m‚todos para hacer evaluaciones amplias que
reflejen el valor ¡ntegro de los bosques, con miras a incluir ese valor en la
estructura de mercado de los productos madereros y no madereros;

     k)   Armonizar el desarrollo sostenible de los bosques con pol¡ticas
nacionales de desarrollo y comercio que sean compatibles con el
aprovechamiento
ecol¢gicamente racional de los recursos forestales, utilizando, por ejemplo,
las
directrices de la OIMT para la ordenaci¢n sostenible de los bosques
tropicales;

     l)   Elaborar y adoptar programas nacionales para contabilizar el valor
econ¢mico y no econ¢mico de los bosques, o fortalecer los programas
existentes.

b)   Datos e informaci¢n

11.23  Los objetivos y las actividades de ordenaci¢n presuponen el an lisis de
datos e informaci¢n, estudios de viabilidad, estudios de mercado y an lisis de
la informaci¢n tecnol¢gica.  Entre las actividades pertinentes figuran las
siguientes:

     a)   Analizar la oferta y la demanda de productos y servicios forestales
para velar por su utilizaci¢n eficiente cuando sea necesario;

     b)   Realizar inversiones y estudios de viabilidad, incluidas
evaluaciones
del impacto ambiental, a fin de establecer empresas de elaboraci¢n de
productos
forestales;

     c)   Investigar las propiedades de las especies menos conocidas para su
promoci¢n y comercializaci¢n;

     d)   Estudiar los mercados de productos forestales para promover el
comercio y obtener informaci¢n comercial;

     e)   Facilitar el suministro de informaci¢n tecnol¢gica adecuada para
promover una mejor utilizaci¢n de los recursos forestales.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

11.24  La cooperaci¢n y la asistencia de organismos internacionales y de la
comunidad internacional en materia de transferencia de tecnolog¡a,
especializaci¢n y promoci¢n de relaciones de intercambio favorables sin
recurrir
a restricciones unilaterales ni a la prohibici¢n de productos forestales
contrarios a los acuerdos del GATT o a otros acuerdos comerciales
multilaterales, junto con la utilizaci¢n de mecanismos e incentivos adecuados
de
mercado, ayudar  a abordar problemas ambientales de alcance mundial.  Otra
actividad espec¡fica ser  fortalecer la coordinaci¢n y el desempe¤o de las
organizaciones internacionales, en particular de la FAO, la ONUDI, la UNESCO,
el
PNUMA, el CCI/UNCTAD/GATT, la OIMT y la OIT para prestar asistencia t‚cnica y
orientaci¢n en esta  rea de programas.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

11.25  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 18.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 880 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar. 

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

11.26  Las actividades del programa presuponen importantes actividades de
investigaci¢n y estudios, as¡ como el perfeccionamiento de la tecnolog¡a. 
Todo
ello deber¡an coordinarlo los gobiernos en colaboraci¢n con las organizaciones
e
instituciones internacionales competentes y con el apoyo de ‚stas.  Entre las
actividades concretas figuran las siguientes:

     a)   Realizar investigaciones sobre las propiedades de los productos
madereros y no madereros y sobre sus usos, para mejorar su aprovechamiento;

     b)   Desarrollar y aplicar tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales y menos
contaminantes para su utilizaci¢n en los bosques;

     c)   Elaborar modelos y t‚cnicas de an lisis de perspectivas y
planificaci¢n del desarrollo;

     d)   Promover la investigaci¢n cient¡fica del desarrollo y la utilizaci¢n
de productos forestales no madereros;

     e)   Elaborar metodolog¡as adecuadas para determinar el valor ¡ntegro de
los bosques.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

11.27  El ‚xito y la eficacia de esta  rea de programas dependen de la
disponibilidad de personal especializado.  La formaci¢n especializada es un
factor importante a este respecto.  Deber¡a hacerse de nuevo hincapi‚ en la
integraci¢n de la mujer.  El desarrollo de los recursos humanos para la
ejecuci¢n del programa, en t‚rminos cuantitativos y cualitativos, deber¡a
comprender las siguientes actividades:

     a)   Desarrollar las especialidades necesarias para ejecutar el programa,
incluida la creaci¢n de centros especiales de capacitaci¢n a todos los
niveles;

     b)   Organizar cursos de repaso, incluidos programas de becas y giras de
estudios, a fin de actualizar las especialidades y los conocimientos t‚cnicos
y
mejorar la productividad, o reforzar los cursos existentes;

     c)   Robustecer la capacidad de investigaci¢n, planificaci¢n, an lisis
econ¢mico, supervisi¢n y evaluaci¢n a fin de contribuir a una mejor
utilizaci¢n
de los recursos forestales;

               d)   Promover la eficiencia y la capacidad de los sectores
privado y
cooperativo mediante el suministro de servicios e incentivos.

d)   Aumento de la capacidad

11.28  El aumento de la capacidad, que comprende el robustecimiento de la
capacidad existente, es un elemento impl¡cito en las actividades del programa.

La mejora de la administraci¢n, la pol¡tica y los planes, las instituciones
nacionales, los recursos humanos, la capacidad cient¡fica y de investigaci¢n,
el
desarrollo de la tecnolog¡a y la supervisi¢n y la evaluaci¢n son todos
componentes importantes de esta actividad.


            D.  Establecimiento o fortalecimiento de la capacidad para
                la planificaci¢n, la evaluaci¢n y la observaci¢n      
                sistem tica de los bosques y de los programas,        
                perspectivas y actividades conexas, incluidos el      
                comercio y las operaciones comerciales                

Bases para la acci¢n

11.29  Las evaluaciones y las observaciones sistem ticas son componentes
indispensables de la planificaci¢n a largo plazo para determinar los efectos,
tanto cuantitativos como cualitativos, y para subsanar deficiencias.  Sin
embargo, este mecanismo es uno de los aspectos que se suelen descuidar en la
ordenaci¢n, la conservaci¢n y el aprovechamiento de los recursos forestales. 
En
muchos casos, incluso se carece de la informaci¢n b sica relativa a la
superficie y los tipos de los bosques, el volumen de la explotaci¢n, etc.  En
muchos pa¡ses en desarrollo faltan estructuras y mecanismos para desempe¤ar
esas
funciones.  Es urgente la necesidad de rectificar esa situaci¢n para
comprender
mejor el papel y la importancia de los bosques y para planificar de forma
realista y eficaz su conservaci¢n, ordenaci¢n, regeneraci¢n y aprovechamiento 
sostenible.

Objetivos

11.30  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:  

     a)   Reforzar o establecer nuevos sistemas de evaluaci¢n y observaci¢n
sistem tica de los bosques y las tierras forestales con miras a evaluar los
efectos de los programas, los proyectos y las actividades en la calidad y la
extensi¢n de los recursos forestales, las tierras disponibles para la
forestaci¢n, y el r‚gimen de tenencia de la tierra, e integrar los sistemas en
un proceso permanente de investigaci¢n y de an lisis a fondo que al mismo
tiempo
permita introducir las modificaciones y las mejoras necesarias en los procesos
de planificaci¢n y de adopci¢n de decisiones.  Deber¡a hacerse hincapi‚
especial
en la participaci¢n de la poblaci¢n rural en estos procesos;

     b)   Suministrar a los economistas, los planificadores, los encargados de
adoptar decisiones y las comunidades locales suficiente informaci¢n correcta y
actualizada sobre los recursos forestales y las tierras forestales.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

11.31  Los gobiernos y las instituciones, en colaboraci¢n con los organismos y
las organizaciones internacionales competentes, las universidades y las
organizaciones no gubernamentales, deber¡an hacer evaluaciones y observaciones
sistem ticas de los bosques y de los programas y procesos conexos, con miras a
mejorarlos constantemente.  Ello deber¡a ir vinculado a las actividades
conexas
de investigaci¢n y ordenaci¢n y, siempre que fuera posible, basarse en los
principales sistemas existentes.  A continuaci¢n se indican algunas de las
actividades:

     a)   Evaluar y observar sistem ticamente los aspectos cuantitativos y
cualitativos y los cambios de la cubierta forestal y los recursos forestales,
incluida la clasificaci¢n y el uso de las tierras y la actualizaci¢n del
estado
en que se encuentran al nivel nacional apropiado, y vincular esta actividad,
seg£n proceda, con la planificaci¢n como base para la formulaci¢n de pol¡ticas
y
programas;

     b)   Establecer sistemas nacionales de evaluaci¢n y observaci¢n
sistem tica
de los programas y procesos, que incluyan la formulaci¢n de definiciones,
criterios, normas y m‚todos de intercalibrado y el fomento de la capacidad
para
tomar medidas correctivas, adem s de mejorar la formulaci¢n y la ejecuci¢n de
programas y proyectos;

     c)   Hacer estimaciones de los efectos de las actividades en la evoluci¢n
de los bosques y formular propuestas de conservaci¢n en t‚rminos de variables
clave como objetivos de desarrollo, costos y beneficios, contribuci¢n de los
bosques a otros sectores, bienestar de la comunidad, condiciones ambientales y
diversidad biol¢gica y sus efectos en los planos local, regional y mundial,
cuando proceda, a fin de evaluar la evoluci¢n de las necesidades nacionales en
las esferas tecnol¢gica y financiera;

     d)   Elaborar sistemas nacionales de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica
de los recursos forestales que incluyan la investigaci¢n y los an lisis de
datos
necesarios y que deber¡an reflejar, en la medida de lo posible, toda la
variedad
de productos y servicios forestales relacionados o no con la madera y la
incorporaci¢n de los resultados en los planes y estrategias y, cuando sea
posible, en la contabilidad y la planificaci¢n nacionales;

     e)   Establecer los v¡nculos necesarios entre sectores y programas y
mejorar el acceso a la informaci¢n a fin de apoyar un enfoque hol¡stico de la
planificaci¢n y la programaci¢n.

b)   Datos e informaci¢n

11.32  Para esta  rea de programas es indispensable disponer de datos y de
informaci¢n fiables.  Los gobiernos, en colaboraci¢n, cuando sea necesario,
con
las organizaciones internacionales competentes, deber¡an comprometerse a
mejorar
constantemente los datos y la informaci¢n y a velar por su intercambio.  Entre
las actividades espec¡ficas contempladas figuran las siguientes:

     a)   Reunir, consolidar e intercambiar la informaci¢n existente y obtener
informaci¢n b sica de referencia sobre aspectos pertinentes para este
programa;

     b)   Armonizar las metodolog¡as para programas que incluyan actividades
de
datos e informaci¢n a fin de velar por su precisi¢n y coherencia;
               c)   Realizar estudios especiales sobre, por ejemplo, tierras
aptas y
adecuadas para la forestaci¢n;

     d)   Promover el apoyo a la investigaci¢n y mejorar el acceso a sus
resultados.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

11.33  La comunidad internacional deber¡a prestar a los gobiernos el apoyo
t‚cnico y financiero necesario en esta  rea de programas, para lo cual se
deber¡an considerar las actividades siguientes:

     a)   Establecer un marco conceptual y criterios, normas y definiciones
aceptables para la evaluaci¢n y la observaci¢n sistem tica de los recursos
forestales;

     b)   Establecer mecanismos institucionales nacionales para coordinar la
evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica de los bosques o reforzar los existentes;

     c)   Fortalecer las redes regionales y mundiales existentes para el
intercambio de la informaci¢n pertinente;

     d)   Reforzar la capacidad de organizaciones internacionales como el
Grupo
Consultivo sobre Investigaciones Agr¡colas Internacionales (CGIAR), la FAO, la
OIMT, el PNUMA, la UNESCO y la ONUDI para prestar apoyo t‚cnico y orientaci¢n
en
esta  rea de programas y mejorar el desempe¤o de esas organizaciones en esta
esfera.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

11.34  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n, de las actividades de este programa ascender  a
unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 230 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

11.35  La aceleraci¢n del desarrollo requiere ejecutar las actividades de
gesti¢n y de reuni¢n de datos e informaci¢n mencionadas m s arriba.  Las
actividades relacionadas con las cuestiones del medio ambiente mundial son las
que mejorar n la informaci¢n general para evaluar y resolver problemas
ambientales a escala mundial.  El robustecimiento de la capacidad de las
instituciones internacionales requiere mejorar el personal t‚cnico y la
capacidad de ejecuci¢n de varias organizaciones internacionales a fin de
satisfacer las necesidades de los pa¡ses.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

11.36  Las actividades de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica requieren
grandes
esfuerzos de investigaci¢n, formulaci¢n de modelos estad¡sticos e innovaciones
tecnol¢gicas.  Todo ello se ha incorporado en las actividades relacionadas con
la ordenaci¢n.  Estas actividades, a su vez, mejorar n el contenido
tecnol¢gico
y cient¡fico de las evaluaciones y de las observaciones peri¢dicas.  Entre los
componentes cient¡ficos y tecnol¢gicos concretos de esas actividades figuran
los siguientes:

     a)   Elaborar m‚todos y modelos t‚cnicos, ecol¢gicos y econ¢micos
relacionados con las actividades de evaluaci¢n y de observaci¢n sistem tica;

     b)   Establecer sistemas de datos y de procesamiento de datos y formular
modelos estad¡sticos;

     c)   Hacer estudios sobre el terreno y de teleobservaci¢n;

     d)   Establecer sistemas de informaci¢n geogr fica;

     e)   Evaluar y perfeccionar la tecnolog¡a.

11.37  Todo ello se deber  vincular y armonizar con las actividades y
componentes an logos de las dem s  reas de programas.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

11.38  Las actividades del programa prev‚n la necesidad y los medios de
desarrollar los recursos humanos en lo que respecta a la especializaci¢n (por
ejemplo, el uso de t‚cnicas de teleobservaci¢n, cartograf¡a y modelos
estad¡sticos), la capacitaci¢n, la transferencia de tecnolog¡a, la concesi¢n
de
becas y las demostraciones sobre el terreno.

d)   Aumento de la capacidad

11.39  Los gobiernos, en colaboraci¢n con las organizaciones y las
instituciones
internacionales competentes, deber¡an desarrollar la capacidad necesaria para
ejecutar este programa.  Ello deber¡a armonizarse con el aumento de la
capacidad
para otras  reas de programas.  El aumento de la capacidad deber¡a abarcar
aspectos como la formulaci¢n de pol¡ticas, la administraci¢n p£blica, el
mejoramiento de las instituciones nacionales, el desarrollo de los recursos
humanos, de la capacitaci¢n t‚cnica especializada y de la capacidad de
investigaci¢n, el desarrollo de la tecnolog¡a, el establecimiento de sistemas
de
informaci¢n, la evaluaci¢n de programas, la coordinaci¢n intersectorial y la
cooperaci¢n internacional.

e)   Financiaci¢n de la cooperaci¢n en los planos internacional y regional

11.40  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 530 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

                                    Cap¡tulo 12

             ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES:  LUCHA CONTRA LA
                            DESERTIFICACION Y LA SEQUIA

                                   INTRODUCCION

12.1  Los ecosistemas fr giles son sistemas importantes, con caracter¡sticas y
recursos singulares.  Comprenden los desiertos, las tierras semi ridas, las
monta¤as, las marismas, las islas peque¤as y ciertas zonas costeras.  La
mayor¡a
de estos ecosistemas son de  mbito regional, pues rebasan los l¡mites
nacionales.  El presente cap¡tulo se refiere a los recursos de tierras en los
desiertos, en las zonas  ridas y semi ridas y en las zonas subh£medas secas. 
La
cuesti¢n del desarrollo sostenible de las monta¤as se trata en el cap¡tulo 13;
las islas peque¤as y las zonas costeras se examinan en el cap¡tulo 17.

12.2  La desertificaci¢n es la degradaci¢n de los suelos de zonas  ridas,
semi ridas y subh£medas secas resultante de diversos factores, entre ellos las
variaciones clim ticas y las actividades humanas.  La desertificaci¢n afecta a
la sexta parte, aproximadamente, de la poblaci¢n mundial, al 70% de todas las
tierras secas, equivalente a 3.600 millones de hect reas, y a la cuarta parte
de
la superficie total de tierras del mundo.  Los efectos m s visibles de la
desertificaci¢n, aparte de la pobreza generalizada, son la degradaci¢n de
3.300 millones de hect reas de pastizales, que constituyen el 73% de la
superficie total de estas tierras y tienen poca capacidad de sustento; la
p‚rdida de fertilidad de los suelos y la degradaci¢n de su estructura en cerca
del 47% de las tierras secas, que constituyen tierras marginales de cultivo de
secano; y la degradaci¢n del 30% de las tierras de cultivo de regad¡o en
tierras
secas con una gran densidad de poblaci¢n y un gran potencial agr¡cola.

12.3  La prioridad de la lucha contra la desertificaci¢n deber¡a ser la
aplicaci¢n de medidas preventivas a las tierras que a£n no han sido afectadas
por la degradaci¢n o lo han sido en m¡nimo grado.  No deben olvidarse sin
embargo las zonas gravemente degradadas.  Es fundamental que en la lucha
contra
la desertificaci¢n y la sequ¡a participen las comunidades locales, las
organizaciones rurales, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y
las organizaciones internacionales y regionales.

12.4  Las  reas de programas que comprende este cap¡tulo son las siguientes:

     a)   Fortalecimiento de la base de conocimientos y elaboraci¢n de
sistemas
de informaci¢n y observaci¢n sistem tica respecto de las regiones propensas a
la
desertificaci¢n y la sequ¡a, y de los aspectos econ¢micos y sociales de esos
sistemas;

     b)   Lucha contra la degradaci¢n de las tierras mediante, entre otras
cosas, la intensificaci¢n de las actividades de conservaci¢n de suelos,
forestaci¢n y reforestaci¢n;

     c)   Elaboraci¢n y fortalecimiento de programas integrados para la
erradicaci¢n de la pobreza y la promoci¢n de sistemas de subsistencia
distintos
en las zonas propensas a la desertificaci¢n;

     d)   Fomento de los programas amplios de lucha contra la desertificaci¢n
e
integraci¢n de esos programas en los planes nacionales de desarrollo y en la
planificaci¢n ecol¢gica nacional;

               e)   Elaboraci¢n de planes amplios de preparaci¢n para la
sequ¡a y de
socorro en casos de sequ¡a, incluidos arreglos de autoayuda, para las zonas
propensas a la sequ¡a, y formulaci¢n de programas para hacer frente al
problema
de los refugiados ecol¢gicos;

     f)   Fomento y promoci¢n de la participaci¢n popular y la educaci¢n sobre
el medio ambiente, con especial hincapi‚ en la lucha contra la desertificaci¢n
y
las actividades para hacer frente a los efectos de la sequ¡a.


                                AREAS DE PROGRAMAS

          A.  Fortalecimiento de la base de conocimientos y elaboraci¢n de
                   sistemas de informaci¢n y observaci¢n sistem tica respecto 

                   de las regiones propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a,

                   y de los aspectos econ¢micos y sociales de esos sistemas   


Bases para la acci¢n

12.5  Los estudios mundiales de la situaci¢n y el ritmo de avance de la
desertificaci¢n realizados por el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio
Ambiente (PNUMA) en 1977, 1984 y 1991 han demostrado que faltan conocimientos
b sicos sobre los procesos de desertificaci¢n.  Los sistemas adecuados de
observaci¢n sistem tica mundial facilitan la formulaci¢n y ejecuci¢n de
programas eficaces contra la desertificaci¢n.  Es insuficiente la capacidad de
las instituciones internacionales, regionales y nacionales existentes, sobre
todo en los pa¡ses en desarrollo, para producir y compartir la informaci¢n
pertinente.  Para poder comprender la din mica de los procesos de la
desertificaci¢n y la sequ¡a es indispensable contar con un sistema integrado y
coordinado de informaci¢n y observaci¢n sistem tica basado en una tecnolog¡a
apropiada y de alcance mundial, regional, nacional y local.  Esto tambi‚n es
importante a los efectos de concebir medidas apropiadas para hacer frente a la
desertificaci¢n y la sequ¡a y mejorar las condiciones socioecon¢micas.

Objetivos

12.6  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Promover el establecimiento o fortalecimiento de centros nacionales
de
coordinaci¢n de la informaci¢n sobre el medio ambiente que sirvan
de centros de coordinaci¢n de los distintos ministerios de cada gobierno y
proporcionen los servicios necesarios de normalizaci¢n y apoyo; velar por que
todos los sistemas nacionales de informaci¢n sobre el medio ambiente en lo que
respecta a la desertificaci¢n y la sequ¡a est‚n vinculados mediante una red de
alcance subregional, regional e interregional; 

     b)   Fortalecer las redes regionales y mundiales de observaci¢n
sistem tica
y establecer sistemas nacionales para vigilar la degradaci¢n de las tierras y
la
desertificaci¢n causadas por fluctuaciones del clima y por el efecto de las
actividades humanas, y determinar las esferas prioritarias para la adopci¢n de
medidas;

     c)   Establecer un sistema permanente en los planos nacional e
internacional para vigilar la desertificaci¢n y la degradaci¢n de las tierras
a
fin de mejorar las condiciones de vida en las zonas afectadas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.7  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer o fortalecer sistemas de informaci¢n sobre el medio
ambiente en el plano nacional;

     b)   Fortalecer la evaluaci¢n en los planos nacional, estatal o
provincial,
y local, y velar por la cooperaci¢n y el establecimiento de redes entre los
sistemas existentes de informaci¢n y vigilancia respecto del medio ambiente,
como el programa de Vigilancia Ambiental y el Observatorio del S hara y el
Sahel;

     c)   Fortalecer la capacidad de las instituciones nacionales para
analizar
los datos sobre el medio ambiente de manera que se pueda vigilar el cambio
ecol¢gico y obtener informaci¢n sobre el medio ambiente en forma constante en
el
plano nacional.

b)   Datos e informaci¢n

12.8  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Examinar y estudiar los medios de determinar las consecuencias
ecol¢gicas, econ¢micas y sociales de la desertificaci¢n y la degradaci¢n de
las
tierras e introducir los resultados de esos estudios a nivel internacional en
la
evaluaci¢n de la desertificaci¢n y la degradaci¢n de las tierras;

     b)   Examinar y estudiar la interacci¢n de los efectos socioecon¢micos
del
clima, la sequ¡a y la desertificaci¢n y utilizar los resultados de esos
estudios
para la adopci¢n de medidas concretas.

12.9  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Apoyar la labor integrada de reuni¢n de datos e investigaci¢n que se
realice en el marco de los programas relacionados con los problemas de la
desertificaci¢n y la sequ¡a;

     b)   Apoyar los programas nacionales, regionales y mundiales para el
establecimiento de redes integradas de reuni¢n de datos y de investigaci¢n,
para
lo cual habr n de realizar evaluaciones de la degradaci¢n de los suelos y de
las
tierras;

     c)   Fortalecer las redes y los sistemas de observaci¢n sistem tica
nacionales y regionales en las esferas de la meteorolog¡a y la hidrolog¡a para
velar por que se re£na informaci¢n b sica suficiente y haya comunicaci¢n entre
los centros nacionales, regionales e internacionales.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

12.10  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fortalecer los programas regionales y las actividades de cooperaci¢n
internacional, como el Comit‚ Interestatal Permanente de Lucha contra la
Sequ¡a
en el Sahel (CILSS), la Autoridad Intergubernamental sobre Sequ¡a y Desarrollo
(AISD), la Conferencia de Coordinaci¢n del Desarrollo del Africa Meridional
(CCDAM), la Uni¢n del Magreb Arabe y otras organizaciones regionales, y
organizaciones como el Observatorio del S hara y del Sahel;

     b)   Establecer o desarrollar, como componente amplio, una base de datos
sobre la desertificaci¢n, la degradaci¢n de las tierras y la condici¢n humana
que incorpore par metros f¡sicos y socioecon¢micos.  Dicha base de datos
deber¡a
basarse en los servicios existentes y, en la medida necesaria, adicionales,
tales como los de Vigilancia Ambiental y otros sistemas de informaci¢n de
instituciones internacionales, regionales y nacionales fortalecidos para este
fin;

     c)   Determinar puntos de referencia y definir indicadores del progreso
que
faciliten la labor de las organizaciones locales y regionales de observaci¢n
sistem tica y reconocimiento del progreso realizado en la lucha contra la
desertificaci¢n.  Deber¡a prestarse particular atenci¢n a los indicadores de
la
participaci¢n local.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.11  La secretar¡a de la conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 350 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 175 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.12  Los gobiernos al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan de la
cuesti¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an: 

     a)   Elaborar y actualizar los inventarios existentes de recursos
naturales, como los de energ¡a, agua, suelos, minerales, plantas y animales,
as¡
como de otros recursos como, por ejemplo, alimentos, vivienda, empleo, salud,
educaci¢n y distribuci¢n temporal y espacial de la poblaci¢n;

     b)   Crear sistemas integrados de informaci¢n para la observaci¢n
sistem tica, la contabilidad y la evaluaci¢n de los efectos ambientales;

     c)   Los ¢rganos internacionales deber¡an cooperar con los gobiernos para
facilitar la adquisici¢n y el desarrollo de la tecnolog¡a apropiada para la
observaci¢n sistem tica del medio ambiente y la lucha contra la sequ¡a y la
desertificaci¢n.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

12.13  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan del
problema de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an fomentar las aptitudes
t‚cnicas y profesionales de las personas encargadas de la observaci¢n
sistem tica y la evaluaci¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a.  

d)   Aumento de la capacidad

12.14  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan de la
cuesti¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an:

     a)   Fortalecer las instituciones nacionales y locales, facilit ndoles el
personal, el equipo y los recursos financieros necesarios para la observaci¢n
sistem tica y la evaluaci¢n de la desertificaci¢n;

     b)   Promover la participaci¢n de la poblaci¢n local, particularmente las
mujeres y los j¢venes, en la reuni¢n y utilizaci¢n de la informaci¢n sobre el
medio ambiente mediante la educaci¢n y la difusi¢n de informaci¢n.


                B.  Medidas contra la degradaci¢n de las tierras mediante,
                              entre otras cosas, la intensificaci¢n de las
actividades
                              de conservaci¢n de suelos, forestaci¢n y
reforestaci¢n  

Bases para la acci¢n

12.15  La desertificaci¢n afecta a unos 3.600 millones de hect reas, que
constituyen aproximadamente el 70% de la superficie total de tierras secas y
la
cuarta parte de las tierras del mundo.  Para combatir la desertificaci¢n de
los
pastizales, las tierras de cultivo de secano y las tierras de regad¡o deber¡an
tomarse medidas preventivas en las zonas que a£n no han sido afectadas por la
desertificaci¢n o que s¢lo lo han sido levemente; se deber¡an aplicar medidas
correctivas para mantener la productividad de las tierras desertificadas en
grado moderado; y se deber¡an tomar medidas de rehabilitaci¢n para recuperar
las
tierras secas desertificadas gravemente o muy gravemente.

12.16  El aumento de la cubierta vegetal promover¡a y estabilizar¡a el
equilibrio hidrol¢gico en las zonas de tierras secas y contribuir¡a a mantener
la calidad y la productividad de la tierra.  La aplicaci¢n de medidas
preventivas en las tierras a£n no degradadas y de medidas correctivas y de
rehabilitaci¢n en las tierras secas mediana o gravemente degradadas, entre
ellas
las afectadas por movimientos de dunas, mediante la introducci¢n de sistemas
de
uso de la tierra ecol¢gicamente racionales, socialmente aceptables y
equitativos
y econ¢micamente viables fomentar¡a la capacidad de sustento de la tierra y la
conservaci¢n de los recursos bi¢ticos en los ecosistemas fr giles.

Objetivos

12.17  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   En lo que respecta a las zonas no afectadas a£n por la
desertificaci¢n, o afectadas s¢lo ligeramente, ordenar adecuadamente las
formaciones naturales existentes (incluidos los bosques) para la conservaci¢n
de
la diversidad biol¢gica, la protecci¢n de las cuencas, la sostenibilidad de su
producci¢n y su desarrollo agr¡cola y otros fines, con la plena participaci¢n
de
las poblaciones ind¡genas;

     b)   Rehabilitar las tierras secas moderada o gravemente desertificadas
para su utilizaci¢n con fines agr¡colas y mantener su productividad para el
desarrollo agropecuario y agroforestal mediante, entre otras cosas, la
conservaci¢n de los suelos y del agua;  

     c)   Aumentar la cubierta vegetal y realizar actividades de ordenaci¢n en
apoyo de los recursos bi¢ticos de las regiones afectadas por la
desertificaci¢n
y la sequ¡a o propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, particularmente
mediante actividades tales como planes de forestaci¢n y reforestaci¢n,
agrosilvicultura y silvicultura de la comunidad y planes de mantenimiento de
la
vegetaci¢n;

     d)   Mejorar la ordenaci¢n de los recursos forestales, entre ellos los de
le¤a.  Reducir el consumo de le¤a mediante una utilizaci¢n y una conservaci¢n
m s eficientes y fomentar el aprovechamiento y la utilizaci¢n de otras fuentes
de energ¡a, entre ellas las fuentes de energ¡a sustitutivas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.18  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Aplicar urgentemente medidas preventivas directas en las tierras
secas
vulnerables que hasta ahora no han resultado afectadas o s¢lo han sido
ligeramente afectadas, mediante la introducci¢n de i) mejores pol¡ticas y
pr cticas de uso de la tierra para aumentar la productividad sostenible;
ii) tecnolog¡as agr¡colas y ganaderas apropiadas, ecol¢gicamente racionales y
econ¢micamente viables; y iii) mejores t‚cnicas de ordenaci¢n de los recursos
de
suelos y aguas;

     b)   Realizar programas acelerados de forestaci¢n y reforestaci¢n,
utilizando especies resistentes a la sequ¡a y de r pido crecimiento, en
particular especies aut¢ctonas, incluidas leguminosas y otras, en combinaci¢n
con planes de agrosilvicultura basados en la comunidad.  A este respecto,
deber¡a considerarse la ejecuci¢n de planes en gran escala de forestaci¢n y
reforestaci¢n, particularmente mediante el establecimiento de cinturones
verdes,
habida cuenta de los m£ltiples beneficios de esas medidas;

     c)   Aplicar urgentemente medidas correctivas directas en las zonas secas
moderada a gravemente desertificadas, adem s de las medidas indicadas en el
inciso a) del p rrafo 19 supra, a fin de restablecer y mantener su
productividad;

     d)   Promover sistemas mejorados de ordenaci¢n de tierras, aguas y
cultivos
para que se pueda luchar contra la salinizaci¢n de las tierras de cultivo de
riego; estabilizar las tierras de cultivo de secano e introducir en las
modalidades de uso de la tierra sistemas mejorados de ordenaci¢n de suelos y
cultivos;

     e)   Promover la ordenaci¢n de los recursos naturales, entre ellos los de
pastizales, con participaci¢n de la comunidad, a fin de satisfacer las
necesidades de las poblaciones rurales y atender a los objetivos de la
conservaci¢n, sobre la base de tecnolog¡as innovadoras o tecnolog¡as
aut¢ctonas adaptadas;

     f)   Promover la protecci¢n y conservaci¢n in situ de zonas ecol¢gicas
especiales mediante legislaci¢n y otros medios a fin de luchar contra la
desertificaci¢n y, al mismo tiempo, velar por la protecci¢n de la diversidad
biol¢gica;

     g)   Promover y fomentar la inversi¢n en el desarrollo forestal de las
tierras secas mediante diversos incentivos, incluidas medidas legislativas;

     h)   Promover el aprovechamiento y la utilizaci¢n de fuentes de energ¡a
que
disminuyan las presiones sobre los recursos le¤osos, entre ellas las fuentes
de
energ¡a sustitutivas y las cocinas mejoradas.

b)   Datos e informaci¢n

12.19  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar modelos de uso de la tierra basados en las pr cticas
locales
para el mejoramiento de dichas pr cticas, con el fin particular de evitar la
degradaci¢n de las tierras.  Los modelos deber¡an proporcionar una mejor
comprensi¢n de la variedad de factores naturales y factores derivados de las
actividades humanas que pueden contribuir a la desertificaci¢n.  Los modelos
deber¡an indicar la interacci¢n de las pr cticas nuevas y las pr cticas
tradicionales para evitar la degradaci¢n de las tierras y reflejar la
capacidad
de recuperaci¢n de la totalidad del sistema ecol¢gico y social;

     b)   Elaborar, ensayar e introducir, teniendo debidamente en cuenta las
consideraciones relativas a la seguridad del medio ambiente, especies
vegetales
resistentes a la sequ¡a, de r pido crecimiento, productivas y apropiadas al
medio de las regiones respectivas.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

12.20  Los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones
internacionales
y regionales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos
bilaterales
competentes deber¡an:

     a)   Coordinar sus funciones en la lucha contra la degradaci¢n de las
tierras y la promoci¢n de sistemas de reforestaci¢n, agrosilvicultura y
ordenaci¢n de las tierras en los pa¡ses afectados;

     b)   Apoyar las actividades regionales y subregionales para el desarrollo
y
la difusi¢n de tecnolog¡a, la capacitaci¢n y la ejecuci¢n de programas a fin
de
detener la degradaci¢n de las tierras secas.

12.21  Los gobiernos interesados, los organismos competentes de las Naciones
Unidas y los organismos bilaterales deber¡an fortalecer la funci¢n de
coordinaci¢n de las actividades de lucha contra la degradaci¢n de las tierras
secas que corresponde a las organizaciones intergubernamentales o regionales
establecidas para ocuparse de esas actividades, a saber, el CILSS, la AISD,
la CCDAM y la Uni¢n del Magreb Arabe.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.22  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 3.000 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.23  Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con
el
apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes,
deber¡an:

     a)   Incorporar los conocimientos aut¢ctonos relativos a los bosques, las
tierras forestales, los pastizales y la vegetaci¢n natural a las
investigaciones
sobre la desertificaci¢n y la sequ¡a;

     b)   Promover programas integrados de investigaci¢n sobre protecci¢n,
recuperaci¢n y conservaci¢n de los recursos de aguas y tierras y gesti¢n del
uso
de la tierra centrados en los m‚todos tradicionales, donde sea posible.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

12.24  Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con
el
apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes,
deber¡an:

     a)   Establecer mecanismos que dispongan que los usuarios de tierras,
especialmente las mujeres, sean los agentes principales de la aplicaci¢n de
mejores sistemas de uso de la tierra, comprendidos los de agrosilvicultura,
para
combatir la degradaci¢n de las tierras;

     b)   Promover servicios de extensi¢n eficientes en las zonas propensas a
la
desertificaci¢n y la sequ¡a, sobre todo con el objeto de capacitar a
agricultores y ganaderos para una mejor ordenaci¢n de los recursos de tierras
y
aguas en las zonas  ridas.

d)   Aumento de la capacidad

12.25  Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con
el
apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes,
deber¡an:

     a)   Elaborar y adoptar, mediante la legislaci¢n nacional apropiada, e
institucionalizar nuevas pol¡ticas de uso de la tierra ecol¢gicamente
racionales
y orientadas hacia el desarrollo;

     b)   Prestar apoyo a las organizaciones populares basadas en la
comunidad,
especialmente las de agricultores y ganaderos.


                                   C.  Elaboraci¢n y fortalecimiento de
programas integrados
                   para la erradicaci¢n de la pobreza y la promoci¢n de
                   sistemas de subsistencia distintos en las zonas
                   propensas a la desertificaci¢n

Bases para la acci¢n

12.26  En las zonas propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, los actuales
sistemas de subsistencia y de aprovechamiento de los recursos no permiten
mantener condiciones de vida apropiadas.  En la mayor¡a de las zonas  ridas y
semi ridas, los sistemas tradicionales de subsistencia basados en la
agricultura
y el pastoreo son frecuentemente insuficientes e insostenibles, habida cuenta
particularmente de los efectos de la sequ¡a y del aumento de la presi¢n
demogr fica.  La pobreza es un factor importante en la aceleraci¢n de las
tasas
de degradaci¢n y desertificaci¢n.  En consecuencia, hay que tomar medidas para
rehabilitar y mejorar los sistemas basados en la agricultura y la ganader¡a a
fin de lograr la ordenaci¢n sostenible de las tierras de pastizales,
juntamente
con sistemas alternativos de subsistencia.

Objetivos

12.27  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Crear entre las comunidades rurales y los grupos de pastores la
capacidad de hacerse cargo de su propio desarrollo y de la ordenaci¢n de sus
recursos de tierras sobre una base socialmente equitativa y ecol¢gicamente
racional;

     b)   Mejorar los sistemas de producci¢n con el fin de lograr una mayor
productividad dentro de un plan aprobado de conservaci¢n de los recursos
naturales en el marco de un enfoque integral del desarrollo rural;

     c)   Ofrecer sistemas de subsistencia distintos como base para reducir la
presi¢n sobre los recursos de tierras y al mismo tiempo suministrar fuentes de
ingresos adicionales, particularmente para la poblaci¢n rural y, en
consecuencia, mejorar su nivel de vida.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.28  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Adoptar pol¡ticas a nivel nacional en relaci¢n con un enfoque
descentralizado de la ordenaci¢n de los recursos de tierras, mediante el cual
se
delegue responsabilidad en las organizaciones rurales;

     b)   Crear o fortalecer organizaciones rurales encargadas de la
ordenaci¢n
de las tierras de las aldeas y de las tierras de pastoreo;

     c)   Establecer y desarrollar mecanismos intersectoriales en los planos
local y nacional que se ocupen de las consecuencias para el medio ambiente y
el
desarrollo del r‚gimen de tenencia de la tierra en lo que respecta al uso y la
propiedad de la tierra.  Deber¡a prestarse atenci¢n especial a la protecci¢n
de
los derechos de propiedad de las mujeres y los grupos de pastores y n¢madas
que
viven en las zonas rurales;

               d)   Crear o fortalecer asociaciones a nivel de aldea que se
ocupen
primordialmente de actividades econ¢micas de inter‚s com£n para los pastores
(horticultura con fines comerciales, transformaci¢n de productos agr¡colas,
producci¢n pecuaria, pastoreo, etc.);

     e)   Fomentar el cr‚dito y la movilizaci¢n del ahorro en las zonas
rurales
mediante el establecimiento de sistemas bancarios en dichas zonas; 

     f)   Desarrollar la infraestructura y la capacidad de producci¢n y
comercializaci¢n en el plano local mediante la incorporaci¢n de los habitantes
locales en las actividades de promoci¢n de sistemas de subsistencia distintos
y
en las actividades destinadas a mitigar la pobreza;

     g)   Establecer un fondo rotatorio de cr‚dito para los empresarios
rurales
y los grupos locales con el fin de facilitar el establecimiento de industrias
y
empresas comerciales familiares y la concesi¢n de cr‚ditos para actividades
agropecuarias.

b)   Datos e informaci¢n

12.29  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Realizar estudios socioecon¢micos de referencia con el fin de
obtener
una comprensi¢n adecuada de la situaci¢n en esta  rea de programas,
especialmente en relaci¢n con las cuestiones de los recursos y la tenencia de
la
tierra, las formas tradicionales de ordenaci¢n de la tierra y las
caracter¡sticas de los sistemas de producci¢n;

     b)   Preparar un inventario de los recursos naturales (suelos, agua y
vegetaci¢n) y su estado de degradaci¢n, principalmente sobre la base de los
conocimientos de la poblaci¢n local (por ejemplo, una r pida evaluaci¢n de las
zonas rurales);

     c)   Difundir informaci¢n sobre sistemas de tecnolog¡a adaptados a las
condiciones sociales, econ¢micas y ecol¢gicas del pa¡s;

     d)   Promover el intercambio y la comunicaci¢n de informaci¢n relativa al
desarrollo de sistemas de subsistencia distintos entre diversas regiones
agroecol¢gicas.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

12.30  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover la cooperaci¢n y el intercambio de informaci¢n entre las
instituciones dedicadas a la investigaci¢n de las tierras  ridas y semi ridas
respecto de t‚cnicas y m‚todos para mejorar la productividad de la tierra y
del
trabajo y de sistemas de producci¢n viables;

     b)   Coordinar y armonizar la ejecuci¢n de programas y proyectos
financiados por la comunidad de organizaciones internacionales y las
organizaciones no gubernamentales y destinados a mitigar la pobreza y a
promover
sistemas de subsistencia distintos.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.31  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado los costos de esta  rea de
programas en el cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza), y en el cap¡tulo 14
(Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles).

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.32  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Llevar a cabo investigaciones aplicadas sobre el uso de la tierra
con
el apoyo de instituciones de investigaci¢n locales;

     b)   Facilitar la comunicaci¢n y el intercambio peri¢dico de informaci¢n
y
experiencias, en los planos nacional, regional e interregional, entre los
funcionarios de divulgaci¢n y los investigadores;

     c)   Apoyar y fomentar la introducci¢n y la utilizaci¢n de tecnolog¡as
para
la generaci¢n de fuentes sustitutivas de ingresos.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

12.33  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Capacitar a los miembros de las organizaciones rurales en t‚cnicas
de
ordenaci¢n y a los agricultores y pastores en t‚cnicas especiales, como las de
conservaci¢n de los suelos y el agua, la captaci¢n de agua, la
agrosilvicultura
y el riego en peque¤a escala;

     b)   Capacitar a los agentes y funcionarios de divulgaci¢n en las
t‚cnicas
de participaci¢n de la comunidad en la ordenaci¢n integrada de las tierras.

d)   Aumento de la capacidad

12.34  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear y
mantener mecanismos que velaran por la integraci¢n en los planes y programas
sectoriales y nacionales de desarrollo de estrategias destinadas a mitigar la
pobreza de los habitantes de las tierras propensas a la desertificaci¢n.


        D.  Fomento de programas amplios de lucha contra la desertificaci¢n
            e integraci¢n de esos programas en los planes nacionales de    
            desarrollo y en la planificaci¢n ecol¢gica nacional            

Bases para la acci¢n

12.35  En algunos pa¡ses en desarrollo afectados por la desertificaci¢n, el
proceso de desarrollo depende principalmente de la base de recursos naturales.

La interacci¢n entre los sistemas sociales y los recursos de tierras hace
mucho
m s complejo el problema, y por ello es preciso adoptar un enfoque integrado
de
la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras.  Los planes de
lucha contra la desertificaci¢n y la sequ¡a deber¡an abarcar los aspectos de
ordenaci¢n del medio ambiente y gesti¢n del desarrollo, en conformidad con el
criterio de integraci¢n de los planes nacionales de desarrollo con los planes
nacionales de acci¢n ecol¢gica.

Objetivos

12.36  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Fortalecer la capacidad de las instituciones nacionales para
formular
programas apropiados de lucha contra la desertificaci¢n e integrarlos a la
planificaci¢n nacional del desarrollo;

     b)   Crear sistemas de planificaci¢n estrat‚gica para el aprovechamiento,
la protecci¢n y la ordenaci¢n de los recursos naturales de las tierras secas e
integrarlos en los planes nacionales de desarrollo, as¡ como en los planes
nacionales de lucha contra la desertificaci¢n y los planes de acci¢n ecol¢gica
en pa¡ses propensos a la desertificaci¢n;

     c)   Iniciar un proceso a largo plazo de aplicaci¢n y vigilancia de
estrategias relacionadas con la ordenaci¢n de los recursos naturales;

     d)   Intensificar la cooperaci¢n regional e internacional en la lucha
contra la desertificaci¢n mediante, entre otras cosas, la adopci¢n de
instrumentos jur¡dicos y de otra ¡ndole.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.37  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer o reforzar las direcciones nacionales y locales
encargadas
de la lucha contra la desertificaci¢n en los organismos de ejecuci¢n centrales
y
locales, as¡ como comit‚s o asociaciones locales de usuarios de tierras en
todas
las comunidades rurales afectadas, con miras a organizar una cooperaci¢n
activa
entre todas las partes interesadas, desde las bases mismas (agricultores y
pastores) hasta los m s altos niveles de gobierno;

     b)   Formular planes nacionales de acci¢n para combatir la
desertificaci¢n
y, seg£n proceda, convertirlos en parte integrante de los planes nacionales de
desarrollo y de los planes nacionales de acci¢n ecol¢gica;

     c)   Aplicar pol¡ticas encaminadas a mejorar el uso de la tierra, ordenar
de manera apropiada las tierras comunes, proporcionar incentivos a los
peque¤os
agricultores y pastores, hacer participar a la mujer y fomentar las
inversiones
privadas en el aprovechamiento de las tierras secas;

     d)   Asegurar la coordinaci¢n entre los ministerios y las instituciones
que
se ocupan de los programas de lucha contra la desertificaci¢n en los planos
nacional y local.

b)   Datos e informaci¢n

12.38  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover
entre
los pa¡ses afectados el intercambio de informaci¢n y la cooperaci¢n en materia
de planificaci¢n y programaci¢n nacionales, entre otras cosas mediante el
establecimiento de redes de informaci¢n.
c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

12.39  Las organizaciones internacionales, las instituciones financieras
multilaterales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos
bilaterales pertinentes deber¡an fortalecer su cooperaci¢n en materia de
asistencia para la preparaci¢n de los programas de lucha contra la
desertificaci¢n y su integraci¢n en las estrategias nacionales de
planificaci¢n,
el establecimiento de un mecanismo nacional de coordinaci¢n y observaci¢n
sistem tica y el establecimiento de redes regionales y mundiales de estos
planes
y mecanismos.

12.40  Se deber¡a pedir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su
cuadrag‚simo s‚ptimo per¡odo de sesiones, que establezca, bajo la ‚gida de la
Asamblea, un comit‚ intergubernamental de negociaci¢n encargado de elaborar
una
convenci¢n internacional para combatir la desertificaci¢n, en los pa¡ses que
est‚n afectados por sequ¡a grave o desertificaci¢n, particularmente en Africa,
con miras a finalizar tal convenci¢n para junio de 1994. 

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.41  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 180 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 90 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.42  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar e introducir tecnolog¡as agr¡colas y de pastoreo
apropiadas perfeccionadas y sostenibles que sean social y ecol¢gicamente
aceptables y econ¢micamente viables;

     b)   Emprender el estudio aplicado de la integraci¢n de las actividades
relativas al medio ambiente y al desarrollo en los planes nacionales de
desarrollo.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

12.43  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an organizar
grandes campa¤as nacionales de sensibilizaci¢n y capacitaci¢n acerca de la
lucha
contra la desertificaci¢n en los pa¡ses afectados utilizando los medios
nacionales de informaci¢n existentes, las estructuras educacionales y los
servicios de extensi¢n nuevos o reforzados.  Podr¡a asegurarse as¡ el acceso
de
los habitantes a los conocimientos relativos a la desertificaci¢n y la sequ¡a
y
a los planes nacionales de acci¢n para combatir la desertificaci¢n.

d)             Aumento de la capacidad

12.44  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an establecer y
mantener mecanismos que dispusieran la coordinaci¢n entre los ministerios e
instituciones sectoriales, entre ellas las instituciones locales y las
organizaciones no gubernamentales correspondientes, en la labor de integrar
los
programas de lucha contra la desertificaci¢n en los planes nacionales de
desarrollo y en los planes nacionales de acci¢n ecol¢gica.


        E.  Elaboraci¢n de planes amplios de preparaci¢n para la sequ¡a
                 y de socorro en casos de sequ¡a, as¡ como de mecanismos de
                 autoayuda, para las zonas propensas a la sequ¡a, y
                 formulaci¢n de programas para hacer frente al problema de
                 los refugiados ecol¢gicos

Bases para la acci¢n

12.45  La sequ¡a, con distintos grados de frecuencia e intensidad, es un
fen¢meno recurrente en gran parte del mundo en desarrollo, sobre todo en
Africa. 
Aparte de las p‚rdidas humanas - se calcula que a mediados del decenio de 1980
unos 3 millones de personas perecieron a causa de la sequ¡a en el Africa al
sur
del S hara - el costo econ¢mico de los desastres relacionados con la sequ¡a es
tambi‚n alto en t‚rminos de p‚rdidas de producci¢n, desaprovechamiento de
insumos y desv¡o de los recursos destinados al desarrollo.

12.46  El funcionamiento de sistemas de alerta temprana para pronosticar la
sequ¡a permitir  que se apliquen planes de preparaci¢n para la sequ¡a.  Con
planes integrados a nivel de explotaci¢n agr¡cola o de cuenca hidrogr fica que
prevean, por ejemplo, estrategias sustitutivas de cultivo, la conservaci¢n del
suelo y del agua y la promoci¢n de t‚cnicas de captaci¢n de agua, se podr¡a
realzar la capacidad de resistencia de la tierra a la sequ¡a y se podr¡an
atender las necesidades b sicas, lo que reducir¡a al m¡nimo el n£mero de
refugiados ecol¢gicos y la necesidad de un socorro de emergencia durante la
sequ¡a.  Al mismo tiempo, se deber¡an prever arreglos de emergencia para
suministrar socorro durante per¡odos de extrema escasez.

Objetivos

12.47  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Formular estrategias nacionales sobre planes a corto y largo plazo,
de
preparaci¢n para las ‚pocas de sequ¡a, con miras a reducir la vulnerabilidad
de
los sistemas de producci¢n a la sequ¡a;

     b)   Intensificar la corriente de informaci¢n de alerta temprana que
reciben las autoridades y los usuarios de tierras, para que los pa¡ses puedan
aplicar estrategias de intervenci¢n en casos de sequ¡a;

     c)   Establecer planes de socorro para ‚pocas de sequ¡a y medios para
hacer
frente al problema de los refugiados por causas ecol¢gicas e integrarlos en la
planificaci¢n del desarrollo a nivel nacional y regional.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.48  En las zonas propensas a la sequ¡a, los gobiernos al nivel que
corresponda y con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales
competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar estrategias para hacer frente a la escasez nacional de
alimentos en los per¡odos de producci¢n deficitaria.  Esas estrategias
tendr¡an
por objeto resolver las cuestiones del almacenamiento y las reservas, las
importaciones, las instalaciones portuarias y el almacenamiento, el transporte
y
la distribuci¢n de alimentos;

     b)   Aumentar la capacidad nacional y regional en materia de
agrometeorolog¡a y de planificaci¢n de cultivos para casos de emergencia. 
La agrometeorolog¡a vincula la frecuencia, el contenido y el alcance regional
de
los pron¢sticos meteorol¢gicos con las necesidades de planificaci¢n de
cultivos
y extensi¢n agr¡cola;

     c)   Preparar proyectos rurales para proporcionar empleos de corto plazo
en
las zonas rurales a los hogares afectados por la sequ¡a.  La p‚rdida de
ingresos
y del acceso a alimentos es una causa com£n de aflicci¢n en las ‚pocas de
sequ¡a.  Las obras rurales ayudan a los hogares pobres a generar los ingresos
que necesitan para comprar alimentos;

     d)   Establecer mecanismos de emergencia, cuando sea menester, para la
distribuci¢n de alimentos y piensos y el abastecimiento de agua;

     e)   Establecer mecanismos presupuestarios para el suministro inmediato
de
recursos para el socorro en casos de sequ¡a;

     f)   Establecer redes de seguridad en beneficio de los hogares m s
vulnerables.

b)   Datos e informaci¢n

12.49  Los gobiernos de los pa¡ses afectados, al nivel que corresponda y con
el
apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes,
deber¡an:

     a)   Realizar investigaciones sobre pron¢sticos estacionales a fin de
mejorar la planificaci¢n para casos de emergencia y las operaciones de socorro
y
facilitar la adopci¢n de medidas preventivas a nivel de explotaci¢n agr¡cola
como, por ejemplo, la selecci¢n de variedades y pr cticas agr¡colas
apropiadas,
en ‚pocas de sequ¡a;

     b)   Apoyar la investigaci¢n aplicada sobre las formas de reducir la
p‚rdida de agua de los suelos y de aumentar la capacidad de absorci¢n de agua
de
los suelos y sobre las t‚cnicas de captaci¢n de agua en las zonas propensas a
la
sequ¡a;

     c)   Reforzar los sistemas nacionales de alerta temprana haciendo
hincapi‚
en las esferas de la representaci¢n cartogr fica de los riesgos, la
teleobservaci¢n, la construcci¢n de modelos agrometeorol¢gicos, las t‚cnicas
integradas y multidisciplinarias de pron¢stico de los cultivos y el an lisis
computadorizado de la oferta y demanda de alimentos.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

12.50  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer una reserva de contingencia consistente en alimentos,
apoyo
log¡stico, personal y recursos financieros que permita una pronta reacci¢n
internacional ante las situaciones de emergencia relacionadas con la sequ¡a;

     b)   Prestar apoyo a los programas de la Organizaci¢n Meteorol¢gica
Mundial
(OMM) en materia de agrohidrolog¡a y meteorolog¡a del Programa del Centro
Regional de Formaci¢n y aplicaci¢n en Agrometeorolog¡a e Hidrolog¡a
Operacional
(AGRHYMET), los centros de vigilancia de la sequ¡a y el Centro Africano de
Aplicaciones Meteorol¢gicas para el Desarrollo (ACMAD), as¡ como los esfuerzos
del Comit‚ Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequ¡a en el Sahel
(CILSS)
y la Autoridad Intergubernamental de asuntos relacionados con la sequ¡a y el
desarrollo;

     c)   Apoyar los programas de desarrollo de sistemas nacionales de alerta
temprana y los planes de asistencia para la seguridad alimentaria de la FAO y
de
otras organizaciones;

     d)   Reforzar y ampliar el alcance de los programas regionales y las
actividades de los ¢rganos y organismos pertinentes de las Naciones Unidas,
como
el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina del Coordinador de las
Naciones Unidas para el Socorro en Casos de Desastre (UNDRO) y la Oficina de
las
Naciones Unidas para la Regi¢n Sudanosaheliana (ONURS), as¡ como de las
organizaciones no gubernamentales, destinadas a mitigar los efectos de la
sequ¡a
y las situaciones de emergencia.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.51  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.100 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n
entre
otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos
decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.52  Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades propensas a la
sequ¡a, con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales
competentes, deber¡an:

     a)   Utilizar los mecanismos tradicionales de lucha contra el hambre como
medio de encauzar la asistencia destinada al socorro y el desarrollo;

     b)   Fomentar y desarrollar la investigaci¢n interdisciplinaria en los
planos nacional, regional y local y los medios de capacitaci¢n para la
aplicaci¢n de estrategias de prevenci¢n de la sequ¡a.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

12.53  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover la capacitaci¢n de los encargados de adoptar decisiones y
los
usuarios de tierras en la utilizaci¢n efectiva de la informaci¢n procedente de
los sistemas de alerta temprana;

     b)   Fomentar los medios de investigaci¢n y de capacitaci¢n en el plano
nacional para determinar los efectos de la sequ¡a y elaborar metodolog¡as para
pronosticar el fen¢meno.

d)   Aumento de la capacidad

12.54  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Mejorar y mantener mecanismos dotados de personal, equipo y recursos
financieros suficientes para vigilar los par metros de la sequ¡a con el fin de
tomar medidas preventivas en los planos regional, nacional y local;

     b)   Establecer v¡nculos interministeriales y dependencias de
coordinaci¢n
para la vigilancia de la sequ¡a, la evaluaci¢n de sus repercusiones y la
administraci¢n de los planes de socorro para casos de sequ¡a.


        F.  Fomento y promoci¢n de la participaci¢n popular y la educaci¢n
            sobre el medio ambiente, con especial hincapi‚ en las medidas 
            contra la desertificaci¢n y las actividades para hacer frente 
            a los efectos de la sequ¡a                                    

Bases para la acci¢n

12.55  La experiencia adquirida hasta la fecha con los aciertos y fracasos de
los programas y proyectos se¤ala la necesidad de que la poblaci¢n apoye el
mantenimiento de las actividades relacionadas con la lucha contra la
desertificaci¢n y la sequ¡a.  Ahora bien, es menester no limitarse al ideal
te¢rico de la participaci¢n popular y poner empe¤o en lograr una participaci¢n
real y activa de la poblaci¢n basada en el concepto de asociaci¢n, que entra¤a
la responsabilidad compartida y el mutuo inter‚s de todas las partes.  En ese
contexto, esta  rea de programas deber¡a considerarse como un componente
esencial de apoyo de todas las actividades de lucha contra la desertificaci¢n
o
relacionadas con la sequ¡a.

Objetivos

12.56  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Aumentar la conciencia p£blica sobre las cuestiones de
desertificaci¢n
y sequ¡a, y los conocimientos respectivos, entre otras cosas integrando la
educaci¢n sobre el medio ambiente en los programas de ense¤anza de las
escuelas
primarias y secundarias;

     b)   Establecer y fomentar el establecimiento de verdaderas asociaciones
entre las autoridades de gobierno, en los planos tanto nacional como local,
otros organismos de ejecuci¢n, las organizaciones no gubernamentales y los
usuarios de tierras asoladas por la sequ¡a y la desertificaci¢n, asignando a
los
usuarios de tierras una funci¢n de responsabilidad en los procesos de
planificaci¢n y ejecuci¢n, a fin de que deriven plenos beneficios de los
proyectos de desarrollo;

     c)   Velar por que los participantes en esa asociaci¢n comprendan las
necesidades, los objetivos y los puntos de vista de cada cual utilizando
medios
diversos, como la capacitaci¢n, la sensibilizaci¢n de la opini¢n p£blica y el
di logo franco;

     d)   Prestar asistencia a las comunidades locales en sus esfuerzos de
lucha
contra la desertificaci¢n y valerse de los conocimientos y la experiencia de
las
poblaciones afectadas asegurando la plena participaci¢n de la mujer y de las
poblaciones ind¡genas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

12.57  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Adoptar pol¡ticas y establecer estructuras administrativas
para una mayor descentralizaci¢n del proceso de adopci¢n de decisiones y
ejecuci¢n;

     b)   Establecer y utilizar mecanismos para la consulta y la participaci¢n
de los usuarios de tierras y para aumentar la capacidad de determinar las
medidas que se deben tomar o de contribuir a la determinaci¢n y planificaci¢n
de
esas medidas a nivel popular;

     c)   Definir los objetivos concretos de los programas o proyectos en
cooperaci¢n con las comunidades locales; elaborar planes de gesti¢n en el
plano
local con los que se puedan medir los progresos alcanzados, lo que permitir¡a
contar con un medio para modificar el concepto general del proyecto o cambiar
las pr cticas de gesti¢n, seg£n proceda;

     d)   Introducir medidas legislativas, institucionales o de organizaci¢n y
financieras para asegurar la participaci¢n de los usuarios y su acceso a los
recursos de tierras;

     e)   Establecer o ampliar las condiciones que propicien la prestaci¢n de
servicios, como sistemas de cr‚dito y centros de comercializaci¢n para las
poblaciones rurales;

     f)   Elaborar programas de capacitaci¢n para aumentar el nivel de
instrucci¢n y participaci¢n de la poblaci¢n, sobre todo de las mujeres y de
los
grupos ind¡genas, mediante, entre otras cosas, la alfabetizaci¢n y el
desarrollo
de especialidades t‚cnicas;

     g)   Crear sistemas bancarios en las zonas rurales para facilitar el
acceso
al cr‚dito por parte de la poblaci¢n rural, sobre todo de las mujeres y de los
grupos ind¡genas, y fomentar el ahorro rural; 

     h)   Adoptar pol¡ticas apropiadas para estimular las inversiones privadas
y
p£blicas.

b)             Datos e informaci¢n

12.58  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Examinar, generar y difundir informaci¢n con desglose por sexo y 
conocimientos pr cticos y t‚cnicos en todos los niveles acerca de la manera de
organizar y fomentar la participaci¢n popular;

     b)   Acelerar el perfeccionamiento de los conocimientos tecnol¢gicos
especializados, haciendo hincapi‚ en la tecnolog¡a apropiada e intermedia;

     c)   Difundir los conocimientos acerca de los resultados de la
investigaci¢n aplicada a cuestiones relacionadas con los suelos y los recursos
h¡dricos, las variedades apropiadas, las t‚cnicas agr¡colas y los
conocimientos
tecnol¢gicos.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

12.59  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar programas de apoyo a las organizaciones regionales, como
el CILSS, la Autoridad Intergubernamental de asuntos relacionados con la
sequ¡a
y el desarrollo, la Conferencia de Coordinaci¢n del Desarrollo del Africa
Meridional (SADCC), la Uni¢n del Magreb Arabe y otras organizaciones
intergubernamentales de Africa y otras partes del mundo para consolidar
los programas de divulgaci¢n y lograr que aumente la participaci¢n de
las organizaciones no gubernamentales conjuntamente con las poblaciones
rurales;

     b)   Crear mecanismos que faciliten la cooperaci¢n en materia de
tecnolog¡a
y promover esa cooperaci¢n como elemento de toda la asistencia externa y de
las
actividades relacionadas con proyectos de asistencia t‚cnica en los sectores
p£blico y privado;

     c)   Fomentar la colaboraci¢n entre diferentes participantes en los
programas sobre el medio ambiente y el desarrollo;

     d)   Estimular la creaci¢n de estructuras de organizaci¢n representativas
para promover y mantener la cooperaci¢n entre organizaciones.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

12.60  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 500 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)             Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

12.61  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover el
desarrollo de los conocimientos t‚cnicos nacionales y la transferencia de
tecnolog¡a. 

c)   Desarrollo de los recursos humanos

12.62  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Apoyar o fortalecer las instituciones encargadas de la instrucci¢n
p£blica, incluidos los medios de informaci¢n locales, las escuelas y los
grupos
comunitarios;

     b)   Aumentar el nivel de instrucci¢n p£blica.

d)   Aumento de la capacidad

12.63  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an alentar a
los
miembros de las organizaciones rurales locales, as¡ como formar y nombrar a un
mayor n£mero de funcionarios de extensi¢n que trabajen en el plano local.

                                    Cap¡tulo 13

                ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES:  DESARROLLO
                        SOSTENIBLE DE LAS ZONAS DE MONTA¥A

                                   INTRODUCCION

13.1  Las monta¤as son una fuente importante de agua, energ¡a y diversidad
biol¢gica.  Adem s, son fuente de recursos vitales como minerales, productos
forestales y agr¡colas y medios de esparcimiento.  Al ser un ecosistema
importante en que est  representada la ecolog¡a compleja e interdependiente de
nuestro planeta, el medio montano es esencial para la supervivencia del
ecosistema mundial.  Sin embargo, los ecosistemas de monta¤a est n cambiando
r pidamente.  Son susceptibles de erosi¢n acelerada de los suelos,
desprendimientos de tierras y un r pido empobrecimiento de la diversidad
gen‚tica y del h bitat.  La pobreza es generalizada entre los habitantes de
las
monta¤as y se est n perdiendo los conocimientos aut¢ctonos.  Como resultado de
ello, la mayor¡a de las zonas monta¤osas del mundo padecen un deterioro
ambiental.  De ah¡ que haya que adoptar medidas de inmediato para velar por
una
ordenaci¢n apropiada de los recursos de las monta¤as y el desarrollo social y
econ¢mico de sus habitantes.

13.2  Aproximadamente el 10% de la poblaci¢n mundial depende de los recursos
de
las monta¤as.  Un porcentaje mucho mayor se sirve de distintos recursos de las
monta¤as, en particular el agua.  Las monta¤as constituyen una reserva de
diversidad biol¢gica y especies en peligro.

13.3  Se incluyen en este cap¡tulo dos esferas de programas con el fin de
ahondar el estudio del problema de los ecosistemas fr giles en lo que respecta
a
todas las monta¤as del mundo.  Esas esferas son las siguientes:

     a)   Generaci¢n y consolidaci¢n de conocimientos sobre la ecolog¡a y el
desarrollo sostenible de los ecosistemas de monta¤a;

     b)   Promoci¢n del aprovechamiento integrado de las cuencas hidrogr ficas
y
de otros medios de vida.


                                AREAS DE PROGRAMAS

         A.  Generaci¢n y consolidaci¢n de conocimientos sobre la ecolog¡a
             y el desarrollo sostenible de los ecosistemas de monta¤a     

Bases para la acci¢n

13.4  Las monta¤as son muy vulnerables al desequilibrio ecol¢gico provocado
por
factores humanos y naturales.  Las monta¤as son las zonas m s sensibles a los
cambios clim ticos de la atm¢sfera.  Es indispensable contar con informaci¢n
espec¡fica sobre la ecolog¡a, el potencial de recursos naturales y las
actividades socioecon¢micas.  Las laderas de las monta¤as presentan una gran
variedad de sistemas ecol¢gicos.  Debido a sus dimensiones verticales, las
monta¤as generan gradientes de temperaturas, precipitaci¢n e insolaci¢n.   En
la
ladera de una monta¤a pueden presentarse varios reg¡menes clim ticos, por
ejemplo, tropical, subtropical, templado y alpino, cada uno de los cuales
representa un microcosmos de una mayor diversidad de h bitat.  Sin embargo, no
se conocen suficientemente los ecosistemas de monta¤a.  De ah¡, que sea
indispensable la creaci¢n de una base de datos mundial sobre las monta¤as con
el
fin de ejecutar programas que contribuyan al desarrollo sostenible de los
ecosistemas de monta¤a.

Objetivos

13.5  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Realizar un estudio de los distintos tipos de suelos, bosques,
aprovechamiento de las aguas y de los recursos vegetales y animales de los
ecosistemas de monta¤a, teniendo en cuenta la labor de las organizaciones
regionales e internacionales;

     b)   Crear y mantener bases de datos y sistemas de informaci¢n para
facilitar la evaluaci¢n ambiental y la ordenaci¢n integral de los ecosistemas
de
monta¤a, teniendo en cuenta la labor de las organizaciones regionales e
internacionales;

     c)   Mejorar y desarrollar la base actual de conocimientos ecol¢gicos en
lo
que respecta a las tecnolog¡as y las pr cticas agr¡colas y de conservaci¢n en
las regiones monta¤osas del mundo con la participaci¢n de las comunidades
locales;

     d)   Crear y fortalecer la red de comunicaciones y centro de intercambio
de
informaci¢n para las organizaciones que actualmente se ocupan de los problemas
de las monta¤as;

     e)   Mejorar la coordinaci¢n de las actividades regionales para proteger
los ecosistemas de monta¤a fr giles estudiando mecanismos adecuados que
incluyan, entre otros, los instrumentos jur¡dicos regionales;

     f)   Generar informaci¢n para establecer sistemas de informaci¢n y bases
de
datos para facilitar la evaluaci¢n de los riesgos ambientales y los efectos de
los desastres naturales en los ecosistemas de monta¤a.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

13.6  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fortalecer las instituciones existentes o crear instituciones nuevas
en los planos local, nacional y regional a fin de crear una base
multidisciplinaria de conocimientos ecol¢gicos sobre las tierras y las aguas
de
los ecosistemas de monta¤a;

     b)   Promover pol¡ticas nacionales que ofrezcan incentivos a la poblaci¢n
local para la aplicaci¢n y transferencia de tecnolog¡as y pr cticas de cultivo
y
de conservaci¢n que sean inocuas para el medio ambiente;

     c)   Ampliar la base de conocimientos y an lisis mediante la creaci¢n de
mecanismos de cooperaci¢n e intercambio de informaci¢n entre las instituciones
nacionales y regionales que se ocupan de los ecosistemas fr giles;

     d)   Promover pol¡ticas que ofrezcan incentivos a los agricultores y
habitantes locales para que apliquen medidas de conservaci¢n y de
regeneraci¢n;

               e)   Diversificar las econom¡as de las zonas monta¤osas, entre
otras cosas
mediante la introducci¢n o el desarrollo del turismo con arreglo a los
principios de la ordenaci¢n integral de las zonas de monta¤a;

     f)   Integrar todas las actividades relacionadas con los bosques, los
pastizales y la fauna y flora silvestres con el fin de mantener ecosistemas de
monta¤a espec¡ficos;

     g)   Establecer reservas naturales adecuadas en lugares y zonas ricos en
especies representativas.

b)   Datos e informaci¢n

13.7  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Hacer an lisis y crear y mantener una infraestructura para la
vigilancia meteorol¢gica, hidrol¢gica y f¡sica que abarque la diversidad
clim tica, as¡ como la distribuci¢n de las aguas, de las distintas regiones
monta¤osas del mundo;

     b)   Preparar un inventario de los diferentes tipos de suelos, bosques y
uso del agua, y de los recursos gen‚ticos de plantas, animales y plantas
cultivables, dando prioridad a los que se encuentren en peligro de extinci¢n. 
Los recursos gen‚ticos deber¡an protegerse in situ mediante el establecimiento
de zonas protegidas, el mejoramiento de las actividades tradicionales de
agricultura y ganader¡a, y la creaci¢n de programas para la evaluaci¢n del
posible valor de los recursos;

     c)   Indicar las zonas en peligro que sean m s vulnerables a la erosi¢n,
las inundaciones, los desprendimientos de tierras, los terremotos y los aludes
y
a otros peligros naturales;

     d)   Indicar las zonas monta¤osas amenazadas por la contaminaci¢n del
aire
procedente de zonas industriales o urbanas vecinas.

c)   Cooperaci¢n en los planos internacional y regional

13.8  Los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales deber¡an:

     a)   Coordinar la cooperaci¢n internacional y facilitar el intercambio de
informaci¢n y experiencia entre los organismos especializados, el Banco
Mundial,
el FIDA y otras organizaciones regionales e internacionales, los gobiernos,
las
instituciones de investigaci¢n y las organizaciones no gubernamentales que se
ocupan del desarrollo de las zonas de monta¤a;

     b)   Fomentar la coordinaci¢n en los planos regional, nacional e
internacional de las iniciativas populares y las actividades de las
organizaciones no gubernamentales internacionales regionales y locales que se
ocupan del desarrollo de las zonas de monta¤a, como la Universidad de las
Naciones Unidas, el Woodland Mountain Institute (WMI), el Centro internacional
para el aprovechamiento integral de los montes (ICIMOD), la International
Mountain Society (IMS), la African Mountain Association y la Asociaci¢n andina
para la protecci¢n de las monta¤as, y ayudar a esas organizaciones a
intercambiar informaci¢n y experiencia;

     c)   Proteger los ecosistemas de monta¤a fr giles mediante el estudio de
mecanismos adecuados, entre ellos los instrumentos jur¡dicos regionales.
Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

13.9  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

13.10  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an fortalecer
los
programas de investigaci¢n cient¡fica y desarrollo tecnol¢gico, as¡ como la
labor de difusi¢n entre las instituciones regionales y nacionales,
particularmente en materia de meteorolog¡a, hidrolog¡a, silvicultura,
edafolog¡a
y fitolog¡a.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

13.11  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Ejecutar programas de capacitaci¢n y divulgaci¢n sobre las
tecnolog¡as
y pr cticas ecol¢gicamente racionales que ser¡an apropiadas para los
ecosistemas
de monta¤a;

     b)   Prestar apoyo a la educaci¢n superior mediante la concesi¢n de becas
y
subsidios para la realizaci¢n de estudios ambientales en monta¤as y zonas de
colinas, destinados espec¡ficamente a personas pertenecientes a poblaciones
ind¡genas de las monta¤as;

     c)   Dar instrucci¢n a los agricultores, en particular las mujeres, en
materia de medio ambiente con el fin de ayudar a la poblaci¢n rural a
comprender
mejor las cuestiones ecol¢gicas relativas al desarrollo sostenible de las
zonas
de monta¤a.

d)   Aumento de la capacidad

13.12  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear las
bases institucionales, tanto nacionales como regionales, necesarias para las
investigaciones, la capacitaci¢n y la difusi¢n de informaci¢n sobre el
desarrollo sostenible de las econom¡as de los ecosistemas fr giles.


                B.  Promoci¢n del aprovechamiento integrado de las cuencas
                              hidrogr ficas y de otros medios de vida

Bases para la acci¢n

13.13  Cerca de la mitad de la poblaci¢n del mundo se ve afectada de diversas
maneras por la ecolog¡a de monta¤a y la degradaci¢n de las cuencas
hidrogr ficas.  Aproximadamente el 10% de la poblaci¢n mundial vive en las
zonas
de laderas altas de las monta¤as y el 40% ocupa las zonas adyacentes de las
cuencas bajas y medias.  Estas cuencas presentan graves problemas de deterioro
ecol¢gico.  Por ejemplo, en las zonas andinas de Sudam‚rica una gran parte de
la
poblaci¢n rural se enfrenta hoy al r pido deterioro de las tierras.  Asimismo,
las monta¤as y las zonas altas del Himalaya, el Asia sudoriental y el Africa
oriental y central que contribuyen de manera importante a la producci¢n
agr¡cola
se ven amenazadas por el cultivo de tierras marginales debido a la expansi¢n
de
la poblaci¢n.  En muchas zonas se suma a esto el pastoreo excesivo, la
deforestaci¢n y el empobrecimiento de la cubierta de biomasa.

13.14  La erosi¢n de los suelos puede tener efectos devastadores para los
numerosos habitantes de zonas rurales que dependen de la agricultura de secano
en las laderas de las monta¤as.  La pobreza, el desempleo, y las malas
condiciones de salud y saneamiento son problemas generalizados.  La promoci¢n
de
programas de aprovechamiento integrado de las cuencas hidrogr ficas mediante
la
participaci¢n efectiva de la poblaci¢n local es indispensable para impedir que
siga agrav ndose el desequilibrio ecol¢gico.  Se necesita un enfoque integrado
de la conservaci¢n, el mejoramiento y la utilizaci¢n de la base de recursos
naturales de tierras, aguas, plantas y animales, as¡ como de los recursos
humanos.  Adem s, la promoci¢n de otros medios de vida, en particular mediante
la elaboraci¢n de planes de empleo que aumenten la base de producci¢n,
contribuir  considerablemente al mejoramiento del nivel de vida de la gran
poblaci¢n rural que vive en ecosistemas de monta¤a.

Objetivos

13.15  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para el a¤o 2000, crear sistemas adecuados de planificaci¢n y
ordenaci¢n del aprovechamiento tanto de las tierras cultivables como de las no
cultivables en las cuencas de monta¤a, para impedir la erosi¢n del suelo,
incrementar la producci¢n de biomasa y mantener el equilibrio ecol¢gico;

     b)   Promover actividades de generaci¢n de ingresos tales como la pesca y
el turismo equilibrados y la miner¡a inocua para el medio ambiente, y el
mejoramiento de la infraestructura y los servicios sociales, sobre todo para
proteger los medios de vida de las comunidades locales y las poblaciones
ind¡genas;

     c)   Elaborar disposiciones t‚cnicas e institucionales para los pa¡ses
afectados a fin de mitigar los efectos de los desastres naturales aplicando
medidas de prevenci¢n y zonificaci¢n de los riesgos, sistemas de alerta
temprana, planes de evacuaci¢n y la creaci¢n de reservas de emergencia.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

13.16   Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Tomar medidas para evitar la erosi¢n de los suelos y promover
actividades para la reducci¢n de la erosi¢n en todos los sectores;

     b)   Establecer grupos de trabajo o comit‚s para el aprovechamiento de
las
cuencas hidrogr ficas que complementen la labor de las instituciones
existentes
y establezcan servicios integrados en apoyo de las iniciativas locales de
ganader¡a, silvicultura, horticultura y desarrollo rural en todos los niveles
administrativos;

     c)   Fomentar la participaci¢n popular en la gesti¢n de los recursos
locales mediante una legislaci¢n apropiada;

     d)   Prestar apoyo a las organizaciones no gubernamentales que ayuden a
las
organizaciones y comunidades locales a preparar proyectos para fomentar el
desarrollo basado en la participaci¢n de los habitantes locales;

     e)   Establecer mecanismos para conservar zonas amenazadas en las que se
puedan proteger la flora y la fauna silvestres y la diversidad biol¢gica, o
que
puedan convertirse en parques nacionales;

     f)   Formular pol¡ticas nacionales que ofrezcan incentivos a los
agricultores y a los habitantes locales para que adopten medidas de
conservaci¢n
y utilicen tecnolog¡as ecol¢gicamente inocuas;

     g)   Emprender actividades generadoras de ingresos en industrias
familiares
y de procesamiento agr¡cola, como el cultivo y procesamiento de plantas
medicinales y arom ticas;

     h)   Realizar las actividades mencionadas teniendo en cuenta la necesidad
de lograr la plena participaci¢n de la mujer, as¡ como la de las poblaciones
ind¡genas y las comunidades locales, en el desarrollo.

b)   Datos e informaci¢n

13.17  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Mantener y crear infraestructuras de observaci¢n sistem tica y
evaluaci¢n en los planes nacional, estatal o provincial con el fin de producir
informaci¢n para las actividades cotidianas y determinar los efectos
ambientales
y socioecon¢micos de los proyectos;

     b)   Generar informaci¢n sobre otros medios de vida y sistemas de
producci¢n diversificada en el plano de las comunidades rurales, sobre
cultivos
anuales y cultivos arb¢reos, ganader¡a, avicultura, apicultura, pesca,
industrias comunitarias, mercados y transporte y sobre oportunidades de
obtener
ingresos, teniendo plenamente en cuenta el papel de la mujer e integr ndola al
proceso de planificaci¢n y de ejecuci¢n.

c)   Cooperaci¢n en los planos internacional y regional

13.18  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Reforzar las funciones de los institutos internacionales pertinentes
de investigaci¢n y capacitaci¢n del Grupo Consultivo sobre Investigaci¢n
Agr¡cola Internacional (GCIAI), la Junta Internacional de Investigaci¢n y
Ordenaci¢n de Suelos (JIIOS), as¡ como de centros regionales de
investigaciones
como el Woodland Mountain Institute y el Centro internacional para el
aprovechamiento integral de los montes (ICIMOD), acerca de las investigaciones
aplicadas a la ordenaci¢n de las cuencas;

               b)   Promover la cooperaci¢n regional y el intercambio de datos
e
informaci¢n entre pa¡ses que compartan cadenas monta¤osas y cuencas fluviales,
particularmente los afectados por desastres e inundaciones;

     c)   Mantener y establecer v¡nculos de colaboraci¢n con las
organizaciones
no gubernamentales que se ocupan del aprovechamiento de las cuencas.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

13.19  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 13.000 millones de d¢lares, incluidos unos 1.900 millones de d¢lares que
la
comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar. 

13.20  La asignaci¢n de fondos para promover otros medios de vida en los
ecosistemas de monta¤a debe considerarse parte del programa contra la pobreza
o
de b£squeda de medios de vida alternativos de cada pa¡s, que se examina
tambi‚n
en el cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza) y el cap¡tulo 14 (Fomento de la
agricultura y del desarrollo rural sostenibles).

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

13.21  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Estudiar la posibilidad de poner en marcha proyectos piloto que
combinen la protecci¢n ambiental con las funciones de desarrollo, prestando
particular atenci¢n a algunas de las pr cticas o sistemas tradicionales de
ordenaci¢n del medio ambiente que tienen efectos ambientales beneficiosos; 

     b)   Crear tecnolog¡as para las condiciones espec¡ficas de las cuencas
hidrogr ficas y las explotaciones agr¡colas mediante un enfoque basado en la
participaci¢n de hombres, mujeres, investigadores y agentes de extensi¢n
locales, que llevar n a cabo experimentos y ensayos en los establecimientos
agr¡colas;

     c)   Promover tecnolog¡as de conservaci¢n de la vegetaci¢n para impedir
la
erosi¢n, regular la humedad in situ y mejorar las tecnolog¡as de cultivo, la
producci¢n de forrajes y la agrosilvicultura, que sean baratas, sencillas y
f ciles de introducir entre los habitantes locales.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

13.22  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover un enfoque multidisciplinario e intersectorial de la
capacitaci¢n y la difusi¢n de conocimientos a la poblaci¢n local sobre una
amplia gama de cuestiones tales como los sistemas de producci¢n dom‚sticos, la
conservaci¢n y utilizaci¢n de las tierras cultivables y no cultivables, el
tratamiento de los canales de drenaje y la recarga de las aguas subterr neas,
la
ganader¡a, la pesca, la agrosilvicultura y la horticultura;
               b)   Desarrollar los recursos humanos mediante la concesi¢n de
oportunidades de acceso a la ense¤anza, la salud, la energ¡a y la
infraestructura;

     c)   Promover la comprensi¢n y la preparaci¢n en el plano local para la
prevenci¢n y mitigaci¢n de los desastres, en combinaci¢n con las m s recientes
tecnolog¡as disponibles de alerta temprana y de pron¢stico. 

d)   Aumento de la capacidad

13.23  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear y
fortalecer centros nacionales para la ordenaci¢n de las cuencas a fin de
promover un enfoque integral de los aspectos ambientales, socioecon¢micos,
tecnol¢gicos, legislativos, financieros y administrativos y prestar apoyo a
los
¢rganos normativos y administrativos, al personal sobre el terreno y a los
agricultores en el aprovechamiento de las cuencas.

13.24  El sector privado y las comunidades locales, en colaboraci¢n con los
gobiernos, deber¡an promover el desarrollo de la infraestructura local,
comprendidas las redes de comunicaci¢n y la ejecuci¢n de proyectos
hidroel‚ctricos en peque¤a y mediana escala para prestar apoyo a la industria
familiar y facilitar el acceso a los mercados.

                                    Cap¡tulo 14

           FOMENTO DE LA AGRICULTURA Y DEL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLES

                                   INTRODUCCION

14.1  Para el a¤o 2025, el 83% de la poblaci¢n mundial, que seg£n se prev‚
ser 
de unos 8.500 millones de personas, vivir  en pa¡ses en desarrollo.  Ahora
bien,
la capacidad de recursos y tecnolog¡as disponibles para satisfacer las
demandas
de alimentos y otros productos b sicos agr¡colas de esta poblaci¢n en
constante
crecimiento sigue siendo incierta.  La agricultura tendr  que hacer frente a
este reto, sobre todo mediante el aumento de la producci¢n en las tierras que
ya
se est n utilizando, y evitando asimismo el aprovechamiento a£n m s intenso de
tierras que s¢lo son marginalmente aptas para el cultivo.

14.2  Con el fin de crear las condiciones para la agricultura y el desarrollo
rural sostenibles es preciso reajustar considerablemente la pol¡tica agr¡cola,
ambiental y macroecon¢mica, a nivel tanto nacional como internacional, en los
pa¡ses desarrollados y en los pa¡ses en desarrollo.  El principal objetivo de
la
agricultura y el desarrollo rural sostenibles es aumentar la producci¢n de
alimentos de manera sostenible y mejorar la seguridad alimentaria.  Esto
requerir  la adopci¢n de iniciativas en materia de educaci¢n, la utilizaci¢n
de
incentivos econ¢micos y el desarrollo de tecnolog¡as nuevas y apropiadas, para
as¡ garantizar suministros estables de alimentos nutricionalmente adecuados,
el
acceso de los grupos vulnerables a esos suministros y la producci¢n para los
mercados; el empleo y la generaci¢n de ingresos para aliviar la pobreza; y la
ordenaci¢n de los recursos naturales y protecci¢n del medio ambiente.

14.3  Es preciso dar prioridad al mantenimiento y mejoramiento de la capacidad
de las tierras agr¡colas con mayores posibilidades para responder a la
expansi¢n
demogr fica.  Sin embargo, tambi‚n es necesario conservar y rehabilitar los
recursos naturales de tierras con menores posibilidades con el fin de mantener
una relaci¢n hombre/tierra sostenible.  Los principales instrumentos de la
agricultura y el desarrollo rural sostenibles son la reforma de la pol¡tica
agr¡cola y la reforma agraria, la participaci¢n de la poblaci¢n, la
diversificaci¢n de los ingresos, la conservaci¢n de la tierra y una mejor
gesti¢n de los insumos.  El ‚xito de la agricultura y el desarrollo rural
sostenibles depender  en gran parte del apoyo y la participaci¢n de la
poblaci¢n
rural, de los gobiernos, del sector privado y de la cooperaci¢n internacional,
incluida la cooperaci¢n t‚cnica y cient¡fica.

14.4  En este cap¡tulo se incluyen las siguientes  reas de programas:

     a)   Estudio, planificaci¢n y programaci¢n integral de la pol¡tica
agr¡cola
en vista del aspecto multifuncional de la agricultura, sobre todo en lo que
respecta a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible;

     b)   Logro de la participaci¢n popular y fomento del desarrollo de los
recursos humanos para la agricultura sostenible;

     c)   Mejoramiento de la producci¢n agr¡cola y los sistemas de cultivo
mediante la diversificaci¢n del empleo agr¡cola y no agr¡cola y el desarrollo
de
la infraestructura;

     d)   Planificaci¢n de los recursos de tierras, e informaci¢n y educaci¢n
para la agricultura;

     e)   Conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras;
               f)   Agua apta para la producci¢n sostenible de alimentos y el
desarrollo
rural sostenible;

     g)   Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos fitogen‚ticos
para la producci¢n de alimentos y la agricultura sostenible;

     h)   Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos zoogen‚ticos
para la agricultura sostenible;

     i)   Lucha integrada contra las plagas agr¡colas;

     j)   Nutrici¢n sostenible de las plantas para aumentar la producci¢n de
alimentos;

     k)   Transici¢n a la energ¡a rural para mejorar la productividad;

     l)   Evaluaci¢n de los efectos sobre los animales y las plantas de la
radiaci¢n ultravioleta causada por el agotamiento de la capa de ozono
estratosf‚rico.


                                AREAS DE PROGRAMAS

       A.  Estudio, planificaci¢n y programaci¢n integral de la pol¡tica
                agr¡cola en vista del aspecto multifuncional de la
agricultura,
                sobre todo en lo que respecta a la seguridad alimentaria y el
                desarrollo sostenible

Bases para la acci¢n

14.5  Es necesario integrar las consideraciones del desarrollo sostenible con
an lisis de la pol¡tica y la planificaci¢n agr¡colas en todos los pa¡ses,
especialmente en los pa¡ses en desarrollo.  Las recomendaciones debieran
contribuir directamente a la elaboraci¢n de planes y programas realistas y
operativos a mediano y a largo plazo y, por ende, a medidas concretas,
seguidas
del apoyo y la vigilancia de su aplicaci¢n.

14.6  La falta de un marco de pol¡tica nacional coherente para la agricultura
y
el desarrollo rural sostenibles es general y no se limita a los pa¡ses en
desarrollo.  En particular, los pa¡ses con econom¡as en proceso de transici¢n
de
sistemas de planificaci¢n a sistemas de mercado necesitan ese marco para
incorporar las consideraciones del medio ambiente en las actividades
econ¢micas,
entre ellas las agr¡colas.  Todos los pa¡ses han de evaluar a fondo los
efectos
de esas pol¡ticas sobre los resultados del sector alimentario y agr¡cola,
sobre
la seguridad alimentaria, el bienestar rural y las relaciones comerciales
internacionales, como medio de determinar medidas compensatorias apropiadas. 
Lo
m s importante de la seguridad alimentaria en este caso es mejorar
sustancialmente la producci¢n agr¡cola de una manera sostenible y lograr una
mejora importante del derecho de la poblaci¢n a recibir suficientes alimentos
y
suministros de alimentos que correspondan a sus h bitos culturales.

14.7  Tambi‚n es preciso aplicar decisiones pol¡ticas correctas sobre el
comercio internacional y las corrientes de capitales para superar:  a) la
falta
de conciencia de los costos que suponen para el medio ambiente las pol¡ticas
sectoriales y macroecon¢micas y, por ende, su amenaza para la sostenibilidad;
b) las insuficientes calificaciones y experiencia en cuanto a la incorporaci¢n
de cuestiones de sostenibilidad en pol¡ticas y programas; y c) la poca
idoneidad
de los instrumentos de an lisis y verificaci¢n 1/.

Objetivos

14.8  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para 1995, examinar y, cuando proceda, establecer un programa con el
fin de integrar el desarrollo ambiental y sostenible en los an lisis de
pol¡ticas para el sector alimentario y agr¡cola, y en los an lisis, la
formulaci¢n y la aplicaci¢n de pol¡ticas macroecon¢micas pertinentes;

     b)   Mantener y desarrollar, seg£n proceda, planes multisectoriales
operativos, programas y medidas de pol¡tica, entre ellos programas y medidas
para mejorar la producci¢n sostenible de alimentos y la seguridad alimentaria
en
el marco del desarrollo sostenible, a m s tardar en 1998;

     c)   Mantener y mejorar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo, y en
particular de los menos adelantados, para llevar a cabo por s¡ mismos sus
actividades en materia de pol¡tica, programaci¢n y planificaci¢n, para 2005 a
m s tardar.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.9  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Realizar an lisis de la pol¡tica nacional sobre la seguridad
alimentaria que comprendan los niveles adecuados y la estabilidad del
suministro
de alimentos y el acceso a ‚stos por parte de todas las familias;

     b)   Analizar la pol¡tica agr¡cola nacional y regional en relaci¢n, entre
otras cosas, con el comercio exterior, las pol¡ticas cambiarias y de precios,
las subvenciones e impuestos a la agricultura, as¡ como la organizaci¢n para
la
integraci¢n econ¢mica regional;

     c)   Aplicar pol¡ticas para influir positivamente en la tenencia de la
tierra y los derechos de propiedad teniendo debidamente en cuenta el tama¤o
m¡nimo de las fincas necesario para mantener la producci¢n y frenar la
subdivisi¢n; 

     d)   Considerar las tendencias demogr ficas y los movimientos de
poblaci¢n
y determinar cu les son las zonas cr¡ticas para la producci¢n agr¡cola;

     e)   Formular, introducir y verificar pol¡ticas, leyes y reglamentos e
incentivos conducentes a la agricultura y el desarrollo rural sostenibles y al
mejoramiento de la seguridad alimentaria, as¡ como al desarrollo y la
transferencia de tecnolog¡as agr¡colas apropiadas, incluidos, cuando proceda,
sistemas de bajos insumos para una agricultura sostenible;

     f)   Apoyar los sistemas nacionales y regionales de alerta temprana
mediante sistemas de asistencia para la seguridad alimentaria a fin de
controlar
la oferta y la demanda de alimentos y los factores que influyen en el acceso
de
las familias a los alimentos;

               g)   Analizar las pol¡ticas desde el punto de vista del
mejoramiento de la
recolecci¢n, el almacenamiento, la elaboraci¢n, la distribuci¢n y la
comercializaci¢n de los productos en los planos local, nacional y regional;

     h)   Formular y ejecutar proyectos agr¡colas integrados que incluyan
otras
actividades relacionadas con recursos naturales, como la ordenaci¢n de los
pastizales, los bosques, y la fauna y flora silvestres, seg£n proceda;

     i)   Promover la investigaci¢n social y econ¢mica y las pol¡ticas que
fomenten el desarrollo de la agricultura sostenible, sobre todo en los
ecosistemas fr giles y en las zonas densamente pobladas;

     j)   Determinar cu les son los problemas de almacenamiento y distribuci¢n
que inciden en el acceso a los alimentos; apoyar la investigaci¢n, cuando sea
necesario, para superar esos problemas y cooperar con los productores y los
distribuidores a fin de aplicar pr cticas y sistemas mejorados.

b)   Datos e informaci¢n

14.10  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Cooperar activamente para ampliar y mejorar la informaci¢n acerca de
los sistemas de alerta temprana sobre la agricultura y la alimentaci¢n en los
planos regional y nacional;

     b)   Examinar y realizar estudios e investigaciones con el fin de
disponer
de informaci¢n de referencia sobre el estado de los recursos naturales en
cuanto
a la producci¢n y la planificaci¢n de la alimentaci¢n y la agricultura, con el
fin de evaluar los efectos de los diversos usos sobre esos recursos y
establecer
metodolog¡as e instrumentos de an lisis, tales como la contabilidad ambiental.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.11  Los organismos de las Naciones Unidas como la FAO, el Banco Mundial,
el FIDA y el GATT, las organizaciones regionales y los organismos donantes
bilaterales y otros ¢rganos, dentro de sus mandatos respectivos, deber¡an
asumir
una funci¢n trabajando con los gobiernos en las siguientes actividades:

     a)   Aplicar estrategias integradas de desarrollo agr¡cola sostenible y
seguridad alimentaria a nivel subregional en las que se haga uso de la
producci¢n regional y de las posibilidades comerciales, incluidas las de las
organizaciones de integraci¢n econ¢mica regional, para fomentar la seguridad
alimentaria;

     b)   Promover, en el contexto de la b£squeda de un desarrollo agr¡cola
sostenible y de manera compatible con los principios pertinentes, convenidos
internacionalmente sobre el medio ambiente y el desarrollo, el establecimiento
de un sistema comercial m s abierto y no discriminatorio y la no aplicaci¢n de
barreras comerciales injustificables, lo que junto con otras pol¡ticas
facilitar  el proceso de integraci¢n de las pol¡ticas agr¡cola y ambiental de
modo que se apoyen mutuamente;

     c)   Establecer y reforzar sistemas y redes nacionales, regionales e
internacionales para comprender mejor la interacci¢n entre la agricultura y la
situaci¢n del medio ambiente, determinar qu‚ tecnolog¡as son ecol¢gicamente
racionales y facilitar el intercambio de informaci¢n sobre fuentes de datos,
pol¡ticas y t‚cnicas e instrumentos de an lisis.
Medios de aplicaci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.12  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 3.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 450 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.13  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y no gubernamentales competentes, deber¡an
ayudar
a las familias y comunidades agr¡colas a aplicar tecnolog¡as para mejorar la
producci¢n de alimentos y la seguridad alimentaria, as¡ como el
almacenamiento,
la vigilancia de la producci¢n y la distribuci¢n.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.14  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Atraer y formar a economistas, planificadores y analistas locales
para
iniciar estudios de pol¡tica nacional e internacional y establecer marcos para
una agricultura sostenible;

     b)   Adoptar medidas jur¡dicas para fomentar el acceso de la mujer a la
tierra y superar los prejuicios sobre su participaci¢n en el desarrollo rural.

d)   Aumento de la capacidad

14.15  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an reforzar los
ministerios de agricultura, recursos naturales y planificaci¢n.


          B.  Logro de la participaci¢n popular y fomento del desarrollo
              de los recursos humanos para la agricultura sostenible    

Bases para la acci¢n

14.16  Este componente enlaza la pol¡tica con la gesti¢n integrada de los
recursos.  Cuanto mayor sea el control de la comunidad sobre los recursos de
los
que depende, mayor ser  el incentivo para desarrollar los recursos humanos. 
Los
gobiernos deber n promulgar al mismo tiempo instrumentos normativos que
concilien los requisitos a largo y a corto plazo.  El enfoque se centra en la
promoci¢n de la capacidad para valerse de medios propios, la cooperaci¢n, el
suministro de informaci¢n y el apoyo a las organizaciones de usuarios. 
Deber¡a
hacerse hincapi‚ en las modalidades de gesti¢n, en acuerdos que modifiquen el
aprovechamiento de los recursos, los derechos y obligaciones relacionados con
el
uso de la tierra, el agua y los bosques, el funcionamiento de los mercados,
los
precios y el acceso a la informaci¢n, el capital y los insumos.  Todo esto
requerir  formaci¢n y aumento de la capacidad para asumir mayores
responsabilidades en actividades de desarrollo sostenible 2/.

Objetivos

14.17  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Crear una mayor conciencia p£blica del papel de la participaci¢n
popular y de las organizaciones populares, en particular grupos de mujeres,
j¢venes, poblaciones ind¡genas, comunidades locales y peque¤os agricultores,
en
la agricultura y el desarrollo rural sostenibles;

     b)   Velar por el acceso equitativo de la poblaci¢n rural, en particular
de
las mujeres, los peque¤os agricultores, los campesinos sin tierra y las
poblaciones ind¡genas, a los recursos agr¡colas, h¡dricos y forestales, as¡
como
a las tecnolog¡as y la financiaci¢n, comercializaci¢n, elaboraci¢n y
distribuci¢n de los productos;

     c)   Reforzar y desarrollar la gesti¢n y la capacidad interna de las
organizaciones populares rurales y los servicios de extensi¢n y descentralizar
la adopci¢n de decisiones al nivel b sico de la comunidad.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.18  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar y mejorar los servicios de extensi¢n agr¡cola y los
servicios y organizaciones rurales y llevar a cabo actividades de ordenaci¢n
de
los recursos naturales y de logro de la seguridad alimentaria, teniendo en
cuenta las diversas necesidades en materia de agricultura de subsistencia y de
cultivos comerciales;

     b)   Estudiar y reorientar las medidas existentes para lograr un acceso
m s
amplio a los recursos de tierra, agua y bosques y garantizar a las mujeres y
otros grupos desfavorecidos la igualdad de derechos, haciendo hincapi‚ en las
poblaciones rurales, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales;

     c)   Asignar claramente t¡tulos, derechos y responsabilidades con
respecto
a la tierra y a las personas y las comunidades, para estimular la inversi¢n en
recursos agr¡colas;

     d)   Elaborar directrices sobre pol¡ticas de descentralizaci¢n para el
desarrollo rural mediante la reorganizaci¢n y el robustecimiento de las
instituciones rurales;

     e)   Elaborar pol¡ticas sobre extensi¢n, capacitaci¢n, fijaci¢n de
precios,
distribuci¢n de insumos, cr‚dito y tributaci¢n, para crear los incentivos
necesarios y para el acceso equitativo de los pobres a los servicios de apoyo
a
la producci¢n;

     f)   Prestar servicios de apoyo y capacitaci¢n, reconociendo la variedad
de
las circunstancias y pr cticas agr¡colas seg£n el lugar; la utilizaci¢n ¢ptima
de insumos agr¡colas locales y el empleo m¡nimo de insumos externos; la m xima
utilizaci¢n de recursos naturales locales y la gesti¢n de fuentes de energ¡a
renovables, as¡ como el establecimiento de sistemas para el intercambio de
informaci¢n sobre distintas formas de agricultura.

b)   Datos e informaci¢n

14.19  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes deber¡an reunir,
analizar y difundir informaci¢n sobre recursos humanos, la funci¢n de los
gobiernos, las comunidades locales y las organizaciones no gubernamentales en
la
innovaci¢n social y las estrategias para el desarrollo rural.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.20  Los organismos internacionales y regionales competentes deber¡an:

     a)   Reforzar sus actividades con las organizaciones no gubernamentales
en
la reuni¢n y difusi¢n de informaci¢n sobre la participaci¢n popular y las
organizaciones populares, el ensayo de m‚todos de desarrollo participativo, la
formaci¢n y educaci¢n para el desarrollo de recursos humanos y el refuerzo de
las estructuras de gesti¢n de las organizaciones rurales;

     b)   Ayudar a difundir la informaci¢n disponible a trav‚s de las
organizaciones no gubernamentales y promover una red agr¡cola ecol¢gica
internacional para acelerar el desarrollo y la aplicaci¢n de m‚todos agr¡colas
de valor ecol¢gico.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.21  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 4.400 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 650 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.22  Los gobiernos, al nivel apropiado y con el apoyo de las organizaciones
internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Estimular la participaci¢n popular en el desarrollo y la
transferencia
de la tecnolog¡a agr¡cola, incorporando las pr cticas y los conocimientos
ecol¢gicos aut¢ctonos;

     b)   Realizar programas de investigaci¢n aplicada sobre metodolog¡as de
participaci¢n, estrategias de gesti¢n y organizaciones locales.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.23  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an dar
formaci¢n
t‚cnica y de gesti¢n a los administradores p£blicos y a miembros de grupos de
usuarios de recursos en cuanto a los principios, las modalidades y los
beneficios de la participaci¢n popular en el desarrollo rural.

d)   Aumento de la capacidad

14.24  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an introducir
estrategias y mecanismos de gesti¢n como servicios de contabilidad y auditor¡a
para las organizaciones populares rurales y las instituciones de desarrollo de
recursos humanos; y delegar responsabilidades administrativas y financieras en
niveles locales sobre la adopci¢n de decisiones, la obtenci¢n de ingresos y
los
gastos.


          C.  Mejoramiento de la producci¢n agr¡cola y los sistemas de
              cultivo mediante la diversificaci¢n del empleo agr¡cola
              y no agr¡cola y el desarrollo de la infraestructura

Bases para la acci¢n

14.25  Es preciso intensificar la producci¢n agr¡cola para atender a la futura
demanda de productos b sicos y para evitar su extensi¢n a tierras marginales y
la invasi¢n de ecosistemas fr giles.  El creciente uso de insumos externos y
el
desarrollo de sistemas especializados de produccci¢n y de cultivo tiende a
aumentar la vulnerabilidad debido a las tensiones ambientales y las
fluctuaciones de los mercados.  Por consiguiente, es necesario intensificar la
producci¢n agr¡cola mediante la diversificaci¢n de los sistemas de producci¢n
para lograr la m xima eficiencia en el empleo de los recursos locales y
reducir
al mismo tiempo a un m¡nimo los riesgos ambientales y econ¢micos.  Donde no
sea
posible intensificar la aplicaci¢n de los sistemas de explotaci¢n agr¡cola,
podr¡an determinarse y desarrollarse otras oportunidades de empleo, dentro y
fuera de las explotaciones agr¡colas, como la industria familiar, el
aprovechamiento de la flora y la fauna silvestres, la acuicultura y las
pesquer¡as, las actividades no agr¡colas como la fabricaci¢n en aldeas de
productos de la industria ligera, la transformaci¢n de productos agr¡colas, la
agroindustria, las actividades recreativas y el turismo.

Objetivos

14.26  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Mejorar en forma sostenible la productividad agr¡cola y aumentar la
diversificaci¢n, la eficiencia, la seguridad alimentaria y los ingresos
rurales,
velando al mismo tiempo por que se reduzcan al m¡nimo los riesgos al
ecosistema;

     b)   Aumentar la capacidad para valerse de medios propios de los
agricultores a fin de desarrollar y mejorar la infraestructura rural y
facilitar
la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales para los sistemas
integrados de producci¢n y explotaci¢n agr¡colas, entre ellas las tecnolog¡as
aut¢ctonas y de aprovechamiento sostenible de procesos biol¢gicos y ecol¢gicos
que comprendan la agrosilvicultura, la conservaci¢n y ordenaci¢n sostenibles
de
la fauna y flora silvestres, la acuicultura, la pesca en aguas interiores y la
zootecnia;

     c)   Crear oportunidades de empleo agr¡cola y no agr¡cola,
particularmente
para los pobres y los habitantes de las zonas marginales, teniendo presente,
entre otras, la propuesta alternativa de subsistencia sobre las zonas de
tierras
secas.
Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.27  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar y difundir entre las familias del sector agr¡cola
tecnolog¡as integradas de gesti¢n agr¡cola como la rotaci¢n de cultivos, el
empleo de abonos org nicos y otras t‚cnicas que utilizan menos productos
agroqu¡micos, m£ltiples t‚cnicas de explotaci¢n de las fuentes de nutrientes y
de utilizaci¢n eficaz de insumos externos, y al mismo tiempo mejorar las
t‚cnicas de utilizaci¢n de desechos y subproductos y prevenci¢n de p‚rdidas
antes y despu‚s de las cosechas, teniendo especialmente en cuenta el papel de
la
mujer;

     b)   Crear oportunidades de empleo no agr¡cola mediante peque¤as unidades
privadas de procesamiento agr¡cola, centros de servicios rurales y mejoras
infraestructurales conexas;

     c)   Fomentar y mejorar las redes financieras rurales que utilicen
recursos
de capital de inversi¢n obtenidos localmente;

     d)   Proporcionar la infraestructura rural esencial para el acceso a
insumos y servicios agr¡colas, as¡ como a mercados nacionales y locales, y
reducir las p‚rdidas de alimentos;

     e)   Iniciar y mantener estudios agr¡colas, ensayos pr cticos de
tecnolog¡as apropiadas y el di logo con las comunidades rurales a fin de
conocer
las dificultades y los obst culos y hallar soluciones;

     f)   Analizar y determinar las posibilidades de integraci¢n econ¢mica de
las actividades en la esfera de la agricultura y la silvicultura, as¡ como en
las de los recursos h¡dricos y las pesquer¡as, y tomar las medidas eficaces
necesarias para alentar la ordenaci¢n de los bosques y la plantaci¢n de
 rboles
por los agricultores (silvicultura agr¡cola) como un medio de aprovechamiento
de
los recursos.

b)   Datos e informaci¢n

14.28  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Analizar las repercusiones de las innovaciones t‚cnicas y de los
incentivos en el ingreso familiar y el bienestar de los agricultores;

     b)   Iniciar y sostener programas agr¡colas y no agr¡colas para reunir y
registrar conocimientos aut¢ctonos.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.29  Las instituciones internacionales como la FAO, el FIDA, los centros de
investigaciones agr¡colas internacionales como el GCIAI y los centros
regionales
deber¡an evaluar los principales sistemas agroecol¢gicos del mundo, su
extensi¢n, sus caracter¡sticas ecol¢gicas y socioecon¢micas, su
susceptibilidad
al deterioro y su potencial de producci¢n.  Esto podr¡a servir de base para el
desarrollo e intercambio de tecnolog¡as y para la colaboraci¢n regional en
materia de investigaci¢n.
Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.30  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 10.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.500 millones de
d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.31  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an reforzar los
sistemas de investigaci¢n que se ocupen de la producci¢n agr¡cola en regiones
con zonas de diferentes caracter¡sticas especiales y agroecol¢gicas y que
incluyan an lisis comparativos de la intensificaci¢n, la diversificaci¢n y los
distintos niveles de insumos externos e internos.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.32  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fomentar la formaci¢n educativa y profesional de los agricultores y
las comunidades rurales mediante la instrucci¢n acad‚mica y no acad‚mica;

     b)   Iniciar programas de toma de conciencia y formaci¢n para
empresarios,
gerentes, banqueros, y comerciantes en t‚cnicas de servicio rural y de
procesamiento agr¡cola en peque¤a escala.

d)   Aumento de la capacidad

14.33  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Mejorar su capacidad de organizaci¢n para tratar las cuestiones
relativas a las actividades no agr¡colas y al desarrollo de la industria
rural;

     b)   Ampliar los servicios de cr‚dito y la infraestructura rural en
relaci¢n con la elaboraci¢n, el transporte y la comercializaci¢n de los
productos.


            D.  Planificaci¢n de los recursos de tierras, e informaci¢n
                y educaci¢n para la agricultura                        

Bases para la acci¢n

14.34  La explotaci¢n irracional y sin control del suelo es una de las causas
principales de la degradaci¢n y el agotamiento de los recursos de tierras.  El
uso que se da al suelo en la actualidad a menudo hace caso omiso de las
posibilidades reales, de la capacidad de sustento y de las limitaciones de los
recursos de tierras, as¡ como de su diversidad en el espacio.  Se calcula que
la
poblaci¢n mundial, que actualmente es de 5.400 millones de habitantes,
ascender 
a 6.250 millones a finales de siglo.  La necesidad de aumentar la producci¢n
de
alimentos para atender a las necesidades crecientes de la poblaci¢n
acrecentar 
enormemente la presi¢n ejercida sobre todos los recursos naturales, entre
ellos
los de tierras.

14.35  La pobreza y la desnutrici¢n son end‚micas en muchas regiones. 
La destrucci¢n y la degradaci¢n de los recursos agr¡colas y ambientales
constituyen un grave problema.  Ya se dispone de t‚cnicas para incrementar la
producci¢n y conservar los recursos h¡dricos y de tierras, pero ellas no se
aplican en forma amplia ni sistem tica.  Se necesita un enfoque sistem tico
que
permita determinar cu les usos de la tierra y cu les sistemas de producci¢n
resultan sostenibles en cada suelo y en cada zona clim tica, y que incluya los
mecanismos econ¢micos, sociales e institucionales necesarios para su
aplicaci¢n 3/.

Objetivos

14.36  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Armonizar los procedimientos de planificaci¢n, lograr la
participaci¢n
de los agricultores en el proceso de planificaci¢n, reunir datos sobre
recursos
de tierras, concebir y establecer bases de datos, definir zonas de tierras de
capacidad an loga y determinar los problemas y valores en materia de recursos
que deban tenerse en cuenta para crear mecanismos que fomenten un
aprovechamiento eficaz y ecol¢gicamente racional de los recursos;

     b)   Crear organismos de planificaci¢n agr¡cola en los planos nacional y
local que se encarguen de determinar prioridades, canalizar recursos y
ejecutar
programas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.37  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Crear y reforzar actividades de planificaci¢n, ordenaci¢n, educaci¢n
e
informaci¢n sobre el uso de las tierras agr¡colas y de los recursos de
tierras,
en los planos nacional y local;

     b)   Constituir y mantener grupos de planificaci¢n, ordenaci¢n y
conservaci¢n de los recursos de tierras agr¡colas a nivel de distrito y de
aldea
para ayudar a determinar los problemas, elaborar soluciones t‚cnicas y de
gesti¢n, y ejecutar proyectos.

b)   Datos e informaci¢n

14.38  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Reunir, observar constantemente, actualizar y difundir informaci¢n,
siempre que sea posible, sobre el aprovechamiento de los recursos naturales y
las condiciones de vida, el clima, los factores h¡dricos y relacionados con el
suelo, y sobre el uso de la tierra, la distribuci¢n de la cubierta vegetal y
las
especies animales, la utilizaci¢n de las plantas silvestres, los sistemas de
producci¢n y su rendimiento, los costos y precios, y las consideraciones de
orden social y cultural que afecten el uso de las tierras agr¡colas y las
tierras adyacentes;

     b)   Establecer programas para proporcionar informaci¢n, fomentar el
debate
y estimular la formaci¢n de grupos de gesti¢n.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.39  Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales
competentes deber¡an:

     a)   Reforzar los grupos de trabajo t‚cnicos internacionales, regionales
y
subregionales o crear otros nuevos, dot ndolos de mandatos y presupuestos
establecidos expresamente para promover el aprovechamiento integrado de los
recursos de tierras agr¡colas, la planificaci¢n, la reuni¢n de datos, la
difusi¢n de modelos de simulaci¢n de la producci¢n y la difusi¢n de
informaci¢n
en esta materia;

     b)   Concebir metodolog¡as internacionalmente aceptables para el
establecimiento de bases de datos, la descripci¢n de usos de la tierra y la
optimizaci¢n de los objetivos m£ltiples.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.40  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.700 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 250 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.41  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Crear bases de datos y sistemas de informaci¢n geogr fica para el
almacenamiento y la presentaci¢n visual de informaci¢n f¡sica, social y
econ¢mica relativa a la agricultura, y la definici¢n de zonas ecol¢gicas y
zonas
de desarrollo;

     b)   Seleccionar combinaciones de sistemas de producci¢n y uso de las
tierras adecuadas para las unidades de tierras mediante procedimientos de
optimizaci¢n de los objetivos m£ltiples, y reforzar los sistemas de suministro
y
la participaci¢n de la comunidad local;

     c)   Fomentar la planificaci¢n integrada a nivel de la cuenca
hidrogr fica
y de la superficie cultivada para reducir la p‚rdida de suelos y proteger los
recursos h¡dricos de superficie y subterr neos contra la contaminaci¢n
qu¡mica.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

14.42  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Impartir capacitaci¢n a profesionales y a grupos de planificaci¢n en
los planos nacional, de distrito y de aldea, mediante cursos de formaci¢n
acad‚mica y no acad‚mica, viajes e interacci¢n;
 
     b)   Generar debates en todos los niveles sobre cuestiones de pol¡tica,
desarrollo y medio ambiente relacionadas con el uso y la ordenaci¢n de las
tierras agr¡colas, mediante programas de medios de informaci¢n, conferencias y
seminarios.

d)   Aumento de la capacidad

14.43  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Crear dependencias de cartograf¡a y planificaci¢n de los recursos de
tierras en los planos nacional, de distrito y de aldea, para que sirvan de
puntos de coordinaci¢n y de enlace entre las instituciones y las disciplinas y
entre el gobierno y las personas;

     b)   Crear o reforzar instituciones gubernamentales e internacionales
encargadas del estudio, la ordenaci¢n y el aprovechamiento de los recursos
agr¡colas; racionalizar y reforzar los marcos jur¡dicos; y proporcionar equipo
y
asistencia t‚cnica.


                   E.  Conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras

Bases para la acci¢n

14.44  La degradaci¢n de las tierras es el problema ambiental m s importante
con
que se enfrentan tanto los pa¡ses desarrollados como los pa¡ses en desarrollo.

El problema de la erosi¢n de los suelos es particularmente agudo en los pa¡ses
en desarrollo, en tanto que los problemas de salinizaci¢n, anegamiento,
contaminaci¢n del suelo y p‚rdida de fertilidad del suelo aumentan en todos
los
pa¡ses.  La degradaci¢n de las tierras es grave porque la productividad de
vastas zonas est  disminuyendo precisamente en un momento en que aumenta
r pidamente la poblaci¢n y se acrecienta la demanda de tierras para producir
m s
alimentos, fibras y combustible.  Los esfuerzos desplegados para luchar contra
la degradaci¢n de las tierras, particularmente en los pa¡ses en desarrollo,
han
tenido hasta ahora s¢lo un ‚xito limitado.  Se necesitan programas nacionales
y
regionales bien concebidos y a largo plazo de conservaci¢n y rehabilitaci¢n de
las tierras, junto con un decidido apoyo pol¡tico y una financiaci¢n adecuada.

Aunque la planificaci¢n del uso de las tierras y su zonificaci¢n debieran
aportar soluciones a largo plazo al problema de la degradaci¢n, es urgente
detener ‚sta e iniciar programas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n en las zonas
m s cr¡ticamente afectadas y vulnerables.

Objetivos

14.45  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para el a¤o 2000, iniciar o examinar, seg£n proceda, estudios
nacionales sobre recursos de tierras, con pormenores sobre el lugar, la
extensi¢n y la gravedad de la degradaci¢n de las tierras;

     b)   Preparar y poner en pr ctica pol¡ticas y programas amplios para la
recuperaci¢n de las tierras degradadas y la conservaci¢n de las zonas en
peligro, as¡ como mejorar la planificaci¢n general, la ordenaci¢n y el
aprovechamiento de los recursos de tierras y conservar la fertilidad del suelo
para lograr un desarrollo agr¡cola sostenible.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.46  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar y ejecutar programas para suprimir y resolver las causas
f¡sicas, sociales y econ¢micas de la degradaci¢n de las tierras, como el
r‚gimen
de tenencia de la tierra, los sistemas de comercio inadecuados y los sistemas
de
fijaci¢n de precios agr¡colas, que conducen a una ordenaci¢n inadecuada de las
tierras;

     b)   Proporcionar incentivos y, cuando proceda y sea posible, recursos
para
la participaci¢n de las comunidades locales en la planificaci¢n, ejecuci¢n y
mantenimiento de sus propios programas de conservaci¢n y bonificaci¢n de las
tierras;

     c)   Elaborar y ejecutar programas de rehabilitaci¢n de las tierras
degradadas por el anegamiento y la salinidad;

     d)   Elaborar y ejecutar programas para el aprovechamiento progresivo de
las tierras no cultivadas con posibilidades de explotaci¢n agr¡cola de manera
sostenible.

b)   Datos e informaci¢n

14.47  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Realizar estudios peri¢dicos para evaluar la extensi¢n y el estado
de
sus recursos de tierras;

     b)   Establecer bases de datos nacionales sobre recursos de tierras y
fortalecer las existentes, en las que se deber  indicar el lugar, la extensi¢n
y
la gravedad de la degradaci¢n de las tierras, as¡ como las zonas en peligro, y
evaluar la marcha de los programas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n iniciados
en
relaci¢n con ella;

     c)   Reunir y conservar informaci¢n sobre pr cticas aut¢ctonas de
conservaci¢n y rehabilitaci¢n y sistemas de explotaci¢n agr¡cola, que sirva de
base para los programas de investigaci¢n y extensi¢n.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

14.48  Los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones regionales y
las organizaciones no gubernamentales competentes deber¡an:

     a)   Elaborar programas prioritarios de conservaci¢n y rehabilitaci¢n que
incluyan servicios de asesoramiento a los gobiernos y las organizaciones
regionales;

     b)   Establecer redes regionales y subregionales para que cient¡ficos y
t‚cnicos puedan intercambiar experiencias, elaborar programas conjuntos y
difundir tecnolog¡as de probado ‚xito sobre conservaci¢n y rehabilitaci¢n de
las
tierras.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.49  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 5.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 800 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.50  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an ayudar a las
comunidades de familias campesinas a investigar y fomentar tecnolog¡as y
sistemas de explotaci¢n agr¡cola adecuados para el lugar, que permitan
conservar
y rehabilitar las tierras, y aumentar al mismo tiempo la producci¢n agr¡cola,
entre ellos la agrosilvicultura orientada hacia la conservaci¢n, el cultivo en
terrazas y el cultivo mixto.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.51  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an impartir
capacitaci¢n al personal sobre el terreno y a los usuarios de las tierras en
la
utilizaci¢n de t‚cnicas aut¢ctonas y modernas de conservaci¢n y
rehabilitaci¢n,
y establecer centros de formaci¢n para el personal que lleva a cabo labores de
extensi¢n y para los usuarios de las tierras.

d)   Aumento de la capacidad

14.52  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar y reforzar la capacidad de las instituciones nacionales
de
investigaci¢n para determinar y aplicar pr cticas eficaces de conservaci¢n y
rehabilitaci¢n que sean apropiadas para las condiciones f¡sicas y
socioecon¢micas de los usuarios de las tierras;

               b)   Coordinar todas las pol¡ticas, las estrategias y los
programas de
conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras, con los programas en curso conexos,
como los programas nacionales de acci¢n sobre el medio ambiente, el Plan de
acci¢n de las selvas tropicales y los programas nacionales de desarrollo.


             F.  Agua para la producci¢n sostenible de alimentos y el
                 desarrollo rural sostenible

14.53  Esta  rea de programas forma parte del cap¡tulo 18 (Protecci¢n de la
calidad y el suministro de recursos de agua dulce),  rea de programas F.


            G.  Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos
                fitogen‚ticos para la producci¢n de alimentos y la
                agricultura sostenible

Bases para la acci¢n

14.54  Los recursos fitogen‚ticos que se utilizan en la agricultura son un
elemento esencial para atender a las necesidades futuras de alimentos.  Las
amenazas que se ciernen sobre esos recursos van en aumento y los esfuerzos
desplegados para conservar, mejorar y aprovechar la diversidad gen‚tica no
cuentan con la financiaci¢n ni el personal necesarios.  La seguridad de muchos
de los bancos de genes es inadecuada y, en algunos casos, la p‚rdida de
diversidad fitogen‚tica en esos bancos es tan grande como sobre el terreno.

14.55  El objetivo primordial consiste en salvaguardar los recursos gen‚ticos
mundiales, preserv ndolos para que puedan utilizarse en forma sostenible. 
Esto
incluye la adopci¢n de medidas que faciliten la conservaci¢n y el uso de los
recursos fitogen‚ticos, la creaci¢n de redes de zonas de conservaci¢n in situ
y
la utilizaci¢n de instrumentos, como, por ejemplo, las colecciones ex situ y
los
bancos de plasma germinal.  Cabr¡a hacer especial hincapi‚ en el desarrollo de
la capacidad local para la caracterizaci¢n, evaluaci¢n y utilizaci¢n de los
recursos fitogen‚ticos para la agricultura, especialmente para los cultivos
menores y otras especies para cultivos alimentarios y de otro tipo utilizadas
poco o nada, entre ellas especies arb¢reas para la agrosilvicultura.  Las
actividades subsiguientes podr¡an orientarse hacia la consolidaci¢n y gesti¢n
eficiente de las redes de zonas de conservaci¢n in situ y el uso de
instrumentos
como, por ejemplo, las colecciones ex situ y los bancos de plasma germinal.

14.56  Los mecanismos nacionales e internacionales existentes adolecen de
importantes disparidades y deficiencias en lo que respecta a su capacidad de
evaluar, estudiar, vigilar y utilizar los recursos fitogen‚ticos para aumentar
la producci¢n de alimentos.  La capacidad, las estructuras y los programas
existentes son en general inadecuados y su financiaci¢n dista de ser
suficiente. 
Hay un desgaste gen‚tico de ciertas especies de cultivos de incalculable
valor. 
La diversidad actual de las especies de cultivos no se utiliza hasta donde es
posible hacerlo para aumentar la producci¢n de alimentos en forma sostenible
4/.

Objetivos

14.57  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Terminar cuanto antes la primera regeneraci¢n y duplicaci¢n segura
de
todas las colecciones ex situ existentes en el mundo entero;

               b)   Reunir y estudiar plantas £tiles para aumentar la
producci¢n de
alimentos, mediante la realizaci¢n de actividades conjuntas, entre ellas las
de
formaci¢n, en el marco de redes de instituciones cooperadoras;

     c)   A m s tardar en el a¤o 2000, adoptar pol¡ticas y fortalecer o
establecer programas de conservaci¢n y uso sostenible in situ, en las
explotaciones agr¡colas y ex situ, de los recursos fitogen‚ticos para la
agricultura, integrado todo ello en estrategias y programas de agricultura
sostenible;

     d)   Tomar medidas adecuadas para lograr una distribuci¢n justa y
equitativa de los beneficios y resultados de las actividades de investigaci¢n
y
desarrollo en gen‚tica vegetal entre las fuentes y los usuarios de los
recursos
fitogen‚ticos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.58  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar y reforzar la capacidad institucional, las estructuras y
los programas para la conservaci¢n y el empleo de los recursos fitogen‚ticos
para la agricultura;

     b)   Reforzar la investigaci¢n por el sector p£blico de la utilizaci¢n de
los recursos fitogen‚ticos para la agricultura, con miras a lograr los
objetivos
de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles;

     c)   Establecer servicios de multiplicaci¢n/propagaci¢n, intercambio y
difusi¢n de recursos fitogen‚ticos para la agricultura (semillas y plantones),
sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, y supervisar, controlar y evaluar la
introducci¢n de plantas;

     d)   Preparar planes o programas de acci¢n prioritaria relativos a la
conservaci¢n y el uso sostenible de los recursos fitogen‚ticos para la
agricultura basados, seg£n proceda, en estudios nacionales sobre los recursos
fitogen‚ticos para la agricultura;

     e)   Promover la diversificaci¢n de cultivos en los sistemas agr¡colas en
que corresponda, incluidas nuevas plantas con valor potencial como cultivos
alimentarios;

     f)   Promover la utilizaci¢n de plantas y cultivos poco conocidos, pero
potencialmente aprovechables, as¡ como las investigaciones sobre el
particular;

     g)   Fortalecer la capacidad de los pa¡ses para utilizar los recursos
fitogen‚ticos para la agricultura, as¡ como su capacidad en gen‚tica vegetal y
en la producci¢n de semillas, tanto en las instituciones especializadas como
en
las comunidades agr¡colas.

b)             Datos e informaci¢n

14.59  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar estrategias para la creaci¢n de redes de zonas de
conservaci¢n in situ y la utilizaci¢n de instrumentos, como, por ejemplo, las
colecciones ex situ en las explotaciones agr¡colas, los bancos de plasma
germinal y las tecnolog¡as del caso;

     b)   Establecer redes de colecciones b sicas ex situ;

     c)   Preparar informes peri¢dicos sobre la situaci¢n mundial de los
recursos fitogen‚ticos para la agricultura utilizando los sistemas y
procedimientos existentes;

     d)   Caracterizar y evaluar el material reunido sobre recursos
fitogen‚ticos para la agricultura; divulgar informaci¢n para facilitar el uso
de
las colecciones de esos recursos; y evaluar la variaci¢n gen‚tica de las
colecciones.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.60  Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales
pertinentes deber¡an:

     a)   Reforzar el sistema mundial de conservaci¢n y empleo sostenible de
recursos fitogen‚ticos para la agricultura mediante, entre otras cosas, la
aceleraci¢n del proceso de elaboraci¢n del Sistema mundial de informaci¢n y
alerta a fin de facilitar el intercambio de informaci¢n; establecer medios de
promover la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales, en
particular a los pa¡ses en desarrollo; y tomar nuevas medidas para hacer
realidad los derechos del agricultor;

     b)   Establecer redes subregionales, regionales y mundiales de recursos
fitogen‚ticos para la agricultura en zonas protegidas in situ;

     c)   Preparar informes peri¢dicos de la situaci¢n mundial en materia de
recursos fitogen‚ticos para la agricultura;

     d)   Preparar un plan rotatorio de cooperaci¢n mundial en la esfera de
los
recursos fitogen‚ticos para la agricultura;

     e)   Promover la celebraci¢n, en 1994, de la cuarta Conferencia t‚cnica
internacional sobre la conservaci¢n y el uso sostenible de los recursos
fitogen‚ticos para la agricultura, que habr  de aprobar el primer informe
sobre
la situaci¢n mundial y el primer plan de acci¢n mundial de conservaci¢n y
empleo
sostenible de recursos fitogen‚ticos para la agricultura;

     f)   Ajustar el Sistema mundial de conservaci¢n y empleo sostenible de
recursos fitogen‚ticos para la agricultura a los resultados de las
negociaciones
relativas a un convenio sobre la diversidad biol¢gica.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.61  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 600 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 300 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.62  Los gobiernos al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar la investigaci¢n cient¡fica b sica en sectores como la
clasificaci¢n de plantas y la fitogeograf¡a, utilizando t‚cnicas recientes
como
la inform tica, la gen‚tica molecular y la crioconservaci¢n in vitro;

     b)   Elaborar importantes proyectos de colaboraci¢n entre los programas
de
investigaci¢n de los pa¡ses desarrollados y los pa¡ses en desarrollo,
especialmente para mejorar los cultivos poco conocidos o descuidados;

     c)   Fomentar tecnolog¡as rentables para mantener series duplicadas de
colecciones ex situ, (que tambi‚n puedan utilizar las comunidades locales);

     d)   Fomentar nuevas ciencias de conservaci¢n en relaci¢n con la
conservaci¢n in situ, y medios t‚cnicos para vincularla con las actividades de
conservaci¢n ex situ.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.63  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover programas de formaci¢n a nivel universitario y de posgrado
en
ciencias de la conservaci¢n, para la administraci¢n de servicios sobre
recursos
fitogen‚ticos para la agricultura y para la formulaci¢n y ejecuci¢n de
programas
nacionales sobre dichos recursos;

     b)   Dar a conocer mejor los servicios de extensi¢n agr¡cola con el fin
de
vincular las actividades sobre recursos fitogen‚ticos para la agricultura con
las comunidades de usuarios;

     c)   Preparar materiales did cticos para promover la conservaci¢n y
utilizaci¢n de los recursos fitogen‚ticos para la agricultura en el plano
local.

d)   Aumento de la capacidad

14.64  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an elaborar
pol¡ticas de alcance nacional para conferir un r‚gimen jur¡dico a los recursos
fitogen‚ticos para la agricultura y reforzar sus aspectos legales, as¡ como
comprometer fondos a largo plazo para financiar las colecciones de plasma
germinal y la ejecuci¢n de actividades en relaci¢n con esos recursos.
            H.  Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos
                zoogen‚ticos para la agricultura sostenible

Bases para la acci¢n

14.65  La necesidad de aumentar la cantidad y la calidad de los productos de
origen animal y de los animales de tiro exige la conservaci¢n de la actual
diversidad de razas de animales para atender a las necesidades futuras, entre
ellas las de la biotecnolog¡a.  Algunas variedades locales de animales, adem s
de su valor sociocultural poseen singulares caracter¡sticas de adaptaci¢n,
resistencia a las enfermedades y formas de uso concretas que debieran
preservarse.  Esas variedades locales est n hoy amenazadas de extinci¢n como
consecuencia de la introducci¢n de razas ex¢ticas y de la modificaci¢n de los
sistemas de producci¢n ganadera.

Objetivos

14.66  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Enumerar y describir todas las razas de ganado utilizadas en la
producci¢n pecuaria en la forma m s amplia posible y comenzar un programa de
acci¢n decenal;

     b)   Establecer programas de acci¢n orientados hacia la determinaci¢n de
las razas en peligro, y de la naturaleza de los peligros y las medidas de
preservaci¢n adecuadas;

     c)   Establecer y aplicar programas de desarrollo de razas aut¢ctonas con
miras a garantizar su supervivencia y a evitar el riesgo de que sean
reemplazadas mediante programas de sustituci¢n o de cruce de razas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.67  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar planes de preservaci¢n de razas de animales para las
poblaciones en peligro mediante, entre otras cosas, la formaci¢n de
colecciones
y el almacenamiento de semen y embriones, la conservaci¢n del ganado aut¢ctono
centrada en la finca, o la preservaci¢n in situ;

     b)   Planificar y poner en marcha estrategias de desarrollo de especies;

     c)   Seleccionar poblaciones aut¢ctonas sobre la base de su importancia
regional y su exclusividad gen‚tica, para un programa decenal, seguido de la
selecci¢n de una serie adicional de razas aut¢ctonas para desarrollarlas.

b)   Datos e informaci¢n

14.68  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an preparar y
finalizar inventarios nacionales de los recursos zoogen‚ticos disponibles. 
Convendr¡a dar prioridad al almacenamiento criog‚nico sobre la caracterizaci¢n
y
la evaluaci¢n.  Se prestar¡a especial atenci¢n a la capacitaci¢n de personal
nacional en t‚cnicas de conservaci¢n y evaluaci¢n.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

14.69  Los organismos de las Naciones Unidas y otros organismos
internacionales
y regionales competentes deber¡an:

     a)   Promover el establecimiento de bancos regionales de genes en la
medida
en que ello se justifique, sobre la base de los principios de la cooperaci¢n
t‚cnica entre pa¡ses en desarrollo;

     b)   Procesar, almacenar y analizar datos zoogen‚ticos en el plano
mundial,
lo que incluir¡a el establecimiento de una lista de vigilancia mundial y de un
sistema de alerta temprana sobre razas en peligro; la evaluaci¢n mundial de la
orientaci¢n cient¡fica e intergubernamental del programa y el examen de las
actividades regionales y nacionales; el desarrollo de metodolog¡as, normas y
reglas (incluidos acuerdos internacionales); el seguimiento de su puesta en
pr ctica; y la prestaci¢n de la asistencia t‚cnica y financiera
correspondiente;

     c)   Preparar y publicar una base de datos amplia sobre los recursos
zoogen‚ticos, en que se haga una descripci¢n de cada raza, su origen y su
relaci¢n con otras razas y se indiquen el tama¤o efectivo de su poblaci¢n y un
conjunto limitado de caracter¡sticas biol¢gicas y de producci¢n;

     d)   Preparar y publicar una lista de vigilancia mundial sobre especies
de
animales de granja en peligro, que permita a los gobiernos tomar medidas
orientadas a preservar las razas en peligro y recabar asistencia t‚cnica,
cuando
sea necesario.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.70  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 100 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.71  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Utilizar bancos de datos computadorizados y cuestionarios para
preparar un inventario mundial y una lista de vigilancia mundial;

     b)   Utilizar el almacenamiento criog‚nico de plasma germinal para
preservar las razas que corren grave peligro y otros materiales a partir de
los
cuales se puedan reconstruir genes.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

14.72  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Patrocinar cursos de capacitaci¢n para nacionales con el fin de
obtener los conocimientos necesarios para la reuni¢n y el tratamiento de datos
y
para el muestreo de material gen‚tico;

     b)   Capacitar a los cient¡ficos y al personal directivo para establecer
una base de informaci¢n sobre razas de ganado aut¢ctonas y promover programas
de
desarrollo y conservaci¢n del material gen‚tico pecuario esencial.

d)   Aumento de la capacidad

14.73  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer en sus pa¡ses medios para la creaci¢n de centros de
inseminaci¢n artificial y de establecimientos de cr¡a de aninales in situ;

     b)   Promover programas en sus pa¡ses y la infraestructura f¡sica
correspondiente para la conservaci¢n del ganado y el desarrollo de razas, as¡
como para reforzar la capacidad nacional de tomar medidas preventivas cuando
haya razas en peligro.


                  I.  Lucha integrada contra las plagas agr¡colas

Bases para la acci¢n

14.74  Las proyecciones de la demanda mundial de alimentos apuntan hacia un
aumento del 50% en el a¤o 2000 y de m s del doble en el 2050.  Estimaciones
conservadoras cifran las p‚rdidas de cultivos antes y despu‚s de las cosechas
debidas a las plagas entre el 25% y el 50%.  Las pestes causan tambi‚n
elevadas
p‚rdidas y en muchas regiones impiden el desarrollo de la ganader¡a.  El
control
de las plagas agr¡colas mediante productos qu¡micos ha sido el factor
dominante
hasta ahora, pero su abusiva utilizaci¢n tiene efectos perjudiciales en los
presupuestos agr¡colas, la salud humana y el medio ambiente, as¡ como en el
comercio internacional.  Siguen apareciendo nuevos problemas relacionados con
las plagas.  La lucha integrada de las plagas, que combina t‚cnicas
biol¢gicas,
resistencia gen‚tica y pr cticas agr¡colas adecuadas y reduce al m¡nimo la
utilizaci¢n de plaguicidas, constituye la mejor soluci¢n para el futuro, ya
que
garantiza rendimientos, reduce costos, es ambientalmente inocua y contribuye a
que la agricultura sea sostenible.  La lucha integrada contra las plagas
deber¡a
correr pareja con una utilizaci¢n apropiada de los plaguicidas que permita su
regulaci¢n y control, incluso en el comercio, as¡ como su manejo y eliminaci¢n
seguros, especialmente de los muy t¢xicos y de efectos duraderos.

Objetivos

14.75  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para el a¤o 2000, establecer o mejorar los servicios de protecci¢n
fitosanitaria y zoosanitaria, incluidos los mecanismos para controlar la
distribuci¢n y el empleo de plaguicidas; y aplicar el C¢digo Internacional de
Conducta para la Distribuci¢n y la Utilizaci¢n de Plaguicidas;

               b)   Mejorar y ejecutar programas para poner al alcance de los
agricultores
las t‚cnicas de lucha integrada contra las plagas, mediante asociaciones de
agricultores, servicios de extensi¢n e instituciones de investigaci¢n;

     c)   A m s tardar en 1998, establecer redes operativas e interactivas
entre
agricultores, investigadores y servicios de extensi¢n para fomentar y
desarrollar t‚cnicas de lucha integrada contra las plagas.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.76  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales  y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Examinar y reformar las pol¡ticas nacionales y los mecanismos que
velen por la utilizaci¢n segura y adecuada de plaguicidas, por ejemplo,
fijaci¢n
de sus precios, brigadas para combatir las plagas, estructura de precios de
los
insumos y productos y pol¡ticas y planes de acci¢n integrados de lucha contra
las plagas;

     b)   Crear y adoptar sistemas de lucha eficientes para vigilar y
controlar
la incidencia de las plagas y las enfermedades en la agricultura y la
distribuci¢n y el uso de plaguicidas en el plano nacional;

     c)   Fomentar la investigaci¢n y el desarrollo de plaguicidas de acci¢n
concreta y de f cil degradaci¢n en elementos inocuos despu‚s de su uso;

     d)   Velar por que las etiquetas de los plaguicidas proporcionen a los
agricultores instrucciones claras sobre el manejo, la aplicaci¢n y la
eliminaci¢n seguros del producto.

b)   Datos e informaci¢n

14.77  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Consolidar y armonizar la informaci¢n y los programas existentes
sobre
la utilizaci¢n de plaguicidas prohibidos o muy restringidos en diferentes
pa¡ses;

     b)   Consolidar, reunir, documentar y difundir informaci¢n sobre agentes
de
control biol¢gico y plaguicidas org nicos, as¡ como conocimientos y aptitudes
tradicionales y no tradicionales sobre otros medios no qu¡micos de lucha
contra
las plagas;

     c)   Realizar estudios nacionales para establecer la informaci¢n de
referencia sobre la utilizaci¢n de plaguicidas en el pa¡s y los efectos
secundarios para la salud humana y el medio ambiente e iniciar campa¤as de
educaci¢n adecuadas.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

14.78  Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales
competentes deber¡an:

     a)   Crear un sistema de reuni¢n, an lisis y difusi¢n de datos sobre la
cantidad y la calidad de los plaguicidas utilizados anualmente y sus efectos
en
la salud humana y en el medio ambiente;

     b)   Reforzar los proyectos regionales interdisciplinarios y establecer
redes de lucha integrada contra las plagas para demostrar los beneficios
sociales, econ¢micos y ambientales de la lucha integrada contra las plagas
para
los alimentos y los cultivos comerciales en la agricultura;

     c)   Elaborar un plan de lucha integrada contra las plagas que sea
adecuado
y comprenda la selecci¢n de diversos medios biol¢gicos, f¡sicos y culturales
de
lucha, as¡ como qu¡micos, teniendo en cuenta las condiciones concretas de cada
regi¢n.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.79  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.900 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 285 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.80  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an realizar
investigaciones en el sector agr¡cola sobre el desarrollo de otras tecnolog¡as
no qu¡micas de lucha contra las plagas.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.81  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Preparar y realizar programas de formaci¢n sobre m‚todos y t‚cnicas
para la lucha integrada contra las plagas y el control de la utilizaci¢n de
plaguicidas, para informar a autoridades, investigadores, organizaciones no
gubernamentales y agricultores;

     b)   Formar agentes de extensi¢n agr¡cola y hacer que las agrupaciones de
agricultores y de mujeres participen en la adopci¢n de medios de saneamiento
de
las cosechas y otras formas no qu¡micas de lucha contra las plagas en la
agricultura.

d)             Aumento de la capacidad

14.82  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an dotar a las
dependencias de la administraci¢n p£blica y los ¢rganos reguladores de m s
capacidad para el control de los plaguicidas y la transferencia de tecnolog¡as
para la lucha integrada contra las plagas.


              J.  Nutrici¢n sostenible de las plantas para aumentar
                  la producci¢n de alimentos

Bases para la acci¢n

14.83  El agotamiento de los nutrientes de las plantas es un problema grave,
pues reduce la fertilidad del suelo, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo. 
Para mantener la productividad del suelo puede resultar £til poner en pr ctica
los programas de la FAO de nutrici¢n sostenible de las plantas.  En el Africa
al
sur del S hara, las p‚rdidas de nutrientes de todas las fuentes exceden en la
actualidad los insumos en una proporci¢n de tres o cuatro a uno; se estima que
la p‚rdida neta es de unos 10 millones de toneladas m‚tricas al a¤o, lo que
hace
que se cultiven m s tierras marginales y ecosistemas naturales fr giles, dando
as¡ lugar a una mayor degradaci¢n de los suelos y a otros problemas
ambientales. 
El criterio integrado de nutrici¢n de las plantas persigue la finalidad de
asegurar un suministro sostenible de nutrientes a las plantas a fin de
aumentar
los futuros rendimientos sin perjudicar el medio ambiente, y de mantener la
productividad del suelo.

14.84  En muchos pa¡ses en desarrollo, las tasas de crecimiento demogr fico
rebasan el 3% anual, y la producci¢n agr¡cola es inferior a la demanda de
alimentos.  En esos pa¡ses debe perseguirse el objetivo de aumentar la
producci¢n agr¡cola al menos un 4% al a¤o, sin destruir la fertilidad del
suelo. 
Para ello habr  que aumentar la producci¢n agr¡cola en zonas de gran capacidad
potencial mediante la utilizaci¢n eficaz de insumos.  Ser  esencial disponer
de
mano de obra calificada, suministro de energ¡a, instrumentos y tecnolog¡as
adaptados, nutrientes de las plantas y enriquecimiento del suelo.

Objetivos

14.85  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para el a¤o 2000, formular y aplicar en todos los pa¡ses el criterio
integrado de nutrici¢n de las plantas y optimizar la disponibilidad de
fertilizantes y otras fuentes de nutrientes de las plantas;

     b)   Para el a¤o 2000, establecer y mantener la infraestructura
institucional y humana requerida para mejorar la adopci¢n de decisiones
eficaces
sobre la productividad del suelo;

     c)   Reunir conocimientos t‚cnicos en los planos nacional e internacional
para informar a los agricultores, los agentes de extensi¢n agr¡cola, los
planificadores y los encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas sobre las
tecnolog¡as y las estrategias ecol¢gicamente racionales de ordenaci¢n de la
fertilidad del suelo, tanto existentes como nuevas, para su aplicaci¢n en el
fomento de la agricultura sostenible.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.86  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Formular y aplicar estrategias que ayuden a mantener la fertilidad
del
suelo con el fin de atender a las necesidades de una producci¢n agr¡cola
sostenible y ajustar en consecuencia los instrumentos pertinentes de pol¡tica
agr¡cola;

     b)   Integrar las fuentes org nicas e inorg nicas de nutrientes de las
plantas en un sistema para mantener la fertilidad del suelo y determinar las
necesidades de fertilizantes minerales;

     c)   Determinar las necesidades de nutrientes de las plantas y
estrategias
de suministros y optimizar el uso de fuentes org naicas e inorg nicas, seg£n
proceda, para aumentar la eficiencia y la producci¢n de la agricultura;

     d)   Adoptar procedimientos, y fomentar su uso, para reciclar los
desechos
org nicos e inorg nicos en la estructura del suelo sin da¤ar el medio
ambiente,
el crecimiento de las plantas y la salud humana.

b)   Datos e informaci¢n

14.87  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Definir "cuentas nacionales" de nutrientes de las plantas, que
comprendan los suministros (insumos) y las p‚rdidas (productos), y preparar
balances y proyecciones por sistema de cultivo;

     b)   Examinar las posibilidades t‚cnicas y econ¢micas de las fuentes de
nutrientes de las plantas, entre ellas, dep¢sitos nacionales, mejores
suministros org nicos, reciclaje, desechos, capas superficiales del suelo
formadas por materia org nica desechada y fijaci¢n biol¢gica del nitr¢geno.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.88  Los organismos de las Naciones Unidas competentes, como la FAO, los
institutos internacionales de investigaci¢n agr¡cola y las organizaciones no
gubernamentales deber¡an realizar campa¤as publicitarias y de informaci¢n
sobre
el criterio integrado de nutrici¢n de las plantas, el grado de productividad
del
suelo y su relaci¢n con el medio ambiente.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.89  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 3.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 475 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.90  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Elaborar tecnolog¡as de aplicaci¢n en sitios concretos en lugares
que
sirvan de referencia y explotaciones agr¡colas que correspondan a las
condiciones socioecon¢micas y ecol¢gicas prevalecientes mediante
investigaciones
en las que participe plenamente la poblaci¢n local;

     b)   Reforzar la investigaci¢n internacional interdisciplinaria y la
transferencia de tecnolog¡a para la investigaci¢n de sistemas de cultivo y de
cosecha, el mejoramiento de las t‚cnicas de producci¢n de biomasa in situ, la
gesti¢n de los residuos org nicos y las tecnolog¡as de agrosilvicultura.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.91  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Capacitar a agentes de extensi¢n agr¡cola e investigadores en
gesti¢n
de los nutrientes de las plantas, sistemas de cultivo y de cosecha, y en la
evaluaci¢n econ¢mica de los efectos de los nutrientes de las plantas;

     b)   Capacitar a agrupaciones de agricultores y de mujeres en la gesti¢n
de
los nutrientes de las plantas, insistiendo especialmente en la m xima
conservaci¢n y producci¢n del suelo.

d)   Aumento de la capacidad

14.92  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer mecanismos institucionales adecuados para la formulaci¢n
de
pol¡ticas con el fin de vigilar y orientar la aplicaci¢n de programas
integrados
de nutrici¢n de las plantas mediante un proceso interactivo en el que
intervengan agricultores, investigadores, servicios de extensi¢n y otros
sectores de la sociedad;

     b)   Cuando proceda, reforzar los servicios de asesoramiento existentes y
dar formaci¢n al personal, desarrollar y ensayar nuevas tecnolog¡as y
facilitar
la adopci¢n de pr cticas encaminadas a alcanzar y mantener la plena
productividad de las tierras.


          K.  Transici¢n a la energ¡a rural para mejorar la productividad

Bases para la acci¢n

14.93  El suministro de energ¡a en muchos pa¡ses no est  en consonancia con
sus
necesidades de desarrollo y es sumamente costoso e inestable.  En las zonas
rurales de los pa¡ses en desarrollo, las principales fuentes de energ¡a son la
le¤a, los residuos de las cosechas y el esti‚rcol, junto con la energ¡a animal
y
humana.  Se requieren aportaciones m s intensas de energ¡a para lograr una
mayor
productividad y para generar m s ingresos.  Las pol¡ticas y tecnolog¡as
rurales
en materia de energ¡a debieran promover a tal efecto una combinaci¢n de
fuentes
f¢siles y renovables de energ¡a que sea econ¢micamente eficaz y sostenible y
garantice un desarrollo agr¡cola asimismo sostenible.  Las zonas rurales
suministran energ¡a en forma de le¤a.  Se est  a£n muy lejos de aprovechar
plenamente las posibilidades de la agricultura y la agrosilvicultura, as¡ como
de los recursos de propiedad com£n, como las fuentes de energ¡a renovables. 
La consecuci¢n de un desarrollo rural sostenible est  ¡ntimamente ligada a las
modalidades de la demanda y la oferta de energ¡a 5/.

Objetivos

14.94  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Para el a¤o 2000 a m s tardar, iniciar y fomentar un proceso
ecol¢gicamente racional de transici¢n de la energ¡a en comunidades rurales,
para
pasar de fuentes de energ¡a no sostenibles a fuentes de energ¡a estructuradas
y
diversificadas mediante el aprovechamiento de otras fuentes de energ¡a nuevas
y
renovables;

     b)   Aumentar los insumos de energ¡a para atender a las necesidades de
las
familias de los sectores rural y agroindustrial mediante la planificaci¢n y la
transferencia y el desarrollo de tecnolog¡a apropiada;

     c)   Ejecutar programas rurales aut¢nomos que faciliten el desarrollo
sostenible de las fuentes de energ¡a renovables y el aumento de la eficiencia
energ‚tica.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

14.95  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover planes y proyectos experimentales sobre energ¡a el‚ctrica,
mec nica y t‚rmica (gasificadores, biomasa, secadores por energ¡a solar,
bombas
e¢licas y sistemas de combusti¢n) que sean apropiados y puedan ser
adecuadamente
mantenidos;

     b)   Iniciar y fomentar programas de energ¡a rural respaldados por
actividades de formaci¢n t‚cnica, servicios bancarios y por la infraestructura
conexa;

     c)   Intensificar la investigaci¢n y el desarrollo, la diversificaci¢n y
la
conservaci¢n de la energ¡a, teniendo en cuenta la necesidad de un uso
eficiente
y una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional.

b)   Datos e informaci¢n

14.96  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Reunir y difundir datos sobre las estructuras de la oferta y la
demanda de energ¡a rural en funci¢n de las necesidades de energ¡a de los
hogares, la agricultura y la agroindustria;

               b)   Analizar los datos sectoriales sobre energ¡a y producci¢n
con el fin
de determinar las necesidades de energ¡a del sector rural.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

14.97  Los organismos de la Naciones Unidas y las organizaciones regionales
competentes apropiados, aprovechando la experiencia y la informaci¢n
disponible
de las organizaciones no gubernamentales en esta esfera, deber¡an intercambiar
experiencias nacionales y regionales sobre metodolog¡as de planificaci¢n de la
energ¡a rural con el fin de fomentar una planificaci¢n eficiente y de
seleccionar las tecnolog¡as m s rentables.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

14.98  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.800 millones de d¢lares por a¤o, incluidos alrededor de 265 millones de
d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

14.99  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Intensificar la investigaci¢n de los sectores p£blico y privado de
los
pa¡ses en desarrollo y los pa¡ses industrializados sobre las fuentes
renovables
de energ¡a para la agricultura;

     b)   Realizar investigaciones y transferir tecnolog¡as relativas a la
energ¡a de la biomasa y la energ¡a solar para la producci¢n agr¡cola y las
actividades posteriores a las cosechas.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

14.100  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear una
mayor conciencia p£blica de los problemas de la energ¡a rural, resaltando las
ventajas econ¢micas y ambientales de las fuentes renovables de energ¡a.

d)   Aumento de la capacidad

14.101  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer mecanismos institucionales nacionales de planificaci¢n y
gesti¢n de la energ¡a rural que aumenten la productividad agr¡cola y alcancen
a
las aldeas y a los hogares;

     b)   Reforzar los servicios de extensi¢n y las organizaciones locales
para
ejecutar planes y programas de fuentes de energ¡a nuevas y renovables en las
aldeas.
          L.  Evaluaci¢n de los efectos sobre las plantas y los animales
              de la radiaci¢n ultravioleta causada por el agotamiento de
              la capa de ozono estratosf‚rico

Bases para la acci¢n

14.102  El aumento de la radiaci¢n ultravioleta como consecuencia del
agotamiento de la capa de ozono estratosf‚rico es un fen¢meno que se ha
registrado en diferentes regiones del mundo, sobre todo el hemisferio austral.

Por consiguiente, es importante evaluar esos efectos sobre las plantas y los
animales, as¡ como sobre el desarrollo agr¡cola sostenible.

Objetivo

14.103  El objetivo de esta  rea de programas es realizar investigaciones para
determinar los efectos del aumento de la radiaci¢n ultravioleta debido al
agotamiento de la capa de ozono estratosf‚rico que rodea la Tierra, determinar
asimismo sus efectos sobre las plantas y los animales de las regiones
afectadas,
as¡ como sus repercusiones en la agricultura, y elaborar, seg£n proceda,
estrategias para mitigar sus efectos perjudiciales.

Actividades

     Actividades de gesti¢n

14.104  En las regiones afectadas, los gobiernos al nivel apropiado y con el
apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an
tomar las medidas necesarias, mediante la cooperaci¢n institucional, para
facilitar las investigaciones y las evaluaciones relativas al aumento de la
radiaci¢n ultravioleta y su influencia en las plantas y los animales, as¡ como
en las actividades agr¡colas, y estudiar la posibilidad de tomar medidas
correctivas apropiadas.


                                       Notas

     1/   Algunas de las cuestiones de esta  rea de programas se tratan en el
cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza).

     2/   Algunas de las cuestiones de esta  rea de programas figuran en el
cap¡tulo 8 (Integraci¢n del medio ambiente y el desarrollo de la adopci¢n de
decisiones) y en el cap¡tulo 38 (Mecanismos nacionales y cooperaci¢n
internacional para aumentar la capacidad nacional en los pa¡ses en
desarrollo).

     3/   Algunas de las cuestiones se tratan en el cap¡tulo 10 (Enfoque
integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras).

     4/   Las actividades de esta  rea de programas se vinculan con algunas de
las actividades del cap¡tulo 15 (Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica).

     5/   Las actividades de esta  rea de programas se relacionan con algunas
de
las actividades del cap¡tulo 9 (Protecci¢n de la atm¢sfera).
                                    Cap¡tulo 15

                      CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA

                                   INTRODUCCION

15.1  Los objetivos y las actividades del presente cap¡tulo del Programa 21
est n destinados a mejorar la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la
utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, as¡ como a apoyar el
Convenio
sobre la Diversidad Biol¢gica.  

15.2  Los bienes y los servicios esenciales de nuestro planeta dependen de la
variedad y la variabilidad de los genes, las especies, las poblaciones y los
ecosistemas.  Los recursos biol¢gicos nos nutren, nos visten y nos
proporcionan
alojamiento, medicamentos y sustento espiritual.  Los ecosistemas naturales de
los bosques, las sabanas, las praderas y los pastizales, los desiertos, las
tundras, los r¡os, los lagos y los mares contienen la mayor parte de la
biodiversidad de la Tierra.  Las tierras de los agricultores y los jardines
son
tambi‚n de gran importancia como reservas, en tanto que los bancos de genes,
los
jardines bot nicos, los parques zool¢gicos y otras reservas de plasma germinal
aportan una contribuci¢n peque¤a pero importante.  El actual empobrecimiento
de
la biodiversidad es en gran parte resultado de la actividad humana y
constituye
una grave amenaza para el desarrollo humano.


                                 AREA DE PROGRAMAS

                      Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica

Bases para la acci¢n

15.3  Pese a los crecientes esfuerzos hechos en el curso de los 20 £ltimos
a¤os,
ha continuado el proceso de p‚rdida de la diversidad biol¢gica del mundo,
principalmente a causa de la destrucci¢n de los h bitat, el cultivo excesivo,
la
contaminaci¢n y la introducci¢n inadecuada de plantas y animales for neos. 
Los
recursos biol¢gicos constituyen un capital con un gran rendimiento potencial
de
beneficios sostenibles.  Es preciso tomar urgentemente medidas decisivas para
conservar y mantener los genes, las especies y los ecosistemas, con miras a la
ordenaci¢n y la utilizaci¢n sostenibles de los recursos biol¢gicos.  Hay que
reforzar en los planos nacional e internacional la capacidad de evaluaci¢n,
estudio y observaci¢n sistem tica de la biodiversidad.  Se requieren una
acci¢n
nacional y una cooperaci¢n internacional eficaces para la protecci¢n in situ
de
los ecosistemas, la conservaci¢n ex situ de los recursos biol¢gicos y
gen‚ticos
y el mejoramiento de las funciones de los ecosistemas.  La participaci¢n y el
apoyo de las comunidades locales son factores esenciales para el ‚xito de tal
enfoque.  Los adelantos recientes de la biotecnolog¡a han destacado la
capacidad
potencial que el material gen‚tico contenido en las plantas, los animales y
los
microorganismos tiene para la agricultura, la salud y el bienestar, as¡ como
para fines ambientales.  Al mismo tiempo, es particularmente importante
subrayar
en este contexto que los Estados tienen el derecho soberano a explotar sus
propios recursos biol¢gicos en consonancia con sus pol¡ticas ambientales, as¡
como la responsabilidad de conservar su biodiversidad, de utilizar sus
recursos
biol¢gicos de manera sostenible y de velar por que las actividades que se
realicen bajo su jurisdicci¢n o control no causen da¤os a la biodiversidad
biol¢gica de otros Estados o de las zonas situadas fuera de los l¡mites de la
jurisdicci¢n nacional.

Objetivos

15.4  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de los organismos
de las Naciones Unidas y de las organizaciones regionales,
intergubernamentales
y no gubernamentales competentes, el sector privado y las instituciones
financieras, y teniendo en cuenta las poblaciones ind¡genas y sus comunidades,
as¡ como los factores sociales y econ¢micos, deber¡an:

     a)   Presionar para la pronta entrada en vigor del Convenio sobre la
Diversidad Biol¢gica, con la participaci¢n m s amplia posible;

     b)   Elaborar estrategias nacionales para la conservaci¢n de la
diversidad
biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos;

     c)   Incorporar en las estrategias y los planes nacionales de desarrollo
las estrategias de conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y utilizaci¢n
sostenible de los recursos biol¢gicos;

     d)   Tomar las medidas apropiadas para la distribuci¢n justa y equitativa
de los beneficios dimanantes de la investigaci¢n y el desarrollo y de la
utilizaci¢n de los recursos biol¢gicos y gen‚ticos, as¡ como de la
biotecnolog¡a, entre las fuentes de esos recursos y entre quienes los
utilicen;

     e)   Llevar a cabo estudios por pa¡ses, seg£n proceda, sobre la
conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y sobre la utilizaci¢n sostenible de
los
recursos biol¢gicos, as¡ como an lisis de los costos y beneficios pertinentes,
con particular referencia a los aspectos socioecon¢micos;

     f)   Preparar y actualizar regularmente informes mundiales sobre la
biodiversidad bas ndose en las evaluaciones nacionales;

     g)   Reconocer y fomentar los m‚todos y los conocimientos tradicionales
de
las poblaciones ind¡genas y sus comunidades, haciendo hincapi‚ en la funci¢n
particular de la mujer, que sean de inter‚s para la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica y para la utilizaci¢n sostenible de los recursos
biol¢gicos, y dar a esos grupos la oportunidad de participar en los beneficios
econ¢micos y comerciales dimanantes de la utilizaci¢n de tales m‚todos y
conocimientos tradicionales 1/;

     h)   Poner en pr ctica mecanismos para el mejoramiento, la generaci¢n, el
desarrollo y la utilizaci¢n sostenible de la biotecnolog¡a y para su
transferencia inocua, particularmente a los pa¡ses en desarrollo, teniendo en
cuenta la contribuci¢n potencial de la biotecnolog¡a a la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica y a la utilizaci¢n sostenible de los recursos
biol¢gicos 2/; 

     i)   Promover una cooperaci¢n internacional y regional m s amplia para
fomentar la comprensi¢n cient¡fica y econ¢mica de la importancia de la
biodiversidad y de sus funciones en los ecosistemas;

     j)   Idear medidas y disposiciones para poner en pr ctica el derecho de
los
pa¡ses de origen de los recursos gen‚ticos o los pa¡ses que suministren los
recursos gen‚ticos, tal como est n definidos en el Convenio sobre la
Diversidad
Biol¢gica, particularmente los pa¡ses en desarrollo, a beneficiarse del
desarrollo biotecnol¢gico y de la utilizaci¢n comercial de los productos
derivados de tales recursos 2/, 3/.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

15.5  Los gobiernos, al nivel que corresponda, en consonancia con las
pol¡ticas y las pr cticas nacionales, con la cooperaci¢n de los organismos
competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones
intergubernamentales y con el apoyo de las poblaciones ind¡genas y de sus
comunidades, de las organizaciones no gubernamentales y de otros grupos,
incluidos los c¡rculos mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al derecho
internacional, deber¡an, seg£n proceda:

     a)   Elaborar nuevas estrategias, planes o programas de acci¢n, o
reforzar
los existentes, para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la
utilizaci¢n
sostenible de los recursos biol¢gicos, teniendo en cuenta la labor de
educaci¢n
y capacitaci¢n necesaria 4/;

     b)   Incorporar en los planes, programas y pol¡ticas sectoriales o
transectoriales pertinentes, las estrategias para la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y
gen‚ticos, prestando particular atenci¢n a la especial importancia de los
recursos biol¢gicos y gen‚ticos terrestres y acu ticos para la agricultura y
la
alimentaci¢n 5/;

     c)   Realizar estudios por pa¡ses o utilizar otros m‚todos para reconocer
los componentes de la diversidad biol¢gica que son importantes para su
conservaci¢n y para la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos,
atribuir valores a los recursos biol¢gicos y gen‚ticos, reconocer los procesos
y
las actividades que tienen considerables repercusiones sobre la diversidad
biol¢gica, evaluar las repercusiones econ¢micas potenciales de la conservaci¢n
de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos
biol¢gicos y gen‚ticos, y sugerir medidas prioritarias;

     d)   Tomar medidas que constituyan incentivos eficaces en los sectores
econ¢mico y social y en otros sectores pertinentes para fomentar la
conservaci¢n
de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos
biol¢gicos, as¡ como la promoci¢n de sistemas de producci¢n sostenibles, tales
como los m‚todos tradicionales de la agricultura, la agrosilvicultura, la
silvicultura y la ordenaci¢n de los pastos y de la flora y la fauna
silvestres,
que utilicen, mantengan o aumenten la biodiversidad 5/;

     e)   Sin perjuicio de la legislaci¢n nacional, tomar medidas para
respetar,
registrar, proteger y contribuir a aplicar m s ampliamente los conocimientos,
las innovaciones y las pr cticas de las comunidades ind¡genas y locales que
reflejan los estilos de vida tradicionales para la conservaci¢n de la
diversidad
biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, con miras a
la
participaci¢n justa y equitativa en los beneficios consiguientes, y promover
la
creaci¢n de mecanismos para que esas comunidades, incluidas las mujeres,
participen en la conservaci¢n y la gesti¢n de los ecosistemas 1/;

     f)   Realizar investigaciones a largo plazo sobre la importancia de la
biodiversidad para el funcionamiento de los ecosistemas y sobre la funci¢n de
los ecosistemas en la producci¢n de bienes, servicios ambientales y otros
valores que contribuyan a un desarrollo sostenible, prestando particular
atenci¢n a la biolog¡a y a la capacidad de reproducci¢n de las especies
terrestres y acu ticas clave, entre ellas las especies nativas y las especies
cultivadas; las nuevas t‚cnicas de observaci¢n y de preparaci¢n de
inventarios;
las condiciones ecol¢gicas necesarias para la conservaci¢n de la biodiversidad
y
la continuaci¢n de la evoluci¢n, y el comportamiento social y los h bitos de
nutrici¢n dependientes de los ecosistemas naturales, en relaci¢n con lo cual
las
mujeres desempe¤an funciones clave; estos trabajos deber¡an realizarse con la
participaci¢n m s amplia posible, especialmente de las poblaciones ind¡genas y
sus comunidades, incluidas las mujeres 1/;

     g)   Tomar medidas, cuando sea necesario, para la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica mediante la conservaci¢n in situ de los ecosistemas y
los h bitat naturales, as¡ como de las variedades primitivas obtenidas por
selecci¢n y de las variedades silvestres emparentadas con ellas, y para el
mantenimiento y la recuperaci¢n de poblaciones viables de especies en su
entorno
natural, y tomar medidas ex situ, preferiblemente en el pa¡s de origen; las
medidas in situ deber¡an incluir el reforzamiento de los sistemas de las zonas
terrestres, marinas y acu ticas protegidas para dar cabida a, en particular,
las
zonas pantanosas vulnerables, sean o no de agua dulce, y los ecosistemas
ribere¤os, tales como los estuarios, los arrecifes de coral y los manglares
6/;

     h)   Promover la renovaci¢n y la restauraci¢n de los ecosistemas da¤ados
y
la recuperaci¢n de las especies amenazadas o en peligro;

     i)   Formular pol¡ticas para fomentar la conservaci¢n de la biodiversidad
y
la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y gen‚ticos en las
tierras
de propiedad privada;

     j)   Promover un desarrollo ecol¢gicamente racional y sostenible en las
zonas adyacentes a las zonas protegidas, con miras a reforzar la protecci¢n
de estas zonas;

     k)   Adoptar los procedimientos apropiados para la evaluaci¢n de las
repercusiones ambientales de los proyectos propuestos que sea probable que
vayan
a surtir efectos considerables sobre la diversidad biol¢gica, tomando medidas
para que la informaci¢n pertinente sea f cilmente asequible y para la
participaci¢n del p£blico, cuando proceda, y fomentar la evaluaci¢n de las
repercusiones de las pol¡ticas y programas pertinentes sobre la diversidad
biol¢gica;

     l)   Promover, cuando proceda, el establecimiento y mejoramiento de
sistemas de inventario nacional, reglamentaci¢n o gesti¢n y control al nivel
apropiado en relaci¢n con los recursos biol¢gicos;

     m)   Tomar medidas para fomentar una mayor comprensi¢n y apreciaci¢n del
valor de la diversidad biol¢gica, manifestada tanto en sus partes componentes
como en los servicios prestados a los ecosistemas.

b)   Datos e informaci¢n

15.6  Los gobiernos, al nivel que corresponda, en consonancia con las
pol¡ticas
y las pr cticas nacionales, con la cooperaci¢n de los organismos competentes
de
las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones
intergubernamentales
y con el apoyo de las poblaciones ind¡genas y de sus comunidades, de las
organizaciones no gubernamentales y de otros grupos, incluidos los c¡rculos
mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al derecho internacional, deber¡an,
seg£n proceda 7/:

     a)   Reunir, evaluar e intercambiar regularmente informaci¢n sobre la
conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y sobre la utilizaci¢n sostenible de
los
recursos biol¢gicos;

               b)   Elaborar m‚todos para el muestreo y la evaluaci¢n
sistem ticos, en el
plano nacional, de los componentes de la diversidad biol¢gica reconocidos
mediante estudios sobre pa¡ses;

     c)   Iniciar o continuar la elaboraci¢n de m‚todos y empezar o proseguir
los estudios, al nivel que corresponda, sobre la situaci¢n de los ecosistemas
y
reunir informaci¢n b sica sobre los recursos biol¢gicos y gen‚ticos, entre
ellos
los de los ecosistemas terrestres, acu ticos, costeros y marinos, as¡ como
emprender la preparaci¢n de inventarios con la participaci¢n de las
poblaciones
locales e ind¡genas y sus comunidades;

     d)   Determinar y evaluar las repercusiones y los beneficios econ¢micos
y sociales potenciales de la conservaci¢n y la utilizaci¢n sostenible de las
especies terrestres y acu ticas en cada pa¡s, partiendo de los resultados
obtenidos mediante los estudios sobre pa¡ses;

     e)   Emprender la actualizaci¢n, el an lisis y la interpretaci¢n de los
datos obtenidos mediante los trabajos de determinaci¢n, muestreo y evaluaci¢n
descritos m s arriba;

     f)   Reunir, evaluar y proporcionar informaci¢n pertinente y fiable, de
manera oportuna y en forma adecuada para la adopci¢n de decisiones a todos
los niveles, con el apoyo y la participaci¢n plenos de las poblaciones locales
e
ind¡genas y sus comunidades.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

15.7  Los gobiernos, al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los
organismos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las
organizaciones intergubernamentales y con el apoyo de las poblaciones
ind¡genas
y de sus comunidades, de las organizaciones no gubernamentales y de otros
grupos, incluidos los c¡rculos mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al
derecho internacional, deber¡an, seg£n proceda:

     a)   Considerar el establecimiento o el reforzamiento de los medios y las
redes nacionales o internacionales para el intercambio de datos y de
informaci¢n
que sean de inter‚s para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la
utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y gen‚ticos 7/;

     b)   Preparar y actualizar regularmente informes mundiales sobre la
biodiversidad bas ndose en las evaluaciones nacionales efectuadas en todos los
pa¡ses;

     c)   Promover la cooperaci¢n t‚cnica y cient¡fica en la esfera de la
conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los
recursos biol¢gicos y gen‚ticos; se deber¡a prestar especial atenci¢n al
desarrollo y el reforzamiento de la capacidad nacional mediante el
aprovechamiento de los recursos humanos y la creaci¢n de instituciones, as¡
como
mediante la transferencia de tecnolog¡a y/o el desarrollo de instituciones de
investigaci¢n y de gesti¢n, tales como herbarios, museos, bancos de genes
y laboratorios, en relaci¢n con la conservaci¢n de la biodiversidad 8/;

     d)   Sin perjuicio de las disposiciones pertinentes del Convenio sobre la
Diversidad Biol¢gica, facilitar para este cap¡tulo la transferencia de
tecnolog¡as que sean de inter‚s para la conservaci¢n de la diversidad
biol¢gica
y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos o tecnolog¡as
biol¢gicas
que utilicen recursos gen‚ticos y no causen ning£n da¤o apreciable al medio
ambiente, de conformidad con el cap¡tulo 34, y reconociendo que la tecnolog¡a
incluye la biotecnolog¡a 2/, 8/;

     e)   Promover la cooperaci¢n entre las partes en las convenciones y los
planes de acci¢n internacionales pertinentes, con miras a intensificar y
coordinar los esfuerzos por conservar la diversidad biol¢gica y lograr la
utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos;

     f)   Reforzar el apoyo a los instrumentos, los programas y los planes
de acci¢n internacionales y regionales relacionados con la conservaci¢n de
la diversidad biol¢gica y con la utilizaci¢n sostenible de los recursos
biol¢gicos;

     g)   Promover el mejoramiento de la coordinaci¢n internacional de las
medidas encaminadas a la conservaci¢n y la ordenaci¢n eficaces de las especies
migratorias que est‚n en peligro y que no constituyan plagas, incluidos los
niveles apropiados de apoyo para el establecimiento y la ordenaci¢n de zonas
protegidas en lugares transfronterizos;

     h)   Promover los esfuerzos nacionales con respecto a las encuestas, la
reuni¢n de datos, los muestreos y la evaluaci¢n, as¡ como al mantenimiento de
bancos de genes.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

15.8  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este cap¡tulo ascender  a
unos 3.500 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.750 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar. 

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

15.9  Los aspectos concretos que han de abordarse incluyen la necesidad de
formular:

     a)   M‚todos eficientes para realizar estudios de referencia e
inventarios,
as¡ como para la evaluaci¢n y el muestreo sistem ticos de los recursos
biol¢gicos;

     b)   M‚todos y tecnolog¡as para la conservaci¢n de la diversidad
biol¢gica
y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos;

     c)   M‚todos perfeccionados y diversificados para la conservaci¢n ex situ
con miras a la conservaci¢n a largo plazo de los recursos gen‚ticos que sean
de
importancia para la investigaci¢n y el desarrollo.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

15.10  Es preciso, cuando proceda:

     a)   Aumentar y/o utilizar m s eficientemente el personal capacitado en
los
aspectos cient¡ficos y tecnol¢gicos relativos a la conservaci¢n de la
diversidad
biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos;

     b)   Mantener o establecer programas de educaci¢n cient¡fica y t‚cnica y
de
capacitaci¢n de administradores y profesionales, especialmente en los pa¡ses
en
desarrollo, en relaci¢n con las medidas encaminadas al reconocimiento, la
conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los
recursos biol¢gicos;

     c)   Promover y alentar la comprensi¢n de la importancia de las medidas
necesarias para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n
sostenible de los recursos biol¢gicos en todos los planos de la formulaci¢n de
pol¡ticas y la adopci¢n de decisiones en los gobiernos, las empresas
comerciales
y las instituciones de cr‚dito, y promover y alentar la incorporaci¢n de esos
temas en los programas de educaci¢n.

d)   Aumento de la capacidad

15.11  Es preciso, cuando proceda:

     a)   Fortalecer las instituciones que se ocupan de la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica o establecer nuevas instituciones de esa ¡ndole, y
considerar la creaci¢n de mecanismos tales como institutos o centros
nacionales
de diversidad biol¢gica;

     b)   Seguir fortaleciendo la capacidad respecto de la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos en
todos los sectores pertinentes;

     c)   Aumentar, especialmente en los gobiernos, las empresas comerciales y
los organismos de desarrollo bilaterales y multilaterales, la capacidad de
integrar los problemas concernientes a la diversidad biol¢gica, sus posibles
beneficios y los c lculos de los costos de sustituci¢n en los procesos de
formulaci¢n, aplicaci¢n y evaluaci¢n de proyectos, as¡ como de evaluar las
repercusiones de los proyectos de desarrollo propuestos sobre la diversidad
biol¢gica;

     d)   Aumentar, en el plano pertinente, la capacidad de las instituciones
p£blicas y privadas que se ocupan de la planificaci¢n y la gesti¢n de las
zonas
protegidas de coordinar y planificar intersectorialmente con otras
instituciones
p£blicas, organizaciones no gubernamentales y, cuando proceda, con las
poblaciones ind¡geneas y sus comunidades.


                                       Notas

     1/   V‚anse el cap¡tulo 26 (Reconocimiento y fortalecimiento del papel de
las poblaciones ind¡genas y sus comunidades) y el cap¡tulo 24 (Medidas
mundiales
en favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo).

     2/   V‚ase el cap¡tulo 16 (Gesti¢n ecol¢gicamente racional de la
biotecnolog¡a).

     3/   El art¡culo 2 (T‚rminos utilizados) del Convenio sobre la Diversidad
Biol¢gica incluye las definiciones siguientes:

               "Por 'pa¡s de origen de recursos gen‚ticos' se entiende el pa¡s
que
     posee esos recursos gen‚ticos en condiciones in situ.

               Por 'pa¡s que aporta recursos gen‚ticos' se entiende el pa¡s
que
     suministra recursos gen‚ticos obtenidos de fuentes in situ, incluidas las
     poblaciones de especies silvestres y domesticadas, o de fuentes ex situ,
     que pueden tener o no su origen en ese pa¡s."

     4/   V‚ase el cap¡tulo 36 (Fomento de la educaci¢n, la capacitaci¢n y la
toma de conciencia).

     5/   V‚anse el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo
rural sostenibles) y el cap¡tulo 11 (Lucha contra la deforestaci¢n).

     6/   V‚ase el cap¡tulo 17 (Protecci¢n de los oc‚anos y de todos los tipos
de mares, incluidos los mares cerrados y semicerrados, y de las zonas
costeras,
y protecci¢n, utilizaci¢n racional y desarrollo de sus recursos vivos).

     7/   V‚ase el cap¡tulo 40 (Informaci¢n para la adopci¢n de decisiones).

     8/   V‚ase el cap¡tulo 34 (Transferencia de tecnolog¡a ecol¢gicamente
racional, cooperaci¢n y aumento de la capacidad).
                                    Cap¡tulo 16

                GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LA BIOTECNOLOGIA

                                   INTRODUCCION

16.1  La biotecnolog¡a es la integraci¢n de las nuevas t‚cnicas nacidas de la
biotecnolog¡a moderna con los enfoques bien comprobados de la biotecnolog¡a
tradicional.  La biotecnolog¡a, esfera que est  comenzando a desarrollarse y
que
abarca un gran volumen de conocimientos, es un conjunto de t‚cnicas que
permiten
lograr cambios concretos introducidos por el hombre en el  cido
desoxirribonucleico (ADN), es decir en el material gen‚tico de plantas,
animales
y sistemas microbianos, hasta lograr productos y tecnolog¡as £tiles.  La
biotecnolog¡a por s¡ misma no puede resolver todos los problemas fundamentales
del medio ambiente y el desarrollo, de manera que las expectativas tienen que
verse frenadas por el realismo.  No obstante, cabe esperar que aporte una
importante contribuci¢n facilitando, por ejemplo, una mejor atenci¢n de la
salud, un aumento de la seguridad alimentaria mediante pr cticas de
agricultura
sostenible, un mejor abastecimiento de agua potable, procesos de desarrollo
industrial m s eficaces para la elaboraci¢n de las materias primas, el apoyo a
m‚todos sostenibles de forestaci¢n y reforestaci¢n, as¡ como la
desintoxicaci¢n
de los desechos peligrosos.  La biotecnolog¡a crea tambi‚n nuevas
oportunidades
de establecer asociaciones en todo el mundo, especialmente entre los pa¡ses
ricos en recursos biol¢gicos (incluidos los recursos gen‚ticos) que carecen de
los conocimientos especializados y las inversiones necesarias para aprovechar
esos recursos por medio de la biotecnolog¡a y los pa¡ses que cuentan con el
caudal de conocimientos t‚cnicos necesarios para transformar esos recursos
biol¢gicos de manera que atienda a las necesidades del desarrollo sostenible
1/. 
La biotecnolog¡a puede ayudar a la conservaci¢n de esos recursos mediante, por
ejemplo, t‚cnicas ex situ.  En las  reas de programas que se establecen a
continuaci¢n se trata de reafirmar los principios internacionalmente acordados
que se han de aplicar para asegurar una gesti¢n ecol¢gicamente racional de la
biotecnolog¡a, promover la confianza del p£blico, fomentar el desarrollo de
aplicaciones viables de la biotecnolog¡a y establecer los mecanismos
apropiados
que faciliten esa gesti¢n, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, por medio
de
las actividades siguientes:

     a)   Aumento de la disponibilidad de alimentos, piensos y materias primas
renovables;

     b)   Mejoramiento de la salud humana;

     c)   Aumento de la protecci¢n del medio ambiente;

     d)   Aumento de la seguridad y establecimiento de mecanismos
internacionales de cooperaci¢n;

     e)   Establecimiento de mecanismos que faciliten el desarrollo y la
aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a.


                                          AREAS DE PROGRAMAS

                 A.  Aumento de la disponibilidad de alimentos, piensos y
                     materias primas renovables

Bases para la acci¢n

16.2  La tarea m s dif¡cil que plantea la satisfacci¢n de las necesidades de
consumo crecientes de la poblaci¢n mundial no es solamente aumentar el
suministro de alimentos, sino tambi‚n mejorar su distribuci¢n de manera
significativa y al mismo tiempo establecer sistemas de producci¢n agropecuaria
m s viables.  Gran parte de este aumento de la productividad tendr  que
lograrse
en los pa¡ses en desarrollo.  Esta labor requerir  la aplicaci¢n de la
biotecnolog¡a a la agricultura, el medio ambiente y el cuidado de la salud
humana de manera satisfactoria y sin riesgo ecol¢gico.  La mayor parte de las
inversiones en biotecnolog¡a moderna se han realizado en el mundo
industrializado.  Ser  menester realizar nuevas inversiones de importancia y
desarrollar los recursos humanos en la esfera de la biotecnolog¡a, sobre todo
en
el mundo en desarrollo.

Objetivos

16.3  Teniendo presente la necesidad de promover la aplicaci¢n de medidas de
seguridad apropiadas sobre la base de la esfera de programas D, se proponen
los
siguientes objetivos:

     a)   Aumentar, en la medida ¢ptima posible, el rendimiento de los
principales cultivos, la ganader¡a y las especies acu¡colas, vali‚ndose de la
combinaci¢n de los recursos de la biotecnolog¡a moderna y el mejoramiento por
m‚todos convencionales de las plantas, los animales y los microorganismos, sin
descontar la utilizaci¢n m s diversa de los recursos del material gen‚tico,
tanto h¡brido como original 2/.  De igual modo se deber¡an aumentar los
rendimientos de la producci¢n forestal para velar por el aprovechamiento
sostenible de los bosques 3/;

     b)   Reducir la necesidad de aumentar el volumen de alimentos, piensos y
materias primas incrementando el valor nutritivo (la composici¢n) de los
cultivos, los animales y los microorganismos de origen y reducir las p‚rdidas
de
productos agropecuarios despu‚s de las cosechas;

     c)   Aumentar la utilizaci¢n de t‚cnicas integradas de lucha contra las
plagas y las enfermedades y de ordenaci¢n de los cultivos para eliminar la
dependencia excesiva de los productos agroqu¡micos, lo cual estimular¡a la
aplicaci¢n de pr cticas agr¡colas ecol¢gicamente viables;

     d)   Evaluar las posibilidades de explotaci¢n agr¡cola de las tierras
marginales, compar ndolas con otras posibles formas de utilizaci¢n, y, crear
cuando proceda, sistemas que permitan aumentos sostenibles de la
productividad;

     e)   Hacer extensivas las aplicaciones de la biotecnolog¡a a la
silvicultura, tanto para aumentar el rendimiento y aprovechar con m s eficacia
los productos forestales, como para mejorar las t‚cnicas de forestaci¢n y
reforestaci¢n.  Los esfuerzos deber¡an concentrarse en las variedades y
productos que sean oriundos de los pa¡ses en desarrollo, y que tengan especial
valor para ‚stos;

               f)   Aumentar la eficiencia de la fijaci¢n de nitr¢geno y de la
absorci¢n
de minerales mediante la simbiosis entre las especies vegetales superiores y
los
microorganismos;

     g)   Aumentar la capacidad en materia de ciencias b sicas y aplicadas y
en
la gesti¢n de proyectos complejos de investigaci¢n interdisciplinaria.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

16.4  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con la asistencia de las
organizaciones internacionales y regionales, y con el apoyo de las
organizaciones no gubernamentales, el sector privado y las instituciones
acad‚micas y cient¡ficas, deber¡an mejorar la gen‚tica animal y vegetal y de
los
microorganismos mediante la utilizaci¢n de las biotecnolog¡as tradicionales y
modernas, para incrementar la producci¢n agropecuaria sostenible y lograr la
seguridad alimentaria, en particular en los pa¡ses en desarrollo, prestando la
debida atenci¢n a la determinaci¢n previa de las caracter¡sticas que se desea
lograr con la modificaci¢n, teniendo en cuenta las necesidades de los
agricultores, las repercusiones de esas modificaciones desde los puntos de
vista
socioecon¢mico, cultural y ecol¢gico, y la necesidad de promover el desarrollo
social y econ¢mico sostenible, prestando especial atenci¢n a las repercusiones
que podr¡a tener la utilizaci¢n de la biotecnolog¡a en el mantenimiento de la
integridad del medio ambiente.

16.5  M s concretamente, los gobiernos deber¡an:

     a)   Aumentar el rendimiento, la calidad nutricional y la duraci¢n
despu‚s
de elaborados de los productos alimenticios y de los piensos, mediante
actividades que incluyan trabajos de prevenci¢n de p‚rdidas anteriores y
posteriores a las cosechas;

     b)   Continuar desarrollando la resistencia a las enfermedades y a las
plagas;

     c)   Desarrollar variedades vegetales tolerantes o resistentes a las
tensiones producidas por factores como las plagas y las enfermedades, y a las
causas abi¢ticas;

     d)   Fomentar la utilizaci¢n de variedades agr¡colas que no se aprovechan
suficientemente y que pudieran ser importantes en el futuro para la nutrici¢n
humana y el abastecimiento industrial de materias primas;

     e)   Aumentar la eficacia de los procesos simbi¢ticos que propician una
producci¢n agropecuaria sostenible;

     f)   Facilitar la conservaci¢n y el intercambio sin riesgos de plasma
germinal vegetal, animal y microbiano, aplicando procedimientos de evaluaci¢n
y
gesti¢n de los riesgos, incluidas t‚cnicas de diagn¢stico perfeccionadas para
la
detecci¢n de plagas y enfermedades por medio de m‚todos m s eficaces de
propagaci¢n r pida;

     g)   Perfeccionar las t‚cnicas de diagn¢stico y las vacunas con miras a
prevenir la propagaci¢n de las enfermedades y hacer una r pida evaluaci¢n de
las
toxinas o los organismos infecciosos en productos destinados al consumo humano
o
a la alimentaci¢n del ganado;

               h)   Determinar las variedades m s productivas de las plantas
de
crecimiento r pido, sobre todo con miras a la producci¢n de le¤a, y elaborar
m‚todos de propagaci¢n r pida para contribuir a su m s amplia difusi¢n y
utilizaci¢n;

     i)   Evaluar la aplicaci¢n de diversas t‚cnicas de la biotecnolog¡a para
aumentar la producci¢n de peces, algas y otras especies acu ticas;

     j)   Fomentar la producci¢n agropecuaria sostenible, reforzando y
ampliando
la capacidad y la esfera de acci¢n de los centros de investigaci¢n existentes
a
fin de lograr el volumen cr¡tico necesario, promoviendo y supervisando las
investigaciones encaminadas a mejorar los productos y procesos agropecuarios
que
tengan valor productivo y ecol¢gico y que sean viables desde los puntos de
vista
econ¢mico y social, sin perder de vista las consideraciones de seguridad;

     k)   Promover la integraci¢n de las biotecnolog¡as apropiadas con las
tradicionales a los efectos de cultivar plantas gen‚ticamente modificadas,
criar
animales sanos y proteger los recursos gen‚ticos forestales;

     l)   Elaborar procesos para aumentar la disponibilidad de materiales
derivados de la biotecnolog¡a que se han de utilizar en la producci¢n de
alimentos, piensos y materias primas renovables.

b)   Datos e informaci¢n

16.6  Se deber¡an realizar las siguientes actividades:

     a)   Analizar las evaluaciones comparadas de las posibilidades que
ofrecen
las diferentes tecnolog¡as de producci¢n de alimentos, conjuntamente con un
sistema para evaluar los efectos que podr¡an surtir las biotecnolog¡as en el
comercio internacional de productos agropecuarios;

     b)   Estudiar las repercusiones de la eliminaci¢n de los subsidios y la
posible utilizaci¢n de otros mecanismos econ¢micos que reflejen los costos
derivados de la utilizaci¢n de sustancias qu¡micas no recomendables en la
agricultura;

     c)   Crear y mantener bancos de datos e informaci¢n sobre los efectos de
los organismos en el medio ambiente y la salud para facilitar la evaluaci¢n de
los riesgos;

     d)   Acelerar la compra, la transferencia y la adaptaci¢n de las
tecnolog¡as por parte de los pa¡ses en desarrollo, para apoyar las actividades
nacionales que promuevan la seguridad alimentaria.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

16.7  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover las
actividades siguientes, de conformidad con los acuerdos o convenios
internacionales sobre diversidad biol¢gica, seg£n proceda:

     a)   Cooperaci¢n en cuestiones relacionadas con la conservaci¢n y el
intercambio de plasma germinal y con el acceso a ‚ste; derechos derivados de
la
propiedad intelectual y las innovaciones no patentadas, entre ellos los
derechos
del agricultor y los del seleccionador; acceso a los beneficios de la
biotecnolog¡a y la bioseguridad;

               b)   Promoci¢n de programas de investigaci¢n en colaboraci¢n,
sobre todo en
los pa¡ses en desarrollo, para apoyar las actividades descritas en esta  rea
de
programas, especialmente en lo que se refiere a la cooperaci¢n con las
poblaciones locales e ind¡genas y sus comunidades en la conservaci¢n de la
diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, y
al fomento de los m‚todos y conocimientos tradicionales de esos grupos en
relaci¢n con esas actividades;

     c)   Aceleraci¢n de la compra, la transferencia y la adaptaci¢n de las
tecnolog¡as por parte de los pa¡ses en desarrollo para apoyar actividades
nacionales que promuevan la seguridad alimentaria, mediante la creaci¢n de
sistemas orientados al aumento sustancial y sostenible de la productividad,
sin
perjudicar ni poner en peligro los ecosistemas locales 4/;

     d)   Elaborar procedimientos apropiados de seguridad basados en el  rea
de
programas D, teniendo en cuenta consideraciones ‚ticas.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

16.8  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 5.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos*

c)   Desarrollo de los recursos humanos

16.9  La capacitaci¢n de profesionales competentes en ciencias b sicas y
aplicadas a todos los niveles (incluido personal cient¡fico, t‚cnico y de
divulgaci¢n) es uno de los componentes m s esenciales de cualquier programa de
este tipo.  Es fundamental que se conozcan las ventajas y los riesgos de la
biotecnolog¡a.  Dada la importancia que tiene una gesti¢n correcta del
personal
encargado de las investigaciones a los efectos de completar con ‚xito
proyectos
multidisciplinarios de envergadura, en los programas oficiales de formaci¢n
permanente de cient¡ficos deber¡a figurar la capacitaci¢n en materia de
gesti¢n. 
Se deber¡an crear tambi‚n programas de capacitaci¢n en el contexto de
proyectos
concretos para atender las necesidades regionales o nacionales de personal
capacitado en diversas disciplinas que est‚ en condiciones de utilizar la
tecnolog¡a avanzada de manera de reducir el "‚xodo de intelectuales" de los
pa¡ses desarrollados hacia los pa¡ses en desarrollo.  Se deber¡a hacer
hincapi‚
en el fomento de la colaboraci¢n entre los cient¡ficos, los divulgadores y los
usuarios y en su capacitaci¢n para lograr sistemas integrados.  Por otra
parte,
se deber¡a prestar atenci¢n especial a la ejecuci¢n de programas de
capacitaci¢n
e intercambio de conocimientos en materia de biotecnolog¡as tradicionales y de
programas de capacitaci¢n en procedimientos de seguridad.

__________

     *    V‚anse los p rrafos 16.6 y 16.7.
d)   Aumento de la capacidad

16.10  Ser  menester adoptar medidas para perfeccionar las instituciones u
otras
medidas apropiadas para aumentar la capacidad t‚cnica, administrativa y en
materia de gesti¢n y planificaci¢n en el plano nacional a fin de apoyar las
actividades en esta  rea de programas.  Estas medidas deber¡an contar con una
asistencia internacional, cient¡fica, t‚cnica y financiera suficiente para
facilitar la cooperaci¢n t‚cnica y aumentar la capacidad de los pa¡ses en
desarrollo.  En el  rea de programas E se ofrecen m s detalles.


                        B.  Mejoramiento de la salud humana

Bases para la acci¢n

16.11  El mejoramiento de la salud humana es uno de los objetivos m s
fundamentales del desarrollo.  El deterioro de la calidad ambiental,
especialmente la contaminaci¢n del aire, del agua y del suelo debida a
productos
qu¡micos t¢xicos, desechos peligrosos, radiaciones y otras fuentes, es una
cuesti¢n que preocupa cada vez m s.  Esta degradaci¢n del medio ambiente,
debida
a un desarrollo inadecuado o inapropiado, tiene un efecto negativo directo
sobre
la salud humana.  La malnutrici¢n, la pobreza, los asentamientos humanos
deficientes, la falta de agua potable de buena calidad e instalaciones de
saneamiento inadecuadas agravan los problemas de las enfermedades
transmisibles
y no transmisibles.  A consecuencia de ello, la salud y el bienestar de las
personas est n expuestos a presiones cada vez mayores. 

Objetivos

16.12  El objetivo principal de esta  rea de programas es contribuir, mediante
la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a, a un programa
general
de salud, a 5/:

     a)   Fortalecer o iniciar (como cuesti¢n de urgencia) programas para
ayudar
en la lucha contra las principales enfermedades transmisibles;

     b)   Promover la buena salud general de las personas de todas las edades;

     c)   Elaborar y perfeccionar programas que contribuyan al tratamiento
espec¡fico de las principales enfermedades no transmisibles y la protecci¢n
contra ellas;

     d)   Elaborar y fortalecer procedimientos adecuados de seguridad basados
en
el  rea de programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ‚ticas;

     e)   Crear una mayor capacidad para realizar investigaciones b sicas y
aplicadas y para dirigir la investigaci¢n interdisciplinaria.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

16.13  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales, las instituciones acad‚micas y
cient¡ficas, as¡ como la industria farmac‚utica, deber¡an, teniendo en cuenta
las consideraciones de seguridad y ‚ticas pertinentes:

     a)   Preparar programas nacionales e internacionales para reconocer y
beneficiar a las poblaciones del mundo que m s necesitan mejorar su salud
general y protegerse de las enfermedades;

     b)   Elaborar criterios para la evaluaci¢n de la eficacia y de los
beneficios y riesgos de las actividades propuestas;

     c)   Establecer y poner en pr ctica procedimientos de selecci¢n, muestreo
sistem tico y evaluaci¢n de medicamentos y tecnolog¡a m‚dicas, con miras a
prohibir el uso de los que sean peligrosos para fines de experimentaci¢n;
asegurarse de que los nuevos f rmacos y tecnolog¡as relacionados con la salud
reproductiva sean inocuos y eficaces y tengan en cuenta las consideraciones
‚ticas; 

     d)   Mejorar, someter a muestreo sistem tico y evaluar la calidad del
agua
potable introduciendo medidas concretas adecuadas, entre ellas la formulaci¢n
de
diagn¢sticos de organismos pat¢genos transmitidos por el agua y sustancias
contaminantes;

     e)   Desarrollar y hacer ampliamente asequibles vacunas nuevas y
perfeccionadas contra las principales enfermedades transmisibles que sean
eficaces y seguras y que ofrezcan protecci¢n con un n£mero m¡nimo de dosis,
intensificando al mismo tiempo los esfuerzos por desarrollar las vacunas
necesarias para la lucha contra las enfermedades comunes de la infancia;

     f)   Elaborar sistemas biodegradables de administraci¢n de vacunas que
permitan prescindir de los actuales programas de dosis m£ltiples, faciliten un
mejor tratamiento de la poblaci¢n y reduzcan los costos de la inmunizaci¢n;

     g)   Elaborar agentes eficaces de lucha biol¢gica contra vectores
transmisores de enfermedades, como mosquitos y sus variedades resistentes,
teniendo en cuenta consideraciones de protecci¢n del medio ambiente;

     h)   Utilizar las herramientas de la biotecnolog¡a modernas, desarrollar,
entre otras cosas, mejores m‚todos de dign¢stico, nuevos medicamentos y
mejores
tratamientos y sistemas de administraci¢n de los f rmacos;

     i)   Promover el mejoramiento y la utilizaci¢n m s eficaz de las plantas
medicinales y otras fuentes afines;

     j)   Elaborar procedimientos para hacer m s asequibles los materiales
derivados de la biotecnolog¡a, para su utilizaci¢n en el mejoramiento de la
salud humana.

b)   Datos e informaci¢n

16.14  Deber¡an realizarse las siguientes actividades:

     a)   Investigaciones para evaluar las ventajas comparativas de ¡ndole
social, ecol¢gica y financiera de diferentes tecnolog¡as para la atenci¢n de
la
salud b sica y reproductiva en un marco de consideraciones de seguridad y
‚tica
universales;

     b)   Preparaci¢n de programas de educaci¢n p£blica destinados a los
encargados de la adopci¢n de decisiones y al p£blico en general para promover
los conocimientos y la comprensi¢n de los beneficios y riesgos relativos de la
biotecnolog¡a moderna, de conformidad con las consideraciones ‚ticas y
culturales.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

16.15  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales, deber¡an:

     a)   Elaborar y fortalecer procedimientos adecuados de seguridad basados
en
el  rea de programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ‚ticas;

     b)   Prestar apoyo a la formulaci¢n de programas nacionales, en
particular
en los pa¡ses en desarrollo, de mejoramiento de la salud general,
especialmente
la protecci¢n contra las principales enfermedades transmisibles, las
enfermedades comunes de la infancia y los factores transmisores de
enfermedades.

Medios de ejecuci¢n

16.16  Para conseguir los objetivos mencionados, deber¡an ejecutarse
urgentemente las actividades si se han de lograr progresos apreciables hacia
la
lucha contra las principales enfermedades transmisibles para comienzos del
siglo
pr¢ximo.  La propagaci¢n de ciertas enfermedades a todas las regiones del
mundo
exige la adopci¢n de medidas mundiales.  Para las enfermedades m s
localizadas,
ser n m s adecuadas las pol¡ticas regionales o nacionales.  El logro de los
objetivos exige:

     a)   Un compromiso pol¡tico sostenido;

     b)   Prioridades nacionales con plazos definidos;

     c)   Aportaciones cient¡ficas y financieras en los planos mundial y
nacional.

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

16.17  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 14.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 130 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

16.18  Se precisar n iniciativas multidisciplinarias bien coordinadas, que
entra¤ar n la cooperaci¢n entre cient¡ficos, instituciones financieras y la
industria.  En el plano mundial, esto puede significar la colaboraci¢n entre
instituciones de investigaci¢n de diferentes pa¡ses, financiada en el plano
intergubernamental, con el posible apoyo de una colaboraci¢n an loga en el
plano
nacional.  Tambi‚n ser  preciso fortalecer el apoyo a la investigaci¢n y el
desarrollo, junto con los mecanismos para permitir la transferencia de
tecnolog¡a pertinente.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

16.19  Hacen falta capacitaci¢n y transferencia de tecnolog¡a en el plano
mundial, de modo que las regiones y los pa¡ses dispongan de acceso a la
informaci¢n y los conocimientos t‚cnicos y participen en su intercambio,
especialmente de los conocimientos aut¢ctonos o tradicionales y la
biotecnolog¡a
af¡n.  Es imprescindible crear o fortalecer la capacidad end¢gena de los
pa¡ses
en desarrollo para permitirles participar activamente en los procesos de
producci¢n en biotecnolog¡a.  La capacitaci¢n del personal podr¡a tener lugar
en
tres planos:

     a)   El de los cient¡ficos necesarios para la investigaci¢n b sica y
orientada hacia los productos;

     b)   El del personal sanitario (al que deber¡a capacitarse en la
utilizaci¢n de nuevos productos en condiciones de seguridad) y los directores
de
programas cient¡ficos necesarios para una investigaci¢n interdisciplinaria
compleja;

     c)   El de los t‚cnicos de nivel terciario necesarios para la ejecuci¢n
sobre el terreno.

d)   Aumento de la capacidad*


                  C.  Aumento de la protecci¢n del medio ambiente

Bases para la acci¢n

16.20  La protecci¢n del medio ambiente es un elemento integrante del
desarrollo
sostenible.  El medio ambiente est  amenazado en todos sus componentes
bi¢ticos
y abi¢ticos:  los animales, las plantas, los microbios y los ecosistemas; que
constituyen la diversidad biol¢gica; el agua, el suelo y el aire, que forman
los
componentes f¡sicos de los h bitat y los ecosistemas; y todas las
interacciones
entre los componentes de la diversidad biol¢gica y los h bitat y ecosistemas
que
la sustentan.  Dado el constante aumento de la utilizaci¢n de sustancias
qu¡micas, energ¡a y recursos no renovables por una poblaci¢n mundial en
crecimiento, tambi‚n se incrementar n los problemas ambientales conexos. 
A pesar de los esfuerzos cada vez m s intensos por prevenir la acumulaci¢n de
desechos y fomentar el reciclado, parece probable que se sigan agravando los
da¤os al medio ambiente causados por un excesivo consumo, el volumen de
desechos
producidos y la utilizaci¢n de tierras en una medida que no es sostenible.

16.21  Ya se halla bien establecida la necesidad de contar con diversidad en
la
reserva gen‚tica de plasma germinal vegetal, animal y microbiano para el
desarrollo sostenible.  La biotecnolog¡a es uno de los muchos recursos que
pueden contribuir en forma importante a la rehabilitaci¢n de ecosistemas y
paisajes degradados.  Esto se podr  lograr mediante la elaboraci¢n de nuevas
t‚cnicas de forestaci¢n y reforestaci¢n, conservaci¢n del plasma germinal y
cultivo de nuevas variedades vegetales.  La biotecnolog¡a tambi‚n puede
contribuir al estudio de los efectos que ejercen los organismos introducidos
en
los ecosistemas sobre los dem s organismos.

__________

     *    V‚ase el  rea de programas E.Objetivos

16.22  El objetivo de este programa es prevenir, detener e invertir el proceso
de degradaci¢n ambiental mediante la utilizaci¢n adecuada de la biotecnolog¡a
junto con otras tecnolog¡as, prestando a la vez apoyo a los procedimientos de
seguridad como componente integrante del programa.  Entre los objetivos
concretos se cuenta la instauraci¢n, lo antes posible, de determinados
programas
con objetivos concretos, a fin de:

     a)   Adoptar procesos de producci¢n que empleen en forma ¢ptima los
recursos naturales, mediante el reciclado de la biomasa, la recuperaci¢n de la
energ¡a y la reducci¢n a un m¡nimo de la producci¢n de desechos 6/;

     b)   Promover la utilizaci¢n de las biotecnolog¡as, haciendo hincapi‚ en
las medidas de saneamiento biol¢gico de tierras y aguas, el tratamiento de los
desechos, la conservaci¢n de los suelos, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y la
rehabilitaci¢n de los suelos 7/, 8/;

     c)   Aplicar las biotecnolog¡as y sus productos a la conservaci¢n de la
integridad ambiental con miras a establecer la seguridad ecol¢gica a largo
plazo.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

16.23  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, el sector privado,
las
organizaciones no gubernamentales y las instituciones acad‚micas y
cient¡ficas,
deber¡an:

     a)   Encontrar sustitutos o mejoras ecol¢gicamente racionales de los
procesos de producci¢n que sean nocivos para el medio ambiente;

     b)   Elaborar aplicaciones para reducir a un m¡nimo la necesidad de
insumos
qu¡micos sint‚ticos insostenibles y para utilizar al m ximo productos
ecol¢gicamente adecuados, incluidos productos naturales (v‚ase el  rea de
programas A);

     c)   Elaborar procedimientos para reducir la producci¢n de desechos,
tratar
los desechos antes de su eliminaci¢n y utilizar materiales biodegradables;

     d)   Elaborar procedimientos para recuperar energ¡a y obtener fuentes de
energ¡a renovables, piensos para animales y materias primas mediante el
reciclado de desechos org nicos y biomasa;

     e)   Elaborar procedimientos para eliminar las sustancias contaminantes
del
medio ambiente, incluidos los derrames accidentales de hidrocarburos, cuando
no
se cuente con t‚cnicas convencionales o ‚stas resulten costosas, ineficaces o
inadecuadas;

     f)   Elaborar procedimientos para incrementar la disponibilidad de
materiales vegetales, particularmente de especies aut¢ctonas, para su uso en
la
forestaci¢n y reforestaci¢n y para mejorar el rendimiento sostenible de los
bosques;

     g)   Desarrollar aplicaciones para mejorar la disponibilidad de material
vegetal resistente para la rehabilitaci¢n y conservaci¢n de los suelos;
               h)   Promover la utilizaci¢n de m‚todos de lucha integrada
contra las
plagas basados en el uso racional de agentes de lucha biol¢gica;

     i)   Promover la utilizaci¢n adecuada de los biofertilizantes en los
programas nacionales de aplicaci¢n de fertilizantes;

     j)   Promover la utilizaci¢n de biotecnolog¡as adecuadas para la
conservaci¢n y el estudio cient¡fico de la diversidad biol¢gica y para la
utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos;

     k)   Elaborar tecnolog¡as de f cil aplicaci¢n para el tratamiento de
aguas
cloacales y desechos org nicos;

     l)   Elaborar nuevas tecnolog¡as para la selecci¢n r pida de organismos
que
puedan tener propiedades biol¢gicas £tiles;

     m)   Promover nuevas biotecnolog¡as para la explotaci¢n de recursos
minerales en forma ecol¢gicamente sostenible.

b)   Datos e informaci¢n

16.24  Habr¡a que tomar medidas para mejorar el acceso a la informaci¢n
existente sobre la biotecnolog¡a y a los servicios fundados en bases de datos
mundiales.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

16.25  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fortalecer la capacidad de investigaci¢n, capacitaci¢n y desarrollo,
en particular en los pa¡ses en desarrollo, que sirva de apoyo a las
actividades
que se esbozan en la presente  rea de programas;

     b)   Elaborar mecanismos para incrementar gradualmente y difundir
biotecnolog¡as ecol¢gicamente racionales de gran importancia para el medio
ambiente, especialmente a corto plazo, aun cuando esas biotecnolog¡as tengan
potencial comercial limitado;

     c)   Incrementar la cooperaci¢n, as¡ como la transferencia de
biotecnolog¡a, entre los pa¡ses participantes, para fomentar su capacidad al
respecto;

     d)   Elaborar procedimientos de seguridad adecuados basados en el  rea de
programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ‚ticas.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

16.26  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 10 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos*

c)   Desarrollo de los recursos humanos

16.27  Las actividades de esta  rea de programas har n a£n mayor la necesidad
de
personal capacitado.  Deber  aumentarse el apoyo a los programas de
capacitaci¢n
vigentes, por ejemplo a los niveles universitario y de instituto t‚cnico, al
igual que el intercambio de personal capacitado entre pa¡ses y regiones. 
Tambi‚n habr  que elaborar programas de capacitaci¢n nuevos y adicionales, por
ejemplo para el personal t‚cnico y de apoyo.  Asimismo existe una necesidad
urgente de perfeccionar los conocimientos de los principios biol¢gicos y sus
consecuencias normativas entre los encargados de la adopci¢n de decisiones en
los gobiernos, las instituciones financieras y otras entidades.

d)   Aumento de la capacidad

16.28  Ser  necesario que las instituciones competentes cuenten con suficiente
responsabilidad de realizaci¢n y capacidad (pol¡tica, financiera y laboral)
para
realizar las actividades antes mencionadas y actuar de manera din mica en
respuesta a los nuevos avances en la esfera biotecnol¢gica (v‚ase el  rea de
programas E).


            D.  Aumento de la seguridad y establecimiento de mecanismos
                internacionales de cooperaci¢n                         

Bases para la acci¢n

16.29  Es necesario elaborar m s a fondo principios acordados
internacionalmente, que deber¡an basarse en los que ya se han elaborado en el
plano nacional sobre la evaluaci¢n de los riesgos y la gesti¢n de todos los
aspectos de la biotecnolog¡a.  Solamente cuando se hayan establecido
procedimientos de seguridad y control fronterizo apropiados y claros, la
comunidad en general podr  obtener el m ximo beneficio de la biotecnolog¡a y
se
encontrar  en una posici¢n mucho mejor para aceptar sus posibles ventajas y
riesgos.  Muchos de estos procedimientos de seguridad podr¡an basarse en
varios
principios fundamentales, incluidos, entre otros, la consideraci¢n primaria
del
organismo, bas ndose en el principio de la familiaridad, aplicado dentro de un
marco flexible, tomando en cuenta las necesidades nacionales y reconociendo
que
la progresi¢n l¢gica es comenzar paso a paso y caso por caso, pero
reconociendo
tambi‚n que la experiencia ha mostrado que en muchos casos deber¡a usarse un
enfoque m s amplio, sobre la base de las experiencias del primer per¡odo, que
condujera, entre otras cosas, a la simplificaci¢n y la categorizaci¢n; la
consideraci¢n complementaria de la evaluaci¢n y la gesti¢n del riesgo y la
clasificaci¢n en uso confinado o introducci¢n en el medio.



__________

     *    V‚anse los p rrafos 16.23 a 16.25.
Objetivos

16.30  El objetivo de esta  rea de programas es velar por la seguridad en el
desarrollo, la aplicaci¢n, el intercambio y la transferencia de biotecnolog¡a
mediante un acuerdo internacional sobre los principios que deben aplicarse en
materia de evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos, con especial referencia a las
consideraciones relativas a la salud y el medio ambiente, contando con la
mayor
participaci¢n posible del p£blico y teniendo presentes las consideraciones
‚ticas pertinentes.

Actividades

16.31  Las actividades propuestas en esta  rea de programas requieren una
cooperaci¢n internacional estrecha.  Deber¡an basarse en las actividades
proyectadas o existentes tendientes a acelerar la aplicaci¢n ecol¢gicamente
racional de la biotecnolog¡a, especialmente en los pa¡ses en desarrollo.

a)   Actividades de gesti¢n

16.32  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, el sector privado,
las
organizaciones no gubernamentales y las instituciones acad‚micas y
cient¡ficas,
deber¡an tomar las medidas siguientes:

     a)   Velar por que los procedimientos de seguridad existentes est‚n
generalmente disponibles mediante la reuni¢n de la informaci¢n existente y su
adaptaci¢n a las necesidades espec¡ficas de distintos pa¡ses y regiones;

     b)   Continuar desarrollando, seg£n sea necesario, los procedimientos de
seguridad existentes para fomentar el desarrollo y la categorizaci¢n
cient¡ficos
en las esferas de la evaluaci¢n de los riesgos y su gesti¢n (necesidades en
materia de informaci¢n, bases de datos, procedimientos para evaluar los
riesgos
y las condiciones de liberaci¢n, creaci¢n de condiciones de seguridad,
vigilancia e inspecciones e integraci¢n de las iniciativas nacionales,
regionales e internacionales en curso, evitando la duplicaci¢n siempre que sea
posible);

     c)   Compilar, actualizar y elaborar procedimientos de seguridad
compatibles en un marco de principios acordados internacionalmente como base
para directrices en materia de seguridad en biotecnolog¡a, incluida la
consideraci¢n de la necesidad y la viabilidad de un acuerdo internacional, y
fomentar el intercambio de informaci¢n como base para el ulterior desarrollo,
bas ndose en la labor realizada ya por los ¢rganos internacionales u otros
¢rganos de expertos;

     d)   Ejecutar programas de capacitaci¢n a nivel nacional y regional sobre
la aplicaci¢n de las directrices t‚cnicas propuestas;

     e)   Prestar asistencia en el intercambio de informaci¢n sobre los
procedimientos necesarios para la manipulaci¢n segura y la gesti¢n de los
riesgos y sobre las condiciones de liberaci¢n de los productos de la
biotecnolog¡a, y cooperar para prestar asistencia inmediata en los casos de
emergencia que puedan surgir debido a la utilizaci¢n de productos de la
biotecnolog¡a.

b)             Datos e informaci¢n*

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

16.33  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an encargarse
de
crear una mayor conciencia de las ventajas y riesgos relativos de la
biotecnolog¡a.

16.34  Entre las actividades complementarias se deber¡an incluir las
siguientes
(v‚ase tambi‚n el p rrafo 16.32):

     a)   Organizar una o m s reuniones regionales de pa¡ses para determinar
las
medidas pr cticas complementarias que faciliten la cooperaci¢n internacional
en
materia de seguridad biol¢gica;

     b)   Establecer una red internacional que incorpore puntos de contacto en
los planos nacional, regional y mundial;

     c)   Proporcionar asistencia directa a petici¢n de los interesados
mediante
la red internacional, utilizando redes de informaci¢n, bases de datos y
procedimientos de informaci¢n;

     d)   Considerar la necesidad y la viabilidad de directrices acordadas
internacionalmente sobre la seguridad en las liberaciones de biotecnolog¡a,
incluidas la evaluaci¢n y la gesti¢n de los riesgos, y considerar la
posibilidad
de estudiar la viabilidad de directrices que facilitara la elaboraci¢n de
legislaci¢n nacional en materia de responsabilidad e indemnizaci¢n.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

16.35  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 2 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo
de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y
aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los
costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias,
depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos
que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos**

c)   Desarrollo de los recursos humanos**

d)   Aumento de la capacidad

16.36  Se deber¡a proporcionar asistencia t‚cnica y financiera internacional y
facilitar una cooperaci¢n t‚cnica adecuada a los pa¡ses en desarrollo para
fomentar su capacidad t‚cnica, empresarial, de planificaci¢n y administrativa
en
el plano nacional a fin de apoyar las actividades de esta  rea de programas
(v‚ase tambi‚n el  rea de programas E).
__________

     *    V‚anse los p rrafos 16.32 y 16.33.

    **    V‚ase el p rrafo 16.32.
                    E.  Establecimiento de mecanismos que faciliten el
desarrollo y
              la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a  

Bases para la acci¢n

16.37  El desarrollo y la aplicaci¢n acelerados de la biotecnolog¡a,
particularmente en los pa¡ses en desarrollo, requerir  un esfuerzo importante
para fortalecer la capacidad institucional en los planos nacional y regional. 
En los pa¡ses en desarrollo suelen escasear los factores habilitantes tales
como
la capacidad de formaci¢n, los conocimientos t‚cnicos, las instalaciones y
fondos para investigaci¢n y desarrollo, la capacidad para la creaci¢n de una
base industrial, el capital (incluso el capital de riesgo), la protecci¢n de
los
derechos de propiedad intelectual y los conocimientos en esferas como la
investigaci¢n del mercado, la evaluaci¢n tecnol¢gica, la evaluaci¢n
socioecon¢mica y la evaluaci¢n de la seguridad.  Por consiguiente, ser 
necesario realizar esfuerzos para establecer la capacidad en estas y otras
esferas y que estos esfuerzos se complementen con suficiente apoyo financiero.

Por lo tanto ser  preciso fortalecer la capacidad end¢gena de los pa¡ses en
desarrollo mediante nuevas iniciativas internacionales de apoyo de la
investigaci¢n a fin de acelerar el desarrollo y la aplicaci¢n de la
biotecnolog¡a nueva y tradicional para responder a las necesidades del
desarrollo sostenible en los planos local, nacional y regional.  Como parte de
este proceso deber¡an crearse mecanismos nacionales que permitan tener en
cuenta
la opini¢n fundamentada del p£blico con respecto a la investigaci¢n y la
aplicaci¢n de la biotecnolog¡a.

16.38  Algunas actividades en los planos nacional, regional y mundial ya se
ocupan de las cuestiones esbozadas en las  reas de programas A, B, C y D, as¡
como del asesoramiento suministrado a los distintos pa¡ses sobre la
elaboraci¢n
de directrices y sistemas nacionales para la aplicaci¢n de esas directrices. 
Sin embargo, estas actividades no suelen estar coordinadas e intervienen en
ellas distintas organizaciones, prioridades, jurisdicciones, marcos
temporales,
fuentes de financiaci¢n y limitaciones de recursos.  Se necesita un enfoque
mucho m s coherente y coordinado para aprovechar los recursos disponibles de
la
manera m s eficaz.  Como en el caso de la mayor¡a de nuevas tecnolog¡as, la
investigaci¢n en biotecnolog¡a y las aplicaciones de sus resultados podr¡an
tener importantes efectos socioecon¢micos y culturales, tanto positivos como
negativos.  Estos efectos deber¡an ser cuidadosamente determinados en las
primeras etapas del desarrollo de la biotecnolog¡a a fin de que se pudiera
atender adecuadamente a las consecuencias de la transferencia de la
biotecnolog¡a.

Objetivos

16.39  Los objetivos son los siguientes:

     a)   Fomentar el desarrollo y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a, dando
especial importancia a los pa¡ses en desarrollo, con las medidas siguientes:

     i)   Intensificar las actividades que se realizan en los planos nacional,
          regional y mundial;

    ii)   Proporcionar el apoyo necesario a la biotecnolog¡a, particularmente
a
          la investigaci¢n y al desarrollo de productos, en los planos
nacional,
          regional e internacional;

   iii)             Crear una mayor conciencia p£blica de los beneficios y
riesgos
          relativos de la biotecnolog¡a, a fin de contribuir al desarrollo
          sostenible;

    iv)   Contribuir a crear un clima favorable para las inversiones, el
          incremento de la capacidad industrial y la distribuci¢n y
          comercializaci¢n;

     v)   Estimular el intercambio de cient¡ficos entre todos los pa¡ses y
          desalentar el "‚xodo de intelectuales";

    vi)   Reconocer y fomentar los m‚todos tradicionales y los conocimientos
de
          las poblaciones ind¡genas y sus comunidades y velar por que ‚stas
          tengan la oportunidad de compartir los beneficios econ¢micos y
          comerciales derivados de adelantos de la biotecnolog¡a 9/;

     b)   Determinar los medios de mejorar las actividades actuales
fomentando,
en la medida de lo posible, los mecanismos existentes, particularmente de
alcance regional, que permitan precisar la ¡ndole de las necesidades de
iniciativas adicionales, especialmente en los pa¡ses en desarrollo, y fomentar
las estrategias de respuesta apropiadas, incluso mediante propuestas para todo
tipo de nuevos mecanismos internacionales;

     c)   Establecer o adaptar mecanismos apropiados para la evaluaci¢n de la
seguridad y de los riesgos en los planos local, regional e internacional,
seg£n
proceda.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

16.40  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales, el sector privado, las
organizaciones no gubernamentales y las instituciones acad‚micas y
cient¡ficas,
deber¡an realizar las siguientes actividades:

     a)   Formular pol¡ticas y movilizar recursos adicionales para facilitar
un
mayor acceso a las nuevas biotecnolog¡as, particularmente por los pa¡ses en
desarrollo y entre ellos;

     b)   Ejecutar programas para crear una mayor conciencia de los posibles
beneficios y riesgos relativos de una aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la
biotecnolog¡a entre el p£blico y las principales personas encargadas de
adoptar
decisiones;

     c)   Realizar un examen urgente de los mecanismos, programas y
actividades
existentes en los planos nacional, regional y mundial para determinar sus
aspectos positivos, sus puntos d‚biles y sus insuficiencias, y para evaluar
las
necesidades prioritarias de los pa¡ses en desarrollo;

     d)   Realizar un examen complementario y cr¡tico de car cter urgente para
determinar los medios de fortalecer la capacidad end¢gena, tanto en los pa¡ses
en desarrollo como entre esos pa¡ses, para una aplicaci¢n ecol¢gicamente
racional de la biotecnolog¡a, indicando, como primera medida, los medios para
mejorar los mecanismos ya existentes, particularmente en el plano regional, y,
como medida ulterior, el examen de posibles mecanismos internacionales nuevos,
como los centros regionales de biotecnolog¡a;

               e)   Elaborar planes estrat‚gicos para superar las limitaciones
reconocidas
mediante investigaciones apropiadas, el desarrollo de productos y su
comercializaci¢n;

     f)   Establecer normas adicionales de garant¡a de calidad para las
aplicaciones de la biotecnolog¡a y sus productos, cuando sea necesario.

b)   Datos e informaci¢n

16.41  Deber¡an realizarse las siguientes actividades:  facilitar el acceso a
los sistemas existentes de difusi¢n de informaci¢n, especialmente entre los
pa¡ses en desarrollo; mejorar ese acceso cuando proceda; y considerar la
posibilidad de elaborar una gu¡a de informaci¢n.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

16.42  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con la asistencia de las
organizaciones internacionales y regionales, deber¡an elaborar nuevas
iniciativas apropiadas para determinar esferas prioritarias de la
investigaci¢n
sobre la base de problemas concretos y facilitar el acceso a las nuevas
biotecnolog¡as, particularmente por los pa¡ses en desarrollo y entre ‚stos, y
entre empresas pertinentes de esos pa¡ses, a fin de fortalecer la capacidad
end¢gena y fomentar la creaci¢n de una capacidad institucional y de
investigaci¢n en esos pa¡ses.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

16.43  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 5 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo
de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y
aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los
costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias,
depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos
que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

16.44  Tendr n que organizarse cursos pr cticos, simposios, seminarios y otros
intercambios entre la comunidad cient¡fica en los planos regional y mundial
sobre temas concretos de car cter prioritario, utilizando plenamente los
recursos cient¡ficos y tecnol¢gicos humanos de cada pa¡s para hacer realidad
esos intercambios.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

16.45  Ser  necesario determinar las necesidades de formaci¢n de personal y
elaborar nuevos programas de capacitaci¢n en los planos nacional, regional y
mundial, especialmente en los pa¡ses en desarrollo.  Estos requerir n apoyo
mediante una mayor capacitaci¢n a los niveles de graduado, posgraduado y
posdoctoral, as¡ como mediante la capacitaci¢n de t‚cnicos y de personal de
apoyo, con particular hincapi‚ en la generaci¢n de personal calificado en
servicios de asesoramiento, estudio y proyectos t‚cnicos e investigaci¢n de
mercados.  Tambi‚n ser  necesario elaborar programas de capacitaci¢n para los
docentes encargados de formar cient¡ficos y t‚cnicos en las instituciones de
investigaci¢n avanzada de varios pa¡ses del mundo, as¡ como sistemas que
ofrezcan recompensas, incentivos y reconocimiento adecuados a los cient¡ficos
y
t‚cnicos (v‚ase el p rrafo 16.44).  Tambi‚n habr  que mejorar las condiciones
de
servicio a nivel nacional en los pa¡ses en desarrollo y fomentar la
permanencia
del personal local capacitado.  Deber¡a informarse a la sociedad del efecto
social y cultural del desarrollo y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a.

d)   Aumento de la capacidad

16.46  La investigaci¢n y el desarrollo de la biotecnolog¡a se realizan tanto
en
condiciones t‚cnicamente muy complejas como a nivel pr ctico en muchos pa¡ses.

Se requieren actividades que aseguren que la infraestructura necesaria para la
investigaci¢n, la difusi¢n y las actividades tecnol¢gicas est‚ disponible de
forma descentralizada.  La colaboraci¢n mundial y regional para la
investigaci¢n
y desarrollo b sicos y aplicados tambi‚n tendr  que aumentar y habr  que hacer
todo lo posible para asegurar la plena utilizaci¢n de las instalaciones
nacionales y regionales existentes.  Algunos pa¡ses ya cuentan con esas
instituciones y ser  posible utilizarlas para fines de capacitaci¢n y en
proyectos conjuntos de investigaci¢n.  Ser  necesario fortalecer las
universidades, las escuelas t‚cnicas y las instituciones locales de
investigaci¢n para el fomento de la biotecnolog¡a y los servicios de
divulgaci¢n
para su aplicaci¢n, particularmente en los pa¡ses en desarrollo.


                                       Notas

     1/   V‚ase el cap¡tulo 15 (Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica).

     2/   V‚ase el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo
rural
sostenibles).

     3/   V‚ase el cap¡tulo 11 (Lucha contra la deforestaci¢n).

     4/   V‚ase el cap¡tulo 34 (Transferencia de tecnolog¡a ecol¢gicamente
racional, cooperaci¢n y aumento de la capacidad).

     5/   V‚ase el cap¡tulo 6 (Protecci¢n y fomento de la salubridad).

     6/   V‚ase el cap¡tulo 21 (Gesti¢n ecol¢gicamente racional de los
desechos
s¢lidos y cuestiones relacionadas con las aguas servidas).

     7/   V‚ase el cap¡tulo 10 (Enfoque integrado de la planificaci¢n y la
ordenaci¢n de los recursos de tierras).

     8/   V‚ase el cap¡tulo 18 (Protecci¢n de la calidad y el suministro de
los
recursos de agua dulce:  aplicaci¢n de criterios integrados para el
aprovechamiento, ordenaci¢n y uso de los recursos de agua dulce).

     9/   V‚ase el cap¡tulo 26 (Reconocimiento y fortalecimiento del papel de
las poblaciones ind¡genas y sus comunidades).

                                    Cap¡tulo 17

       PROTECCION DE LOS OCEANOS Y DE LOS MARES DE TODO TIPO, INCLUIDOS LOS 
       MARES CERRADOS Y SEMICERRADOS, Y DE LAS ZONAS COSTERAS, Y PROTECCION,
              UTILIZACION RACIONAL Y DESARROLLO DE SUS RECURSOS VIVOS

                                   INTRODUCCION

17.1  El medio marino, a saber, los oc‚anos, todos los mares y las zonas
costeras adyacentes, constituye un todo integrado que es un componente
esencial
del sistema mundial de sustentaci¢n de la vida y un valioso recurso que ofrece
posibilidades para un desarrollo sostenible.  El derecho internacional,
reflejado en las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre
el
Derecho del Mar 1/, 2/ que se mencionan en el presente cap¡tulo, establece los
derechos y las obligaciones de los Estados y proporciona la base internacional
en que se fundan la protecci¢n y el desarrollo sostenible del medio marino y
costero y sus recursos.  Ello exige nuevos enfoques de la ordenaci¢n y el
desarrollo del medio marino y las zonas costeras en los planos nacional,
subregional, regional y mundial, que deben ser integrados en su contenido y
estar orientados hacia la previsi¢n y la prevenci¢n, tal como se refleja en
las
siguientes esferas de programas 3/:

     a)   Ordenaci¢n integrada y desarrollo sostenible de las zonas costeras y
las zonas marinas, entre ellas las zonas econ¢micas exclusivas;

     b)   Protecci¢n del medio marino;

     c)   Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos marinos
vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional;

     d)   Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos marinos
vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional;

     e)   Soluci¢n de las principales incertidumbres que se plantean respecto
de
la ordenaci¢n del medio marino y el cambio clim tico;

     f)   Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y de la cooperaci¢n
y
la coordinaci¢n regionales;

     g)   Desarrollo sostenible de las islas peque¤as.

17.2  La ejecuci¢n por los pa¡ses en desarrollo de las actividades que se
enumeran a continuaci¢n se ajustar  a sus respectivas capacidades tecnol¢gicas
y
financieras y a sus prioridades en la asignaci¢n de recursos para las
necesidades del desarrollo y, en £ltima instancia, depender  de la
transferencia
de la tecnolog¡a y de los recursos financieros que necesiten y que consigan.


                                AREAS DE PROGRAMAS

      A.  Ordenaci¢n integrada y desarrollo sostenible de las zonas costeras
          y las zonas marinas, entre ellas las zonas econ¢micas exclusivas  

Bases para la acci¢n

17.3  La zona costera contiene h bitat diversos y productivos que son
importantes para los asentamientos humanos, el desarrollo y la subsistencia
local.  M s de la mitad de la poblaci¢n del mundo vive a menos de 60
kil¢metros
de la costa, y esa proporci¢n podr¡a elevarse a las tres cuartas partes para
el
a¤o 2020.  Muchos de los pobres del mundo est n hacinados en las zonas
costeras. 
Los recursos costeros son vitales para muchas comunidades locales y para
muchas
poblaciones ind¡genas.  La zona econ¢mica exclusiva tambi‚n es una importante
zona marina en la que los Estados se encargan del desarrollo y la conservaci¢n
de los recursos naturales en beneficio de sus pueblos.  En el caso de los
peque¤os Estados o pa¡ses insulares, son las zonas m s disponibles para las
actividades de desarrollo.

17.4  Pese a los esfuerzos que se est n haciendo en los planos nacional,
subregional, regional y mundial, la forma actual de enfocar la ordenaci¢n de
los
recursos marinos y costeros no siempre ha permitido lograr un desarrollo
sostenible, y los recursos costeros y el medio ambiente se est n degradando y
erosionando r pidamente en muchas partes del mundo.

Objetivos

17.5  Los Estados ribere¤os se comprometen a proceder a una ordenaci¢n
integrada
y a un desarrollo sostenible de las zonas costeras y del medio marino sujetos
a
su jurisdicci¢n nacional.  Para tal fin es necesario, entre otras cosas: 

     a)   Crear un proceso integrado de formulaci¢n de pol¡ticas y adopci¢n de
decisiones, en que participen todos los sectores interesados, para fomentar la
compatibilidad y el equilibrio entre los distintos usos;

     b)   Determinar los usos actuales y proyectados de las zonas costeras y
sus
interacciones;

     c)   Concentrarse en problemas bien definidos relacionados con la
ordenaci¢n de las zonas costeras;

     d)   Adoptar enfoques preventivos y precautorios en la planificaci¢n y la
ejecuci¢n de proyectos, de forma que incluyan la evaluaci¢n previa y la
observaci¢n sistem tica de los efectos ambientales de los grandes proyectos;

     e)   Promover el desarrollo y la aplicaci¢n de m‚todos, tales como la
contabilidad de los recursos y la contabilidad ambiental en el plano nacional,
que reflejen los cambios de valor resultantes de los distintos usos de las
zonas
costeras y las zonas marinas, teniendo en cuenta la contaminaci¢n, la erosi¢n
marina, la p‚rdida de recursos y la destrucci¢n de los h bitat;

     f)   Dar a las personas, los grupos y las organizaciones interesados, en
la
medida de lo posible, acceso a la informaci¢n pertinente y oportunidades de
que
sean consultados y participen en la planificaci¢n y en la adopci¢n de
decisiones
en los planos apropiados.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

17.6  Cada Estado ribere¤o deber¡a considerar la posibilidad de establecer, o
cuando sea necesario reforzar, los mecanismos de coordinaci¢n apropiados
(tales
como un organismo de planificaci¢n de pol¡tica de alto nivel) para la
ordenaci¢n
integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas
y
de sus recursos, tanto en el plano local como en el nacional.  Tales
mecanismos
deber¡an incluir la consulta, seg£n proceda, con el sector acad‚mico y el
sector
privado, las organizaciones no gubernamentales, las comunidades locales, los
grupos de usuarios de los recursos y las poblaciones ind¡genas.  Esos
mecanismos
nacionales de coordinaci¢n podr¡an permitir, entre otras cosas, lo siguiente:

     a)   Formulaci¢n y aplicaci¢n de pol¡ticas en materia de uso de la tierra
y
el agua y de localizaci¢n de actividades;

     b)   Aplicaci¢n, en los niveles apropiados, de planes y programas para la
ordenaci¢n integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y las
zonas marinas;

     c)   Preparaci¢n de descripciones sin¢pticas de las costas en las que se
indiquen las cuestiones cr¡ticas, entre ellas las zonas erosionadas, los
procesos f¡sicos, los patrones de desarrollo, los conflictos entre usuarios y
las prioridades espec¡ficas para la ordenaci¢n;

     d)   Evaluaci¢n previa del impacto ambiental, observaci¢n sistem tica y
seguimiento de los grandes proyectos e incorporaci¢n sistem tica de los
resultados en el proceso de adopci¢n de decisiones;

     e)   Planes para situaciones de emergencia a fin de atender a los
desastres
provocados por el hombre y a los desastres naturales, as¡ como a los efectos
probables de un posible cambio clim tico y de la posible elevaci¢n del nivel
del
mar, y para hacer frente a la degradaci¢n y la contaminaci¢n de origen
antropog‚nico, incluidos los derrames de petr¢leo y de otras sustancias;

     f)   Mejoramiento de los asentamientos humanos costeros, especialmente en
lo que se refiere a la vivienda, el agua potable y el tratamiento y la
eliminaci¢n de aguas residuales, desechos s¢lidos y efluentes industriales;

     g)   Evaluaci¢n peri¢dica de las repercusiones de los factores y
fen¢menos
externos para lograr que se alcancen los objetivos de la ordenaci¢n integrada
y
el desarrollo sostenible de las zonas costeras y del medio marino;

     h)   Conservaci¢n y el restablecimiento de los h bitat cr¡ticos
alterados;

     i)   Integraci¢n de los programas sectoriales sobre el desarrollo
sostenible de los asentamientos, la agricultura, el turismo, la pesca, los
puertos y las industrias que utilizan la zona costera o que la afectan;

     j)   Adaptaci¢n de la infraestructura y empleo alternativo;

     k)   Desarrollo de los recursos humanos y capacitaci¢n;

     l)   Programas de educaci¢n p£blica, de sensibilizaci¢n y de informaci¢n;

     m)   Fomento de una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional y de pr cticas
sostenibles;

     n)   Formulaci¢n y aplicaci¢n simult nea de criterios de calidad en lo
que
se refiere al medio ambiente.

17.7  Los Estados ribere¤os, con el apoyo de las organizaciones
internacionales,
cuando lo soliciten, deber¡an tomar medidas para mantener la diversidad
biol¢gica y la productividad de las especies marinas y los h bitat sujetos a
su
jurisdicci¢n nacional.  Esas medidas podr¡an incluir, entre otras cosas,
estudios de la diversidad biol¢gica marina, inventarios de las especies en
peligro y de los h bitat costeros y marinos cr¡ticos, establecimiento y
ordenaci¢n de zonas protegidas y apoyo a las investigaciones cient¡ficas y a
la
difusi¢n de sus resultados.

b)   Datos e informaci¢n

17.8  Los Estados ribere¤os deber¡an, cuando sea necesario, aumentar su
capacidad de reunir, analizar, evaluar y emplear informaci¢n para la
utilizaci¢n
sostenible de los recursos, as¡ como estudios del impacto ambiental de las
actividades que afecten a las zonas costeras y las zonas marinas.  Se deber¡a
prestar apoyo en forma prioritaria a la obtenci¢n de informaci¢n que sirva
para
la ordenaci¢n de los recursos, teniendo en cuenta la intensidad y la magnitud
de
los cambios que se est n produciendo en las zonas costeras y las zonas
marinas. 
Para tal fin es necesario, entre otras cosas:

     a)   Elaborar y mantener bases de datos para la evaluaci¢n y la
ordenaci¢n
de las zonas costeras y de todos los mares y sus recursos;

     b)   Elaborar indicadores socioecon¢micos y ambientales;

     c)   Proceder regularmente a la evaluaci¢n del estado del medio ambiente
de
las zonas costeras y las zonas marinas;

     d)   Preparar y mantener descripciones sin¢pticas de los recursos de las
zonas costeras, las actividades, las utilizaciones, los h bitat y las zonas
protegidas sobre la base de los criterios aplicables para un desarrollo
sostenible;

     e)   Intercambiar informaci¢n y datos.

17.9  La cooperaci¢n con los pa¡ses en desarrollo y, cuando proceda, con los
mecanismos subregionales y regionales deber¡a reforzarse para mejorar la
capacidad de esos pa¡ses de alcanzar los objetivos arriba indicados.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

17.10  La funci¢n de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n internacionales de
car cter bilateral y, cuando proceda, dentro de un marco subregional,
interregional, regional o mundial, es apoyar y complementar los esfuerzos
nacionales de los Estados ribere¤os para promover la ordenaci¢n integrada y el
desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas.

17.11  Los Estados deber¡an cooperar, seg£n proceda, en la preparaci¢n de
directrices nacionales para la ordenaci¢n y el desarrollo integrados de las
zonas costeras, utilizando la experiencia adquirida.  Antes de 1994 podr¡a
celebrarse una conferencia mundial para el intercambio de experiencia en la
materia.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.12  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.13  Los Estados deber¡an cooperar en la elaboraci¢n de los sistemas de
observaci¢n de las costas, investigaci¢n y gesti¢n de la informaci¢n que sean
necesarios.  Deber¡an dar acceso a los pa¡ses en desarrollo a tecnolog¡as y
metodolog¡as ecol¢gicamente inocuas para el desarrollo sostenible de las zonas
costeras y marinas y transferir tales tecnolog¡as y metodolog¡as a dichos
pa¡ses.  Asimismo deber¡an desarrollar tecnolog¡as y su propia capacidad
cient¡fica y tecnol¢gica.

17.14  Las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso,
subregionales, regionales o mundiales, deber¡an apoyar, en relaci¢n con las
actividades indicadas, a los Estados ribere¤os que lo soliciten, prestando
especial atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.15  Los Estados ribere¤os deber¡an promover y facilitar la organizaci¢n de
la
educaci¢n y la capacitaci¢n en materia de ordenaci¢n integrada y desarrollo
sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas para cient¡ficos,
t‚cnicos,
administradores (incluidos los administradores que trabajan en las
comunidades)
usuarios, dirigentes, poblaciones ind¡genas, pescadores, mujeres y j¢venes,
entre otros.  En los programas de ense¤anza y en las campa¤as de
sensibilizaci¢n
del p£blico deber¡an incorporarse consideraciones relacionadas con la
ordenaci¢n, el desarrollo y la protecci¢n del medio ambiente, prestando la
debida atenci¢n a los conocimientos ecol¢gicos tradicionales y a los valores
socioculturales.

17.16  Las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso,
subregionales, regionales o mundiales, deber¡an apoyar, en relaci¢n con las
esferas indicadas, a los Estados ribere¤os que lo soliciten, prestando
especial
atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo.

d)   Aumento de la capacidad

17.17  Se deber¡a prestar plena cooperaci¢n a los Estados ribere¤os que la
soliciten para aumentar su capacidad, y, cuando proceda, el fortalecimiento de
la capacidad deber¡a incluirse en la cooperaci¢n bilateral y multilateral para
el desarrollo.  Los Estados ribere¤os podr¡an considerar, entre otras, la
posibilidad de:

     a)   Aumentar la capacidad en el plano local;

     b)   Consultar sobre problemas costeros y marinos con las autoridades
locales, los c¡rculos empresariales, el sector acad‚mico, los grupos de
usuarios
de los recursos y el p£blico en general;

     c)   Coordinar los programas sectoriales al tiempo que se aumente la
capacidad;

     d)   Determinar la capacidad, los servicios y las necesidades actuales y
potenciales respecto del desarrollo de los recursos humanos y la
infraestructura
cient¡fica y tecnol¢gica;
               e)   Desarrollar medios cient¡ficos y tecnol¢gicos e
investigaciones;

     f)   Fomentar y facilitar el desarrollo de los recursos humanos y de la
educaci¢n;

     g)   Apoyar centros de estudios superiores sobre la ordenaci¢n integrada
de
los recursos costeros y marinos;

     h)   Apoyar programas y proyectos experimentales de demostraci¢n en
materia
de ordenaci¢n integrada de las zonas costeras y las zonas marinas.


                          B.  Protecci¢n del medio marino

Bases para la acci¢n

17.18  La degradaci¢n del medio marino puede deberse a una amplia variedad de
fuentes.  Las fuentes terrestres representan el 70% de la contaminaci¢n
marina,
mientras que las actividades del transporte mar¡timo y el vertimiento en el
mar
representan el 10% cada una.  Los contaminantes que suponen la mayor amenaza
para el medio marino, en orden variable de importancia y en situaciones
nacionales o regionales diferentes, son los siguientes:  las aguas residuales,
los nutrientes, los compuestos org nicos sint‚ticos, los sedimentos, la basura
y
los materiales pl sticos, los metales, los radion£clidos, el petr¢leo y los
hidrocarburos arom ticos polic¡clicos.  Muchas de las sustancias contaminantes
que provienen de fuentes terrestres son de inter‚s particular para el medio
marino puesto que se caracterizan simult neamente por la toxicidad, la
persistencia y la bioacumulaci¢n en la cadena tr¢fica.  No hay actualmente
ning£n plan mundial para hacer frente a la contaminaci¢n marina procedente de
fuentes terrestres.

17.19  La degradaci¢n del medio marino puede deberse tambi‚n a numerosas
actividades terrestres.  Los asentamientos humanos, los m‚todos de uso de la
tierra, la construcci¢n de infraestructura costera, la agricultura, la
silvicultura, el desarrollo urbano, el turismo y la industria pueden afectar
al
medio marino.  La erosi¢n y la sedimentaci¢n costeras son motivo de particular
preocupaci¢n.

17.20  La contaminaci¢n marina tambi‚n es causada por el transporte mar¡timo y
las actividades marinas.  Aproximadamente 600.000 toneladas de petr¢leo se
vierten en los oc‚anos cada a¤o como resultado de operaciones habituales del
transporte mar¡timo, accidentes y descargas ilegales.  En cuanto a las
actividades de extracci¢n de petr¢leo y gas frente a las costas, en la
actualidad hay normas internacionales respecto de las descargas en el entorno
de
las maquinarias y se est n examinando seis convenciones regionales para
fiscalizar las descargas de las plataformas.  Debido a su ¡ndole y alcance, el
efecto ambiental de las actividades de exploraci¢n y extracci¢n de petr¢leo
frente a las costas por lo general representa una proporci¢n bastante reducida
de la contaminaci¢n marina.

17.21  Para prevenir la degradaci¢n del medio marino ser  m s £til una
estrategia de precauci¢n y prevenci¢n que de reacci¢n.  Ello requiere, entre
otras cosas, la adopci¢n de medidas de precauci¢n, evaluaciones del impacto
ambiental, t‚cnicas limpias de producci¢n, reciclado, auditor¡as ambientales y
reducci¢n al m¡nimo de los desechos, construcci¢n y mejoramiento de las
instalaciones para el tratamiento de las aguas residuales, criterios de
ordenaci¢n cualitativos para la manipulaci¢n correcta de sustancias peligrosas
y
un enfoque amplio de los efectos nocivos procedentes del aire, la tierra y el
agua.  Todo marco de ordenaci¢n debe comprender el mejoramiento de los
asentamientos humanos en las costas y la ordenaci¢n y el desarrollo integrados
de las zonas costeras.

Objetivos

17.22  Los Estados, de conformidad con las disposiciones de la Convenci¢n de
las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se comprometen, en el marco de sus
respectivas pol¡ticas, prioridades y recursos, a impedir, reducir y controlar
la
degradaci¢n del medio marino a fin de mantener y mejorar su capacidad de
producci¢n y de sustento de los recursos vivos.  Para tal fin, es necesario:

     a)   Aplicar criterios de prevenci¢n, precauci¢n y previsi¢n para evitar
la
degradaci¢n del medio marino y reducir el riesgo de efectos perjudiciales a
largo plazo o irreversibles;

     b)   Llevar a cabo una evaluaci¢n previa de las actividades que pueden
tener importantes efectos perjudiciales en el medio marino;

     c)   Integrar la protecci¢n del medio marino en las pol¡ticas generales
pertinentes en las esferas ambiental, social y de desarrollo econ¢mico;

     d)   Establecer incentivos econ¢micos, seg£n proceda, para aplicar
tecnolog¡as limpias y otros medios acordes con la incorporaci¢n de los costos
ambientales, como el principio de que quien contamina paga, a fin de evitar la
degradaci¢n del medio marino;

     e)   Mejorar el nivel de vida de las poblaciones costeras, sobre todo de
los pa¡ses en desarrollo, a fin de contribuir a la reducci¢n de la degradaci¢n
del medio costero y marino.

17.23  Los Estados convienen en que, para apoyar las medidas que tomen los
pa¡ses en desarrollo en el cumplimiento de este compromiso, ser  preciso que
se
suministren recursos financieros adicionales, por conducto de los mecanismos
internacionales apropiados, y se cuente con acceso a tecnolog¡as menos
contaminantes y a las investigaciones pertinentes.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

     Prevenci¢n, reducci¢n y control de la degradaci¢n del medio marino por
las
     actividades terrestres

17.24  En cumplimiento de su compromiso de hacer frente a la degradaci¢n del
medio marino por actividades terrestres, los Estados deber¡an tomar medidas en
el plano nacional y, seg£n proceda, en los planos regional y subregional, en
forma concertada con las actividades del  rea de programas A, y tomar en
consideraci¢n las Directrices de Montreal para la protecci¢n del medio marino
contra la contaminaci¢n procedente de fuentes terrestres. 

17.25  Para ello, los Estados, con el apoyo de las organizaciones
internacionales pertinentes en la esfera ambiental, cient¡fica, t‚cnica y
financiera, deber¡an colaborar, entre otras cosas, con miras a:

     a)   Examinar la posibilidad de actualizar, fortalecer y ampliar las
Directrices de Montreal, seg£n proceda;

               b)   Evaluar la eficacia de los acuerdos y planes de acci¢n
regionales
vigentes, seg£n proceda, con miras a determinar los medios para apoyar las
medidas que sean necesarias a fin de impedir, reducir y controlar la
degradaci¢n
marina producida por actividades terrestres;

     c)   Iniciar y promover la formulaci¢n de nuevos acuerdos regionales,
seg£n
proceda;

     d)   Elaborar medios para proporcionar orientaci¢n sobre tecnolog¡as
destinadas a hacer frente a los principales tipos de contaminaci¢n del medio
marino procedente de fuentes terrestres, de acuerdo con la informaci¢n
cient¡fica m s fiable;

     e)   Establecer la orientaci¢n normativa para los mecanismos mundiales
pertinentes de financiaci¢n;

     f)   Individualizar otras esferas que requieran la cooperaci¢n
internacional.

17.26  Se invita al Consejo de Administraci¢n del PNUMA a que convoque, tan
pronto como sea posible, una reuni¢n intergubernamental sobre la protecci¢n
del
medio marino de la contaminaci¢n procedente de fuentes terrestres.

17.27  En lo que respecta a las aguas residuales, entre las actividades
prioritarias que examinen los Estados podr¡an incluirse las siguientes:

     a)   Tener presente la cuesti¢n de las aguas residuales al formular o
revisar planes de desarrollo costero, entre ellos los planes relativos a los
asentamientos humanos;

     b)   Construir y mantener instalaciones de tratamiento de aguas
residuales
de conformidad con las pol¡ticas y la capacidad nacional y la colaboraci¢n
internacional disponible;

     c)   Emplazar en las costas las bocas de desage de forma que se mantenga
un nivel aceptable de calidad del medio ambiente y que los criaderos de
mariscos, las tomas de agua y las zonas de ba¤o no est‚n expuestos al contacto
con agentes pat¢genos;

     d)   Promover los tratamientos complementarios ecol¢gicamente racionales
de
los efluentes de origen dom‚stico y los efluentes compatibles de origen
industrial, mediante la utilizaci¢n, cuando sea posible, de controles de la
entrada de efluentes que no sean compatibles con el sistema;

     e)   Promover el tratamiento primario de las aguas residuales municipales
que se descargan en r¡os, estuarios y el mar u otras soluciones adecuadas para
cada lugar concreto;

     f)   Establecer y mejorar programas reguladores y de vigilancia en los
planos local, nacional, subregional y regional, seg£n sea necesario, con el
fin
de controlar la descarga de efluentes utilizando directrices m¡nimas para los
efluentes de aguas residuales y criterios sobre la calidad del agua y teniendo
debidamente en cuenta las caracter¡sticas de las aguas receptoras y el volumen
y
tipo de contaminantes.

17.28  En cuanto a otras fuentes de contaminaci¢n, entre las medidas
prioritarias que examinen los Estados podr¡an figurar las siguientes:

     a)   Establecer o mejorar, seg£n sea necesario, programas reguladores y
de
vigilancia para el control de la descarga de efluentes y emisiones que
incluyan
el desarrollo y la aplicaci¢n de tecnolog¡as de control y reciclado;

     b)   Promover la evaluaci¢n de los riesgos y del impacto ambiental para
ayudar a lograr un nivel aceptable de calidad ambiental;

     c)   Promover la evaluaci¢n y colaboraci¢n en el plano regional, seg£n
proceda, respecto de la emisi¢n de contaminantes en la fuente localizada de
las
instalaciones nuevas;

     d)   Eliminar la emisi¢n o descarga de compuestos organohalogenados que
amenacen con acumularse hasta niveles peligrosos en el medio marino;

     e)   Reducir la emisi¢n o descarga de otros compuestos org nicos
sint‚ticos
que amenacen con acumularse hasta niveles peligrosos en el medio marino;

     f)   Promover el uso de controles sobre las descargas antropog‚nicas de
nitr¢geno y f¢sforo que entran en las aguas costeras, en lugares en que hay
problemas, como la eutrofizaci¢n, que amenazan el medio marino o sus recursos;

     g)   Cooperar con los pa¡ses en desarrollo, mediante el suministro de
apoyo
financiero y tecnol¢gico, para lograr el mejor control posible y la m xima
reducci¢n de sustancias y de desechos t¢xicos persistentes o que puedan ser
bioacumulativos, y establecer sistemas ecol¢gicamente racionales de
eliminaci¢n
de desechos en tierra como alternativa al vertimiento en el mar;

     h)   Cooperar en la elaboraci¢n y aplicaci¢n de t‚cnicas y pr cticas
ecol¢gicamente racionales de uso de la tierra para reducir las escorrent¡as a
los estuarios y cursos de agua, que causar¡an la contaminaci¢n o degradaci¢n
del
medio marino;

     i)   Promover el uso de plaguicidas y abonos menos perjudiciales para el
medio ambiente y de m‚todos nuevos de lucha contra las plagas, y considerar la
posibilidad de prohibir los que no sean ecol¢gicamente racionales;

     j)   Adoptar nuevas iniciativas en los planos nacional, subregional y
regional para controlar la descarga de contaminantes procedentes de fuentes no
localizadas, lo cual requerir  amplias reformas de los sistemas de ordenaci¢n
de
aguas residuales y desechos, de las pr cticas agr¡colas y de los m‚todos de
miner¡a, construcci¢n y transporte.

17.29  En lo que se refiere a la destrucci¢n f¡sica de las zonas costeras y
marinas que causa la degradaci¢n del medio marino, entre las medidas
prioritarias se deber¡an incluir el control y la prevenci¢n de la erosi¢n y
sedimentaci¢n costeras debidos a factores antropog‚nicos relacionados, entre
otras cosas, con las t‚cnicas y pr cticas de uso de la tierra y de
construcci¢n. 
Deber¡an promoverse las pr cticas de ordenaci¢n de las cuencas hidrogr ficas
de
manera de prevenir, controlar y reducir la degradaci¢n del medio marino.

               Prevenci¢n, reducci¢n y control de la degradaci¢n del medio
marino por las
     actividades mar¡timas

17.30  Los Estados, actuando a nivel individual, bilateral, regional o
multilateral y dentro del marco de la OMI y de otras organizaciones
internacionales competentes, subregionales, regionales o mundiales, seg£n
proceda, deber¡an evaluar la necesidad de tomar medidas adicionales para hacer
frente a la degradaci¢n del medio marino:

     a)   Por lo que hace al transporte mar¡timo, los Estados deber¡an:

          i)Promover la ratificaci¢n y aplicaci¢n m s amplias de los convenios
y
          protocolos pertinentes relacionados con el transporte mar¡timo;

         ii)Facilitar los procesos mencionados en el inciso anterior,
          proporcionando apoyo a los Estados, a su solicitud, a fin de
ayudarlos
          a superar los obst culos que ellos hayan determinado;

        iii)Cooperar en la vigilancia de la contaminaci¢n marina ocasionada
por
          buques, especialmente por descargas ilegales (por ejemplo, mediante
la
          vigilancia a‚rea) e imponer en forma m s rigurosa el cumplimiento de
          las disposiciones sobre descargas del Convenio MARPOL;

         iv)Evaluar el grado de contaminaci¢n causada por los buques en las
zonas
          particularmente expuestas individualizadas por la OMI y aplicar en
          dichas zonas las medidas del caso, seg£n proceda, a fin de lograr el
          cumplimiento de las reglamentaciones internacionales generalmente
          aceptadas;

          v)Tomar medidas para velar por el respeto de las zonas designadas
por
          los Estados ribere¤os, dentro de sus zonas econ¢micas exclusivas,
con
          arreglo al derecho internacional, a fin de proteger y preservar los
          ecosistemas raros o fr giles, tales como los arrecifes de coral y
los
          manglares;

         vi)Considerar la posibilidad de adoptar normas apropiadas sobre la
          descarga del agua de lastre con el fin de impedir la propagaci¢n de
          organismos for neos;

        vii)Promover la seguridad de la navegaci¢n mediante una cartograf¡a
          adecuada de las costas y de las rutas mar¡timas, seg£n corresponda;

       viii)Evaluar la necesidad de reglamentaciones internacionales m s
estrictas
          para reducir a£n m s el riesgo de accidentes y de contaminaci¢n
          causados por buques de carga (incluidos los buques graneleros);

         ix)Alentar a la OMI y al OIEA a que trabajen juntos para completar el
          examen de un c¢digo sobre el transporte de combustible nuclear
          irradiado en frascos a bordo de los buques;

          x)Revisar y actualizar el C¢digo de seguridad para buques mercantes
          nucleares de la OMI y examinar la mejor forma de aplicar un c¢digo
          revisado;

         xi)Apoyar las actividades en curso dentro de la OMI en relaci¢n con
la
          elaboraci¢n de medidas apropiadas para reducir la contaminaci¢n del
          aire por buques; 

                            xii)Apoyar las actividades en curso dentro de la
OMI en relaci¢n con la
          elaboraci¢n de un r‚gimen internacional que regule el transporte por
          agua de sustancias peligrosas y t¢xicas y examinar adem s si ser¡a
          apropiado establecer fondos de compensaci¢n similares a los
          establecidos con arreglo al Convenio del Fondo con respecto a los
          da¤os ocasionados por la contaminaci¢n causada por sustancias
          distintas del petr¢leo;

     b)   Por lo que hace al vertimiento, los Estados deber¡an:

          i)Apoyar una m s amplia ratificaci¢n, aplicaci¢n y participaci¢n en
los
          convenios pertinentes sobre vertimiento en el mar, incluida la
pronta
          concertaci¢n de una estrategia futura para el Convenio de Londres
          sobre Vertimientos;

         ii)Alentar a las partes en el Convenio de Londres sobre Vertimientos
a
          que tomen las medidas apropiadas para poner fin al vertimiento en
los
          oc‚anos y a la incineraci¢n de sustancias peligrosas;

     c)   Por lo que hace a las plataformas marinas de petr¢leo y de gas, los
Estados deber¡an:  evaluar las medidas reguladoras actuales relativas a las
descargas, las emisiones y la seguridad, y la necesidad de medidas
adicionales;

     d)   Por lo que hace a los puertos, los Estados deber¡an:  facilitar el
establecimiento de instalaciones portuarias de recepci¢n para la recogida de
residuos qu¡micos y de petr¢leo y la basura de los buques, especialmente en
las
zonas especiales designadas por el Convenio MARPOL, y promover el
establecimiento de instalaciones m s peque¤as en los puertos para
embarcaciones
de recreo y para barcos pesqueros.

17.31  La OMI y, seg£n proceda,  otras organizaciones competentes de las
Naciones Unidas, cuando los Estados del caso se lo soliciten, deber¡an
evaluar,
seg£n proceda, el estado de contaminaci¢n del medio marino en las zonas de
tr fico mar¡timo intenso, tales como estrechos internacionales muy
transitados,
con miras a lograr el cumplimiento de las normas internacionales generalmente
aceptadas, en particular las relacionadas con descargas ilegales desde buques,
de conformidad con la Parte III de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre
el
Derecho del Mar.

17.32  Los Estados deber¡an tomar medidas para reducir la contaminaci¢n de las
aguas causada por los compuestos organoest nnicos utilizados en las pinturas
antiincrustantes.

17.33  Los Estados deber¡an considerar la posibilidad de ratificar el Convenio
Internacional sobre Cooperaci¢n, Preparaci¢n y Lucha contra la Contaminaci¢n
por
Hidrocarburos que aborda, entre otras cosas, la elaboraci¢n de planes para
situaciones de emergencia en los planos nacional e internacional, seg£n
proceda,
incluido el suministro de materiales para intervenir en caso de derrames de
petr¢leo y para capacitar personal con ese fin, incluida la posible ampliaci¢n
del Convenio con objeto de que abarque la intervenci¢n en caso de derrames de
sustancias qu¡micas.

17.34  Los Estados deber¡an intensificar la cooperaci¢n internacional para
fortalecer o establecer, seg£n sea necesario, centros o mecanismos regionales
para la intervenci¢n en caso de derrames de petr¢leo o de sustancias qu¡micas,
en cooperaci¢n con las organizaciones intergubernamentales competentes, de
car cter subregional, regional o mundial y, seg£n proceda, con organizaciones
industriales.
b)             Datos e informaci¢n

17.35  Los Estados deber¡an, seg£n proceda y de conformidad con los medios que
tengan a su disposici¢n y teniendo debidamente en cuenta su capacidad y sus
recursos t‚cnicos y cient¡ficos, hacer observaciones sistem ticas sobre el
estado del medio marino.  Con ese fin, los Estados deber¡an considerar la
posibilidad, seg£n proceda, de:

     a)   Establecer sistemas de observaci¢n para medir la calidad del medio
marino, incluidas las causas y los efectos de la degradaci¢n marina, como base
para la ordenaci¢n;

     b)   Intercambiar informaci¢n regularmente sobre la degradaci¢n marina
causada por las actividades terrestres y mar¡timas y sobre medidas para
prevenir, controlar y reducir esa degradaci¢n;

     c)   Apoyar y ampliar programas internacionales de observaci¢n
sistem tica,
como el Programa internacional de vigilancia del mejill¢n, sobre la base de
los
recursos ya existentes, y prestando especial atenci¢n a los pa¡ses en
desarrollo;

     d)   Establecer un centro de intercambio de informaci¢n sobre la lucha
contra la contaminaci¢n marina, incluidos los procesos y las tecnolog¡as para
controlar la contaminaci¢n marina y apoyar la transferencia de esos procesos y
tecnolog¡as a los pa¡ses en desarrollo y a otros pa¡ses que lo necesiten; 

     e)   Establecer una base de datos y un perfil mundiales con informaci¢n
sobre las fuentes, los tipos, las cantidades y los efectos de los
contaminantes
que lleguen al medio marino a causa de actividades terrestres en zonas
costeras
y de fuentes mar¡timas;

     f)   Asignar fondos suficientes para programas de aumento de la capacidad
y
de formaci¢n con objeto de conseguir la plena participaci¢n de los pa¡ses en
desarrollo, en particular en todo proyecto internacional auspiciado por los
¢rganos y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas para la reuni¢n,
el
an lisis y la utilizaci¢n de datos e informaci¢n.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.36  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 200 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.37  Los programas nacionales, subregionales y regionales de acci¢n
requerir n, seg£n proceda, transferencia de tecnolog¡a de conformidad con el
cap¡tulo 34 y recursos financieros, sobre todo cuando se trate de pa¡ses en
desarrollo, lo que comprender :

     a)   Asistencia a industrias en la selecci¢n y la adopci¢n de tecnolog¡as
limpias de producci¢n o de t‚cnicas econ¢micas de lucha contra la
contaminaci¢n;

     b)   Planificaci¢n, desarrollo y aplicaci¢n de tecnolog¡as baratas y de
escaso mantenimiento para la instalaci¢n de alcantarillado y el tratamiento de
aguas residuales en los pa¡ses en desarrollo;

     c)   Equipo de laboratorio para observar sistem ticamente los efectos de
las actividades humanas y de otra ¡ndole en el medio marino;

     d)   Determinaci¢n de los materiales adecuados de lucha contra los
derrames
de petr¢leo y sustancias qu¡micas, entre ellos los materiales y t‚cnicas
baratos
y disponibles localmente, adecuados para las situaciones de emergencia
provocadas por la contaminaci¢n en pa¡ses en desarrollo;

     e)   Estudio del uso de organohal¢genos persistentes que puedan
acumularse
en el medio marino, a fin de individualizar los que no se puedan controlar de
manera adecuada y de proporcionar una base para la adopci¢n de decisiones con
un
calendario para eliminarlos gradualmente lo antes posible;

     f)   Establecimiento de un centro de coordinaci¢n de la informaci¢n sobre
la lucha contra la contaminaci¢n del medio marino, y sobre los procesos y las
tecnolog¡as propios de la lucha contra la contaminaci¢n del medio marino, y
apoyo a su transferencia a los pa¡ses en desarrollo y otros pa¡ses que lo
necesiten.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.38  Los Estados, individualmente o en cooperaci¢n rec¡proca y con el apoyo
de
organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales,
regionales o mundiales, deber¡an:

     a)   Impartir capacitaci¢n al personal b sico necesario para la
protecci¢n
adecuada del medio marino, de acuerdo con las indicaciones de los estudios
sobre
las necesidades de capacitaci¢n que se realicen en los planos nacional,
regional
o subregional;

     b)   Fomentar la introducci¢n de temas de protecci¢n del medio marino en
los programas de estudios marinos;

     c)   Organizar cursos de capacitaci¢n para el personal encargado de hacer
frente a los derrames de petr¢leo y sustancias qu¡micas, en cooperaci¢n,
cuando
proceda, con las industrias petrolera y qu¡mica;

     d)   Dictar cursos pr cticos sobre aspectos ambientales de las
operaciones
y el desarrollo portuarios;

     e)   Reforzar y aportar financiaci¢n segura para centros internacionales
especializados nuevos o ya existentes de formaci¢n mar¡tima profesional;

     f)   Apoyar y complementar, mediante la cooperaci¢n bilateral y
multilateral, los esfuerzos que realicen en el plano nacional los pa¡ses en
desarrollo en lo que respecta al fomento de los recursos humanos para la
prevenci¢n y reducci¢n de la degradaci¢n del medio marino.

d)   Aumento de la capacidad

17.39  Se deber¡a dotar a los ¢rganos nacionales de planificaci¢n y
coordinaci¢n
de la capacidad y las facultades para examinar todas las actividades y focos
terrestres de contaminaci¢n a fin de determinar su impacto en el medio marino
y
proponer medidas adecuadas de control.

17.40  Habr¡a que reforzar o bien desarrollar, seg£n proceda, instituciones de
investigaci¢n en los pa¡ses en desarrollo para la observaci¢n sistem tica de
la
contaminaci¢n marina, la evaluaci¢n del impacto ambiental y la elaboraci¢n de
recomendaciones sobre control.  El personal administrativo y t‚cnico de esas
instituciones deber¡a ser local.

17.41  Har n falta disposiciones especiales para proporcionar recursos
financieros y t‚cnicos suficientes para ayudar a los pa¡ses en desarrollo a
prevenir y resolver los problemas relacionados con las actividades que
amenazan
el medio marino.

17.42  Deber¡a crearse un mecanismo internacional de financiaci¢n para la
aplicaci¢n de tecnolog¡as adecuadas de tratamiento de aguas residuales y
construir instalaciones de tratamiento de esas aguas, que incluyera asimismo
la
concesi¢n de pr‚stamos en condiciones de favor o subvenciones de organismos
internacionales y fondos regionales competentes que ser¡an repuestos al menos
en
parte con car cter rotativo por tarifas pagadas por los usuarios.

17.43  Al desarrollar estas actividades del programa ser  necesario prestar
particular atenci¢n a los problemas de los pa¡ses en desarrollo que
sobrellevar¡an una carga excesiva a causa de su falta de instalaciones,
expertos
o capacidad t‚cnica.


               C.  Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los
                   recursos vivos de la alta mar                   

Bases para la acci¢n

17.44  En el £ltimo decenio, la pesca en la alta mar se ha ampliado
considerablemente y actualmente representa aproximadamente el 5% del total de
la
pesca en el mundo.  En las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones
Unidas
sobre el Derecho del Mar relativas a los recursos vivos de la alta mar se
establecen los derechos y obligaciones de los Estados respecto de la
conservaci¢n y el aprovechamiento de dichos recursos.

17.45  No obstante, la ordenaci¢n de la pesca de altura, que incluye la
adopci¢n, la vigilancia y la aplicaci¢n de medidas de conservaci¢n eficaces,
es
insuficiente en muchas esferas y algunos recursos se est n sobreutilizando. 
Se
plantean los problemas de la pesca incontrolada, la sobrecapitalizaci¢n, el
tama¤o excesivo de las flotas, el cambio del pabell¢n de los buques para
eludir
los controles, el uso de artes insuficientemente selectivas, las bases de
datos
imprecisas y la falta de cooperaci¢n suficiente entre los Estados.  Es
fundamental que los Estados cuyos nacionales y buques pesquen en la alta mar
tomen medidas al respecto, y debe contarse tambi‚n con cooperaci¢n en los
planos
bilateral, subregional, regional y mundial, sobre todo por lo que se refiere a
las especies altamente migratorias y a las poblaciones compartidas.  Esas
medidas y esa cooperaci¢n deber¡an servir para subsanar las deficiencias de
las
pr cticas de pesca, as¡ como las de los conocimientos biol¢gicos y las
estad¡sticas pesqueras, y lograr el mejoramiento de los sistemas de
tratamiento
de datos.  Deber¡a hacerse hincapi‚ en la ordenaci¢n basada en la
multiplicidad
de las especies, y en otros m‚todos en los que se tengan en cuenta las
relaciones entre las especies, sobre todo al abordar el problema de las
especies
agotadas, y determinar tambi‚n el potencial de las poblaciones infrautilizadas
o
no aprovechadas.

Objetivos

17.46  Los Estados se comprometen a conservar y aprovechar en forma sostenible
los recursos vivos de la alta mar.  Con este fin es menester:

     a)   Desarrollar y aumentar el potencial de los recursos marinos vivos
para
satisfacer las necesidades de nutrici¢n de los seres humanos, as¡ como para
alcanzar los objetivos sociales, econ¢micos y de desarrollo;

     b)   Mantener o restablecer las poblaciones de especies marinas a niveles
que puedan producir el m ximo rendimiento sostenible con arreglo a los
factores
ambientales y econ¢micos pertinentes, teniendo en consideraci¢n las relaciones
entre las especies;

     c)   Promover la creaci¢n y uso de artes de pesca selectivas y la
adopci¢n
de pr cticas que reduzcan al m¡nimo las p‚rdidas de las especies que se desea
pescar y las capturas accidentales de otras especies;

     d)   Velar por la vigilancia y aplicaci¢n eficaces de las disposiciones
sobre actividades pesqueras;

     e)   Proteger y reponer las especies marinas en peligro;

     f)   Conservar los h bitat y otras zonas ecol¢gicamente expuestas;

     g)   Promover la investigaci¢n cient¡fica respecto de los recursos vivos
de
la alta mar.

17.47  Nada de lo estipulado en el p rrafo 17.46 supra restringe el derecho de
un Estado o la competencia de una organizaci¢n internacional, seg£n proceda,
para prohibir, limitar o regular la explotaci¢n de mam¡feros marinos en la
alta
mar m s estrictamente que lo que se dispone en ese p rrafo.  Los Estados
cooperar n con miras a la conservaci¢n de los mam¡feros marinos y, en el caso
de
los cet ceos en particular, colaborar n en las organizaciones internacionales
apropiadas para su conservaci¢n, ordenaci¢n y estudio.

17.48  La capacidad de los pa¡ses en desarrollo para alcanzar los objetivos
mencionados depende de sus infraestructuras, que comprenden los medios
financieros, cient¡ficos y tecnol¢gicos de que disponen.  Deber¡a
proporcionarse
cooperaci¢n financiera, cient¡fica y tecnol¢gica a fin de que esos pa¡ses
puedan
tomar medidas para alcanzar esos objetivos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

17.49  Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces, entre ellas medidas de
cooperaci¢n bilateral y multilateral, seg£n proceda, en los planos
subregional,
regional y mundial, para velar por que la pesca en alta mar se ordene de
conformidad con lo dispuesto en la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar.  En particular, deber¡an:

     a)   Aplicar plenamente estas disposiciones respecto de las poblaciones
de
especies cuyas  reas de distribuci¢n se encuentren dentro y fuera de las zonas
econ¢micas exclusivas (poblaciones compartidas);

     b)   Aplicar plenamente esas disposiciones respecto de las especies
altamente migratorias;

     c)   Negociar, cuando proceda, acuerdos internacionales para la
ordenaci¢n
y conservaci¢n eficaces de las poblaciones de especies de pesca;

     d)   Definir y determinar unidades de ordenaci¢n adecuadas;

     e)   Los Estados deber¡an convocar, lo antes posible, una conferencia
intergubernamental bajo los auspicios de las Naciones Unidas, teniendo en
cuenta
las actividades pertinentes en los planos subregional, regional y mundial, con
vistas a promover la aplicaci¢n efectiva de las disposiciones de la Convenci¢n
de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar sobre las poblaciones
compartidas de peces y especies de peces altamente migratorias.  La
conferencia,
que deber¡a basarse, entre otras cosas, en estudios cient¡ficos y t‚cnicos de
la
FAO, deber¡a determinar y evaluar los problemas actuales relacionados con la
conservaci¢n y la ordenaci¢n de esas poblaciones de peces, y estudiar los
medios
de mejorar la cooperaci¢n sobre la pesca entre los Estados, y formular las
recomendaciones del caso.  La labor y los resultados de la conferencia
deber¡an
ser plenamente compatibles con las disposiciones de la Convenci¢n de las
Naciones Unida sobre el Derecho del Mar, en particular con los derechos y
obligaciones de los Estados ribere¤os y los Estados que pescan en la alta mar.

17.50  Los Estados deber¡an procurar que las actividades pesqueras de los
buques
que enarbolen su pabell¢n en la alta mar tengan lugar de manera que las
capturas
accidentales sean m¡nimas.

17.51  Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces acordes con el derecho
internacional para vigilar y controlar las actividades pesqueras de los buques
que enarbolen su pabell¢n en la alta mar para velar por el cumplimiento de las
normas de ordenaci¢n y conservaci¢n pertinentes, entre ellas las de
presentaci¢n
de informaci¢n plena, detallada, precisa y oportuna sobre capturas y
actividades
de pesca.

17.52  Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces, acordes con el derecho
internacional, para evitar que sus nacionales cambien el pabell¢n de los
buques
como medio de eludir el cumplimiento de las normas de conservaci¢n y
ordenaci¢n
aplicables relativas a las actividades de pesca en alta mar.

17.53  Los Estados deber¡an prohibir el uso en la pesca de dinamita y venenos
y
otras pr cticas destructivas comparables. 

17.54. Los Estados deber¡an aplicar plenamente la resoluci¢n 46/215 de la
Asamblea General, relativa a la pesca de altura en gran escala con redes de
enmalle y de deriva.

17.55  Los Estados deber¡an tomar medidas para aumentar la disponibilidad de
los
recursos marinos vivos como alimento humano reduciendo el desperdicio, las
p‚rdidas posteriores a la captura y los desechos, y mejorando las t‚cnicas de
elaboraci¢n, distribuci¢n y transporte.

b)   Datos e informaci¢n

17.56  Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales, ya
sean,
seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an cooperar para:

     a)   Promover el mejoramiento de la reuni¢n de los datos necesarios para
la
conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos de
la
alta mar;

     b)   Intercambiar en forma peri¢dica informaci¢n y datos actualizados
adecuados para la evaluaci¢n de la pesca;

     c)   Crear y compartir instrumentos de an lisis y predicci¢n, tales como
la
evaluaci¢n de las poblaciones y los modelos bioecon¢micos;

     d)   Establecer o ampliar los programas apropiados de vigilancia y
evaluaci¢n.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

17.57  Los Estados, mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral y en el
marco de los ¢rganos de pesca subregionales y regionales del caso, y con el
apoyo de otros organismos intergubernamentales internacionales, deber¡an
evaluar
los recursos potenciales de la alta mar e inventariar todas las especies
(tanto
las buscadas para su captura como las no buscadas).

17.58  Los Estados deber¡an velar, seg£n y cuando proceda, por una
coordinaci¢n
y cooperaci¢n adecuada entre los ¢rganos de pesca intergubernamentales
subregionales, regionales y mundiales.

17.59  Deber¡a fomentarse la cooperaci¢n eficaz dentro de los ¢rganos de pesca
subregionales, regionales y mundiales existentes.  Cuando no se cuente con ese
tipo de organizaciones, los Estados deber¡an, seg£n proceda, cooperar para
establecerlas.

17.60  Cuando proceda, deber¡a alentarse a los Estados que a£n no lo hayan
hecho
a que se hagan miembros de la organizaci¢n de pesca subregional y/o regional
que
reglamente la pesca de altura en la que est‚n interesados.

17.61  Los Estados reconocen:

     a)   La responsabilidad de la Comisi¢n Ballenera Internacional en la
conservaci¢n y ordenaci¢n de las poblaciones de ballenas y la reglamentaci¢n
de
la caza de ballenas con arreglo a la Convenci¢n Internacional de 1946 para la
Reglamentaci¢n de la Caza de la Ballena;

     b)   La labor del Comit‚ Cient¡fico de la Comisi¢n Ballenera
Internacional
en lo relativo a la realizaci¢n de estudios sobre las grandes ballenas en
particular y sobre otros cet ceos;
               c)   La labor de otras organizaciones, como la Comisi¢n
Interamericana del
At£n Tropical y el Acuerdo sobre los Peque¤os Cet ceos del Mar B ltico y el
Mar
del Norte, en el marco del Convenio de Bonn, para la conservaci¢n, la
ordenaci¢n
y el estudio de los cet ceos y otros mam¡feros marinos.

17.62  Los Estados deber¡an cooperar en la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el
estudio de los cet ceos.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.63  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 12 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.64  Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales
pertinentes deber¡an, cuando sea necesario, preparar programas de cooperaci¢n
en
las esferas de la t‚cnica y la investigaci¢n para conocer mejor los ciclos
vitales y las migraciones de las especies que se encuentran en la alta mar, y
para determinar las etapas vitales y las zonas cr¡ticas.

17.65  Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales, ya
sean,
seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an:

     a)   Preparar bases de datos sobre las pesquer¡as y los recursos vivos de
la alta mar;

     b)   Reunir y cotejar datos sobre el medio marino y datos sobre los
recursos vivos de la alta mar, as¡ como sobre las repercusiones de los cambios
regionales y mundiales debidos a causas naturales, y a actividades humanas;

     c)   Cooperar en la coordinaci¢n de programas de investigaci¢n a fin de
proporcionar los conocimientos necesarios para la ordenaci¢n de los recursos
de
la alta mar.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.66  El desarrollo de los recursos humanos en el plano nacional deber¡a
tener
como objetivo el desarrollo y la ordenaci¢n de los recursos de la alta mar,
as¡
como la capacitaci¢n sobre t‚cnicas de pesca de altura y sobre la evaluaci¢n
de
los recursos de la alta mar, el fortalecimiento de los cuadros de personal
para
abordar la ordenaci¢n y la conservaci¢n de los recursos de la alta mar y otras
cuestiones ambientales conexas, y la capacitaci¢n de los observadores e
inspectores que hayan de embarcarse en los buques pesqueros.

d)   Aumento de la capacidad

17.67  Los Estados, con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones
internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an
cooperar para desarrollar o mejorar los sistemas y las estructuras
institucionales para la vigilancia, el control y la supervisi¢n, as¡ como la
infraestructura de investigaci¢n para la evaluaci¢n de las poblaciones de
recursos marinos vivos.

17.68  Ser  preciso contar con apoyo especial, que incluya la cooperaci¢n
entre
los Estados, para aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo en las
esferas de la informaci¢n y la reuni¢n de datos, los medios cient¡ficos y
tecnol¢gicos y el desarrollo de los recursos humanos para participar
eficazmente
en la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos vivos de la
alta mar.


           D.  Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos
               marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional         

Bases para la acci¢n

17.69  La pesca mar¡tima produce entre 80 y 90 millones de toneladas al a¤o de
peces y moluscos, el 95% de cuyo total procede de aguas sujetas a la
jurisdicci¢n nacional.  Durante los cuatro decenios £ltimos, el rendimiento se
ha casi quintuplicado.  En las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a los recursos marinos vivos de la
zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional se
establecen los derechos y obligaciones de los Estados en cuanto a la
conservaci¢n y el aprovechamiento de esos recursos.

17.70  Los recursos marinos vivos constituyen una fuente importante de
prote¡nas
en muchos pa¡ses y a menudo su uso tiene gran importancia para las comunidades
locales y las poblaciones ind¡genas.  Esos recursos proporcionan alimento y
sustento a millones de personas y su aprovechamiento sostenible ofrece
posibilidades cada vez mayores para la satisfacci¢n de las necesidades
sociales
y de nutrici¢n, especialmente en los pa¡ses en desarrollo.  Para hacer
realidad
esas posibilidades es necesario mejorar el conocimiento y el inventario de las
existencias de las reservas de recursos marinos vivos, especialmente las
poblaciones y especies poco aprovechadas o no aprovechadas, usar tecnolog¡as
nuevas, mejorar las instalaciones de manipulaci¢n y elaboraci¢n para evitar el
desperdicio y mejorar la calidad y el adiestramiento del personal capacitado
para la ordenaci¢n y conservaci¢n efectivas de los recursos marinos vivos de
la
zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional. 
Tambi‚n se debe hacer hincapi‚ en la ordenaci¢n basada en la multiplicidad de
especies y en otros enfoques en que se tengan en cuenta las relaciones entre
las
especies.

17.71  En muchas zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional la pesca encuentra
problemas cada vez m s graves, entre ellos la sobrepesca local, las
incursiones
no autorizadas de flotas extranjeras, la degradaci¢n de los ecosistemas, la
sobrecapitalizaci¢n y el tama¤o excesivo de las flotas, la valorizaci¢n
insuficiente de las capturas, los equipos de pesca poco selectivos, las bases
de
datos poco fiables y la competencia cada vez mayor entre la pesca artesanal y
la
pesca en gran escala y entre la pesca y otros tipos de actividades.

17.72  Los problemas no se circunscriben a la pesca.  Los arrecifes de coral y
otros h bitat marinos y costeros, como manglares y estuarios, se encuentran
entre los ecosistemas m s variados, integrados y productivos de la Tierra. 
Suelen desempe¤ar importantes funciones ecol¢gicas, protegen las costas y
constituyen recursos cr¡ticos para la alimentaci¢n, la energ¡a, el turismo y
el
desarrollo econ¢mico.  En muchas partes del mundo, esos sistemas marinos y
costeros se encuentran sometidos a presiones o amenazas procedentes de
diversas
fuentes, tanto humanas como naturales.  

Objetivos

17.73  Los Estados ribere¤os, especialmente los pa¡ses en desarrollo y los
Estados cuyas econom¡as dependen en gran medida de la explotaci¢n de los
recursos marinos vivos de su zona econ¢mica exclusiva, deber¡an obtener plenos
beneficios econ¢micos del aprovechamiento sostenible de los recursos marinos
vivos de su zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n
nacional.

17.74  Los Estados se comprometen a conservar y aprovechar en forma sostenible
los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional.  Para ello es
necesario:

     a)   Desarrollar y aumentar el potencial de los recursos marinos vivos
para
satisfacer las necesidades humanas de nutrici¢n y alcanzar objetivos sociales,
econ¢micos y de desarrollo;

     b)   Tener en cuenta en los programas de aprovechamiento y ordenaci¢n los
conocimientos tradicionales y los intereses de las comunidades locales, de
quienes se dedican a la pesca artesanal en peque¤a escala y de las poblaciones
ind¡genas;

     c)   Mantener o restablecer las existencias de especies marinas a niveles
que puedan producir el m ximo sostenible de capturas que permitan los factores
ambientales y econ¢micos pertinentes, teniendo en cuenta las relaciones entre
las especies;

     d)   Fomentar el desarrollo y el uso de artes de pesca selectivos y de
pr cticas que reduzcan al m¡nimo el desperdicio en las capturas de las
especies
que se desee pescar y la captura incidental de otras especies;

     e)   Proteger y restablecer las especies marinas en peligro;

     f)   Preservar ecosistemas raros o fr giles y los h bitat y otras zonas
ecol¢gicamente sensibles.

17.75  Nada de lo dispuesto en el p rrafo 17.74 supra restringe el derecho de
los Estados ribere¤os o la competencia de las organizaciones internacionales,
seg£n proceda, para prohibir, limitar o regular la explotaci¢n de los
mam¡feros
marinos m s estrictamente de lo previsto en dicho p rrafo.  Los Estados
cooperar n con miras a la conservaci¢n de los mam¡feros marinos y, en el caso
de
los cet ceos, se ocupar n especialmente de su conservaci¢n, ordenaci¢n y
estudio
por medio de las organizaciones internacionales competentes.

17.76  La capacidad de los pa¡ses en desarrollo para lograr esos objetivos
depende de los medios, especialmente financieros, cient¡ficos y tecnol¢gicos,
de
que disponen.  Se requiere cooperaci¢n financiera, cient¡fica y tecnol¢gica
adecuada para apoyar las medidas que tomen los pa¡ses en desarrollo para
lograr
esos objetivos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

17.77  Los Estados deber¡an hacer lo necesario para que la conservaci¢n y
ordenaci¢n de los recursos marinos vivos de la zona econ¢mica exclusiva y
otras
zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional se haga con arreglo a las
disposiciones
de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

17.78  Los Estados, al aplicar las disposiciones de la Convenci¢n de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar deber¡an prestar atenci¢n a los
problemas de las poblaciones compartidas y especies altamente migratorias, y,
teniendo plenamente en cuenta el objetivo fijado en el p rrafo 17.73, el
acceso
a los excedentes de las capturas permisibles.

17.79  Los Estados ribere¤os, individualmente o mediante la cooperaci¢n
bilateral o multilateral y, seg£n proceda, con el apoyo de organizaciones
internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an,
entre
otras cosas:

     a)   Evaluar el potencial de los recursos marinos vivos, especialmente
las
poblaciones y especies poco aprovechadas o no aprovechadas, mediante la
preparaci¢n de inventarios, cuando sea necesario para su conservaci¢n y
aprovechamiento sostenible;

     b)   Aplicar estrategias para el aprovechamiento sostenible de los
recursos
marinos vivos, teniendo presentes las necesidades e intereses especiales de
quienes se dedican a la pesca artesanal en peque¤a escala, las comunidades
locales y las poblaciones ind¡genas, a fin de satisfacer las necesidades de la
nutrici¢n humana y otras necesidades de desarrollo;

     c)   Aplicar, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, mecanismos para el
desarrollo de la maricultura, la acuicultura y la pesca en peque¤a escala, en
aguas profundas y en el oc‚ano, en las zonas sujetas a la jurisdicci¢n
nacional
que seg£n los estudios puedan contener recursos marinos vivos;

     d)   Fortalecer sus marcos jur¡dicos y reglamentarios cuando proceda,
especialmente en materia de capacidad de gesti¢n, cumplimiento y vigilancia, a
fin de regular las actividades relacionadas con las estrategias mencionadas;

     e)   Tomar medidas para aumentar la disponibilidad de recursos marinos
vivos para la alimentaci¢n humana reduciendo el desperdicio, las p‚rdidas y
los
desechos despu‚s de la pesca y mejorando las t‚cnicas de elaboraci¢n,
distribuci¢n y transporte;

     f)   Desarrollar y promover el uso de t‚cnicas ecol¢gicamente racionales
con arreglo a criterios compatibles con el aprovechamiento sostenible de los
recursos marinos vivos, incluida la evaluaci¢n de las repercusiones
ambientales
de las principales pr cticas pesqueras nuevas;

     g)   Mejorar la productividad y utilizaci¢n de sus recursos marinos vivos
para la alimentaci¢n y la generaci¢n de ingresos.

17.80  Los Estados ribere¤os deber¡an estudiar las posibilidades de ampliar
las
actividades recreativas y tur¡sticas basadas en los recursos marinos vivos,
especialmente para ofrecer nuevas fuentes de ingresos.  Esas actividades
deber¡an ser compatibles con las pol¡ticas y los planes de conservaci¢n y
desarrollo sostenible. 
17.81  Los Estados ribere¤os deber¡an apoyar el car cter sostenible de la
pesca
artesanal en peque¤a escala y para ello deber¡an, seg£n proceda:

     a)   Integrar en la planificaci¢n marina y costera el desarrollo de la
pesca artesanal en peque¤a escala, teniendo presentes los intereses de los
pescadores, los trabajadores de explotaciones pesqueras en peque¤a escala, las
mujeres, las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas, y fomentando la
representaci¢n de esos grupos cuando proceda;

     b)   Reconocer los derechos de los que realizan labores de pesca en
peque¤a
escala y la situaci¢n especial de las poblaciones ind¡genas y las comunidades
locales, incluso sus derechos a la utilizaci¢n y protecci¢n de sus h bitat
sobre
una base sostenible;

     c)   Establecer sistemas para la adquisici¢n y preservaci¢n de
conocimientos tradicionales sobre los recursos vivos y el medio ambiente
marinos
y promover la incorporaci¢n de esos conocimientos en los sistemas de
ordenaci¢n.

17.82  Los Estados ribere¤os deber¡an asegurar que, en la negociaci¢n y
aplicaci¢n de los acuerdos internacionales sobre el desarrollo o la
conservaci¢n
de los recursos marinos vivos se tengan presentes los intereses de las
comunidades locales y las poblaciones ind¡genas, especialmente su derecho a la
subsistencia.

17.83  Los Estados ribere¤os, con el apoyo, cuando proceda, de organizaciones
internacionales, deber¡an analizar las posibilidades de acuicultura que
ofrecen
las zonas marinas y las zonas costeras sujetas a la jurisdicci¢n nacional y
aplicar salvaguardias adecuadas para la introducci¢n de especies nuevas.

17.84  Los Estados deber¡an prohibir el uso en la pesca de dinamita y venenos
y
otras pr cticas destructivas comparables.

17.85  Los Estados deber¡an determinar los ecosistemas marinos con niveles
altos
de biodiversidad y productividad y otras zonas del h bitat especialmente
importantes y establecer las limitaciones necesarias a la utilizaci¢n de esas
zonas mediante, entre otras cosas, la designaci¢n de zonas protegidas.  Seg£n
proceda, deber¡a asignarse prioridad a:

     a)   Ecosistemas de arrecifes de coral;

     b)   Estuarios;

     c)   Tierras pantanosas de zonas templadas y tropicales, entre ellas los
manglares;

     d)   Lechos de zosteras y algas marinas;

     e)   Otras zonas de reproducci¢n y cr¡a.

b)   Datos e informaci¢n

17.86  Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y
multilateral y, seg£n proceda, con el apoyo de organizaciones internacionales,
ya sean subregionales, regionales, o mundiales, deber¡an:

     a)   Promover el mejoramiento de la reuni¢n y el intercambio de los datos
necesarios para la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los
recursos
marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional;
               b)   Intercambiar peri¢dicamente los datos y la informaci¢n
actualizada
necesaria para la evaluaci¢n de las pesquer¡as;

     c)   Preparar y compartir instrumentos anal¡ticos y de pron¢stico, tales
como modelos bioecon¢micos y de evaluaci¢n de las poblaciones;

     d)   Establecer o ampliar programas pertinentes de vigilancia y
evaluaci¢n;

     e)   Completar o actualizar descripciones sin¢pticas de h bitat cr¡ticos,
de recursos marinos vivos y de biodiversidad marina de zonas econ¢micas
exclusivas y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional, teniendo en
cuenta
los cambios producidos en el medio ambiente por causas naturales y por
actividades humanas.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

17.87  Los Estados, mediante cooperaci¢n bilateral y multilateral y con el
apoyo
de las organizaciones competentes de las Naciones Unidas y otras
organizaciones
internacionales, deber¡an cooperar para:

     a)   Desarrollar la cooperaci¢n financiera y t‚cnica a fin de aumentar la
capacidad de los pa¡ses en desarrollo para la pesca en peque¤a escala y de
altura, as¡ como la acuicultura y la maricultura costeras;

     b)   Promover la contribuci¢n de los recursos marinos vivos a la
eliminaci¢n de la malnutrici¢n y el logro de la autosuficiencia alimentaria en
los pa¡ses en desarrollo, entre otras cosas, reduciendo al m¡nimo las p‚rdidas
despu‚s de la captura y ordenando los recursos para obtener rendimientos
sostenibles garantizados;

     c)   Formular criterios convenidos para la utilizaci¢n de artes y
pr cticas
de pesca cuidadosamente seleccionadas a fin de reducir al m¡nimo los desechos
en
la captura de las especies que se desee pescar y la captura incidental de
otras
especies;

     d)   Aumentar la calidad del pescado y el marisco, entre otras medidas
mediante sistemas nacionales que la garanticen con objeto de promover el
acceso
a los mercados, aumentar la confianza de los consumidores y aumentar al m ximo
el rendimiento econ¢mico.

17.88  Cuando, y seg£n proceda, los Estados deber¡an velar por la coordinaci¢n
y
la cooperaci¢n adecuadas en los mares cerrados y semicerrados y entre los
¢rganos intergubernamentales de pesca subregionales, regionales y mundiales.

17.89  Los Estados reconocen:

     a)   La responsabilidad de la Comisi¢n Ballenera Internacional en la
conservaci¢n y ordenaci¢n de las poblaciones de ballenas y la reglamentaci¢n
de
la caza de la ballena con arreglo a la Convenci¢n internacional para la
reglamentaci¢n de la caza de la ballena;

     b)   La labor del Comit‚ Cient¡fico de la Comisi¢n Ballenera
Internacional
en lo relativo a la preparaci¢n de estudios sobre las grandes ballenas en
particular y sobre otros cet ceos;

     c)   La labor de otras organizaciones, como la Comisi¢n Interamericana
del
At£n Tropical y el Acuerdo sobre los Peque¤os Cet ceos del Mar B ltico y el
Mar
del Norte en el marco del Convenio de Bonn, para la conservaci¢n, la
ordenaci¢n
y el estudio de los cet ceos y otros mam¡feros marinos.

17.90  Los Estados deber¡an cooperar en la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el
estudio de los cet ceos.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.91  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 60 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.92  Los Estados, con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones
intergubernamentales competentes, deber¡an:

     a)   Facilitar la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales,
en particular a los pa¡ses en desarrollo, para desarrollar las pesquer¡as, la
acuicultura y la maricultura;

     b)   Prestar especial atenci¢n a los mecanismos destinados a transferir
la
informaci¢n sobre recursos y mejorar las tecnolog¡as, de pesca y de
acuicultura
de las comunidades pesqueras en el plano local;

     c)   Promover el estudio, la evaluaci¢n cient¡fica y la utilizaci¢n de
los
sistemas tradicionales de ordenaci¢n que resulten apropiados;

     d)   Considerar la posibilidad de aplicar el C¢digo de pr cticas
FAO/Consejo Internacional de Exploraci¢n del Mar (CIEM) para el estudio de la
transferencia y la introducci¢n de organismos marinos y de agua dulce;

     e)   Promover la investigaci¢n cient¡fica sobre zonas marinas de especial
importancia para los recursos marinos vivos, por ejemplo las zonas de gran
diversidad, endemicidad y productividad y las escalas migratorias.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.93  Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y
multilateral y con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones
internacionales pertinentes, ya sean subregionales, regionales o mundiales,
deber¡an alentar y apoyar a los pa¡ses en desarrollo, entre otras cosas, a:

     a)   Ampliar la educaci¢n, formaci¢n e investigaci¢n multidisciplinarias
sobre recursos marinos vivos, en particular en las ciencias sociales y
econ¢micas;

     b)   Establecer oportunidades de formaci¢n a nivel nacional y regional
para
apoyar las pesquer¡as artesanales (incluidas las de subsistencia) con objeto
de
desarrollar el aprovechamiento en peque¤a escala de los recursos marinos vivos
y
fomentar la participaci¢n equitativa de las comunidades locales, los
trabajadores de la industria pesquera en peque¤a escala, las mujeres y las
poblaciones ind¡genas;

     c)   Incluir en los programas docentes de todos los niveles temas
relativos
a la importancia de los recursos marinos vivos.

d)   Aumento de la capacidad

17.94  Los Estados ribere¤os, con el apoyo de los organismos subregionales,
regionales y mundiales competentes, deber¡an:

     a)   Desarrollar la capacidad de investigaci¢n para la evaluaci¢n de los
recursos marinos vivos y su vigilancia; 

     b)   Prestar apoyo a las comunidades pesqueras locales, en particular a
aquellas cuya subsistencia depende de la pesca, las poblaciones ind¡genas y
las
mujeres mediante, entre otras cosas y cuando proceda, asistencia financiera y
t‚cnica para organizar, mantener, intercambiar y mejorar los conocimientos
tradicionales sobre los recursos marinos vivos y las t‚cnicas de pesca y
mejorar
los conocimientos sobre los ecosistemas marinos;

     c)   Establecer estrategias de desarrollo sostenibles de la acuicultura,
que, entre otras cosas, incluyan la ordenaci¢n del medio ambiente en apoyo de
las comunidades pisc¡colas rurales;

     d)   Crear y fortalecer, cuando sea necesario, instituciones capaces de
aplicar los objetivos y las actividades relativas a la conservaci¢n y la
ordenaci¢n de los recursos marinos vivos.

17.95  Se requerir  especial apoyo, as¡ como cooperaci¢n entre los Estados,
para
aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo en las esferas de los datos
y
la informaci¢n, los medios cient¡ficos y t‚cnicos y el desarrollo de los
recursos humanos para participar de manera eficaz en la conservaci¢n y el
aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos sujetos a la
jurisdicci¢n nacional.

      E.  Soluci¢n de las principales incertidumbres que se plantean respecto
          de la ordenaci¢n del medio marino y el cambio clim ticos           

Bases para la acci¢n

17.96  El medio marino es vulnerable y sensible al cambio clim tico y a los
cambios atmosf‚ricos.  El aprovechamiento y el desarrollo racionales de las
zonas costeras, de todos los mares y de los recursos marinos, as¡ como la
conservaci¢n del medio marino, exigen la capacidad de determinar el estado
actual de esos sistemas y pronosticar sus condiciones futuras.  El alto grado
de
incertidumbre en la informaci¢n actual dificulta la ordenaci¢n eficaz y limita
la capacidad de efectuar pron¢sticos y evaluar los cambios ambientales.  Ser 
necesaria la reuni¢n sistem tica de datos sobre par metros del medio marino a
fin de aplicar enfoques de ordenaci¢n integrados y prever los efectos del
cambio
clim tico mundial y de fen¢menos atmosf‚ricos, como el agotamiento del ozono,
sobre los recursos marinos vivos y el medio marino.  Para determinar la
funci¢n
de los oc‚anos y de todos los mares en los sistemas mundiales y para prever
los
cambios naturales y provocados por el ser humano en los medios marino y
costero,
es preciso reestructurar y reforzar considerablemente los mecanismos de
reuni¢n,
s¡ntesis y difusi¢n de la informaci¢n derivada de las actividades de
investigaci¢n y de observaci¢n sistem tica.
17.97  Existen muchas incertidumbres acerca del cambio clim tico y, en
particular, de la elevaci¢n del nivel del mar.  Aumentos de poca importancia
en
dicho nivel pueden causar da¤os considerables a las islas peque¤as y las
costas
bajas.  Las estrategias de respuesta a estos fen¢menos deben basarse en datos
adecuados.  Hace falta un compromiso de cooperar a largo plazo en las
investigaciones con el objeto de proporcionar los datos necesarios para los
modelos clim ticos mundiales y para atenuar las incertidumbres.  Entretanto,
habr¡a que tomar medidas de prevenci¢n para disminuir los riesgos y efectos de
esos fen¢menos, sobre todo en las islas peque¤as, las zonas bajas y las zonas
costeras del mundo.

17.98  Se ha informado sobre un aumento de la radiaci¢n ultravioleta derivado
del agotamiento del ozono en algunas zonas del mundo.  Se requiere una
evaluaci¢n de esos efectos sobre el medio marino para disminuir las
incertidumbres y ofrecer una base para la acci¢n.

Objetivos

17.99  Los Estados, de conformidad con las disposiciones de la Convenci¢n de
las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a la investigaci¢n
cient¡fica
marina se comprometen a mejorar la comprensi¢n del medio marino y de su
funci¢n
en los procesos mundiales.  Para ello es necesario:

     a)   Fomentar las investigaciones cient¡ficas en el medio marino y su
observaci¢n sistem tica dentro de los l¡mites de la jurisdicci¢n nacional y en
la alta mar, teniendo en cuenta las interacciones con fen¢menos atmosf‚ricos,
como el agotamiento del ozono;

     b)   Promover el intercambio de los datos y la informaci¢n obtenidos
mediante la investigaci¢n cient¡fica y la observaci¢n sistem tica, as¡ como
mediante conocimientos ecol¢gicos tradicionales, y ponerlos a disposici¢n de
los
encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas y el p£blico, en el plano nacional;

     c)   Cooperar con miras a elaborar procedimientos uniformes
intercalibrados
y t‚cnicas de medici¢n, y montar instalaciones de almacenamiento y gesti¢n de
datos para la investigaci¢n cient¡fica y la observaci¢n sistem tica del medio
marino.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

17.100  Los Estados deber¡an examinar, entre otras cosas, la posibilidad de:

     a)   Coordinar los programas nacionales y regionales de observaci¢n de
los
fen¢menos que se produzcan en zonas costeras y cercanas a las costas y se
relacionen con el cambio clim tico, as¡ como los programas sobre par metros de
investigaciones indispensables para la ordenaci¢n de los mares y las zonas
costeras de todas las regiones;

     b)   Proporcionar pron¢sticos mejorados de las condiciones marinas para
la
seguridad de los habitantes de las zonas costeras y para la eficiencia de las
operaciones mar¡timas;

     c)   Cooperar con miras a tomar medidas especiales para hacer frente y
adaptarse al posible cambio clim tico y a la posible elevaci¢n del nivel del
mar, incluida la elaboraci¢n de metodolog¡as mundialmente aceptables para la
evaluaci¢n de la vulnerabilidad de las costas, la elaboraci¢n de modelos y las
estrategias de respuesta, en particular respecto de zonas prioritarias como
las
islas peque¤as, las zonas bajas y las zonas costeras m s vulnerables;

     d)   Determinar los programas en marcha y los programas proyectados de
observaci¢n sistem tica del medio marino, con miras a integrar actividades y
establecer prioridades para la eliminaci¢n de las principales incertidumbres
acerca de los oc‚anos y todos los mares;

     e)   Ejecutar un programa de investigaci¢n con el objeto de determinar
los
efectos en la biolog¡a marina de los mayores niveles de rayos ultravioleta
ocasionados por el agotamiento de la capa de ozono estratosf‚rico y de evaluar
los posibles efectos.

17.101  Reconociendo el papel importante que cumplen los oc‚anos y todos los
mares en la atenuaci¢n del posible cambio clim tico, la COI y otros ¢rganos
competentes de las Naciones Unidas, con el apoyo de los pa¡ses que posean
recursos y conocimientos, deber¡an llevar a cabo an lisis, evaluaciones y la
observaci¢n sistem tica del papel de los oc‚anos como sumidero de carbono.

b)   Datos e informaci¢n

17.102  Los Estados deber¡an examinar, entre otras cosas, la posibilidad de:

     a)   Incrementar la cooperaci¢n internacional, sobre todo con miras a
fortalecer la capacidad cient¡fica y tecnol¢gica nacional para el an lisis, la
evaluaci¢n y el pron¢stico del cambio clim tico y los cambios ambientales en
el
plano mundial;

     b)   Apoyar la funci¢n que desempe¤a la COI, en colaboraci¢n con la OMM,
el
PNUMA y otras organizaciones internacionales, en la reuni¢n, el an lisis y la
distribuci¢n de datos e informaci¢n respecto de los oc‚anos y todos los mares,
y
tambi‚n, seg£n proceda y por medio del Sistema Mundial de Observaci¢n de los
Oc‚anos propuesto, prestar especial atenci¢n a la necesidad de que la COI
elabore plenamente la estrategia para prestar asistencia t‚cnica y
capacitaci¢n
a los pa¡ses en desarrollo por medio de su Programa de Asistencia Mutua,
Ense¤anza y Capacitaci¢n;

     c)   Crear bases nacionales de informaci¢n multisectorial que incluyan
los
resultados de los programas de investigaci¢n y de observaci¢n sistem tica;

     d)   Conectar esas bases de datos con los servicios y mecanismos
existentes
de datos e informaci¢n, como la Vigilancia Meteorol¢gica Mundial y la
Vigilancia
Mundial.

     e)   Cooperar con miras al intercambio de datos e informaci¢n y su
almacenamiento y archivo, por conducto de los centros mundiales y regionales
de
datos;

     f)   Cooperar para conseguir la participaci¢n plena, en particular de los
pa¡ses en desarrollo, en todo plan internacional patrocinado por los ¢rganos y
organizaciones del sistema de las Naciones Unidas para la reuni¢n, el an lisis
y
la utilizaci¢n de datos e informaci¢n.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

17.103  Los Estados deber¡an examinar, de forma bilateral y multilateral y en
cooperaci¢n, seg£n proceda, con las organizaciones internacionales, ya sean
subregionales, regionales, interregionales o mundiales, la posibilidad de:

     a)   Ofrecer cooperaci¢n t‚cnica para el desarrollo de la capacidad de
los
Estados ribere¤os e insulares en materia de investigaci¢n y de observaci¢n
sistem tica del medio marino y para la utilizaci¢n de sus resultados;

     b)   Reforzar las instituciones nacionales existentes y establecer los
mecanismos internacionales necesarios de an lisis y pron¢stico a fin de
preparar
e intercambiar an lisis y pron¢sticos oceanogr ficos regionales y mundiales y,
en lo posible, de brindar facilidades para la investigaci¢n y la capacitaci¢n
internacionales en los planos nacional, subregional y regional.

17.104  En reconocimiento del valor de la Ant rtida como zona para la
realizaci¢n de investigaciones cient¡ficas, particularmente las indispensables
para la comprensi¢n del medio ambiente mundial, los Estados que realicen tales
actividades de investigaci¢n en la Ant rtida deber¡an, como se prev‚ en el
Art¡culo III del Tratado Ant rtico:

     a)   Seguir velando por que los datos y la informaci¢n resultantes de
dichas investigaciones est‚n a la libre disposici¢n de la comunidad
internacional;

     b)   Seguir mejorando el acceso de la comunidad cient¡fica internacional
y
de los organismos especializados de las Naciones Unidas a esos datos e
informaci¢n, as¡ como fomentando la organizaci¢n de seminarios y simposios
peri¢dicos.

17.105  Los Estados deber¡an fortalecer la coordinaci¢n interinstitucional de
alto nivel en los planos subregional, regional y mundial, seg£n proceda, y
examinar mecanismos para desarrollar e integrar redes de observaci¢n
sistem tica.  Esa actividad abarcar¡a:

     a)   El examen de las bases de datos regionales y mundiales existentes;

     b)   Mecanismos para elaborar t‚cnicas comparables y compatibles, validar
metodolog¡as y mediciones, organizar an lisis cient¡ficos peri¢dicos, definir
opciones para medidas correctivas, acordar modelos de presentaci¢n y
almacenamiento y comunicar la informaci¢n reunida a los posibles usuarios;

     c)   La observaci¢n sistem tica de los h bitat costeros y de los cambios
del nivel del mar, inventarios de las fuentes de contaminaci¢n del mar y
an lisis de las estad¡sticas de pesca;

     d)   La organizaci¢n de evaluaciones peri¢dicas del estado y las
tendencias
de los oc‚anos, de todos los mares y de las zonas costeras. 

17.106  Mediante la cooperaci¢n internacional de las organizaciones
competentes
del sistema de las Naciones Unidas se deber¡a ayudar a los pa¡ses a elaborar
programas regionales adecuados de observaci¢n sistem tica a largo plazo e
integrarlos de forma coordinada en los Programas de Mares Regionales para
poner
en pr ctica, cuando proceda, sistemas subregionales, regionales y mundiales de
observaci¢n, conforme al principio del intercambio de datos.  Uno de los
objetivos deber¡a ser el de prever los efectos de las situaciones de
emergencia
clim tica sobre la infraestructura f¡sica y socioecon¢mica actual en las zonas
costeras.

17.107  Sobre la base de los resultados de las investigaciones acerca de los
efectos que el aumento de la radiaci¢n ultravioleta que llega a la superficie
de
la Tierra tiene en la salud humana, la agricultura y el medio marino, los
Estados y las organizaciones internacionales deber¡an considerar la
posibilidad
de tomar medidas correctivas apropiadas.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.108  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 480 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

17.109  Los pa¡ses desarrollados deber¡an financiar el desarrollo y la
aplicaci¢n ulteriores del Sistema Mundial de Observaci¢n de los Oc‚anos.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.110  A fin de eliminar las principales incertidumbres mediante
observaciones
e investigaciones sistem ticas de las zonas costeras y del medio marino, los
Estados ribere¤os deber¡an cooperar en el desarrollo de procedimientos que
permitieran un an lisis comparable de los datos y aseguraran su validez. 
Tambi‚n deber¡an cooperar en el plano regional y subregional, en lo posible
por
conducto de los programas existentes, compartir infraestructuras y equipo caro
y
avanzado, elaborar procedimientos para garantizar la calidad y desarrollar
conjuntamente los recursos humanos.  Se deber¡a prestar una atenci¢n especial
a
la transferencia de conocimientos cient¡ficos y tecnol¢gicos y a los medios
para
ayudar a los Estados, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a desarrollar
su
capacidad end¢gena.

17.111  Las organizaciones internacionales deber¡an apoyar, cuando se les
solicite, a los Estados ribere¤os en la ejecuci¢n de proyectos de
investigaci¢n
sobre los efectos del aumento de la radiaci¢n ultravioleta.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.112  Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y
multilateral, y con el apoyo, seg£n convenga, de organizaciones
internacionales,
subregionales, regionales y mundiales, deber¡an preparar y ejecutar programas
globales, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, a fin de adoptar un enfoque
amplio y coherente para satisfacer sus necesidades b sicas de recursos humanos
en las ciencias marinas.

d)   Aumento de la capacidad

17.113  Los Estados deber¡an reforzar o crear, cuando sea necesario,
comisiones
oceanogr ficas cient¡ficas y tecnol¢gicas en el plano nacional u ¢rganos
equivalentes para desarrollar, apoyar y coordinar las actividades de las
ciencias marinas y trabajar en estrecha relaci¢n con las organizaciones
internacionales.

17.114  Los Estados deber¡an utilizar, cuando proceda, los mecanismos
subregionales y regionales existentes para desarrollar los conocimientos sobre
el medio marino, intercambiar informaci¢n, organizar observaciones y
evaluaciones sistem ticas y utilizar de la manera m s eficaz los servicios de
cient¡ficos, instalaciones y equipo.  Tambi‚n deber¡an cooperar en la
promoci¢n
de la capacidad end¢gena de investigaci¢n de los pa¡ses en desarrollo.


             F.  Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y de
                 la cooperaci¢n y la coordinaci¢n regionales         

Bases para la acci¢n

17.115  Se reconoce que el papel de la cooperaci¢n internacional es apoyar y
complementar las actividades nacionales.  La ejecuci¢n de las estrategias y
actividades de las  reas de programas relativas a las zonas marinas y las
zonas
costeras y a los mares requiere disposiciones institucionales eficaces en los
planos nacional, subregional, regional y mundial, seg£n proceda.  Hay
numerosas
instituciones nacionales e internacionales, as¡ como instituciones regionales,
dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas, que tienen competencia en
asuntos marinos y es preciso mejorar la coordinaci¢n y fortalecer las
relaciones
entre ellas.  Tambi‚n es importante que se procure aplicar un criterio
integrado
y multisectorial respecto de los asuntos marinos en todos los planos.  

Objetivos

17.116  Los Estados se comprometen, de conformidad con sus pol¡ticas,
prioridades y recursos, a promover las disposiciones institucionales
necesarias
para apoyar la ejecuci¢n de las  reas de programas del presente cap¡tulo. 
A estos efectos, es necesario, seg£n proceda: 

     a)   Integrar las actividades sectoriales pertinentes relativas al medio
ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras en los
planos
nacional, subregional, regional y mundial, seg£n proceda;

     b)   Promover el intercambio de informaci¢n eficaz y, cuando corresponda,
conexiones institucionales entre las entidades bilaterales, multibilaterales
nacionales, subregionales, regionales e interregionales que se ocupan del
medio
ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras;

     c)   Promover en el sistema de las Naciones Unidas la realizaci¢n de
ex menes y an lisis intergubernamentales peri¢dicos de cuestiones del medio
ambiente y el desarrollo relacionadas con las zonas marinas y las zonas
costeras;

     d)   Promover el funcionamiento eficaz de los mecanismos de coordinaci¢n
de
los componentes del sistema de las Naciones Unidas que se ocupan de cuestiones
del medio ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras,
as¡ como el establecimiento de v¡nculos con los ¢rganos internacionales de
desarrollo pertinentes.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

     En el plano mundial

17.117  La Asamblea General deber¡a disponer lo necesario para que se
examinaran
en forma peri¢dica, dentro del sistema de las Naciones Unidas y en el plano
intergubernamental, cuestiones marinas y costeras en general, incluidas
cuestiones del medio ambiente y el desarrollo, y deber¡a pedir al Secretario
General y a los jefes ejecutivos de los organismos y organizaciones de las
Naciones Unidas que:

     a)   Refuercen la coordinaci¢n y establezcan mejores arreglos entre las
organizaciones de las Naciones Unidas, incluidos sus componentes subregionales
y
regionales, que tienen funciones importantes en materia de cuestiones marinas
y
costeras;

     b)   Refuercen la coordinaci¢n entre esas organizaciones y otras
organizaciones, instituciones y organismos especializados de las Naciones
Unidas
que se ocupan del desarrollo, el comercio y otras cuestiones econ¢micas
conexas,
seg£n proceda;

     c)   Mejoren la representaci¢n de los organismos de las Naciones Unidas
que
se ocupan del medio marino en las actividades de coordinaci¢n realizadas en
todo
el sistema de las Naciones Unidas;

     d)   Promuevan, cuando proceda, una mayor colaboraci¢n entre los
organismos
de las Naciones Unidas y los programas subregionales y regionales de asuntos
costeros y marinos;

     e)   Elaboren un sistema centralizado que proporcione informaci¢n sobre
la
legislaci¢n y asesoramiento sobre la aplicaci¢n de los acuerdos jur¡dicos
relativos a cuestiones del medio marino y el desarrollo.

17.118  Los Estados reconocen que las pol¡ticas ambientales deben ocuparse de
las causas fundamentales del deterioro del medio ambiente y evitar as¡ que las
medidas ambientales den lugar a innecesarias restricciones al comercio.  Las
medidas de pol¡tica comercial con fines ambientales no deber¡an constituir
medios de discriminaci¢n arbitraria o injustificable ni restricciones
disimuladas al comercio internacional.  Se deber¡a evitar la adopci¢n de
medidas
unilaterales para hacer frente a exigencias ambientales fuera de la
jurisdicci¢n
del pa¡s importador.  En lo posible, las medidas ambientales dirigidas a
problemas ambientales internacionales deber¡an basarse en un consenso
internacional.  Las medidas internas destinadas a lograr determinados
objetivos
ambientales pueden requerir medidas comerciales que las hagan efectivas.  Si
se
considerase necesario adoptar medidas de pol¡tica comercial para el
cumplimiento
de pol¡ticas ambientales, deber¡an aplicarse ciertos principios y normas. 
Como
ejemplos cabe mencionar, entre otras cosas, el principio de la no
discriminaci¢n, el principio de que la medida comercial elegida sea la menos
restrictiva posible que se requiera para el logro de los objetivos, la
obligaci¢n de velar por que haya transparencia en la aplicaci¢n de las medidas
comerciales relacionadas con el medio ambiente y de suministrar una
notificaci¢n
adecuada de los reglamentos nacionales, y la necesidad de prestar
consideraci¢n
a las condiciones y necesidades de desarrollo especiales de los pa¡ses en
desarrollo que se orientan hacia el logro de objetivos ambientales
internacionalmente convenidos.

               En los planos subregional y regional

17.119  Los Estados deber¡an considerar, seg£n proceda, la posibilidad de:

     a)   Fortalecer, y ampliar cuando sea necesario, la cooperaci¢n regional
intergubernamental, los Programas de Mares Regionales del PNUMA, las
organizaciones regionales y subregionales de pesca y las comisiones
regionales;

     b)   Establecer, cuando proceda, la coordinaci¢n entre las organizaciones
de las Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales competentes en
los
planos subregional y regional, y considerar la posibilidad de coordinar la
asignaci¢n de su personal;

     c)   Organizar consultas peri¢dicas dentro de la regi¢n;

     d)   Facilitar a los centros y redes subregionales y regionales, como los
centros regionales de tecnolog¡a marina, el acceso a los conocimientos y la
tecnolog¡a y su utilizaci¢n por conducto de los ¢rganos nacionales
competentes.

b)   Datos e informaci¢n

17.120  Los Estados deber¡an, cuando proceda:

     a)   Promover el intercambio de informaci¢n sobre cuestiones marinas y
costeras;

     b)   Reforzar la capacidad de las organizaciones internacionales para
tratar la informaci¢n y prestar apoyo al desarrollo de sistemas nacionales,
subregionales y regionales de datos e informaci¢n, cuando proceda.  Podr¡an
incluirse tambi‚n las redes que vinculan a pa¡ses con problemas ambientales
comparables;

     c)   Seguir desarrollando los mecanismos internacionales existentes como
la
Vigilancia Mundial y el Grupo de Expertos sobre los Aspectos Cient¡ficos de la
Contaminaci¢n del Mar.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.121  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decida ejecutar. 

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos, desarrollo de los recursos humanos
     y aumento de la capacidad

17.122  Los medios de ejecuci¢n indicados en las secciones sobre medios
cient¡ficos y tecnol¢gicos, desarrollo de los recursos humanos y aumento de la
capacidad de las dem s  reas de programas relativas a asuntos marinos y
costeros
se aplican tambi‚n enteramente a esta  rea de programas.  Adem s, los Estados
deber¡an, mediante la cooperaci¢n internacional, elaborar un programa completo
para atender a las necesidades b sicas de recursos humanos en las ciencias
marinas en todos los planos.


                  G.  Desarrollo sostenible de las islas peque¤as

Bases para la acci¢n

17.123  Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, al igual que las islas
que
albergan a peque¤as comunidades, constituyen un caso especial tanto para el
medio ambiente como para el desarrollo.  Tienden a ser ecol¢gicamente fr giles
y
vulnerables.  Su peque¤o tama¤o, la limitaci¢n de sus recursos, su dispersi¢n
geogr fica y su aislamiento de los mercados los colocan en situaci¢n de
desventaja econ¢mica y les impiden obtener econom¡as de escala.  Para los
peque¤os Estados insulares en desarrollo, el medio oce nico y costero reviste
importancia estrat‚gica y constituye un valioso recurso para el desarrollo.

17.124  Su aislamiento geogr fico hace que tengan un n£mero relativamente
grande
de especies singulares de flora y fauna, por lo que poseen una proporci¢n muy
alta de la biodiversidad mundial.  Asimismo tienen culturas ricas y diversas
adaptadas especialmente al medio insular y conocen la ordenaci¢n racional de
los
recursos insulares.

17.125  Los peque¤os Estados insulares en desarrollo tienen toda la
problem tica
y las exigencias ambientales de las zonas costeras concentrados en una
superficie terrestre limitada.  Se los considera sumamente vulnerables al
calentamiento de la Tierra y a la elevaci¢n del nivel del mar, lo que hace que
algunas islas de poca altitud corran el peligro cada vez mayor de perder todo
su
territorio nacional.  Asimismo, la mayor¡a de las islas tropicales est n ahora
experimentando los efectos m s inmediatos del aumento de la frecuencia de los
ciclones, tormentas y huracanes debido a los cambios clim ticos.  Esto est 
ocasionando grandes trastornos a su desarrollo socioecon¢mico.

17.126  Habida cuenta de que las opciones para el desarrollo de las islas
peque¤as son limitadas, la planificaci¢n y la puesta en pr ctica de medidas
para
un desarrollo sostenible tropieza con problemas especiales.  Sin la
cooperaci¢n
y la asistencia de la comunidad internacional, los peque¤os Estados insulares
en
desarrollo dif¡cilmente podr n superar tales problemas.

Objetivos

17.127  Los Estados se comprometen a hacer frente a los problemas del
desarrollo
sostenible de los peque¤os Estados insulares en desarrollo.  Para ello es
necesario:

     a)   Aprobar y aplicar planes y programas para apoyar el desarrollo
sostenible y la utilizaci¢n de sus recursos marinos y costeros, en particular
para satisfacer las necesidades humanas esenciales, mantener la biodiversidad
y
mejorar la calidad de la vida de los pueblos insulares;

     b)   Adoptar medidas que permitan a los peque¤os Estados insulares en
desarrollo hacer frente a los cambios ambientales de manera eficaz, creadora y
sostenible, atenuar sus repercusiones y reducir las amenazas a los recursos
marinos y costeros. 

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

17.128  Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, con la asistencia
pertinente de la comunidad internacional y sobre la base de la labor de las
organizaciones nacionales e internacionales, deber¡an tomar las medidas
siguientes:

     a)   Estudiar las caracter¡sticas ambientales y de desarrollo especiales
de
las islas peque¤as y preparar su perfil ambiental y el inventario de sus
recursos naturales, sus h bitat marinos cr¡ticos y su biodiversidad;

     b)   Desarrollar las t‚cnicas para determinar y vigilar la capacidad de
sustentaci¢n de las islas peque¤as partiendo de distintas hip¢tesis de
desarrollo y limitaciones de recursos;

     c)   Preparar planes a medio y largo plazo para el desarrollo sostenible
que destaquen la utilizaci¢n m£ltiple de los recursos, integren las
consideraciones ambientales en la planificaci¢n y las pol¡ticas econ¢micas y
sectoriales, definan las medidas encaminadas a mantener la diversidad cultural
y
biol¢gica, y conserven las especies en peligro y los h bitat marinos cr¡ticos;

     d)   Adaptar las t‚cnicas de ordenaci¢n de las zonas costeras, tales como
la planificaci¢n, los emplazamientos y las evaluaciones de los efectos en el
medio ambiente, utilizando Sistemas de Informaci¢n Geogr fica adecuados a las
caracter¡sticas especiales de las islas peque¤as, teniendo en cuenta los
valores
tradicionales y culturales de las poblaciones ind¡genas de los pa¡ses
insulares;

     e)   Examinar las disposiciones institucionales existentes y adoptar y
poner en pr ctica las reformas institucionales pertinentes que sean esenciales
para la eficaz aplicaci¢n de los planes de desarrollo sostenible, teniendo en
cuenta la coordinaci¢n intersectorial y la participaci¢n comunitaria en el
proceso de planificaci¢n;

     f)   Ejecutar planes de desarrollo sostenible que incluyan el examen y la
modificaci¢n de las pol¡ticas y pr cticas actuales que no sean sostenibles;

     g)   Con sentido de la precauci¢n y la anticipaci¢n, formular y poner en
pr ctica estrategias de respuesta racionales para hacer frente a los efectos
ambientales, sociales y econ¢micos del cambio clim tico y la elevaci¢n del
nivel
del mar, y preparar planes adecuados para esas eventualidades;

     h)   Fomentar la utilizaci¢n de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales
para
el desarrollo sostenible en los peque¤os Estados insulares en desarrollo y
determinar las tecnolog¡as que se deban excluir a causa de la amenaza que
representan para los ecosistemas insulares esenciales.

b)   Datos e informaci¢n

17.129  Se deber¡a reunir y evaluar m s informaci¢n sobre las caracter¡sticas
geogr ficas, ambientales, culturales y socioecon¢micas de las islas para
coadyuvar al proceso de planificaci¢n.  Se deber¡an ampliar las bases de datos
y
se deber¡an desarrollar sistemas de informaci¢n geogr fica y adaptarlos a las
caracter¡sticas especiales de las islas.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

17.130  Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, con la asistencia
pertinente de las organizaciones internacionales, ya sean subregionales,
regionales o mundiales, deber¡an desarrollar y fortalecer la cooperaci¢n y el
intercambio de informaci¢n interinsular, regional e interregional, que incluya
la celebraci¢n de reuniones peri¢dicas regionales y mundiales sobre el
desarrollo sostenible de dichos Estados, como la primera conferencia mundial
sobre el desarrollo sostenible de los peque¤os Estados insulares en
desarrollo,
que habr  de celebrarse en 1993.

17.131  Las organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales
o
mundiales, deben reconocer las necesidades especiales de desarrollo de los
peque¤os Estados insulares en desarrollo y otorgar la prioridad adecuada a la
prestaci¢n de asistencia, especialmente respecto de la elaboraci¢n y
aplicaci¢n
de planes de desarrollo sostenible.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

17.132  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 130 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

17.133  Se deber¡an establecer o fortalecer, seg£n proceda, centros regionales
para el desarrollo y la difusi¢n de informaci¢n cient¡fica y el asesoramiento
sobre los medios t‚cnicos y las tecnolog¡as adecuadas para los peque¤os
Estados
insulares en desarrollo, especialmente en relaci¢n con la ordenaci¢n de la
zona
costera, la zona econ¢mica exclusiva y los recursos marinos.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

17.134  Como las poblaciones de los peque¤os Estados insulares en desarrollo
no
pueden mantener todas las especializaciones necesarias, la capacitaci¢n para
la
ordenaci¢n y el desarrollo integrados de las zonas costeras deber¡a orientarse
a
formar gerentes, cient¡ficos, ingenieros y planificadores del litoral que
puedan
integrar los m£ltiples factores que han de tenerse en cuenta en la ordenaci¢n
integrada de las zonas costeras.  Se deber¡a preparar a los usuarios de
recursos
para ejercer funciones tanto de gesti¢n como de protecci¢n, para aplicar el
principio de que quien contamina paga y para apoyar la capacitaci¢n de su
personal.  Se deber¡an modificar los sistemas de ense¤anza para atender a esas
necesidades y se deber¡an elaborar programas especiales de capacitaci¢n en
materia de ordenaci¢n y desarrollo integrados de las islas.  Se deber¡a
integrar
la planificaci¢n local en los programas de estudio a todos los niveles y se
deber¡an llevar a cabo campa¤as de sensibilizaci¢n del p£blico con ayuda de
organizaciones no gubernamentales y de las poblaciones ind¡genas de las zonas
costeras.

d)             Aumento de la capacidad

17.135  La capacidad total de los peque¤os Estados insulares en desarrollo
siempre ser  limitada.  Por consiguiente, hay que reestructurar la capacidad
existente a fin de satisfacer eficientemente las necesidades inmediatas de un
desarrollo sostenible y de una ordenaci¢n integrada.  Al mismo tiempo, la
asistencia pertinente y apropiada de la comunidad internacional habr  de
encaminarse a reforzar toda la gama de los recursos humanos que se precisan
continuamente para ejecutar los planes de desarrollo sostenible.

17.136  Se deber¡an aplicar las nuevas t‚cnicas que pueden hacer aumentar el
rendimiento y la gama de capacidades de los limitados recursos humanos
existentes a fin de elevar la capacidad de las poblaciones muy peque¤as para
satisfacer sus necesidades.  Se deber¡an fomentar el desarrollo y la
aplicaci¢n
de los conocimientos tradicionales a fin de mejorar la capacidad de los pa¡ses
para lograr un desarrollo sostenible.


                                       Notas

     1/   Las referencias a la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar que figuran en el presente cap¡tulo no prejuzgan la posici¢n
de
ning£n Estado respecto de la firma o ratificaci¢n de la Convenci¢n o de la
adhesi¢n a ella.

     2/   Las referencias a la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar que figuran en el presente cap¡tulo no prejuzgan la posici¢n
de
los Estados que consideran que la Convenci¢n constituye un todo unificado.

     3/   No se interpretar  que nada que se haya estipulado en las  reas de
programas del presente cap¡tulo prejuzga los derechos de los Estados que
estuvieren involucrados en una controversia sobre soberan¡a o la delimitaci¢n
de
las zonas mar¡timas correspondientes.

                                    Cap¡tulo 18

             PROTECCION DE LA CALIDAD Y EL SUMINISTRO DE LOS RECURSOS
             DE AGUA DULCE:  APLICACION DE CRITERIOS INTEGRADOS PARA 
             EL APROVECHAMIENTO, ORDENACION Y USO DE LOS RECURSOS DE 
                                    AGUA DULCE

                                   INTRODUCCION

18.1  Los recursos de agua dulce son un componente esencial de la hidrosfera
de
la Tierra y parte indispensable de todos los ecosistemas terrestres.  El medio
de agua dulce se caracteriza por el ciclo hidrol¢gico, que incluye las
inundaciones y sequ¡as, cuyas consecuencias se han vuelto en algunas regiones
m s extremas y dram ticas durante los £ltimos a¤os.  El cambio clim tico
mundial
y la contaminaci¢n atmosf‚rica podr¡an tambi‚n tener consecuencias para los
recursos de agua dulce y su disponibilidad y, con la elevaci¢n del nivel del
mar, poner en peligro las zonas costeras bajas y los ecosistemas de las islas
peque¤as.

18.2  El agua se necesita en todos los aspectos de la vida.  El objetivo
general
es velar por que se mantenga un suministro suficiente de agua de buena calidad
para toda la poblaci¢n del planeta y preservar al mismo tiempo las funciones
hidrol¢gicas, biol¢gicas y qu¡micas de los ecosistemas, adaptando las
actividades humanas a los l¡mites de la capacidad de la naturaleza y
combatiendo
los vectores de las enfermedades relacionadas con el agua.  Es preciso contar
con tecnolog¡as innovadoras, entre ellas las tecnolog¡as locales mejoradas
para
aprovechar plenamente los recursos h¡dricos limitados y protegerlos contra la
contaminaci¢n.

18.3  La escasez generalizada de recursos de agua dulce, su destrucci¢n
gradual
y su creciente contaminaci¢n, as¡ como la implantaci¢n progresiva de
actividades
incompatibles en muchas regiones del mundo, exigen una planificaci¢n y una
ordenaci¢n integradas de los recursos h¡dricos.  Esa integraci¢n ha de abarcar
todos los tipos de masas interrelacionadas de agua dulce, tanto las aguas
superficiales como las subterr neas, y ha de tener debidamente en cuenta los
aspectos de la cantidad y calidad del agua.  Debe reconocerse el car cter
multisectorial del aprovechamiento de los recursos h¡dricos en el contexto del
desarrollo socioecon¢mico, as¡ como la utilizaci¢n de esos recursos para fines
m£ltiples como el abastecimiento de agua y el saneamiento, la agricultura, la
industria, el desarrollo urbano, la generaci¢n de energ¡a hidroel‚ctrica, la
pesca en aguas interiores, el transporte, las actividades recreativas, la
ordenaci¢n de las tierras bajas y las planicies y otras actividades.  Los
sistemas racionales de utilizaci¢n del agua para el aprovechamiento de las
fuentes de suministro de agua, sean de superficie, subterr neas u otras
posibles, deben estar apoyados por medidas concomitantes encaminadas a
conservar
el agua y reducir al m¡nimo el derroche.  Sin embargo, cuando sea necesario,
habr  de darse prioridad a las medidas de prevenci¢n y control de las
inundaciones, as¡ como al control de la sedimentaci¢n.

18.4  Los recursos de aguas transfronterizos y su utilizaci¢n revisten gran
importancia para los Estados ribere¤os.  A ese respecto, puede ser conveniente
la cooperaci¢n entre esos Estados de conformidad con los acuerdos existentes u
otros mecanismos pertinentes, teniendo en cuenta los intereses de todos los
Estados ribere¤os interesados.

18.5  Para el sector de los recursos de agua dulce se proponen las siguientes
 reas de programas:

     a)   Ordenaci¢n y aprovechamiento integrados de los recursos h¡dricos;

     b)   Evaluaci¢n de los recursos h¡dricos;

     c)   Protecci¢n de los recursos h¡dricos, la calidad del agua y los
ecosistemas acu ticos;

     d)   Abastecimiento de agua potable y saneamiento;

     e)   El agua y el desarrollo urbano sostenible;

     f)   El agua para la producci¢n sostenible de alimentos y el desarrollo
rural sostenibles;

     g)   Repercusiones del cambio clim tico en los recursos h¡dricos.


                                AREAS DE PROGRAMAS

                    A.  Ordenaci¢n y aprovechamiento integrados
                        de los recursos h¡dricos               

Bases para la acci¢n

18.6  Generalmente no se aprecia la medida en que el aprovechamiento de los
recursos h¡dricos contribuye a la productividad econ¢mica y el bienestar
social,
aunque todas las actividades sociales y econ¢micas descansan en grado sumo
sobre
el suministro y la calidad del agua potable.  Con el aumento de la poblaci¢n y
de las actividades econ¢micas, muchos pa¡ses est n llegando con rapidez a una
situaci¢n en que el agua escasea o en que su desarrollo econ¢mico se ve
obstaculizado.  El r pido crecimiento de la demanda de agua se debe en un 70%
a
80% al riego agr¡cola, algo menos de un 20% a la industria y s¢lo un 6% al
consumo dom‚stico.  Una ordenaci¢n global del agua dulce en cuanto recurso
limitado y vulnerable, y la integraci¢n de planes y programas h¡dricos
sectoriales dentro del marco de la pol¡tica econ¢mica y social nacional son
medidas que revisten la m xima importancia entre las que se adopten en el
decenio de 1990 y con posterioridad.  Sin embargo, la fragmentaci¢n de las
responsabilidades relativas al desarrollo de los recursos h¡dricos entre
diversos organismos sectoriales est  constituyendo un obst culo a£n mayor de
lo
que se pensaba para promover una ordenaci¢n integrada de dichos recursos.  Se
requieren mecanismos eficaces de ejecuci¢n y coordinaci¢n.

Objetivos

18.7  El objetivo global es satisfacer las necesidades de agua dulce de todos
los pa¡ses para su desarrollo sostenible.

18.8  La ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos se basa en la
percepci¢n
de que el agua es parte integrante del ecosistema, un recurso natural y un
bien
social y bien econ¢mico cuya cantidad y calidad determinan la naturaleza de su
utilizaci¢n.  Con tal fin, hay que proteger esos recursos, teniendo en cuenta
el
funcionamiento de los ecosistemas acu ticos y el car cter perenne del recurso
con miras a satisfacer y conciliar las necesidades de agua en las actividades
humanas.  En el aprovechamiento y el uso de los recursos h¡dricos ha de darse
prioridad a la satisfacci¢n de las necesidades b sicas y a la protecci¢n de
los
ecosistemas.  Sin embargo, una vez satisfechas esas necesidades los usuarios
del
agua tienen que pagar unas tarifas adecuadas.

18.9  La ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos, incluida la
integraci¢n
de los aspectos relativos a las tierras y a las aguas, tendr¡a que hacerse a
nivel de cuenca o subcuenca de captaci¢n.  Deber¡an perseguirse cuatro
objetivos
principales, a saber:

     a)   Promover un enfoque din mico, interactivo, iteractivo y
multisectorial
de la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos, incluidas la protecci¢n y la
determinaci¢n de posibles fuentes de abastecimiento de agua dulce, que abarque
consideraciones tecnol¢gicas, econ¢micas, ambientales y sanitarias;

     b)   Planificar la utilizaci¢n, protecci¢n, conservaci¢n y ordenaci¢n
sostenibles y racionales de los recursos h¡dricos con arreglo a las
necesidades
y prioridades de la colectividad dentro del marco de la pol¡tica de desarrollo
econ¢mico nacional;

     c)   Elaborar, aplicar y evaluar proyectos y programas que sean tanto
econ¢micamente eficientes como socialmente adecuados dentro de unas
estrategias
definidas con claridad y basadas en un enfoque de plena participaci¢n p£blica,
incluida la de la mujer, la juventud, las poblaciones ind¡genas y las
comunidades locales en las medidas y decisiones sobre la ordenaci¢n del agua;

     d)   Determinar y fortalecer o implantar, seg£n sea necesario, en
particular en los pa¡ses en desarrollo, los mecanismos institucionales,
jur¡dicos y financieros adecuados para lograr que la pol¡tica sobre los
recursos
h¡dricos y su ejecuci¢n sean un catalizador del progreso social y el
crecimiento
econ¢mico sostenibles.

18.10  Cuando se trate de recursos h¡dricos transfronterizos, ser  necesario
que
los Estados ribere¤os formulen estrategias relativas a esos recursos, preparen
programas de acci¢n para su utilizaci¢n y tengan en cuenta, cuando proceda, la
armonizaci¢n de esas estrategias y programas de acci¢n.

18.11  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los
objetivos
siguientes:

     a)   Para el a¤o 2000:

     i)   Haber elaborado e iniciado programas de acci¢n nacionales con costos
y
          metas determinados, y haber establecido las estructuras
          institucionales y los instrumentos jur¡dicos apropiados;

    ii)   Haber establecido programas eficaces de aprovechamiento del agua
para
          lograr sistemas sostenibles de aprovechamiento de los recursos;

     b)   Para el a¤o 2025:

     i)   Haber alcanzado las metas subsectoriales de todas las  reas de
          programas sobre el agua dulce.

Se entiende que el logro de los objetivos cuantificados en los incisos i) y
ii) supra depender  de los recursos financieros nuevos y adicionales que se
faciliten a los pa¡ses en desarrollo de conformidad con las disposiciones
pertinentes de la resoluci¢n 44/228 de la Asamblea General.

Actividades

18.12  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y 
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las
siguientes actividades para mejorar la ordenaci¢n integrada de los recursos
h¡dricos:

     a)   Formular planes de acci¢n y programas de inversi¢n nacionales con
costos calculados y metas fijadas;

     b)   Integrar medidas de protecci¢n y conservaci¢n de posibles fuentes de
abastecimiento de agua dulce, entre ellas la catalogaci¢n de los recursos
correspondientes, con una planificaci¢n de los usos de la tierra, la
utilizaci¢n
de los bosques, la protecci¢n de las laderas de la monta¤as y las m rgenes de
los r¡os y otras actividades pertinentes de aprovechamiento y conservaci¢n;

     c)   Desarrollar bases de datos interactivos, modelos para previsiones,
modelos de planificaci¢n econ¢mica y m‚todos de ordenaci¢n y planificaci¢n de
los recursos h¡dricos, entre ellos m‚todos de evaluaci¢n del impacto
ambiental;

     d)   Optimizar la asignaci¢n de los recursos h¡dricos dentro de las
limitaciones f¡sicas y socioecon¢micas;

     e)   Aplicar las decisiones relativas a la asignaci¢n de recursos
mediante
gesti¢n de la demanda, mecanismos de fijaci¢n de precios y medidas de
reglamentaci¢n;

     f)   Luchar contra las inundaciones y las sequ¡as, mediante, entre otras
cosas, el an lisis de riesgos y la evaluaci¢n de las consecuencias sociales y
ambientales;

     g)   Promover planes de utilizaci¢n racional del agua mediante una mayor
conciencia p£blica, programas de educaci¢n y la imposici¢n de tarifas de
consumo
y otros instrumentos econ¢micos;

     h)   Movilizar los recursos h¡dricos, sobre todo en las zonas  ridas y
semi ridas;

     i)   Fomentar la cooperaci¢n internacional en la investigaci¢n cient¡fica
sobre los recursos de agua dulce;

     j)   Desarrollar fuentes nuevas y alternativas de suministro de agua
tales
como la desalaci¢n del agua de mar, la reposici¢n artificial de aguas
subterr neas, la utilizaci¢n de agua de escasa calidad, el aprovechamiento de
aguas residuales y el reciclaje del agua;

     k)   Integrar la ordenaci¢n de la cantidad y calidad de los recursos
h¡dricos, incluidas las aguas superficiales y subterr neas;

               l)   Promover la conservaci¢n del agua mediante mejores y m s
eficaces
planes de aprovechamiento y de reducci¢n al m¡nimo del derroche con
participaci¢n de todos los usuarios, con el desarrollo, entre otros aspectos,
de
mecanismos para ahorrar agua;

     m)   Apoyar a los grupos de usuarios de agua a fin de optimizar la
ordenaci¢n de los recursos h¡dricos locales;

     n)   Arbitrar t‚cnicas de participaci¢n del p£blico y aplicarlas en la
adopci¢n de decisiones, en particular fortaleciendo el papel de la mujer en la
planificaci¢n y ordenaci¢n de los recursos h¡dricos;

     o)   Desarrollar y reforzar, seg£n proceda, la cooperaci¢n, incluidos los
mecanismos cuando proceda, a todos los niveles pertinentes, a saber:

     i)   En el m s bajo nivel pertinente, delegando la ordenaci¢n de los
          recursos h¡dricos, en general, en ese nivel, de acuerdo con la
          legislaci¢n nacional, incluida la descentralizaci¢n de los servicios
          gubernamentales, que pasar¡an a depender de las autoridades locales,
          las empresas privadas y las comunidades;

    ii)   En el plano nacional, mediante una planificaci¢n y ordenaci¢n
          integrada de los recursos h¡dricos dentro del marco del proceso de
          planificaci¢n nacional y, cuando proceda, con el establecimiento de
          una reglamentaci¢n y supervisi¢n independientes del agua dulce,
          basadas en la legislaci¢n nacional y en medidas econ¢micas;

   iii)   En el plano regional, considerando la posibilidad de armonizar,
cuando
          proceda, las estrategias y los programas de acci¢n nacionales;

    iv)   En el plano mundial, mediante una mejor delimitaci¢n de las
          responsabilidades, la divisi¢n del trabajo y la coordinaci¢n de
          organizaciones y programas internacionales, facilitando los
          intercambios de pareceres y experiencias en esferas relacionadas con
          la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos;

     p)   Difundir informaci¢n, as¡ como directrices operacionales, y promover
la educaci¢n de los usuarios del agua mediante, entre otras cosas, la
consideraci¢n por las Naciones Unidas de la posibilidad de proclamar un D¡a
Mundial del Agua.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.13  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 115 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.14  Desarrollar bases de datos interactivas, m‚todos de previsi¢n y modelos
de planificaci¢n econ¢mica apropiados para la ordenaci¢n de los recursos
h¡dricos de un modo eficiente y sostenible obligar  a aplicar t‚cnicas nuevas,
tales como sistemas de informaci¢n geogr fica y sistemas de expertos que
re£nan,
asimilen, analicen y difundan informaci¢n multisectorial y que permitan tomar
las mejores decisiones posibles.  Adem s, impulsar fuentes nuevas y
alternativas
de abastecimiento de agua y tecnolog¡as de bajo costo para su aprovechamiento
exigir  una investigaci¢n aplicada innovadora.  Tal cosa obligar  a
transferir,
adaptar y difundir t‚cnicas y tecnolog¡a nuevas entre pa¡ses en desarrollo,
as¡
como a desarrollar la capacidad end¢gena, para que puedan afrontar la
dimensi¢n
a¤adida de la integraci¢n de los aspectos t‚cnicos, econ¢micos, ambientales y
sociales de la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos y la predicci¢n de las
consecuencias en t‚rminos de los efectos sobre el hombre.

18.15  Del reconocimiento del hecho de que el agua constituye un bien
econ¢mico
y social se desprende que habr  que evaluar m s a fondo y comprobar sobre el
terreno las diversas opciones disponibles para cobrar tarifas a los usuarios
del
agua (incluidos los hogares, las zonas urbanas y los grupos de usuarios de
agua
industrial y agr¡cola).  Habr  que desarrollar a£n m s en los instrumentos
econ¢micos que tengan presentes los costos de oportunidad y los efectos en el
medio ambiente.  En  mbitos rurales y urbanos deber¡a estudiarse sobre el
terreno la predisposici¢n de los usuarios a pagar.

18.16  El aprovechamiento y la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos deber¡a
planificarse de manera integrada, teniendo presentes las necesidades de
planificaci¢n a largo plazo as¡ como las de plazo m s corto, esto es, deber¡an
tener en cuenta consideraciones ambientales, econ¢micas y sociales basadas en
el
principio de sostenibilidad; incluir las necesidades de todos los usuarios as¡
como tambi‚n las relacionadas con la prevenci¢n y atenuaci¢n de los riesgos
relacionados con el agua; y ser parte integrante del proceso de planificaci¢n
del desarrollo socioecon¢mico.  Un requisito de la ordenaci¢n sostenible del
agua, en cuanto recurso escaso vulnerable, es la obligaci¢n de que se
reconozcan, en todas las actividades de planificaci¢n y aprovechamiento, sus
costos integrales.  En la planificaci¢n deber¡an considerarse los beneficios
de
la inversi¢n y los costos de protecci¢n ambiental y de explotaci¢n, as¡ como
los
costos de oportunidad en funci¢n del aprovechamiento alternativo m s valioso
del
agua.  El cobro efectivo de tarifas no tiene que gravar, por necesidad, a
todos
los beneficiarios con las consecuencias de esas consideraciones.  Sin embargo
los mecanismos de cobro deben reflejar en todo lo posible el costo real del
agua, cuando ‚sta se utiliza como bien econ¢mico, y la capacidad de pago de
las
comunidades.

18.17  La funci¢n del agua como bien econ¢mico y social y base de la vida
deber¡a reflejarse en los mecanismos de gesti¢n de la demanda, y tenerse en
cuenta mediante la conservaci¢n y reaprovechamiento del agua; la evaluaci¢n de
los recursos; y los instrumentos financieros.

18.18  En la nueva fijaci¢n de prioridades respecto a las estrategias de
inversiones privadas y p£blicas se deben tener en cuenta:  a) la utilizaci¢n
m xima de los proyectos existentes por medio de su mantenimiento,
rehabilitaci¢n
y funcionamiento ¢ptimo; b) las tecnolog¡as limpias, nuevas o alternativas; y
c) la producci¢n de energ¡a hidroel‚ctrica en forma compatible con los
aspectos
ambientales y sociales.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.19  Para delegar la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos al nivel m s bajo
pertinente se requiere educar y formar al personal correspondiente en todos
los
planos y es preciso conseguir que la mujer participe en condiciones de
igualdad
en los programas de ense¤anza y formaci¢n.  Hay que poner sobre todo el acento
en la introducci¢n de t‚cnicas de participaci¢n p£blica, incluido un mayor
papel
de la mujer, la juventud, las poblaciones ind¡genas, las comunidades locales. 
Los conocimientos relacionados con las diversas funciones de la ordenaci¢n del
agua tambi‚n tendr n que ser fomentados por las administraciones municipales y
los organismos de ordenaci¢n del agua, as¡ como en el sector privado, las
organizaciones no gubernamentales locales y nacionales, las cooperativas, las
empresas y otros grupos de usuarios de agua.  Tambi‚n es necesario educar al
p£blico acerca de la importancia del agua y de su ordenaci¢n adecuada.

18.20  Para dar cumplimiento a estos principios, las comunidades deben
disponer
de la capacidad suficiente.  Quienes establecen el marco para el
aprovechamiento
y la ordenaci¢n del agua a cualquier nivel, sea ‚ste internacional, nacional o
local, deben asegurarse de que existen los medios necesarios para crear o
aumentar dicha capacidad.  Estos medios ser n diferentes seg£n los casos,
aunque
de ordinario abarcar n:

     a)   Programas de sensibilizaci¢n, que incluyan, entre otras cosas, el
fomento de un mayor compromiso y del apoyo en todos los niveles y la
iniciaci¢n
de medidas de acci¢n a escala mundial y local para fomentar tales programas;

     b)   Formaci¢n de administradores de los recursos h¡dricos a todos los
niveles, de manera que comprendan debidamente todos los elementos necesarios
para la adopci¢n de decisiones;

     c)   Fortalecimiento de la capacidad de formaci¢n profesional de los
pa¡ses
en desarrollo;

     d)   Formaci¢n apropiada de los profesionales necesarios, entre ellos los
trabajadores de los servicios de extensi¢n;

     e)   Mejora de las estructuras de carrera;

     f)   Compartimiento de los conocimientos y la tecnolog¡a apropiados,
tanto
para la reuni¢n de datos como para la realizaci¢n del desarrollo planificado,
incluidas las tecnolog¡as no contaminantes y los conocimientos necesarios para
obtener los mejores resultados del actual sistema de inversiones. 

d)   Aumento de la capacidad

18.21  Habr¡a que examinar y desarrollar la capacidad institucional de
ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos cuando exista una demanda clara.

Las estructuras administrativas existentes muchas veces ser n muy capaces de
ordenar los recursos locales de agua, pero quiz  sean necesarias instituciones
nuevas basadas en la perspectiva, por ejemplo, de las cuencas fluviales, las
juntas de desarrollo comarcal y los comit‚s de comunidades locales.  Aunque la
ordenaci¢n de los recursos h¡dricos se hace a diversos niveles en el sistema
sociopol¡tico, una ordenaci¢n que responda a la demanda requiere desarrollar
instituciones pertinentes en los planos apropiados, habida cuenta de la
necesidad de integrar esa labor con la ordenaci¢n de los usos de la tierra.

18.22  Al crear un medio que propicie la ordenaci¢n adecuada en el nivel m s
bajo posible, el cometido de las administraciones p£blicas consistir , entre
otras cosas, en movilizar recursos financieros y humanos, legislar, trazar
pautas y ejercer otras funciones normativas, supervisar y evaluar el uso del
agua y la tierra, y crear oportunidades para la participaci¢n p£blica.  Los
organismos internacionales y los donantes tienen que desempe¤ar un papel
importante a fin de dar apoyo a los pa¡ses en desarrollo para crear un medio
propicio a una ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos.  Entre otras
cosas, los donantes deber¡an prestar el apoyo apropiado a organismos locales
de
los pa¡ses en desarrollo, tales como instituciones basadas en la comunidad,
organizaciones no gubernamentales y grupos de mujeres.


                      B.  Evaluaci¢n de los recursos h¡dricos

Bases para la acci¢n

18.23  La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, incluida la determinaci¢n de
posibles fuentes de agua dulce, consiste en determinar ininterrumpidamente las
fuentes, la cantidad, la fiabilidad y la calidad de los recursos de agua y de
las actividades humanas que afectan a esos recursos.  Esa evaluaci¢n es la
base
pr ctica para su ordenaci¢n sostenible y condici¢n previa para evaluar las
posibilidades de aprovecharlos.  No obstante, preocupa cada vez m s que en el
momento en que se necesita informaci¢n m s precisa y fidedigna acerca de los
recursos de agua, a los servicios hidrol¢gicos y organismos conexos les sea
m s
dif¡cil que antes proporcionar esta informaci¢n, sobre todo respecto de las
aguas subterr neas y de la calidad del agua.  Los principales obst culos son
la
falta de recursos financieros para esa evaluaci¢n, el car cter fragmentado de
los servicios hidrol¢gicos y la escasez de personal capacitado.  Al mismo
tiempo, a los pa¡ses en desarrollo cada vez les es m s dif¡cil acceder a las
tecnolog¡as avanzadas de reuni¢n y manejo de datos.  Sin embargo, la creaci¢n
de
bases nacionales de datos reviste importancia decisiva para evaluar los
recursos
h¡dricos y para mitigar los efectos de inundaciones, sequ¡as, desertificaci¢n
y
contaminaci¢n.

Objetivos

18.24  Bas ndose en el Plan de Acci¢n de Mar del Plata, esta  rea de programas
se ha prolongado durante todo el decenio de 1990 y despu‚s con el objetivo
global de velar por la evaluaci¢n y el pron¢stico de la cantidad y calidad de
los recursos h¡dricos, con el fin de estimar el volumen total disponible de
tales recursos y las posibilidades de abastecimiento futuro, determinar las
condiciones actuales de calidad, prever posibles desequilibrios entre la
oferta
y la demanda y proporcionar una base de datos cient¡fica para un uso racional
de
dichos recursos.

18.25  En consecuencia, se han fijado los cinco objetivos concretos
siguientes: 

     a)   Proporcionar a todos los pa¡ses tecnolog¡as de evaluaci¢n de los
recursos h¡dricos apropiadas a sus necesidades, independientemente de su nivel
de desarrollo, incluidos m‚todos para evaluar los efectos del cambio clim tico
sobre los recursos de agua dulce;

     b)   Conseguir que, con arreglo a sus posibilidades econ¢micas, todos los
pa¡ses asignen a la evaluaci¢n de recursos h¡dricos los medios financieros que
el valor econ¢mico y social de la informaci¢n acerca de esos recursos
justifica;

     c)   Velar por que la informaci¢n resultante de la evaluaci¢n se
aproveche
al m ximo a la hora de preparar las pol¡ticas de ordenaci¢n de los recursos
h¡dricos;

     d)   Conseguir que todos los pa¡ses tomen las disposiciones
institucionales
necesarias para velar por la reuni¢n, elaboraci¢n, almacenamiento,
recuperaci¢n
y divulgaci¢n eficiente a los usuarios de informaci¢n integrada acerca de la
calidad y la cantidad de los recursos h¡dricos disponibles en las cuencas
hidrogr ficas y los acu¡feros subterr neos;
               e)   Lograr que los organismos de evaluaci¢n de los recursos
h¡dricos
contraten y retengan en n£mero suficiente personal debidamente preparado y
calificado, proporcion ndole los servicios de capacitaci¢n y perfeccionamiento
que necesitar n para desempe¤ar sus tareas con ‚xito.

18.26  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluida la cooperaci¢n con
las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los
objetivos siguientes:

     a)   Para el a¤o 2000, haber estudiado en detalle la viabilidad de
establecer servicios de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos;

     b)   Como objetivo a largo plazo, disponer de servicios plenamente
operativos que se basen en redes hidrom‚tricas de gran densidad.

Actividades

18.27  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispogan, y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an emprender las
actividades siguientes:

     a)   Marco institucional:

     i)   Establecer marcos normativos y prioridades nacionales adecuados;

    ii)   Establecer y reforzar en todos los pa¡ses la capacidad
institucional,
          incluidas disposiciones legislativas y normativas, que sea necesaria
          para velar por una evaluaci¢n adecuada de sus recursos h¡dricos y
unos
          servicios de previsi¢n de inundaciones y sequ¡as;

   iii)   Establecer y mantener una cooperaci¢n efectiva en el plano nacional
          entre los diversos organismos encargados de la reuni¢n,
almacenamiento
          y an lisis de los datos hidrol¢gicos;

    iv)   Cooperar en la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos transfronterizos,
          con la previa conformidad de cada uno de los Estados ribere¤os
          interesados;

     b)   Sistemas de datos:

     i)   Revisar las redes actuales de reuni¢n de datos y evaluar su
idoneidad,
          incluyendo aquellas que proporcionan datos en tiempo real para
          predecir las inundaciones y sequ¡as;

    ii)   Mejorar las redes para que se ajusten a las pautas aceptadas para el
          suministro de datos sobre la cantidad y calidad de las aguas de
          superficie y subterr neas y de datos pertinentes sobre el uso de la
          tierra;

   iii)   Aplicar normas uniformes y otros medios para velar por la
          compatibilidad de los datos;

    iv)   Mejorar las instalaciones y los procedimientos que se usan para
          almacenar, elaborar y analizar los datos hidrol¢gicos y facilitar
          tales datos y las previsiones correspondientes a los posibles
          usuarios; 
               v)   Establecer bases de datos sobre la disponibilidad de todo
tipo de
          datos hidrol¢gicos en el plano nacional;

    vi)   Ejecutar operaciones de "salvamento de datos", por ejemplo,
          estableciendo registros nacionales de recursos h¡dricos;

   vii)   Aplicar t‚cnicas comprobadas y pertinentes para la elaboraci¢n de
los
          datos hidrol¢gicos;

  viii)   Obtener estimaciones de  rea a partir de datos hidrol¢gicos
concretos;

    ix)   Asimilar los datos obtenidos por control remoto y usar, cuando
          proceda, sistemas de informaci¢n geogr fica;

     c)   Difusi¢n de datos:

     i)   Determinar las necesidades de datos sobre los recursos h¡dricos para
          las diversas tareas de planificaci¢n;

    ii)   Analizar y presentar datos e informaci¢n sobre los recursos h¡dricos
          en la forma requerida para planificar y ordenar el desarrollo
          socioecon¢mico de los pa¡ses y para usar en las estrategias de
          protecci¢n ambiental y para dise¤ar y ejecutar proyectos
relacionados
          concretamente con el agua;

   iii)   Establecer previsiones y alertas de inundaciones y sequ¡as dirigidas
          al p£blico en general y a la defensa civil;

     d)   Investigaci¢n y desarrollo:

     i)   Establecer o reforzar los programas de investigaci¢n y desarrollo en
          los planos nacional, subregional, regional e internacional en apoyo
de
          las actividades de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos;

    ii)   Vigilar las actividades de investigaci¢n y desarrollo para velar por
          que aprovechen al m ximo los conocimientos y otros recursos locales
y
          que resultan apropiadas para las necesidades del pa¡s o los pa¡ses
de
          que se trate.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.28  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de la ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender 
a
unos 355 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 145 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.29  Las actividades de investigaci¢n que revisten mayor importancia son: 
a) construir modelos hidrol¢gicos globales para apoyar el an lisis de las
repercusiones del cambio clim tico y para evaluar los recursos h¡dricos a
macroescala; b) cerrar la distancia que separa a la hidrolog¡a terrestre de la
ecolog¡a en diferentes planos, tales como los procesos cr¡ticos relacionados
con
el agua que se encuentran detr s de la p‚rdida de vegetaci¢n y la degradaci¢n
de
tierras y su recuperaci¢n; y c) estudiar los procesos clave en la g‚nesis de
la calidad del agua, con el acortamiento de las diferencias que existen entre
las corrientes hidrol¢gicas y los procedimientos biogeoqu¡micos.  Los modelos
de
investigaci¢n deber¡an basarse en estudios sobre el equilibrio hidrol¢gico y
comprender tambi‚n el uso de agua para fines de consumo.  Este enfoque deber¡a
aplicarse tambi‚n, cuando proceda, a nivel de cuenca hidrogr fica.

18.30  Para evaluar los recursos h¡dricos es menester reforzar los sistemas
actuales de transmisi¢n, adaptaci¢n y difusi¢n de tecnolog¡a y desarrollar
tecnolog¡as nuevas para su uso pr ctico, as¡ como la capacidad end¢gena. 
Antes
de emprender estas actividades ser  necesario preparar cat logos de la
informaci¢n sobre recursos h¡dricos que tienen los servicios p£blicos, el
sector
privado, los centros de educaci¢n, los consultores, las organizaciones locales
de usuarios de agua y dem s.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.31  La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos exige que se establezca y
mantenga
un conjunto de personas capacitadas y motivadas en n£mero suficiente para
ejecutar las actividades anteriores.  Habr  que establecer o reforzar planes
de
educaci¢n y formaci¢n en los planos local, nacional, subregional o regional
para
velar por una oferta adecuada de ese personal capacitado.  Adem s, habr¡a que
fomentar condiciones de trabajo y perspectivas de carrera atractivas para
profesionales y t‚cnicos.  Las necesidades de recursos humanos tendr¡an que
verificarse peri¢dicamente, en todos los niveles ocupacionales.  Habr  que
preparar planes para atender a esas necesidades mediante posibilidades de
educaci¢n y formaci¢n, y con programas internacionales de cursos y
conferencias.

18.32  Habida cuenta de la particular importancia de contar con personas bien
preparadas para la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos y las previsiones
hidrol¢gicas, los asuntos de personal deber¡an recibir especial atenci¢n en
esta
 rea de programas.  El objetivo deber¡a ser atraer y mantener personal que
trabaje en la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, en n£mero suficiente y con
el
nivel de formaci¢n adecuado para velar por la ejecuci¢n eficaz de las
actividades que se planifiquen.  Puede requerirse ense¤anza en los planos
nacional e internacional; la creaci¢n de condiciones de empleo adecuadas ser 
una responsabilidad nacional.

18.33  Se recomiendan las medidas siguientes:

     a)   Determinar las necesidades en materia de ense¤anza y formaci¢n que
correspondan a las necesidades concretas de los pa¡ses;

     b)   Establecer y reforzar programas de ense¤anza y formaci¢n sobre temas
relacionados con el agua, en un contexto que tenga en cuenta el medio ambiente
y
el desarrollo, para todas las categor¡as del personal que participa en las
actividades de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, utilizando para ello
tecnolog¡a educativa moderna cuando sea necesario, y velando por que
intervengan
tanto hombres como mujeres;

     c)   Establecer pol¡ticas racionales de contrataci¢n, gesti¢n de personal
y
remuneraci¢n para los funcionarios de los organismos nacionales y locales
encargados del agua.

d)             Aumento de la capacidad

18.34  La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos basada en redes hidrom‚tricas
nacionales operativas requiere un medio propicio en todos los planos.  Para
fomentar la capacidad de cada pa¡s se necesitan actividades de apoyo a nivel
nacional consistentes en:

     a)   Revisar el ordenamiento legislativo y normativo de la evaluaci¢n de
los recursos h¡dricos;

     b)   Facilitar una colaboraci¢n estrecha entre los organismos del sector
del agua, particularmente entre productores y usuarios de informaci¢n;

     c)   Aplicar pol¡ticas de ordenaci¢n del agua basadas en evaluaciones
realistas de las condiciones y tendencias de los recursos h¡dricos;

     d)   Reforzar la capacidad de gesti¢n de los grupos de usuarios del agua,
entre ellos las mujeres, los j¢venes, las poblaciones ind¡genas y las
comunidades locales, para mejorar su utilizaci¢n eficiente en el plano local.


                C.  Protecci¢n de los recursos h¡dricos, la calidad
                    del agua y los ecosistemas acu ticos           

Bases para la acci¢n

18.35  El agua dulce es un recurso indivisible.  El aprovechamiento a largo
plazo de los recursos mundiales de agua dulce requiere una ordenaci¢n global y
un reconocimiento de la interrelaci¢n de los elementos relacionados con el
agua
dulce y su calidad.  Hay pocas regiones del mundo en que todav¡a no haya
problemas por p‚rdida de fuentes potenciales de agua dulce, degradaci¢n de la
calidad del agua y contaminaci¢n de las aguas superficiales y subterr neas. 
Los
aspectos que m s influyen en la calidad del agua de r¡os y lagos son, en orden
de importancia variable seg£n las distintas situaciones, el vertido de aguas
residuales dom‚sticas mal tratadas, los controles inadecuados de los desechos
industriales, las p‚rdidas y destrucci¢n de las zonas de captaci¢n, la
ubicaci¢n
imprudente de las f bricas, la deforestaci¢n, la agricultura migratoria y los
malos m‚todos de cultivo.  Estas circunstancias producen la lixiviaci¢n de
nutrientes y plaguicidas.  Los ecosistemas acu ticos se ven perturbados y los
recursos vivos de agua dulce amenazados.  En determinadas circunstancias,
tambi‚n influyen en los ecosistemas acu ticos los proyectos de explotaci¢n de
los recursos h¡dricos, como las grandes presas, la desviaci¢n del curso de los
r¡os y los sistemas de riego.  La erosi¢n, la sedimentaci¢n, la deforestaci¢n
y
la desertificaci¢n han tenido por consecuencia un aumento de la degradaci¢n de
las tierras, y la creaci¢n de embalses ha surtido, en algunos casos, efectos
negativos sobre los ecosistemas.  Muchos de esos problemas han surgido debido
a
un modelo de desarrollo que destruye el medio ambiente por la falta de
conocimientos y de educaci¢n del p£blico en cuanto a la protecci¢n de los
recursos h¡dricos superficiales y subterr neos.  Los efectos sobre la ecolog¡a
y
la salud humana son las consecuencias mensurables, aunque en la mayor¡a de los
pa¡ses en desarrollo los medios de que se dispone para vigilarlos son muy
insuficientes o inexistentes.  Hay un desconocimiento general de los v¡nculos
existentes entre el aprovechamiento, la ordenaci¢n, la utilizaci¢n y el
tratamiento de los recursos h¡dricos y los ecosistemas acu ticos.  En los
casos
apropiados, es imprescindible adoptar un enfoque preventivo a fin de evitar
posteriores medidas costosas de rehabilitaci¢n, tratamiento y aprovechamiento
de
nuevas fuentes de agua.

Objetivos

18.36  La compleja interconexi¢n de los sistemas de agua dulce exige una
ordenaci¢n global de dichos recursos (basado en la ordenaci¢n de las cuencas
hidrogr ficas) y ha de fundarse en un examen equilibrado de las necesidades de
la poblaci¢n y del medio ambiente.  En el Plan de Acci¢n de Mar del Plata ya
se
reconoci¢ la vinculaci¢n intr¡nseca entre los proyectos de explotaci¢n de los
recursos h¡dricos y las importantes repercusiones de car cter f¡sico, qu¡mico,
biol¢gico, sanitario y socioecon¢mico.  En aquel momento se determin¢ que el
objetivo de salud ambiental general ser¡a el siguiente:  "evaluar las
consecuencias que las distintas utilizaciones del agua tienen en el medio
ambiente, apoyar las medidas encaminadas a controlar las enfermedades
relacionadas con el agua y proteger los ecosistemas" 1/.

18.37  Se han subestimado durante mucho tiempo el alcance y la gravedad de la
contaminaci¢n de las zonas no saturadas y de los acu¡feros a causa de la
relativa inaccesibilidad de ‚stos y de la falta de informaci¢n fiable sobre
los
sistemas de acu¡feros.  La protecci¢n de las aguas subterr neas es, por
consiguiente, un elemento imprescindible de la ordenaci¢n de los recursos
h¡dricos.

18.38  Habr  que tratar de alcanzar simult neamente tres objetivos para
incluir
los elementos de la calidad del agua en la ordenaci¢n de los recursos
h¡dricos:

     a)   Mantenimiento de la integridad de los ecosistemas de acuerdo con el
principio de ordenaci¢n de preservar los ecosistemas acu ticos, incluidos los
recursos vivos, y de protegerlos eficazmente de toda forma de degradaci¢n;

     b)   Protecci¢n de la salud p£blica, tarea que no s¢lo requerir 
suministrar agua potable libre de g‚rmenes pat¢genos, sino tambi‚n luchar
contra
los vectores de enfermedades en el medio acu tico;

     c)   Desarrollo de los recursos humanos, clave para fomentar la capacidad
y
requisito para el control de la calidad del agua.

18.39  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los
objetivos
siguientes:

     a)   Determinar los recursos de agua superficiales y subterr neas que
podr¡an desarrollarse para su aprovechamiento de manera sostenible y otros
importantes recursos dependientes del agua que se puedan aprovechar y, al
mismo
tiempo, iniciar programas para la protecci¢n, conservaci¢n y aprovechamiento
racional y sostenible de esos recursos; 

     b)   Determinar todas las fuentes posibles de abastecimiento de agua y
preparar planes para su protecci¢n, conservaci¢n y uso racional;

     c)   Iniciar programas eficaces de prevenci¢n y control de la
contaminaci¢n
del agua, basados en una combinaci¢n adecuada de estrategias para reducir la
contaminaci¢n en su origen mismo, evaluaciones del impacto ambiental, y normas
obligatorias aplicables a descargas de fuentes puntuales importantes y fuentes
no puntuales de alto riesgo, que sean proporcionales a su desarrollo
socioecon¢mico;

               d)   Participar, tanto como proceda, en programas
internacionales de
vigilancia y ordenaci¢n de la calidad del agua, como el Programa mundial de
vigilancia de la calidad del agua, el Programa del PNUMA de ordenaci¢n
ecol¢gicamente racional de las aguas interiores, los organismos regionales de
la
FAO sobre la pesca en aguas continentales, o el Convenio sobre las marismas de
importancia internacional, especialmente como h bitat de aves acu ticas;

     e)   Reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua,
empezando con la erradicaci¢n de la dracunculosis (enfermedad del gusano de
Guinea) y de la oncocercosis (ceguera de los r¡os) para el a¤o 2000;

     f)   Establecer, seg£n su capacidad y sus necesidades, criterios de
calidad
biol¢gica, m‚dica, f¡sica y qu¡mica para todas las masas de agua (aguas
superficiales y subterr neas), con miras a mejorar constantemente su calidad;

     g)   Adoptar un enfoque integrado de la ordenaci¢n ecol¢gicamente
sostenible de los recursos h¡dricos que incluya la protecci¢n de los
ecosistemas
acu ticos y los recursos vivos de agua dulce;

     h)   Aplicar estrategias para la ordenaci¢n ecol¢gicamente racional de
los
recursos de agua dulce y ecosistemas costeros conexos, mediante, entre otras
cosas, el examen de las pesquer¡as, la acuicultura, los pastos, las
actividades
agr¡colas y la biodiversidad.

Actividades

18.40  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las
actividades siguientes:

     a)   Protecci¢n y conservaci¢n de los recursos h¡dricos:

     i)   Establecer y reforzar la capacidad t‚cnica e institucional para
          determinar y proteger las posibles fuentes de abastecimiento de agua
          en todos los sectores de la sociedad;

    ii)   Determinar posibles fuentes de abastecimiento de agua y preparar
          perfiles nacionales;

   iii)   Elaborar planes nacionales para proteger y conservar los recursos
          h¡dricos;

    iv)   Rehabilitar zonas de captaci¢n importantes y degradadas, sobre todo
en
          las islas peque¤as;

     v)   Fortalecer las disposiciones administrativas y legislativas para
          impedir intromisiones en las zonas de captaci¢n existentes y
          utilizables en potencia;

     b)   Control y prevenci¢n de la contaminaci¢n del agua:

     i)   Aplicar, cuando proceda, a todos los tipos de fuentes, el principio
de
          que quien contamina paga, as¡ como el saneamiento in situ y ex situ;

    ii)             Promover la construcci¢n de instalaciones de tratamiento
para las
          aguas servidas dom‚sticas y efluentes industriales y desarrollar
          tecnolog¡as apropiadas, teniendo en cuenta los m‚todos aut¢ctonos y
          tradicionales v lidos;

   iii)   Establecer normas para el vertido de efluentes y para las aguas que
          los reciben;

    iv)   Introducir, cuando proceda, el criterio de precauci¢n en la
ordenaci¢n
          de la calidad del agua, prestando especial atenci¢n a la m xima
          reducci¢n posible y prevenci¢n de la contaminaci¢n mediante el
empleo
          de nuevas tecnolog¡as, el cambio de productos y procesos, la
reducci¢n
          de la contaminaci¢n en su origen, el reaprovechamiento, reciclaje,
          recuperaci¢n, tratamiento y eliminaci¢n sin riesgo ecol¢gico de los
          efluentes;

     v)   Evaluar obligatoriamente el impacto ambiental de todos los
principales
          proyectos de aprovechamiento de recursos h¡dricos que puedan
          perjudicar la calidad de la misma y los ecosistemas acu ticos,
          juntamente con la formulaci¢n de medidas correctivas apropiadas y un
          control reforzado de las instalaciones industriales nuevas, los
          vertederos de residuos s¢lidos y los proyectos de desarrollo de la
          infraestructura;

    vi)   Aplicar la evaluaci¢n y gesti¢n de riesgos para adoptar decisiones
en
          este campo y conseguir que ‚stas se acaten;

   vii)   Determinar y aplicar los mejores m‚todos ambientales para evitar la
          contaminaci¢n difusa, a saber, mediante un uso limitado, racional y
          planificado de los fertilizantes nitrogenados y otros productos
          agroqu¡micos (plaguicidas, herbicidas) en los cultivos;

  viii)   Fomentar y promover la utilizaci¢n de aguas residuales debidamente
          tratadas y purificadas en la agricultura, acuicultura, industria y
          otros sectores;

     c)   Desarrollo y aplicaci¢n de tecnolog¡as no contaminantes:

     i)   Controlar los vertidos de desechos industriales, utilizando, entre
          otras, t‚cnicas de producci¢n que generen pocos desechos y t‚cnicas
de
          recirculaci¢n del agua, de manera integrada y mediante la aplicaci¢n
          de medidas cautelares derivadas de un an lisis amplio del ciclo
vital;

    ii)   Tratar aguas residuales municipales para su utilizaci¢n sin riesgos
en
          la agricultura y la acuicultura;

   iii)   Perfeccionar biotecnolog¡as, entre otras cosas, para el tratamiento
de
          desechos, la producci¢n de biofertilizantes y otras actividades;

    iv)   Desarrollar m‚todos apropiados para combatir la contaminaci¢n del
          agua, teniendo en cuenta las pr cticas tradicionales y aut¢ctonas
          v lidas;

     d)   Protecci¢n de las aguas subterr neas:

     i)   Desarrollar m‚todos de cultivo que no degraden las aguas
subterr neas;

    ii)             Aplicar las medidas necesarias para mitigar la intrusi¢n
salina en
          acu¡feros de islas peque¤as y llanuras costeras a consecuencia de la
          elevaci¢n del nivel del mar o de una explotaci¢n excesiva de los
          acu¡feros costeros;

   iii)   Prevenir la contaminaci¢n de los acu¡feros mediante el control de
las
          sustancias t¢xicas que impregnan el terreno y el establecimiento de
          zonas de protecci¢n en  reas de filtraci¢n y absorci¢n de aguas
          subterr neas;

    iv)   Dise¤ar vertederos y proceder a su ordenaci¢n bas ndose en
informaci¢n
          hidrogeol¢gica viable y en la evaluaci¢n de las consecuencias,
          utilizando la mejor tecnolog¡a aplicable de que se disponga;

     v)   Promover medidas encaminadas a mejorar la seguridad e integridad de
          las zonas de pozos y manantiales para reducir la intrusi¢n de
agentes
          pat¢genos biol¢gicos y productos qu¡micos peligrosos en los
acu¡feros;

    vi)   Vigilar la calidad del agua, seg£n sea necesario, en lo que respecta
a
          las aguas superficiales y subterr neas que pudieran verse afectadas
          por vertederos que contengan materiales t¢xicos y peligrosos;

     e)   Protecci¢n de ecosistemas acu ticos:

     i)   Rehabilitar masas de agua contaminadas o degradadas a fin de
          restablecer h bitat y ecosistemas acu ticos;

    ii)   Ejecutar programas de rehabilitaci¢n de tierras agr¡colas y
dedicadas
          a otros usos, tomando medidas equivalentes para proteger y utilizar
          los recursos de aguas subterr neas importantes para la productividad
          agr¡cola y para la biodiversidad de los tr¢picos;

   iii)   Conservar y proteger las zonas pantanosas (por su importancia
          ecol¢gica y como h bitat de muchas especies), teniendo en cuenta los
          factores sociales y econ¢micos;

    iv)   Controlar las especies acu ticas nocivas que pueden destruir otras
          especies acu ticas;

     f)   Protecci¢n de los recursos vivos de agua dulce:

     i)   Controlar y vigilar la calidad del agua para permitir el desarrollo
          sostenible de la pesca en aguas interiores;

    ii)   Proteger los ecosistemas contra la contaminaci¢n y la degradaci¢n
para
          poder desarrollar proyectos de acuicultura en agua dulce;

     g)   Vigilancia y supervisi¢n de los recursos h¡dricos y de las aguas a
las
que se vierten desechos:

     i)   Establecer redes para vigilar y supervisar constantemente las aguas
a
          las que se vierten desechos y las fuentes localizadas y difusas de
          contaminaci¢n;

    ii)   Promover y ampliar la aplicaci¢n de las evaluaciones del impacto
          ambiental que formen parte de sistemas de informaci¢n geogr fica;

   iii)             Vigilar las fuentes de contaminaci¢n para mejorar la
observancia de
          normas y disposiciones y para regular la concesi¢n de permisos de
          vertidos;

    iv)   Vigilar la utilizaci¢n de productos qu¡micos en la agricultura que
          puedan ser perjudiciales para el medio ambiente;

     v)   Utilizar la tierra de manera racional para impedir su degradaci¢n y
          erosi¢n y el atarquinamiento de los lagos y otras masas acu ticas;

     h)   Elaboraci¢n de los instrumentos jur¡dicos nacionales e
internacionales
que se requieran para proteger la calidad de los recursos h¡dricos, seg£n
convenga, en particular para:

     i)   Vigilar y controlar la contaminaci¢n y sus efectos en las aguas
          nacionales y transfronterizas;

    ii)   Luchar contra el transporte atmosf‚rico de contaminantes a larga
          distancia;

   iii)   Combatir los vertidos accidentales o deliberados en las masas de
agua
          nacionales o transfronterizas;

    iv)   Realizar evaluaciones del impacto ambiental.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.41  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 340 millones de d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.42  Los Estados deber¡an ejecutar proyectos de investigaci¢n conjuntos para
arbitrar soluciones a los problemas t‚cnicos que se ajusten a las condiciones
de
cada cuenca o pa¡s.  Los Estados deber¡an considerar la posibilidad de
reforzar
y desarrollar centros de investigaci¢n vinculados mediante redes y con el
apoyo
de los institutos regionales de investigaci¢n pertinentes.  Habr¡a que
impulsar
activamente una vinculaci¢n Norte-Sur de los centros de investigaci¢n y de los
estudios sobre el terreno por parte de las instituciones internacionales que
investigan el agua.  Es importante que al menos un porcentaje m¡nimo de los
fondos que se destinan al aprovechamiento de recursos h¡dricos se asigne a la
investigaci¢n y el desarrollo, particularmente en proyectos financiados por
fuentes externas.

18.43  Vigilar y evaluar sistemas acu ticos complejos requiere muchas veces
estudios multidisciplinarios con participaci¢n de varias instituciones y de
cient¡ficos de diversas disciplinas en un programa conjunto.  Los programas
internacionales sobre la calidad del agua, tales como GEMS/WATER, deber¡an
orientarse hacia el estudio de la calidad del agua en los pa¡ses en
desarrollo. 
Habr¡a que formular programas de inform tica de f cil uso y crear sistemas de
informaci¢n geogr fica y una base de datos sobre recursos mundiales con el fin
de manejar, analizar e interpretar los datos de la vigilancia y preparar las
estrategias de ordenaci¢n.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.44  El personal profesional y directivo deber¡a adoptar planteamientos
innovadores para atender a necesidades y problemas que cambian constantemente.

Habr¡a que dar muestras de flexibilidad y adaptabilidad respecto a las nuevas
cuestiones relacionadas con la contaminaci¢n del agua.  Deber¡an ejecutarse
peri¢dicamente actividades de capacitaci¢n en todos los planos dentro de las
organizaciones encargadas del control de la calidad del agua, y adoptarse
t‚cnicas de ense¤anza innovadoras para aspectos espec¡ficos de la vigilancia y
el control de la calidad de agua, como el desarrollo de conocimientos en
materia
de formaci¢n, la capacitaci¢n en el empleo, seminarios donde se planteen y
resuelvan problemas y cursillos de perfeccionamiento.

18.45  Entre los enfoques adecuados figuran el aprovechamiento y
perfeccionamiento de los recursos humanos de que disponen las autoridades
locales para la administraci¢n de la protecci¢n, el tratamiento y la
utilizaci¢n
del agua, sobre todo en zonas urbanas, y el establecimiento de cursos t‚cnicos
regionales sobre los temas de protecci¢n y control de la calidad del agua en
los
actuales centros, y cursos de educaci¢n o formaci¢n sobre protecci¢n y
conservaci¢n de recursos h¡dricos para t‚cnicos de laboratorio as¡ como sobre
el
terreno, y para mujeres y otros grupos de usuarios del agua.

d)   Aumento de la capacidad

18.46  La protecci¢n efectiva de los recursos y ecosistemas acu ticos contra
la
contaminaci¢n requiere mejorar bastante la capacidad actual de casi todos los
pa¡ses.  Los programas de control de la calidad del agua exigen un m¡nimo de
infraestructura y personal para hallar y llevar a la pr ctica soluciones 
t‚cnicas y aplicar disposiciones normativas.  Uno de los problemas
fundamentales
de hoy y del futuro es c¢mo hacer funcionar de un modo sostenido y mantener
tales instalaciones.  Con el fin de no dejar que los recursos obtenidos con
inversiones anteriores se deterioren a£n m s, es preciso tomar medidas
inmediatamente en varias esferas.

                 D.  Abastecimiento de agua potable y saneamiento

Bases para la acci¢n

18.47  El suministro de agua potable y el saneamiento ambiental son vitales
para
la protecci¢n del medio ambiente, el mejoramiento de la salud y la mitigaci¢n
de
la pobreza.  El agua potable tambi‚n es fundamental para muchas actividades
tradicionales y culturales.  Se estima que el 80% de todas las enfermedades y
m s de un tercio de los fallecimientos en los pa¡ses en desarrollo se deben al
consumo de agua contaminada y que, en promedio, hasta la d‚cima parte del
tiempo
productivo de cada persona se pierde a causa de enfermedades relacionadas con
el
agua.  Los esfuerzos combinados que se desplegaron durante el decenio de 1980
facilitaron agua y servicios de saneamiento a cientos de millones de las
personas m s pobres del mundo.  El m s destacado de esos esfuerzos fue la
iniciaci¢n en 1981 del Decenio Internacional del Agua Potable y del
Saneamiento
Ambiental, que fue consecuencia del Plan de Acci¢n de Mar del Plata aprobado
en
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, de 1977.  Se convino en
la
premisa de que "todos los pueblos, cualquiera que sea su etapa de desarrollo y
sus condiciones econ¢micas y sociales, tienen derecho al agua potable en
cantidad y calidad acordes con sus necesidades b sicas" 2/.  El objetivo del
Decenio fue facilitar para 1990 agua potable controlada y servicios de
saneamiento en las zonas urbanas y rurales que carec¡an de ellos, pero incluso
el progreso sin precedentes logrado durante el Decenio no ha sido suficiente. 
En el mundo en desarrollo una persona de cada tres todav¡a carece de esos dos
elementos imprescindibles para la salud y la dignidad.  Tambi‚n se reconoce
que
los excrementos humanos y las aguas residuales constituyen causas importantes
del deterioro de la calidad del agua en los pa¡ses en desarrollo, y que la
introducci¢n de tecnolog¡as disponibles, que sean apropiadas, y la
construcci¢n
de estaciones de depuraci¢n de aguas residuales podr¡an aportar mejoras
apreciables.

Objetivos

18.48  En la Declaraci¢n de Nueva Delhi (aprobada en la Reuni¢n Consultiva
Mundial sobre Agua Potable y el Saneamiento Ambiental en el Decenio de 1990,
celebrada en Nueva Delhi, del 10 al 14 de septiembre de 1990) se proclam¢
formalmente la necesidad de facilitar, sobre una base sostenible, el acceso al
agua potable en cantidades suficientes y el establecimiento de servicios de
saneamiento adecuados para todos, haciendo hincapi‚ en el principio de "algo
para todos y no mucho para unos pocos".  Los objetivos del Programa se
condensan
en cuatro principios rectores:

     a)   Protecci¢n del medio ambiente y de la salud mediante la ordenaci¢n
integrada de los recursos de agua y los desechos l¡quidos y s¢lidos;

     b)   Reformas institucionales para promover un criterio integrado,
incluidos cambios en los procedimientos, las actitudes y la conducta, as¡ como
la plena participaci¢n de la mujer en todos los niveles de las instituciones
del
sector;

     c)   Administraci¢n comunitaria de los servicios, con el apoyo de medidas
para fortalecer las instituciones locales en su tarea de ejecutar y sostener
los
programas de abastecimiento de agua y saneamiento;

     d)   Pr cticas financieras racionales, logradas mediante una mejor
administraci¢n de los activos existentes, y utilizaci¢n amplia de las
tecnolog¡as adecuadas.

18.49  La experiencia adquirida ha demostrado que cada pa¡s debe fijarse metas
espec¡ficas.  En la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, celebrada en
septiembre de 1990, los Jefes de Estado o de Gobierno pidieron tanto un acceso
universal al suministro de agua y los servicios de saneamiento como la
erradicaci¢n de la dracunculosis (enfermedad del gusano de Guinea) para 1995. 
Incluso en el caso de la meta m s realista de lograr un suministro pleno de
agua
potable para el a¤o 2025, se estima que la inversi¢n anual ha de ser el doble
de
la realizada actualmente.  As¡ pues, una estrategia realista para hacer frente
a
las necesidades actuales y futuras consiste en establecer servicios menos
costosos que puedan facilitar y mantenerse en el plano comunitario.

Actividades

18.50  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las
siguientes actividades:

     a)   El medio ambiente y la salud:
               i)   Establecer zonas protegidas para las fuentes de
abastecimiento de agua
          potable;
         ii)Proceder a la eliminaci¢n sanitaria de los excrementos y las aguas
          residuales, usando sistemas apropiados para tratar los desechos
          l¡quidos en zonas urbanas y rurales;

        iii)Expandir el abastecimiento de agua urbana y rural y establecer y
          ampliar sistemas de captaci¢n de agua de lluvia, particularmente en
          las islas peque¤as, adem s de la red de abastecimiento de agua;

         iv)Construir y, cuando proceda, ampliar las instalaciones de
tratamiento
          de aguas residuales y los sistemas de avenamiento;

          v)Tratar y recuperar en condiciones de seguridad los desechos
l¡quidos
          de los hogares y de la industria en las zonas urbanas y rurales;

         vi)Combatir las enfermedades relacionadas con el agua;

     b)   Las personas y las instituciones:

     i)   Mejorar el funcionamiento de las administraciones p£blicas en la
          ordenaci¢n de los recursos h¡dricos, y al mismo tiempo, reconocer
          plenamente el papel de las autoridades locales;

         ii)Fomentar el aprovechamiento y la ordenaci¢n del agua basados en la
          participaci¢n, de manera que intervengan los usuarios, los
          planificadores y los encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas a
todos
          los niveles;

        iii)Aplicar el principio de que las decisiones deben adoptarse al
nivel
          m s bajo que resulte apropiado, consultando al p£blico y con la
          participaci¢n de los usuarios en la planificaci¢n y la ejecuci¢n de
          proyectos relacionados con el agua;

         iv)Desarrollar los recursos humanos en todos los planos, con
programas
          especiales para la mujer;

     v)   Establecer programas de educaci¢n amplios, haciendo hincapi‚ en la
          higiene, la ordenaci¢n local y la reducci¢n de riesgos;

         vi)Introducir mecanismos de apoyo internacional para la financiaci¢n,
la
          ejecuci¢n y el seguimiento de los programas;

     c)   Gesti¢n nacional y comunitaria:

     i)   Apoyar y prestar asistencia a las comunidades para que administren
sus
          propios sistemas sobre una base sostenible;

         ii)Estimular a la poblaci¢n local, especialmente a las mujeres, a los
          j¢venes, a las poblaciones ind¡genas y a las comunidades locales,
para
          que participen en la ordenaci¢n del agua;

        iii)Vincular los planes hidr ulicos nacionales a la ordenaci¢n
comunitaria
          de las aguas locales;

         iv)Integrar la ordenaci¢n del agua por la comunidad en el contexto de
la
          planificaci¢n general;

               v)   Promover la atenci¢n primaria de la salud y del medio
ambiente en el
          plano local mediante, entre otras cosas, la capacitaci¢n dirigida a
          las comunidades locales en t‚cnicas apropiadas de ordenaci¢n del
agua
          y atenci¢n primaria de la salud;

         vi)Ayudar a los organismos que prestan servicios para que sean m s
          eficaces desde el punto de vista del costo y respondan mejor a las
          necesidades de los consumidores;

        vii)Otorgar mayor atenci¢n a las zonas rurales deficientemente
atendidas y
          a las periurbanas de ingreso bajo;

       viii)Rehabilitar los sistemas defectuosos, reducir el desperdicio y
          recuperar en condiciones de seguridad el agua y los desechos
l¡quidos;


         ix)Establecer programas de utilizaci¢n racional del agua y asegurar
su
          explotaci¢n y mantenimiento;

     x)   Investigar y aplicar soluciones t‚cnicas apropiadas;

         xi)Aumentar significativamente la capacidad de tratamiento de
desechos
          l¡quidos urbanos en consonancia con el aumento en el volumen de
          desechos;

     d)   Creaci¢n de conciencia e informaci¢n/participaci¢n p£blicas:

     i)   Fortalecer la labor de vigilancia e informaci¢n sectorial en los
          planos subnacional y nacional;

         ii)Elaborar, analizar y publicar todos los a¤os los resultados de la
          vigilancia, en los planos nacional y local como un instrumento para
la
          ordenaci¢n del sector y la creaci¢n de un inter‚s y una conciencia
          generales;

        iii)Emplear indicadores sectoriales limitados en los planos regional y
          global para promover el sector y reunir fondos;

         iv)Mejorar la coordinaci¢n, planificaci¢n y ejecuci¢n del sector, con
          ayuda de una gesti¢n m s eficaz de la vigilancia y la informaci¢n,
          para incrementar la capacidad de absorci¢n del sector,
particularmente
          en los proyectos comunitarios de autoayuda. 

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.51  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 20.000 millones de d¢lares incluidos alrededor de 7.400 millones de
d¢lares
que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)             Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.52  Para asegurar la viabilidad, aceptaci¢n y permanencia de los servicios
planeados de suministro de agua, las tecnolog¡as que se adopten deber¡an
responder a las necesidades y limitaciones impuestas por las condiciones de la
comunidad de que se trate.  Por ejemplo, los criterios en materia de dise¤o
entra¤ar n factores t‚cnicos, sanitarios, sociales, econ¢micos, provinciales,
institucionales y ambientales que determinan las caracter¡sticas, magnitud y
costo del sistema previsto.  Los programas de apoyo internacional
correspondientes deber¡an ayudar a los pa¡ses en desarrollo, entre otras
cosas, a:

     a)   Utilizar en todo lo posible medios cient¡ficos y tecnol¢gicos de
bajo
costo;

     b)   Recurrir a pr cticas tradicionales y aut¢ctonas siempre que se
pueda,
para elevar al m ximo y mantener la participaci¢n local;

     c)   Prestar asistencia a los institutos nacionales t‚cnicos y
cient¡ficos
para que desarrollen planes de estudio en esferas fundamentales para el sector
del agua y el saneamiento.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.53  Para prever y ordenar de un modo efectivo el abastecimiento de agua y
el
saneamiento en los planos nacional, provincial, comercial y comunitario, y
para
sacar el mayor provecho a los fondos, habr¡a que capacitar a personal
profesional y t‚cnico en cada pa¡s en n£mero suficiente.  Para ello, los
pa¡ses
deben trazar planes de desarrollo de los recursos humanos tomando en
consideraci¢n los requisitos actuales y la evoluci¢n prevista. 
Posteriormente,
habr¡a que impulsar el desarrollo y los resultados de las instituciones
nacionales de capacitaci¢n para que puedan desempe¤ar un papel central en la
creaci¢n de una capacidad institucional.  Reviste tambi‚n importancia que los
pa¡ses brinden formaci¢n adecuada a las mujeres en el mantenimiento continuo
del
equipo, la ordenaci¢n de los recursos de agua y el saneamiento ambiental.

d)   Aumento de la capacidad

18.54  La ejecuci¢n de programas de suministro de agua y saneamiento es una
tarea nacional.  La responsabilidad de la ejecuci¢n de los proyectos y del
funcionamiento de los sistemas deber¡a delegarse en mayor o menor medida en
todos los niveles administrativos hasta las comunidades y personas servidas. 
Tal cosa tambi‚n significa que las autoridades nacionales, juntamente con los
organismos y ¢rganos del sistema de las Naciones Unidas y otras instituciones
que prestan apoyo externo a los programas nacionales, tendr¡an que arbitrar
mecanismos y procedimientos para colaborar en todos los planos.  Esto es muy
importante para aprovechar al m ximo los enfoques basados en la comunidad y en
la propia capacidad de ‚sta como instrumentos para lograr la sostenibilidad. 
Ello entra¤ar  un alto grado de participaci¢n comunitaria, incluida la de la
mujer, en la concepci¢n, la planificaci¢n, las decisiones, la ejecuci¢n y la
evaluaci¢n relacionadas con los proyectos de abastecimiento de agua a los
hogares y de saneamiento.

18.55  Ser  necesario crear una capacidad nacional general, en todos los
niveles
administrativos, que incluya el desarrollo institucional, la coordinaci¢n, los
recursos humanos, la participaci¢n de la comunidad, la educaci¢n en salud e
higiene y la alfabetizaci¢n, en funci¢n de su relaci¢n fundamental tanto con
cualesquiera esfuerzos por mejorar el desarrollo socioecon¢mico y de la salud
mediante el suministro de agua y el saneamiento como con sus repercusiones en
el
medio humano.  El aumento de la capacidad deber¡a ser, por tanto, una de las
claves b sicas de las estrategias de ejecuci¢n.  El aumento de la capacidad
institucional deber¡a considerarse de igual importancia que el componente de
suministros y equipamiento del sector, para que los fondos puedan dirigirse a
ambos componentes.  Esto podr  hacerse en la etapa de planificaci¢n o
formulaci¢n de los programas o proyectos, junto con una definici¢n clara de
metas y objetivos.  En tal sentido, la cooperaci¢n t‚cnica entre los pa¡ses en
desarrollo resulta crucial, por la riqueza de informaci¢n y experiencia de que
se dispone, y para evitar que se vuelva a "inventar la rueda".  Ese enfoque ya
ha resultado eficaz desde el punto de vista del costo en muchos proyectos de
diversos pa¡ses.


                   E.  El agua y el desarrollo urbano sostenible

Bases para la acci¢n

18.56  En los comienzos del pr¢ximo siglo, m s de la mitad de la poblaci¢n
mundial vivir  en zonas urbanas.  Para el a¤o 2025 esa proporci¢n se habr 
elevado a un 60%, es decir, a alrededor de 5.000 millones de personas.  La
rapidez del crecimiento de la poblaci¢n urbana y de la industrializaci¢n est n
sometiendo a una gran presi¢n a los recursos h¡dricos y a la protecci¢n del
medio ambiente en muchas ciudades.  Es necesario prestar una atenci¢n especial
a
los efectos cada vez m s importantes de la urbanizaci¢n en la demanda y el
consumo de agua, as¡ como al papel decisivo que desempe¤an las autoridades
locales y municipales en la gesti¢n del abastecimiento, la utilizaci¢n y el
tratamiento general de las aguas, particularmente en los pa¡ses en desarrollo,
para los cuales se necesita un apoyo especial.  La escasez de nuevos recursos
de
agua dulce y los costos cada vez m s elevados de su aprovechamiento tienen
importantes consecuencias para el desarrollo de la industria, la agricultura,
los asentamientos humanos y el crecimiento econ¢mico.  Una mejor ordenaci¢n de
los recursos de agua para uso urbano, incluida la eliminaci¢n de pautas
insostenibles de consumo de agua, puede representar una contribuci¢n
sustancial
a la mitigaci¢n de la pobreza y a la mejora de la salud y la calidad de vida
de
los pobres de las zonas urbanas y rurales.  Una proporci¢n elevada de las
grandes aglomeraciones urbanas se encuentra en los estuarios y en las zonas
costeras.  Esa situaci¢n da lugar a la contaminaci¢n por el vertido de
residuos
municipales e industriales, combinada con la explotaci¢n excesiva de los
recursos de agua disponibles, y supone una amenaza para el medio mar¡timo y el
abastecimiento de agua dulce.

Objetivos

18.57  En lo que respecta al desarrollo, los objetivos de este programa son
apoyar las posibilidades y esfuerzos de los gobiernos centrales y locales con
el
fin de sostener la productividad y el desarrollo nacional mediante una
ordenaci¢n ecol¢gicamente racional de los recursos de agua para consumo
urbano. 
Para respaldar ese objetivo es preciso formular y aplicar estrategias y
medidas
que permitan un suministro continuado de agua a un precio asequible para las
necesidades presentes y futuras, as¡ como invertir las tendencias actuales a
la
degradaci¢n y el agotamiento de los recursos.

18.58  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los
objetivos
siguientes:

     a)   Procurar que para el a¤o 2000 se haya logrado que todos los
residentes
en zonas urbanas tengan acceso por lo menos a 40 litros por habitante y d¡a de
agua potable y que un 75% de la poblaci¢n urbana disponga de servicios de
saneamiento propios o comunitarios;

     b)   Procurar que para el a¤o 2000 se hayan establecido y aplicado normas
cuantitativas y cualitativas para la evacuaci¢n de los efluentes municipales e
industriales;

     c)   Procurar que para el a¤o 2000 un 75% de los residuos s¢lidos
generados
en las zonas urbanas se recoja y se recicle o se elimine sin riesgos para el
medio ambiente.

Actividades

18.59  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que  dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las
siguientes actividades:

     a)   Protecci¢n de los recursos h¡dricos contra el agotamiento, la
contaminaci¢n y la degradaci¢n:

     i)   Establecer instalaciones sanitarias de eliminaci¢n de desechos
basadas
          en tecnolog¡as perfeccionables y ecol¢gicamente apropiados de bajo
          costo;

         ii)Ejecutar programas urbanos de drenaje y evacuaci¢n de las aguas
          pluviales; 

        iii)Promover el reciclado y la recuperaci¢n de las aguas residuales y
los
          desechos s¢lidos;

         iv)Controlar las fuentes de contaminaci¢n industrial para proteger
los
          recursos de agua;

     v)   Proteger las cuencas fluviales del agotamiento y degradaci¢n de su
          cubierta forestal y de actividades perjudiciales aguas arriba;

         vi)Promover la investigaci¢n sobre la contribuci¢n de los bosques al
          desarrollo sostenible de los recursos h¡dricos;

        vii)Fomentar las mejores pr cticas posibles para el uso de productos
          agroqu¡micos con miras a reducir al m¡nimo sus efectos en los
recursos
          h¡dricos;

     b)   Distribuci¢n eficiente y equitativa de los recursos h¡dricos:

     i)   Conciliar la planificaci¢n del desarrollo urbano con la
disponibilidad
          y sostenibilidad de los recursos h¡dricos;

         ii)Satisfacer las necesidades b sicas de agua de la poblaci¢n urbana;

                            iii)Introducir, teniendo en cuenta las
circunstancias de cada pa¡s y
          siempre que la econom¡a lo permita, c nones de consumo de agua que
          reflejen los costos marginales y de oportunidad del agua,
          especialmente para actividades productivas;

     c)   Reformas institucionales, legales y administrativas:

     i)   Adoptar un enfoque de  mbito urbano para la ordenaci¢n de los
recursos
          h¡dricos;

         ii)Promover en el plano nacional y local la elaboraci¢n de planes de
uso
          de la tierra que presten la debida atenci¢n al desarrollo de los
          recursos h¡dricos;

        iii)Utilizar la capacidad y aprovechar las posibilidades de las
          organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la poblaci¢n
          local, teniendo presentes los intereses p£blicos y estrat‚gicos en
los
          recursos h¡dricos;

     d)   Promoci¢n de la participaci¢n p£blica:

     i)   Iniciar campa¤as de toma de conciencia para atentar a la poblaci¢n a
          que use el agua de un modo racional;

         ii)Crear conciencia p£blica del problema de la protecci¢n de la
calidad
          del agua en el medio urbano;

        iii)Promover la participaci¢n de la poblaci¢n en la recogida, el
reciclado
          y la eliminaci¢n de desechos;

     e)   Apoyo al desarrollo de la capacidad local:

     i)   Impulsar una legislaci¢n y una pol¡tica encaminadas a promover las
          inversiones en el suministro de agua urbana y en el tratamiento de
los
          desechos como reflejo de la importante contribuci¢n de las ciudades
al
          desarrollo econ¢mico nacional;

         ii)Facilitar capital inicial y apoyo t‚cnico para la gesti¢n local
del
          suministro de materiales y servicios;

        iii)Fomentar en todo lo posible la autonom¡a y viabilidad financiera
de
          las empresas p£blicas que se ocupan del saneamiento, abastecimiento
de
          agua y recogida de desechos s¢lidos en las ciudades;

         iv)Crear y mantener un cuadro de profesionales y semiprofesionales
para
          la ordenaci¢n del agua, las aguas residuales y los desechos s¢lidos;

     f)   Acceso mejor a servicios de saneamiento:

     i)   Ejecutar programas de ordenaci¢n del agua, el saneamiento y los
          desechos centrados en los pobres de zonas urbanas;

         ii)Facilitar opciones tecnol¢gicas de abastecimiento de agua y
          saneamiento de bajo costo;

        iii)Basar la elecci¢n de tecnolog¡a y el nivel de los servicios en las
          preferencias de los usuarios y su disposici¢n a pagar;

                             iv)Movilizar y facilitar la participaci¢n activa
de la mujer en los
          grupos de ordenaci¢n del agua;

     v)   Fomentar y equipar a asociaciones y comit‚s locales que se ocupan
del
          agua para que gestionen los sistemas de abastecimiento a la
comunidad
          y las letrinas comunales, con respaldo t‚cnico cuando sea preciso;

         vi)Examinar las ventajas y la viabilidad de rehabilitar los sistemas
que
          funcionen mal y corregir los defectos de funcionamiento y
          mantenimiento.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.60  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 20.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 4.500 millones de
d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.61  En el decenio de 1980 se registraron adelantos considerables en el
desarrollo y la aplicaci¢n de tecnolog¡as de abastecimiento de agua y
saneamiento de bajo costo.  El programa prev‚ que contin£e esa labor, poniendo
el acento en desarrollar tecnolog¡as apropiadas de saneamiento y eliminaci¢n
de
desechos para asentamientos urbanos de gran densidad e ingreso bajo.  Tambi‚n
deber¡a haber un intercambio internacional de informaci¢n para velar por un
reconocimiento general entre los profesionales del sector de la disponibilidad
y
las ventajas de las tecnolog¡as apropiadas de bajo costo.  Las campa¤as de
creaci¢n de conciencia tendr n asimismo componentes para superar la
resistencia
de los usuarios a servicios de segunda clase haciendo hincapi‚ en las ventajas
de la fiabilidad y la sostenibilidad.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.62  En pr cticamente todos los elementos de este programa figura impl¡cita
la
necesidad de una mejora progresiva de la formaci¢n y las perspectivas
profesionales del personal en todos los niveles de las instituciones del
sector. 
Las actividades espec¡ficas del programa tambi‚n entra¤ar n la capacitaci¢n y
el
mantenimiento del personal con conocimientos en participaci¢n comunitaria,
tecnolog¡as de bajo costo, gesti¢n financiera y planificaci¢n integrada de la
ordenaci¢n de los recursos de agua para consumo urbano.  Se contempla en
particular la necesidad de movilizar y facilitar la participaci¢n activa de
las
mujeres, los j¢venes, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales en
los
equipos de ordenaci¢n del agua, y de apoyar el desarrollo de asociaciones y
comit‚s que se ocupan de los recursos h¡dricos con una formaci¢n apropiada de
personal (tesoreros, secretarios y encargados).  Habr¡a que emprender
programas
especiales de educaci¢n y formaci¢n de mujeres para proteger los recursos de
agua y la calidad de ‚sta en las zonas urbanas.

d)             Aumento de la capacidad

18.63  En combinaci¢n con el desarrollo de los recursos humanos, el
fortalecimiento de las estructuras institucionales, legislativas y de gesti¢n
constituyen elementos clave del programa.  Un requisito para progresar en el
acceso a servicios de abastecimiento de agua y saneamiento es establecer un
marco institucional que garantice que las necesidades reales y las
contribuciones posibles de las poblaciones que actualmente no est n atendidas
se
reflejen en los planes de desarrollo urbano.  El enfoque multisectorial, que
constituye una parte vital de la ordenaci¢n de los recursos de agua para
consumo
urbano, requiere v¡nculos institucionales en el plano nacional y a nivel de
ciudad, y en el programa figuran propuestas para establecer grupos de
planificaci¢n intersectorial.  El que tengan ‚xito las propuestas de un mayor
control y prevenci¢n de la contaminaci¢n depender  de que se acierte en la
combinaci¢n de los mecanismos econ¢micos y normativos, respaldados por una
supervisi¢n y vigilancia adecuadas y con el apoyo de una mejor capacidad de
los
gobiernos locales para hacer frente a las cuestiones ambientales.

18.64  Establecer normas apropiadas de dise¤o, objetivos para la calidad del
agua y normas de vertido figura, por tanto, entre las actividades propuestas. 
El programa tambi‚n comprende la prestaci¢n de apoyo para fortalecer la
capacidad de los organismos que se ocupan del agua y el alcantarillado, y para
desarrollar su autonom¡a y viabilidad financiera.  Est  reconocido que en
muchos
pa¡ses el funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones de agua y
saneamiento presentan graves deficiencias.  Se necesita apoyo t‚cnico y
financiero para ayudar a los pa¡ses a que subsanen los defectos actuales y
creen
la capacidad necesaria para hacer funcionar y mantener los sistemas
rehabilitados o nuevos.


                F.  Agua para la producci¢n sostenible de alimentos
                    y el desarrollo rural sostenible           

Bases para la acci¢n

18.65  La sostenibilidad de la producci¢n de alimentos depender  cada vez m s
de
pr cticas racionales y eficaces de utilizaci¢n y conservaci¢n del agua,
consistentes principalmente en el desarrollo y la administraci¢n de los
riegos,
y en la ordenaci¢n del agua en las zonas de secano, el suministro de agua para
el ganado, la pesca en aguas interiores y la agrosilvicultura.  El logro de la
seguridad alimentaria es una cuesti¢n a la que muchos pa¡ses conceden una alta
prioridad y la agricultura no s¢lo debe proporcionar alimentos para
poblaciones
en aumento sino que tambi‚n debe permitir reservar agua para otros usos.  Se
trata de elaborar y aplicar m‚todos de gesti¢n y tecnolog¡as de ahorro de agua
y, mediante el aumento de la capacidad, permitir a las comunidades que
establezcan instituciones e incentivos para que la poblaci¢n rural adopte
nuevos
enfoques tanto para la agricultura de secano como para la de riego.  La
poblaci¢n rural tambi‚n debe tener un mejor acceso al agua potable y a los
servicios de saneamiento.  Es una tarea enorme, pero no imposible siempre que
se
adopten pol¡ticas y programas apropiados en los planos local, nacional e
internacional.  Mientras en el £ltimo decenio se ha logrado una importante
expansi¢n de la superficie dedicada a la agricultura de secano, la
productividad
y sostenibilidad de los sistemas de riego han quedado limitadas por problemas
de
anegamiento y salinizaci¢n.  Las limitaciones financieras y del mercado
tambi‚n
constituyen un problema com£n.  La erosi¢n del suelo, la mala ordenaci¢n y la
explotaci¢n excesiva de los recursos naturales y la fuerte competencia por el
agua han sido un conjunto de elementos que han influido en la propagaci¢n de
la
pobreza, el hambre y la carencia en los pa¡ses en desarrollo.  La erosi¢n de
los
suelos causada por un pastoreo excesivo tambi‚n es muchas veces responsable
del
atarquinamiento de los lagos.  Lo m s frecuente es que la elaboraci¢n de
planes
de riego no se sustente en evaluaciones de las consecuencias ecol¢gicas que
permitan determinar las repercusiones hidrol¢gicas dentro de las cuencas y las
debidas a la transferencia de unas cuencas a otras, ni en evaluaciones de las
repercusiones sociales en las poblaciones de los valles fluviales.

18.66  No disponer de un abastecimiento de agua de calidad adecuada es un
factor
limitativo considerable en la producci¢n pecuaria de muchos pa¡ses y una
eliminaci¢n impropia de los residuos animales puede en ciertas circunstancias
redundar en una contaminaci¢n del agua que se suministra tanto a seres humanos
como a animales.  Las necesidades de agua potable del ganado var¡an seg£n las
especies y el medio en que se desenvuelven.  Las actuales necesidades
mundiales
de agua potable para ganado se cifran en torno a 60.000 millones de litros
diarios y seg£n estimaciones del crecimiento de la caba¤a, se vaticina que esa
cifra aumentar  en 400 millones de litros cada a¤o en el futuro previsible.

18.67  La pesca en aguas interiores, a saber, en r¡os y lagos constituye una
fuente importante de alimentos y prote¡nas.  Esa pesca deber¡a organizarse
para
aumentar al m ximo el rendimiento de organismos alimentarios acu ticos de un
modo ambientalmente adecuado.  Ello requiere que se conserven la calidad y la
cantidad del agua, as¡ como la morfolog¡a funcional del medio acu tico.  Por
otra parte, la pesca y la acuicultura mismas pueden da¤ar al ecosistema
acu tico; por ello, su desarrollo debe ajustarse a pautas que limiten sus
repercusiones.  Los niveles actuales de producci¢n de las pesquer¡as en aguas
interiores, tanto de agua dulce como de agua salobre, se cifran en unos
7 millones de toneladas anuales y podr¡an aumentar a 16 millones de toneladas
hacia el a¤o 2000; sin embargo, todo incremento de las tensiones ambientales
podr¡a obstar ese crecimiento.

Objetivos

18.68  Los principios estrat‚gicos fundamentales para una ordenaci¢n global,
integrada y ecol¢gicamente racional de los recursos h¡dricos en el marco rural
se pueden enunciar como sigue:

     a)   El agua deber¡a considerarse un recurso finito que tiene un valor
econ¢mico del que se derivan consecuencias sociales y econ¢micas
considerables,
como reflejo de la importancia que tiene satisfacer las necesidades b sicas;

     b)   Las comunidades locales deben participar en todas las fases de la
ordenaci¢n del agua, velando por la plena participaci¢n de la mujer, habida
cuenta de la funci¢n fundamental que ella desempe¤a en el abastecimiento,
ordenaci¢n y aprovechamiento del agua en sus actividades cotidianas;

     c)   La ordenaci¢n de los recursos h¡dricos ha de desarrollarse dentro de
un conjunto exhaustivo de pol¡ticas de i) salud humana; ii) producci¢n,
conservaci¢n y distribuci¢n de alimentos; iii) planes de atenuaci¢n de los
desastres; iv) protecci¢n del medio ambiente y conservaci¢n de la base de
recursos naturales;

     d)   Es necesario reconocer y apoyar activamente la funci¢n de las
poblaciones rurales, con especial hincapi‚ en las mujeres.

18.69  En cooperaci¢n con otras organizaciones internacionales, la FAO ha
iniciado un Programa Internacional de Acci¢n sobre el agua y el desarrollo
agr¡cola sostenible.  El principal objetivo del Programa es prestar ayuda a
los
pa¡ses en desarrollo en la planificaci¢n, aprovechamiento y ordenaci¢n de los
recursos h¡dricos sobre una base integrada, a fin de atender a las necesidades
presentes y futuras de la producci¢n agr¡cola, teniendo en cuenta
consideraciones de orden ecol¢gico.

18.70  El Programa de Acci¢n ha establecido un marco para la utilizaci¢n
sostenible del agua en el sector agr¡cola y determinadas zonas prioritarias
para
la acci¢n en los planos nacional, regional y mundial.  Se han fijado metas
cuantitativas para el desarrollo de terrenos regad¡os, el mejoramiento de los
sistemas actuales de riego y la recuperaci¢n mediante drenaje de terrenos
anegados y salinizados en 130 pa¡ses en desarrollo, bas ndose en las
necesidades
de alimentos, las zonas agroclim ticas y la disponibilidad de agua y tierra.

18.71  Las proyecciones mundiales de la FAO en lo tocante a riegos,
avenamiento
y recursos de agua en peque¤a escala para el a¤o 2000, en 130 pa¡ses en
desarrollo, son como sigue:  a) 15,2 millones de hect reas de nuevos terrenos
regad¡os; b) 12 millones de hect reas de mejora o modernizaci¢n de los
terrenos
regad¡os existentes; c) 7 millones de hect reas con instalaciones de drenaje y
control del agua, y d) 10 millones de hect reas de programas de
aprovechamiento
y conservaci¢n de agua en peque¤a escala.

18.72  La habilitaci¢n de nuevas zonas de riego en las cuant¡as antes
mencionadas puede dar lugar a temores sobre las consecuencias ambientales,
en cuanto puede entra¤ar la destrucci¢n de zonas pantanosas, la contaminaci¢n
de
las aguas, una mayor sedimentaci¢n y la reducci¢n de la diversidad biol¢gica. 
Por tanto, todo plan para establecer nuevos terrenos regad¡os deber¡a ir
acompa¤ado de una evaluaci¢n del impacto ambiental, seg£n las dimensiones del
proyecto, cuando se esperen consecuencias negativas considerables.  Al
examinar
propuestas de nuevos planes de riego, tambi‚n se deber¡a examinar la
posibilidad
de aplicar de manera m s racional los existentes y de aumentar la eficiencia y
productividad de todo plan capaz de servir a las mismas localidades.  Las
tecnolog¡as de los nuevos terrenos regad¡os deber¡an evaluarse cuidadosamente
estudi ndose, por ejemplo, los posibles conflictos con otros usos de la
tierra. 
Un objetivo que hay que apoyar es la participaci¢n activa de grupos de
usuarios
del agua.

18.73  Se deber¡a velar por que las comunidades rurales de todos los pa¡ses,
seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n
internacional, seg£n proceda, tengan acceso a agua apta para el consumo en
cantidades suficientes y a saneamiento adecuado para sus necesidades
sanitarias
y mantengan sus caracter¡sticas ecol¢gicas esenciales.

18.74  Entre los objetivos que se refieren a la ordenaci¢n del agua en las
pesquer¡as de aguas interiores y la acuicultura figuran la conservaci¢n de los
requisitos de calidad y cantidad del agua para una producci¢n ¢ptima y la
prevenci¢n de la contaminaci¢n del agua por actividades acu¡colas.  El
Programa
de Acci¢n procura ayudar a los pa¡ses miembros a organizar las pesquer¡as de
aguas interiores mediante una gesti¢n sostenible de las capturas y el
desarrollo
de procedimientos ambientalmente adecuados para intensificar la acuicultura.

18.75  Los objetivos en lo que ata¤e a la ordenaci¢n del agua para el ganado
son
dobles, a saber, suministrar cantidades adecuadas de agua potable y
salvaguardar
la calidad del agua potable de conformidad con las necesidades espec¡ficas de
las diferentes especies animales.  Tal cosa requiere la fijaci¢n de niveles
m ximos de tolerancia a la salinidad y la ausencia de organismos pat¢genos. 
Por
causa de las grandes variaciones regionales y dentro de un mismo pa¡s no es
posible establecer metas globales.

Actividades

18.76  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan,
y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an llevar a cabo las
actividades siguientes:

     a)   Abastecimiento de agua y saneamiento para los pobres de las zonas
rurales que carezcan de estos servicios:

     i)   Fijar pol¡ticas nacionales y prioridades presupuestarias para
mejorar
          el acceso a los servicios;

    ii)   Promover las tecnolog¡as apropiadas;

   iii)   Introducir mecanismos adecuados de recuperaci¢n de costos teniendo
en
          cuenta consideraciones de eficiencia y equidad mediante mecanismos
de
          gesti¢n de la demanda;

    iv)   Promover el acceso de la comunidad a la propiedad de los servicios
de
          abastecimiento de agua y saneamiento y a los derechos sobre ellos; 

     v)   Establecer sistemas de vigilancia y evaluaci¢n;

    vi)   Fortalecer el sector del abastecimiento de agua y el saneamiento en
          las zonas rurales haciendo hincapi‚ en el desarrollo de
instituciones,
          la administraci¢n eficaz y el establecimiento de un mecanismo
adecuado
          para la financiaci¢n de los servicios;

   vii)   Aumentar la ense¤anza sobre la higiene y eliminar focos de
transmisi¢n
          de enfermedades;

  viii)   Adoptar tecnolog¡as apropiadas de tratamiento del agua;

    ix)   Tomar medidas de gran escala de ordenaci¢n del medio ambiente para
la
          lucha contra los vectores de enfermedades;

     b)   Uso eficiente de los recursos h¡dricos:

     i)   Incrementar la eficiencia y la productividad del agua en la
          agricultura para mejorar el aprovechamiento de recursos limitados;

    ii)   Reforzar las investigaciones en materia de ordenaci¢n de la tierra y
          el agua en condiciones de secano y de regad¡o;

   iii)   Vigilar y evaluar los resultados de los proyectos de riego para
velar,
          entre otras cosas, por su utilizaci¢n ¢ptima y mantenimiento
adecuado;

    iv)   Apoyar a los grupos de usuarios del agua con el objeto de mejorar
los
          resultados de la ordenaci¢n a nivel local;

     v)   Apoyar un uso apropiado de agua relativamente salobre para el riego;

     c)   Anegamiento, lucha contra la salinidad y avenamiento:

     i)   Introducir el drenaje de superficie en la agricultura de secano para
          impedir el anegamiento temporal y la inundaci¢n de las tierras
bajas;

    ii)             Introducir el avenamiento artificial en la agricultura de
secano y en
          la de riego;

   iii)   Fomentar la utilizaci¢n conjunta de las aguas subterr neas y de
          superficie, mediante, entre otras cosas, la vigilancia y la
          realizaci¢n de estudios del balance h¡drico;

    iv)   Practicar el avenamiento en las zonas regadas de las regiones  ridas
y
          semi ridas;

     d)   Ordenaci¢n de la calidad del agua:

     i)   Establecer y aplicar sistemas poco costosos de vigilancia de la
          calidad del agua para fines agr¡colas;

    ii)   Prevenir los efectos perjudiciales de las actividades agr¡colas en
la
          calidad del agua utilizada para otras actividades sociales y
          econ¢micas y en las zonas pantanosas, mediante, entre otras cosas,
el
          uso ¢ptimo de los insumos procedentes de la propia explotaci¢n y la
          reducci¢n al m¡nimo de los insumos externos utilizados en las
labores
          agr¡colas;

   iii)   Establecer criterios sobre la calidad biol¢gica, f¡sica y qu¡mica
del
          agua para usuarios agr¡colas y para los ecosistemas marinos y
          fluviales;

    iv)   Reducir al m¡nimo la escorrent¡a de los suelos y la sedimentaci¢n;

     v)   Eliminar adecuadamente las aguas residuales de los asentamientos
          humanos y el esti‚rcol producido por la ganader¡a intensiva;

    vi)   Minimizar los efectos nocivos de los productos qu¡micos agr¡colas
          mediante la lucha integrada contra las plagas;

   vii)   Educar a las comunidades sobre las consecuencias en materia de
          contaminaci¢n del empleo de fertilizantes y productos qu¡micos en la
          calidad del agua, la seguridad alimentaria y los peligros para la
          salud del ser humano;

     e)   Programas de aprovechamiento de los recursos h¡dricos:

     i)   Desarrollar, en peque¤a escala, el riego y el suministro de agua
para
          el consumo humano y el ganado y para la conservaci¢n del suelo y del
          agua;

    ii)   Formular programas de gran escala y a largo plazo de desarrollo de
          terrenos regad¡os, teniendo en cuenta sus efectos en la localidad,
la
          econom¡a y el medio ambiente;

   iii)   Promover las iniciativas locales para el aprovechamiento y la
          ordenaci¢n integrados de los recursos h¡dricos;

    iv)   Facilitar el asesoramiento y el apoyo t‚cnico adecuados y fomentar
la
          colaboraci¢n institucional en el plano de las comunidades locales;

     v)   Fomentar un criterio de ordenaci¢n de la tierra y el agua para la
          agricultura que tenga en cuenta el nivel de educaci¢n, la capacidad
de
          movilizar a las comunidades locales y los requisitos de los
          ecosistemas de las regiones  ridas y semi ridas;

    vi)   Planificar y desarrollar programas m£ltiples de energ¡a
hidroel‚ctrica
          que tengan debidamente en cuenta consideraciones ecol¢gicas;

     f)   Ordenaci¢n de los recursos h¡dricos:

     i)   Desarrollar estrategias a largo plazo y programas de aplicaci¢n
          pr ctica a fin de utilizar el agua en la agricultura de modo
          compatible con los limitados recursos y con las distintas demandas
que
          compiten entre s¡;

    ii)   Reconocer que el agua es un bien econ¢mico y estrat‚gico en lo que
          respecta a la planificaci¢n y ordenaci¢n del riego;

   iii)   Formular programas especializados centrados en la preparaci¢n para
          casos de sequ¡a en los que se preste especial atenci¢n a los
problemas
          de la escasez de alimentos y la protecci¢n ambiental;

    iv)   Promover y mejorar la reutilizaci¢n de las aguas residuales en la
          agricultura;

     g)   Abastecimiento de agua para el ganado:

     i)   Mejorar la calidad del agua disponible para el ganado, teniendo
          presentes sus l¡mites de tolerancia;

    ii)   Incrementar el n£mero de fuentes de agua para el ganado, en
particular
          las de los sistemas de ganader¡a extensiva, con el fin de reducir
las
          distancias que el ganado debe recorrer en busca de agua y prevenir
un
          pastoreo excesivo alrededor de las fuentes de agua;

   iii)   Prevenir la contaminaci¢n de las fuentes de agua con excremento
animal
          a fin de impedir la difusi¢n de enfermedades, en particular las
          zoonosis;

    iv)   Fomentar los usos m£ltiples de los suministros de agua mediante la
          promoci¢n de sistemas integrados de agricultura, ganader¡a y pesca;

     v)   Promover los sistemas de dispersi¢n del agua para aumentar su
          retenci¢n en las praderas extensivas con el fin de estimular la
          producci¢n forrajera y prevenir la escorrent¡a;

     h)   Pesquer¡as de aguas interiores:

     i)   Desarrollar el aprovechamiento sostenible de las pesquer¡as como
parte
          de la planificaci¢n nacional de los recursos h¡dricos;

    ii)   Estudiar aspectos concretos de la hidrobiolog¡a y los requisitos
          ambientales de las especies fundamentales de la pesca de aguas
          interiores en relaci¢n con los diversos reg¡menes acu ticos;

   iii)   Prevenir o mitigar la modificaci¢n de los medios acu ticos por otros
          usuarios o rehabilitar los medios sujetos a esa modificaci¢n en aras
          de la utilizaci¢n y conservaci¢n sostenibles de la diversidad
          biol¢gica de los recursos acu ticos vivos;

    iv)             Desarrollar y difundir m‚todos de aprovechamiento y
ordenaci¢n
          ecol¢gicamente racionales de los recursos h¡dricos para intensificar
          las capturas de la pesca en aguas interiores;

     v)   Implantar y mantener sistemas adecuados de reuni¢n e interpretaci¢n
de
          datos sobre la calidad y cantidad del agua y morfolog¡a de los
canales
          en relaci¢n con la situaci¢n y el aprovechamiento de los recursos
          acu ticos vivos, incluidas las pesquer¡as;

     i)   Desarrollo de la acuicultura:

     i)   Desarrollar tecnolog¡as acu¡colas ecol¢gicamente racionales que sean
          compatibles con los planes locales, regionales y nacionales de
          aprovechamiento de los recursos h¡dricos y tengan en cuenta los
          factores sociales;

    ii)   Introducir t‚cnicas apropiadas de acuicultura y pr cticas conexas de
          aprovechamiento y ordenaci¢n del agua en pa¡ses que no tienen
todav¡a
          experiencia en acuicultura;

   iii)   Evaluar el impacto ambiental de la acuicultura con particular
          referencia a las explotaciones comerciales y la posible
contaminaci¢n
          del agua por las instalaciones de elaboraci¢n;

    iv)   Evaluar la viabilidad econ¢mica de la acuicultura en relaci¢n con
          otros usos posibles del agua, tomando en consideraci¢n la
utilizaci¢n
          de agua de calidad marginal y las necesidades en materia de
inversi¢n
          y explotaci¢n.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.77  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 13.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 4.500 millones de
d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las nos concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.78  Es urgente que los pa¡ses vigilen los recursos h¡dricos y su calidad,
los
usos de aguas y tierras y la producci¢n agr¡cola; hagan inventarios del tipo y
alcance de las actividades de aprovechamiento de agua con fines agr¡colas y su
contribuci¢n actual y futura al desarrollo agr¡cola sostenible; eval£en las
posibilidades de las pesquer¡as y la acuicultura; y aumenten la disponibilidad
de los datos y su difusi¢n a planificadores, t‚cnicos, agricultores y
pescadores.  Las necesidades prioritarias en materia de investigaci¢n son:

     a)   Determinar las esferas fundamentales de la investigaci¢n relacionada
con el agua con posibilidades de adaptaci¢n;

     b)   Fortalecer la capacidad de las instituciones de los pa¡ses en
desarrollo para hacer investigaciones de esa ¡ndole;
               c)   Fomentar la conversi¢n de los resultados de la
investigaci¢n sobre los
sistemas agr¡colas y pesqueros relacionados con el agua se traduzcan en
tecnolog¡as viables y accesibles, y proporcionar el apoyo necesario para su
r pida adopci¢n en la pr ctica.

18.79  Habr  que fortalecer la transmisi¢n de tecnolog¡a, tanto horizontal
como
vertical.  Los pa¡ses y los organismos que prestan apoyo exterior tendr n que
desarrollar de consuno mecanismos para facilitar cr‚dito, insumos, mercados,
precios apropiados y transporte.  La infraestructura del abastecimiento
integral
de agua en las zonas rurales, incluidos los centros de educaci¢n y formaci¢n
relacionados con el agua y servicios de apoyo a la agricultura, deber¡a
ampliarse para usos m£ltiples y para que contribuya a desarrollar la econom¡a
rural.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.80  Deber¡an promoverse activamente la capacitaci¢n y formaci¢n de los
recursos humanos en el plano nacional, para lo que habr¡a que proceder a: 
a) evaluar las necesidades de gesti¢n y formaci¢n actuales y a largo plazo de
los recursos humanos; b) establecer una pol¡tica nacional de aprovechamiento
de
los recursos humanos; y c) iniciar y ejecutar programas de formaci¢n dirigidos
al personal de todos los niveles, as¡ como a agricultores.  Las medidas
necesarias consistir¡an en:

     a)   Evaluar las necesidades de capacitaci¢n en materia de ordenaci¢n del
agua utilizada en la agricultura;

     b)   Incrementar las actividades de formaci¢n acad‚micas y no acad‚micas;

     c)   Establecer cursos pr cticos de formaci¢n para mejorar la labor de
los
servicios de extensi¢n en la difusi¢n de tecnolog¡as y fortalecer la capacidad
de los agricultores, con especial referencia al peque¤o productor;

     d)   Formar personal en todos los niveles, incluidos agricultores,
pescadores y miembros de las comunidades locales, con particular referencia a
la
mujer;

     e)   Acrecentar las posibilidades profesionales para fomentar la capacidd
de administradores y funcionarios de todas las categor¡as que trabajen en
programas de ordenaci¢n de la tierra y el agua.

d)   Aumento de la capacidad

18.81  Actualmente se reconoce en general la importancia de un marco funcional
e
institucional coherente en el plano nacional para promover el desarrollo
sostenible del agua y la agricultura.  Adem s, habr¡a que introducir un marco
jur¡dico adecuado de normas y disposiciones para facilitar la adopci¢n de
medidas en relaci¢n con los usos del agua utilizada en la agricultura, el
avenamiento, la ordenaci¢n de la calidad del agua, los programas sobre
recursos
h¡dricos en peque¤a escala y el funcionamiento de las asociaciones de usuarios
del agua y de pescadores.  La legislaci¢n relativa a las necesidades del
sector
del agua utilizada en la agricultura deber¡a ser congruente con la legislaci¢n
general sobre la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos y basarse en ella.  En
este
particular habr¡a que:

     a)   Mejorar las pol¡ticas sobre utilizaci¢n del agua relacionada con la
agricultura, las pesquer¡as y el desarrollo rural, as¡ como el marco jur¡dico
para aplicar tales pol¡ticas;
               b)   Revisar, fortalecer y, en caso necesario, reestructurar
las
instituciones existentes con miras a aumentar su capacidad en actividades
relacionadas con el agua, reconociendo que es necesario proceder al
ordenamiento
de los recursos h¡dricos al nivel m s bajo que sea apropiado;

     c)   Examinar y fortalecer, cuando sea necesario, una estructura org nica
y
v¡nculos y relaciones funcionales entre ministerios y entre departamentos
dentro
de un ministerio determinado;

     d)   Tomar medidas concretas para apoyar el fortalecimiento institucional
mediante, entre otras cosas, presupuestos para programas a largo plazo,
formaci¢n de personal, incentivos, movilidad, equipo y mecanismos de
coordinaci¢n;

     e)   Fomentar, cuando proceda, la participaci¢n del sector privado en el
desarrollo de los recursos humanos y el establecimiento de infraestructuras;

     f)   Transmitir tecnolog¡as actuales y nuevas sobre uso del agua creando
mecanismos de cooperaci¢n e intercambio de informaci¢n entre instituciones
nacionales y regionales.


          G.  Repercusiones del cambio clim tico en los recursos h¡dricos

Bases para la acci¢n

18.82  Los pron¢sticos sobre el cambio del clima a nivel mundial pecan de
inciertos.  Aunque la incertidumbre aumenta mucho en el plano regional,
nacional
y local, es a nivel nacional donde habr¡a que tomar las decisiones m s
importantes.  Mayores temperaturas y menores precipitaciones har¡an que
disminuyera el abastecimiento de agua y aumentara su demanda; podr¡an
deteriorar
la calidad de las masas de agua dulce, lo cual afectar¡a el ya fr gil
equilibrio
entre la oferta y la demanda en muchos pa¡ses.  Aun cuando la precipitaci¢n
pueda aumentar, no hay garant¡a alguna de que tal cosa ocurra en la ‚poca del
a¤o en que esa agua puede usarse; adem s, podr¡a ocurrir que aumentaran las
inundaciones.  Toda elevaci¢n del nivel del mar a menudo har  que entre agua
salina en los estuarios, islotes y acu¡feros costeros y anegar  las zonas del
litoral de bajo nivel; tal cosa somete a un gran riesgo a los pa¡ses de baja
altitud.

18.83  En la Declaraci¢n Ministerial de la Segunda Conferencia Mundial sobre
el
Clima se dice que "el posible impacto de ese cambio clim tico puede plantear
una
amenaza ambiental de una magnitud desconocida hasta ahora, y puede ... incluso
amenazar la supervivencia en algunos peque¤os Estados insulares y en zonas
costeras bajas,  ridas y semi ridas" 3/.  La Conferencia reconoci¢ entre las
repercusiones m s importantes del cambio del clima sus efectos en el ciclo
hidrol¢gico y los sistemas de ordenaci¢n del agua y, por conducto de ‚stos, en
los sistemas socioecon¢micos.  El aumento de la incidencia de situaciones
extremas, tales como inundaciones y sequ¡as, causar¡a una mayor frecuencia y
gravedad de las cat strofes.  La Conferencia, por tanto, pidi¢ que se
intensificaran la investigaci¢n y los programas de vigilancia necesarios y se
intercambiasen los datos y la informaci¢n pertinentes en los planos nacional,
regional e internacional.

Objetivos

18.84  La ¡ndole misma de este tema exige ante todo m s informaci¢n sobre el
particular y mayor comprensi¢n de la amenaza que se enfrenta.  El tema podr 
traducirse en los objetivos siguientes, en consonancia con la Convenci¢n Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim tico:

     a)   Comprender y cuantificar la amenaza de las repercusiones del cambio
clim tico en los recursos de agua dulce;

     b)   Facilitar la adopci¢n de medidas nacionales eficaces de prevenci¢n,
siempre y cuando la amenaza de las repercusiones se considere lo
suficientemente
confirmada como para justificar tal iniciativa;

     c)   Estudiar los posibles efectos del cambio clim tico en las zonas
propensas a sequ¡as e inundaciones.

Actividades

18.85  Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda,
las
Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las
actividades siguientes:

     a)   Vigilar el r‚gimen hidrol¢gico, incluida la humedad del suelo, el
balance del agua subterr nea, la penetraci¢n y transpiraci¢n, la calidad del
agua y los factores clim ticos conexos, especialmente en las regiones y los
pa¡ses que es m s probable padezcan los efectos negativos de los cambios del
clima y donde deber¡an indicarse las localidades vulnerables a esos efectos;

     b)   Desarrollar y aplicar t‚cnicas y metodolog¡as para evaluar los
posibles efectos negativos del cambio clim tico, debido a modificaciones en la
temperatura, las precipitaciones y la elevaci¢n del nivel del mar, sobre los
recursos de agua dulce y el riesgo de inundaci¢n;

     c)   Iniciar estudios de casos para determinar si hay relaci¢n entre el
cambio clim tico y los actuales casos de sequ¡a y de inundaciones en
determinadas regiones;

     d)   Evaluar las consecuencias sociales, econ¢micas y ambientales que
pueden producirse;

     e)   Formular y aplicar estrategias para responder a los efectos
negativos
que se individualicen, entre ellos los cambios del nivel de las aguas
subterr neas, y mitigar la intrusi¢n salina en los acu¡feros;

     f)   Desarrollar actividades agr¡colas basadas en el uso de aguas
salobres;

     g)   Contribuir a las actividades de investigaci¢n en curso dentro del
marco de los actuales programas internacionales.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

18.86  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 100 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 40 millones de d¢lares
que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

18.87  La vigilancia del cambio clim tico y de sus consecuencias sobre las
masas
de agua dulce debe hacerse en estrecha integraci¢n con los programas
nacionales
e internacionales de vigilancia del medio ambiente, en particular los que se
refieren a la atm¢sfera, como se indica en otras secciones del Programa 21, y
a
la hidrosfera, como se expone en el  rea de programas B supra.  El an lisis de
los datos para ver si hay indicios de cambio clim tico y sobre esa base
formular
medidas correctivas constituye una tarea compleja.  En esta esfera se
requieren
investigaciones extensas y habr  que tener debidamente en cuenta la labor del
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre los Cambios Clim ticos, el Programa
Mundial sobre el Clima, el Programa Internacional de la Geoesfera y la
Biosfera
y otros programas internacionales pertinentes.

18.88  Desarrollar y aplicar estrategias de respuesta requiere un uso
innovador
de medios y soluciones t‚cnicos, entre ellos la instalaci¢n de sistemas de
alerta para sequ¡as e inundaciones y la construcci¢n de proyectos nuevos de
aprovechamiento de los recursos h¡dricos, tales como presas, acueductos,
campos
de pozos, instalaciones de tratamiento de aguas residuales, obras de
desalaci¢n,
terraplenes, encauces y canales de avenamiento.  Tambi‚n se necesitan redes de
investigaci¢n coordinadas tales como la red del Programa Internacional de la
Geoesfera y la Biosfera/Sistema Mundial de Cambio para el An lisis, la
Investigaci¢n y la Formaci¢n.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

18.89  El ‚xito de la labor de desarrollo e innovaci¢n depender  de la buena
capacitaci¢n y motivaci¢n del personal.  Los proyectos internacionales pueden
ayudar a ofrecer alternativas, pero cada pa¡s tiene que formular y aplicar las
pol¡ticas necesarias y desarrollar el nivel acad‚mico necesario para resolver
los problemas cient¡ficos y t‚cnicos que habr  de afrontar, adem s de contar
con
un conjunto de personas dedicadas que sean capaces de interpretar las
complejas
cuestiones que interesan a los encargados de tomar las decisiones.  Ese
personal
especializado ha de formarse, contratarse y mantenerse en el servicio para que
pueda servir a sus pa¡ses en tal labor.

d)   Aumento de la capacidad

18.90  Con todo, es necesario aumentar la capacidad en el plano nacional para
desarrollar, revisar y aplicar las estrategias de respuesta.  Las grandes
obras
p£blicas y la instalaci¢n de sistemas de alerta obligar n a fortalecer mucho a
los organismos correspondientes, tanto del sector p£blico como del privado. 
M s
cr¡tico es el requisito de un mecanismo socioecon¢mico que pueda examinar las
previsiones de las consecuencias del cambio clim tico y las posibles
estrategias
de respuesta, hacer los an lisis necesarios, sacar las conclusiones del caso y
adoptar las decisiones oportunas.


                                                 Notas

     1/   Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua,
Mar del Plata, 14 a 25 de marzo de 1977 (publicaci¢n de las Naciones Unidas,
n£mero de venta:  S.77.II.A.12), primera parte, cap. I, secc. C, p rr. 35.

     2/   Ib¡d., primera parte, cap. I, resoluci¢n II.

     3/   A/45/696/Add.1, anexo III, pre mbulo, p rr. 2).
                                    Cap¡tulo 19

             GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS PRODUCTOS QUIMICOS
             TOXICOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL
                     ILICITO DE PRODUCTOS TOXICOS Y PELIGROSOS

                                   INTRODUCCION

19.1  Para alcanzar los objetivos sociales y econ¢micos de la comunidad
mundial
es indispensable utilizar una gran cantidad de productos qu¡micos, y las
mejores
pr cticas modernas demuestran que esos productos pueden utilizarse
ampliamente,
con eficacia econ¢mica y con un gran alto grado de seguridad.  Sin embargo,
queda todav¡a mucho por hacer para difundir la gesti¢n ecol¢gicamente racional
de los productos qu¡micos t¢xicos, por v¡a de los principios del desarrollo
sostenible y el mejoramiento de la calidad de vida para la humanidad.  Dos de
los principales problemas, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, son
a) la falta de informaci¢n cient¡fica para poder evaluar los riesgos que
entra¤a
la utilizaci¢n de gran n£mero de productos qu¡micos; y b) la falta de recursos
para evaluar los productos qu¡micos respecto de los cuales s¡ se dispone de
datos.

19.2  En los £ltimos tiempos se ha seguido produciendo una enorme
contaminaci¢n
qu¡mica en algunas de las zonas industriales m s importantes del mundo, que
entra¤a graves da¤os para la salud, las estructuras gen‚ticas y la
reproducci¢n
humanas, y para el medio ambiente.  La rehabilitaci¢n exigir  grandes
inversiones y el desarrollo de nuevas t‚cnicas.  S¢lo se est  empezando a
comprender y a reconocer la importancia que tiene la difusi¢n de la
contaminaci¢n a grandes distancias, cuyos efectos pueden hacerse sentir
incluso
en los procesos qu¡micos y f¡sicos fundamentales de la atm¢sfera y el clima de
la Tierra.

19.3  Un considerable n£mero de ¢rganos internacionales participa en los
trabajos relacionados con la seguridad de los productos qu¡micos.  En muchos
pa¡ses existen programas destinados a promover esta seguridad.  Dichas
actividades tienen repercusiones internacionales, puesto que los riesgos
qu¡micos no respetan las fronteras nacionales.  Sin embargo, es necesario
redoblar notablemente los esfuerzos nacionales e internacionales si se quiere
lograr una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos.

19.4  Se proponen seis  reas de programas:

     a)   Expansi¢n y aceleraci¢n de la evaluaci¢n internacional de los
riesgos
de los productos qu¡micos;

     b)   Armonizaci¢n de la clasificaci¢n y el etiquetado de los productos
qu¡micos;

     c)   Intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos y
sobre el riesgo que entra¤an los productos qu¡micos;

     d)   Organizaci¢n de programas de reducci¢n de riesgos;

     e)   Fomento de la capacidad y los medios nacionales para la gesti¢n de
los
productos qu¡micos;

     f)   Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de productos t¢xicos y
peligrosos.

Adem s, la secci¢n G se ocupa brevemente del fortalecimiento de la cooperaci¢n
internacional relativa a varias de las  reas de programas.

19.5  Para la aplicaci¢n eficaz del conjunto de las seis  reas de programas es
preciso que se realice una intensa labor internacional, que se coordinen mejor
las actividades internacionales en curso y que se determinen y apliquen medios
t‚cnicos, cient¡ficos, educacionales y financieros, en particular para los
pa¡ses en desarrollo.  En mayor o menor medida las  reas de programas entra¤an
la evaluaci¢n de los peligros (basada en las propiedades intr¡nsecas de las
sustancias qu¡micas), la evaluaci¢n de los riesgos (comprendida la
determinaci¢n
del grado de exposici¢n), la determinaci¢n del grado aceptable y de la gesti¢n
de los riesgos.

19.6  La colaboraci¢n en materia de seguridad qu¡mica entre el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organizaci¢n Internacional
del Trabajo (OIT) y la Organizaci¢n Mundial de la Salud (OMS) en el  mbito del
Programa Internacional de Protecci¢n frente a los Productos Qu¡micos (PIPPQ)
deber¡a ser el n£cleo de la cooperaci¢n internacional para velar por la
gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos t¢xicos.  Deber¡a hacerse
todo
lo posible para fortalecer este programa.  Tambi‚n deber¡a promoverse la
cooperaci¢n con otros programas, en particular los programas de la
Organizaci¢n
de Cooperaci¢n y Desarrollo Econ¢micos (OCDE) y la Comunidad Europea y otros
programas regionales y gubernamentales sobre los productos qu¡micos.

19.7  Deber¡a promoverse m s la coordinaci¢n de los organismos de las Naciones
Unidas y otras organizaciones internacionales que se ocupan de la evaluaci¢n y
gesti¢n de los productos qu¡micos.  En el  mbito del PIPPQ, se celebr¢ en
Londres, en diciembre de 1991, una reuni¢n intergubernamental convocada por el
Director Ejecutivo del PNUMA para seguir estudiando esta cuesti¢n (v‚anse los
p rrafos 19.75 y 19.76).

19.8  Un requisito indispensable para el logro de la seguridad qu¡mica es que
exista la m s amplia comprensi¢n posible de los riesgos que presentan los
productos qu¡micos.  Se deber¡a reconocer el principio del derecho de la
comunidad y de los trabajadores a estar informados.  Sin embargo, el derecho a
conocer la identidad de los compuestos peligrosos deber¡a estar compensado por

el derecho de la industria a proteger la informaci¢n comercial de car cter
confidencial (por industria, cuando se hace referencia al t‚rmino en este
cap¡tulo, se entender n tanto las grandes empresas industriales
transnacionales
como las industrias nacionales).  Se deber¡a promover la iniciativa del sector
industrial sobre el cuidado responsable y la supervisi¢n de los productos.  La
industria deber¡a aplicar normas operativas apropiadas en todos los pa¡ses a
fin
de evitar los da¤os a la salud humana y al medio ambiente.

19.9  En el plano internacional existe el temor de que parte del tr fico
internacional de productos t¢xicos y peligrosos se realiza en contravenci¢n de
la legislaci¢n nacional y los instrumentos jur¡dicos internacionales y en
detrimento del medio ambiente y la salud p£blica de todos los pa¡ses y, en
particular, los pa¡ses en desarrollo.  

19.10  En la resoluci¢n 44/226 de la Asamblea General, de 22 de diciembre
de 1989, se pide a cada una de las comisiones regionales que, con los recursos
disponibles, contribuya a la prevenci¢n del tr fico il¡cito de productos y
desechos t¢xicos y peligrosos vigilando y haciendo evaluaciones regionales
constantes de ese tr fico il¡cito y sus repercusiones para el medio ambiente y
la salud en cada regi¢n.  La Asamblea tambi‚n pidi¢ a las comisiones
regionales
que actuaran en forma concertada y cooperaran con el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente para mantener una vigilancia y evaluaci¢n
eficaces
y coordinadas del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y
peligrosos.


                                AREAS DE PROGRAMAS

            A.  Expansi¢n y aceleraci¢n de la evaluaci¢n internacional
                de los riesgos de los productos qu¡micos              

19.11  La evaluaci¢n de los riesgos que un producto qu¡mico presenta para la
salud humana y el medio ambiente es un requisito para planificar su
utilizaci¢n
provechosa y sin riesgos.  Del total aproximado de 100.000 sustancias qu¡micas
existentes en el comercio y de las miles de sustancias de origen natural con
que
entran en contacto los seres humanos, hay muchas que contaminan los alimentos,
los productos comerciales y los diversos sectores del medio ambiente. 
Afortunadamente, la exposici¢n a la mayor¡a de los productos qu¡micos (unos
1.500 productos representan m s del 95% de toda la producci¢n mundial) es m s
bien limitada, puesto que en general se utilizan en cantidades muy peque¤as. 
Pero existe el grave problema de que con frecuencia no se dispone de datos que
son indispensables para evaluar los riesgos, incluso respecto de muchos
productos qu¡micos que se producen en grandes cantidades.  En el  mbito del
programa de productos qu¡micos de la OCDE se ha comenzado a producir tales
datos
respecto de una serie de estas sustancias qu¡micas.

19.12  La evaluaci¢n de los riesgos exige el uso de muchos recursos.  Podr¡a
resultar m s econ¢mica si se reforzara la cooperaci¢n internacional y se
lograra
una mejor coordinaci¢n para aprovechar al m ximo los recursos disponibles y
evitar una innecesaria duplicaci¢n de las actividades.  No obstante, cada pa¡s
deber¡a tener una masa cr¡tica de personal t‚cnico con experiencia en pruebas
de
toxicidad y an lisis de exposici¢n, que son los dos elementos m s importantes
de
la evaluaci¢n de los riesgos.

Objetivos

19.13  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Fortalecer la evaluaci¢n internacional de los riesgos.  Hacia el
a¤o 2000, utilizando los actuales criterios de selecci¢n y evaluaci¢n,
deber¡an
evaluarse varios centenares de productos o grupos de productos qu¡micos de
car cter prioritario, entre ellos los principales contaminantes de importancia
mundial;

     b)   Preparar directrices sobre los grados aceptables de exposici¢n a un
mayor n£mero de sustancias qu¡micas t¢xicas, a partir de un estudio de
expertos
y el consenso cient¡fico, en que se haga una distinci¢n entre los grados
m ximos
de exposici¢n relacionados con la salud y el medio ambiente y los relacionados
con los factores socioecon¢micos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.14  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Reforzar y ampliar los programas de evaluaci¢n de los riesgos en el
PIPPQ del sistema de las Naciones Unidas (PNUMA, OIT, OMS), la FAO, junto con
otras organizaciones tales como la Organizaci¢n de Cooperaci¢n y Desarrollo
Econ¢micos, partiendo de un criterio convenido sobre garant¡as y calidad de
los
datos, la aplicaci¢n de criterios de evaluaci¢n, por estudios de expertos y
vinculaciones con las actividades de control de riesgos tomando en
consideraci¢n
las precauciones necesarias;

     b)   Fomentar la creaci¢n de mecanismos para aumentar la colaboraci¢n
entre
los gobiernos, la industria, las instituciones de educaci¢n superior y las
organizaciones no gubernamentales competentes que se ocupan de diversos
aspectos
de la evaluaci¢n de los riesgos de los productos qu¡micos y procesos conexos,
en
particular fomentando y coordinando las actividades de investigaci¢n con el
prop¢sito de comprender mejor los mecanismos de acci¢n de los productos
qu¡micos
t¢xicos;

     c)   Estimular la elaboraci¢n de procedimientos para que los pa¡ses
intercambien sus informes de evaluaci¢n sobre productos qu¡micos, de modo que
puedan utilizarse en los programas nacionales de evaluaci¢n de productos
qu¡micos.

b)   Datos e informaci¢n

19.15  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Atribuir un alto grado de prioridad a la evaluaci¢n de los peligros
de
los productos qu¡micos, es decir, de sus propiedades intr¡nsecas, como base
apropiada para la evaluaci¢n de los riesgos;

     b)   Generar los datos necesarios para efectuar evaluaciones
aprovechando,
entre otras cosas, el PIPPQ (PNUMA, OMS, OIT), la FAO, la OCDE y la Comunidad
Europea y otras regiones y gobiernos con programas establecidos.  Tambi‚n
deber¡a participar activamente la industria.

19.16  La industria deber¡a facilitar, respecto de las sustancias producidas,
los datos necesarios para evaluar los posibles riesgos que presentan para la
salud humana y el medio ambiente.  Tales datos deber¡an ponerse a disposici¢n
de
las autoridades nacionales competentes y de los ¢rganos internacionales que se
ocupan de la evaluaci¢n de los riegos y peligros y, en la mayor medida
posible,
al alcance del p£blico, tomando en consideraci¢n el leg¡timo derecho a la
confidencialidad.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

19.17  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Establecer criterios para fijar las prioridades en la evaluaci¢n de
ciertos productos qu¡micos de inter‚s mundial;

     b)   Estudiar estrategias para evaluar los grados de exposici¢n y
vigilancia ambiental, a fin de aprovechar al m ximo los recursos disponibles,
asegurar la compatibilidad de los datos y alentar a la adopci¢n de estrategias
nacionales e internacionales coherentes de evaluaci¢n de los niveles de
exposici¢n.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

19.18  La mayor¡a de los datos y m‚todos de evaluaci¢n de los riesgos de los
productos qu¡micos se producen en los pa¡ses desarrollados.  Para poder
ampliar
y acelerar la labor de evaluaci¢n ser  preciso que la industria y los
institutos
de investigaci¢n aumenten considerablemente las investigaciones y los ensayos
de
seguridad.  Las estimaciones de costos contemplan la necesidad de reforzar la
capacidad de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y se basan en la
experiencia actual del PIPPQ.  Cabe observar que no se incluyen costos
considerables, que a menudo no se pueden cuantificar, y que comprenden el
costo
para la industria y los gobiernos de producir los datos sobre seguridad en que
se han de basar las evaluaciones, el costo para los gobiernos de suministrar
los
documentos de antecedentes y los informes provisionales de evaluaci¢n al
PIPPQ,
al Registro internacional de productos qu¡micos potencialmente t¢xicos
(RIPQPT)
y a la OCDE.  Tambi‚n comprenden los gastos por la aceleraci¢n de la labor
pertinente en ¢rganos ajenos al sistema de las Naciones Unidas, tales como la
OCDE y la Comunidad Europea.

19.19  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 30 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

19.20  Deber¡an emprenderse importantes esfuerzos de investigaci¢n con el fin
de
mejorar los m‚todos de evaluaci¢n de los productos qu¡micos para establecer un
marco de referencia com£n para la evaluaci¢n de los riesgos y mejorar los
procedimientos de aplicaci¢n de datos toxicol¢gicos y epidemiol¢gicos a fin de
prever los efectos de estos productos qu¡micos sobre la salud humana y el
medio
ambiente, para que los encargados de tomar decisiones puedan adoptar pol¡ticas
y
medidas tendientes a reducir el riesgo que entra¤an ciertos productos
qu¡micos.

19.21  Las actividades comprender¡an:

     a)   Reforzar las investigaciones para sustituir los productos qu¡micos
t¢xicos que entra¤an un riesgo excesivo e incontrolable para el medio o la
salud
humana, o que son t¢xicos, persistentes y bioacumulativos;

     b)   Promover la investigaci¢n y la adopci¢n de m‚todos que sustituyan
los
que se basan en la utilizaci¢n de animales (a fin de reducir el uso de los
animales con fines de ensayo);

     c)   Promover la realizaci¢n de los estudios epidemiol¢gicos pertinentes
con miras a establecer una relaci¢n causal entre la exposici¢n a productos
qu¡micos y ciertas enfermedades;

     d)   Fomentar los estudios de toxicolog¡a ecol¢gica a fin de evaluar los
riesgos de los productos qu¡micos para el medio ambiente.

c)             Desarrollo de los recursos humanos

19.22  Las organizaciones internacionales, con la participaci¢n de los
gobiernos
y de las organizaciones no gubernamentales, deber¡an poner en marcha proyectos
de capacitaci¢n y educaci¢n en que participen las mujeres y los ni¤os, que son
los m s expuestos, a fin de permitir que los pa¡ses, sobre todo los pa¡ses en
desarrollo, aprovechen al m ximo las evaluaciones internacionales de los
riesgos
qu¡micos.

d)   Aumento de la capacidad

19.23  Las organizaciones internacionales deber¡an aprovechar la labor
internacional de evaluaci¢n de los riesgos realizada en el pasado, el presente
y
el futuro para ayudar a los pa¡ses, en particular los pa¡ses en desarrollo, a
crear y afianzar su capacidad de evaluaci¢n de los riesgos en los planos
nacional y regional con objeto de reducir al m¡nimo y, cuando proceda, de
evitar
los riesgos de la fabricaci¢n y utilizaci¢n de productos qu¡micos t¢xicos y
peligrosos.  Deber¡an preverse la cooperaci¢n t‚cnica y el apoyo financiero o
la
contribuci¢n en especie a las actividades destinadas a ampliar y acelerar la
fiscalizaci¢n y evaluaci¢n en los planos nacional e internacional de los
riesgos
qu¡micos para hacer posible una mejor selecci¢n de los productos qu¡micos.


               B.  Armonizaci¢n de la clasificaci¢n y el etiquetado
                   de los productos qu¡micos                       

Bases para la acci¢n

19.24  Un etiquetado adecuado de los productos qu¡micos y la difusi¢n de hojas
de datos sobre seguridad, tales como las tarjetas internacionales de seguridad
de los productos qu¡micos, o materiales escritos semejantes que se basen en la
evaluaci¢n de los riesgos para la salud y el medio ambiente, son la forma m s
simple y m s eficiente de ense¤ar a manipular y utilizar con seguridad los
productos qu¡micos.

19.25  Para el transporte sin riesgos de mercanc¡as peligrosas, entre ellas
los
productos qu¡micos, en la actualidad se aplica un sistema general elaborado en
el  mbito de las Naciones Unidas.  En este sistema se toman en cuenta sobre
todo
los graves riesgos que presentan los productos qu¡micos.

19.26  Todav¡a no se dispone de sistemas de clasificaci¢n y etiquetado
armonizados mundialmente para favorecer el uso sin riesgos de los productos
qu¡micos en el lugar de trabajo, en el hogar, etc.  La clasificaci¢n de los
productos qu¡micos puede hacerse con diferentes prop¢sitos y es un medio
especialmente importante para establecer sistemas de etiquetado.  Es necesario
elaborar sistemas normalizados de clasificaci¢n y etiquetado, basados en la
labor en curso.

Objetivos

19.27  Para el a¤o 2000 deber¡a disponerse, dentro de lo posible, de un
sistema
de clasificaci¢n y etiquetado armonizado mundialmente, que contenga hojas de
datos sobre la seguridad de distintos productos qu¡micos y s¡mbolos de f cil
comprensi¢n.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.28  Los gobiernos, mediante la colaboraci¢n de las organizaciones
internacionales competentes y la industria, cuando proceda, deber¡an poner en
marcha un proyecto destinado a establecer y elaborar un sistema de
clasificaci¢n
armonizada de etiquetado compatible para los productos qu¡micos, en todos los
idiomas oficiales de las Naciones Unidas, y que contenga pictogramas
adecuados. 
Un sistema de etiquetado de esta ¡ndole no deber¡a dar origen a la imposici¢n
de
restricciones comerciales injustificadas.  El nuevo sistema, que deber¡a
aprovechar al m ximo posible los sistemas actuales, se elaborar¡a y aplicar¡a
por etapas y velar¡a por la compatibilidad con las etiquetas correspondientes
a
las distintas aplicaciones.

b)   Datos e informaci¢n

19.29  Los ¢rganos internacionales, entre otros el PIPPQ (PNUMA, OIT, OMS), la
FAO, la Organizaci¢n Mar¡tima Internacional (OMI), el Comit‚ de Expertos de
las
Naciones Unidas en Transporte de Mercader¡as Peligrosas y la OCDE, en
colaboraci¢n con las autoridades regionales y nacionales que cuenten con
sistemas de clasificaci¢n, etiquetado y otras formas de divulgaci¢n de la
informaci¢n, deber¡an establecer un grupo de coordinaci¢n encargado de:

     a)   Evaluar, y si procede, realizar estudios de los sistemas vigentes de
clasificaci¢n e informaci¢n de riesgos como puntos de partida para establecer
los principios generales de un sistema armonizado mundialmente;

     b)   Elaborar y poner en marcha un plan de trabajo para la creaci¢n de un
sistema mundial de clasificaci¢n de riesgos.  El plan deber¡a comprender una
descripci¢n de las tareas que se han de completar, un plazo para su
conclusi¢n,
y la asignaci¢n de tareas a los participantes en el grupo de coordinaci¢n;

     c)   Elaborar un sistema armonizado de clasificaci¢n de riesgos;

     d)   Elaborar propuestas para la estandarizaci¢n de la terminolog¡a y   
los s¡mbolos relativos a los riesgos a fin de mejorar el control de los
riesgos
de los productos qu¡micos, facilitar el comercio internacional y hacer m s
f cil
la traducci¢n de la informaci¢n a los idiomas de los usuarios finales;

     e)   Elaborar un sistema armonizado de etiquetado.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

19.30  La secretar¡a de la Conferencia ha incluido los costos de asistencia
t‚cnica relacionados con este programa en las estimaciones proporcionadas en
el
 rea de programas E.  La secretar¡a estima que el costo total medio por a¤o
(1993-2000) de fortalecer a las organizaciones internacionales ascender  a
unos
3 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de
donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y
aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los
costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias,
depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos
que los gobiernos decidan ejecutar.

b)             Desarrollo de los recursos humanos

19.31  Los gobiernos e instituciones, y las organizaciones no gubernamentales,
con la colaboraci¢n de las organizaciones y los programas competentes de las
Naciones Unidas, deber¡an organizar cursos de capacitaci¢n y campa¤as de
informaci¢n que promuevan la comprensi¢n y la utilizaci¢n de nuevos sistemas
de
clasificaci¢n armonizada y de etiquetado compatible de los productos qu¡micos.

c)   Aumento de la capacidad

19.32  En el fortalecimiento de la capacidad nacional para la gesti¢n de los
productos qu¡micos, incluidas la elaboraci¢n, la puesta en marcha y la
adaptaci¢n de los nuevos sistemas de clasificaci¢n y etiquetado, se deber¡a
evitar la creaci¢n de barreras comerciales y se deber¡an tomar plenamente en
consideraci¢n las limitaciones de la capacidad y de los recursos de muchos
pa¡ses, particularmente de los pa¡ses en desarrollo para la aplicaci¢n de esos
sistemas.


          C.  Intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos  

              y sobre el riesgo que entra¤an los productos qu¡micos           


Bases para la acci¢n

19.33  Las siguientes actividades guardan relaci¢n con el intercambio de
informaci¢n sobre los beneficios y sobre los peligros relacionados con la
utilizaci¢n de productos qu¡micos y tienen por finalidad promover una gesti¢n
adecuada de los productos qu¡micos mediante el intercambio de informaci¢n
cient¡fica, t‚cnica, econ¢mica y jur¡dica.

19.34  Las Directrices de Londres para el intercambio de informaci¢n acerca de
productos qu¡micos objeto de comercio internacional son un conjunto de
orientaciones adoptadas por los gobiernos con el fin de aumentar la seguridad
en
el uso de los productos qu¡micos mediante el intercambio de informaci¢n sobre
dichos productos.  Las directrices contienen disposiciones especiales acerca
del
intercambio de informaci¢n sobre productos qu¡micos prohibidos o severamente
restringidos.

19.35  La exportaci¢n a los pa¡ses en desarrollo de productos qu¡micos que han
sido prohibidos en los pa¡ses productores, o cuyo uso ha sido severamente
restringido en algunos pa¡ses industrializados, ha sido causa de preocupaci¢n,
ya que algunos de los pa¡ses importadores no tienen la capacidad necesaria
para
velar por su utilizaci¢n en condiciones de seguridad, al carecer de la
infraestructura necesaria para controlar la disponibilidad, el almacenamiento,
la formulaci¢n y la eliminaci¢n de esos productos qu¡micos.  

19.36  Para hacer frente a este problema, en 1989 se introdujo el
procedimiento
del consentimiento fundamentado previo en las Directrices de Londres para el
intercambio de informaci¢n acerca de productos qu¡micos objeto de comercio
internacional (PNUMA) y en el C¢digo Internacional de Conducta para la
distribuci¢n y utilizaci¢n de plaguicidas (FAO).  Adem s, se ha puesto en
marcha
un programa conjunto de la FAO y del PNUMA para la aplicaci¢n del
procedimiento
del consentimiento fundamentado previo a los productos qu¡micos, que comprende
la selecci¢n de los productos que sean objeto de este procedimiento y la
preparaci¢n de documentos de orientaci¢n para la adopci¢n de decisiones en
virtud de este procedimiento.  El Convenio de la OIT sobre los productos
qu¡micos exige que haya comunicaciones entre los pa¡ses exportadores y los
importadores cuando se haya prohibido el uso de productos qu¡micos peligrosos
por razones de seguridad y sanidad en el trabajo.  En el  mbito del Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) se celebraron
negociaciones
con miras a crear un instrumento vinculante en relaci¢n con los productos
prohibidos o severamente restringidos en el mercado interno.  Adem s, el
Consejo
del GATT convino, seg£n figura en la decisi¢n contenida en el documento
C/M/251,
prorrogar el mandato del Grupo de Trabajo por un per¡odo de tres meses a
contar
de la fecha de la pr¢xima reuni¢n del Grupo, y ha autorizado al Presidente a
celebrar consultas acerca de un calendario para convocar a esta reuni¢n.  

19.37  No obstante la importancia del procedimiento del consentimiento
fundamentado previo, es necesario realizar un intercambio de informaci¢n sobre
todos los productos potencialmente t¢xicos.

Objetivos

19.38  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Promover la intensificaci¢n del intercambio de informaci¢n entre
todas
las partes interesadas sobre la utilizaci¢n de los productos qu¡micos en
condiciones de seguridad, el empleo y las emisiones;

     b)   Lograr para el a¤o 2000, hasta donde sea viable, la plena
participaci¢n en el procedimiento del consentimiento fundamentado previo y su
ejecuci¢n, incluidas las posibles aplicaciones obligatorias derivadas de los
instrumentos jur¡dicamente vinculantes que figuran en las Directrices de
Londres
en su forma enmendada y en el C¢digo Internacional de Conducta de la FAO,
teniendo en cuenta la experiencia lograda con el procedimiento del
consentimiento fundamentado previo.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.39  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fortalecer las instituciones nacionales encargadas del intercambio
de
informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos y promover la creaci¢n de
centros nacionales all¡ donde no existan;

     b)   Fortalecer las instituciones y las redes internacionales, como el
RIPQPT, encargadas del intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos
t¢xicos;

     c)   Realizar actividades de cooperaci¢n t‚cnica con otros pa¡ses, en
especial los que no tienen suficiente capacidad t‚cnica, y proporcionarles
informaci¢n, incluidas actividades de capacitaci¢n en la interpretaci¢n de los
datos t‚cnicos correspondientes, por ejemplo, los que figuran en los
documentos
sobre criterios de higiene ambiental, los de orientaci¢n sobre salud y
seguridad
y los ficheros internacionales sobre utilizaci¢n de productos qu¡micos en
condiciones de seguridad (publicados por el Programa Internacional de
Protecci¢n
frente a los Productos Qu¡micos (PIPPQ)); en las monograf¡as sobre la
evaluaci¢n
de los riesgos carcinog‚nicos de los productos qu¡micos para los seres humanos
(publicadas por el Organismo Internacional de Investigaciones sobre el C ncer
(OIIC)); en los documentos de orientaci¢n para la adopci¢n de decisiones
(proporcionados por el programa conjunto FAO/PNUMA relativo al consentimiento
fundamentado previo); y en los datos presentados por la industria y otras
fuentes;
               d)   Aplicar los procedimientos con arreglo al consentimiento
fundamentado
previo a la brevedad posible y, habida cuenta de la experiencia lograda,
invitar
a las organizaciones internacionales competentes, como el PNUMA, el GATT, la
FAO, la OMS y otros, en sus respectivas esferas de competencia, con miras a
empe¤arse en la conclusi¢n expedita de instrumentos jur¡dicamente vinculantes.

b)   Datos e informaci¢n

19.40  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Prestar asistencia para la creaci¢n de sistemas nacionales de
informaci¢n sobre los productos qu¡micos en los pa¡ses en desarrollo y
facilitar
el acceso a los sistemas internacionales existentes;

     b)   Mejorar las bases de datos y los sistemas de informaci¢n sobre los
productos qu¡micos t¢xicos, incluidos los programas de preparaci¢n de
inventarios de las emisiones, mediante la capacitaci¢n en la aplicaci¢n de
estos
sistemas y el suministro de equipo y programas de inform tica y otros
servicios;

     c)   Proporcionar a los pa¡ses importadores conocimientos e informaci¢n
sobre los productos qu¡micos que han sido prohibidos o sometidos a
restricciones
rigurosas a fin de que estos pa¡ses puedan juzgar y tomar decisiones respecto
de
estas importaciones y sobre la manera de manipular estos productos, y
establecer
un sistema de responsabilidad conjunta en el comercio de productos qu¡micos
entre pa¡ses importadores y exportadores;

     d)   Facilitar la informaci¢n necesaria para evaluar los riesgos que
presentan para la salud humana y el medio ambiente los productos con que se
podr¡an sustituir los productos qu¡micos que hayan sido prohibidos o sometidos
a
restricciones rigurosas.

19.41  Las organizaciones de las Naciones Unidas deber¡an facilitar, en la
medida de lo posible, todo tipo de material de informaci¢n disponible a nivel
internacional sobre los productos qu¡micos t¢xicos en todos los idiomas
oficiales de las Naciones Unidas.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

19.42  Los gobiernos y las organizaciones internacionales competentes, con la
cooperaci¢n de la industria, deber¡an colaborar en la creaci¢n, el
fortalecimiento y la ampliaci¢n, seg£n proceda, de la red de autoridades
nacionales designadas para el intercambio de informaci¢n sobre los productos
qu¡micos y establecer un programa de intercambio t‚cnico para crear un n£cleo
de
personal capacitado en cada pa¡s participante.

Medios de ejecuci¢n

     Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

19.43  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 10 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.
                         D.  Organizaci¢n de programas de reducci¢n de riesgos

Bases para la acci¢n

19.44  Muchos de los productos qu¡micos que se utilizan hasta el momento se
pueden sustituir por otros.  Por consiguiente, a veces se pueden reducir los
riesgos usando otros productos qu¡micos o incluso aplicando tecnolog¡as que no
requieren de productos qu¡micos.  El ejemplo cl sico de reducci¢n de riesgos
es
la sustituci¢n de productos peligrosos por sustancias inocuas o menos
peligrosas.  Otro ejemplo consiste en la instauraci¢n de procedimientos de
prevenci¢n de la contaminaci¢n y la fijaci¢n de normas para los productos
qu¡micos en cada componente del medio ambiente (alimentos, agua, bienes de
consumo, etc.).  En un contexto m s amplio, la reducci¢n de los riesgos
entra¤a
la aplicaci¢n de medidas generales para reducir los riesgos que entra¤an los
productos qu¡micos t¢xicos, teniendo en cuenta el ciclo de vida ¡ntegro de
dichos productos.  Estas medidas pueden abarcar disposiciones reglamentarias y
de otro tipo como, por ejemplo, la promoci¢n del uso de productos y
tecnolog¡as
menos contaminantes, procedimientos y programas de prevenci¢n de la
contaminaci¢n, inventarios de emisiones, etiquetado de los productos,
limitaciones al uso, concesi¢n de incentivos econ¢micos, procedimientos para
la
manipulaci¢n sin riesgos y reglamentos sobre la exposici¢n, as¡ como la
eliminaci¢n gradual o la prohibici¢n de productos qu¡micos que presentan
riesgos
excesivos o intratables por otro motivo para la salud humana y el medio
ambiente, y aqu‚llos que sean t¢xicos, persistentes y bioacumulativos y cuyo
uso
no pueda controlarse en debida forma.

19.45  En la agricultura, una manera de reducir los riesgos consiste en
aplicar
m‚todos de lucha integral contra las plagas que prevean el empleo de agentes
de
lucha biol¢gica en lugar de plaguicidas t¢xicos.

19.46  Otros aspectos de la reducci¢n de riesgos abarcan la prevenci¢n de
accidentes de origen qu¡mico, la prevenci¢n de la intoxicaci¢n causada por
sustancias qu¡micas, la vigilancia de los productos t¢xicos y la coordinaci¢n
de
la descontaminaci¢n y la rehabilitaci¢n de las zonas afectadas por esos
productos.

19.47  El Consejo de la OCDE ha decidido que los pa¡ses miembros establezcan o
fortalezcan sus programas nacionales de reducci¢n de los riesgos.  El Consejo
Internacional de Asociaciones de la Industria Qu¡mica ha adoptado iniciativas
en
relaci¢n con el manejo responsable y la vigilancia de los productos con el fin
de reducir los riesgos de origen qu¡mico.  El programa de informaci¢n y
preparaci¢n del PNUMA para casos de emergencia a nivel local (APELL) tiene por
objeto ayudar a los encargados de la adopci¢n de decisiones y al personal
t‚cnico a informar mejor a la comunidad sobre las instalaciones peligrosas y a
preparar los planes de acci¢n correspondientes.  La OIT ha publicado un c¢digo
de pr cticas sobre la prevenci¢n de accidentes industriales de gran magnitud y
est  preparando un instrumento internacional sobre la prevenci¢n de desastres
industriales que deber¡a aprobarse en 1993.

Objetivos

19.48  El objetivo del  rea de programas es eliminar los riesgos inaceptables
o
excesivos y, en la medida en que sea econ¢micamente viable, reducir los
riesgos
que presenten los productos qu¡micos t¢xicos, empleando para ello un enfoque
amplio que prevea una gran diversidad de opciones de reducci¢n de riesgos y
adoptando medidas de precauci¢n derivadas de un an lisis integral del ciclo
de vida.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.49  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Considerar la posibilidad de adoptar pol¡ticas basadas en principios
aceptados de responsabilidad de los fabricantes, cuando proceda, as¡ como
criterios basados en la precauci¢n, la previsi¢n y la consideraci¢n de los
ciclos de vida integrales para la ordenaci¢n de los productos qu¡micos, que se
apliquen a la producci¢n, el comercio, el transporte, el empleo y la
eliminaci¢n;

     b)   Emprender actividades concertadas para reducir los riesgos derivados
de los productos qu¡micos t¢xicos, teniendo en cuenta el ciclo de vida
integral
de los productos.  Estas actividades podr¡an abarcar medidas reglamentarias y
de
otro tipo, como, por ejemplo, la promoci¢n de productos y tecnolog¡as menos
contaminantes; la preparaci¢n de inventarios de emisiones; etiquetado de
productos; la imposici¢n de limitaciones al uso; la concesi¢n de incentivos
econ¢micos, y la eliminaci¢n gradual o la prohibici¢n de productos qu¡micos
t¢xicos que presenten un riesgo excesivo o intratable por cualquier otro
motivo
para el medio ambiente y la salud humana y aquellos que sean t¢xicos,
persistentes y bioacumulativos, cuyo uso no pueda controlarse adecuadamente;

     c)   Adoptar pol¡ticas y medidas reglamentarias y de otro tipo para
determinar los productos qu¡micos t¢xicos y reducir al m¡nimo la exposici¢n a
‚stos, sustituy‚ndolos por otras sustancias menos t¢xicas y, en £ltimo
t‚rmino,
eliminar gradualmente las sustancias qu¡micas que presentan riesgos excesivos
o
intratables por cualquier otra raz¢n para la salud humana y el medio ambiente
y
aqu‚llos que sean t¢xicos, persistentes y bioacumulativos, cuyo uso no pueda
controlarse en debida forma;

     d)   Intensificar los esfuerzos para determinar las necesidades
nacionales
en materia de fijaci¢n y aplicaci¢n de normas en el contexto del Codex
Alimentarius FAO/OMS a fin de reducir tanto como sea posible los efectos
perjudiciales de los productos qu¡micos en los alimentos;

     e)   Elaborar pol¡ticas nacionales y establecer el marco reglamentario
necesario para la prevenci¢n de accidentes y para la preparaci¢n para casos de
accidente y las medidas para hacerles frente (planificaci¢n del uso de la
tierra, sistemas de autorizaci¢n, requisitos de informaci¢n en materia de
accidentes, etc.) y utilizar el directorio internacional de centros regionales
para hacer frente a las situaciones de emergencia de la OCDE y el PNUMA y el
programa APELL;

     f)   Promover la creaci¢n y el fortalecimiento, seg£n proceda, de centros
nacionales de lucha contra las intoxicaciones para velar por un diagn¢stico y
tratamiento oportunos y apropiados de los casos de intoxicaci¢n;

     g)   Reducir la excesiva dependencia del uso de productos qu¡micos en la
agricultura utilizando otras pr cticas de labranza, la lucha integrada contra
las plagas u otros medios apropiados;

     h)   Exigir a los fabricantes, los importadores y otros usuarios de
productos qu¡micos que establezcan, con la cooperaci¢n de los productores de
dichas sustancias, cuando proceda, procedimientos para hacer frente a
situaciones de emergencia y preparen planes de acci¢n en el terreno y fuera de
‚ste para situaciones de emergencia;

     i)   Determinar, evaluar, disminuir y reducir al m¡nimo o eliminar tanto
como sea posible mediante pr cticas de eliminaci¢n ecol¢gicamente racionales
los
riesgos del almacenamiento de productos qu¡micos que hayan caducado.

19.50  Deber¡a alentarse a la industria a:

     a)   Elaborar un c¢digo de principios internacionalmente aceptado para la
gesti¢n del comercio de productos qu¡micos, reconociendo en especial la
responsabilidad de facilitar informaci¢n sobre posibles riesgos y pr cticas
ecol¢gicamente racionales de eliminaci¢n si esos productos pasan a desecho, en
cooperaci¢n con los gobiernos, las organizaciones internacionales pertinentes
y
los organismos competentes de las Naciones Unidas;

     b)   Formular la aplicaci¢n de un enfoque basado en el "manejo
responsable"
por parte de los productores y fabricantes para con los productos qu¡micos,
teniendo en cuenta el ciclo de vida ¡ntegro de dichos productos;

     c)   Adoptar, a t¡tulo voluntario, programas sobre derecho de la
comunidad
a la informaci¢n basados en directrices internacionales, que incluyan la
divulgaci¢n de informaci¢n sobre causas de emisiones accidentales o
potenciales
y los medios de prevenirlas, y presentar informes sobre emisiones anuales
habituales de productos qu¡micos en el medio ambiente cuando no existan los
requisitos pertinentes en el pa¡s hu‚sped.

b)   Datos e informaci¢n

19.51  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Fomentar el intercambio de informaci¢n sobre las actividades
nacionales y regionales destinadas a reducir los riesgos de los productos
qu¡micos t¢xicos;

     b)   Cooperar en la elaboraci¢n de directrices relativas a la
comunicaci¢n
sobre los riesgos que ofrezcan los productos qu¡micos en el plano nacional a
fin
de fomentar el intercambio de informaci¢n con el p£blico y el conocimiento de
los riesgos.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

19.52  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Colaborar en la formulaci¢n de criterios comunes para determinar qu‚
productos qu¡micos podr¡an ser objeto de actividades concertadas de reducci¢n
de
los riesgos;

     b)   Coordinar actividades concertadas de reducci¢n de los riesgos;

     c)   Elaborar directrices y pol¡ticas a fin de que los fabricantes, los
importadores y otros usuarios de productos qu¡micos t¢xicos den a conocer la
informaci¢n sobre la toxicidad y declaren los riesgos y las medidas necesarias
en situaciones de emergencia;

               d)   Alentar a las grandes empresas industriales, incluidas las
transnacionales, y a otras empresas a que adopten pol¡ticas y se comprometan a
adoptar normas de aplicaci¢n que sean equivalentes a las que se aplican en sus
pa¡ses de origen o no menos estrictas en relaci¢n con la gesti¢n
ecol¢gicamente
racional de los productos qu¡micos;

     e)   Dar est¡mulo y apoyo a la peque¤a y mediana industria para que
elabore
y adopte los procedimientos pertinentes a la reducci¢n de los riesgos en sus
propias actividades;

     f)   Elaborar medidas y procedimientos reglamentarios y de otro tipo
destinados a impedir la exportaci¢n de productos qu¡micos que hayan sido
prohibidos, sometidos a restricciones rigurosas o retirados del mercado o no
hayan sido aprobados por razones sanitarias o ecol¢gicas, excepto cuando dicha
exportaci¢n cuente con el consentimiento previo por escrito del pa¡s
importador
o est‚ por lo dem s de conformidad con el procedimiento del consentimiento
fundamentado previo;

     g)   Estimular la labor nacional y regional destinada a armonizar la
evaluaci¢n de los plaguicidas;

     h)   Promover y crear mecanismos para la producci¢n, la ordenaci¢n y el
empleo de materiales peligrosos en condiciones de seguridad, formulando
programas para sustituirlos por otros m s inocuos, cuando proceda;

     i)   Establecer redes de centros para hacer frente a situaciones de
emergencia;

     j)   Alentar a la industria, con la ayuda de la cooperaci¢n multilateral,
a
que elimine gradualmente, cuando proceda, cualesquiera productos qu¡micos
prohibidos que a£n se hallen en existencia o en uso en forma ecol¢gicamente
racionales, incluida la reutilizaci¢n en condiciones de seguridad, cuando est‚
aprobada y sea apropiada.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

19.53  La secretar¡a de la Conferencia ha incluido la mayor parte de los
costos
relacionados con este programa en las estimaciones proporcionadas para las
 reas
de programas A y E.  La secretar¡a estima que las dem s necesidades para
actividades de capacitaci¢n y de apoyo a los centros de emergencia y de lucha
contra las intoxicaciones ascender n a unos 4 millones de d¢lares por a¤o, que
la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones
de
favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han
sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos reales y las condiciones
financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas,
de
las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan
ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

19.54  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Promover la adopci¢n de tecnolog¡as que reduzcan al m¡nimo las
emisiones de productos qu¡micos t¢xicos y la exposici¢n a ‚stos en todos los
pa¡ses;

               b)   Efectuar estudios nacionales, cuando proceda, sobre los
plaguicidas
que hayan sido aceptados anteriormente, sobre la base de criterios que ahora
se
reconozcan como insuficientes o anticuados, y su posible sustituci¢n por otros
m‚todos de lucha contra las plagas, particularmente en el caso de los
plaguicidas que sean t¢xicos, persistentes o bioacumulativos.


              E.  Fomento de la capacidad y los medios nacionales para
                  la gesti¢n de los productos qu¡micos

Bases para la acci¢n

19.55  Muchos pa¡ses carecen de sistemas nacionales para hacer frente a los
riesgos que presentan los productos qu¡micos.  La mayor¡a de los pa¡ses
carecen
de los medios cient¡ficos para reunir pruebas de uso indebido y evaluar los
efectos de los productos t¢xicos sobre el medio ambiente, debido a las
dificultades que entra¤a la detecci¢n de muchas sustancias qu¡micas
problem ticas y el rastreo sistem tico de su circulaci¢n.  Entre los posibles
peligros para la salud humana y el medio ambiente en los pa¡ses en desarrollo
figuran formas nuevas e importantes de utilizaci¢n.  En varios pa¡ses que s¡
disponen de sistemas de ese tipo es urgente la necesidad de perfeccionarlos.

19.56  Los elementos b sicos de una ordenaci¢n racional de los productos
qu¡micos son:  a) una legislaci¢n apropiada; b) reuni¢n y difusi¢n de
informaci¢n; c) capacidad para evaluar e interpretar los riesgos; d) adopci¢n
de
una pol¡tica de control de riesgos; e) capacidad para hacer aplicar las
normas;
f) capacidad para proceder a la rehabilitaci¢n de los lugares contaminados y
las
personas intoxicadas; g) programas de educaci¢n eficaces; y h) capacidad para
hacer frente a las situaciones de emergencia.

19.57  Puesto que la gesti¢n de los productos qu¡micos se produce en varios
sectores de los que se encargan diversos ministerios nacionales, la
experiencia
indica que es indispensable contar con un mecanismo de coordinaci¢n.

Objetivos

19.58  Para el a¤o 2000 deber¡a haber en todos los pa¡ses, en la medida de lo
posible, sistemas nacionales de gesti¢n ecol¢gicamente racionales de los
productos qu¡micos, as¡ como legislaci¢n y disposiciones para velar por su
aplicaci¢n y cumplimiento.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.59  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las 
organizaciones intergubernamentales y de los organismos y programas de las
Naciones Unidas competentes, deber¡an:

     a)   Promover y apoyar la b£squeda de soluciones multidisciplinarias a
los
problemas de la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad;

     b)   Considerar la necesidad de establecer y fortalecer, cuando proceda,
un
mecanismo nacional de coordinaci¢n que sirva de enlace entre todos los
sectores
que se vean afectados por las actividades de empleo de productos qu¡micos en
condiciones de seguridad (por ejemplo, agricultura, medio ambiente, educaci¢n,
industria, mano de obra, salud, transporte, polic¡a, defensa civil, asuntos
econ¢micos, instituciones de investigaci¢n y centros de lucha contra las
intoxicaciones);

     c)   Crear mecanismos institucionales para la gesti¢n de los productos
qu¡micos, incluidos medios eficaces para hacerlos aplicar;

     d)   Crear y ampliar o fortalecer, cuando proceda, redes de centros para
hacer frente a las situaciones de emergencia, entre ellos centros de lucha
contra las intoxicaciones;

     e)   Fomentar la capacidad nacional y local para prepararse para casos de
accidente y para hacerles frente teniendo en cuenta el programa APELL del
PNUMA
y programas an logos de prevenci¢n de accidentes, preparaci¢n para casos de
accidentes y medidas para hacerles frente, cuando proceda, incluidos planes de
emergencia peri¢dicamente ensayados y actualizados;

     f)   En cooperaci¢n con la industria, establecer procedimientos para
hacer
frente a las situaciones de emergencia, individualizando los medios y el
material necesarios en industrias e instalaciones para reducir los efectos de
los accidentes.

b)   Datos e informaci¢n

19.60  Los gobiernos deber¡an:

     a)   Organizar campa¤as de informaci¢n para sensibilizar al p£blico en
general acerca de los problemas relacionados con la utilizaci¢n de productos
qu¡micos en condiciones de seguridad, en particular programas que brinden
informaci¢n sobre las existencias de productos qu¡micos, las opciones m s
inicuas desde el punto de vista ecol¢gico y los inventarios de emisiones, que
tambi‚n podr¡an ser un medio para la reducci¢n de los riesgos;

     b)   En colaboraci¢n con el RIPQPT, crear registros y bases de datos
nacionales sobre los productos qu¡micos que contengan informaci¢n relativa a
la
seguridad;

     c)   Obtener datos de vigilancia sobre el terreno relativos a productos
qu¡micos t¢xicos que revistan gran importancia ecol¢gica;

     d)   Cooperar con las organizaciones internacionales, cuando proceda,
para
vigilar y fiscalizar eficazmente la generaci¢n, la fabricaci¢n, la
distribuci¢n,
el transporte y las actividades de eliminaci¢n que se relacionen con los
productos qu¡micos t¢xicos, velar por el cumplimiento de las medidas
preventivas
y de precauci¢n y las reglas de gesti¢n de la seguridad, y facilitar
informaci¢n
precisa sobre los datos pertinentes.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

19.61  Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las
organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an:

     a)   Preparar directrices, all¡ donde a£n no existan, con recomendaciones
y
listas de verificaci¢n para promulgar legislaci¢n relativa a la utilizaci¢n de
productos qu¡micos en condiciones de seguridad;

     b)   Ayudar a los pa¡ses, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a
elaborar y fortalecer la legislaci¢n nacional y su aplicaci¢n;
               c)   Examinar la posibilidad de adoptar programas sobre el
derecho de la
comunidad a la informaci¢n u otros programas de difusi¢n de informaci¢n
p£blica,
cuando proceda, como posibles medios de reducci¢n de riesgos. 
Las organizaciones internacionales competentes, en particular el PNUMA, la
OCDE,
la CEPE, y otras partes interesadas deber¡an considerar la posibilidad de
preparar un documento de orientaci¢n sobre la instauraci¢n de esos programas
para uso de los gobiernos.  El documento deber¡a aprovechar la labor existente
sobre accidentes e incluir nuevas orientaciones sobre inventarios de emisiones
t¢xicas e informaci¢n sobre riesgos.  Dicha orientaci¢n deber¡a incluir la
armonizaci¢n de los requisitos, las definiciones y los elementos de datos a
fin
de fomentar la uniformidad y permitir el intercambio internacional de datos;

     d)   Aprovechar la labor internacional de evaluaci¢n de riesgos realizada
en el pasado, el presente y el futuro para ayudar a los pa¡ses, en particular
a
los pa¡ses en desarrollo, a crear y a afianzar su capacidad de evaluaci¢n de
riesgos en los planos nacional y regional con objeto de reducir al m¡nimo los
riesgos en la fabricaci¢n y utilizaci¢n de productos qu¡micos t¢xicos;

     e)   Promover la aplicaci¢n del programa APELL del PNUMA y, en
particular,
el directorio internacional de centros para hacer frente a las situaciones de
emergencia preparado por la OCDE y el PNUMA;

     f)   Cooperar con todos los pa¡ses, en particular los pa¡ses en
desarrollo,
para crear mecanismos institucionales en el plano nacional y concebir
instrumentos apropiados para la ordenaci¢n de los productos qu¡micos;

     g)   Organizar cursos de informaci¢n, a todos los niveles de producci¢n y
utilizaci¢n, para el personal que debe ocuparse de las cuestiones referentes a
la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad;

     h)   Establecer mecanismos para aprovechar al m ximo en los pa¡ses la
informaci¢n existente en el plano internacional;

     i)   Invitar al PNUMA a que promueva principios para la prevenci¢n de
accidentes, la preparaci¢n para casos de accidente y las medidas para hacerles
frente, destinados a los gobiernos, la industria y el p£blico, aprovechando la
labor realizada en esta esfera por la OIT, la OCDE y la CEPE.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

19.62  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa en los pa¡ses
en desarrollo ascender  a unos 600 millones de d¢lares, incluidos 150 millones
de d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o
en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

19.63  Las organizaciones internacionales deber¡an:

     a)   Promover el establecimiento y el fortalecimiento de laboratorios
nacionales para velar por la existencia en todos los pa¡ses de un control
apropiado nacional en lo referente a la importaci¢n, la fabricaci¢n y la
utilizaci¢n de los productos qu¡micos;

     b)   Promover la traducci¢n, cuando sea viable, de los documentos
internacionales sobre la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de
seguridad a los idiomas locales, y prestar apoyo a diversos niveles de
actividad
regional relacionados con la transferencia de tecnolog¡a y el intercambio de
informaci¢n.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

19.64  Las organizaciones internacionales deber¡an:

     a)   Promover la capacitaci¢n t‚cnica en los pa¡ses en desarrollo en
relaci¢n con el control de los riesgos derivados de los productos qu¡micos;

     b)   Promover e incrementar el apoyo a las actividades de investigaci¢n
en
el plano nacional mediante la concesi¢n de subsidios y becas para estudios en
institutos de investigaci¢n reconocidos que se ocupen de disciplinas de
importancia para los programas de utilizaci¢n de productos qu¡micos en
condiciones de seguridad.

19.65  Los gobiernos deber¡an organizar, en colaboraci¢n con la industria y
los
sindicatos, programas de formaci¢n sobre la gesti¢n de los productos qu¡micos
que incluyan los procedimientos para hacer frente a situaciones de emergencia,
destinados a todos los niveles.  En todos los pa¡ses los programas de estudio
de
las escuelas primarias deben comprender los principios b sicos de utilizaci¢n
de
los productos qu¡micos en condiciones de seguridad.


           F.  Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de productos
               t¢xicos y peligrosos                                     

19.66  No hay actualmente un acuerdo internacional mundial sobre el tr fico de
productos t¢xicos y peligrosos (productos t¢xicos y peligrosos son los que
est n
prohibidos, considerablemente limitados, retirados o no aprobados para su uso
y
venta por los gobiernos a fin de proteger la salud p£blica y el medio
ambiente). 
Sin embargo, hay un temor internacional de que el tr fico internacional
il¡cito
de esos productos sea perjudicial para la salud p£blica y el medio ambiente,
particularmente en los pa¡ses en desarrollo, como reconocen las resoluciones
42/183 y 44/226 de la Asamblea General.  El tr fico il¡cito se refiere al
tr fico realizado en contravenci¢n de las leyes de un pa¡s o los instrumentos
jur¡dicos internacionales pertinentes.  El temor se refiere tambi‚n a los
movimientos transfronterizos de esos productos que no se efect£an de
conformidad
con las directrices y principios internacionalmente aprobados aplicables.  Las
actividades realizadas en este  rea de programas est n destinadas a
perfeccionar
la detecci¢n y la prevenci¢n del tr fico de que se trata.

19.67  Hace falta fortalecer la cooperaci¢n internacional y regional para
impedir el movimiento transfronterizo il¡cito de productos t¢xicos y
peligrosos. 
Hace falta tambi‚n aumentar la capacidad en el plano nacional para ampliar los
servicios de vigilancia y aplicaci¢n de la ley, reconociendo que tal vez haya
que imponer las penas apropiadas como parte de un programa eficaz de ejecuci¢n
de la ley.  Otras actividades previstas en este cap¡tulo (por ejemplo, en
relaci¢n con el p rrafo 19.39 d)), contribuir n tambi‚n al logro de esos
objetivos.

Objetivos

19.68  Los objetivos del programa son:

     a)   Fortalecer la capacidad nacional para descubrir y detener todo
intento
il¡cito de introducir productos t¢xicos y peligrosos en el territorio de
cualquier Estado, en contravenci¢n de la legislaci¢n nacional y los
instrumentos
jur¡dicos internacionales pertinentes;

     b)   Ayudar a todos los pa¡ses, en particular a los pa¡ses en desarrollo,
a
obtener toda la informaci¢n pertinente relativa al tr fico il¡cito en
productos
t¢xicos y peligrosos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

19.69  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
seg£n
proceda, deber¡an:

     a)   Adoptar, de ser necesario, y aplicar legislaci¢n para impedir la
importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de productos t¢xicos y peligrosos;
    
     b)   Formular programas nacionales apropiados de represi¢n a fin de
vigilar
el cumplimiento de dicha legislaci¢n y descubrir y reprimir las transgresiones
mediante sanciones adecuadas.

b)   Datos e informaci¢n

19.70  Los gobiernos deber¡an elaborar, seg£n proceda, sistemas nacionales de
alerta que les permitan descubrir el tr fico il¡cito de productos t¢xicos y
peligrosos; las comunidades locales y otras entidades podr¡an participar en un
funcionamiento de un sistema de dicha ¡ndole.

19.71  Los gobiernos deber¡an cooperar en el intercambio de informaci¢n sobre
movimientos transfronterizos il¡citos de productos t¢xicos y peligrosos y
deber¡an facilitar dicha informaci¢n a los ¢rganos competentes de las
Naciones Unidas, como el PNUMA y las comisiones regionales.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

19.72  El fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y regional es
necesario para impedir el movimiento transfronterizo il¡cito de productos
t¢xicos y peligrosos.

19.73  Las comisiones regionales, en cooperaci¢n con el PNUMA y otros ¢rganos
competentes de las Naciones Unidas, y bas ndose en su apoyo y asesoramiento
pericial, deber¡an, sobre la base de los datos y la informaci¢n que faciliten
los gobiernos, vigilar el tr fico il¡cito en productos t¢xicos y peligrosos y
efectuar evaluaciones regionales en forma permanente de los datos al respecto,
y
las consecuencias ambientales, econ¢micas y sanitarias en cada regi¢n,
aprovechando los resultados y la experiencia logrados en la evaluaci¢n
preliminar conjunta del PNUMA y la CESPAP del tr fico il¡cito, cuya conclusi¢n
est  prevista para agosto de 1992.

19.74  Los gobiernos y las organizaciones internacionales, seg£n proceda,
deber¡an cooperar con los pa¡ses en desarrollo en el fortalecimiento de su
capacidad institucional y de reglamentaci¢n a fin de impedir la importaci¢n y
exportaci¢n il¡citas de productos t¢xicos y peligrosos.


                G.  Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional
                    relativa a varias de las  reas de programa     

19.75  Una reuni¢n de expertos designados por los gobiernos, celebrada en
Londres en diciembre de 1991, recomend¢ que se aumentara la coordinaci¢n entre
los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales
que
se ocupan de la evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos derivados de los productos
qu¡micos.  En esa reuni¢n se pidi¢ que se adoptaran medidas adecuadas para
fortalecer la funci¢n del PIPQQ y se creara un foro intergubernamental para la
evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos derivados de los productos qu¡micos.

19.76  A fin de examinar en mayor detalle las recomendaciones de la reuni¢n de
Londres e iniciar medidas sobre el particular, si procede, se invita a los
jefes
ejecutivos de la OMS, la OIT y el PNUMA a que convoquen una reuni¢n
intergubernamental en el plazo de un a¤o, que podr¡a constituir la primera
reuni¢n del foro intergubernamental.

                                    Cap¡tulo 20

            GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS PELIGROSOS,
            INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO   
                              DE DESECHOS PELIGROSOS

                                   INTRODUCCION

20.1  Para velar por la protecci¢n de la salud y del medio ambiente, una
ordenaci¢n adecuada de los recursos naturales y un desarrollo sostenible, es
de
extrema importancia controlar eficazmente la producci¢n, el almacenamiento, el
tratamiento, el reciclado y la reutilizaci¢n, el transporte, la recuperaci¢n y
la eliminaci¢n de los desechos peligrosos.  Esto precisar  la cooperaci¢n y
participaci¢n activas de la comunidad internacional, los gobiernos y la
industria.  Para los fines del presente documento la industria abarcar  las
grandes empresas industriales, incluidas las empresas transnacionales y la
industria nacional.

20.2  Los elementos esenciales para lograrlo son la prevenci¢n de la
producci¢n
de desechos peligrosos y la rehabilitaci¢n de los lugares contaminados, y para
ambas cosas se requieren conocimientos, personas con experiencia,
instalaciones
adecuadas, recursos financieros y capacidades t‚cnicas y cient¡ficas.

20.3  Como las actividades descritas en el presente cap¡tulo est n
estrechamente
relacionadas con muchas de las  reas de programas descritas en otros cap¡tulos
y
han de repercutir en ellas, es necesario adoptar un enfoque general integrado
al
tratar la gesti¢n de los desechos peligrosos.

20.4  Existe preocupaci¢n a nivel internacional de que parte del movimiento
internacional de desechos peligrosos est  siendo llevado a cabo contraviniendo
la legislaci¢n nacional y los instrumentos internacionales existentes, en
detrimento del medio ambiente y de la salud p£blica de todos los pa¡ses,
especialmente los pa¡ses en desarrollo.

20.5  En la secci¢n I de la resoluci¢n 44/226, de 22 de diciembre de 1989,
la Asamblea General pidi¢ a cada una de las comisiones regionales que, dentro
de
los recursos existentes, contribuyera a la prevenci¢n del tr fico il¡cito de
productos y desechos t¢xicos y peligrosos vigilando y haciendo evaluaciones
regionales de ese tr fico il¡cito y sus repercusiones en el medio ambiente y
la
salud.  La Asamblea pidi¢ tambi‚n a las comisiones regionales que actuaran en
forma concertada y cooperaran con el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) para mantener una vigilancia y evaluaci¢n eficaces y
coordinadas del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y peligrosos.

Objetivo general

20.6  En el marco de la gesti¢n integrada del ciclo vital, el objetivo general
es impedir en lo posible y reducir al m¡nimo la producci¢n de desechos
peligrosos, y someter esos desechos a una gesti¢n que impida que provoquen
da¤os
al medio ambiente.

Metas generales

20.7  Las metas generales son:

     a)   La prevenci¢n o reducci¢n al m¡nimo de la producci¢n de desechos
peligrosos como parte de un sistema general integrado de producci¢n menos
contaminante; la eliminaci¢n o reducci¢n de los movimientos transfronterizos
de
desechos peligrosos hasta un m¡nimo que se corresponda con la gesti¢n
ecol¢gicamente racional y eficiente de tales desechos; y la garant¡a de que se
apliquen en la m xima medida posible las opciones sobre gesti¢n ecol¢gicamente
racional de desechos peligrosos dentro del pa¡s de origen (principio de la
autosuficiencia).  Los movimientos transfronterizos que se lleven a efecto
deber n obedecer a motivos ambientales y econ¢micos y estar basados en
convenios
celebrados entre los Estados interesados;

     b)   La ratificaci¢n del Convenio de Basilea sobre el control de los
movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminaci¢n, y la
pronta elaboraci¢n de los protocolos correspondientes, como el protocolo sobre
responsabilidad e indemnizaci¢n, y de los mecanismos y las directrices que se
requieren para facilitar la aplicaci¢n del Convenio de Basilea;

     c)   La ratificaci¢n y plena aplicaci¢n de la Convenci¢n de Bamako sobre
la
prohibici¢n de la importaci¢n a Africa, la fiscalizaci¢n de los movimientos
transfronterizos y la gesti¢n dentro de Africa de desechos peligrosos, y la
pronta elaboraci¢n de un protocolo sobre responsabilidad e indemnizaci¢n;

     d)   La eliminaci¢n de la exportaci¢n de desechos peligrosos a pa¡ses
que,
por propio inter‚s o en virtud de acuerdos internacionales, proh¡ban la
importaci¢n de esos desechos, como son las partes contratantes en el Convenio
de
Bamako y el cuarto Convenio de Lom‚, as¡ como otros convenios pertinentes en
que
se establece dicha prohibici¢n.

20.8  En el presente cap¡tulo se incluyen las siguientes  reas de programas:

     a)   Promoci¢n de la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los desechos
peligrosos;

     b)   Promoci¢n y fortalecimiento de la capacidad institucional en materia
de gesti¢n de desechos peligrosos; 

     c)   Promoci¢n y fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional en
materia
de gesti¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos;

     d)   Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de desechos peligrosos.


                                AREAS DE PROGRAMAS

              A.  Promoci¢n de la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo
                  de los desechos peligrosos                         

Bases para la acci¢n

20.9  La salud humana y la calidad del medio ambiente se degradan
constantemente
por la cantidad cada vez mayor de desechos peligrosos que se producen.  Los
costos directos e indirectos que representan para la sociedad y para los
ciudadanos la producci¢n, manipulaci¢n y eliminaci¢n de esos desechos est n
aumentando.  As¡ pues, es fundamental aumentar los conocimientos y la
informaci¢n sobre los aspectos econ¢micos de la prevenci¢n y gesti¢n de los
desechos peligrosos, incluidos los efectos en relaci¢n con el empleo y sus
ventajas para el medio ambiente, a fin de velar por que se prevean las
inversiones de capital necesarias en los programas de desarrollo mediante
incentivos econ¢micos.  Una de las primeras prioridades en materia de gesti¢n
de
los desechos peligrosos es reducirlos al m¡nimo, como parte de un criterio m s
amplio para modificar los procesos industriales y las modalidades de consumo
mediante estrategias de prevenci¢n de la contaminaci¢n y de producci¢n menos
contaminante.

20.10  Entre los factores m s importantes de esas estrategias se cuenta el de
la
recuperaci¢n de desechos peligrosos para convertirlos en materiales £tiles. 
En
consecuencia, la aplicaci¢n de tecnolog¡a y la modificaci¢n y desarrollo de
nuevas tecnolog¡as que permitan una menor producci¢n de desechos se consideran
actualmente un aspecto fundamental de la reducci¢n al m¡nimo de los desechos
peligrosos.

Objetivos

20.11  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Reducir hasta donde sea posible la producci¢n de desechos
peligrosos,
como parte de un sistema integrado de producci¢n menos contaminante;

     b)   Aprovechar al m ximo las materias primas, utilizando, cuando sea
factible y ecol¢gicamente racional, los residuos derivados de los procesos de
producci¢n;

     c)   Aumentar los conocimientos y la informaci¢n sobre los aspectos
econ¢micos de la prevenci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos.

20.12  Para alcanzar esos objetivos y reducir de ese modo los efectos y el
costo
del desarrollo industrial, los pa¡ses que est‚n en condiciones de adoptar las
tecnolog¡as necesarias sin perjuicio para su desarrollo deber¡an establecer
pol¡ticas que previesen lo siguiente:

     a)   La integraci¢n de m‚todos de producci¢n menos contaminantes y de
reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos en todo tipo de planificaci¢n,
as¡ como la fijaci¢n de metas concretas;

     b)   La promoci¢n del uso de mecanismos reguladores y de mercado;

     c)   El establecimiento de una meta intermedia para la estabilizaci¢n de
la
cantidad de desechos peligrosos producidos;

     d)   El establecimiento de programas y pol¡ticas de largo plazo, en que
se
establezcan metas, cuando proceda, para la reducci¢n de la cantidad de
desechos
peligrosos producidos por unidad de fabricaci¢n;

     e)   El logro de una mejora cualitativa de las corrientes de desechos,
sobre todo mediante actividades destinadas a reducir las caracter¡sticas
peligrosas de esas corrientes;

     f)   La facilitaci¢n del establecimiento de m‚todos y pol¡ticas de
prevenci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos que ofrezcan una buena
relaci¢n
costo-eficacia, teniendo en cuenta el estado de desarrollo de cada pa¡s.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

20.13  Deber¡an llevarse a cabo las siguientes actividades:

     a)   Los gobiernos deber¡an establecer normas o especificaciones en
materia
de adquisiciones o modificar las existentes a fin de evitar la discriminaci¢n
de
los materiales reciclados, a condici¢n de que ‚stos sean ecol¢gicamente
racionales;

     b)   Los gobiernos, en la medida de sus posibilidades y con el apoyo de
la
cooperaci¢n multilateral, deber¡an ofrecer incentivos econ¢micos o normativos,
cuando proceda, para favorecer la adopci¢n por parte de la industria de nuevos
m‚todos de producci¢n menos contaminantes, alentar a la industria a invertir
en
tecnolog¡as de prevenci¢n y/o reciclado a fin de velar por una gesti¢n
ecol¢gicamente racional de todos los desechos peligrosos, entre ‚stos los
desechos reciclables, y fomentar las inversiones orientadas hacia la reducci¢n
al m¡nimo de los desechos;

     c)   Los gobiernos deber¡an intensificar las actividades de investigaci¢n
y
desarrollo de variantes eficaces en funci¢n de los costos para los procesos y
sustancias que actualmente producen desechos peligrosos y que plantean
problemas
especiales en cuanto a su eliminaci¢n o tratamiento ecol¢gicamente racional,
debiendo considerarse la posibilidad de eliminar totalmente, tan pronto como
sea
viable, aquellas sustancias que presenten un riesgo excesivo o al que no se
pueda hacer frente por otras v¡as y que sean t¢xicas, persistentes o
bioacumulativas.  Deber¡a hacerse hincapi‚ en las opciones que resulten
econ¢micamente accesibles para los pa¡ses en desarrollo;

     d)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones e
industrias
pertinentes, seg£n proceda, deber¡an apoyar el establecimiento de servicios
nacionales de manipulaci¢n de los desechos peligrosos de origen interno;

     e)   Los gobiernos de los pa¡ses desarrollados deber¡an promover la
transferencia a los pa¡ses en desarrollo de tecnolog¡as ecol¢gicamente
racionales y conocimientos pr cticos en materia de tecnolog¡as poco
contaminantes y de desechos escasos, de conformidad con el cap¡tulo 34, lo que
producir  cambios que sustentar n la innovaci¢n industrial.  Los gobiernos
deber¡an cooperar con la industria, cuando proceda, en la elaboraci¢n de
directrices y c¢digos de conducta que den lugar a una producci¢n menos
contaminante mediante asociaciones sectoriales de comerciantes e industriales;

     f)   Los gobiernos deber¡an alentar a la industria a tratar, reciclar,
reutilizar y eliminar los desechos en la fuente, o lo m s cerca posible de la
fuente de producci¢n, cuando la producci¢n de desechos sea inevitable y cuando
resulte eficiente para la industria hacerlo tanto desde el punto de vista
econ¢mico como desde el ambiental;

     g)   Los gobiernos deber¡an fomentar la evaluaci¢n de la tecnolog¡a,
recurriendo, por ejemplo, a centros de evaluaci¢n tecnol¢gica;

     h)   Los gobiernos deber¡an promover una producci¢n menos contaminante
estableciendo centros que impartan capacitaci¢n e informaci¢n sobre
tecnolog¡as
ecol¢gicamente racionales;

               i)   La industria deber¡a establecer sistemas de ordenaci¢n
ambiental que
incluyeran la auditor¡a ambiental de sus lugares de producci¢n o distribuci¢n,
con objeto de determinar d¢nde hace falta instalar m‚todos de producci¢n menos
contaminante;

     j)   Una organizaci¢n competente y apropiada de las Naciones Unidas
deber¡a
tomar la iniciativa, en cooperaci¢n con otras organizaciones, de elaborar
directrices para estimar los costos y beneficios de distintos m‚todos a fin de
adoptar procesos de producci¢n menos contaminantes y lograr la reducci¢n al
m¡nimo y una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos,
incluido el saneamiento de los lugares contaminados, teniendo en cuenta,
cuando
proceda, el informe de la reuni¢n celebrada en Nairobi en 1991, por expertos
designados por los gobiernos para elaborar una estrategia internacional y un
programa de acci¢n, adem s de las directrices t‚cnicas para la gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, en particular en el
contexto
de la labor que se lleva a cabo con la secretar¡a del PNUMA en relaci¢n con el
Convenio de Basilea;

     k)   Los gobiernos deber¡an establecer normas en que se estipule la
responsabilidad £ltima de las industrias de la eliminaci¢n ecol¢gicamente
racional de los desechos peligrosos que generan sus actividades.

b)   Datos e informaci¢n

20.14  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos, con ayuda de las organizaciones internacionales,
deber¡an establecer mecanismos para determinar el valor de los sistemas de
informaci¢n existentes;

     b)   Los gobiernos deber¡an establecer centros y redes nacionales y
regionales encargados de la reuni¢n y difusi¢n de la informaci¢n, que sean de
f cil acceso y utilizaci¢n para los organismos p£blicos y la industria y para
otras organizaciones no gubernamentales;

     c)   Las organizaciones internacionales, por intermedio del Programa de
Producci¢n Limpia del PNUMA y del Centro internacional de informaci¢n sobre
procesos de producci¢n menos contaminantes, deber¡an ampliar y fortalecer los
sistemas existentes de reuni¢n de informaci¢n sobre m‚todos de producci¢n
menos
contaminantes;

     d)   Se deber¡a promover la utilizaci¢n, por parte de todos los ¢rganos y
las organizaciones de las Naciones Unidas, de la informaci¢n reunida por
conducto de la Red de Producci¢n Limpia;

     e)   La Organizaci¢n de Cooperaci¢n y Desarrollo Econ¢micos (OCDE), en
colaboraci¢n con otras organizaciones, deber¡a realizar un estudio amplio de
las
experiencias de los pa¡ses miembros en cuanto a la adopci¢n de planes de
reglamentaci¢n econ¢mica y mecanismos de incentivos para la gesti¢n de
desechos
peligrosos y el empleo de tecnolog¡as menos contaminantes que impidan la
producci¢n de esos desechos, y difundir la informaci¢n obtenida a ese
respecto;

     f)   Los gobiernos deber¡an alentar a la industria a ser transparente en
sus operaciones y a proporcionar la informaci¢n necesaria a las comunidades
que
pudieran resultar afectadas por la producci¢n, gesti¢n y eliminaci¢n de
desechos
peligrosos.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

20.15  La cooperaci¢n internacional y regional deber¡a alentar a los Estados
a ratificar el Convenio de Basilea y la Convenci¢n de Bamako y promover su
aplicaci¢n.  La cooperaci¢n regional ser  necesaria para la elaboraci¢n de
convenios an logos en otras regiones distintas de Africa, si fuese necesario. 
Por otra parte, es menester coordinar efectivamente las pol¡ticas e
instrumentos
internacionales, regionales y nacionales.  Otra de las actividades propuestas
es
la cooperaci¢n en la vigilancia de los efectos de la gesti¢n de los desechos
peligrosos.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

20.16  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 750 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar  a
t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son
indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

20.17  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes relativas al
desarrollo e investigaci¢n de tecnolog¡as:

     a)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
y
de las industrias, si procede, deber¡an aumentar considerablemente el apoyo
financiero a los programas de investigaci¢n y desarrollo de tecnolog¡as menos
contaminantes, incluido el uso de biotecnolog¡as;

     b)   Los Estados, con la cooperaci¢n de las organizaciones
internacionales
cuando proceda, deber¡an instar a la industria a que promueva y realice
estudios
sobre la eliminaci¢n gradual de los procesos que presentan mayor riesgo para
el
medio ambiente sobre la base de los desechos peligrosos que producen;

     c)   Los Estados deber¡an instar a la industria a que elabore planes para
integrar el criterio sobre una producci¢n menos contaminante en los procesos
de
dise¤o de productos y en las pr cticas de gesti¢n;

     d)   Los Estados deber¡an alentar a la industria a que adopte una actitud
responsable hacia el medio ambiente mediante la reducci¢n de los desechos
peligrosos y mediante la reutilizaci¢n, el reciclado y la recuperaci¢n
ecol¢gicamente racionales de los desechos peligrosos, as¡ como la eliminaci¢n
definitiva de ‚stos.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

20.18  Se deber¡an llevar a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos, las organizaciones internacionales y la industria
deber¡an fomentar la ejecuci¢n de programas de capacitaci¢n industrial,
incorporando t‚cnicas de prevenci¢n y reducci¢n al m¡nimo de los desechos
peligrosos y poniendo en marcha proyectos de demostraci¢n a nivel local para
poder presentar "casos de ‚xito" en materia de producci¢n poco contaminante;

     b)   La industria deber¡a integrar principios y ejemplos concretos de
producci¢n poco contaminante en los programas de capacitaci¢n, y establecer
redes o proyectos de demostraci¢n por sectores o por pa¡ses;

     c)   Todos los sectores de la sociedad deber¡an organizar y lanzar
campa¤as
de sensibilizaci¢n sobre la producci¢n poco contaminante, y fomentar el
di logo
y la colaboraci¢n con la industria y otros sectores.

d)   Aumento de la capacidad

20.19  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos de los pa¡ses en desarrollo, en cooperaci¢n con la
industria y con la colaboraci¢n de las organizaciones internacionales
competentes, deber¡an preparar inventarios de la producci¢n de desechos
peligrosos a fin de determinar sus necesidades con respecto a la transferencia
de tecnolog¡a y a la aplicaci¢n de medidas para la gesti¢n racional de los
desechos peligrosos y su eliminaci¢n;  

     b)   Los gobiernos deber¡an incluir en sus planes y leyes nacionales un
sistema integrado de protecci¢n ambiental, que se rigiera por criterios de
prevenci¢n y reducci¢n en la fuente, teniendo en cuenta el principio de "quien
contamina paga", y adoptar programas de reducci¢n de los desechos peligrosos,
en
que se fijen metas y medidas adecuadas de control ambiental;

     c)   Los gobiernos deber¡an colaborar con la industria en campa¤as
sectoriales en favor de procesos de producci¢n menos contaminantes y de
reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos, as¡ como en la reducci¢n de
esos
desechos y otras emisiones;

     d)   Los gobiernos deber¡an tomar la iniciativa de establecer y
fortalecer,
seg£n proceda, procedimientos nacionales de evaluaci¢n del impacto ambiental
teniendo en cuenta el m‚todo de gesti¢n desde la producci¢n hasta la
eliminaci¢n
de los desechos peligrosos, y a fin de determinar las posibilidades de reducir
al m¡nimo la producci¢n de desechos peligrosos mediante la manipulaci¢n, el
almacenamiento, la eliminaci¢n y la destrucci¢n m s seguros de tales desechos;

     e)   Los gobiernos, en colaboraci¢n con la industria y las organizaciones
internacionales competentes, deber¡an elaborar procedimientos de vigilancia y
aplicaci¢n del m‚todo de gesti¢n desde la producci¢n hasta la eliminaci¢n,
entre
ellos, procedimientos de auditor¡a ambiental;

     f)   Los organismos bilaterales y multilaterales de asistencia para el
desarrollo deber¡an aumentar considerablemente los fondos destinados a la
transferencia de tecnolog¡a menos contaminante a los pa¡ses en desarrollo,
incluso a las empresas peque¤as y medianas.


           B.  Promoci¢n y fortalecimiento de la capacidad institucional
               en materia de gesti¢n de desechos peligrosos             

Bases para la acci¢n

20.20  Muchos pa¡ses carecen de la capacidad necesaria para la manipulaci¢n y
gesti¢n de los desechos peligrosos.  Esto se debe principalmente a la falta de
infraestructura adecuada, a las deficiencias de los marcos normativos, a la
insuficiencia de los programas de capacitaci¢n y educaci¢n y a la falta de
coordinaci¢n entre los distintos ministerios e instituciones que se ocupan de
los diversos aspectos de la gesti¢n de desechos.  Adem s, hay una falta de
conocimientos acerca de la contaminaci¢n del medio ambiente y de los riesgos
que
entra¤a la exposici¢n a los desechos peligrosos para la salud de la poblaci¢n,
especialmente de las mujeres y los ni¤os, y de los ecosistemas; acerca de la
evaluaci¢n de los riesgos; y de las caracter¡sticas de los desechos.  Es
preciso
tomar medidas inmediatas para determinar qu‚ poblaciones est n expuestas a
riesgos de contaminaci¢n elevados y, si es necesario, aplicar medidas
correctivas.  Una de las prioridades fundamentales para velar por una gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos ha de ser elaborar
programas
de sensibilizaci¢n, educaci¢n y capacitaci¢n que abarquen todos los sectores
de
la sociedad.  Adem s, es necesario realizar programas de investigaci¢n para
entender la naturaleza de los desechos peligrosos, determinar sus posibles
efectos ecol¢gicos y elaborar tecnolog¡as para la manipulaci¢n sin riesgo de
esos desechos.  Por £ltimo, es necesario reforzar las capacidades de las
instituciones responsables de la gesti¢n de los desechos peligrosos.

Objetivos

20.21  Los objetivos de esta  rea de programas son:

     a)   Tomar medidas adecuadas de coordinaci¢n, legislativas y
reglamentarias
en el plano nacional para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos
peligrosos, entre ellas, medidas para la aplicaci¢n de los convenios
internacionales y regionales;

     b)   Organizar programas de informaci¢n y sensibilizaci¢n sobre las
cuestiones relativas a los desechos peligrosos y velar por que haya programas
de
educaci¢n b sica y capacitaci¢n destinados a los trabajadores de la industria
y
la administraci¢n p£blica en todos los pa¡ses;

     c)   Establecer programas amplios de investigaci¢n sobre desechos
peligrosos en los distintos pa¡ses;

     d)   Reforzar la capacidad de las industrias de servicios para
permitirles
manipular los desechos peligrosos y reforzar las redes internacionales;

     e)   Crear en todos los pa¡ses en desarrollo la capacidad local para
educar
y formar personal de todos los niveles para la manipulaci¢n, la vigilancia y
la
gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos;

     f)   Promover la evaluaci¢n del grado de exposici¢n humana a la
contaminaci¢n procedente de los dep¢sitos de desechos peligrosos y determinar
las medidas correctivas necesarias;

     g)   Facilitar la evaluaci¢n de los efectos y los riesgos de los desechos
peligrosos para la salud humana y el medio ambiente, mediante la adopci¢n de
procedimientos, metodolog¡as y criterios adecuados o directrices y normas
sobre
efluentes;

     h)   Mejorar los conocimientos relativos a los efectos de los desechos
peligrosos en la salud humana y el medio ambiente;

     i)   Suministrar informaci¢n a los gobiernos y al p£blico en general
sobre
los efectos de los desechos peligrosos, entre ‚stos los desechos infecciosos,
y
sobre la salud humana y el medio ambiente.
Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

20.22  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos deber¡an preparar y  mantener inventarios, entre ‚stos
inventarios computadorizados, de los desechos peligrosos y de los lugares de
tratamiento o vertimiento, as¡ como de los lugares contaminados que requieran
rehabilitaci¢n, y evaluar el grado de exposici¢n y el riesgo que presentan
para
la salud humana y el medio ambiente; deber¡an asimismo determinar las medidas
necesarias para la limpieza de los vertederos.  La industria deber¡a
proporcionar la informaci¢n necesaria;

     b)   Los gobiernos, la industria y las organizaciones internacionales
deber¡an colaborar en la elaboraci¢n de directrices y de m‚todos de f cil
aplicaci¢n para la caracterizaci¢n y clasificaci¢n de los desechos peligrosos;


     c)   Los gobiernos deber¡an llevar a cabo evaluaciones del grado de
exposici¢n y el estado de salud de las poblaciones que residen cerca de
vertederos de desechos peligrosos no fiscalizados y tomar medidas correctivas;

     d)   Las organizaciones internacionales deber¡an formular mejores
criterios, a partir de consideraciones sanitarias, teniendo en cuenta los
procesos nacionales de adopci¢n de decisiones, y ayudar en la preparaci¢n de
directrices t‚cnicas pr cticas para la prevenci¢n, la reducci¢n al m¡nimo, y
la
manipulaci¢n y eliminaci¢n sin riesgos de los desechos peligrosos;

     e)   Los gobiernos de los pa¡ses en desarrollo deber¡an instar a los
grupos
interdisciplinarios e intersectoriales a que, en colaboraci¢n con las
organizaciones y los organismos internacionales, pongan en pr ctica
actividades
de capacitaci¢n e investigaci¢n relacionadas con la evaluaci¢n, la prevenci¢n
y
el control de los riesgos que presentan los desechos peligrosos para la salud.

Esos grupos deber¡an servir de modelo para la creaci¢n de programas regionales
similares;

     f)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
seg£n proceda, deber¡an fomentar en la medida de lo posible la construcci¢n de
instalaciones combinadas de tratamiento y eliminaci¢n de desechos peligrosos
en
las industrias peque¤as y medianas;

     g)   Los gobiernos deber¡an fomentar la identificaci¢n y limpieza de los
dep¢sitos de desechos peligrosos en colaboraci¢n con la industria y las
organizaciones internacionales.  Deber¡an facilitarse a esos efectos
tecnolog¡as, conocimientos especializados y recursos financieros, en lo
posible
aplicando el principio de "quien contamina paga";

     h)   Los gobiernos deber¡an cerciorarse de que sus establecimientos
militares se atienen a normas ambientales aplicables en el plano nacional,
para
el tratamiento y la eliminaci¢n de desechos peligrosos.

b)   Datos e informaci¢n

20.23  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos, las organizaciones internacionales y regionales y la
industria deber¡an facilitar y ampliar la difusi¢n de informaci¢n t‚cnica y
cient¡fica sobre los diversos aspectos relacionados con la salud de los
desechos
peligrosos, y promover su aplicaci¢n;

     b)   Los gobiernos deber¡an establecer sistemas de notificaci¢n y
registro
de las poblaciones expuestas y de los efectos nocivos para la salud, as¡ como
bases de datos sobre las evaluaciones de los riesgos que crean los desechos
peligrosos;

     c)   Los gobiernos deber¡an procurar reunir informaci¢n sobre qui‚nes
producen o eliminan o reciclan desechos peligrosos, y proporcionar esa
informaci¢n a las personas e instituciones interesadas.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

20.24  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales
competentes, seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Promover y apoyar la integraci¢n y el funcionamiento, en los planos
regional y local, seg£n proceda, de agrupaciones institucionales e
interdisciplinarias que colaboren, seg£n su capacidad, en actividades
orientadas
a mejorar los procedimientos de evaluaci¢n, gesti¢n y reducci¢n de los riesgos
con respecto a los desechos peligrosos;

     b)   Apoyar el aumento de la capacidad y el desarrollo y la investigaci¢n
tecnol¢gicas en los pa¡ses en desarrollo, en relaci¢n con el desarrollo de los
recursos humanos, prestando particular apoyo a la consolidaci¢n de las redes;

     c)   Fomentar la autosuficiencia en materia de eliminaci¢n de desechos
peligrosos en el pa¡s de origen, en la medida en que ello sea ecol¢gicamente
racional y factible.  Los movimientos transfronterizos que tengan lugar
deber¡an
obedecer a razones ecol¢gicas y econ¢micas y basarse en acuerdos suscritos
entre
todos los Estados interesados.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

20.25  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 18.500 millones de d¢lares, a nivel mundial, de los cuales
aproximadamente
3.500 millones corresponder n a los pa¡ses en desarrollo, incluidos alrededor
de
500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo
de
donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y
aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los
costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias,
depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos
que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

20.26  Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes
y
de la industria, seg£n proceda, deber¡an prestar m s apoyo a la gesti¢n en
materia de investigaciones sobre desechos peligrosos en los pa¡ses en
desarrollo;
               b)   Los gobiernos, en colaboraci¢n con las organizaciones
internacionales,
deber¡an realizar investigaciones acerca de los efectos de los desechos
peligrosos sobre la salud en los pa¡ses en desarrollo, entre ellos los efectos
a
largo plazo en los ni¤os y las mujeres;

     c)   Los gobiernos deber¡an realizar investigaciones que tengan en cuenta
a
las necesidades de las industrias peque¤as y medianas;

     d)   Los gobiernos y las organizaciones internacionales, en colaboraci¢n
con la industria, deber¡an ampliar sus investigaciones tecnol¢gicas en materia
de manipulaci¢n, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminaci¢n
ecol¢gicamente racionales de los desechos peligrosos, y en materia de
evaluaci¢n, gesti¢n y eliminaci¢n de esos desechos;

     e)   Las organizaciones internacionales deber¡an determinar las
tecnolog¡as
apropiadas y mejoradas para manipular, almacenar, tratar y eliminar los
desechos
peligrosos.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

20.27  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y
con
la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes y de
la industria, seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Aumentar la conciencia y la informaci¢n p£blicas sobre las
cuestiones
relativas a los desechos peligrosos y promover la reuni¢n y difusi¢n de
informaci¢n sobre dichos desechos que sea comprensible para el p£blico en
general;

     b)   Aumentar la participaci¢n del p£blico en general, particularmente de
las mujeres y los sectores populares, en los programas de gesti¢n de desechos
peligrosos;

     c)   Elaborar programas de capacitaci¢n y educaci¢n para hombres y
mujeres
en la industria y la administraci¢n p£blica, destinados a tratar problemas
concretos de la vida cotidiana como, por ejemplo, la planificaci¢n y
aplicaci¢n
de programas para reducir los desechos peligrosos al m¡nimo, la realizaci¢n de
recuentos de materiales peligrosos o el establecimiento de programas
apropiados
de reglamentaci¢n;

     d)   Promover la capacitaci¢n en materia de tecnolog¡as para la reducci¢n
al m¡nimo y la gesti¢n de los desechos peligrosos en forma ecol¢gicamente
racional de los trabajadores, los administradores de industrias y los
empleados
de la administraci¢n p£blica encargados de la reglamentaci¢n de los pa¡ses en
desarrollo.

20.28  Tambi‚n deber¡an realizarse las actividades siguientes:

     a)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas, otras organizaciones y
organizaciones no gubernamentales, deber¡an colaborar en la elaboraci¢n y
difusi¢n de materiales educativos relativos a los desechos peligrosos y sus
efectos sobre el medio ambiente y la salud humana, que podr¡an utilizar las
escuelas, las agrupaciones de mujeres y el p£blico en general;

     b)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones, deber¡an
establecer o reforzar programas para una gesti¢n ecol¢gicamente racional de
los
desechos peligrosos, de conformidad con las normas sanitarias y ambientales
que
corresponda, y ampliar el alcance de los sistemas de vigilancia con el objeto
de
determinar los efectos perjudiciales para la poblaci¢n y el medio ambiente de
la
exposici¢n a los desechos peligrosos;

     c)   Las organizaciones internacionales deber¡an prestar asistencia a los
Estados miembros para evaluar los riesgos para la salud y el medio ambiente
resultantes de la exposici¢n a los desechos peligrosos, y para determinar sus
prioridades en lo que respecta a controlar las distintas categor¡as o clases
de
desechos;

     d)   Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y
con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
deber¡an promover la creaci¢n de centros especializados que se ocupen de
impartir capacitaci¢n en materia de gesti¢n de desechos peligrosos, bas ndose
en
las instituciones nacionales apropiadas y promoviendo la cooperaci¢n
internacional, mediante, entre otras cosas, la creaci¢n de v¡nculos
institucionales entre los pa¡ses desarrollados y los pa¡ses en desarrollo.

d)   Aumento de la capacidad

20.29  Dondequiera que realicen sus actividades, se deber¡a alentar a las
empresas transnacionales y a las grandes empresas a adoptar pol¡ticas y
comprometerse a adoptar normas operativas equivalentes o no menos estrictas
que
las que est‚n en vigor en el pa¡s de origen, con respecto a la producci¢n y
eliminaci¢n de desechos peligrosos; al mismo tiempo, se invita a los gobiernos
a
que se esfuercen por establecer reglamentos en que se exija la gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos.

20.30  Las organizaciones internacionales deber¡an asistir a los Estados
miembros en la evaluaci¢n de los riesgos para la salud y el medio ambiente que
entra¤a la exposici¢n a los desechos peligrosos, y en la determinaci¢n de sus
prioridades en lo que respecta a controlar las distintas categor¡as o clases
de
desechos.

20.31  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones e industrias
competentes, deber¡an:

     a)   Prestar apoyo a las instituciones nacionales para que se ocupen de
la
vigilancia y aplicaci¢n de la reglamentaci¢n relativa a los desechos
peligrosos,
en especial facilit ndoles los medios para aplicar los convenios
internacionales;

     b)   Crear instituciones industriales que se ocupen de los desechos
peligrosos y empresas de servicios para la manipulaci¢n de esos desechos;

     c)   Adoptar directrices t‚cnicas para la gesti¢n ecol¢gicamente racional
de los desechos peligrosos, y apoyar la aplicaci¢n de los convenios regionales
e
internacionales;

     d)   Crear y ampliar una red internacional de especialistas que prestan
servicios en la esfera de los desechos peligrosos, y mantener una corriente de
informaci¢n entre pa¡ses;

     e)   Evaluar la posibilidad de crear y administrar centros nacionales,
subregionales y regionales de tratamiento de desechos peligrosos.  Esos
centros
podr¡an utilizarse tambi‚n con fines de educaci¢n y formaci¢n, y para
facilitar
y promover la transferencia de tecnolog¡as para la gesti¢n ecol¢gicamente
racional de los desechos peligrosos;

     f)   Determinar las instituciones o centros especializados acad‚micos o
de
investigaci¢n pertinentes y reforzarlos a fin de que puedan desempe¤ar
actividades de educaci¢n y formaci¢n sobre la gesti¢n ecol¢gicamente racional
de
los desechos peligrosos;

     g)   Elaborar un programa de creaci¢n de capacidades y estructuras
nacionales de formaci¢n y educaci¢n de las diferentes categor¡as de personal
que
se ocupan de la gesti¢n de los desechos peligrosos;

     h)   Realizar auditor¡as ambientales de las industrias existentes con el
fin de mejorar sus sistemas internos de gesti¢n de desechos peligrosos.


          C.  Promoci¢n y fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional
              en materia de gesti¢n de los movimientos transfronterizos
              de desechos peligrosos                                 

Bases para la acci¢n

20.32  Para promover y fortalecer la cooperaci¢n internacional en materia de
gesti¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos, que
incluye
actividades de fiscalizaci¢n y vigilancia, es necesario aplicar un criterio de
precauci¢n.  Se requiere armonizar los procedimientos y criterios aplicados en
los diversos instrumentos jur¡dicos e internacionales.  Tambi‚n es necesario
desarrollar o armonizar los criterios existentes para la determinaci¢n de los
desechos peligrosos para el medio ambiente y crear una capacidad de
vigilancia.

Objetivos

20.33  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Facilitar y reforzar la cooperaci¢n internacional para la gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, que incluye la
fiscalizaci¢n
y vigilancia de los movimientos transfronterizos de tales desechos, entre
ellos
los desechos destinados a recuperaci¢n, mediante la aplicaci¢n de criterios
internacionalmente aprobados de determinaci¢n y clasificaci¢n de los desechos
peligrosos y de armonizaci¢n de los instrumentos jur¡dicos internacionales
pertinentes;

     b)   Imponer la prohibici¢n o no permitir, seg£n proceda, la exportaci¢n
de
desechos peligrosos a los pa¡ses que no tengan la capacidad necesaria para
ocuparse de esos desechos en forma ecol¢gicamente racional, o que hayan
prohibido la importaci¢n de ellos;

     c)   Promover la creaci¢n de procedimientos de fiscalizaci¢n del
movimiento
transfronterizo de desechos peligrosos que est‚n destinados a operaciones de
recuperaci¢n con arreglo al Convenio de Basilea y que fomenten las opciones de
reciclado ecol¢gica y econ¢micamente racional.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

     Fortalecimiento y armonizaci¢n de criterios y reglamentos

20.34  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
seg£n
proceda, deber¡an:

     a)   Incorporar a la legislaci¢n nacional el procedimiento de
notificaci¢n
previsto en el Convenio de Basilea y en otros convenios regionales
pertinentes,
as¡ como en sus anexos;

     b)   Elaborar, cuando proceda, convenios regionales, como la Convenci¢n
de
Bamako, que reglamenten los movimientos transfronterizos de desechos
peligrosos;

     c)   Contribuir a promover la compatibilidad y complementariedad de tales
acuerdos regionales con los convenios y protocolos internacionales;

     d)   Fortalecer la capacidad y los medios nacionales y regionales de
fiscalizaci¢n y vigilancia del movimiento transfronterizo de desechos
peligrosos;

     e)   Promover la elaboraci¢n de criterios y directrices inequ¡vocos,
dentro
del marco del Convenio de Basilea y los convenios regionales, seg£n proceda,
para la realizaci¢n de actividades de recuperaci¢n, reciclado,
aprovechamiento,
reutilizaci¢n directa u otros usos de los recursos que sean racionales en los
aspectos ecol¢gico y econ¢mico, y la determinaci¢n de pr cticas aceptables de
recuperaci¢n, incluso los niveles de recuperaci¢n cuando sea viable y
adecuado,
con miras a prevenir las extralimitaciones y la representaci¢n fraudulenta en
dichas actividades;

     f)   Examinar la posibilidad de establecer, en los planos nacional y
regional, seg£n proceda, sistemas de control y vigilancia de los movimientos
transfronterizos de desechos peligrosos;

     g)   Elaborar directrices para la evaluaci¢n del tratamiento
ecol¢gicamente
racional de los desechos peligrosos;

     h)   Elaborar directrices para la determinaci¢n de los desechos
peligrosos
en el plano nacional, teniendo en cuenta los criterios acordados
internacionalmente y, seg£n proceda, los criterios convenidos regionalmente, y
preparar una lista de perfiles de riesgos de los desechos peligrosos
enumerados
en la legislaci¢n nacional;

     i)   Elaborar y utilizar m‚todos adecuados de ensayo, caracterizaci¢n y
clasificaci¢n de los desechos peligrosos y adoptar normas y principios de
seguridad o adaptar los existentes, para una gesti¢n ecol¢gicamente racional
de
los desechos peligrosos.

     Aplicaci¢n de los acuerdos existentes

20.35  Se insta a los gobiernos a que ratifiquen el Convenio de Basilea y la
Convenci¢n de Bamako y a que procedan a elaborar sin demora los protocolos
correspondientes, como protocolos sobre responsabilidad e indemnizaci¢n, y los
mecanismos y directrices necesarios para facilitar la aplicaci¢n de los
convenios.
Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

20.36  Debido a que esta  rea de programas abarca un campo de operaciones
relativamente nuevo, ya que hasta el momento no se han realizado estudios
suficientes para determinar el costo de las actividades previstas, no se
dispone
actualmente de una estimaci¢n de costos.  Sin embargo, podr¡a considerarse que
los costos de algunas de las actividades relacionadas con el aumento de la
capacidad que se presentan en este programa est n incluidos en la estimaci¢n
de
los costos del  rea de programas B.

20.37  La secretar¡a provisional del Convenio de Basilea deber¡a realizar
estudios a fin de llegar a una estimaci¢n de costos razonable para las
actividades que se han de realizar inicialmente hasta el a¤o 2000.

b)   Aumento de la capacidad

20.38  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
seg£n
proceda, deber¡an:

     a)   Elaborar o adoptar pol¡ticas relativas a la gesti¢n ecol¢gicamente
racional de los desechos peligrosos, teniendo en cuenta los instrumentos
internacionales existentes;

     b)   Hacer recomendaciones a los ¢rganos apropiados o establecer o
adaptar
normas, incluida la aplicaci¢n equitativa del principio de "quien contamina
paga", y medidas de reglamentaci¢n para cumplir las obligaciones y principios
del Convenio de Basilea, la Convenci¢n de Bamako y otros acuerdos existentes o
futuros, incluidos los protocolos, seg£n proceda, para establecer normas y
procedimientos apropiados en lo que concierne a la responsabilidad y la
indemnizaci¢n por los da¤os causados por el movimiento transfronterizo y la
eliminaci¢n de desechos peligrosos;

     c)   Aplicar pol¡ticas para la puesta en pr ctica de una proscripci¢n o
prohibici¢n, seg£n proceda, de las exportaciones de desechos peligrosos a los
pa¡ses que no tengan la capacidad de ocuparse de esos desechos en forma
ecol¢gicamente racional o que hayan prohibido la importaci¢n de ellos;

     d)   Estudiar, en el contexto del Convenio de Basilea y de los convenios
regionales pertinentes, la viabilidad de prestar asistencia financiera
provisional cuando exista una situaci¢n de emergencia, a fin de reducir al
m¡nimo los da¤os resultantes de accidentes producidos por movimientos
transfronterizos de desechos peligrosos o durante la evacuaci¢n de
esos desechos.


                       D.  Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de
                           desechos peligrosos

Bases para la acci¢n

20.39  La prevenci¢n del tr fico il¡cito de desechos peligrosos redundar  en
beneficios para el medio ambiente y la salud p£blica en todos los pa¡ses,
sobre
todo, los pa¡ses en desarrollo.  Por otra parte, contribuir  a que el Convenio
de Basilea y otros instrumentos internacionales regionales, como el Convenio
de
Bamako y la Cuarta Convenci¢n de Lom‚, al promover el acatamiento de los
controles establecidos en dichos acuerdos.  En el art¡culo IX del Convenio de
Basilea se aborda concretamente la cuesti¢n del traslado il¡cito de desechos
peligrosos.  El tr fico il¡cito de desechos peligrosos puede causar graves
amenazas a la salud humana y al medio ambiente, e imponer a los pa¡ses que
reciben esos env¡os una responsabilidad especial fuera de lo normal.

20.40  La eficacia en la prevenci¢n eficaz requiere acci¢n en la forma de
vigilancia, aplicaci¢n e imposici¢n eficaces de sanciones apropiadas.

Objetivos

20.41  Los objetivos de esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Reforzar la capacidad nacional para detectar y poner freno a
cualquier
intento il¡cito de introducir desechos peligrosos en el territorio de
cualquier
Estado en contravenci¢n de la legislaci¢n nacional y de los instrumentos
jur¡dicos internacionales pertinentes;

     b)   Prestar asistencia a todos los pa¡ses, sobre todo los pa¡ses en
desarrollo, para que obtengan toda la informaci¢n pertinente sobre el tr fico
il¡cito de desechos peligrosos;

     c)   Cooperar, en el marco del Convenio de Basilea, en la prestaci¢n de
asistencia a los pa¡ses que sufren las consecuencias del tr fico il¡cito.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

20.42  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y
con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes,
seg£n
proceda, deber¡an:

     a)   Adoptar, cuando sea necesario, y aplicar la legislaci¢n para
prevenir
la importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de desechos peligrosos;

     b)   Elaborar programas nacionales de aplicaci¢n de la ley apropiados
para
vigilar el cumplimiento de esa legislaci¢n, detectar y reprimir las
violaciones
aplicando sanciones apropiadas y prestar atenci¢n especial a los que, seg£n se
sabe, han participado en el tr fico il¡cito de desechos peligrosos y a los
desechos peligrosos que son especialmente susceptibles de tr fico il¡cito.

b)   Datos e informaci¢n

20.43  Los gobiernos deber¡an establecer, seg£n proceda, una red de
informaci¢n
y un sistema de alerta para apoyar la labor de detecci¢n del tr fico il¡cito
de
desechos peligrosos.  Se podr¡a hacer participar a las comunidades locales y a
otros interesados en el funcionamiento de esa red y ese sistema.

20.44  Los gobiernos deber¡an cooperar en el intercambio de informaci¢n sobre
movimientos transfronterizos il¡citos de desechos peligrosos y poner esa
informaci¢n a disposici¢n de los ¢rganos pertinentes de las Naciones Unidas,
como el PNUMA y las comisiones regionales.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

20.45  Las comisiones regionales, en cooperaci¢n con el PNUMA y otros ¢rganos
competentes del sistema de las Naciones Unidas, contando con el apoyo y el
asesoramiento de expertos de esos ¢rganos y teniendo plenamente en cuenta el
Convenio de Basilea, seguir n vigilando y evaluando el tr fico il¡cito de
desechos peligrosos, as¡ como sus consecuencias para el medio ambiente, la
econom¡a y la salud p£blica inclusive, de manera permanente, vali‚ndose de los
resultados de la evaluaci¢n preliminar conjunta del tr fico il¡cito realizada
por el PNUMA y la CESPAP, as¡ como de la experiencia adquirida en esa
evaluaci¢n.

20.46  Los pa¡ses y las organizaciones internacionales, seg£n proceda,
deber¡an
cooperar en el fortalecimiento de la capacidad institucional y de
reglamentaci¢n, sobre todo entre los pa¡ses en desarrollo, a fin de prevenir
la
importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de desechos peligrosos.

                                    Cap¡tulo 21

              GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS SOLIDOS
                 Y CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS AGUAS CLOACALES

                                   INTRODUCCION

21.1  El presente cap¡tulo se ha incorporado en el Programa 21 en cumplimiento
de lo dispuesto en el p rrafo 3 de la secci¢n I de la resoluci¢n 44/228 de la
Asamblea General, en que la Asamblea afirm¢ que la Conferencia deb¡a elaborar
estrategias y medidas para detener e invertir los efectos de la degradaci¢n
del
medio ambiente en el contexto de la intensificaci¢n de los esfuerzos
nacionales
e internacionales hechos para promover un desarrollo sostenible y
ambientalmente
racional en todos los pa¡ses, y en el p rrafo 12 g) de la secci¢n I de la
misma
resoluci¢n, en que la Asamblea afirm¢ que la gesti¢n ecol¢gicamente racional
de
los desechos se encontraba entre las cuestiones que m s importancia ten¡an
para
mantener la calidad del medio ambiente de la Tierra y, sobre todo, para lograr
un desarrollo sostenible y ecol¢gicamente racional en todos los pa¡ses.

21.2  Las esferas de programa incluidas en el presente cap¡tulo del Programa
21
est n estrechamente relacionadas con las siguientes  reas de programas de
otros
cap¡tulos del Programa 21:

     a)   Protecci¢n de la calidad y el suministro de los recursos de agua
dulce:  aplicaci¢n de criterios integrados para el aprovechamiento, ordenaci¢n
y
uso de los recursos de agua dulce (cap¡tulo 18);

     b)   Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos
(cap¡tulo 7);

     c)   Protecci¢n y fomento de la salubridad (cap¡tulo 6);

     d)   Evoluci¢n de las modalidades de consumo (cap¡tulo 4).

21.3  Los desechos s¢lidos, a los efectos del presente cap¡tulo, comprenden
todos los residuos dom‚sticos y los desechos no peligrosos, como los desechos
comerciales e institucionales, las basuras de la calle y los escombros de la
construcci¢n.  En algunos pa¡ses, el sistema de gesti¢n de los desechos
s¢lidos
tambi‚n se ocupa de los desechos humanos, tales como los excrementos, las
cenizas de incineradores, el fango de fosas s‚pticas y el fango de
instalaciones
de tratamiento de aguas cloacales.  Si esos desechos tienen caracter¡sticas
peligrosas deben tratarse como desechos peligrosos.

21.4  La gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos debe ir m s all  de
la
simple eliminaci¢n o el aprovechamiento por m‚todos seguros de los desechos
producidos y procurar resolver la causa fundamental del problema intentando
cambiar las pautas no sostenibles de producci¢n y consumo.  Ello entra¤a la
aplicaci¢n del concepto de gesti¢n integrada del ciclo vital que representa
una
oportunidad £nica de conciliar el desarrollo con la protecci¢n del medio
ambiente.

21.5  En consecuencia, el marco de la acci¢n necesaria deber¡a apoyarse en una
jerarqu¡a de objetivos y centrarse en las cuatro principales  reas de
programas
relacionadas con los desechos, a saber:

     a)   Reducci¢n al m¡nimo de los desechos;

               b)   Aumento al m ximo de la reutilizaci¢n y el reciclado
ecol¢gicamente
racionales de los desechos;

     c)   Promoci¢n de la eliminaci¢n y el tratamiento ecol¢gicamente
racionales
de los desechos;

     d)   Ampliaci¢n del alcance de los servicios que se ocupan de los
desechos.

21.6  Como las cuatro  reas de programas est n correlacionadas y se apoyan
mutuamente, deber n estar integradas a fin de constituir un marco amplio y
ecol¢gicamente racional para la gesti¢n de los desechos s¢lidos municipales. 
La
combinaci¢n de actividades y la importancia que se d‚ a cada una de esas
cuatro
 reas variar n seg£n las condiciones socioecon¢micas y f¡sicas locales, las
tasas de generaci¢n de desechos y la composici¢n de ‚stos.  Todos los sectores
de la sociedad deber¡an participar en todas las  reas de programas.


                                AREAS DE PROGRAMAS

                      A.  Reducci¢n al m¡nimo de los desechos

Bases para la acci¢n

21.7  La existencia de pautas de producci¢n y consumo no sostenibles est 
aumentando la cantidad y variedad de los desechos persistentes en el medio
ambiente a un ritmo sin precedentes.  Esta tendencia podr¡a aumentar
considerablemente las cantidades de desechos producidos para finales del
siglo,
y cuadruplicarlas o quintuplicarlas para el a¤o 2025.  Un enfoque preventivo
de
la gesti¢n de los desechos centrado en la transformaci¢n del estilo de vida y
de
las modalidades de producci¢n y consumo ofrece las mayores posibilidades de
invertir el sentido de las tendencias actuales.

Objetivos

21.8  Los objetivos de esta  rea son los siguientes:

     a)   Estabilizar o reducir, en un plazo convenido, la producci¢n de
desechos destinados a su eliminaci¢n definitiva, formulando objetivos sobre la
base del peso, el volumen y la composici¢n de los desechos y promover la
separaci¢n para facilitar el reciclado y la reutilizaci¢n de los desechos;

     b)   Reforzar los procedimientos para determinar la cantidad de desechos
y
las modificaciones en su composici¢n con objeto de formular pol¡ticas de
reducci¢n al m¡nimo de los desechos, utilizando instrumentos econ¢micos o de
otra ¡ndole para promover modificaciones provechosas sobre las modalidades de
producci¢n y consumo.

21.9  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes,
seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Contar para el a¤o 2000 con una capacidad nacional, regional e
internacional suficiente para obtener, tratar y analizar la informaci¢n
relativa
a la tendencia de los desechos y aplicar pol¡ticas encaminadas a su reducci¢n
al
m¡nimo;

               b)   Haber establecido para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses
industrializados programas para estabilizar o disminuir, si resulta
practicable,
la producci¢n de desechos destinados a su eliminaci¢n definitiva, inclusive
los
desechos per c pita (en los casos en que se aplique este concepto), en el
nivel
alcanzado en esa fecha; los pa¡ses en desarrollo deber¡an tambi‚n tratar de
lograr ese objetivo sin comprometer sus perspectivas de desarrollo;

     c)   Aplicar para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses, y en particular en los
pa¡ses industrializados, programas para reducir la producci¢n de desechos
agroqu¡micos, contenedores y materiales de embalaje que no cumplan con las
normas para materiales peligrosos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

21.10  Los gobiernos deber¡an iniciar programas para lograr que se mantenga la
reducci¢n al m¡nimo de la generaci¢n de desechos.  Habr¡a que alentar a las
organizaciones no gubernamentales y a los grupos de consumidores a que
participen en dichos programas, que podr¡an elaborarse con la cooperaci¢n de
las
organizaciones internacionales, en caso necesario.  Esos programas tendr¡an
que
basarse, siempre que sea posible, en las actividades actuales o previstas y se
deber¡a:

     a)   Desarrollar y reforzar las capacidades nacionales en materia de
investigaci¢n y elaboraci¢n de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales, as¡ como
tambi‚n tomar medidas para disminuir los desechos a un m¡nimo;

     b)   Establecer incentivos para reducir las modalidades de producci¢n y
consumo no sostenibles;

     c)   Elaborar, en los casos en que sea necesario, planes nacionales para
reducir al m¡nimo la generaci¢n de desechos como parte de los planes
nacionales
de desarrollo;

     d)   En las compras efectuadas en el sistema de las Naciones Unidas,
hacer
hincapi‚ en consideraciones sobre la reducci¢n al m¡nimo de los desechos.

b)   Datos e informaci¢n

21.11  La vigilancia es un requisito esencial para poder seguir de cerca los
cambios en la cantidad y calidad de los desechos y sus consecuencias para la
salud y el medio ambiente.  Los gobiernos, con el apoyo de las organizaciones
internacionales, deber¡an:

     a)   Elaborar y aplicar metodolog¡as para la vigilancia de la producci¢n
de
desechos en el plano nacional;

     b)   Reunir y analizar datos, establecer objetivos nacionales y
mantenerse
al tanto de los progresos alcanzados;

     c)   Utilizar datos para evaluar la idoneidad ecol¢gica de las pol¡ticas
nacionales en materia de desechos como base para tomar medidas correctivas;

     d)   Aportar informaci¢n a los sistemas de informaci¢n mundiales.

c)             Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y
regional

21.12  Las Naciones Unidas y las organizaciones intergubernamentales, con la
colaboraci¢n de los gobiernos, deber¡an ayudar a promover la reducci¢n al
m¡nimo
de los desechos facilitando un mayor intercambio de informaci¢n, conocimientos
t‚cnicos y experiencia.  La siguiente es una lista no exhaustiva de las
actividades concretas que podr¡an realizarse:

     a)   Determinar, desarrollar y armonizar metodolog¡as para vigilar la
producci¢n de desechos y transmitir esas metodolog¡as a los pa¡ses;

     b)   Determinar y ampliar las actividades de las redes de informaci¢n
existentes sobre tecnolog¡as limpias y reducci¢n al m¡nimo de los desechos;

     c)   Realizar una evaluaci¢n peri¢dica, cotejar y analizar los datos de
los
pa¡ses e informar sistem ticamente, en un foro apropiado de las Naciones
Unidas,
a los pa¡ses interesados;

     d)   Examinar la eficacia de todos los instrumentos de reducci¢n de los
desechos y determinar qu‚ nuevos instrumentos podr¡an utilizarse, as¡ como las
t‚cnicas mediante las cuales podr¡an ponerse en pr ctica en los pa¡ses. 
Deber¡an establecerse orientaciones y c¢digos de pr ctica;

     e)   Investigar las repercusiones sociales y econ¢micas de la reducci¢n
de
los desechos entre los consumidores.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

21.13  La Secretar¡a de la Conferencia sugiere que los pa¡ses industrializados
consideren la posibilidad de invertir en la reducci¢n al m¡nimo de los
desechos
el equivalente de aproximadamente un 1% de los gastos de gesti¢n de desechos
s¢lidos y eliminaci¢n de aguas cloacales.  En cifras actuales esta suma
ascender¡a a unos 6.500 millones de d¢lares anuales, incluidos aproximadamente
1.800 millones de d¢lares para reducir al m¡nimo los desechos s¢lidos
municipales.  Las sumas efectivas ser¡an determinadas por las autoridades
presupuestarias competentes municipales, provinciales y nacionales, bas ndose
en
las circunstancias locales. 

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

21.14  Ser  preciso determinar y difundir ampliamente tecnolog¡as y
procedimientos adecuados para reducir al m¡nimo los desechos.  Esta labor
deber¡a ser coordinada por los gobiernos con la cooperaci¢n y colaboraci¢n de
organizaciones no gubernamentales, instituciones de investigaci¢n y los
organismos competentes de las Naciones Unidas, y podr¡a comprender lo
siguiente:

     a)   Mantener bajo examen continuo la eficacia de todos los instrumentos
de
reducci¢n al m¡nimo de los desechos e identificar los nuevos instrumentos que
podr¡an utilizarse, as¡ como las t‚cnicas mediante las cuales ‚stos podr¡an
ponerse en pr ctica en los pa¡ses.  Deber¡an establecerse orientaciones y
c¢digos de pr ctica;

     b)   Promover la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los desechos como
objetivo principal de los programas nacionales de gesti¢n en la materia;

               c)   Promover la educaci¢n p£blica y una gama de incentivos
reglamentarios
y de otro tipo para estimular a la industria a modificar el dise¤o de los
productos y reducir los desechos procedentes de los procesos industriales
mediante el empleo de tecnolog¡as de producci¢n m s limpias, y buenas
pr cticas
de administraci¢n, as¡ como alentar a la industria y a los consumidores a
utilizar tipos de envases que se puedan volver a usar sin riesgo;

     d)   Ejecutar, de acuerdo con las capacidades nacionales, programas de
demostraci¢n y experimentales para mejorar lo m s posible los instrumentos de
reducci¢n de los desechos;

     e)   Establecer procedimientos para el transporte, el almacenamiento, la
conservaci¢n y la gesti¢n adecuados de productos agr¡colas, productos
alimenticios y otros productos perecederos a fin de reducir las p‚rdidas de
esos
productos, que conducen a la producci¢n de desechos s¢lidos;

     f)   Facilitar la transferencia de tecnolog¡as de reducci¢n de los
desechos
a la industria, especialmente en los pa¡ses en desarrollo, y establecer normas
nacionales concretas para los afluentes y desechos s¢lidos, teniendo en
cuenta,
entre otras cosas, el consumo de materias primas y de energ¡a.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

21.15  La labor de desarrollo de los recursos humanos para la reducci¢n al
m¡nimo de los desechos no s¢lo deber¡a destinarse a los profesionales del
sector
de gesti¢n de los desechos sino que tambi‚n deber¡a procurar el apoyo de los
ciudadanos y de la industria.  Por consiguiente, los programas de desarrollo
de
los recursos humanos deben tener por objeto crear conciencia y educar e
informar
a los grupos interesados y al p£blico en general.  Los pa¡ses deber¡an
incorporar en los programas de estudios, cuando proceda, los principios y
pr cticas referentes a la prevenci¢n y reducci¢n de los desechos y material
relativo a sus efectos sobre el medio ambiente.


               B.  Aumento al m ximo del reaprovechamiento y reciclado
                        ecol¢gicamente racionales de los desechos

Bases para la acci¢n

21.16  La repleci¢n de los vertederos tradicionales, la aplicaci¢n de
controles
ecol¢gicos m s estrictos a la eliminaci¢n de desechos y el aumento de la
cantidad de desechos de mayor persistencia, especialmente en los pa¡ses
industrializados, han contribuido en conjunto al r pido incremento de los
costos
de los servicios de eliminaci¢n de desechos.  Esos costos podr¡an duplicarse o
triplicarse para fines del decenio.  Las pr cticas seguidas actualmente en
materia de eliminaci¢n amenazan el medio ambiente.  A medida que se modifica
la
econom¡a de los servicios de eliminaci¢n de desechos, su reciclado y la
recuperaci¢n de recursos est n resultando cada d¡a m s rentables.  En los
futuros programas de gesti¢n de los desechos se deber¡an aprovechar al m ximo
los enfoques basados en el rendimiento de los recursos, para controlar la
producci¢n de desechos.  Estas actividades deber¡an realizarse conjuntamente
con
programas de educaci¢n del p£blico.  Es importante que se determinen los
mercados para los productos procedentes de materiales aprovechados al elaborar
los programas de aprovechamiento y reciclado.

Objetivos

21.17  Los objetivos en esta  rea de programas son los siguientes:

     a)   Reforzar y ampliar los sistemas nacionales de reciclado de desechos;

     b)   Crear en el sistema de las Naciones Unidas un programa modelo para
el
reaprovechamiento y el reciclado internos de los desechos generados, incluido
el papel;

     c)   difundir informaci¢n, t‚cnicas e instrumentos de pol¡tica adecuados
para fomentar y poner en marcha los sistemas de reaprovechamiento y reciclado
de
los desechos.

21.18  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes,
seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Promover para el a¤o 2000 la capacidad financiera y tecnol¢gica en
los
planos regional, nacional y local, seg£n proceda, que sea suficiente para
poder
aplicar pol¡ticas y medidas de reaprovechamiento y reciclado de desechos;

     b)   Tener para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses industrializados y para
el
a¤o 2010 en todos los pa¡ses en desarrollo un programa nacional que incluya,
en
la medida de lo posible, objetivos para el reaprovechamiento y el reciclado
eficaces de los desechos.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

21.19  Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no
gubernamentales,
incluidos los grupos de consumidores, mujeres y j¢venes y en colaboraci¢n con
los organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas, deber¡an
iniciar
programas para demostrar y poner en pr ctica el reaprovechamiento y el
reciclado
de un volumen mayor de desechos.  Tales programas, siempre que sea posible,
deber¡an basarse en actividades ya en curso o proyectadas y:

     a)   Desarrollar y reforzar la capacidad nacional de reaprovechar y
reciclar una proporci¢n de desechos cada vez mayor;

     b)   Revisar y reformar las pol¡ticas nacionales en materia de desechos a
fin de proporcionar incentivos para el reaprovechamiento y el reciclado;

     c)   Elaborar y aplicar planes nacionales para la gesti¢n de los desechos
que aprovechen el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos y les den
prioridad;

     d)   Modificar las normas vigentes o las especificaciones de compra para
evitar discriminaci¢n en contra de materiales reciclados, teniendo en cuenta
las
econom¡as en el consumo de energ¡a y de materias primas;

     e)   Elaborar programas de sensibilizaci¢n e informaci¢n del p£blico para
fomentar la utilizaci¢n de productos reciclados.

b)             Datos e informaci¢n

21.20  La informaci¢n e investigaci¢n son necesarias para determinar formas
ventajosas, rentables y socialmente aceptables de reaprovechamiento y
reciclado
de desechos que est‚n adaptadas a cada pa¡s.  Por ejemplo, las actividades de
apoyo que emprendiesen los gobiernos nacionales y locales en colaboraci¢n con
las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales podr¡an comprender:

     a)   Llevar a cabo un amplio examen de las opciones y t‚cnicas de
reciclado
de toda clase desechos s¢lidos municipales.  Las pol¡ticas de
reaprovechamiento
y reciclado deber¡an formar parte integrante de los programas nacionales y
locales de gesti¢n de los desechos;

     b)   Evaluar el alcance y los m‚todos de las actuales operaciones de
reaprovechamiento y reciclado de desechos y determinar la manera de
intensificarlas y apoyarlas;

     c)   Incrementar la financiaci¢n de programas experimentales de
investigaci¢n con el fin de ensayar diversas opciones de reaprovechamiento y
reciclado de desechos, entre ellas, la utilizaci¢n de peque¤as industrias
artesanales de reciclado; la producci¢n de abono org nico; el riego con aguas
residuales tratadas; y la recuperaci¢n de energ¡a a partir de los desechos;

     d)   Elaborar directrices y pr cticas para el reaprovechamiento y
reciclado
de los desechos;

     e)   Intensificar los esfuerzos para reunir, analizar y difundir
informaci¢n en materia de desechos a los grupos destinatarios clave.  Se
podr¡an
ofrecer becas especiales para investigaci¢n, adjudicadas por concurso, con
objeto de fomentar los proyectos de investigaci¢n encaminados a renovar las
t‚cnicas de reciclado;

     f)   Determinar los posibles mercados para los productos reciclados.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

21.21  Los Estados, por medio de la cooperaci¢n bilateral y multilateral,
incluidas las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales
competentes, seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Examinar peri¢dicamente en qu‚ medida los pa¡ses aprovechan y
reciclan
sus desechos;

     b)   Examinar la eficacia de las t‚cnicas y m‚todos de reaprovechamiento
y
reciclado de desechos y estudiar la manera de difundir su aplicaci¢n en los
pa¡ses;

     c)   Examinar y actualizar las directrices internacionales para el
reaprovechamiento y reciclado de los desechos por m‚todos seguros;

     d)   Elaborar programas adecuados para prestar apoyo a las industrias de
reutilizaci¢n y reciclado de desechos de las comunidades peque¤as en los
pa¡ses
en desarrollo.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

21.22  La Secretar¡a de la Conferencia ha estimado que si el equivalente de un
1% de los gastos municipales de gesti¢n de los desechos se dedicase a
proyectos
de reaprovechamiento de los desechos por m‚todos seguros, los gastos mundiales
para ese fin ascender¡an a 8.000 millones de d¢lares.  La secretar¡a ha
estimado
que el costo total por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de esta
 rea en los pa¡ses en desarrollo ascender  a unos 850 millones de d¢lares,
otorgados en forma de donaciones o en condiciones de favor.  Estas
estimaciones
son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por
los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

21.23  La transferencia de tecnolog¡a deber¡a prestar apoyo al reciclado y el
reaprovechamiento de los desechos de la forma siguiente:

     a)   Incluir la transferencia de tecnolog¡as de reciclado, tales como la
maquinaria para el reaprovechamiento de los pl sticos, la goma y el papel en
los
programas de ayuda y cooperaci¢n t‚cnica bilaterales y multilaterales;

     b)   Desarrollar y mejorar las tecnolog¡as existentes, especialmente las
locales, y facilitar su transferencia en el marco de los programas en curso de
asistencia t‚cnica regional e interregional;

     c)   Facilitar la transferencia de la tecnolog¡a de reaprovechamiento y
reciclado de los desechos.

21.24  Los incentivos para el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos
son numerosos.  Los pa¡ses podr¡an considerar las siguientes posibilidades
para
alentar a la industria, las instituciones, los establecimientos comerciales y
los particulares a reciclar los desechos en lugar de eliminarlos:

     a)   Ofrecer incentivos a las autoridades locales y municipales para que
reciclen la m xima proporci¢n de sus desechos;

     b)   Proporcionar asistencia t‚cnica a las actividades informales de
reaprovechamiento y reciclado de residuos;

     c)   Emplear instrumentos econ¢micos y normativos, incluso incentivos
fiscales, para apoyar el principio de que los que producen desechos deben
pagar
por su eliminaci¢n;

     d)   Prever las condiciones jur¡dicas y econ¢micas que fomenten la
inversi¢n en el reaprovechamiento y reciclado de desechos;

     e)   Utilizar mecanismos espec¡ficos, tales como sistemas de dep¢sito y
devoluci¢n, como incentivo para el reaprovechamiento y el reciclado;

     f)   Fomentar la recogida por separado de las partes reciclables de los
desechos dom‚sticos;

     g)   Proporcionar incentivos para aumentar la comerciabilidad de los
desechos t‚cnicamente reciclables;
               h)   Fomentar el empleo de materiales reciclables,
principalmente en el
embalaje, siempre que sea posible;

     i)   Fomentar la formaci¢n de mercados para los productos reciclados
instituyendo a tal efecto los programas correspondientes.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

21.25  Ser  preciso impartir capacitaci¢n para reorientar las actuales
pr cticas
de gesti¢n de los desechos a fin de incluir en ‚sta el reaprovechamiento y el
reciclado.  Los gobiernos, en colaboraci¢n con las Naciones Unidas y las
organizaciones internacionales y regionales, deber¡an aprobar la siguiente
lista
indicativa de las medidas que podr¡an tomarse:

     a)   Incluir en los programas de capacitaci¢n en el servicio el
reaprovechamiento y el reciclado de desechos como parte integrante de los
programas de cooperaci¢n t‚cnica en materia de administraci¢n urbana y
creaci¢n
de infraestructura;

     b)   Ampliar los programas de capacitaci¢n en abastecimiento de agua y
saneamiento ambiental con la incorporaci¢n de t‚cnicas y pol¡ticas de
reaprovechamiento y reciclado de desechos;

     c)   Incluir le ense¤anza de las ventajas y las obligaciones c¡vicas que
entra¤an el reaprovechamiento y el reciclado de desechos en los programas de
estudios y en los cursos pertinentes de educaci¢n general;

     d)   Alentar a las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones
comunitarias, los grupos de mujeres y de j¢venes y los programas de grupos de
inter‚s p£blico, en colaboraci¢n con las autoridades municipales locales, a
movilizar el apoyo comunitario al reaprovechamiento y el reciclado de desechos
mediante campa¤as centradas en la comunidad.

d)   Aumento de la capacidad

21.26  El aumento de la capacidad en apoyo del reaprovechamiento y el
reciclado
de un mayor volumen de residuos deber¡a centrarse en las esferas siguientes:

     a)   Poner en pr ctica pol¡ticas nacionales e incentivos para la gesti¢n
de
los desechos;

     b)   Hacer que las autoridades locales y municipales puedan movilizar el
apoyo de la comunidad para el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos
interesando y prestando asistencia al sector no estructurado en las
actividades
de reaprovechamiento y reciclado de desechos y planificando la gesti¢n de los
desechos incorpor ndole sistemas de recuperaci¢n de recursos.


           C.  Promoci¢n de la eliminaci¢n y el tratamiento ecol¢gicamente
     racionales de los desechos

Bases para la acci¢n

21.27  Aun cuando los desechos se reduzcan al m¡nimo, siempre quedar n algunos 

Incluso despu‚s de su tratamiento, todos los vertidos de desechos producen
alg£n
efecto residual en el medio ambiente en el que se realizan.  Por consiguiente,
existe margen para mejorar las pr cticas de tratamiento y eliminaci¢n de
desechos adoptando, por ejemplo, la de evitar el vertido de fango residual en
el
mar.  En los pa¡ses en desarrollo ese problema tiene un car cter a£n m s
fundamental:  menos del 10% de los desechos urbanos son objeto de alg£n
tratamiento y s¢lo en peque¤a proporci¢n tal tratamiento responde a una norma
de
calidad aceptable.  Deber¡a concederse la debida prioridad al tratamiento y la
eliminaci¢n de las materias fecales dada la amenaza que suponen para la salud
humana.

Objetivos

21.28  El objetivo en esta  rea es tratar y eliminar con m‚todos seguros una
proporci¢n creciente de los desechos producidos.

21.29  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes,
seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Establecer para el a¤o 2000 criterios de calidad, objetivos y normas
referentes a la eliminaci¢n y el tratamiento de los desechos que est‚n basados
en la naturaleza y capacidad de asimilaci¢n del medio receptor;

     b)   Disponer para el a¤o 2000 de capacidad suficiente para vigilar los
efectos de la contaminaci¢n debida a los desechos y mantener una vigilancia
sistem tica, incluida la vigilancia epidemiol¢gica, cuando proceda;

     c)   Velar por que para el a¤o 1995 en los pa¡ses industrializados y para
el a¤o 2005 en los pa¡ses en desarrollo por lo menos el 50% de las aguas
cloacales, las aguas residuales y los desechos s¢lidos se traten o eliminen de
conformidad con directrices nacionales o internacionales de calidad ambiental
y
sanitaria;

     d)   Eliminar para el a¤o 2025 todas las aguas cloacales, las aguas
residuales y los desechos s¢lidos de conformidad con directrices nacionales o
internacionales de calidad ambiental.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

21.30  Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no
gubernamentales,
junto con la industria, y en colaboraci¢n con las organizaciones competentes
del
sistema de las Naciones Unidas, deber¡an iniciar programas para mejorar la
gesti¢n y reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos.  Siempre que
fuese posible, esos programas deber¡an basarse en actividades ya en curso o
proyectadas y prever lo siguiente:

     a)   Desarrollar y reforzar la capacidad nacional para tratar los
desechos
y eliminarlos por m‚todos seguros;

     b)   Revisar y reformar las pol¡ticas nacionales de gesti¢n de desechos
para llegar a reducir la contaminaci¢n debida a los desechos;

     c)   Alentar a los pa¡ses a que busquen soluciones para la eliminaci¢n de
los desechos dentro de su territorio soberano y en el lugar m s cercano
posible
a la fuente de origen que sea compatible con la gesti¢n ecol¢gicamente
racional
y eficiente.  En algunos pa¡ses, hay movimientos transfronterizos para velar
por
la gesti¢n ecol¢gicamente racional y eficiente de los desechos.  Dichos
movimientos cumplen con las convenciones pertinentes, incluidas las que se
aplican a zonas que no se encuentran bajo la jurisdicci¢n nacional;
               d)   Elaborar planes de gesti¢n de los desechos de origen
humano en los que
se preste la debida atenci¢n a la elaboraci¢n y aplicaci¢n de tecnolog¡as
apropiadas y a la disponibilidad de recursos para su aplicaci¢n.

b)   Datos e informaci¢n

21.31  El establecimiento de normas y su vigilancia son dos elementos clave
para
reducir la contaminaci¢n debida a los desechos.  Las siguientes actividades
espec¡ficas se¤alan la clase de medidas de apoyo que podr¡an tomar los ¢rganos
internacionales, como por ejemplo el Centro de las Naciones Unidas para los
Asentamientos Humanos (H bitat), el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente y la Organizaci¢n Mundial de la Salud:

     a)   Reunir y analizar las pruebas cient¡ficas y los efectos
contaminantes
de los desechos en el medio ambiente con objeto de formular y difundir las
directrices y los criterios cient¡ficos recomendados para la gesti¢n
ecol¢gicamente racional de los desechos s¢lidos;

     b)   Recomendar normas de calidad ecol¢gica nacionales y, cuando proceda,
locales basadas en los criterios y las directrices de car cter cient¡fico;

     c)   Incluir en los programas y acuerdos de cooperaci¢n t‚cnica el
suministro de equipo de vigilancia y la capacitaci¢n necesaria para su
utilizaci¢n;

     d)   Establecer un servicio central de informaci¢n con una extensa red a
nivel regional, nacional y local para reunir y difundir informaci¢n sobre
todos
los aspectos de la gesti¢n de los desechos, incluida su eliminaci¢n en
condiciones de seguridad.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

21.32  Los Estados, por medio de la cooperaci¢n bilateral y multilateral,
incluidas las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales
competentes, seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Determinar, elaborar y armonizar metodolog¡as y criterios de calidad
ambiental y sanitarios para el vertido y la eliminaci¢n de los desechos por
m‚todos seguros;

     b)   Examinar la eficacia de las t‚cnicas y los criterios para la
eliminaci¢n de los desechos por m‚todos seguros y la manera de apoyar su
aplicaci¢n en los pa¡ses, mantenerse al tanto de los progresos en esa esfera y
difundir informaci¢n al respecto.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

21.33  Los programas de eliminaci¢n de los desechos por m‚todos seguros
conciernen tanto a los pa¡ses desarrollados como a los pa¡ses en desarrollo. 
En los pa¡ses desarrollados hay que tratar de mejorar las instalaciones para
cumplir con criterios de calidad ecol¢gica m s elevados, mientras que en los
pa¡ses en desarrollo se requiere una cantidad considerable de inversiones para
construir nuevas instalaciones de tratamiento.

21.34  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa en los pa¡ses
en desarrollo ascender  a unos 15.000 millones de d¢lares, incluidos
aproximadamente 3.400 millones de d¢lares que la comunidad internacional
suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor.  Estas
estimaciones
son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por
los
gobiernos.  Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no
concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los
programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

21.35  Las directrices cient¡ficas y la investigaci¢n sobre diversos aspectos
de
la reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos ser n decisivos para
lograr los objetivos de este programa.  Los gobiernos, las municipalidades y
las
autoridades locales, con la debida cooperaci¢n internacional, deber¡an:

     a)   Preparar directrices e informes t‚cnicos sobre cuestiones tales como
la integraci¢n de la eliminaci¢n de los desechos en la planificaci¢n del uso
de
tierras para asentamientos humanos; las normas y los criterios de calidad
ambiental; las opciones para el tratamiento y la eliminaci¢n de los desechos
por
m‚todos seguros; el tratamiento de los desechos industriales; y las
operaciones
de vertederos;

     b)   Emprender investigaciones sobre cuestiones de importancia cr¡tica,
tales como los sistemas de tratamiento de las aguas residuales de bajo costo y
f cil mantenimiento, las posibilidades de eliminaci¢n de fangos residuales por
m‚todos seguros, el tratamiento de los desechos industriales y las tecnolog¡as
baratas de eliminaci¢n de desechos en condiciones ecol¢gicamente seguras;

     c)   Transferir, de conformidad con los t‚rminos y las disposiciones del
cap¡tulo 34, las tecnolog¡as sobre los procesos de tratamiento de los desechos
industriales por conducto de programas de cooperaci¢n t‚cnica bilaterales y
multilaterales, y en cooperaci¢n con las empresas y la industria, incluidas
las
empresas grandes y transnacionales, en la forma apropiada;

     d)   Centrar las actividades en la rehabilitaci¢n, el funcionamiento y el
mantenimiento de las instalaciones existentes y la asistencia t‚cnica en el
mejoramiento de las pr cticas y t‚cnicas de mantenimiento; a ello seguir¡a la
planificaci¢n y construcci¢n de las instalaciones de tratamiento de desechos;

     e)   Crear programas para aumentar al m ximo la separaci¢n en la fuente y
la eliminaci¢n por m‚todos seguros de los componentes peligrosos de los
desechos
s¢lidos municipales;

     f)   Velar por que paralelamente a los servicios de abastecimiento de
agua
existan tanto servicios de recogida de desechos como instalaciones de
tratamiento de desechos y que se hagan inversiones para crear dichos
servicios.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

21.36  Se necesitar¡a impartir capacitaci¢n para mejorar las pr cticas
actuales
de gesti¢n de los desechos para que comprendan la recogida y eliminaci¢n de
los
desechos por m‚todos seguros.  A continuaci¢n figura una lista indicativa de
las
medidas que deber¡an tomar los gobiernos en colaboraci¢n con los organismos
internacionales:

     a)   Facilitar una formaci¢n acad‚mica y pr ctica que est‚ centrada en la
reducci¢n de la contaminaci¢n, las tecnolog¡as de tratamiento y eliminaci¢n de
desechos y el funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura relacionada
con los desechos.  Tambi‚n deber¡an elaborarse programas de intercambio de
personal entre los pa¡ses;

     b)   Impartir la formaci¢n necesaria sobre la vigilancia y la aplicaci¢n
de
medidas para la reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos.

d)   Aumento de la capacidad

21.37  Las reformas institucionales y el aumento de la capacidad ser n
indispensables para que los pa¡ses puedan cuantificar y mitigar la
contaminaci¢n
relacionada con los desechos.  Las actividades encaminadas a conseguir ese
objetivo deber¡an comprender lo siguiente:

     a)   Crear ¢rganos independientes de protecci¢n del medio ambiente en los
planos nacional y local y reforzar los ¢rganos existentes.  Las organizaciones
internacionales y los donantes deber¡an prestar apoyo para la capacitaci¢n de
la
mano de obra especializada y la adquisici¢n del equipo necesario;

     b)   Conferir a los organismos de lucha contra la contaminaci¢n el
mandato
jur¡dico y la capacidad financiera necesarios para llevar a cabo sus funciones
eficazmente.


           D.  Ampliaci¢n del alcance de los servicios que se ocupan
                        de los desechos

Bases para la acci¢n

21.38  Para finales del siglo m s de 2.000 millones de personas carecer n de
los
servicios sanitarios b sicos, y se estima que la mitad de la poblaci¢n urbana
de
los pa¡ses en desarrollo no tendr  servicios adecuados de eliminaci¢n de los
desechos s¢lidos.  No menos de 5,2 millones de personas, entre ellas 4
millones
de ni¤os menores de 5 a¤os, mueren cada a¤o a causa de enfermedades
relacionadas
con los desechos.  Las consecuencias para la salud son especialmente graves en
el caso de la poblaci¢n urbana pobre.  Sin embargo, las consecuencias para la
salud y el medio ambiente de una gesti¢n poco adecuada de los desechos rebasan
el  mbito de los asentamientos carentes de servicios y se hacen sentir en la
contaminaci¢n del agua, la tierra y el aire en zonas m s extensas.  As¡ pues,
la
ampliaci¢n y el mejoramiento de los servicios de recogida y eliminaci¢n de los
desechos por m‚todos seguros son decisivos para lograr la reducci¢n de esta
forma de contaminaci¢n.

Objetivos

21.39  El objetivo general de este programa es facilitar a toda la poblaci¢n
servicios de recogida y eliminaci¢n de desechos que sean ecol¢gicamente
inocuos
y protejan la salud.  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que
dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras
organizaciones
competentes, seg£n proceda deber¡an:

     a)   Tener para el a¤o 2000, la capacidad t‚cnica y financiera y los
recursos humanos necesarios para proporcionar servicios de recogida de
desechos
adaptados a sus necesidades;

     b)   Prestar para el a¤o 2025 a toda la poblaci¢n urbana servicios
adecuados de eliminaci¢n de desechos;

     c)   Velar por que para el a¤o 2025 existan servicios de eliminaci¢n de
desechos para toda la poblaci¢n urbana y servicios de saneamiento ambiental
para
toda la poblaci¢n rural.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

21.40  Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con
la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes
seg£n proceda, deber¡an:

     a)   Establecer mecanismos de financiaci¢n para el desarrollo de
servicios
de gesti¢n de los desechos en las zonas que carezcan de ellos, incluidos
m‚todos
adecuados de generaci¢n de recursos;

     b)   Aplicar el principio de que "quien contamina paga", cuando proceda,
mediante el establecimiento de tarifas para la gesti¢n de los desechos que
refleje el costo de prestar el servicio y lograr que quienes generen los
desechos paguen la totalidad del costo de su eliminaci¢n en forma inocua para
el
medio ambiente;

     c)   Fomentar la institucionalizaci¢n de la participaci¢n de las
comunidades en la planificaci¢n y aplicaci¢n de procedimientos para la gesti¢n
de los desechos s¢lidos.

b)   Datos e informaci¢n

21.41  Los gobiernos, en colaboraci¢n con las Naciones Unidas y los organismos
internacionales, deber¡an:

     a)   Elaborar y aplicar metodolog¡as para la vigilancia de la producci¢n
de
desechos;

     b)   Reunir y analizar los datos para establecer objetivos y mantenerse
al
tanto de los progresos alcanzados;

     c)   Aportar informaci¢n a un sistema mundial de informaci¢n basado en
los
sistemas existentes;

     d)   Reforzar las actividades de las redes de informaci¢n existentes para
difundir a destinatarios seleccionados informaci¢n concreta sobre la
aplicaci¢n
de soluciones novedosas y baratas para la eliminaci¢n de los desechos.

c)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

21.42  Existen muchos programas de las Naciones Unidas y bilaterales que
tienen
por objeto proporcionar servicios de abastecimiento de agua y saneamiento a
quienes carecen de ellos.  El Foro Mundial del Consejo de Colaboraci¢n para el
Abastecimiento de Agua Potable y el Saneamiento Ambiental actualmente se ocupa
de coordinar el desarrollo de esos programas y fomentar la cooperaci¢n.  Aun
as¡, dado que aumenta cada vez m s la poblaci¢n urbana pobre que carece de
esos
servicios y en vista de la necesidad de resolver, adem s, el problema de la
eliminaci¢n de los desechos s¢lidos, es esencial disponer de mecanismos
adicionales para velar por un r pido aumento de la poblaci¢n atendida por los
servicios urbanos de eliminaci¢n de desechos.  La comunidad internacional en
general, y determinados organismos de las Naciones Unidas en particular,
deber¡an:

     a)   Iniciar un programa en materia de medio ambiente e infraestructura
de
los asentamientos despu‚s de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo con objeto de coordinar las actividades de
todas
las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que realizan actividades
en esta esfera y establecer un centro de difusi¢n de informaci¢n sobre todas
las
cuestiones relativas a la gesti¢n de los desechos;

     b)   Proceder a la prestaci¢n de servicios de evacuaci¢n de desechos a
los
que carezcan de ellos e informar sistem ticamente sobre los progresos
alcanzados;

     c)   Examinar la eficacia de las t‚cnicas y m‚todos para ampliar el
alcance
de los servicios y encontrar formas innovadoras de acelerar el proceso.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

21.43  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio
por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender  a
unos 7.500 millones de d¢lares, incluidos aproximadamente 2.600 millones de
d¢lares que la comunidad internacional suministrar  a t¡tulo de donaci¢n o en
condiciones de favor.  Estas estimaciones son indicativas y aproximadas
£nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos.  Los costos
reales
y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los
gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

21.44  Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no
gubernamentales,
en colaboraci¢n con las organizaciones competentes del sistema de las Naciones
Unidas, deber¡an iniciar programas en diferentes partes del mundo en
desarrollo
para proporcionar servicios de eliminaci¢n de desechos a las poblaciones que
carecen de ellos.  Siempre que fuese posible, esos programas deber¡an basarse
en
actividades ya en curso o proyectadas y reorientarlas.

21.45  La expansi¢n de los servicios de eliminaci¢n de desechos podr¡a
acelerarse mediante cambios en la pol¡tica a nivel nacional y local.  Esos
cambios deber¡an consistir en lo siguiente:

     a)   Reconocer y utilizar plenamente toda la gama de soluciones de bajo
costo para la gesti¢n de los desechos, incluida, cuando sea oportuno, su
institucionalizaci¢n e incorporaci¢n en c¢digos de pr cticas y reglamentos;

               b)   Atribuir gran prioridad a la extensi¢n de los servicios de
gesti¢n de
los desechos, seg£n sea necesario y procedente, a todos los asentamientos,
cualquiera que sea su condici¢n jur¡dica, dando la debida importancia a la
satisfacci¢n de las necesidades de eliminaci¢n de los desechos de la poblaci¢n
que carece de tales servicios, especialmente la poblaci¢n urbana pobre;

     c)   Integrar la prestaci¢n y el mantenimiento de servicios de gesti¢n de
los desechos con otros servicios b sicos, tales como el abastecimiento de agua
y
el drenaje de las aguas de lluvia.

21.46  Se podr¡an fomentar las actividades de investigaci¢n   Los pa¡ses, en
cooperaci¢n con las organizaciones internacionales y las organizaciones no
gubernamentales competentes, deber¡an, por ejemplo:

     a)   Encontrar soluciones y conseguir equipo para la gesti¢n de los
desechos en zonas de gran concentraci¢n de poblaci¢n y en islas de peque¤a
extensi¢n.  En particular, se necesitan sistemas apropiados de recogida y
almacenamiento de los desechos dom‚sticos y m‚todos rentables e higi‚nicos de
eliminaci¢n de desechos de origen humano;

     b)   Preparar y difundir directrices, estudios de casos, an lisis de
pol¡tica general e informes t‚cnicos sobre las soluciones adecuadas y las
modalidades de prestaci¢n de los servicios en las zonas de bajos ingresos
donde
no existan;

     c)   Iniciar campa¤as para alentar la participaci¢n activa de la
comunidad,
haciendo que tomen parte los grupos de mujeres y j¢venes en la gesti¢n de los
desechos, en especial los desechos dom‚sticos;

     d)   Promover entre los pa¡ses la transferencia de las tecnolog¡as
pertinentes, especialmente de las que resulten adecuadas para los
asentamientos
de gran densidad.

c)   Desarrollo de los recursos humanos

21.47  Las organizaciones internacionales, los gobiernos y las
administraciones
locales, en colaboraci¢n con organizaciones no gubernamentales, deber¡an
proporcionar una capacitaci¢n centrada en las opciones de bajo costo de
recogida
y eliminaci¢n de los desechos y, particularmente, en las t‚cnicas necesarias
para planificarlas y ponerlas en pr ctica.  En esa capacitaci¢n podr¡an
incluirse programas de intercambio internacional de personal entre los pa¡ses
en
desarrollo.  Se deber¡a prestar particular atenci¢n al mejoramiento de la
condici¢n y los conocimientos del personal administrativo en los organismos de
gesti¢n de los desechos.

21.48  El mejoramiento de las t‚cnicas administrativas probablemente permita
conseguir grandes beneficios desde el punto de vista del aumento de la
eficacia
de los servicios de gesti¢n de los desechos.  Las Naciones Unidas, las
organizaciones internacionales y las instituciones financieras, en
colaboraci¢n
con los gobiernos nacionales y locales, deber¡an desarrollar y poner en marcha
sistemas de informaci¢n en materia de gesti¢n para el mantenimiento de
registros
y de cuentas municipales y para la evaluaci¢n de la eficacia y eficiencia.

d)   Aumento de la capacidad

21.49  Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no
gubernamentales,
con la colaboraci¢n de los organismos competentes del sistema de las Naciones
Unidas, deber¡an desarrollar la capacidad de ejecutar los programas de
prestaci¢n de servicios de recogida y eliminaci¢n de desechos a las
poblaciones
que carecen de ellos.  Algunas de las actividades que deber¡an realizarse en
esta esfera son:

     a)   Establecer una dependencia especial, en el marco de los actuales
mecanismos institucionales, encargada de planificar y prestar los servicios a
las comunidades pobres que carezcan de ellos con la participaci¢n de ‚stas;

     b)   Revisar los c¢digos y reglamentos vigentes a fin de permitir la
utilizaci¢n de toda la gama de tecnolog¡as alternativas de eliminaci¢n de
desechos a bajo costo;

     c)   Fomentar la capacidad institucional y crear procedimientos para la
planificaci¢n y prestaci¢n de los servicios.

                                    Cap¡tulo 22

                     GESTION INOCUA Y ECOLOGICAMENTE RACIONAL
                            DE LOS DESECHOS RADIACTIVOS

                                 AREA DE PROGRAMAS

             Promoci¢n de la gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional
                            de los desechos radiactivos

Bases para la acci¢n

22.1  Se generan desechos radiactivos en el ciclo de los combustibles
nucleares,
al igual que en las aplicaciones nucleares (el uso de radion£clidos en la
medicina, la investigaci¢n y la industria).  Los riesgos radiol¢gicos y de
seguridad de los desechos radiactivos var¡an de muy bajos en los desechos de
corta vida y bajo nivel de radiactividad hasta muy altos en los desechos de
alto
nivel de radiactividad.  Se generan anualmente en todo el mundo alrededor de
200.000 metros c£bicos de desechos de nivel bajo e intermedio y 10.000 metros
c£bicos de desechos de alto nivel de radiactividad (adem s de los combustibles
nucleares consumidos destinados a su eliminaci¢n definitiva) de la producci¢n
de
energ¡a nuclear.  Estos vol£menes est n aumentando a medida que se ponen en
funcionamiento m s unidades de generaci¢n de energ¡a nuclear, se desmantelan
instalaciones nucleares y aumenta el uso de radion£clidos.  Los desechos de
alto
nivel de radiactividad contienen alrededor del 99% de los radion£clidos, y
plantean en consecuencia los mayores riesgos radiol¢gicos.  Los vol£menes de
desechos de las aplicaciones nucleares son generalmente mucho menores;
normalmente unas cuantas decenas de metros c£bicos, o menos, por a¤o y por
pa¡s. 
Sin embargo, la concentraci¢n de la actividad, especialmente en las fuentes de
radiaci¢n selladas, puede ser alta, lo que justifica la adopci¢n de medidas de
protecci¢n radiol¢gica muy estrictas.  El aumento de los vol£menes de desechos
debe seguir estudi ndose cuidadosamente.

22.2  La gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos,
incluidos los aspectos de minimizaci¢n, transporte y eliminaci¢n, es
importante,
dadas las caracter¡sticas de esos desechos.  En la mayor¡a de los pa¡ses con
programas de energ¡a nuclear importantes se han tomado medidas t‚cnicas y
administrativas para poner en pr ctica un sistema de gesti¢n de los desechos. 
En muchos otros pa¡ses que est n todav¡a en la etapa preparatoria de un
programa
nuclear nacional o s¢lo tienen algunas aplicaciones nucleares, subsiste la
necesidad de sistemas de ese tipo.

Objetivo

22.3  El objetivo de esta  rea de programas es velar por la gesti¢n, el
transporte, el almacenamiento y la eliminaci¢n inocua de los desechos, con
miras
a proteger la salud humana y el medio ambiente, en el marco m s amplio de un
enfoque interactivo e integrado de la gesti¢n de los desechos nucleares y la
seguridad.

Actividades

a)   Actividades de gesti¢n

22.4  Los Estados, en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales
competentes, cuando proceda, deber¡an:

     a)   Promover la adopci¢n de medidas pol¡ticas y pr cticas para reducir
al
m¡nimo y limitar, cuando proceda, la generaci¢n de desechos radiactivos y
prever
el tratamiento, el acondicionamiento, el transporte y la eliminaci¢n inocuos
de
tales desechos;

     b)   Apoyar los esfuerzos realizados dentro del OIEA para elaborar y
promulgar normas o directrices y c¢digos de pr ctica sobre los desechos
radiactivos como base internacionalmente aceptada para la gesti¢n y la
eliminaci¢n inocuas y ecol¢gicamente racionales de los desechos radiactivos;

     c)   Promover el almacenamiento, el transporte y la eliminaci¢n inocuos
de
los desechos radiactivos, as¡ como de las fuentes de radiaci¢n agotadas y los
combustibles consumidos de los reactores nucleares cuya eliminaci¢n definitiva
se hubiese determinado en todos los pa¡ses y en especial en los pa¡ses en
desarrollo, facilitando la transferencia de las tecnolog¡as pertinentes a esos
pa¡ses o la devoluci¢n al abastecedor de las fuentes de radiaci¢n despu‚s de
su
uso, de conformidad con las reglamentaciones o directrices internacionales
pertinentes;

     d)   Promover la planificaci¢n adecuada, incluida, cuando proceda la
evaluaci¢n del impacto ambiental, de la gesti¢n inocua y ecol¢gicamente
racional
de los desechos radiactivos, incluidos los procedimientos de emergencia, el
almacenamiento, el transporte y la eliminaci¢n, antes de las actividades que
generan desechos y despu‚s de esas actividades.

b)   Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional

22.5  Los Estados, en colaboraci¢n con las organizaciones internacionales
competentes, cuando proceda, deber¡an:

     a)   Redoblar sus esfuerzos por aplicar el C¢digo de Pr ctica sobre
Movimientos Transfronterizos de Desechos Radiactivos y, bajo los auspicios del
OIEA y en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales competentes que
se
ocupan de distintas modalidades de transporte, mantener en constante examen la
cuesti¢n de esos movimientos, incluida la conveniencia de formalizar un
instrumento vinculante;

     b)   Alentar a las partes en el Convenio de Londres sobre Vertimientos a
que completen los estudios relativos a la sustituci¢n de la actual suspensi¢n
voluntaria sobre la eliminaci¢n de desechos radiactivos de baja actividad en
el
mar por la proscripci¢n, teniendo en cuenta el enfoque basado en el principio
de
precauci¢n con el objeto de adoptar una decisi¢n bien informada y oportuna
sobre
este tema;

     c)   Abstenerse de promover o permitir el almacenamiento o la eliminaci¢n
de desechos radiactivos de alta, intermedia o baja actividad cerca del medio
marino, a menos que determinen que los datos cient¡ficos disponibles, de
conformidad con los principios y directrices internacionalmente convenidos y
aplicables, demuestren que tal almacenamiento o eliminaci¢n no representa un
riesgo inaceptable para la humanidad y el medio marino ni interfiere con otros
usos leg¡timos del mar, con la aplicaci¢n, en este proceso, del enfoque basado
en el principio de precauci¢n;

     d)   Abstenerse de exportar desechos radiactivos a pa¡ses que,
individualmente o en el marco de convenios internacionales, proh¡ben la
importaci¢n de esos desechos, como las partes contratantes en el Convenio de
Bamako sobre la prohibici¢n de importar desechos peligrosos y sobre el control
de los movimientos transfronterizos de esos desechos en Africa, el cuarto
Convenio de Lom‚ u otros convenios pertinentes en que se proh¡be esa
importaci¢n;

     e)   Respetar, de conformidad con el derecho internacional, las
decisiones
aplicables a ellos adoptadas por las partes en otros convenios regionales
pertinentes sobre medio ambiente que se ocupan de otros aspectos de la gesti¢n
inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos.

Medios de ejecuci¢n

a)   Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos

22.6  Los costos que representa en el plano nacional la gesti¢n y eliminaci¢n
de
los desechos radiactivos son considerables y variar n seg£n la tecnolog¡a que
se
utilice para la eliminaci¢n.

22.7  La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por
a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa para las
organizaciones internacionales ascender  a unos 8 millones de d¢lares.  Los
costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias,
depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos
que los gobiernos decidan ejecutar.

b)   Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos

22.8  Los Estados, en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales,
cuando
proceda, deber¡an:

     a)   Promover la investigaci¢n y el desarrollo de m‚todos para el
tratamiento, el procesamiento y la eliminaci¢n inocuos y ecol¢gicamente
racionales, incluida la eliminaci¢n geol¢gica profunda, de los desechos de
alto
nivel de radioactividad;

     b)   Llevar a cabo programas de investigaci¢n y evaluaci¢n relativos a la
determinaci¢n del impacto de la eliminaci¢n de los desechos radiactivos sobre
la
salud y el medio ambiente.

c)   Aumento de la capacidad y desarrollo de los recursos humanos

22.9  Los Estados, en colaboraci¢n con las organizaciones internacionales
competentes, seg£n proceda, deber¡an prestar asistencia a los pa¡ses en
desarrollo para establecer y/o reforzar la infraestructura de gesti¢n de los
desechos radiactivos, mediante, entre otras cosas, reglamentos,
organizaciones,
mano de obra especializada e instalaciones para la manipulaci¢n, el
tratamiento,
el almacenamiento y la eliminaci¢n de los desechos derivados de aplicaciones
nucleares.


                                       -----

This document has been posted online by the United Nations Department of Economic and Social Affairs (DESA). Reproduction and dissemination of the document - in electronic and/or printed format - is encouraged, provided acknowledgement is made of the role of the United Nations in making it available.

Date last posted: 15 April 2000 13:50:10
Comments and suggestions: esa@un.org