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INFORME DE LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO* (R¡o de Janeiro, 3 a 14 de junio de 1992) * El presente documento es una versi¢n preliminar del informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y se publica en cinco vol£menes. La Declaraci¢n de R¡o sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la secci¢n I (Dimensiones sociales y econ¢micas) del Programa 21 figuran en el volumen I; la secci¢n II (Conservaci¢n y gesti¢n de los recursos para el desarrollo) del Programa 21 se incluye en el volumen II; y las secciones III (Fortalecimiento del papel de los grupos principales) y IV (Medios de ejecuci¢n) del Programa 21 y la declaraci¢n autorizada, sin fuerza jur¡dica obligatoria, de principios para un consenso mundial respecto de la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo se incluyen en el volumen III. El volumen IV contiene un resumen de las deliberaciones de la Conferencia y las declaraciones de apertura y de clausura. En el volumen V se incluyen las declaraciones formuladas durante la Cumbre. 9238361S 021092 071092 /... INDICE* Anexo II. PROGRAMA 21 (continuaci¢n) Cap¡tulo P rrafos P gina SECCION II. CONSERVACION Y GESTION DE LOS RECURSOS PARA EL DESARROLLO 9. PROTECCION DE LA ATMOSFERA 9.1 - 9.354 10. ENFOQUE INTEGRADO DE LA PLANIFICACION Y LA ORDENACION DE LOS RECURSOS DE TIERRA 10.1 - 10.1816 11. LUCHA CONTRA LA DEFORESTACION 11.1 - 11.4023 12. ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES: LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACION Y LA SEQUIA 12.1 - 12.6340 13. ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES: DESARROLLO SOSTENIBLE DE LAS ZONAS DE MONTA¥A 13.1 - 13.24 60 14. FOMENTO DE LA AGRICULTURA Y DEL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE 14.1 - 14.10468 15. CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA 15.1 - 15.1198 16. GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LA BIOTECNOLOGIA 16.1 - 16.44106 17. PROTECCION DE LOS OCEANOS Y DE LOS MARES DE TODO TIPO, INCLUIDOS LOS MARES CERRADOS Y SEMICERRADOS, Y DE LAS ZONAS COSTERAS, Y PROTECCION, UTILIZACION RACIONAL Y DESARROLLO DE SUS RECURSOS VIVOS 17.1 - 17.136124 18. PROTECCION DE LA CALIDAD Y EL SUMINISTRO DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE: APLICACION DE CRITERIOS INTEGRADOS PARA EL APROVECHAMIENTO, ORDENACION Y USO DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE18.1 - 18.90 160 19. GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS PRODUCTOS QUIMICOS TOXICOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO DE PRODUCTOS TOXICOS Y PELIGROSOS 19.1 - 19.76 198 * La secci¢n I (Dimensiones sociales y econ¢micas) figura en el documento A/CONF.151/26 (Vol. I); la secci¢n III (Fortalecimiento del papel de los grupos principales) y la secci¢n IV (Medios de ejecuci¢n) se incluyen en el documento A/CONF.151/26 (Vol. III). INDICE (continuaci¢n) Cap¡tulo P rrafos P gina 20. GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS PELIGROSOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO DE DESECHOS PELIGROSOS 20.1 - 20.46 218 21. GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS SOLIDOS Y CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS AGUAS CLOACALES 21.1 - 21.49235 22. GESTION INOCUA Y ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS RADIACTIVOS 22.1 - 22.9252 Cap¡tulo 9 PROTECCION DE LA ATMOSFERA INTRODUCCION 9.1 La protecci¢n de la atm¢sfera es una labor amplia y multidimensional en la que intervienen varios sectores de la actividad econ¢mica. Se recomienda a los gobiernos y a las dem s entidades que se esfuerzan por proteger la atm¢sfera que examinen y, cuando proceda, apliquen las opciones y medidas que se exponen en este cap¡tulo. 9.2 Se tiene presente que muchas de las cuestiones de que se trata en este cap¡tulo se contemplan en acuerdos internacionales como el Convenio de Viena para la Protecci¢n de la Capa de Ozono de 1985, el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono de 1987, en su forma enmendada, la Convenci¢n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim tico, de 1992, y otros instrumentos internacionales, incluidos los regionales. En el caso de las actividades contempladas en esos acuerdos, se entiende que las recomendaciones que figuran en este cap¡tulo no obligan a ning£n gobierno a tomar medidas que superen lo dispuesto en esos instrumentos jur¡dicos. No obstante, en el marco de este cap¡tulo, los gobiernos son libres de aplicar medidas adicionales compatibles con esos instrumentos jur¡dicos. 9.3 Se tiene tambin presente que las actividades que se realicen para alcanzar los objetivos de este cap¡tulo deber¡an coordinarse con el desarrollo social y econ¢mico en forma integral con el fin de evitar que tuviesen repercusiones negativas sobre ste, teniendo plenamente en cuenta las leg¡timas necesidades prioritarias de los pa¡ses en desarrollo por lo que respecta al logro del crecimiento econ¢mico sostenido y la erradicaci¢n de la pobreza. 9.4 En este contexto se hace especial referencia al rea de programas A del cap¡tulo 2 del Programa 21 (Fomento del desarrollo sostenible mediante el comercio). 9.5 En el presente cap¡tulo se incluyen las cuatro reas de programas siguientes: a) Consideraci¢n de las incertidumbres: perfeccionamiento de la base cient¡fica para la adopci¢n de decisiones; b) Promoci¢n del desarrollo sostenible: i) Desarrollo, eficiencia y consumo de la energ¡a; ii) Transporte; iii) Desarrollo industrial; iv) Desarrollo de los recursos terrestres y marinos y aprovechamiento de las tierras; c) Prevenci¢n del agotamiento del ozono estratosfrico; d) Contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza. AREAS DE PROGRAMAS A. Consideraci¢n de las incertidumbres: perfeccionamiento de la base cient¡fica para la adopci¢n de decisiones Bases para la acci¢n 9.6 La preocupaci¢n por el cambio clim tico y la variabilidad clim tica, la contaminaci¢n del aire y el agotamiento del ozono ha creado una nueva demanda de informaci¢n cient¡fica, econ¢mica y social para reducir las incertidumbres que a£n quedan en esas esferas. Es necesario mejorar la comprensi¢n y la capacidad de predicci¢n de las diversas propiedades de la atm¢sfera y de los ecosistemas afectados, as¡ como de las repercusiones sobre la salud y de su interacci¢n con los factores socioecon¢micos. Objetivos 9.7 El objetivo b sico de esta rea de programas es mejorar la comprensi¢n de los procesos que afectan a la atm¢sfera terrestre a escala mundial, regional y local y que a su vez se ven afectados por sta, incluidos, entre otros, los procesos f¡sicos, qu¡micos, geol¢gicos, biol¢gicos, oce nicos, hidrol¢gicos, econ¢micos y sociales; aumentar la capacidad e intensificar la cooperaci¢n internacional; y mejorar la comprensi¢n de las consecuencias econ¢micas y sociales de los cambios atmosfricos y de las medidas de mitigaci¢n y respuesta adoptadas respecto de esos cambios. Actividades 9.8 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) Promover la investigaci¢n relacionada con los procesos naturales que afectan a la atm¢sfera y se ven afectados por sta, as¡ como de los v¡nculos cr¡ticos entre el desarrollo sostenible y los cambios atmosfricos, incluidos los efectos sobre la salud humana, los ecosistemas, los sectores econ¢micos y la sociedad; b) Asegurar una cobertura geogr fica m s equilibrada del Sistema Mundial de Observaci¢n del Clima y sus componentes, incluida la Vigilancia de la Atm¢sfera Global, facilitando, entre otras cosas, el establecimiento y funcionamiento de estaciones adicionales de observaci¢n sistem tica, y contribuyendo al desarrollo, utilizaci¢n y accesibilidad de esas bases de datos; c) Promover la cooperaci¢n en: i) El desarrollo de sistemas de detecci¢n temprana relativos a los cambios y las fluctuaciones en la atm¢sfera; ii) La creaci¢n y mejoramiento de la capacidad de predecir esos cambios y fluctuaciones y evaluar sus repercusiones ambientales y socioecon¢micas; d) Cooperar en la investigaci¢n para desarrollar metodolog¡as y determinar umbrales de contaminantes atmosfricos, as¡ como niveles atmosfricos de concentraciones de gases de efecto invernadero, que puedan causar interferencias antrop¢genas peligrosas con el sistema clim tico y el medio ambiente en su conjunto, y los ritmos de cambio conexos que no permitir¡an a los ecosistemas adaptarse naturalmente; e) Promover el aumento de la capacidad cient¡fica, el intercambio de datos e informaciones cient¡ficos, y la facilitaci¢n de la participaci¢n y capacitaci¢n de expertos y personal tcnico, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, y cooperar con ellos, en las esferas de la investigaci¢n, la reuni¢n, organizaci¢n y evaluaci¢n de datos, y de la observaci¢n sistem tica relacionada con la atm¢sfera. B. Promoci¢n del desarrollo sostenible 1. Desarrollo, eficiencia y consumo de la energ¡a Bases para la acci¢n 9.9 La energ¡a es esencial para el desarrollo econ¢mico y social y el mejoramiento de la calidad de la vida. Sin embargo, la mayor parte de la energ¡a del mundo se produce y consume en formas que no podr¡an perdurar si la tecnolog¡a permaneciera constante o si las magnitudes globales aumentaran notablemente. La necesidad de controlar las emisiones atmosfricas de gases de efecto invernadero y otros gases y sustancias deber basarse cada vez m s en la eficiencia en la producci¢n, transmisi¢n, distribuci¢n y consumo de la energ¡a y en una dependencia cada vez mayor de sistemas energticos, ecol¢gicamente racionales, sobre todo de las fuentes de energ¡a nuevas y renovables 1/. Ser necesario utilizar todas las fuentes de energ¡a en formas que respeten la atm¢sfera, la salud humana y el medio ambiente en su totalidad. 9.10 Es preciso eliminar los actuales obst culos al aumento del suministro de energ¡a ecol¢gicamente racional necesario para seguir el camino del desarrollo sostenible, en particular en los pa¡ses en desarrollo. Objetivos 9.11 El objetivo b sico y £ltimo de esta rea de programas es reducir los efectos perjudiciales del sector de energ¡a en la atm¢sfera mediante la promoci¢n de pol¡ticas o de programas, seg£n proceda, orientados a aumentar la contribuci¢n de los sistemas energticos ecol¢gicamente racionales y econ¢micos, particularmente los nuevos y renovables, mediante la producci¢n, la transmisi¢n, la distribuci¢n y el uso menos contaminantes y m s eficientes de la energ¡a. Este objetivo deber¡a reflejar la necesidad de equidad, de un abastecimiento suficiente de energ¡a y de un aumento del consumo de energ¡a en los pa¡ses en desarrollo, y deber¡a tener en cuenta la situaci¢n de los pa¡ses que dependen en gran medida de los ingresos generados por la producci¢n, elaboraci¢n y exportaci¢n, y/o el consumo de combustibles f¢siles y de productos conexos de alto consumo energtico, y/o el uso de combustibles f¢siles muy dif¡ciles de reemplazar por otras fuentes de energ¡a, y la situaci¢n de los pa¡ses extremadamente vulnerables a los efectos perjudiciales del cambio clim tico. Actividades 9.12 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) Cooperar en la b£squeda y el desarrollo de fuentes energticas econ¢micamente viables y ecol¢gicamente racionales, para promover la disponibilidad de un mayor abastecimiento de energ¡a como apoyo a los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible, en particular en los pa¡ses en desarrollo; b) Promover el desarrollo en el plano nacional de metodolog¡as apropiadas para la adopci¢n de decisiones integradas de pol¡tica energtica, ambiental y econ¢mica para el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante evaluaciones del impacto ambiental; c) Promover la investigaci¢n, el desarrollo, la transferencia y el uso de mejores tecnolog¡as y pr cticas de alto rendimiento energtico, entre ellas, tecnolog¡as end¢genas en todos los sectores pertinentes, prestando especial atenci¢n a la rehabilitaci¢n y la modernizaci¢n de los sistemas de generaci¢n de energ¡a, en particular en los pa¡ses en desarrollo; d) Promover la investigaci¢n, el desarrollo, la transferencia y el uso de tecnolog¡as y pr cticas para el establecimiento de sistemas energticos ecol¢gicamente racionales, entre ellos, sistemas energticos nuevos y renovables, prestando particular atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo; e) Promover el aumento de las capacidades institucional, cient¡fica, de planificaci¢n y de gesti¢n, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, para desarrollar, producir y utilizar formas de energ¡a cada vez m s eficientes y menos contaminantes; f) Examinar las diversas fuentes actuales de abastecimiento de energ¡a para determinar en qu forma se podr¡a aumentar la contribuci¢n de los sistemas energticos ecol¢gicamente racionales en su conjunto, en particular los sistemas energticos nuevos y renovables, de manera econ¢micamente eficiente, teniendo en cuenta las caracter¡sticas sociales, f¡sicas, econ¢micas y pol¡ticas propias de los respectivos pa¡ses, y estudiando y aplicando, seg£n proceda, medidas para salvar cualquier obst culo a su establecimiento y uso; g) Coordinar planes energticos en los planos regional y subregional, seg£n proceda, y estudiar la viabilidad de una distribuci¢n eficiente de energ¡a ecol¢gicamente racional a partir de fuentes de energ¡a nuevas y renovables; h) De conformidad con las prioridades nacionales en materia de desarrollo socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas o programas eficaces en funci¢n de los costos, que incluyan medidas administrativas, sociales y econ¢micas, con el fin de mejorar el rendimiento energtico; i) Aumentar la capacidad de planificaci¢n energtica y de gesti¢n de programas sobre eficiencia energtica, as¡ como de desarrollo, introducci¢n y promoci¢n de fuentes de energ¡a nuevas y renovables; j) Promover normas o recomendaciones apropiadas sobre rendimiento energtico y emisiones a nivel nacional 2/ orientadas hacia el desarrollo y uso de tecnolog¡as que reduzcan al m¡nimo los efectos adversos sobre el medio ambiente; k) Fomentar la ejecuci¢n, en los planos local, nacional, subregional y regional, de programas de educaci¢n y toma de conciencia sobre el uso eficiente de la energ¡a y sobre sistemas energticos ecol¢gicamente racionales; l) Establecer o aumentar, seg£n proceda, en cooperaci¢n con el sector privado, programas de etiquetado de productos para proporcionar informaci¢n a los encargados de adoptar decisiones y a los consumidores sobre oportunidades de un uso eficiente de la energ¡a. 2. Transporte Bases para la acci¢n 9.13 El sector del transporte tiene un papel esencial y positivo que desempe¤ar en el desarrollo econ¢mico y social, y es indudable que las necesidades de transporte aumentar n. Sin embargo, como el sector del transporte es tambin fuente de emisiones atmosfricas, es necesario revisar los sistemas de transporte existentes y lograr un dise¤o y una gesti¢n eficaces de los sistemas de tr fico y transporte. Objetivos 9.14 El objetivo b sico de esta rea de programas es elaborar y promover pol¡ticas o programas, seg£n proceda, eficaces en funci¢n de los costos, a fin de limitar, reducir o controlar, seg£n el caso, las emisiones perjudiciales en la atm¢sfera y otros efectos ambientales adversos del sector del transporte, teniendo en cuenta las prioridades de desarrollo, as¡ como las circunstancias concretas locales y nacionales y los aspectos de seguridad. Actividades 9.15 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) Desarrollar y promover, seg£n proceda, sistemas de transporte econ¢micos, m s eficientes, menos contaminantes y m s seguros, en particular sistemas de transporte colectivo integrado rural y urbano, as¡ como redes de caminos ecol¢gicamente racionales, teniendo en cuenta la necesidad de establecer prioridades sociales, econ¢micas y de desarrollo sostenibles, particularmente en los pa¡ses en desarrollo; b) Facilitar, en los planos internacional, regional, subregional y nacional, la disponibilidad y transferencia de tecnolog¡as de transporte seguras, eficientes, en particular en cuanto al uso de recursos, y menos contaminantes, sobre todo a los pa¡ses en desarrollo, as¡ como la ejecuci¢n de programas apropiados de capacitaci¢n; c) Reforzar, seg£n proceda, su labor de reuni¢n, an lisis e intercambio de la informaci¢n pertinente sobre la relaci¢n entre el medio ambiente y el transporte, prestando particular atenci¢n a la observaci¢n sistem tica de las emisiones y a la elaboraci¢n de una base de datos sobre transporte; d) De conformidad con las prioridades nacionales en materia de desarrollo socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas o programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas administrativas, sociales y econ¢micas a fin de fomentar el uso de modos de transporte que reduzcan al m¡nimo los efectos perjudiciales para la atm¢sfera; e) Desarrollar o perfeccionar, seg£n proceda, mecanismos para integrar las estrategias de planificaci¢n del transporte y las estrategias de planificaci¢n de asentamientos urbanos y regionales, con miras a reducir los efectos del transporte sobre el medio ambiente; f) Estudiar, dentro del marco de las Naciones Unidas y de sus comisiones regionales, la viabilidad de convocar conferencias regionales sobre el transporte y el medio ambiente. 3. Desarrollo industrial Bases para la acci¢n 9.16 La industria es esencial para la producci¢n de bienes y servicios y es una fuente importante de empleo e ingresos; por consiguiente, el desarrollo industrial es esencial para el crecimiento econ¢mico. Al mismo tiempo, la industria es uno de los principales usuarios de recursos y materiales y, en consecuencia, las actividades industriales originan emisiones que afectan a la atm¢sfera y al medio ambiente en general. La protecci¢n de la atm¢sfera se podr¡a ampliar, entre otras cosas, mediante un aumento de la eficiencia de los recursos y materiales en la industria, mediante la instalaci¢n o el mejoramiento de tecnolog¡as de reducci¢n de la contaminaci¢n y la sustituci¢n de clorofluorocarbonos y otras sustancias que agotan el ozono con las sustancias apropiadas, as¡ como mediante la reducci¢n de desechos y subproductos. Objetivos 9.17 El objetivo b sico de esta rea de programas es estimular el desarrollo industrial en formas que reduzcan al m¡nimo los efectos perjudiciales para la atm¢sfera, entre otras cosas, aumentando la eficiencia en la producci¢n y consumo industriales de todos los recursos y materiales, perfeccionando las tecnolog¡as de reducci¢n de la contaminaci¢n, y creando nuevas tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales. Actividades 9.18 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) De conformidad con las prioridades nacionales en materia de desarrollo socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas o programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas administrativas, sociales y econ¢micas a fin de reducir al m¡nimo la contaminaci¢n industrial y los efectos perjudiciales para la atm¢sfera; b) Alentar a la industria para que aumente y fortalezca su capacidad de crear tecnolog¡as, productos y procesos que sean seguros y menos contaminantes y que utilicen m s eficientemente todos los recursos y materiales, as¡ como la energ¡a; c) Cooperar en la creaci¢n y transferencia de dichas tecnolog¡as industriales y en el establecimiento de la capacidad necesaria para gestionar y utilizar tales tecnolog¡as, particularmente con respecto a los pa¡ses en desarrollo; d) Elaborar, mejorar y aplicar sistemas de evaluaci¢n del impacto ambiental a fin de fomentar el desarrollo industrial sostenible; e) Promover la utilizaci¢n eficiente de materiales y recursos, teniendo en cuenta los ciclos vitales de los productos a fin de obtener los beneficios econ¢micos y ambientales de la utilizaci¢n de los recursos con m s eficiencia y la generaci¢n de menos desechos; f) Apoyar la promoci¢n de tecnolog¡as y procesos industriales menos contaminantes y m s eficientes, teniendo en cuenta las posibilidades de acceso a la energ¡a de cada zona, sobre todo a fuentes de energ¡a renovables y seguras, con miras a limitar la contaminaci¢n industrial y los efectos perjudiciales para la atm¢sfera. 4. Desarrollo de los recursos terrestres y marinos y aprovechamiento de la tierra Bases para la acci¢n 9.19 Las pol¡ticas relativas a los recursos y al aprovechamiento de la tierra provocar n cambios en la atm¢sfera y se ver n afectadas por ellos. Ciertas pr cticas relacionadas con los recursos terrestres y marinos y el aprovechamiento de la tierra pueden reducir los sumideros de gases de efecto invernadero y aumentar las emisiones atmosfricas. La prdida de diversidad biol¢gica puede reducir la resistencia de los ecosistemas a las variaciones clim ticas y a los da¤os producidos por la contaminaci¢n del aire. Los cambios atmosfricos pueden causar profundos efectos en los bosques, la diversidad biol¢gica y los ecosistemas de agua dulce y marinos, y en las actividades econ¢micas, como la agricultura. Con frecuencia los objetivos de pol¡tica de los distintos sectores pueden divergir y por eso es preciso considerarlos de manera integrada. Objetivos 9.20 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Promover la utilizaci¢n de los recursos marinos y terrestres y las pr cticas apropiadas de aprovechamiento de la tierra que contribuyan a: i) La reducci¢n de la contaminaci¢n atmosfrica y/o la limitaci¢n de las emisiones antrop¢genas de gases de efecto invernadero; ii) La conservaci¢n, la gesti¢n sostenible y el mejoramiento, seg£n proceda, de todos los sumideros de gases de efecto invernadero; iii) La conservaci¢n y la utilizaci¢n sostenible de los recursos naturales y ambientales; b) Velar por que los cambios atmosfricos reales y potenciales y sus consecuencias socioecon¢micas y ecol¢gicas se tomen plenamente en cuenta al planificar y aplicar pol¡ticas y programas relativos a las pr cticas de utilizaci¢n de los recursos terrestres y marinos y de aprovechamiento de la tierra. Actividades 9.21 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) De conformidad con las prioridades nacionales en materia de desarrollo socioecon¢mico y medio ambiente, evaluar y, seg£n proceda, promover pol¡ticas o programas eficaces en funci¢n de los costos que incluyan medidas administrativas, sociales y econ¢micas, a fin de fomentar las pr cticas ecol¢gicamente racionales de utilizaci¢n de la tierra; b) Aplicar pol¡ticas y programas que desalienten las pr cticas de aprovechamiento de la tierra inadecuadas y contaminantes y promuevan la utilizaci¢n sostenible de los recursos terrestres y marinos; c) Examinar la posibilidad de promover la elaboraci¢n y uso de pr cticas relativas a los recursos terrestres y marinos y al aprovechamiento de la tierra que ayuden a resistir mejor los cambios y fluctuaciones atmosfricos; d) Promover el aprovechamiento sostenible y la cooperaci¢n en la conservaci¢n y el perfeccionamiento, seg£n proceda, de los sumideros y dep¢sitos de gases de efecto invernadero, en particular de la biomasa, los bosques y los ocanos, as¡ como de otros ecosistemas terrestres, costeros y marinos. C. Prevenci¢n del agotamiento del ozono estratosfrico Bases para la acci¢n 9.22 El an lisis de los datos cient¡ficos recientes ha confirmado los crecientes temores respecto del continuo agotamiento de la capa de ozono estratosfrico de la Tierra debido al cloro y bromo reactivos procedentes de los clorofluorocarbonos (CFC), los halones y otras sustancias afines artificiales. Si bien el Convenio de Viena para la Protecci¢n de la Capa de Ozono de 1985 y el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono de 1987 (en su forma enmendada en Londres, en 1990) fueron logros importantes en el plano internacional, el contenido total de cloro de las sustancias que agotan la capa de ozono en la atm¢sfera ha seguido aumentando. Esta tendencia puede invertirse si se aplican las medidas de control que figuran en el Protocolo. Objetivos 9.23 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Alcanzar los objetivos fijados en el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal y sus enmiendas de 1990, incluso la consideraci¢n en dichos instrumentos de las necesidades y condiciones especiales de los pa¡ses en desarrollo y el acceso de stos a sustancias distintas de las que agotan la capa de ozono. Deber¡an promoverse las tecnolog¡as y los productos naturales que reducen la demanda de sustancias que agotan la capa de ozono; b) Elaborar estrategias destinadas a mitigar los efectos negativos de la radiaci¢n ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra como resultado del agotamiento y la modificaci¢n de la capa de ozono estratosfrico. Actividades 9.24 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y el sector privado, deber¡an: a) Ratificar, aceptar o aprobar el Protocolo de Montreal y sus enmiendas de 1990; hacer efectivas, prontamente, sus contribuciones a los fondos fiduciarios de Viena y Montreal y al Fondo Multilateral Provisional; y contribuir, seg£n proceda, a las actividades que se est n realizando en virtud del Protocolo de Montreal y sus mecanismos de aplicaci¢n, entre ellas, el suministro de suced neos de los CFC y dem s sustancias que agotan la capa de ozono y la facilitaci¢n de la transferencia de las tecnolog¡as correspondientes a los pa¡ses en desarrollo, a fin de que puedan cumplir con las obligaciones del Protocolo; b) Apoyar una mayor expansi¢n del Sistema Mundial de Observaci¢n del Ozono, facilitando, mediante fondos bilaterales y multilaterales, el establecimiento y funcionamiento de nuevas estaciones de observaci¢n sistem tica, especialmente en el cintur¢n tropical del hemisferio sur; c) Participar activamente en la evaluaci¢n continua de la informaci¢n cient¡fica y los efectos para la salud y el medio ambiente, as¡ como las consecuencias tecnol¢gicas y econ¢micas, del agotamiento del ozono estratosfrico; y considerar otras medidas que resulten justificadas y viables en funci¢n de tales evaluaciones; d) Sobre la base de los resultados de las investigaciones acerca de los efectos de la radiaci¢n ultravioleta adicional que llega a la superficie de la Tierra, considerar la posibilidad de tomar medidas correctivas apropiadas en las esferas de la salud humana, la agricultura y el medio marino; e) Reemplazar los CFC y dem s sustancias que agotan la capa de ozono, con arreglo a lo dispuesto en el Protocolo de Montreal, reconociendo que la conveniencia de este reemplazo deber¡a evaluarse en forma integral y no simplemente sobre la base de su contribuci¢n a la soluci¢n de un problema atmosfrico o ambiental. D. Contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza Bases para la acci¢n 9.25 La contaminaci¢n transfronteriza tiene efectos nocivos para la salud de los seres humanos y otros efectos perjudiciales en el medio ambiente, como la prdida de rboles y bosques y la acidificaci¢n de masas de agua. Las redes que vigilan la contaminaci¢n atmosfrica no cubren todas las regiones por igual y los pa¡ses en desarrollo est n muy poco representados. La falta de datos fidedignos sobre las emisiones fuera de Europa y Amrica del Norte limita considerablemente las posibilidades de medir la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza. Tambin es insuficiente la informaci¢n sobre los efectos de la contaminaci¢n atmosfrica en el medio ambiente y la salud en otras regiones. 9.26 La Convenci¢n de 1979 sobre la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza a larga distancia y sus protocolos han establecido un rgimen regional en Europa y Amrica del Norte, basado en un proceso de examen y en programas cooperativos de observaci¢n sistem tica y evaluaci¢n de la contaminaci¢n atmosfrica e intercambio de informaci¢n al respecto. Estos programas deben mantenerse y ampliarse y sus resultados deben compartirse con otras regiones del mundo. Objetivos 9.27 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Elaborar y aplicar tecnolog¡as de control y medici¢n de la contaminaci¢n producida por fuentes fijas y m¢viles de contaminaci¢n atmosfrica y elaborar otras tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales; b) Observar y evaluar sistem ticamente las fuentes y la magnitud de la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza producida por procesos naturales y actividades antrop¢genas; c) Fortalecer la capacidad, en particular de los pa¡ses en desarrollo, para medir y determinar los movimientos y los efectos de la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza y elaborar modelos al respecto, mediante el intercambio de informaci¢n y la formaci¢n de expertos, entre otras actividades; d) Desarrollar la capacidad para evaluar y mitigar la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza producida por accidentes industriales y nucleares, desastres naturales y la destrucci¢n deliberada y/o accidental de recursos naturales; e) Promover la adopci¢n de nuevos acuerdos regionales para limitar la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza, y la aplicaci¢n de los existentes; f) Elaborar estrategias encaminadas a reducir las emisiones que provocan la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza y sus efectos. Actividades 9.28 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, el sector privado y las instituciones financieras, deber¡an: a) Establecer y/o fortalecer acuerdos regionales para la lucha contra la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza y cooperar, en particular con los pa¡ses en desarrollo, en las esferas de la observaci¢n y la evaluaci¢n sistem ticas, la construcci¢n de modelos y el desarrollo e intercambio de tecnolog¡as para la limitaci¢n de las emisiones procedentes de fuentes m¢viles y fijas de contaminaci¢n atmosfrica. En este contexto, se deber¡a hacer m s hincapi en la consideraci¢n del alcance, las causas y los efectos socioecon¢micos y para la salud de la radiaci¢n ultravioleta, la acidificaci¢n del medio ambiente y el da¤o causado a los bosques y a la vegetaci¢n en general por los fotooxidantes; b) Establecer o fortalecer sistemas de alerta temprano y mecanismos de intervenci¢n en relaci¢n con la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza que resulta de accidentes industriales y desastres naturales, as¡ como de la destrucci¢n deliberada y/o accidental de recursos naturales; c) Facilitar las oportunidades de capacitaci¢n y el intercambio de datos e informaci¢n y de experiencias nacionales y/o regionales; d) Cooperar en los planos regional, multilateral y bilateral para evaluar la contaminaci¢n atmosfrica transfronteriza y elaborar y ejecutar programas que incluyan medidas concretas para reducir las emisiones a la atm¢sfera y hacer frente a sus efectos ambientales, econ¢micos, sociales y de otra ¡ndole. Medios de ejecuci¢n Cooperaci¢n internacional y regional 9.29 Los instrumentos jur¡dicos en vigor han creado estructuras institucionales que se relacionan con los prop¢sitos de esos instrumentos y la labor al respecto deber¡a proseguir b sicamente en esos contextos. Los gobiernos deber¡an continuar y aumentar su cooperaci¢n en los planos regional y mundial, as¡ como en el sistema de las Naciones Unidas. En ese contexto, cabe hacer referencia a las recomendaciones contenidas en el cap¡tulo 38 del Programa 21 (Arreglos institucionales internacionales). Aumento de la capacidad 9.30 Los pa¡ses, en cooperaci¢n con los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas, los donantes internacionales y las organizaciones no gubernamentales, deber¡an movilizar recursos tcnicos y financieros y facilitar la cooperaci¢n tcnica con pa¡ses en desarrollo a fin de reforzar sus capacidades tcnicas y de gesti¢n, planificaci¢n y administraci¢n para promover el desarrollo sostenible y la protecci¢n de la atm¢sfera, en todos los sectores pertinentes. Desarrollo de los recursos humanos 9.31 Es preciso adoptar y fortalecer programas de educaci¢n y de toma de conciencia en los planos local, nacional e internacional que se refieran a la promoci¢n del desarrollo sostenible y a la protecci¢n de la atm¢sfera, en todos los sectores pertinentes. Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 9.32 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del rea de programas A ascender a unos 640 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 9.33 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del programa en cuatro etapas del rea de programas B ascender a unos 20.000 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 9.34 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades del rea de programas C ser de unos 160 a 590 millones de d¢lares a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 9.35 La secretar¡a de la Conferencia ha incluido los costos de la asistencia tcnica y los programas experimentales en los p rrafos 9.32 y 9.33. Notas 1/ Las fuentes de energ¡a nuevas y renovables son las energ¡as heliotrmica, solar fotovoltaica, e¢lica, hidroelctrica, de biomasa, geotrmica, marina, animal y humana, de las que se trata en los informes del Comit sobre el Aprovechamiento y la Utilizaci¢n de las Fuentes de Energ¡a Nuevas y Renovables, preparados espec¡ficamente para la Conferencia (vanse A/CONF.151/PC/119 y A/AC.218/1992/5). 2/ Ello incluye las normas o recomendaciones promovidas por las organizaciones regionales de integraci¢n econ¢mica. Cap¡tulo 10 ENFOQUE INTEGRADO DE LA PLANIFICACION Y LA ORDENACION DE LOS RECURSOS DE TIERRAS INTRODUCCION 10.1 Normalmente la tierra se define como una entidad f¡sica, en trminos de su topograf¡a y naturaleza espacial; si se adopta una visi¢n integrada m s amplia, incluye adem s los recursos naturales: los suelos, los minerales, el agua y la biota que comprende la tierra. Estos componentes est n organizados en ecosistemas que proporcionan una variedad de servicios indispensables para mantener la integridad de los sistemas sustentadores de la vida y la capacidad productiva del medio ambiente. Los recursos de tierras se utilizan en formas que aprovechan todas esas caracter¡sticas. La tierra es un recurso finito, mientras que los recursos naturales que sustenta pueden variar con el tiempo y seg£n las condiciones de su ordenaci¢n y los usos que se les den. Las crecientes necesidades humanas y el aumento de las actividades econ¢micas ejercen una presi¢n cada vez mayor sobre los recursos de tierras, suscitan la competencia y los conflictos y llevan a un uso impropio de la tierra y los recursos. Si se quiere satisfacer en el futuro las necesidades humanas de manera sostenible, es esencial resolver ahora esos conflictos y encaminarse hacia un uso m s eficaz y eficiente de la tierra y sus recursos naturales. Un enfoque integrado de la planificaci¢n y gesti¢n del medio f¡sico y del uso de la tierra es una forma eminentemente pr ctica de lograrlo. Examinando todos los usos de la tierra de manera integrada, se pueden reducir al m¡nimo los conflictos y obtener el equilibrio m s eficaz y se puede vincular el desarrollo social y econ¢mico con la protecci¢n y el mejoramiento del medio ambiente, contribuyendo as¡ a lograr los objetivos del desarrollo sostenible. La esencia de este enfoque integrado consiste en coordinar las actividades sectoriales de planificaci¢n y gesti¢n relacionadas con los diversos aspectos de la utilizaci¢n de la tierra y los recursos de tierras. 10.2 Este cap¡tulo se centra en un rea de programas, la planificaci¢n y ordenaci¢n integrada de los recursos de tierras, que trata de la reorganizaci¢n y, en su caso, del fortalecimiento de la estructura de adopci¢n de decisiones, as¡ como de las pol¡ticas actuales, los procedimientos de planificaci¢n y ordenaci¢n y los mtodos que pueden contribuir a establecer un enfoque integrado de los recursos de tierras. No abarca en cambio los aspectos operacionales de la planificaci¢n y la ordenaci¢n, que se abordan m s adecuadamente en las reas de programas sectoriales pertinentes. Dado que esta rea de programas se ocupa de un importante aspecto intersectorial del proceso de adopci¢n de decisiones con miras a un desarrollo sostenible, guarda estrecha relaci¢n con diversas otras reas que tratan tal cuesti¢n directamente. AREA DE PROGRAMAS Enfoque integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras Bases para la acci¢n 10.3 Los recursos terrestres se utilizan con una diversidad de fines interrelacionados que pueden competir entre s¡; en consecuencia, conviene planear y ordenar todos los usos en forma integral. La integraci¢n deber¡a hacerse a dos niveles, considerando, por un lado, todos los factores ambientales, sociales y econ¢micos (como, por ejemplo, las repercusiones de los diversos sectores econ¢micos y sociales sobre el medio ambiente y los recursos naturales) y, por otro, todos los componentes del medio ambiente y los recursos conjuntamente (a saber, el aire, el agua, la biota, la tierra, los recursos naturales y geol¢gicos). La consideraci¢n integral facilita opciones y compensaciones adecuadas llevando a su m ximo nivel la productividad y la utilizaci¢n sostenibles. La posibilidad de dedicar las tierras a diferentes usos se plantea en el curso de proyectos importantes de asentamiento o de desarrollo o, de modo sucesivo, a medida que la oferta de tierras se sit£a en el mercado. Ello ofrece a su vez la posibilidad de reforzar las formas tradicionales de ordenaci¢n sostenible de las tierras o de que se consideren dignos de protegerse para su conservaci¢n la diversidad biol¢gica o servicios ecol¢gicos cr¡ticos. 10.4 Pueden combinarse diversas tcnicas, marcos y procesos para facilitar tal estudio integrado. Constituyen el apoyo indispensable del proceso de planificaci¢n y ordenaci¢n, en el plano nacional y local y en el plano del ecosistema o de la zona, as¡ como del desarrollo de planes concretos de acci¢n. Muchos de sus elementos ya existen, pero ser necesario generalizar su aplicaci¢n, desarrollarlos y reforzarlos. Esta rea de programas tiene por objeto principal brindar un marco para coordinar el proceso de adopci¢n de decisiones; por lo tanto, el contenido y las funciones operacionales no figuran en este documento, sino que se tratan en las actividades sectoriales pertinentes del Programa 21. Objetivos 10.5 El objetivo global consiste en facilitar la dedicaci¢n de la tierra a los usos que aseguren los mayores beneficios sostenibles y promover la transici¢n a una ordenaci¢n sostenible e integral de los recursos de tierras. Al hacerlo deber¡an tenerse en cuenta los problemas ambientales, sociales y econ¢micos. Sobre todo, deber¡an tenerse presentes las zonas protegidas, el derecho a la propiedad privada, los derechos de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades y otras comunidades locales y el papel econ¢mico de la mujer en la agricultura y en el desarrollo rural, entre otros. En trminos m s concretos, los objetivos son los siguientes: a) Estudiar y perfeccionar pol¡ticas para propiciar el uso ¢ptimo de la tierra y la ordenaci¢n sostenible de los recursos de tierras, a m s tardar para 1996; b) Mejorar y reforzar los sistemas de planificaci¢n, ordenaci¢n y evaluaci¢n de las tierras y sus recursos, para el a¤o 2000 a m s tardar; c) Reforzar las instituciones y los mecanismos de coordinaci¢n relacionados con la tierra y sus recursos, para 1998 a m s tardar; d) Crear mecanismos para facilitar la intervenci¢n y participaci¢n activa de todos los interesados, sobre todo de las comunidades y la poblaci¢n locales, en la adopci¢n de decisiones sobre el aprovechamiento y la ordenaci¢n de las tierras, para 1996 a m s tardar. Actividades a) Actividades de gesti¢n Elaboraci¢n de pol¡ticas e instrumentos normativos de apoyo 10.6 Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales, deber¡an velar por que las pol¡ticas y los instrumentos normativos propiciaran el aprovechamiento ¢ptimo de las tierras y la ordenaci¢n sostenible de sus recursos. Deber¡a prestarse especial atenci¢n a las tierras agr¡colas. Con este fin, deber¡an: a) Elaborar un mtodo integrado de establecimiento de objetivos y formulaci¢n de pol¡ticas en los planos nacional, regional y local en el que se tengan en cuenta los problemas ambientales, sociales, demogr ficos y econ¢micos; b) Formular pol¡ticas que fomenten el aprovechamiento sostenible de las tierras y la ordenaci¢n adecuada de sus recursos, en las que se tengan en cuenta, adem s, la base de recursos de tierras, los problemas demogr ficos y los intereses de la poblaci¢n local; c) Revisar el marco reglamentario, particularmente las leyes, la reglamentaci¢n y los procedimientos de aplicaci¢n, a fin de poner de relieve qu hay que mejorar para propiciar el aprovechamiento sostenible de la tierra y la ordenaci¢n adecuada de los recursos de tierras y limitar la transformaci¢n de las tierras cultivables productivas en terrenos para otros usos; d) Aplicar instrumentos econ¢micos y crear incentivos y mecanismos institucionales para fomentar el aprovechamiento ¢ptimo de las tierras y la ordenaci¢n sostenible de los recursos de tierras; e) Difundir el principio de la delegaci¢n de la formulaci¢n de pol¡ticas al nivel m s bajo de autoridad p£blica que sean compatible con la adopci¢n de medidas eficaces y la participaci¢n de la poblaci¢n local. Refuerzo de los sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n 10.7. Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an examinar y, de ser necesario, revisar los sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n para facilitar un enfoque integrado. Con este fin, deber¡an: a) Adoptar sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n que faciliten la integraci¢n de los componentes ambientales como el aire, el agua, las tierras y otros recursos naturales, utilizando la planificaci¢n ecol¢gica del paisaje u otros mtodos que se centren en unidades tales como el ecosistema o la cuenca; b) Adoptar marcos estratgicos que permitan integrar a un tiempo los objetivos del desarrollo y los del medio ambiente; buen ejemplo de los cuales son los sistemas de subsistencia sostenibles, el desarrollo rural, la Estrategia Mundial para la Conservaci¢n/Cuidado de la Tierra, la atenci¢n primaria del medio ambiente (PEC), etc.; c) Establecer un marco general para la planificaci¢n del aprovechamiento de las tierras y el medio f¡sico en el marco del cual puedan desarrollarse los planes especializados y planes sectoriales m s detallados (por ejemplo, para las zonas protegidas, la agricultura, los bosques, los asentamientos humanos o el desarrollo rural); establecer ¢rganos consultivos intersectoriales para agilizar la planificaci¢n y la ejecuci¢n de los proyectos; d) Fortalecer los sistemas de ordenaci¢n de la tierra y los recursos naturales incluyendo los mtodos tradicionales y aut¢ctonos adecuados; buen ejemplo de esas pr cticas son el pastoreo, las reservas Hema (reservas tradicionales isl micas de tierras) y la agricultura en terrazas; e) Examinar y, cuando sea necesario, establecer criterios innovadores y flexibles para la financiaci¢n de los programas; f) Preparar inventarios detallados sobre la capacidad de la tierra para orientar la asignaci¢n, ordenaci¢n y aprovechamiento adecuados de los recursos de tierras en los planos nacional y local. Promoci¢n de la aplicaci¢n de sistemas adecuados de planificaci¢n y ordenaci¢n 10.8 Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover el mejoramiento, el desarrollo y la aplicaci¢n generalizada de los sistemas de planificaci¢n y ordenaci¢n que facilitaran la aplicaci¢n de mtodos integrados y sostenibles de ordenaci¢n de las tierras y de sus recursos. Con este fin, deber¡an: a) Adoptar sistemas mejorados para la interpretaci¢n y el an lisis integral de datos sobre el aprovechamiento de las tierras y los recursos de tierras; b) Aplicar sistem ticamente tcnicas y procedimientos para evaluar los efectos ambientales, sociales y econ¢micos, y los riesgos, costos y beneficios de determinadas medidas; c) Analizar y ensayar mtodos para incluir las funciones y los valores de los recursos de tierras y ecosistemas en las cuentas nacionales. Toma de conciencia 10.9 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las instituciones nacionales y los grupos interesados y con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales, deber¡an emprender campa¤as de sensibilizaci¢n para que la poblaci¢n reconociera y comprendiera la importancia de la ordenaci¢n integrada de las tierras y sus recursos y el papel que las personas y los grupos sociales podr¡an desempe¤ar al respecto. Al mismo tiempo deber¡an proporcionarse medios que permitieran adoptar pr cticas mejores de aprovechamiento de las tierras y de ordenaci¢n sostenible de stas. Promoci¢n de la participaci¢n del p£blico 10.10 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las organizaciones nacionales y con el apoyo de las organizaciones internacionales apropiadas, deber¡an establecer procedimientos innovadores que facilitaran y fomentaran la participaci¢n activa de todos los sectores en el proceso de adopci¢n y ejecuci¢n de decisiones, en particular los grupos hasta ahora excluidos, como las mujeres, los ni¤os, las poblaciones ind¡genas, sus comunidades y otras comunidades locales. b) Datos e informaci¢n Refuerzo de los sistemas de informaci¢n 10.11 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las instituciones nacionales y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales, deber¡an reforzar los sistemas de informaci¢n necesarios para la adopci¢n de decisiones sobre el uso y la ordenaci¢n de las tierras y evaluar los cambios futuros en esa esfera. Deber¡an tener en cuenta las necesidades tanto de los hombres como de las mujeres. Con ese fin, deber¡an: a) Reforzar los sistemas de informaci¢n, observaci¢n sistem tica y evaluaci¢n de datos ambientales, econ¢micos y sociales relacionados con los recursos de tierras en los planos mundial, regional, nacional y local, as¡ como el potencial de producci¢n de las tierras y las modalidades de uso y ordenaci¢n de las tierras; b) Reforzar la coordinaci¢n entre los actuales sistemas de datos sectoriales sobre la tierra y los recursos de tierras y fortalecer la capacidad nacional para reunir y evaluar datos; c) Difundir de manera accesible en todos los sectores de la poblaci¢n, sobre todo en las comunidades locales y los grupos de mujeres, la informaci¢n tcnica apropiada necesaria para la adopci¢n de decisiones debidamente fundamentadas acerca del uso y la ordenaci¢n de las tierras; d) Apoyar sistemas de gesti¢n comunitaria y de bajo costo para la reuni¢n de informaci¢n sobre la situaci¢n y los procesos de cambio de los recursos de tierras, incluidos los suelos, la cubierta forestal, la fauna y flora silvestres, el clima y otros elementos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional Establecimiento de un mecanismo regional 10.12 Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an fortalecer el intercambio de informaci¢n y la cooperaci¢n regional sobre los recursos de tierras. Con ese fin, deber¡an: a) Estudiar y formular pol¡ticas regionales que apoyen los programas nacionales de planificaci¢n del uso de la tierra y del medio f¡sico; b) Promover la elaboraci¢n de planes sobre el uso de la tierra y el medio f¡sico en los pa¡ses de la regi¢n; c) Crear sistemas de informaci¢n y promover la capacitaci¢n; d) Intercambiar, por medio de redes y otros sistemas apropiados, informaci¢n sobre las experiencias obtenidas sobre el proceso y los resultados de la planificaci¢n y ordenaci¢n integradas y participatorias de los recursos de tierras en los planos nacional y local. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 10.13 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos Mejoramiento de la comprensi¢n cient¡fica del sistema de recursos de tierras 10.14 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con la comunidad cient¡fica nacional e internacional y con el apoyo de las organizaciones nacionales e internacionales competentes, deber¡an promover y apoyar la investigaci¢n adecuada al medio local sobre el sistema de recursos de tierras y las consecuencias para el desarrollo sostenible y las pr cticas de ordenaci¢n. Se deber¡a dar prioridad, seg£n procediera, a: a) La evaluaci¢n de la capacidad potencial de producci¢n de las tierras y de las funciones del ecosistema; b) Las interacciones ecosistmicas y las interacciones de los recursos terrestres y los sistemas sociales, econ¢micos y ambientales; c) La determinaci¢n de indicadores de sostenibilidad aplicables a los recursos de tierras, teniendo en cuenta los factores ambientales, econ¢micos, sociales, culturales y pol¡ticos. Ensayo de los resultados de la investigaci¢n mediante proyectos experimentales 10.15 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con la comunidad cient¡fica nacional e internacional y con el apoyo de las organizaciones internacionales competentes, deber¡an investigar y ensayar, por medio de proyectos experimentales, las posibilidades de aplicar mtodos perfeccionados a la planificaci¢n y ordenaci¢n integradas de los recursos de tierras, teniendo en cuenta los factores tcnicos, sociales e institucionales. c) Desarrollo de los recursos humanos Mejoramiento de la educaci¢n y la capacitaci¢n 10.16 Los gobiernos al nivel que corresponda, en colaboraci¢n con las autoridades locales, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones internacionales competentes, deber¡an promover el desarrollo de los recursos humanos que fueran necesarios para la planificaci¢n y ordenaci¢n sostenibles de las tierras y sus recursos. Ello deber¡a lograrse ofreciendo incentivos a las iniciativas locales y aumentando la capacidad de gesti¢n en el plano local, sobre todo la de la mujer, de las formas siguientes: a) Concediendo importancia a enfoques interdisciplinarios e integradores en los planes de estudio de las escuelas y en la formaci¢n tcnica, profesional y universitaria; b) Capacitando a todos los sectores pertinentes interesados para que se ocupen de los recursos de tierras de manera integrada y sostenible; c) Adiestrando a las comunidades, a los servicios de extensi¢n pertinentes, a los grupos comunitarios y a las organizaciones no gubernamentales en las tcnicas de ordenaci¢n de las tierras y los mtodos aplicados con xito en otros lugares. d) Aumento de la capacidad Refuerzo de la capacidad tecnol¢gica 10.17 Los gobiernos al nivel que corresponda, en cooperaci¢n con otros gobiernos y con el apoyo de las organizaciones internacionales competentes, deber¡an promover un esfuerzo centrado y concertado de educaci¢n y capacitaci¢n y la transferencia de tcnicas y tecnolog¡as en apoyo de los distintos elementos del proceso de planificaci¢n y ordenaci¢n sostenibles en los planos nacional, estatal o provincial, y local. Fortalecimiento de las instituciones 10.18 Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Volver a examinar y, cuando proceda, revisar los mandatos de las instituciones que se ocupan de los recursos de tierras y los recursos naturales para que incluyan expl¡citamente la integraci¢n interdisciplinaria de las cuestiones ambientales, sociales y econ¢micas; b) Fortalecer los mecanismos de coordinaci¢n entre las instituciones que se ocupan de la utilizaci¢n de las tierras y la ordenaci¢n de los recursos para facilitar la integraci¢n de los problemas y estrategias sectoriales; c) Reforzar la capacidad local en materia de adopci¢n de decisiones y mejorar la coordinaci¢n con los niveles superiores. Cap¡tulo 11 LUCHA CONTRA LA DEFORESTACION AREAS DE PROGRAMAS A. Mantenimiento de las m£ltiples funciones de todos los tipos de bosques, tierras forestales y regiones forestadas Bases para la acci¢n 11.1 Hay deficiencias importantes en las pol¡ticas, mtodos y mecanismos que se utilizan para apoyar y desarrollar las m£ltiples funciones ecol¢gicas, econ¢micas, sociales y culturales de los rboles, los bosques y las tierras forestales. Muchos pa¡ses desarrollados deben hacer frente a los efectos de los da¤os causados a sus bosques por la contaminaci¢n del aire y los incendios. Con frecuencia se requieren medidas y enfoques m s eficaces a nivel nacional para mejorar y armonizar la formulaci¢n de pol¡ticas, la planificaci¢n y la programaci¢n; las medidas y los instrumentos legislativos; las modalidades de desarrollo; la participaci¢n del p£blico en general y de las mujeres y las poblaciones ind¡genas en particular; la participaci¢n de los j¢venes; la funci¢n del sector privado, las organizaciones locales, las organizaciones no gubernamentales y las cooperativas; el desarrollo de conocimientos tcnicos y multidisciplinarios y la calidad de los recursos humanos; las actividades de divulgaci¢n sobre silvicultura y la educaci¢n p£blica; la capacidad de investigaci¢n y el apoyo a la investigaci¢n; las estructuras y los mecanismos administrativos, entre ellos la coordinaci¢n intersectorial, la descentralizaci¢n, los sistemas de asignaci¢n de responsabilidades y los incentivos, la difusi¢n de informaci¢n y las relaciones p£blicas. Esto es particularmente importante para aplicar un enfoque racional y global a la explotaci¢n sostenible y ecol¢gicamente racional de los bosques. La necesidad de salvaguardar las funciones m£ltiples de los bosques y los terrenos forestales mediante un fortalecimiento institucional adecuado y apropiado se ha puesto de relieve reiteradamente en muchos de los informes, decisiones y recomendaciones de la FAO, la Organizaci¢n Internacional de las Maderas Tropicales, el PNUMA, el Banco Mundial, la Uni¢n Internacional para la Conservaci¢n de la Naturaleza y sus Recursos y otras organizaciones. Objetivos 11.2 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Reforzar las instituciones nacionales que se ocupan de cuestiones forestales; ampliar el alcance y la eficacia de las actividades relacionadas con la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques y asegurar eficazmente el aprovechamiento y la producci¢n sostenibles de los bienes y servicios forestales, tanto en los pa¡ses desarrollados como en los pa¡ses en desarrollo; para el a¤o 2000, reforzar la capacidad y competencia de las instituciones nacionales de manera que puedan adquirir los conocimientos necesarios para proteger y conservar los bosques, as¡ como ampliar su esfera de acci¢n y, en consecuencia, aumentar la eficacia de los programas y las actividades relacionados con la ordenaci¢n y el desarrollo de los bosques; b) Fortalecer y aumentar la aptitud humana, tcnica y profesional, as¡ como los conocimientos especializados y la competencia para formular y poner en pr ctica con eficacia pol¡ticas, planes, programas, investigaciones y proyectos de ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques y de los recursos derivados de los bosques y de las tierras forestales, as¡ como de otras zonas donde se pueden sacar beneficios de los bosques. Actividades a) Actividades de gesti¢n 11.3 Los gobiernos al nivel que corresponda, con el apoyo de las organizaciones internacionales, regionales y subregionales competentes, deber¡an, en los casos necesarios, aumentar la capacidad institucional para promover las m£ltiples funciones de los bosques y la vegetaci¢n de todo tipo, as¡ como de otras tierras conexas y de los recursos derivados de los bosques, para apoyar el desarrollo sostenible y la conservaci¢n del medio ambiente en todos los sectores. Ello deber¡a lograrse, siempre que fuera posible y necesario, mediante el fortalecimiento o la modificaci¢n de las estructuras y los mecanismos existentes y el aumento de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n de sus respectivas funciones. Entre las principales actividades previstas figuran las siguientes: a) Racionalizar y fortalecer las estructuras y los mecanismos administrativos, lo cual comprende la dotaci¢n de personal suficiente y la asignaci¢n de responsabilidades, la descentralizaci¢n de la adopci¢n de decisiones, la prestaci¢n de servicios infraestructurales y el suministro de equipo, la coordinaci¢n intersectorial y un sistema eficaz de comunicaciones; b) Promover la participaci¢n del sector privado, los sindicatos, las cooperativas rurales, las comunidades locales, las poblaciones ind¡genas, los j¢venes, las mujeres, los grupos de usuarios y las organizaciones no gubernamentales en las actividades relacionadas con los bosques, y el acceso a la informaci¢n y a los programas de capacitaci¢n en el contexto nacional; c) Examinar y, en caso necesario, revisar las medidas y los programas pertinentes a todos los tipos de bosques y de vegetaci¢n, as¡ como a otras tierras conexas y recursos forestales, y relacionarlos con otras pol¡ticas o leyes sobre utilizaci¢n y explotaci¢n de las tierras; promover una legislaci¢n adecuada y otras medidas para prevenir la utilizaci¢n no controlada de la tierra con otros fines; d) Elaborar y ejecutar planes y programas que comprendan la definici¢n de los objetivos, programas y criterios nacionales y, de ser necesario, regionales y subregionales, para su aplicaci¢n y ulterior perfeccionamiento; e) Establecer, desarrollar y mantener un sistema eficaz de divulgaci¢n y educaci¢n del p£blico sobre cuestiones forestales para mejorar el conocimiento, el aprecio y la ordenaci¢n de los bosques en lo que respecta a las m£ltiples funciones y valores de los rboles, los bosques y las tierras forestales; f) Crear instituciones que se ocupen de la educaci¢n y capacitaci¢n en cuestiones forestales, as¡ como las industrias forestales, o fortalecer las existentes, a fin de formar un grupo adecuado de especialistas calificados y capacitados en los niveles profesional, tcnico y especializado, sobre todo entre los j¢venes y las mujeres; g) Establecer centros de investigaci¢n o fortalecer los existentes, a fin de estudiar los diferentes aspectos de los bosques y los productos forestales, por ejemplo, la ordenaci¢n viable de los bosques, la diversidad biol¢gica, los efectos de los contaminantes transportados por el aire, el uso tradicional de los recursos forestales por las poblaciones locales e ind¡genas y el aumento de los ingresos comerciales y de otros valores no monetarios derivados de la ordenaci¢n de los bosques. b) Datos e informaci¢n 11.4 Los gobiernos al nivel que corresponda, con la asistencia y la cooperaci¢n de los organismos internacionales, regionales, subregionales y bilaterales, cuando procediera, deber¡an elaborar las bases de datos y la informaci¢n b sica que se requirieran para la planificaci¢n y la evaluaci¢n de programas. A continuaci¢n se indican algunas de las actividades m s concretas: a) Reunir, compilar, actualizar peri¢dicamente y distribuir la informaci¢n sobre la clasificaci¢n y el uso de las tierras, comprendidos los datos sobre la cubierta forestal, las zonas id¢neas para la forestaci¢n, las especies en peligro de extinci¢n, los valores ecol¢gicos, el valor de los usos tradicionales de la tierra o de su uso por las poblaciones ind¡genas, la biomasa y la productividad, as¡ como informaci¢n correlativa sobre cuestiones demogr ficas y socioecon¢micas y sobre recursos forestales, tanto a nivel microecon¢mico como macroecon¢mico, y analizar peri¢dicamente los programas forestales; b) Establecer v¡nculos con otros sistemas de datos y fuentes pertinentes para apoyar la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el aprovechamiento de los bosques, mientras se siguen desarrollando o reforzando, seg£n proceda, los sistemas existentes, como por ejemplo los de informaci¢n geogr fica; c) Establecer mecanismos que permitan el acceso del p£blico a dicha informaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 11.5 Los gobiernos al nivel que corresponda y las instituciones deber¡an cooperar en la prestaci¢n de apoyo tcnico especializado y de otra ¡ndole y en la promoci¢n de las actividades internacionales de investigaci¢n, especialmente para mejorar la transferencia de tecnolog¡a y la capacitaci¢n especializada y asegurar el acceso a la experiencia adquirida y a los resultados de la investigaci¢n. Es necesario reforzar la coordinaci¢n y mejorar el desempe¤o de las organizaciones internacionales existentes que se ocupan de cuestiones forestales para suministrar cooperaci¢n y apoyo tcnicos a los pa¡ses interesados, con miras a la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 11.6 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 2.500 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 860 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 11.7 Las actividades de planificaci¢n, investigaci¢n y capacitaci¢n indicadas constituir n los medios cient¡ficos y tecnol¢gicos para ejecutar el programa, as¡ como su producto. Los sistemas, la metodolog¡a y los conocimientos tcnicos generados por el programa ayudar n a mejorar la eficacia. Entre las medidas concretas que se adopten deber¡an figurar las siguientes: a) Analizar los logros, obst culos y problemas en la esfera social a fin de apoyar la formulaci¢n y la ejecuci¢n de programas; b) Analizar los problemas y las necesidades de investigaci¢n y la planificaci¢n y la ejecuci¢n de investigaciones sobre proyectos concretos; c) Evaluar las necesidades en materia de recursos humanos, adquisici¢n de conocimientos especializados y capacitaci¢n; d) Formular, ensayar y aplicar metodolog¡as y enfoques adecuados en la ejecuci¢n de programas y planes de silvicultura. c) Desarrollo de los recursos humanos 11.8 Los componentes concretos de educaci¢n y formaci¢n profesional en materia de silvicultura contribuir n eficazmente al desarrollo de los recursos humanos. Entre esos componentes se incluyen los siguientes: a) Emprender programas de estudios universitarios de todos los niveles y programas de especializaci¢n e investigaci¢n; b) Robustecer los programas de capacitaci¢n antes del servicio y en el servicio a nivel tcnico y de formaci¢n profesional, as¡ como la formaci¢n de instructores y la elaboraci¢n de programas de estudio y materiales y mtodos did cticos; c) Dar capacitaci¢n especial al personal de las organizaciones nacionales de silvicultura en aspectos como la formulaci¢n de proyectos, la determinaci¢n de su viabilidad y su evaluaci¢n peri¢dica. d) Aumento de la capacidad 11.9 Esta rea de programas se refiere concretamente al desarrollo de la capacidad en el sector de la silvicultura y todas las actividades de los programas contribuyen a ese fin. Al crear y mejorar esa capacidad, deber¡an aprovecharse al m ximo los sistemas y la experiencia ya existentes. B. Aumento de la protecci¢n, ordenaci¢n sostenible y conservaci¢n de todos los bosques y aumento de la cubierta vegetal en las tierras degradadas, mediante la rehabilitaci¢n, la forestaci¢n la reforestaci¢n y otras tcnicas de restauraci¢n Bases para la acci¢n 11.10 Los bosques de todo el mundo han estado y est n amenazados por la degradaci¢n incontrolada y la conversi¢n a otros usos de la tierra, a ra¡z del aumento de las necesidades humanas; la expansi¢n agr¡cola, la mala ordenaci¢n que es nociva para el medio ambiente y que incluye, por ejemplo, la falta de medidas adecuadas para combatir los incendios forestales y la explotaci¢n ilegal, la explotaci¢n comercial insostenible de los bosques, el pastoreo excesivo y el ramoneo no reglamentado, los efectos nocivos de los contaminantes transportados por el aire, los incentivos econ¢micos y otras medidas adoptadas por otros sectores de la econom¡a. Las repercusiones de la prdida y la degradaci¢n de los bosques son la erosi¢n del suelo, la prdida de diversidad biol¢gica, los da¤os a los h bitat de la fauna y la flora silvestres y la degradaci¢n de las cuencas, el empeoramiento de la calidad de la vida y la reducci¢n de las opciones de desarrollo. 11.11 La situaci¢n actual exige la adopci¢n de medidas urgentes y coherentes frente a la necesidad de conservar y aumentar los recursos forestales. La creaci¢n de superficies verdes en zonas adecuadas y todas las actividades necesarias para ello constituyen una forma eficaz de aumentar la conciencia del p£blico y su participaci¢n en la protecci¢n y ordenaci¢n de los recursos forestales. Al respecto, se deber¡a incluir el examen de las pautas de uso y tenencia de tierras y las necesidades locales, y se deber¡an enumerar y aclarar los objetivos concretos de los diferentes tipos de actividades de creaci¢n de zonas verdes. Objetivos 11.12 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Mantener los bosques existentes mediante actividades de conservaci¢n y ordenaci¢n, y mantener y ampliar las superficies boscosas y arboladas, en zonas adecuadas de los pa¡ses desarrollados y de los pa¡ses en desarrollo, mediante la conservaci¢n de los bosques naturales, la protecci¢n, rehabilitaci¢n y regeneraci¢n de los bosques, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y la plantaci¢n de rboles, con miras a mantener a restablecer el equilibrio ecol¢gico y aumentar la contribuci¢n de los bosques al bienestar de la humanidad y la satisfacci¢n de sus necesidades; b) Preparar y ejecutar, seg£n proceda, programas o planes nacionales de acci¢n para el sector forestal con miras a la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques. Esos programas o planes deber¡an integrarse con otras modalidades de uso de la tierra. En este contexto, se est n ejecutando actualmente en m s de 80 pa¡ses, por iniciativa de stos y con el apoyo de la comunidad internacional, programas o planes nacionales de acci¢n en la esfera de la silvicultura en el marco del Programa de Acci¢n Forestal en los Tr¢picos; c) Velar por el desarrollo sostenible y, cuando proceda, la conservaci¢n de los recursos forestales existentes y futuros; d) Mantener y aumentar la contribuci¢n ecol¢gica, biol¢gica, clim tica, sociocultural y econ¢mica de los recursos forestales; e) Facilitar y apoyar la aplicaci¢n eficaz de la declaraci¢n autorizada, sin fuerza jur¡dica obligatoria, de principios para un consenso mundial sobre la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo aprobada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y, sobre la base de la aplicaci¢n de esos principios, considerar la necesidad y la viabilidad de todo tipo de arreglos apropiados internacionalmente convenidos para promover la cooperaci¢n internacional en materia de ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo mediante, entre otras cosas, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y las actividades de rehabilitaci¢n. Actividades a) Actividades de gesti¢n 11.13 Los gobiernos deber¡an reconocer la importancia de clasificar los distintos tipos de bosques en el marco de una pol¡tica a largo plazo de conservaci¢n y ordenaci¢n de los recursos forestales, y determinar en cada regi¢n o cuenca unidades sostenibles a fin de velar por la conservaci¢n de esos recursos. Los gobiernos, con la participaci¢n del sector privado, las organizaciones no gubernamentales, los grupos comunitarios locales, las poblaciones ind¡genas, las mujeres, las dependencias p£blicas locales y el p£blico en general, deber¡an tomar las medidas necesarias para conservar y ampliar la cubierta vegetal existente dondequiera que fuera ecol¢gica, social y econ¢micamente viable, mediante la cooperaci¢n tcnica y otras formas de apoyo. Las principales actividades que convendr¡a realizar son: a) Velar por la ordenaci¢n sostenible de todos los ecosistemas forestales y las tierras arboladas, mediante la mejora de la planificaci¢n, la ordenaci¢n y la ejecuci¢n oportuna de actividades silv¡colas, incluidas la preparaci¢n de un inventario y la realizaci¢n de investigaciones pertinentes, as¡ como la rehabilitaci¢n de los bosques naturales degradados, a fin de restablecer su productividad y sus contribuciones al medio ambiente, prestando especial atenci¢n a las necesidades humanas en materia de servicios econ¢micos y ecol¢gicos, la energ¡a derivada de la le¤a, la agrosilvicultura, los productos y servicios forestales no madereros, la protecci¢n de las cuencas y el suelo, la ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres y los recursos genticos forestales; b) Establecer, ampliar y ordenar, seg£n convenga en cada contexto nacional, sistemas de zonas protegidas, incluidos sistemas de unidades de conservaci¢n por sus funciones y valores ecol¢gicos, sociales y espirituales, y tomar medidas para la conservaci¢n de los bosques en sistemas y paisajes ecol¢gicos representativos y de bosques primarios de edad madura, la conservaci¢n y ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres, la designaci¢n de sitios del Patrimonio Mundial con arreglo a la Convenci¢n para la protecci¢n del patrimonio mundial, cultural y natural seg£n proceda, la conservaci¢n de recursos genticos, incluidas las actividades in situ y ex situ pertinentes y la adopci¢n de medidas de apoyo para velar por la utilizaci¢n racional de los recursos biol¢gicos y la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y el h bitat tradicional de las poblaciones ind¡genas, los habitantes de los bosques y las comunidades locales; c) Iniciar y promover la ordenaci¢n de zonas amortiguadoras y de transici¢n; d) Llevar a cabo actividades de repoblaci¢n vegetal, cuando proceda, en zonas monta¤osas, tierras altas, tierras denudadas, tierras de labranza degradadas, tierras ridas y semi ridas y zonas costeras, para luchar contra la desertificaci¢n, evitar los problemas de erosi¢n y facilitar otras funciones de protecci¢n y programas nacionales para la rehabilitaci¢n de tierras degradadas, incluidas la silvicultura comunitaria, la silvicultura social, la agrosilvicultura y el pastoreo forestal, teniendo en cuenta al mismo tiempo la funci¢n de los bosques como dep¢sitos y sumideros de carbono en el plano nacional; e) Desarrollar, los bosques artificiales, industriales y no industriales para apoyar y promover programas nacionales ecol¢gicamente racionales de forestaci¢n y repoblaci¢n o regeneraci¢n forestal en lugares id¢neos, y mejorar los bosques artificiales ya existentes, con fines tanto industriales como no industriales y comerciales, a fin de que contribuyan m s a la satisfacci¢n de las necesidades humanas y a la preservaci¢n de los bosques naturales. Deber¡an tomarse medidas para promover y realizar cultivos intermedios y mejorar la rentabilidad de las inversiones en plantaciones, intercalando cultivos y cultivando bajo los rboles plantas de alto rendimiento econ¢mico; f) Desarrollar con car cter prioritario un plan nacional o maestro para los bosques artificiales, o fortalecerlo si ya existe, indicando, entre otras cosas, la ubicaci¢n, el alcance, las especies, las zonas concretas de bosques artificiales existentes que requieren rehabilitaci¢n, teniendo presente el aspecto econ¢mico para el desarrollo futuro y dando prioridad a las especies aut¢ctonas; g) Aumentar la protecci¢n de los bosques contra los contaminantes, los incendios, las plagas, las enfermedades y los actos humanos perjudiciales como la explotaci¢n forestal ilegal, la extracci¢n de minerales, la rotaci¢n intensa de cultivos, la introducci¢n de especies ex¢ticas de plantas y animales, y tambin desarrollar y acelerar las investigaciones para que se comprendan mejor los problemas relacionados con la ordenaci¢n y la regeneraci¢n de los bosques de todo tipo; fortalecer o establecer medidas adecuadas para evaluar y controlar el transporte transfronterizo de plantas y otro material vegetal; h) Promover el desarrollo de la silvicultura urbana para reverdecer zonas urbanas y periurbanas y asentamientos humanos rurales con fines recreativos y de producci¢n y para proteger rboles y huertos; i) Crear o mejorar las oportunidades para la participaci¢n de todos, incluidos los j¢venes, las mujeres, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales, en la formulaci¢n, la elaboraci¢n y la ejecuci¢n de programas y actividades de otro tipo relacionadas con los bosques, prestando la debida atenci¢n a las necesidades y los valores culturales locales; j) Limitar y tratar de impedir la rotaci¢n destructiva de cultivos atendiendo a sus causas sociales y ecol¢gicas. b) Datos e informaci¢n 11.14 Entre las actividades de gesti¢n deber¡an figurar la reuni¢n, la recopilaci¢n y el an lisis de datos e informaci¢n, as¡ como la realizaci¢n de estudios de referencia. A continuaci¢n se indican algunas de las actividades concretas: a) Realizar estudios y elaborar y ejecutar planes de uso de la tierra para llevar a cabo actividades adecuadas de reverdecimiento, plantaci¢n, forestaci¢n, reforestaci¢n y rehabilitaci¢n forestal; b) Consolidar y actualizar la informaci¢n sobre el uso de la tierra y sobre el inventario y la ordenaci¢n de los bosques para planificar la ordenaci¢n y el uso de los recursos forestales y no forestales, incluidos los datos sobre la agricultura migratoria y otros agentes de destrucci¢n de bosques; c) Consolidar la informaci¢n sobre los recursos genticos y la biotecnolog¡a conexa, incluidas las encuestas y los estudios cuando sea necesario; d) Hacer estudios e investigaciones sobre los conocimientos de la poblaci¢n ind¡gena acerca de los rboles y los bosques y sobre la forma en que los utilizan a fin de mejorar la planificaci¢n y ejecuci¢n de actividades de ordenaci¢n sostenible de los recursos forestales; e) Compilar y analizar datos de investigaci¢n sobre la interacci¢n especie-lugar de las especies utilizadas en los bosques artificiales y evaluar las posibles consecuencias de los cambios clim ticos para los bosques, as¡ como los efectos de los bosques en el clima, e iniciar estudios a fondo sobre el ciclo del carbono en relaci¢n con diferentes tipos de bosques, a fin de proporcionar asesoramiento cient¡fico y apoyo tcnico; f) Establecer v¡nculos con otras fuentes de datos e informaci¢n relativas a la ordenaci¢n y la utilizaci¢n sostenibles de los bosques y mejorar el acceso a esos datos y esa informaci¢n; g) Desarrollar e intensificar las investigaciones para mejorar el conocimiento y la comprensi¢n de los problemas y mecanismos naturales relacionados con la ordenaci¢n y rehabilitaci¢n de los bosques, incluidas investigaciones sobre la fauna y su interrelaci¢n con los bosques; h) Consolidar la informaci¢n sobre el estado de las zonas forestales y las inmisiones y emisiones que influyen en el medio. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 11.15 El reverdecimiento de zonas adecuadas es una tarea de importancia y repercusiones de alcance mundial. La comunidad internacional y regional deber¡a proporcionar cooperaci¢n tcnica y otros medios para esta rea de programas. Entre las actividades espec¡ficas de car cter internacional en apoyo de los esfuerzos nacionales deber¡an figurar las siguientes: a) Aumentar las actividades de cooperaci¢n para reducir los contaminantes y las consecuencias transfronterizas que afectan la salud de los rboles y los bosques y la conservaci¢n de ecosistemas representativos; b) Coordinar las investigaciones regionales y subregionales sobre la absorci¢n del carbono, la contaminaci¢n del aire y otros problemas ambientales; c) Documentar e intercambiar informaci¢n y experiencias en beneficio de los pa¡ses con problemas y perspectivas an logos; d) Reforzar la coordinaci¢n y mejorar la capacidad de organizaciones internacionales como la FAO, la OIMT, el PNUMA y la UNESCO para prestar apoyo tcnico en la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el desarrollo sostenible de los bosques y en la renegociaci¢n del Acuerdo Internacional sobre las Maderas Tropicales de 1983, que ha de realizarse en 1992 ¢ 1993. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 11.16 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 10.000 millones de d¢lares incluidos alrededor de 3.700 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 11.17 El an lisis de datos, la planificaci¢n, las investigaciones, la transferencia y el desarrollo de tecnolog¡a y las actividades de capacitaci¢n forman parte integrante de las actividades del programa y constituyen los medios tecnol¢gicos y cient¡ficos de ejecuci¢n. Las instituciones nacionales deber¡an: a) Elaborar estudios de viabilidad y planes operacionales en relaci¢n con las principales actividades forestales; b) Elaborar y aplicar una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional que fuera pertinente para las diversas actividades enumeradas; c) Intensificar las medidas relacionadas con el mejoramiento del material gentico y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a para mejorar la productividad y la tolerancia a la presi¢n ambiental, que comprendan, por ejemplo, obtenci¢n de nuevas variedades de rboles, tecnolog¡a de las semillas, redes de obtenci¢n de semillas, bancos de germoplasma, tcnicas "in vitro" y conservaci¢n in situ y ex situ. c) Desarrollo de los recursos humanos 11.18 Entre los medios indispensables para ejecutar con eficacia las actividades mencionadas figuran la capacitaci¢n y la adquisici¢n de los conocimientos especializados, la construcci¢n de instalaciones y la creaci¢n de condiciones de trabajo adecuadas y la motivaci¢n y concientizaci¢n del p£blico. Entre las actividades espec¡ficas se cuentan las siguientes: a) Proporcionar capacitaci¢n especializada en planificaci¢n, ordenaci¢n, conservaci¢n del medio ambiente, biotecnolog¡a, etc; b) Establecer zonas de demostraci¢n que sirvan de modelo y como centros de capacitaci¢n; c) Apoyar a las organizaciones locales, las comunidades, las organizaciones no gubernamentales, los propietarios privados, las mujeres, los j¢venes, los agricultores, las poblaciones ind¡genas y los campesinos que practican la agricultura migratoria mediante actividades de divulgaci¢n, suministro de insumos y capacitaci¢n. d) Aumento de la capacidad 11.19 Los gobiernos, el sector privado, las organizaciones y comunidades locales, las poblaciones ind¡genas, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales deber¡an aumentar, con el debido apoyo de las organizaciones internacionales competentes, su capacidad para ejecutar las actividades del programa. Esa capacidad deber¡a desarrollarse y reforzarse en armon¡a con las actividades del programa. Entre las actividades necesarias para incrementar la capacidad figuran la creaci¢n de marcos normativos y jur¡dicos, la creaci¢n de instituciones nacionales, el desarrollo de los recursos humanos, el fomento de las investigaciones y la tecnolog¡a, el desarrollo de la infraestructura, el aumento de la conciencia p£blica, etc. C. Promoci¢n de mtodos eficaces de aprovechamiento y evaluaci¢n para recuperar el valor ¡ntegro de los bienes y servicios derivados de los bosques, las tierras forestales y las tierras arboladas Bases para la acci¢n 11.20 A£n no se han explotado del todo las enormes posibilidades de los bosques y las tierras forestales como recurso de suma importancia para el desarrollo. Una mejor ordenaci¢n de los bosques podr¡a aumentar la producci¢n de bienes y servicios y, en particular, el rendimiento de productos forestales madereros y no madereros, lo cual ayudar¡a a generar m s empleos e ingresos, aumentar el valor mediante la transformaci¢n y el comercio de productos forestales, aumentar la contribuci¢n a los ingresos en divisas y el rendimiento de las inversiones. Dado que los recursos forestales son renovables, se pueden administrar de forma sostenible y compatible con la conservaci¢n del medio ambiente. Al formular pol¡ticas forestales, se deber¡a tener plenamente en cuenta el efecto de la explotaci¢n de los recursos forestales en el valor de los dem s productos que pueden obtenerse de los bosques. Asimismo, es posible aumentar el valor de los bosques mediante usos no perjudiciales, como el turismo ecol¢gico y el suministro ordenado de materiales genticos. Se requiere una acci¢n concertada para aumentar la percepci¢n p£blica del valor de los bosques y de los beneficios que aportan. La supervivencia de los bosques y su contribuci¢n ininterrumpida al bienestar humano dependen en gran medida del xito de esta actividad. Objetivos 11.21 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Aumentar el reconocimiento de los valores social, econ¢mico y ecol¢gico de los rboles, los bosques y las tierras forestales, incluidas las consecuencias de los da¤os causados por la falta de bosques; promover el uso de metodolog¡as que incorporen el valor social, econ¢mico y ecol¢gico de los rboles, los bosques y las tierras forestales en los sistemas nacionales de contabilidad econ¢mica; velar por su ordenaci¢n sostenible en forma que sea compatible con el aprovechamiento de la tierra, la protecci¢n del medio ambiente y las necesidades de desarrollo. b) Promover la utilizaci¢n eficiente, racional y sostenible de todos los tipos de bosques y de vegetaci¢n, comprendidos otros recursos de tierras y de bosques, mediante el desarrollo de industrias eficientes de elaboraci¢n de productos forestales, transformaci¢n secundaria con valor a¤adido y comercio de productos forestales, sobre la base de una ordenaci¢n sostenible de los recursos forestales y de conformidad con planes que incorporen el valor ¡ntegro de los productos forestales madereros y no madereros; c) Fomentar una utilizaci¢n m s eficiente y sostenible de los bosques y los rboles para le¤a y suministro de energ¡a; d) Promover una utilizaci¢n y una contribuci¢n econ¢mica m s amplias de las zonas forestales, incorporando el turismo ecol¢gico en la ordenaci¢n y planificaci¢n forestales. Actividades a) Actividades de gesti¢n 11.22 Los gobiernos, con el apoyo del sector privado, las instituciones cient¡ficas, las poblaciones ind¡genas, las organizaciones no gubernamentales, las cooperativas y los empresarios, cuando proceda, deber¡an realizar las actividades que figuran a continuaci¢n, debidamente coordinadas en el plano nacional, con la cooperaci¢n financiera y tcnica de las organizaciones internacionales: a) Hacer estudios detallados de inversi¢n, armonizaci¢n de la oferta y la demanda y an lisis del impacto ambiental para racionalizar y mejorar la utilizaci¢n de los rboles y los bosques y desarrollar y establecer planes adecuados de incentivos y medidas reglamentarias, incluidas disposiciones sobre la tenencia de la tierra, con objeto de atraer inversiones y promover una mejor gesti¢n de estos recursos; b) Formular criterios y directrices racionales desde el punto de vista cient¡fico para la ordenaci¢n, conservaci¢n y desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo; c) Mejorar los mtodos y las pr cticas de explotaci¢n de los bosques que sean ecol¢gicamente racionales y econ¢micamente viables, incluidos los de planificaci¢n y ordenaci¢n y mejorar la utilizaci¢n del equipo, las instalaciones de almacenamiento y los medios de transporte a fin de reducir los desechos y de ser posible aprovecharlos al m ximo, y mejorar el valor de los productos forestales, tanto madereros como no madereros; d) Promover una mejor utilizaci¢n y aprovechamiento de los bosques naturales y las tierras arboladas, as¡ como de los bosques artificiales, siempre que sea posible, mediante actividades adecuadas, ecol¢gicamente racionales y econ¢micamente viables, incluidas pr cticas de silvicultura y la ordenaci¢n de otras especies vegetales y animales; e) Fomentar y apoyar la transformaci¢n secundaria de los productos forestales para aumentar el valor mantenido y otros beneficios; f) Promover y popularizar los productos forestales no madereros y otros tipos de recursos forestales, aparte de la le¤a (por ejemplo, plantas medicinales, tintes, fibras, gomas, resinas, piensos, productos de valor cultural, rota, bamb£), mediante programas y actividades socioforestales de participaci¢n, incluidas las investigaciones sobre su transformaci¢n y sus usos; g) Desarrollar, ampliar y mejorar la eficacia y eficiencia de las industrias de elaboraci¢n forestal, tanto madereras como no madereras, teniendo en cuenta aspectos tales como la tecnolog¡a eficiente de conversi¢n y una mejor utilizaci¢n sostenible de los residuos de las cosechas y la elaboraci¢n; promover las especies menos conocidas de los bosques naturales mediante la investigaci¢n, la demostraci¢n y la comercializaci¢n; promover la elaboraci¢n secundaria con valor a¤adido para mejorar el empleo, los ingresos y el valor mantenido; y promover y mejorar los mercados de productos forestales y su comercio mediante las instituciones, pol¡ticas y servicios pertinentes; h) Promover y apoyar la ordenaci¢n de la fauna y la flora silvestres, incluidos el turismo ecol¢gico y la agricultura, y alentar y apoyar la zootecnia y el cultivo de especies silvestres para aumentar los ingresos y el empleo rurales y obtener beneficios econ¢micos y sociales sin causar da¤os al medio ambiente; i) Fomentar las empresas forestales id¢neas en peque¤a escala para apoyar el desarrollo rural y la capacidad empresarial local; j) Mejorar y promover mtodos para hacer evaluaciones amplias que reflejen el valor ¡ntegro de los bosques, con miras a incluir ese valor en la estructura de mercado de los productos madereros y no madereros; k) Armonizar el desarrollo sostenible de los bosques con pol¡ticas nacionales de desarrollo y comercio que sean compatibles con el aprovechamiento ecol¢gicamente racional de los recursos forestales, utilizando, por ejemplo, las directrices de la OIMT para la ordenaci¢n sostenible de los bosques tropicales; l) Elaborar y adoptar programas nacionales para contabilizar el valor econ¢mico y no econ¢mico de los bosques, o fortalecer los programas existentes. b) Datos e informaci¢n 11.23 Los objetivos y las actividades de ordenaci¢n presuponen el an lisis de datos e informaci¢n, estudios de viabilidad, estudios de mercado y an lisis de la informaci¢n tecnol¢gica. Entre las actividades pertinentes figuran las siguientes: a) Analizar la oferta y la demanda de productos y servicios forestales para velar por su utilizaci¢n eficiente cuando sea necesario; b) Realizar inversiones y estudios de viabilidad, incluidas evaluaciones del impacto ambiental, a fin de establecer empresas de elaboraci¢n de productos forestales; c) Investigar las propiedades de las especies menos conocidas para su promoci¢n y comercializaci¢n; d) Estudiar los mercados de productos forestales para promover el comercio y obtener informaci¢n comercial; e) Facilitar el suministro de informaci¢n tecnol¢gica adecuada para promover una mejor utilizaci¢n de los recursos forestales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 11.24 La cooperaci¢n y la asistencia de organismos internacionales y de la comunidad internacional en materia de transferencia de tecnolog¡a, especializaci¢n y promoci¢n de relaciones de intercambio favorables sin recurrir a restricciones unilaterales ni a la prohibici¢n de productos forestales contrarios a los acuerdos del GATT o a otros acuerdos comerciales multilaterales, junto con la utilizaci¢n de mecanismos e incentivos adecuados de mercado, ayudar a abordar problemas ambientales de alcance mundial. Otra actividad espec¡fica ser fortalecer la coordinaci¢n y el desempe¤o de las organizaciones internacionales, en particular de la FAO, la ONUDI, la UNESCO, el PNUMA, el CCI/UNCTAD/GATT, la OIMT y la OIT para prestar asistencia tcnica y orientaci¢n en esta rea de programas. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 11.25 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 18.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 880 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 11.26 Las actividades del programa presuponen importantes actividades de investigaci¢n y estudios, as¡ como el perfeccionamiento de la tecnolog¡a. Todo ello deber¡an coordinarlo los gobiernos en colaboraci¢n con las organizaciones e instituciones internacionales competentes y con el apoyo de stas. Entre las actividades concretas figuran las siguientes: a) Realizar investigaciones sobre las propiedades de los productos madereros y no madereros y sobre sus usos, para mejorar su aprovechamiento; b) Desarrollar y aplicar tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales y menos contaminantes para su utilizaci¢n en los bosques; c) Elaborar modelos y tcnicas de an lisis de perspectivas y planificaci¢n del desarrollo; d) Promover la investigaci¢n cient¡fica del desarrollo y la utilizaci¢n de productos forestales no madereros; e) Elaborar metodolog¡as adecuadas para determinar el valor ¡ntegro de los bosques. c) Desarrollo de los recursos humanos 11.27 El xito y la eficacia de esta rea de programas dependen de la disponibilidad de personal especializado. La formaci¢n especializada es un factor importante a este respecto. Deber¡a hacerse de nuevo hincapi en la integraci¢n de la mujer. El desarrollo de los recursos humanos para la ejecuci¢n del programa, en trminos cuantitativos y cualitativos, deber¡a comprender las siguientes actividades: a) Desarrollar las especialidades necesarias para ejecutar el programa, incluida la creaci¢n de centros especiales de capacitaci¢n a todos los niveles; b) Organizar cursos de repaso, incluidos programas de becas y giras de estudios, a fin de actualizar las especialidades y los conocimientos tcnicos y mejorar la productividad, o reforzar los cursos existentes; c) Robustecer la capacidad de investigaci¢n, planificaci¢n, an lisis econ¢mico, supervisi¢n y evaluaci¢n a fin de contribuir a una mejor utilizaci¢n de los recursos forestales; d) Promover la eficiencia y la capacidad de los sectores privado y cooperativo mediante el suministro de servicios e incentivos. d) Aumento de la capacidad 11.28 El aumento de la capacidad, que comprende el robustecimiento de la capacidad existente, es un elemento impl¡cito en las actividades del programa. La mejora de la administraci¢n, la pol¡tica y los planes, las instituciones nacionales, los recursos humanos, la capacidad cient¡fica y de investigaci¢n, el desarrollo de la tecnolog¡a y la supervisi¢n y la evaluaci¢n son todos componentes importantes de esta actividad. D. Establecimiento o fortalecimiento de la capacidad para la planificaci¢n, la evaluaci¢n y la observaci¢n sistem tica de los bosques y de los programas, perspectivas y actividades conexas, incluidos el comercio y las operaciones comerciales Bases para la acci¢n 11.29 Las evaluaciones y las observaciones sistem ticas son componentes indispensables de la planificaci¢n a largo plazo para determinar los efectos, tanto cuantitativos como cualitativos, y para subsanar deficiencias. Sin embargo, este mecanismo es uno de los aspectos que se suelen descuidar en la ordenaci¢n, la conservaci¢n y el aprovechamiento de los recursos forestales. En muchos casos, incluso se carece de la informaci¢n b sica relativa a la superficie y los tipos de los bosques, el volumen de la explotaci¢n, etc. En muchos pa¡ses en desarrollo faltan estructuras y mecanismos para desempe¤ar esas funciones. Es urgente la necesidad de rectificar esa situaci¢n para comprender mejor el papel y la importancia de los bosques y para planificar de forma realista y eficaz su conservaci¢n, ordenaci¢n, regeneraci¢n y aprovechamiento sostenible. Objetivos 11.30 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Reforzar o establecer nuevos sistemas de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica de los bosques y las tierras forestales con miras a evaluar los efectos de los programas, los proyectos y las actividades en la calidad y la extensi¢n de los recursos forestales, las tierras disponibles para la forestaci¢n, y el rgimen de tenencia de la tierra, e integrar los sistemas en un proceso permanente de investigaci¢n y de an lisis a fondo que al mismo tiempo permita introducir las modificaciones y las mejoras necesarias en los procesos de planificaci¢n y de adopci¢n de decisiones. Deber¡a hacerse hincapi especial en la participaci¢n de la poblaci¢n rural en estos procesos; b) Suministrar a los economistas, los planificadores, los encargados de adoptar decisiones y las comunidades locales suficiente informaci¢n correcta y actualizada sobre los recursos forestales y las tierras forestales. Actividades a) Actividades de gesti¢n 11.31 Los gobiernos y las instituciones, en colaboraci¢n con los organismos y las organizaciones internacionales competentes, las universidades y las organizaciones no gubernamentales, deber¡an hacer evaluaciones y observaciones sistem ticas de los bosques y de los programas y procesos conexos, con miras a mejorarlos constantemente. Ello deber¡a ir vinculado a las actividades conexas de investigaci¢n y ordenaci¢n y, siempre que fuera posible, basarse en los principales sistemas existentes. A continuaci¢n se indican algunas de las actividades: a) Evaluar y observar sistem ticamente los aspectos cuantitativos y cualitativos y los cambios de la cubierta forestal y los recursos forestales, incluida la clasificaci¢n y el uso de las tierras y la actualizaci¢n del estado en que se encuentran al nivel nacional apropiado, y vincular esta actividad, seg£n proceda, con la planificaci¢n como base para la formulaci¢n de pol¡ticas y programas; b) Establecer sistemas nacionales de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica de los programas y procesos, que incluyan la formulaci¢n de definiciones, criterios, normas y mtodos de intercalibrado y el fomento de la capacidad para tomar medidas correctivas, adem s de mejorar la formulaci¢n y la ejecuci¢n de programas y proyectos; c) Hacer estimaciones de los efectos de las actividades en la evoluci¢n de los bosques y formular propuestas de conservaci¢n en trminos de variables clave como objetivos de desarrollo, costos y beneficios, contribuci¢n de los bosques a otros sectores, bienestar de la comunidad, condiciones ambientales y diversidad biol¢gica y sus efectos en los planos local, regional y mundial, cuando proceda, a fin de evaluar la evoluci¢n de las necesidades nacionales en las esferas tecnol¢gica y financiera; d) Elaborar sistemas nacionales de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica de los recursos forestales que incluyan la investigaci¢n y los an lisis de datos necesarios y que deber¡an reflejar, en la medida de lo posible, toda la variedad de productos y servicios forestales relacionados o no con la madera y la incorporaci¢n de los resultados en los planes y estrategias y, cuando sea posible, en la contabilidad y la planificaci¢n nacionales; e) Establecer los v¡nculos necesarios entre sectores y programas y mejorar el acceso a la informaci¢n a fin de apoyar un enfoque hol¡stico de la planificaci¢n y la programaci¢n. b) Datos e informaci¢n 11.32 Para esta rea de programas es indispensable disponer de datos y de informaci¢n fiables. Los gobiernos, en colaboraci¢n, cuando sea necesario, con las organizaciones internacionales competentes, deber¡an comprometerse a mejorar constantemente los datos y la informaci¢n y a velar por su intercambio. Entre las actividades espec¡ficas contempladas figuran las siguientes: a) Reunir, consolidar e intercambiar la informaci¢n existente y obtener informaci¢n b sica de referencia sobre aspectos pertinentes para este programa; b) Armonizar las metodolog¡as para programas que incluyan actividades de datos e informaci¢n a fin de velar por su precisi¢n y coherencia; c) Realizar estudios especiales sobre, por ejemplo, tierras aptas y adecuadas para la forestaci¢n; d) Promover el apoyo a la investigaci¢n y mejorar el acceso a sus resultados. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 11.33 La comunidad internacional deber¡a prestar a los gobiernos el apoyo tcnico y financiero necesario en esta rea de programas, para lo cual se deber¡an considerar las actividades siguientes: a) Establecer un marco conceptual y criterios, normas y definiciones aceptables para la evaluaci¢n y la observaci¢n sistem tica de los recursos forestales; b) Establecer mecanismos institucionales nacionales para coordinar la evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica de los bosques o reforzar los existentes; c) Fortalecer las redes regionales y mundiales existentes para el intercambio de la informaci¢n pertinente; d) Reforzar la capacidad de organizaciones internacionales como el Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agr¡colas Internacionales (CGIAR), la FAO, la OIMT, el PNUMA, la UNESCO y la ONUDI para prestar apoyo tcnico y orientaci¢n en esta rea de programas y mejorar el desempe¤o de esas organizaciones en esta esfera. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 11.34 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n, de las actividades de este programa ascender a unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 230 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 11.35 La aceleraci¢n del desarrollo requiere ejecutar las actividades de gesti¢n y de reuni¢n de datos e informaci¢n mencionadas m s arriba. Las actividades relacionadas con las cuestiones del medio ambiente mundial son las que mejorar n la informaci¢n general para evaluar y resolver problemas ambientales a escala mundial. El robustecimiento de la capacidad de las instituciones internacionales requiere mejorar el personal tcnico y la capacidad de ejecuci¢n de varias organizaciones internacionales a fin de satisfacer las necesidades de los pa¡ses. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 11.36 Las actividades de evaluaci¢n y observaci¢n sistem tica requieren grandes esfuerzos de investigaci¢n, formulaci¢n de modelos estad¡sticos e innovaciones tecnol¢gicas. Todo ello se ha incorporado en las actividades relacionadas con la ordenaci¢n. Estas actividades, a su vez, mejorar n el contenido tecnol¢gico y cient¡fico de las evaluaciones y de las observaciones peri¢dicas. Entre los componentes cient¡ficos y tecnol¢gicos concretos de esas actividades figuran los siguientes: a) Elaborar mtodos y modelos tcnicos, ecol¢gicos y econ¢micos relacionados con las actividades de evaluaci¢n y de observaci¢n sistem tica; b) Establecer sistemas de datos y de procesamiento de datos y formular modelos estad¡sticos; c) Hacer estudios sobre el terreno y de teleobservaci¢n; d) Establecer sistemas de informaci¢n geogr fica; e) Evaluar y perfeccionar la tecnolog¡a. 11.37 Todo ello se deber vincular y armonizar con las actividades y componentes an logos de las dem s reas de programas. c) Desarrollo de los recursos humanos 11.38 Las actividades del programa prevn la necesidad y los medios de desarrollar los recursos humanos en lo que respecta a la especializaci¢n (por ejemplo, el uso de tcnicas de teleobservaci¢n, cartograf¡a y modelos estad¡sticos), la capacitaci¢n, la transferencia de tecnolog¡a, la concesi¢n de becas y las demostraciones sobre el terreno. d) Aumento de la capacidad 11.39 Los gobiernos, en colaboraci¢n con las organizaciones y las instituciones internacionales competentes, deber¡an desarrollar la capacidad necesaria para ejecutar este programa. Ello deber¡a armonizarse con el aumento de la capacidad para otras reas de programas. El aumento de la capacidad deber¡a abarcar aspectos como la formulaci¢n de pol¡ticas, la administraci¢n p£blica, el mejoramiento de las instituciones nacionales, el desarrollo de los recursos humanos, de la capacitaci¢n tcnica especializada y de la capacidad de investigaci¢n, el desarrollo de la tecnolog¡a, el establecimiento de sistemas de informaci¢n, la evaluaci¢n de programas, la coordinaci¢n intersectorial y la cooperaci¢n internacional. e) Financiaci¢n de la cooperaci¢n en los planos internacional y regional 11.40 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 530 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. Cap¡tulo 12 ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES: LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACION Y LA SEQUIA INTRODUCCION 12.1 Los ecosistemas fr giles son sistemas importantes, con caracter¡sticas y recursos singulares. Comprenden los desiertos, las tierras semi ridas, las monta¤as, las marismas, las islas peque¤as y ciertas zonas costeras. La mayor¡a de estos ecosistemas son de mbito regional, pues rebasan los l¡mites nacionales. El presente cap¡tulo se refiere a los recursos de tierras en los desiertos, en las zonas ridas y semi ridas y en las zonas subh£medas secas. La cuesti¢n del desarrollo sostenible de las monta¤as se trata en el cap¡tulo 13; las islas peque¤as y las zonas costeras se examinan en el cap¡tulo 17. 12.2 La desertificaci¢n es la degradaci¢n de los suelos de zonas ridas, semi ridas y subh£medas secas resultante de diversos factores, entre ellos las variaciones clim ticas y las actividades humanas. La desertificaci¢n afecta a la sexta parte, aproximadamente, de la poblaci¢n mundial, al 70% de todas las tierras secas, equivalente a 3.600 millones de hect reas, y a la cuarta parte de la superficie total de tierras del mundo. Los efectos m s visibles de la desertificaci¢n, aparte de la pobreza generalizada, son la degradaci¢n de 3.300 millones de hect reas de pastizales, que constituyen el 73% de la superficie total de estas tierras y tienen poca capacidad de sustento; la prdida de fertilidad de los suelos y la degradaci¢n de su estructura en cerca del 47% de las tierras secas, que constituyen tierras marginales de cultivo de secano; y la degradaci¢n del 30% de las tierras de cultivo de regad¡o en tierras secas con una gran densidad de poblaci¢n y un gran potencial agr¡cola. 12.3 La prioridad de la lucha contra la desertificaci¢n deber¡a ser la aplicaci¢n de medidas preventivas a las tierras que a£n no han sido afectadas por la degradaci¢n o lo han sido en m¡nimo grado. No deben olvidarse sin embargo las zonas gravemente degradadas. Es fundamental que en la lucha contra la desertificaci¢n y la sequ¡a participen las comunidades locales, las organizaciones rurales, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones internacionales y regionales. 12.4 Las reas de programas que comprende este cap¡tulo son las siguientes: a) Fortalecimiento de la base de conocimientos y elaboraci¢n de sistemas de informaci¢n y observaci¢n sistem tica respecto de las regiones propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, y de los aspectos econ¢micos y sociales de esos sistemas; b) Lucha contra la degradaci¢n de las tierras mediante, entre otras cosas, la intensificaci¢n de las actividades de conservaci¢n de suelos, forestaci¢n y reforestaci¢n; c) Elaboraci¢n y fortalecimiento de programas integrados para la erradicaci¢n de la pobreza y la promoci¢n de sistemas de subsistencia distintos en las zonas propensas a la desertificaci¢n; d) Fomento de los programas amplios de lucha contra la desertificaci¢n e integraci¢n de esos programas en los planes nacionales de desarrollo y en la planificaci¢n ecol¢gica nacional; e) Elaboraci¢n de planes amplios de preparaci¢n para la sequ¡a y de socorro en casos de sequ¡a, incluidos arreglos de autoayuda, para las zonas propensas a la sequ¡a, y formulaci¢n de programas para hacer frente al problema de los refugiados ecol¢gicos; f) Fomento y promoci¢n de la participaci¢n popular y la educaci¢n sobre el medio ambiente, con especial hincapi en la lucha contra la desertificaci¢n y las actividades para hacer frente a los efectos de la sequ¡a. AREAS DE PROGRAMAS A. Fortalecimiento de la base de conocimientos y elaboraci¢n de sistemas de informaci¢n y observaci¢n sistem tica respecto de las regiones propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, y de los aspectos econ¢micos y sociales de esos sistemas Bases para la acci¢n 12.5 Los estudios mundiales de la situaci¢n y el ritmo de avance de la desertificaci¢n realizados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1977, 1984 y 1991 han demostrado que faltan conocimientos b sicos sobre los procesos de desertificaci¢n. Los sistemas adecuados de observaci¢n sistem tica mundial facilitan la formulaci¢n y ejecuci¢n de programas eficaces contra la desertificaci¢n. Es insuficiente la capacidad de las instituciones internacionales, regionales y nacionales existentes, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, para producir y compartir la informaci¢n pertinente. Para poder comprender la din mica de los procesos de la desertificaci¢n y la sequ¡a es indispensable contar con un sistema integrado y coordinado de informaci¢n y observaci¢n sistem tica basado en una tecnolog¡a apropiada y de alcance mundial, regional, nacional y local. Esto tambin es importante a los efectos de concebir medidas apropiadas para hacer frente a la desertificaci¢n y la sequ¡a y mejorar las condiciones socioecon¢micas. Objetivos 12.6 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Promover el establecimiento o fortalecimiento de centros nacionales de coordinaci¢n de la informaci¢n sobre el medio ambiente que sirvan de centros de coordinaci¢n de los distintos ministerios de cada gobierno y proporcionen los servicios necesarios de normalizaci¢n y apoyo; velar por que todos los sistemas nacionales de informaci¢n sobre el medio ambiente en lo que respecta a la desertificaci¢n y la sequ¡a estn vinculados mediante una red de alcance subregional, regional e interregional; b) Fortalecer las redes regionales y mundiales de observaci¢n sistem tica y establecer sistemas nacionales para vigilar la degradaci¢n de las tierras y la desertificaci¢n causadas por fluctuaciones del clima y por el efecto de las actividades humanas, y determinar las esferas prioritarias para la adopci¢n de medidas; c) Establecer un sistema permanente en los planos nacional e internacional para vigilar la desertificaci¢n y la degradaci¢n de las tierras a fin de mejorar las condiciones de vida en las zonas afectadas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.7 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer o fortalecer sistemas de informaci¢n sobre el medio ambiente en el plano nacional; b) Fortalecer la evaluaci¢n en los planos nacional, estatal o provincial, y local, y velar por la cooperaci¢n y el establecimiento de redes entre los sistemas existentes de informaci¢n y vigilancia respecto del medio ambiente, como el programa de Vigilancia Ambiental y el Observatorio del S hara y el Sahel; c) Fortalecer la capacidad de las instituciones nacionales para analizar los datos sobre el medio ambiente de manera que se pueda vigilar el cambio ecol¢gico y obtener informaci¢n sobre el medio ambiente en forma constante en el plano nacional. b) Datos e informaci¢n 12.8 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Examinar y estudiar los medios de determinar las consecuencias ecol¢gicas, econ¢micas y sociales de la desertificaci¢n y la degradaci¢n de las tierras e introducir los resultados de esos estudios a nivel internacional en la evaluaci¢n de la desertificaci¢n y la degradaci¢n de las tierras; b) Examinar y estudiar la interacci¢n de los efectos socioecon¢micos del clima, la sequ¡a y la desertificaci¢n y utilizar los resultados de esos estudios para la adopci¢n de medidas concretas. 12.9 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Apoyar la labor integrada de reuni¢n de datos e investigaci¢n que se realice en el marco de los programas relacionados con los problemas de la desertificaci¢n y la sequ¡a; b) Apoyar los programas nacionales, regionales y mundiales para el establecimiento de redes integradas de reuni¢n de datos y de investigaci¢n, para lo cual habr n de realizar evaluaciones de la degradaci¢n de los suelos y de las tierras; c) Fortalecer las redes y los sistemas de observaci¢n sistem tica nacionales y regionales en las esferas de la meteorolog¡a y la hidrolog¡a para velar por que se re£na informaci¢n b sica suficiente y haya comunicaci¢n entre los centros nacionales, regionales e internacionales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.10 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fortalecer los programas regionales y las actividades de cooperaci¢n internacional, como el Comit Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequ¡a en el Sahel (CILSS), la Autoridad Intergubernamental sobre Sequ¡a y Desarrollo (AISD), la Conferencia de Coordinaci¢n del Desarrollo del Africa Meridional (CCDAM), la Uni¢n del Magreb Arabe y otras organizaciones regionales, y organizaciones como el Observatorio del S hara y del Sahel; b) Establecer o desarrollar, como componente amplio, una base de datos sobre la desertificaci¢n, la degradaci¢n de las tierras y la condici¢n humana que incorpore par metros f¡sicos y socioecon¢micos. Dicha base de datos deber¡a basarse en los servicios existentes y, en la medida necesaria, adicionales, tales como los de Vigilancia Ambiental y otros sistemas de informaci¢n de instituciones internacionales, regionales y nacionales fortalecidos para este fin; c) Determinar puntos de referencia y definir indicadores del progreso que faciliten la labor de las organizaciones locales y regionales de observaci¢n sistem tica y reconocimiento del progreso realizado en la lucha contra la desertificaci¢n. Deber¡a prestarse particular atenci¢n a los indicadores de la participaci¢n local. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.11 La secretar¡a de la conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 350 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 175 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.12 Los gobiernos al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan de la cuesti¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an: a) Elaborar y actualizar los inventarios existentes de recursos naturales, como los de energ¡a, agua, suelos, minerales, plantas y animales, as¡ como de otros recursos como, por ejemplo, alimentos, vivienda, empleo, salud, educaci¢n y distribuci¢n temporal y espacial de la poblaci¢n; b) Crear sistemas integrados de informaci¢n para la observaci¢n sistem tica, la contabilidad y la evaluaci¢n de los efectos ambientales; c) Los ¢rganos internacionales deber¡an cooperar con los gobiernos para facilitar la adquisici¢n y el desarrollo de la tecnolog¡a apropiada para la observaci¢n sistem tica del medio ambiente y la lucha contra la sequ¡a y la desertificaci¢n. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.13 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan del problema de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an fomentar las aptitudes tcnicas y profesionales de las personas encargadas de la observaci¢n sistem tica y la evaluaci¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a. d) Aumento de la capacidad 12.14 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes que se ocupan de la cuesti¢n de la desertificaci¢n y la sequ¡a, deber¡an: a) Fortalecer las instituciones nacionales y locales, facilit ndoles el personal, el equipo y los recursos financieros necesarios para la observaci¢n sistem tica y la evaluaci¢n de la desertificaci¢n; b) Promover la participaci¢n de la poblaci¢n local, particularmente las mujeres y los j¢venes, en la reuni¢n y utilizaci¢n de la informaci¢n sobre el medio ambiente mediante la educaci¢n y la difusi¢n de informaci¢n. B. Medidas contra la degradaci¢n de las tierras mediante, entre otras cosas, la intensificaci¢n de las actividades de conservaci¢n de suelos, forestaci¢n y reforestaci¢n Bases para la acci¢n 12.15 La desertificaci¢n afecta a unos 3.600 millones de hect reas, que constituyen aproximadamente el 70% de la superficie total de tierras secas y la cuarta parte de las tierras del mundo. Para combatir la desertificaci¢n de los pastizales, las tierras de cultivo de secano y las tierras de regad¡o deber¡an tomarse medidas preventivas en las zonas que a£n no han sido afectadas por la desertificaci¢n o que s¢lo lo han sido levemente; se deber¡an aplicar medidas correctivas para mantener la productividad de las tierras desertificadas en grado moderado; y se deber¡an tomar medidas de rehabilitaci¢n para recuperar las tierras secas desertificadas gravemente o muy gravemente. 12.16 El aumento de la cubierta vegetal promover¡a y estabilizar¡a el equilibrio hidrol¢gico en las zonas de tierras secas y contribuir¡a a mantener la calidad y la productividad de la tierra. La aplicaci¢n de medidas preventivas en las tierras a£n no degradadas y de medidas correctivas y de rehabilitaci¢n en las tierras secas mediana o gravemente degradadas, entre ellas las afectadas por movimientos de dunas, mediante la introducci¢n de sistemas de uso de la tierra ecol¢gicamente racionales, socialmente aceptables y equitativos y econ¢micamente viables fomentar¡a la capacidad de sustento de la tierra y la conservaci¢n de los recursos bi¢ticos en los ecosistemas fr giles. Objetivos 12.17 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) En lo que respecta a las zonas no afectadas a£n por la desertificaci¢n, o afectadas s¢lo ligeramente, ordenar adecuadamente las formaciones naturales existentes (incluidos los bosques) para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica, la protecci¢n de las cuencas, la sostenibilidad de su producci¢n y su desarrollo agr¡cola y otros fines, con la plena participaci¢n de las poblaciones ind¡genas; b) Rehabilitar las tierras secas moderada o gravemente desertificadas para su utilizaci¢n con fines agr¡colas y mantener su productividad para el desarrollo agropecuario y agroforestal mediante, entre otras cosas, la conservaci¢n de los suelos y del agua; c) Aumentar la cubierta vegetal y realizar actividades de ordenaci¢n en apoyo de los recursos bi¢ticos de las regiones afectadas por la desertificaci¢n y la sequ¡a o propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, particularmente mediante actividades tales como planes de forestaci¢n y reforestaci¢n, agrosilvicultura y silvicultura de la comunidad y planes de mantenimiento de la vegetaci¢n; d) Mejorar la ordenaci¢n de los recursos forestales, entre ellos los de le¤a. Reducir el consumo de le¤a mediante una utilizaci¢n y una conservaci¢n m s eficientes y fomentar el aprovechamiento y la utilizaci¢n de otras fuentes de energ¡a, entre ellas las fuentes de energ¡a sustitutivas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.18 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Aplicar urgentemente medidas preventivas directas en las tierras secas vulnerables que hasta ahora no han resultado afectadas o s¢lo han sido ligeramente afectadas, mediante la introducci¢n de i) mejores pol¡ticas y pr cticas de uso de la tierra para aumentar la productividad sostenible; ii) tecnolog¡as agr¡colas y ganaderas apropiadas, ecol¢gicamente racionales y econ¢micamente viables; y iii) mejores tcnicas de ordenaci¢n de los recursos de suelos y aguas; b) Realizar programas acelerados de forestaci¢n y reforestaci¢n, utilizando especies resistentes a la sequ¡a y de r pido crecimiento, en particular especies aut¢ctonas, incluidas leguminosas y otras, en combinaci¢n con planes de agrosilvicultura basados en la comunidad. A este respecto, deber¡a considerarse la ejecuci¢n de planes en gran escala de forestaci¢n y reforestaci¢n, particularmente mediante el establecimiento de cinturones verdes, habida cuenta de los m£ltiples beneficios de esas medidas; c) Aplicar urgentemente medidas correctivas directas en las zonas secas moderada a gravemente desertificadas, adem s de las medidas indicadas en el inciso a) del p rrafo 19 supra, a fin de restablecer y mantener su productividad; d) Promover sistemas mejorados de ordenaci¢n de tierras, aguas y cultivos para que se pueda luchar contra la salinizaci¢n de las tierras de cultivo de riego; estabilizar las tierras de cultivo de secano e introducir en las modalidades de uso de la tierra sistemas mejorados de ordenaci¢n de suelos y cultivos; e) Promover la ordenaci¢n de los recursos naturales, entre ellos los de pastizales, con participaci¢n de la comunidad, a fin de satisfacer las necesidades de las poblaciones rurales y atender a los objetivos de la conservaci¢n, sobre la base de tecnolog¡as innovadoras o tecnolog¡as aut¢ctonas adaptadas; f) Promover la protecci¢n y conservaci¢n in situ de zonas ecol¢gicas especiales mediante legislaci¢n y otros medios a fin de luchar contra la desertificaci¢n y, al mismo tiempo, velar por la protecci¢n de la diversidad biol¢gica; g) Promover y fomentar la inversi¢n en el desarrollo forestal de las tierras secas mediante diversos incentivos, incluidas medidas legislativas; h) Promover el aprovechamiento y la utilizaci¢n de fuentes de energ¡a que disminuyan las presiones sobre los recursos le¤osos, entre ellas las fuentes de energ¡a sustitutivas y las cocinas mejoradas. b) Datos e informaci¢n 12.19 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar modelos de uso de la tierra basados en las pr cticas locales para el mejoramiento de dichas pr cticas, con el fin particular de evitar la degradaci¢n de las tierras. Los modelos deber¡an proporcionar una mejor comprensi¢n de la variedad de factores naturales y factores derivados de las actividades humanas que pueden contribuir a la desertificaci¢n. Los modelos deber¡an indicar la interacci¢n de las pr cticas nuevas y las pr cticas tradicionales para evitar la degradaci¢n de las tierras y reflejar la capacidad de recuperaci¢n de la totalidad del sistema ecol¢gico y social; b) Elaborar, ensayar e introducir, teniendo debidamente en cuenta las consideraciones relativas a la seguridad del medio ambiente, especies vegetales resistentes a la sequ¡a, de r pido crecimiento, productivas y apropiadas al medio de las regiones respectivas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.20 Los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales y regionales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos bilaterales competentes deber¡an: a) Coordinar sus funciones en la lucha contra la degradaci¢n de las tierras y la promoci¢n de sistemas de reforestaci¢n, agrosilvicultura y ordenaci¢n de las tierras en los pa¡ses afectados; b) Apoyar las actividades regionales y subregionales para el desarrollo y la difusi¢n de tecnolog¡a, la capacitaci¢n y la ejecuci¢n de programas a fin de detener la degradaci¢n de las tierras secas. 12.21 Los gobiernos interesados, los organismos competentes de las Naciones Unidas y los organismos bilaterales deber¡an fortalecer la funci¢n de coordinaci¢n de las actividades de lucha contra la degradaci¢n de las tierras secas que corresponde a las organizaciones intergubernamentales o regionales establecidas para ocuparse de esas actividades, a saber, el CILSS, la AISD, la CCDAM y la Uni¢n del Magreb Arabe. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.22 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 3.000 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.23 Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Incorporar los conocimientos aut¢ctonos relativos a los bosques, las tierras forestales, los pastizales y la vegetaci¢n natural a las investigaciones sobre la desertificaci¢n y la sequ¡a; b) Promover programas integrados de investigaci¢n sobre protecci¢n, recuperaci¢n y conservaci¢n de los recursos de aguas y tierras y gesti¢n del uso de la tierra centrados en los mtodos tradicionales, donde sea posible. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.24 Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer mecanismos que dispongan que los usuarios de tierras, especialmente las mujeres, sean los agentes principales de la aplicaci¢n de mejores sistemas de uso de la tierra, comprendidos los de agrosilvicultura, para combatir la degradaci¢n de las tierras; b) Promover servicios de extensi¢n eficientes en las zonas propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, sobre todo con el objeto de capacitar a agricultores y ganaderos para una mejor ordenaci¢n de los recursos de tierras y aguas en las zonas ridas. d) Aumento de la capacidad 12.25 Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades locales, con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar y adoptar, mediante la legislaci¢n nacional apropiada, e institucionalizar nuevas pol¡ticas de uso de la tierra ecol¢gicamente racionales y orientadas hacia el desarrollo; b) Prestar apoyo a las organizaciones populares basadas en la comunidad, especialmente las de agricultores y ganaderos. C. Elaboraci¢n y fortalecimiento de programas integrados para la erradicaci¢n de la pobreza y la promoci¢n de sistemas de subsistencia distintos en las zonas propensas a la desertificaci¢n Bases para la acci¢n 12.26 En las zonas propensas a la desertificaci¢n y la sequ¡a, los actuales sistemas de subsistencia y de aprovechamiento de los recursos no permiten mantener condiciones de vida apropiadas. En la mayor¡a de las zonas ridas y semi ridas, los sistemas tradicionales de subsistencia basados en la agricultura y el pastoreo son frecuentemente insuficientes e insostenibles, habida cuenta particularmente de los efectos de la sequ¡a y del aumento de la presi¢n demogr fica. La pobreza es un factor importante en la aceleraci¢n de las tasas de degradaci¢n y desertificaci¢n. En consecuencia, hay que tomar medidas para rehabilitar y mejorar los sistemas basados en la agricultura y la ganader¡a a fin de lograr la ordenaci¢n sostenible de las tierras de pastizales, juntamente con sistemas alternativos de subsistencia. Objetivos 12.27 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Crear entre las comunidades rurales y los grupos de pastores la capacidad de hacerse cargo de su propio desarrollo y de la ordenaci¢n de sus recursos de tierras sobre una base socialmente equitativa y ecol¢gicamente racional; b) Mejorar los sistemas de producci¢n con el fin de lograr una mayor productividad dentro de un plan aprobado de conservaci¢n de los recursos naturales en el marco de un enfoque integral del desarrollo rural; c) Ofrecer sistemas de subsistencia distintos como base para reducir la presi¢n sobre los recursos de tierras y al mismo tiempo suministrar fuentes de ingresos adicionales, particularmente para la poblaci¢n rural y, en consecuencia, mejorar su nivel de vida. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.28 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Adoptar pol¡ticas a nivel nacional en relaci¢n con un enfoque descentralizado de la ordenaci¢n de los recursos de tierras, mediante el cual se delegue responsabilidad en las organizaciones rurales; b) Crear o fortalecer organizaciones rurales encargadas de la ordenaci¢n de las tierras de las aldeas y de las tierras de pastoreo; c) Establecer y desarrollar mecanismos intersectoriales en los planos local y nacional que se ocupen de las consecuencias para el medio ambiente y el desarrollo del rgimen de tenencia de la tierra en lo que respecta al uso y la propiedad de la tierra. Deber¡a prestarse atenci¢n especial a la protecci¢n de los derechos de propiedad de las mujeres y los grupos de pastores y n¢madas que viven en las zonas rurales; d) Crear o fortalecer asociaciones a nivel de aldea que se ocupen primordialmente de actividades econ¢micas de inters com£n para los pastores (horticultura con fines comerciales, transformaci¢n de productos agr¡colas, producci¢n pecuaria, pastoreo, etc.); e) Fomentar el crdito y la movilizaci¢n del ahorro en las zonas rurales mediante el establecimiento de sistemas bancarios en dichas zonas; f) Desarrollar la infraestructura y la capacidad de producci¢n y comercializaci¢n en el plano local mediante la incorporaci¢n de los habitantes locales en las actividades de promoci¢n de sistemas de subsistencia distintos y en las actividades destinadas a mitigar la pobreza; g) Establecer un fondo rotatorio de crdito para los empresarios rurales y los grupos locales con el fin de facilitar el establecimiento de industrias y empresas comerciales familiares y la concesi¢n de crditos para actividades agropecuarias. b) Datos e informaci¢n 12.29 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Realizar estudios socioecon¢micos de referencia con el fin de obtener una comprensi¢n adecuada de la situaci¢n en esta rea de programas, especialmente en relaci¢n con las cuestiones de los recursos y la tenencia de la tierra, las formas tradicionales de ordenaci¢n de la tierra y las caracter¡sticas de los sistemas de producci¢n; b) Preparar un inventario de los recursos naturales (suelos, agua y vegetaci¢n) y su estado de degradaci¢n, principalmente sobre la base de los conocimientos de la poblaci¢n local (por ejemplo, una r pida evaluaci¢n de las zonas rurales); c) Difundir informaci¢n sobre sistemas de tecnolog¡a adaptados a las condiciones sociales, econ¢micas y ecol¢gicas del pa¡s; d) Promover el intercambio y la comunicaci¢n de informaci¢n relativa al desarrollo de sistemas de subsistencia distintos entre diversas regiones agroecol¢gicas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.30 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover la cooperaci¢n y el intercambio de informaci¢n entre las instituciones dedicadas a la investigaci¢n de las tierras ridas y semi ridas respecto de tcnicas y mtodos para mejorar la productividad de la tierra y del trabajo y de sistemas de producci¢n viables; b) Coordinar y armonizar la ejecuci¢n de programas y proyectos financiados por la comunidad de organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales y destinados a mitigar la pobreza y a promover sistemas de subsistencia distintos. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.31 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado los costos de esta rea de programas en el cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza), y en el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles). b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.32 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Llevar a cabo investigaciones aplicadas sobre el uso de la tierra con el apoyo de instituciones de investigaci¢n locales; b) Facilitar la comunicaci¢n y el intercambio peri¢dico de informaci¢n y experiencias, en los planos nacional, regional e interregional, entre los funcionarios de divulgaci¢n y los investigadores; c) Apoyar y fomentar la introducci¢n y la utilizaci¢n de tecnolog¡as para la generaci¢n de fuentes sustitutivas de ingresos. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.33 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Capacitar a los miembros de las organizaciones rurales en tcnicas de ordenaci¢n y a los agricultores y pastores en tcnicas especiales, como las de conservaci¢n de los suelos y el agua, la captaci¢n de agua, la agrosilvicultura y el riego en peque¤a escala; b) Capacitar a los agentes y funcionarios de divulgaci¢n en las tcnicas de participaci¢n de la comunidad en la ordenaci¢n integrada de las tierras. d) Aumento de la capacidad 12.34 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear y mantener mecanismos que velaran por la integraci¢n en los planes y programas sectoriales y nacionales de desarrollo de estrategias destinadas a mitigar la pobreza de los habitantes de las tierras propensas a la desertificaci¢n. D. Fomento de programas amplios de lucha contra la desertificaci¢n e integraci¢n de esos programas en los planes nacionales de desarrollo y en la planificaci¢n ecol¢gica nacional Bases para la acci¢n 12.35 En algunos pa¡ses en desarrollo afectados por la desertificaci¢n, el proceso de desarrollo depende principalmente de la base de recursos naturales. La interacci¢n entre los sistemas sociales y los recursos de tierras hace mucho m s complejo el problema, y por ello es preciso adoptar un enfoque integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras. Los planes de lucha contra la desertificaci¢n y la sequ¡a deber¡an abarcar los aspectos de ordenaci¢n del medio ambiente y gesti¢n del desarrollo, en conformidad con el criterio de integraci¢n de los planes nacionales de desarrollo con los planes nacionales de acci¢n ecol¢gica. Objetivos 12.36 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Fortalecer la capacidad de las instituciones nacionales para formular programas apropiados de lucha contra la desertificaci¢n e integrarlos a la planificaci¢n nacional del desarrollo; b) Crear sistemas de planificaci¢n estratgica para el aprovechamiento, la protecci¢n y la ordenaci¢n de los recursos naturales de las tierras secas e integrarlos en los planes nacionales de desarrollo, as¡ como en los planes nacionales de lucha contra la desertificaci¢n y los planes de acci¢n ecol¢gica en pa¡ses propensos a la desertificaci¢n; c) Iniciar un proceso a largo plazo de aplicaci¢n y vigilancia de estrategias relacionadas con la ordenaci¢n de los recursos naturales; d) Intensificar la cooperaci¢n regional e internacional en la lucha contra la desertificaci¢n mediante, entre otras cosas, la adopci¢n de instrumentos jur¡dicos y de otra ¡ndole. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.37 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer o reforzar las direcciones nacionales y locales encargadas de la lucha contra la desertificaci¢n en los organismos de ejecuci¢n centrales y locales, as¡ como comits o asociaciones locales de usuarios de tierras en todas las comunidades rurales afectadas, con miras a organizar una cooperaci¢n activa entre todas las partes interesadas, desde las bases mismas (agricultores y pastores) hasta los m s altos niveles de gobierno; b) Formular planes nacionales de acci¢n para combatir la desertificaci¢n y, seg£n proceda, convertirlos en parte integrante de los planes nacionales de desarrollo y de los planes nacionales de acci¢n ecol¢gica; c) Aplicar pol¡ticas encaminadas a mejorar el uso de la tierra, ordenar de manera apropiada las tierras comunes, proporcionar incentivos a los peque¤os agricultores y pastores, hacer participar a la mujer y fomentar las inversiones privadas en el aprovechamiento de las tierras secas; d) Asegurar la coordinaci¢n entre los ministerios y las instituciones que se ocupan de los programas de lucha contra la desertificaci¢n en los planos nacional y local. b) Datos e informaci¢n 12.38 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover entre los pa¡ses afectados el intercambio de informaci¢n y la cooperaci¢n en materia de planificaci¢n y programaci¢n nacionales, entre otras cosas mediante el establecimiento de redes de informaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.39 Las organizaciones internacionales, las instituciones financieras multilaterales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos bilaterales pertinentes deber¡an fortalecer su cooperaci¢n en materia de asistencia para la preparaci¢n de los programas de lucha contra la desertificaci¢n y su integraci¢n en las estrategias nacionales de planificaci¢n, el establecimiento de un mecanismo nacional de coordinaci¢n y observaci¢n sistem tica y el establecimiento de redes regionales y mundiales de estos planes y mecanismos. 12.40 Se deber¡a pedir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su cuadragsimo sptimo per¡odo de sesiones, que establezca, bajo la gida de la Asamblea, un comit intergubernamental de negociaci¢n encargado de elaborar una convenci¢n internacional para combatir la desertificaci¢n, en los pa¡ses que estn afectados por sequ¡a grave o desertificaci¢n, particularmente en Africa, con miras a finalizar tal convenci¢n para junio de 1994. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.41 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 180 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 90 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.42 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar e introducir tecnolog¡as agr¡colas y de pastoreo apropiadas perfeccionadas y sostenibles que sean social y ecol¢gicamente aceptables y econ¢micamente viables; b) Emprender el estudio aplicado de la integraci¢n de las actividades relativas al medio ambiente y al desarrollo en los planes nacionales de desarrollo. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.43 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an organizar grandes campa¤as nacionales de sensibilizaci¢n y capacitaci¢n acerca de la lucha contra la desertificaci¢n en los pa¡ses afectados utilizando los medios nacionales de informaci¢n existentes, las estructuras educacionales y los servicios de extensi¢n nuevos o reforzados. Podr¡a asegurarse as¡ el acceso de los habitantes a los conocimientos relativos a la desertificaci¢n y la sequ¡a y a los planes nacionales de acci¢n para combatir la desertificaci¢n. d) Aumento de la capacidad 12.44 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an establecer y mantener mecanismos que dispusieran la coordinaci¢n entre los ministerios e instituciones sectoriales, entre ellas las instituciones locales y las organizaciones no gubernamentales correspondientes, en la labor de integrar los programas de lucha contra la desertificaci¢n en los planes nacionales de desarrollo y en los planes nacionales de acci¢n ecol¢gica. E. Elaboraci¢n de planes amplios de preparaci¢n para la sequ¡a y de socorro en casos de sequ¡a, as¡ como de mecanismos de autoayuda, para las zonas propensas a la sequ¡a, y formulaci¢n de programas para hacer frente al problema de los refugiados ecol¢gicos Bases para la acci¢n 12.45 La sequ¡a, con distintos grados de frecuencia e intensidad, es un fen¢meno recurrente en gran parte del mundo en desarrollo, sobre todo en Africa. Aparte de las prdidas humanas - se calcula que a mediados del decenio de 1980 unos 3 millones de personas perecieron a causa de la sequ¡a en el Africa al sur del S hara - el costo econ¢mico de los desastres relacionados con la sequ¡a es tambin alto en trminos de prdidas de producci¢n, desaprovechamiento de insumos y desv¡o de los recursos destinados al desarrollo. 12.46 El funcionamiento de sistemas de alerta temprana para pronosticar la sequ¡a permitir que se apliquen planes de preparaci¢n para la sequ¡a. Con planes integrados a nivel de explotaci¢n agr¡cola o de cuenca hidrogr fica que prevean, por ejemplo, estrategias sustitutivas de cultivo, la conservaci¢n del suelo y del agua y la promoci¢n de tcnicas de captaci¢n de agua, se podr¡a realzar la capacidad de resistencia de la tierra a la sequ¡a y se podr¡an atender las necesidades b sicas, lo que reducir¡a al m¡nimo el n£mero de refugiados ecol¢gicos y la necesidad de un socorro de emergencia durante la sequ¡a. Al mismo tiempo, se deber¡an prever arreglos de emergencia para suministrar socorro durante per¡odos de extrema escasez. Objetivos 12.47 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Formular estrategias nacionales sobre planes a corto y largo plazo, de preparaci¢n para las pocas de sequ¡a, con miras a reducir la vulnerabilidad de los sistemas de producci¢n a la sequ¡a; b) Intensificar la corriente de informaci¢n de alerta temprana que reciben las autoridades y los usuarios de tierras, para que los pa¡ses puedan aplicar estrategias de intervenci¢n en casos de sequ¡a; c) Establecer planes de socorro para pocas de sequ¡a y medios para hacer frente al problema de los refugiados por causas ecol¢gicas e integrarlos en la planificaci¢n del desarrollo a nivel nacional y regional. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.48 En las zonas propensas a la sequ¡a, los gobiernos al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales competentes, deber¡an: a) Elaborar estrategias para hacer frente a la escasez nacional de alimentos en los per¡odos de producci¢n deficitaria. Esas estrategias tendr¡an por objeto resolver las cuestiones del almacenamiento y las reservas, las importaciones, las instalaciones portuarias y el almacenamiento, el transporte y la distribuci¢n de alimentos; b) Aumentar la capacidad nacional y regional en materia de agrometeorolog¡a y de planificaci¢n de cultivos para casos de emergencia. La agrometeorolog¡a vincula la frecuencia, el contenido y el alcance regional de los pron¢sticos meteorol¢gicos con las necesidades de planificaci¢n de cultivos y extensi¢n agr¡cola; c) Preparar proyectos rurales para proporcionar empleos de corto plazo en las zonas rurales a los hogares afectados por la sequ¡a. La prdida de ingresos y del acceso a alimentos es una causa com£n de aflicci¢n en las pocas de sequ¡a. Las obras rurales ayudan a los hogares pobres a generar los ingresos que necesitan para comprar alimentos; d) Establecer mecanismos de emergencia, cuando sea menester, para la distribuci¢n de alimentos y piensos y el abastecimiento de agua; e) Establecer mecanismos presupuestarios para el suministro inmediato de recursos para el socorro en casos de sequ¡a; f) Establecer redes de seguridad en beneficio de los hogares m s vulnerables. b) Datos e informaci¢n 12.49 Los gobiernos de los pa¡ses afectados, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Realizar investigaciones sobre pron¢sticos estacionales a fin de mejorar la planificaci¢n para casos de emergencia y las operaciones de socorro y facilitar la adopci¢n de medidas preventivas a nivel de explotaci¢n agr¡cola como, por ejemplo, la selecci¢n de variedades y pr cticas agr¡colas apropiadas, en pocas de sequ¡a; b) Apoyar la investigaci¢n aplicada sobre las formas de reducir la prdida de agua de los suelos y de aumentar la capacidad de absorci¢n de agua de los suelos y sobre las tcnicas de captaci¢n de agua en las zonas propensas a la sequ¡a; c) Reforzar los sistemas nacionales de alerta temprana haciendo hincapi en las esferas de la representaci¢n cartogr fica de los riesgos, la teleobservaci¢n, la construcci¢n de modelos agrometeorol¢gicos, las tcnicas integradas y multidisciplinarias de pron¢stico de los cultivos y el an lisis computadorizado de la oferta y demanda de alimentos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.50 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer una reserva de contingencia consistente en alimentos, apoyo log¡stico, personal y recursos financieros que permita una pronta reacci¢n internacional ante las situaciones de emergencia relacionadas con la sequ¡a; b) Prestar apoyo a los programas de la Organizaci¢n Meteorol¢gica Mundial (OMM) en materia de agrohidrolog¡a y meteorolog¡a del Programa del Centro Regional de Formaci¢n y aplicaci¢n en Agrometeorolog¡a e Hidrolog¡a Operacional (AGRHYMET), los centros de vigilancia de la sequ¡a y el Centro Africano de Aplicaciones Meteorol¢gicas para el Desarrollo (ACMAD), as¡ como los esfuerzos del Comit Interestatal Permanente de Lucha contra la Sequ¡a en el Sahel (CILSS) y la Autoridad Intergubernamental de asuntos relacionados con la sequ¡a y el desarrollo; c) Apoyar los programas de desarrollo de sistemas nacionales de alerta temprana y los planes de asistencia para la seguridad alimentaria de la FAO y de otras organizaciones; d) Reforzar y ampliar el alcance de los programas regionales y las actividades de los ¢rganos y organismos pertinentes de las Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina del Coordinador de las Naciones Unidas para el Socorro en Casos de Desastre (UNDRO) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Regi¢n Sudanosaheliana (ONURS), as¡ como de las organizaciones no gubernamentales, destinadas a mitigar los efectos de la sequ¡a y las situaciones de emergencia. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.51 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.100 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.52 Los gobiernos al nivel que corresponda y las comunidades propensas a la sequ¡a, con el apoyo de las organizaciones regionales e internacionales competentes, deber¡an: a) Utilizar los mecanismos tradicionales de lucha contra el hambre como medio de encauzar la asistencia destinada al socorro y el desarrollo; b) Fomentar y desarrollar la investigaci¢n interdisciplinaria en los planos nacional, regional y local y los medios de capacitaci¢n para la aplicaci¢n de estrategias de prevenci¢n de la sequ¡a. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.53 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover la capacitaci¢n de los encargados de adoptar decisiones y los usuarios de tierras en la utilizaci¢n efectiva de la informaci¢n procedente de los sistemas de alerta temprana; b) Fomentar los medios de investigaci¢n y de capacitaci¢n en el plano nacional para determinar los efectos de la sequ¡a y elaborar metodolog¡as para pronosticar el fen¢meno. d) Aumento de la capacidad 12.54 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Mejorar y mantener mecanismos dotados de personal, equipo y recursos financieros suficientes para vigilar los par metros de la sequ¡a con el fin de tomar medidas preventivas en los planos regional, nacional y local; b) Establecer v¡nculos interministeriales y dependencias de coordinaci¢n para la vigilancia de la sequ¡a, la evaluaci¢n de sus repercusiones y la administraci¢n de los planes de socorro para casos de sequ¡a. F. Fomento y promoci¢n de la participaci¢n popular y la educaci¢n sobre el medio ambiente, con especial hincapi en las medidas contra la desertificaci¢n y las actividades para hacer frente a los efectos de la sequ¡a Bases para la acci¢n 12.55 La experiencia adquirida hasta la fecha con los aciertos y fracasos de los programas y proyectos se¤ala la necesidad de que la poblaci¢n apoye el mantenimiento de las actividades relacionadas con la lucha contra la desertificaci¢n y la sequ¡a. Ahora bien, es menester no limitarse al ideal te¢rico de la participaci¢n popular y poner empe¤o en lograr una participaci¢n real y activa de la poblaci¢n basada en el concepto de asociaci¢n, que entra¤a la responsabilidad compartida y el mutuo inters de todas las partes. En ese contexto, esta rea de programas deber¡a considerarse como un componente esencial de apoyo de todas las actividades de lucha contra la desertificaci¢n o relacionadas con la sequ¡a. Objetivos 12.56 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Aumentar la conciencia p£blica sobre las cuestiones de desertificaci¢n y sequ¡a, y los conocimientos respectivos, entre otras cosas integrando la educaci¢n sobre el medio ambiente en los programas de ense¤anza de las escuelas primarias y secundarias; b) Establecer y fomentar el establecimiento de verdaderas asociaciones entre las autoridades de gobierno, en los planos tanto nacional como local, otros organismos de ejecuci¢n, las organizaciones no gubernamentales y los usuarios de tierras asoladas por la sequ¡a y la desertificaci¢n, asignando a los usuarios de tierras una funci¢n de responsabilidad en los procesos de planificaci¢n y ejecuci¢n, a fin de que deriven plenos beneficios de los proyectos de desarrollo; c) Velar por que los participantes en esa asociaci¢n comprendan las necesidades, los objetivos y los puntos de vista de cada cual utilizando medios diversos, como la capacitaci¢n, la sensibilizaci¢n de la opini¢n p£blica y el di logo franco; d) Prestar asistencia a las comunidades locales en sus esfuerzos de lucha contra la desertificaci¢n y valerse de los conocimientos y la experiencia de las poblaciones afectadas asegurando la plena participaci¢n de la mujer y de las poblaciones ind¡genas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 12.57 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Adoptar pol¡ticas y establecer estructuras administrativas para una mayor descentralizaci¢n del proceso de adopci¢n de decisiones y ejecuci¢n; b) Establecer y utilizar mecanismos para la consulta y la participaci¢n de los usuarios de tierras y para aumentar la capacidad de determinar las medidas que se deben tomar o de contribuir a la determinaci¢n y planificaci¢n de esas medidas a nivel popular; c) Definir los objetivos concretos de los programas o proyectos en cooperaci¢n con las comunidades locales; elaborar planes de gesti¢n en el plano local con los que se puedan medir los progresos alcanzados, lo que permitir¡a contar con un medio para modificar el concepto general del proyecto o cambiar las pr cticas de gesti¢n, seg£n proceda; d) Introducir medidas legislativas, institucionales o de organizaci¢n y financieras para asegurar la participaci¢n de los usuarios y su acceso a los recursos de tierras; e) Establecer o ampliar las condiciones que propicien la prestaci¢n de servicios, como sistemas de crdito y centros de comercializaci¢n para las poblaciones rurales; f) Elaborar programas de capacitaci¢n para aumentar el nivel de instrucci¢n y participaci¢n de la poblaci¢n, sobre todo de las mujeres y de los grupos ind¡genas, mediante, entre otras cosas, la alfabetizaci¢n y el desarrollo de especialidades tcnicas; g) Crear sistemas bancarios en las zonas rurales para facilitar el acceso al crdito por parte de la poblaci¢n rural, sobre todo de las mujeres y de los grupos ind¡genas, y fomentar el ahorro rural; h) Adoptar pol¡ticas apropiadas para estimular las inversiones privadas y p£blicas. b) Datos e informaci¢n 12.58 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Examinar, generar y difundir informaci¢n con desglose por sexo y conocimientos pr cticos y tcnicos en todos los niveles acerca de la manera de organizar y fomentar la participaci¢n popular; b) Acelerar el perfeccionamiento de los conocimientos tecnol¢gicos especializados, haciendo hincapi en la tecnolog¡a apropiada e intermedia; c) Difundir los conocimientos acerca de los resultados de la investigaci¢n aplicada a cuestiones relacionadas con los suelos y los recursos h¡dricos, las variedades apropiadas, las tcnicas agr¡colas y los conocimientos tecnol¢gicos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 12.59 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar programas de apoyo a las organizaciones regionales, como el CILSS, la Autoridad Intergubernamental de asuntos relacionados con la sequ¡a y el desarrollo, la Conferencia de Coordinaci¢n del Desarrollo del Africa Meridional (SADCC), la Uni¢n del Magreb Arabe y otras organizaciones intergubernamentales de Africa y otras partes del mundo para consolidar los programas de divulgaci¢n y lograr que aumente la participaci¢n de las organizaciones no gubernamentales conjuntamente con las poblaciones rurales; b) Crear mecanismos que faciliten la cooperaci¢n en materia de tecnolog¡a y promover esa cooperaci¢n como elemento de toda la asistencia externa y de las actividades relacionadas con proyectos de asistencia tcnica en los sectores p£blico y privado; c) Fomentar la colaboraci¢n entre diferentes participantes en los programas sobre el medio ambiente y el desarrollo; d) Estimular la creaci¢n de estructuras de organizaci¢n representativas para promover y mantener la cooperaci¢n entre organizaciones. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 12.60 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 12.61 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover el desarrollo de los conocimientos tcnicos nacionales y la transferencia de tecnolog¡a. c) Desarrollo de los recursos humanos 12.62 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Apoyar o fortalecer las instituciones encargadas de la instrucci¢n p£blica, incluidos los medios de informaci¢n locales, las escuelas y los grupos comunitarios; b) Aumentar el nivel de instrucci¢n p£blica. d) Aumento de la capacidad 12.63 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an alentar a los miembros de las organizaciones rurales locales, as¡ como formar y nombrar a un mayor n£mero de funcionarios de extensi¢n que trabajen en el plano local. Cap¡tulo 13 ORDENACION DE LOS ECOSISTEMAS FRAGILES: DESARROLLO SOSTENIBLE DE LAS ZONAS DE MONTA¥A INTRODUCCION 13.1 Las monta¤as son una fuente importante de agua, energ¡a y diversidad biol¢gica. Adem s, son fuente de recursos vitales como minerales, productos forestales y agr¡colas y medios de esparcimiento. Al ser un ecosistema importante en que est representada la ecolog¡a compleja e interdependiente de nuestro planeta, el medio montano es esencial para la supervivencia del ecosistema mundial. Sin embargo, los ecosistemas de monta¤a est n cambiando r pidamente. Son susceptibles de erosi¢n acelerada de los suelos, desprendimientos de tierras y un r pido empobrecimiento de la diversidad gentica y del h bitat. La pobreza es generalizada entre los habitantes de las monta¤as y se est n perdiendo los conocimientos aut¢ctonos. Como resultado de ello, la mayor¡a de las zonas monta¤osas del mundo padecen un deterioro ambiental. De ah¡ que haya que adoptar medidas de inmediato para velar por una ordenaci¢n apropiada de los recursos de las monta¤as y el desarrollo social y econ¢mico de sus habitantes. 13.2 Aproximadamente el 10% de la poblaci¢n mundial depende de los recursos de las monta¤as. Un porcentaje mucho mayor se sirve de distintos recursos de las monta¤as, en particular el agua. Las monta¤as constituyen una reserva de diversidad biol¢gica y especies en peligro. 13.3 Se incluyen en este cap¡tulo dos esferas de programas con el fin de ahondar el estudio del problema de los ecosistemas fr giles en lo que respecta a todas las monta¤as del mundo. Esas esferas son las siguientes: a) Generaci¢n y consolidaci¢n de conocimientos sobre la ecolog¡a y el desarrollo sostenible de los ecosistemas de monta¤a; b) Promoci¢n del aprovechamiento integrado de las cuencas hidrogr ficas y de otros medios de vida. AREAS DE PROGRAMAS A. Generaci¢n y consolidaci¢n de conocimientos sobre la ecolog¡a y el desarrollo sostenible de los ecosistemas de monta¤a Bases para la acci¢n 13.4 Las monta¤as son muy vulnerables al desequilibrio ecol¢gico provocado por factores humanos y naturales. Las monta¤as son las zonas m s sensibles a los cambios clim ticos de la atm¢sfera. Es indispensable contar con informaci¢n espec¡fica sobre la ecolog¡a, el potencial de recursos naturales y las actividades socioecon¢micas. Las laderas de las monta¤as presentan una gran variedad de sistemas ecol¢gicos. Debido a sus dimensiones verticales, las monta¤as generan gradientes de temperaturas, precipitaci¢n e insolaci¢n. En la ladera de una monta¤a pueden presentarse varios reg¡menes clim ticos, por ejemplo, tropical, subtropical, templado y alpino, cada uno de los cuales representa un microcosmos de una mayor diversidad de h bitat. Sin embargo, no se conocen suficientemente los ecosistemas de monta¤a. De ah¡, que sea indispensable la creaci¢n de una base de datos mundial sobre las monta¤as con el fin de ejecutar programas que contribuyan al desarrollo sostenible de los ecosistemas de monta¤a. Objetivos 13.5 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Realizar un estudio de los distintos tipos de suelos, bosques, aprovechamiento de las aguas y de los recursos vegetales y animales de los ecosistemas de monta¤a, teniendo en cuenta la labor de las organizaciones regionales e internacionales; b) Crear y mantener bases de datos y sistemas de informaci¢n para facilitar la evaluaci¢n ambiental y la ordenaci¢n integral de los ecosistemas de monta¤a, teniendo en cuenta la labor de las organizaciones regionales e internacionales; c) Mejorar y desarrollar la base actual de conocimientos ecol¢gicos en lo que respecta a las tecnolog¡as y las pr cticas agr¡colas y de conservaci¢n en las regiones monta¤osas del mundo con la participaci¢n de las comunidades locales; d) Crear y fortalecer la red de comunicaciones y centro de intercambio de informaci¢n para las organizaciones que actualmente se ocupan de los problemas de las monta¤as; e) Mejorar la coordinaci¢n de las actividades regionales para proteger los ecosistemas de monta¤a fr giles estudiando mecanismos adecuados que incluyan, entre otros, los instrumentos jur¡dicos regionales; f) Generar informaci¢n para establecer sistemas de informaci¢n y bases de datos para facilitar la evaluaci¢n de los riesgos ambientales y los efectos de los desastres naturales en los ecosistemas de monta¤a. Actividades a) Actividades de gesti¢n 13.6 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fortalecer las instituciones existentes o crear instituciones nuevas en los planos local, nacional y regional a fin de crear una base multidisciplinaria de conocimientos ecol¢gicos sobre las tierras y las aguas de los ecosistemas de monta¤a; b) Promover pol¡ticas nacionales que ofrezcan incentivos a la poblaci¢n local para la aplicaci¢n y transferencia de tecnolog¡as y pr cticas de cultivo y de conservaci¢n que sean inocuas para el medio ambiente; c) Ampliar la base de conocimientos y an lisis mediante la creaci¢n de mecanismos de cooperaci¢n e intercambio de informaci¢n entre las instituciones nacionales y regionales que se ocupan de los ecosistemas fr giles; d) Promover pol¡ticas que ofrezcan incentivos a los agricultores y habitantes locales para que apliquen medidas de conservaci¢n y de regeneraci¢n; e) Diversificar las econom¡as de las zonas monta¤osas, entre otras cosas mediante la introducci¢n o el desarrollo del turismo con arreglo a los principios de la ordenaci¢n integral de las zonas de monta¤a; f) Integrar todas las actividades relacionadas con los bosques, los pastizales y la fauna y flora silvestres con el fin de mantener ecosistemas de monta¤a espec¡ficos; g) Establecer reservas naturales adecuadas en lugares y zonas ricos en especies representativas. b) Datos e informaci¢n 13.7 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Hacer an lisis y crear y mantener una infraestructura para la vigilancia meteorol¢gica, hidrol¢gica y f¡sica que abarque la diversidad clim tica, as¡ como la distribuci¢n de las aguas, de las distintas regiones monta¤osas del mundo; b) Preparar un inventario de los diferentes tipos de suelos, bosques y uso del agua, y de los recursos genticos de plantas, animales y plantas cultivables, dando prioridad a los que se encuentren en peligro de extinci¢n. Los recursos genticos deber¡an protegerse in situ mediante el establecimiento de zonas protegidas, el mejoramiento de las actividades tradicionales de agricultura y ganader¡a, y la creaci¢n de programas para la evaluaci¢n del posible valor de los recursos; c) Indicar las zonas en peligro que sean m s vulnerables a la erosi¢n, las inundaciones, los desprendimientos de tierras, los terremotos y los aludes y a otros peligros naturales; d) Indicar las zonas monta¤osas amenazadas por la contaminaci¢n del aire procedente de zonas industriales o urbanas vecinas. c) Cooperaci¢n en los planos internacional y regional 13.8 Los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales deber¡an: a) Coordinar la cooperaci¢n internacional y facilitar el intercambio de informaci¢n y experiencia entre los organismos especializados, el Banco Mundial, el FIDA y otras organizaciones regionales e internacionales, los gobiernos, las instituciones de investigaci¢n y las organizaciones no gubernamentales que se ocupan del desarrollo de las zonas de monta¤a; b) Fomentar la coordinaci¢n en los planos regional, nacional e internacional de las iniciativas populares y las actividades de las organizaciones no gubernamentales internacionales regionales y locales que se ocupan del desarrollo de las zonas de monta¤a, como la Universidad de las Naciones Unidas, el Woodland Mountain Institute (WMI), el Centro internacional para el aprovechamiento integral de los montes (ICIMOD), la International Mountain Society (IMS), la African Mountain Association y la Asociaci¢n andina para la protecci¢n de las monta¤as, y ayudar a esas organizaciones a intercambiar informaci¢n y experiencia; c) Proteger los ecosistemas de monta¤a fr giles mediante el estudio de mecanismos adecuados, entre ellos los instrumentos jur¡dicos regionales. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 13.9 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 13.10 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an fortalecer los programas de investigaci¢n cient¡fica y desarrollo tecnol¢gico, as¡ como la labor de difusi¢n entre las instituciones regionales y nacionales, particularmente en materia de meteorolog¡a, hidrolog¡a, silvicultura, edafolog¡a y fitolog¡a. c) Desarrollo de los recursos humanos 13.11 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Ejecutar programas de capacitaci¢n y divulgaci¢n sobre las tecnolog¡as y pr cticas ecol¢gicamente racionales que ser¡an apropiadas para los ecosistemas de monta¤a; b) Prestar apoyo a la educaci¢n superior mediante la concesi¢n de becas y subsidios para la realizaci¢n de estudios ambientales en monta¤as y zonas de colinas, destinados espec¡ficamente a personas pertenecientes a poblaciones ind¡genas de las monta¤as; c) Dar instrucci¢n a los agricultores, en particular las mujeres, en materia de medio ambiente con el fin de ayudar a la poblaci¢n rural a comprender mejor las cuestiones ecol¢gicas relativas al desarrollo sostenible de las zonas de monta¤a. d) Aumento de la capacidad 13.12 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear las bases institucionales, tanto nacionales como regionales, necesarias para las investigaciones, la capacitaci¢n y la difusi¢n de informaci¢n sobre el desarrollo sostenible de las econom¡as de los ecosistemas fr giles. B. Promoci¢n del aprovechamiento integrado de las cuencas hidrogr ficas y de otros medios de vida Bases para la acci¢n 13.13 Cerca de la mitad de la poblaci¢n del mundo se ve afectada de diversas maneras por la ecolog¡a de monta¤a y la degradaci¢n de las cuencas hidrogr ficas. Aproximadamente el 10% de la poblaci¢n mundial vive en las zonas de laderas altas de las monta¤as y el 40% ocupa las zonas adyacentes de las cuencas bajas y medias. Estas cuencas presentan graves problemas de deterioro ecol¢gico. Por ejemplo, en las zonas andinas de Sudamrica una gran parte de la poblaci¢n rural se enfrenta hoy al r pido deterioro de las tierras. Asimismo, las monta¤as y las zonas altas del Himalaya, el Asia sudoriental y el Africa oriental y central que contribuyen de manera importante a la producci¢n agr¡cola se ven amenazadas por el cultivo de tierras marginales debido a la expansi¢n de la poblaci¢n. En muchas zonas se suma a esto el pastoreo excesivo, la deforestaci¢n y el empobrecimiento de la cubierta de biomasa. 13.14 La erosi¢n de los suelos puede tener efectos devastadores para los numerosos habitantes de zonas rurales que dependen de la agricultura de secano en las laderas de las monta¤as. La pobreza, el desempleo, y las malas condiciones de salud y saneamiento son problemas generalizados. La promoci¢n de programas de aprovechamiento integrado de las cuencas hidrogr ficas mediante la participaci¢n efectiva de la poblaci¢n local es indispensable para impedir que siga agrav ndose el desequilibrio ecol¢gico. Se necesita un enfoque integrado de la conservaci¢n, el mejoramiento y la utilizaci¢n de la base de recursos naturales de tierras, aguas, plantas y animales, as¡ como de los recursos humanos. Adem s, la promoci¢n de otros medios de vida, en particular mediante la elaboraci¢n de planes de empleo que aumenten la base de producci¢n, contribuir considerablemente al mejoramiento del nivel de vida de la gran poblaci¢n rural que vive en ecosistemas de monta¤a. Objetivos 13.15 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para el a¤o 2000, crear sistemas adecuados de planificaci¢n y ordenaci¢n del aprovechamiento tanto de las tierras cultivables como de las no cultivables en las cuencas de monta¤a, para impedir la erosi¢n del suelo, incrementar la producci¢n de biomasa y mantener el equilibrio ecol¢gico; b) Promover actividades de generaci¢n de ingresos tales como la pesca y el turismo equilibrados y la miner¡a inocua para el medio ambiente, y el mejoramiento de la infraestructura y los servicios sociales, sobre todo para proteger los medios de vida de las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas; c) Elaborar disposiciones tcnicas e institucionales para los pa¡ses afectados a fin de mitigar los efectos de los desastres naturales aplicando medidas de prevenci¢n y zonificaci¢n de los riesgos, sistemas de alerta temprana, planes de evacuaci¢n y la creaci¢n de reservas de emergencia. Actividades a) Actividades de gesti¢n 13.16 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Tomar medidas para evitar la erosi¢n de los suelos y promover actividades para la reducci¢n de la erosi¢n en todos los sectores; b) Establecer grupos de trabajo o comits para el aprovechamiento de las cuencas hidrogr ficas que complementen la labor de las instituciones existentes y establezcan servicios integrados en apoyo de las iniciativas locales de ganader¡a, silvicultura, horticultura y desarrollo rural en todos los niveles administrativos; c) Fomentar la participaci¢n popular en la gesti¢n de los recursos locales mediante una legislaci¢n apropiada; d) Prestar apoyo a las organizaciones no gubernamentales que ayuden a las organizaciones y comunidades locales a preparar proyectos para fomentar el desarrollo basado en la participaci¢n de los habitantes locales; e) Establecer mecanismos para conservar zonas amenazadas en las que se puedan proteger la flora y la fauna silvestres y la diversidad biol¢gica, o que puedan convertirse en parques nacionales; f) Formular pol¡ticas nacionales que ofrezcan incentivos a los agricultores y a los habitantes locales para que adopten medidas de conservaci¢n y utilicen tecnolog¡as ecol¢gicamente inocuas; g) Emprender actividades generadoras de ingresos en industrias familiares y de procesamiento agr¡cola, como el cultivo y procesamiento de plantas medicinales y arom ticas; h) Realizar las actividades mencionadas teniendo en cuenta la necesidad de lograr la plena participaci¢n de la mujer, as¡ como la de las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales, en el desarrollo. b) Datos e informaci¢n 13.17 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Mantener y crear infraestructuras de observaci¢n sistem tica y evaluaci¢n en los planes nacional, estatal o provincial con el fin de producir informaci¢n para las actividades cotidianas y determinar los efectos ambientales y socioecon¢micos de los proyectos; b) Generar informaci¢n sobre otros medios de vida y sistemas de producci¢n diversificada en el plano de las comunidades rurales, sobre cultivos anuales y cultivos arb¢reos, ganader¡a, avicultura, apicultura, pesca, industrias comunitarias, mercados y transporte y sobre oportunidades de obtener ingresos, teniendo plenamente en cuenta el papel de la mujer e integr ndola al proceso de planificaci¢n y de ejecuci¢n. c) Cooperaci¢n en los planos internacional y regional 13.18 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Reforzar las funciones de los institutos internacionales pertinentes de investigaci¢n y capacitaci¢n del Grupo Consultivo sobre Investigaci¢n Agr¡cola Internacional (GCIAI), la Junta Internacional de Investigaci¢n y Ordenaci¢n de Suelos (JIIOS), as¡ como de centros regionales de investigaciones como el Woodland Mountain Institute y el Centro internacional para el aprovechamiento integral de los montes (ICIMOD), acerca de las investigaciones aplicadas a la ordenaci¢n de las cuencas; b) Promover la cooperaci¢n regional y el intercambio de datos e informaci¢n entre pa¡ses que compartan cadenas monta¤osas y cuencas fluviales, particularmente los afectados por desastres e inundaciones; c) Mantener y establecer v¡nculos de colaboraci¢n con las organizaciones no gubernamentales que se ocupan del aprovechamiento de las cuencas. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 13.19 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 13.000 millones de d¢lares, incluidos unos 1.900 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 13.20 La asignaci¢n de fondos para promover otros medios de vida en los ecosistemas de monta¤a debe considerarse parte del programa contra la pobreza o de b£squeda de medios de vida alternativos de cada pa¡s, que se examina tambin en el cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza) y el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles). b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 13.21 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Estudiar la posibilidad de poner en marcha proyectos piloto que combinen la protecci¢n ambiental con las funciones de desarrollo, prestando particular atenci¢n a algunas de las pr cticas o sistemas tradicionales de ordenaci¢n del medio ambiente que tienen efectos ambientales beneficiosos; b) Crear tecnolog¡as para las condiciones espec¡ficas de las cuencas hidrogr ficas y las explotaciones agr¡colas mediante un enfoque basado en la participaci¢n de hombres, mujeres, investigadores y agentes de extensi¢n locales, que llevar n a cabo experimentos y ensayos en los establecimientos agr¡colas; c) Promover tecnolog¡as de conservaci¢n de la vegetaci¢n para impedir la erosi¢n, regular la humedad in situ y mejorar las tecnolog¡as de cultivo, la producci¢n de forrajes y la agrosilvicultura, que sean baratas, sencillas y f ciles de introducir entre los habitantes locales. c) Desarrollo de los recursos humanos 13.22 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover un enfoque multidisciplinario e intersectorial de la capacitaci¢n y la difusi¢n de conocimientos a la poblaci¢n local sobre una amplia gama de cuestiones tales como los sistemas de producci¢n domsticos, la conservaci¢n y utilizaci¢n de las tierras cultivables y no cultivables, el tratamiento de los canales de drenaje y la recarga de las aguas subterr neas, la ganader¡a, la pesca, la agrosilvicultura y la horticultura; b) Desarrollar los recursos humanos mediante la concesi¢n de oportunidades de acceso a la ense¤anza, la salud, la energ¡a y la infraestructura; c) Promover la comprensi¢n y la preparaci¢n en el plano local para la prevenci¢n y mitigaci¢n de los desastres, en combinaci¢n con las m s recientes tecnolog¡as disponibles de alerta temprana y de pron¢stico. d) Aumento de la capacidad 13.23 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear y fortalecer centros nacionales para la ordenaci¢n de las cuencas a fin de promover un enfoque integral de los aspectos ambientales, socioecon¢micos, tecnol¢gicos, legislativos, financieros y administrativos y prestar apoyo a los ¢rganos normativos y administrativos, al personal sobre el terreno y a los agricultores en el aprovechamiento de las cuencas. 13.24 El sector privado y las comunidades locales, en colaboraci¢n con los gobiernos, deber¡an promover el desarrollo de la infraestructura local, comprendidas las redes de comunicaci¢n y la ejecuci¢n de proyectos hidroelctricos en peque¤a y mediana escala para prestar apoyo a la industria familiar y facilitar el acceso a los mercados. Cap¡tulo 14 FOMENTO DE LA AGRICULTURA Y DEL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLES INTRODUCCION 14.1 Para el a¤o 2025, el 83% de la poblaci¢n mundial, que seg£n se prev ser de unos 8.500 millones de personas, vivir en pa¡ses en desarrollo. Ahora bien, la capacidad de recursos y tecnolog¡as disponibles para satisfacer las demandas de alimentos y otros productos b sicos agr¡colas de esta poblaci¢n en constante crecimiento sigue siendo incierta. La agricultura tendr que hacer frente a este reto, sobre todo mediante el aumento de la producci¢n en las tierras que ya se est n utilizando, y evitando asimismo el aprovechamiento a£n m s intenso de tierras que s¢lo son marginalmente aptas para el cultivo. 14.2 Con el fin de crear las condiciones para la agricultura y el desarrollo rural sostenibles es preciso reajustar considerablemente la pol¡tica agr¡cola, ambiental y macroecon¢mica, a nivel tanto nacional como internacional, en los pa¡ses desarrollados y en los pa¡ses en desarrollo. El principal objetivo de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles es aumentar la producci¢n de alimentos de manera sostenible y mejorar la seguridad alimentaria. Esto requerir la adopci¢n de iniciativas en materia de educaci¢n, la utilizaci¢n de incentivos econ¢micos y el desarrollo de tecnolog¡as nuevas y apropiadas, para as¡ garantizar suministros estables de alimentos nutricionalmente adecuados, el acceso de los grupos vulnerables a esos suministros y la producci¢n para los mercados; el empleo y la generaci¢n de ingresos para aliviar la pobreza; y la ordenaci¢n de los recursos naturales y protecci¢n del medio ambiente. 14.3 Es preciso dar prioridad al mantenimiento y mejoramiento de la capacidad de las tierras agr¡colas con mayores posibilidades para responder a la expansi¢n demogr fica. Sin embargo, tambin es necesario conservar y rehabilitar los recursos naturales de tierras con menores posibilidades con el fin de mantener una relaci¢n hombre/tierra sostenible. Los principales instrumentos de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles son la reforma de la pol¡tica agr¡cola y la reforma agraria, la participaci¢n de la poblaci¢n, la diversificaci¢n de los ingresos, la conservaci¢n de la tierra y una mejor gesti¢n de los insumos. El xito de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles depender en gran parte del apoyo y la participaci¢n de la poblaci¢n rural, de los gobiernos, del sector privado y de la cooperaci¢n internacional, incluida la cooperaci¢n tcnica y cient¡fica. 14.4 En este cap¡tulo se incluyen las siguientes reas de programas: a) Estudio, planificaci¢n y programaci¢n integral de la pol¡tica agr¡cola en vista del aspecto multifuncional de la agricultura, sobre todo en lo que respecta a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible; b) Logro de la participaci¢n popular y fomento del desarrollo de los recursos humanos para la agricultura sostenible; c) Mejoramiento de la producci¢n agr¡cola y los sistemas de cultivo mediante la diversificaci¢n del empleo agr¡cola y no agr¡cola y el desarrollo de la infraestructura; d) Planificaci¢n de los recursos de tierras, e informaci¢n y educaci¢n para la agricultura; e) Conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras; f) Agua apta para la producci¢n sostenible de alimentos y el desarrollo rural sostenible; g) Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos fitogenticos para la producci¢n de alimentos y la agricultura sostenible; h) Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos zoogenticos para la agricultura sostenible; i) Lucha integrada contra las plagas agr¡colas; j) Nutrici¢n sostenible de las plantas para aumentar la producci¢n de alimentos; k) Transici¢n a la energ¡a rural para mejorar la productividad; l) Evaluaci¢n de los efectos sobre los animales y las plantas de la radiaci¢n ultravioleta causada por el agotamiento de la capa de ozono estratosfrico. AREAS DE PROGRAMAS A. Estudio, planificaci¢n y programaci¢n integral de la pol¡tica agr¡cola en vista del aspecto multifuncional de la agricultura, sobre todo en lo que respecta a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible Bases para la acci¢n 14.5 Es necesario integrar las consideraciones del desarrollo sostenible con an lisis de la pol¡tica y la planificaci¢n agr¡colas en todos los pa¡ses, especialmente en los pa¡ses en desarrollo. Las recomendaciones debieran contribuir directamente a la elaboraci¢n de planes y programas realistas y operativos a mediano y a largo plazo y, por ende, a medidas concretas, seguidas del apoyo y la vigilancia de su aplicaci¢n. 14.6 La falta de un marco de pol¡tica nacional coherente para la agricultura y el desarrollo rural sostenibles es general y no se limita a los pa¡ses en desarrollo. En particular, los pa¡ses con econom¡as en proceso de transici¢n de sistemas de planificaci¢n a sistemas de mercado necesitan ese marco para incorporar las consideraciones del medio ambiente en las actividades econ¢micas, entre ellas las agr¡colas. Todos los pa¡ses han de evaluar a fondo los efectos de esas pol¡ticas sobre los resultados del sector alimentario y agr¡cola, sobre la seguridad alimentaria, el bienestar rural y las relaciones comerciales internacionales, como medio de determinar medidas compensatorias apropiadas. Lo m s importante de la seguridad alimentaria en este caso es mejorar sustancialmente la producci¢n agr¡cola de una manera sostenible y lograr una mejora importante del derecho de la poblaci¢n a recibir suficientes alimentos y suministros de alimentos que correspondan a sus h bitos culturales. 14.7 Tambin es preciso aplicar decisiones pol¡ticas correctas sobre el comercio internacional y las corrientes de capitales para superar: a) la falta de conciencia de los costos que suponen para el medio ambiente las pol¡ticas sectoriales y macroecon¢micas y, por ende, su amenaza para la sostenibilidad; b) las insuficientes calificaciones y experiencia en cuanto a la incorporaci¢n de cuestiones de sostenibilidad en pol¡ticas y programas; y c) la poca idoneidad de los instrumentos de an lisis y verificaci¢n 1/. Objetivos 14.8 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para 1995, examinar y, cuando proceda, establecer un programa con el fin de integrar el desarrollo ambiental y sostenible en los an lisis de pol¡ticas para el sector alimentario y agr¡cola, y en los an lisis, la formulaci¢n y la aplicaci¢n de pol¡ticas macroecon¢micas pertinentes; b) Mantener y desarrollar, seg£n proceda, planes multisectoriales operativos, programas y medidas de pol¡tica, entre ellos programas y medidas para mejorar la producci¢n sostenible de alimentos y la seguridad alimentaria en el marco del desarrollo sostenible, a m s tardar en 1998; c) Mantener y mejorar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo, y en particular de los menos adelantados, para llevar a cabo por s¡ mismos sus actividades en materia de pol¡tica, programaci¢n y planificaci¢n, para 2005 a m s tardar. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.9 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Realizar an lisis de la pol¡tica nacional sobre la seguridad alimentaria que comprendan los niveles adecuados y la estabilidad del suministro de alimentos y el acceso a stos por parte de todas las familias; b) Analizar la pol¡tica agr¡cola nacional y regional en relaci¢n, entre otras cosas, con el comercio exterior, las pol¡ticas cambiarias y de precios, las subvenciones e impuestos a la agricultura, as¡ como la organizaci¢n para la integraci¢n econ¢mica regional; c) Aplicar pol¡ticas para influir positivamente en la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad teniendo debidamente en cuenta el tama¤o m¡nimo de las fincas necesario para mantener la producci¢n y frenar la subdivisi¢n; d) Considerar las tendencias demogr ficas y los movimientos de poblaci¢n y determinar cu les son las zonas cr¡ticas para la producci¢n agr¡cola; e) Formular, introducir y verificar pol¡ticas, leyes y reglamentos e incentivos conducentes a la agricultura y el desarrollo rural sostenibles y al mejoramiento de la seguridad alimentaria, as¡ como al desarrollo y la transferencia de tecnolog¡as agr¡colas apropiadas, incluidos, cuando proceda, sistemas de bajos insumos para una agricultura sostenible; f) Apoyar los sistemas nacionales y regionales de alerta temprana mediante sistemas de asistencia para la seguridad alimentaria a fin de controlar la oferta y la demanda de alimentos y los factores que influyen en el acceso de las familias a los alimentos; g) Analizar las pol¡ticas desde el punto de vista del mejoramiento de la recolecci¢n, el almacenamiento, la elaboraci¢n, la distribuci¢n y la comercializaci¢n de los productos en los planos local, nacional y regional; h) Formular y ejecutar proyectos agr¡colas integrados que incluyan otras actividades relacionadas con recursos naturales, como la ordenaci¢n de los pastizales, los bosques, y la fauna y flora silvestres, seg£n proceda; i) Promover la investigaci¢n social y econ¢mica y las pol¡ticas que fomenten el desarrollo de la agricultura sostenible, sobre todo en los ecosistemas fr giles y en las zonas densamente pobladas; j) Determinar cu les son los problemas de almacenamiento y distribuci¢n que inciden en el acceso a los alimentos; apoyar la investigaci¢n, cuando sea necesario, para superar esos problemas y cooperar con los productores y los distribuidores a fin de aplicar pr cticas y sistemas mejorados. b) Datos e informaci¢n 14.10 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Cooperar activamente para ampliar y mejorar la informaci¢n acerca de los sistemas de alerta temprana sobre la agricultura y la alimentaci¢n en los planos regional y nacional; b) Examinar y realizar estudios e investigaciones con el fin de disponer de informaci¢n de referencia sobre el estado de los recursos naturales en cuanto a la producci¢n y la planificaci¢n de la alimentaci¢n y la agricultura, con el fin de evaluar los efectos de los diversos usos sobre esos recursos y establecer metodolog¡as e instrumentos de an lisis, tales como la contabilidad ambiental. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.11 Los organismos de las Naciones Unidas como la FAO, el Banco Mundial, el FIDA y el GATT, las organizaciones regionales y los organismos donantes bilaterales y otros ¢rganos, dentro de sus mandatos respectivos, deber¡an asumir una funci¢n trabajando con los gobiernos en las siguientes actividades: a) Aplicar estrategias integradas de desarrollo agr¡cola sostenible y seguridad alimentaria a nivel subregional en las que se haga uso de la producci¢n regional y de las posibilidades comerciales, incluidas las de las organizaciones de integraci¢n econ¢mica regional, para fomentar la seguridad alimentaria; b) Promover, en el contexto de la b£squeda de un desarrollo agr¡cola sostenible y de manera compatible con los principios pertinentes, convenidos internacionalmente sobre el medio ambiente y el desarrollo, el establecimiento de un sistema comercial m s abierto y no discriminatorio y la no aplicaci¢n de barreras comerciales injustificables, lo que junto con otras pol¡ticas facilitar el proceso de integraci¢n de las pol¡ticas agr¡cola y ambiental de modo que se apoyen mutuamente; c) Establecer y reforzar sistemas y redes nacionales, regionales e internacionales para comprender mejor la interacci¢n entre la agricultura y la situaci¢n del medio ambiente, determinar qu tecnolog¡as son ecol¢gicamente racionales y facilitar el intercambio de informaci¢n sobre fuentes de datos, pol¡ticas y tcnicas e instrumentos de an lisis. Medios de aplicaci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.12 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 3.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 450 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.13 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y no gubernamentales competentes, deber¡an ayudar a las familias y comunidades agr¡colas a aplicar tecnolog¡as para mejorar la producci¢n de alimentos y la seguridad alimentaria, as¡ como el almacenamiento, la vigilancia de la producci¢n y la distribuci¢n. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.14 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Atraer y formar a economistas, planificadores y analistas locales para iniciar estudios de pol¡tica nacional e internacional y establecer marcos para una agricultura sostenible; b) Adoptar medidas jur¡dicas para fomentar el acceso de la mujer a la tierra y superar los prejuicios sobre su participaci¢n en el desarrollo rural. d) Aumento de la capacidad 14.15 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an reforzar los ministerios de agricultura, recursos naturales y planificaci¢n. B. Logro de la participaci¢n popular y fomento del desarrollo de los recursos humanos para la agricultura sostenible Bases para la acci¢n 14.16 Este componente enlaza la pol¡tica con la gesti¢n integrada de los recursos. Cuanto mayor sea el control de la comunidad sobre los recursos de los que depende, mayor ser el incentivo para desarrollar los recursos humanos. Los gobiernos deber n promulgar al mismo tiempo instrumentos normativos que concilien los requisitos a largo y a corto plazo. El enfoque se centra en la promoci¢n de la capacidad para valerse de medios propios, la cooperaci¢n, el suministro de informaci¢n y el apoyo a las organizaciones de usuarios. Deber¡a hacerse hincapi en las modalidades de gesti¢n, en acuerdos que modifiquen el aprovechamiento de los recursos, los derechos y obligaciones relacionados con el uso de la tierra, el agua y los bosques, el funcionamiento de los mercados, los precios y el acceso a la informaci¢n, el capital y los insumos. Todo esto requerir formaci¢n y aumento de la capacidad para asumir mayores responsabilidades en actividades de desarrollo sostenible 2/. Objetivos 14.17 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Crear una mayor conciencia p£blica del papel de la participaci¢n popular y de las organizaciones populares, en particular grupos de mujeres, j¢venes, poblaciones ind¡genas, comunidades locales y peque¤os agricultores, en la agricultura y el desarrollo rural sostenibles; b) Velar por el acceso equitativo de la poblaci¢n rural, en particular de las mujeres, los peque¤os agricultores, los campesinos sin tierra y las poblaciones ind¡genas, a los recursos agr¡colas, h¡dricos y forestales, as¡ como a las tecnolog¡as y la financiaci¢n, comercializaci¢n, elaboraci¢n y distribuci¢n de los productos; c) Reforzar y desarrollar la gesti¢n y la capacidad interna de las organizaciones populares rurales y los servicios de extensi¢n y descentralizar la adopci¢n de decisiones al nivel b sico de la comunidad. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.18 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar y mejorar los servicios de extensi¢n agr¡cola y los servicios y organizaciones rurales y llevar a cabo actividades de ordenaci¢n de los recursos naturales y de logro de la seguridad alimentaria, teniendo en cuenta las diversas necesidades en materia de agricultura de subsistencia y de cultivos comerciales; b) Estudiar y reorientar las medidas existentes para lograr un acceso m s amplio a los recursos de tierra, agua y bosques y garantizar a las mujeres y otros grupos desfavorecidos la igualdad de derechos, haciendo hincapi en las poblaciones rurales, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales; c) Asignar claramente t¡tulos, derechos y responsabilidades con respecto a la tierra y a las personas y las comunidades, para estimular la inversi¢n en recursos agr¡colas; d) Elaborar directrices sobre pol¡ticas de descentralizaci¢n para el desarrollo rural mediante la reorganizaci¢n y el robustecimiento de las instituciones rurales; e) Elaborar pol¡ticas sobre extensi¢n, capacitaci¢n, fijaci¢n de precios, distribuci¢n de insumos, crdito y tributaci¢n, para crear los incentivos necesarios y para el acceso equitativo de los pobres a los servicios de apoyo a la producci¢n; f) Prestar servicios de apoyo y capacitaci¢n, reconociendo la variedad de las circunstancias y pr cticas agr¡colas seg£n el lugar; la utilizaci¢n ¢ptima de insumos agr¡colas locales y el empleo m¡nimo de insumos externos; la m xima utilizaci¢n de recursos naturales locales y la gesti¢n de fuentes de energ¡a renovables, as¡ como el establecimiento de sistemas para el intercambio de informaci¢n sobre distintas formas de agricultura. b) Datos e informaci¢n 14.19 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes deber¡an reunir, analizar y difundir informaci¢n sobre recursos humanos, la funci¢n de los gobiernos, las comunidades locales y las organizaciones no gubernamentales en la innovaci¢n social y las estrategias para el desarrollo rural. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.20 Los organismos internacionales y regionales competentes deber¡an: a) Reforzar sus actividades con las organizaciones no gubernamentales en la reuni¢n y difusi¢n de informaci¢n sobre la participaci¢n popular y las organizaciones populares, el ensayo de mtodos de desarrollo participativo, la formaci¢n y educaci¢n para el desarrollo de recursos humanos y el refuerzo de las estructuras de gesti¢n de las organizaciones rurales; b) Ayudar a difundir la informaci¢n disponible a travs de las organizaciones no gubernamentales y promover una red agr¡cola ecol¢gica internacional para acelerar el desarrollo y la aplicaci¢n de mtodos agr¡colas de valor ecol¢gico. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.21 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 4.400 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 650 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.22 Los gobiernos, al nivel apropiado y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Estimular la participaci¢n popular en el desarrollo y la transferencia de la tecnolog¡a agr¡cola, incorporando las pr cticas y los conocimientos ecol¢gicos aut¢ctonos; b) Realizar programas de investigaci¢n aplicada sobre metodolog¡as de participaci¢n, estrategias de gesti¢n y organizaciones locales. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.23 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an dar formaci¢n tcnica y de gesti¢n a los administradores p£blicos y a miembros de grupos de usuarios de recursos en cuanto a los principios, las modalidades y los beneficios de la participaci¢n popular en el desarrollo rural. d) Aumento de la capacidad 14.24 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an introducir estrategias y mecanismos de gesti¢n como servicios de contabilidad y auditor¡a para las organizaciones populares rurales y las instituciones de desarrollo de recursos humanos; y delegar responsabilidades administrativas y financieras en niveles locales sobre la adopci¢n de decisiones, la obtenci¢n de ingresos y los gastos. C. Mejoramiento de la producci¢n agr¡cola y los sistemas de cultivo mediante la diversificaci¢n del empleo agr¡cola y no agr¡cola y el desarrollo de la infraestructura Bases para la acci¢n 14.25 Es preciso intensificar la producci¢n agr¡cola para atender a la futura demanda de productos b sicos y para evitar su extensi¢n a tierras marginales y la invasi¢n de ecosistemas fr giles. El creciente uso de insumos externos y el desarrollo de sistemas especializados de produccci¢n y de cultivo tiende a aumentar la vulnerabilidad debido a las tensiones ambientales y las fluctuaciones de los mercados. Por consiguiente, es necesario intensificar la producci¢n agr¡cola mediante la diversificaci¢n de los sistemas de producci¢n para lograr la m xima eficiencia en el empleo de los recursos locales y reducir al mismo tiempo a un m¡nimo los riesgos ambientales y econ¢micos. Donde no sea posible intensificar la aplicaci¢n de los sistemas de explotaci¢n agr¡cola, podr¡an determinarse y desarrollarse otras oportunidades de empleo, dentro y fuera de las explotaciones agr¡colas, como la industria familiar, el aprovechamiento de la flora y la fauna silvestres, la acuicultura y las pesquer¡as, las actividades no agr¡colas como la fabricaci¢n en aldeas de productos de la industria ligera, la transformaci¢n de productos agr¡colas, la agroindustria, las actividades recreativas y el turismo. Objetivos 14.26 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Mejorar en forma sostenible la productividad agr¡cola y aumentar la diversificaci¢n, la eficiencia, la seguridad alimentaria y los ingresos rurales, velando al mismo tiempo por que se reduzcan al m¡nimo los riesgos al ecosistema; b) Aumentar la capacidad para valerse de medios propios de los agricultores a fin de desarrollar y mejorar la infraestructura rural y facilitar la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales para los sistemas integrados de producci¢n y explotaci¢n agr¡colas, entre ellas las tecnolog¡as aut¢ctonas y de aprovechamiento sostenible de procesos biol¢gicos y ecol¢gicos que comprendan la agrosilvicultura, la conservaci¢n y ordenaci¢n sostenibles de la fauna y flora silvestres, la acuicultura, la pesca en aguas interiores y la zootecnia; c) Crear oportunidades de empleo agr¡cola y no agr¡cola, particularmente para los pobres y los habitantes de las zonas marginales, teniendo presente, entre otras, la propuesta alternativa de subsistencia sobre las zonas de tierras secas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.27 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar y difundir entre las familias del sector agr¡cola tecnolog¡as integradas de gesti¢n agr¡cola como la rotaci¢n de cultivos, el empleo de abonos org nicos y otras tcnicas que utilizan menos productos agroqu¡micos, m£ltiples tcnicas de explotaci¢n de las fuentes de nutrientes y de utilizaci¢n eficaz de insumos externos, y al mismo tiempo mejorar las tcnicas de utilizaci¢n de desechos y subproductos y prevenci¢n de prdidas antes y despus de las cosechas, teniendo especialmente en cuenta el papel de la mujer; b) Crear oportunidades de empleo no agr¡cola mediante peque¤as unidades privadas de procesamiento agr¡cola, centros de servicios rurales y mejoras infraestructurales conexas; c) Fomentar y mejorar las redes financieras rurales que utilicen recursos de capital de inversi¢n obtenidos localmente; d) Proporcionar la infraestructura rural esencial para el acceso a insumos y servicios agr¡colas, as¡ como a mercados nacionales y locales, y reducir las prdidas de alimentos; e) Iniciar y mantener estudios agr¡colas, ensayos pr cticos de tecnolog¡as apropiadas y el di logo con las comunidades rurales a fin de conocer las dificultades y los obst culos y hallar soluciones; f) Analizar y determinar las posibilidades de integraci¢n econ¢mica de las actividades en la esfera de la agricultura y la silvicultura, as¡ como en las de los recursos h¡dricos y las pesquer¡as, y tomar las medidas eficaces necesarias para alentar la ordenaci¢n de los bosques y la plantaci¢n de rboles por los agricultores (silvicultura agr¡cola) como un medio de aprovechamiento de los recursos. b) Datos e informaci¢n 14.28 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Analizar las repercusiones de las innovaciones tcnicas y de los incentivos en el ingreso familiar y el bienestar de los agricultores; b) Iniciar y sostener programas agr¡colas y no agr¡colas para reunir y registrar conocimientos aut¢ctonos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.29 Las instituciones internacionales como la FAO, el FIDA, los centros de investigaciones agr¡colas internacionales como el GCIAI y los centros regionales deber¡an evaluar los principales sistemas agroecol¢gicos del mundo, su extensi¢n, sus caracter¡sticas ecol¢gicas y socioecon¢micas, su susceptibilidad al deterioro y su potencial de producci¢n. Esto podr¡a servir de base para el desarrollo e intercambio de tecnolog¡as y para la colaboraci¢n regional en materia de investigaci¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.30 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 10.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.31 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an reforzar los sistemas de investigaci¢n que se ocupen de la producci¢n agr¡cola en regiones con zonas de diferentes caracter¡sticas especiales y agroecol¢gicas y que incluyan an lisis comparativos de la intensificaci¢n, la diversificaci¢n y los distintos niveles de insumos externos e internos. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.32 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fomentar la formaci¢n educativa y profesional de los agricultores y las comunidades rurales mediante la instrucci¢n acadmica y no acadmica; b) Iniciar programas de toma de conciencia y formaci¢n para empresarios, gerentes, banqueros, y comerciantes en tcnicas de servicio rural y de procesamiento agr¡cola en peque¤a escala. d) Aumento de la capacidad 14.33 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Mejorar su capacidad de organizaci¢n para tratar las cuestiones relativas a las actividades no agr¡colas y al desarrollo de la industria rural; b) Ampliar los servicios de crdito y la infraestructura rural en relaci¢n con la elaboraci¢n, el transporte y la comercializaci¢n de los productos. D. Planificaci¢n de los recursos de tierras, e informaci¢n y educaci¢n para la agricultura Bases para la acci¢n 14.34 La explotaci¢n irracional y sin control del suelo es una de las causas principales de la degradaci¢n y el agotamiento de los recursos de tierras. El uso que se da al suelo en la actualidad a menudo hace caso omiso de las posibilidades reales, de la capacidad de sustento y de las limitaciones de los recursos de tierras, as¡ como de su diversidad en el espacio. Se calcula que la poblaci¢n mundial, que actualmente es de 5.400 millones de habitantes, ascender a 6.250 millones a finales de siglo. La necesidad de aumentar la producci¢n de alimentos para atender a las necesidades crecientes de la poblaci¢n acrecentar enormemente la presi¢n ejercida sobre todos los recursos naturales, entre ellos los de tierras. 14.35 La pobreza y la desnutrici¢n son endmicas en muchas regiones. La destrucci¢n y la degradaci¢n de los recursos agr¡colas y ambientales constituyen un grave problema. Ya se dispone de tcnicas para incrementar la producci¢n y conservar los recursos h¡dricos y de tierras, pero ellas no se aplican en forma amplia ni sistem tica. Se necesita un enfoque sistem tico que permita determinar cu les usos de la tierra y cu les sistemas de producci¢n resultan sostenibles en cada suelo y en cada zona clim tica, y que incluya los mecanismos econ¢micos, sociales e institucionales necesarios para su aplicaci¢n 3/. Objetivos 14.36 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Armonizar los procedimientos de planificaci¢n, lograr la participaci¢n de los agricultores en el proceso de planificaci¢n, reunir datos sobre recursos de tierras, concebir y establecer bases de datos, definir zonas de tierras de capacidad an loga y determinar los problemas y valores en materia de recursos que deban tenerse en cuenta para crear mecanismos que fomenten un aprovechamiento eficaz y ecol¢gicamente racional de los recursos; b) Crear organismos de planificaci¢n agr¡cola en los planos nacional y local que se encarguen de determinar prioridades, canalizar recursos y ejecutar programas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.37 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Crear y reforzar actividades de planificaci¢n, ordenaci¢n, educaci¢n e informaci¢n sobre el uso de las tierras agr¡colas y de los recursos de tierras, en los planos nacional y local; b) Constituir y mantener grupos de planificaci¢n, ordenaci¢n y conservaci¢n de los recursos de tierras agr¡colas a nivel de distrito y de aldea para ayudar a determinar los problemas, elaborar soluciones tcnicas y de gesti¢n, y ejecutar proyectos. b) Datos e informaci¢n 14.38 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Reunir, observar constantemente, actualizar y difundir informaci¢n, siempre que sea posible, sobre el aprovechamiento de los recursos naturales y las condiciones de vida, el clima, los factores h¡dricos y relacionados con el suelo, y sobre el uso de la tierra, la distribuci¢n de la cubierta vegetal y las especies animales, la utilizaci¢n de las plantas silvestres, los sistemas de producci¢n y su rendimiento, los costos y precios, y las consideraciones de orden social y cultural que afecten el uso de las tierras agr¡colas y las tierras adyacentes; b) Establecer programas para proporcionar informaci¢n, fomentar el debate y estimular la formaci¢n de grupos de gesti¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.39 Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales competentes deber¡an: a) Reforzar los grupos de trabajo tcnicos internacionales, regionales y subregionales o crear otros nuevos, dot ndolos de mandatos y presupuestos establecidos expresamente para promover el aprovechamiento integrado de los recursos de tierras agr¡colas, la planificaci¢n, la reuni¢n de datos, la difusi¢n de modelos de simulaci¢n de la producci¢n y la difusi¢n de informaci¢n en esta materia; b) Concebir metodolog¡as internacionalmente aceptables para el establecimiento de bases de datos, la descripci¢n de usos de la tierra y la optimizaci¢n de los objetivos m£ltiples. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.40 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.700 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 250 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.41 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Crear bases de datos y sistemas de informaci¢n geogr fica para el almacenamiento y la presentaci¢n visual de informaci¢n f¡sica, social y econ¢mica relativa a la agricultura, y la definici¢n de zonas ecol¢gicas y zonas de desarrollo; b) Seleccionar combinaciones de sistemas de producci¢n y uso de las tierras adecuadas para las unidades de tierras mediante procedimientos de optimizaci¢n de los objetivos m£ltiples, y reforzar los sistemas de suministro y la participaci¢n de la comunidad local; c) Fomentar la planificaci¢n integrada a nivel de la cuenca hidrogr fica y de la superficie cultivada para reducir la prdida de suelos y proteger los recursos h¡dricos de superficie y subterr neos contra la contaminaci¢n qu¡mica. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.42 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Impartir capacitaci¢n a profesionales y a grupos de planificaci¢n en los planos nacional, de distrito y de aldea, mediante cursos de formaci¢n acadmica y no acadmica, viajes e interacci¢n; b) Generar debates en todos los niveles sobre cuestiones de pol¡tica, desarrollo y medio ambiente relacionadas con el uso y la ordenaci¢n de las tierras agr¡colas, mediante programas de medios de informaci¢n, conferencias y seminarios. d) Aumento de la capacidad 14.43 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Crear dependencias de cartograf¡a y planificaci¢n de los recursos de tierras en los planos nacional, de distrito y de aldea, para que sirvan de puntos de coordinaci¢n y de enlace entre las instituciones y las disciplinas y entre el gobierno y las personas; b) Crear o reforzar instituciones gubernamentales e internacionales encargadas del estudio, la ordenaci¢n y el aprovechamiento de los recursos agr¡colas; racionalizar y reforzar los marcos jur¡dicos; y proporcionar equipo y asistencia tcnica. E. Conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras Bases para la acci¢n 14.44 La degradaci¢n de las tierras es el problema ambiental m s importante con que se enfrentan tanto los pa¡ses desarrollados como los pa¡ses en desarrollo. El problema de la erosi¢n de los suelos es particularmente agudo en los pa¡ses en desarrollo, en tanto que los problemas de salinizaci¢n, anegamiento, contaminaci¢n del suelo y prdida de fertilidad del suelo aumentan en todos los pa¡ses. La degradaci¢n de las tierras es grave porque la productividad de vastas zonas est disminuyendo precisamente en un momento en que aumenta r pidamente la poblaci¢n y se acrecienta la demanda de tierras para producir m s alimentos, fibras y combustible. Los esfuerzos desplegados para luchar contra la degradaci¢n de las tierras, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, han tenido hasta ahora s¢lo un xito limitado. Se necesitan programas nacionales y regionales bien concebidos y a largo plazo de conservaci¢n y rehabilitaci¢n de las tierras, junto con un decidido apoyo pol¡tico y una financiaci¢n adecuada. Aunque la planificaci¢n del uso de las tierras y su zonificaci¢n debieran aportar soluciones a largo plazo al problema de la degradaci¢n, es urgente detener sta e iniciar programas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n en las zonas m s cr¡ticamente afectadas y vulnerables. Objetivos 14.45 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para el a¤o 2000, iniciar o examinar, seg£n proceda, estudios nacionales sobre recursos de tierras, con pormenores sobre el lugar, la extensi¢n y la gravedad de la degradaci¢n de las tierras; b) Preparar y poner en pr ctica pol¡ticas y programas amplios para la recuperaci¢n de las tierras degradadas y la conservaci¢n de las zonas en peligro, as¡ como mejorar la planificaci¢n general, la ordenaci¢n y el aprovechamiento de los recursos de tierras y conservar la fertilidad del suelo para lograr un desarrollo agr¡cola sostenible. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.46 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar y ejecutar programas para suprimir y resolver las causas f¡sicas, sociales y econ¢micas de la degradaci¢n de las tierras, como el rgimen de tenencia de la tierra, los sistemas de comercio inadecuados y los sistemas de fijaci¢n de precios agr¡colas, que conducen a una ordenaci¢n inadecuada de las tierras; b) Proporcionar incentivos y, cuando proceda y sea posible, recursos para la participaci¢n de las comunidades locales en la planificaci¢n, ejecuci¢n y mantenimiento de sus propios programas de conservaci¢n y bonificaci¢n de las tierras; c) Elaborar y ejecutar programas de rehabilitaci¢n de las tierras degradadas por el anegamiento y la salinidad; d) Elaborar y ejecutar programas para el aprovechamiento progresivo de las tierras no cultivadas con posibilidades de explotaci¢n agr¡cola de manera sostenible. b) Datos e informaci¢n 14.47 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Realizar estudios peri¢dicos para evaluar la extensi¢n y el estado de sus recursos de tierras; b) Establecer bases de datos nacionales sobre recursos de tierras y fortalecer las existentes, en las que se deber indicar el lugar, la extensi¢n y la gravedad de la degradaci¢n de las tierras, as¡ como las zonas en peligro, y evaluar la marcha de los programas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n iniciados en relaci¢n con ella; c) Reunir y conservar informaci¢n sobre pr cticas aut¢ctonas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n y sistemas de explotaci¢n agr¡cola, que sirva de base para los programas de investigaci¢n y extensi¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.48 Los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones regionales y las organizaciones no gubernamentales competentes deber¡an: a) Elaborar programas prioritarios de conservaci¢n y rehabilitaci¢n que incluyan servicios de asesoramiento a los gobiernos y las organizaciones regionales; b) Establecer redes regionales y subregionales para que cient¡ficos y tcnicos puedan intercambiar experiencias, elaborar programas conjuntos y difundir tecnolog¡as de probado xito sobre conservaci¢n y rehabilitaci¢n de las tierras. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.49 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 5.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 800 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.50 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an ayudar a las comunidades de familias campesinas a investigar y fomentar tecnolog¡as y sistemas de explotaci¢n agr¡cola adecuados para el lugar, que permitan conservar y rehabilitar las tierras, y aumentar al mismo tiempo la producci¢n agr¡cola, entre ellos la agrosilvicultura orientada hacia la conservaci¢n, el cultivo en terrazas y el cultivo mixto. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.51 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an impartir capacitaci¢n al personal sobre el terreno y a los usuarios de las tierras en la utilizaci¢n de tcnicas aut¢ctonas y modernas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n, y establecer centros de formaci¢n para el personal que lleva a cabo labores de extensi¢n y para los usuarios de las tierras. d) Aumento de la capacidad 14.52 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar y reforzar la capacidad de las instituciones nacionales de investigaci¢n para determinar y aplicar pr cticas eficaces de conservaci¢n y rehabilitaci¢n que sean apropiadas para las condiciones f¡sicas y socioecon¢micas de los usuarios de las tierras; b) Coordinar todas las pol¡ticas, las estrategias y los programas de conservaci¢n y rehabilitaci¢n de tierras, con los programas en curso conexos, como los programas nacionales de acci¢n sobre el medio ambiente, el Plan de acci¢n de las selvas tropicales y los programas nacionales de desarrollo. F. Agua para la producci¢n sostenible de alimentos y el desarrollo rural sostenible 14.53 Esta rea de programas forma parte del cap¡tulo 18 (Protecci¢n de la calidad y el suministro de recursos de agua dulce), rea de programas F. G. Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos fitogenticos para la producci¢n de alimentos y la agricultura sostenible Bases para la acci¢n 14.54 Los recursos fitogenticos que se utilizan en la agricultura son un elemento esencial para atender a las necesidades futuras de alimentos. Las amenazas que se ciernen sobre esos recursos van en aumento y los esfuerzos desplegados para conservar, mejorar y aprovechar la diversidad gentica no cuentan con la financiaci¢n ni el personal necesarios. La seguridad de muchos de los bancos de genes es inadecuada y, en algunos casos, la prdida de diversidad fitogentica en esos bancos es tan grande como sobre el terreno. 14.55 El objetivo primordial consiste en salvaguardar los recursos genticos mundiales, preserv ndolos para que puedan utilizarse en forma sostenible. Esto incluye la adopci¢n de medidas que faciliten la conservaci¢n y el uso de los recursos fitogenticos, la creaci¢n de redes de zonas de conservaci¢n in situ y la utilizaci¢n de instrumentos, como, por ejemplo, las colecciones ex situ y los bancos de plasma germinal. Cabr¡a hacer especial hincapi en el desarrollo de la capacidad local para la caracterizaci¢n, evaluaci¢n y utilizaci¢n de los recursos fitogenticos para la agricultura, especialmente para los cultivos menores y otras especies para cultivos alimentarios y de otro tipo utilizadas poco o nada, entre ellas especies arb¢reas para la agrosilvicultura. Las actividades subsiguientes podr¡an orientarse hacia la consolidaci¢n y gesti¢n eficiente de las redes de zonas de conservaci¢n in situ y el uso de instrumentos como, por ejemplo, las colecciones ex situ y los bancos de plasma germinal. 14.56 Los mecanismos nacionales e internacionales existentes adolecen de importantes disparidades y deficiencias en lo que respecta a su capacidad de evaluar, estudiar, vigilar y utilizar los recursos fitogenticos para aumentar la producci¢n de alimentos. La capacidad, las estructuras y los programas existentes son en general inadecuados y su financiaci¢n dista de ser suficiente. Hay un desgaste gentico de ciertas especies de cultivos de incalculable valor. La diversidad actual de las especies de cultivos no se utiliza hasta donde es posible hacerlo para aumentar la producci¢n de alimentos en forma sostenible 4/. Objetivos 14.57 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Terminar cuanto antes la primera regeneraci¢n y duplicaci¢n segura de todas las colecciones ex situ existentes en el mundo entero; b) Reunir y estudiar plantas £tiles para aumentar la producci¢n de alimentos, mediante la realizaci¢n de actividades conjuntas, entre ellas las de formaci¢n, en el marco de redes de instituciones cooperadoras; c) A m s tardar en el a¤o 2000, adoptar pol¡ticas y fortalecer o establecer programas de conservaci¢n y uso sostenible in situ, en las explotaciones agr¡colas y ex situ, de los recursos fitogenticos para la agricultura, integrado todo ello en estrategias y programas de agricultura sostenible; d) Tomar medidas adecuadas para lograr una distribuci¢n justa y equitativa de los beneficios y resultados de las actividades de investigaci¢n y desarrollo en gentica vegetal entre las fuentes y los usuarios de los recursos fitogenticos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.58 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar y reforzar la capacidad institucional, las estructuras y los programas para la conservaci¢n y el empleo de los recursos fitogenticos para la agricultura; b) Reforzar la investigaci¢n por el sector p£blico de la utilizaci¢n de los recursos fitogenticos para la agricultura, con miras a lograr los objetivos de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles; c) Establecer servicios de multiplicaci¢n/propagaci¢n, intercambio y difusi¢n de recursos fitogenticos para la agricultura (semillas y plantones), sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, y supervisar, controlar y evaluar la introducci¢n de plantas; d) Preparar planes o programas de acci¢n prioritaria relativos a la conservaci¢n y el uso sostenible de los recursos fitogenticos para la agricultura basados, seg£n proceda, en estudios nacionales sobre los recursos fitogenticos para la agricultura; e) Promover la diversificaci¢n de cultivos en los sistemas agr¡colas en que corresponda, incluidas nuevas plantas con valor potencial como cultivos alimentarios; f) Promover la utilizaci¢n de plantas y cultivos poco conocidos, pero potencialmente aprovechables, as¡ como las investigaciones sobre el particular; g) Fortalecer la capacidad de los pa¡ses para utilizar los recursos fitogenticos para la agricultura, as¡ como su capacidad en gentica vegetal y en la producci¢n de semillas, tanto en las instituciones especializadas como en las comunidades agr¡colas. b) Datos e informaci¢n 14.59 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar estrategias para la creaci¢n de redes de zonas de conservaci¢n in situ y la utilizaci¢n de instrumentos, como, por ejemplo, las colecciones ex situ en las explotaciones agr¡colas, los bancos de plasma germinal y las tecnolog¡as del caso; b) Establecer redes de colecciones b sicas ex situ; c) Preparar informes peri¢dicos sobre la situaci¢n mundial de los recursos fitogenticos para la agricultura utilizando los sistemas y procedimientos existentes; d) Caracterizar y evaluar el material reunido sobre recursos fitogenticos para la agricultura; divulgar informaci¢n para facilitar el uso de las colecciones de esos recursos; y evaluar la variaci¢n gentica de las colecciones. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.60 Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales pertinentes deber¡an: a) Reforzar el sistema mundial de conservaci¢n y empleo sostenible de recursos fitogenticos para la agricultura mediante, entre otras cosas, la aceleraci¢n del proceso de elaboraci¢n del Sistema mundial de informaci¢n y alerta a fin de facilitar el intercambio de informaci¢n; establecer medios de promover la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales, en particular a los pa¡ses en desarrollo; y tomar nuevas medidas para hacer realidad los derechos del agricultor; b) Establecer redes subregionales, regionales y mundiales de recursos fitogenticos para la agricultura en zonas protegidas in situ; c) Preparar informes peri¢dicos de la situaci¢n mundial en materia de recursos fitogenticos para la agricultura; d) Preparar un plan rotatorio de cooperaci¢n mundial en la esfera de los recursos fitogenticos para la agricultura; e) Promover la celebraci¢n, en 1994, de la cuarta Conferencia tcnica internacional sobre la conservaci¢n y el uso sostenible de los recursos fitogenticos para la agricultura, que habr de aprobar el primer informe sobre la situaci¢n mundial y el primer plan de acci¢n mundial de conservaci¢n y empleo sostenible de recursos fitogenticos para la agricultura; f) Ajustar el Sistema mundial de conservaci¢n y empleo sostenible de recursos fitogenticos para la agricultura a los resultados de las negociaciones relativas a un convenio sobre la diversidad biol¢gica. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.61 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 600 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 300 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.62 Los gobiernos al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Desarrollar la investigaci¢n cient¡fica b sica en sectores como la clasificaci¢n de plantas y la fitogeograf¡a, utilizando tcnicas recientes como la inform tica, la gentica molecular y la crioconservaci¢n in vitro; b) Elaborar importantes proyectos de colaboraci¢n entre los programas de investigaci¢n de los pa¡ses desarrollados y los pa¡ses en desarrollo, especialmente para mejorar los cultivos poco conocidos o descuidados; c) Fomentar tecnolog¡as rentables para mantener series duplicadas de colecciones ex situ, (que tambin puedan utilizar las comunidades locales); d) Fomentar nuevas ciencias de conservaci¢n en relaci¢n con la conservaci¢n in situ, y medios tcnicos para vincularla con las actividades de conservaci¢n ex situ. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.63 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover programas de formaci¢n a nivel universitario y de posgrado en ciencias de la conservaci¢n, para la administraci¢n de servicios sobre recursos fitogenticos para la agricultura y para la formulaci¢n y ejecuci¢n de programas nacionales sobre dichos recursos; b) Dar a conocer mejor los servicios de extensi¢n agr¡cola con el fin de vincular las actividades sobre recursos fitogenticos para la agricultura con las comunidades de usuarios; c) Preparar materiales did cticos para promover la conservaci¢n y utilizaci¢n de los recursos fitogenticos para la agricultura en el plano local. d) Aumento de la capacidad 14.64 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an elaborar pol¡ticas de alcance nacional para conferir un rgimen jur¡dico a los recursos fitogenticos para la agricultura y reforzar sus aspectos legales, as¡ como comprometer fondos a largo plazo para financiar las colecciones de plasma germinal y la ejecuci¢n de actividades en relaci¢n con esos recursos. H. Conservaci¢n y utilizaci¢n sostenible de los recursos zoogenticos para la agricultura sostenible Bases para la acci¢n 14.65 La necesidad de aumentar la cantidad y la calidad de los productos de origen animal y de los animales de tiro exige la conservaci¢n de la actual diversidad de razas de animales para atender a las necesidades futuras, entre ellas las de la biotecnolog¡a. Algunas variedades locales de animales, adem s de su valor sociocultural poseen singulares caracter¡sticas de adaptaci¢n, resistencia a las enfermedades y formas de uso concretas que debieran preservarse. Esas variedades locales est n hoy amenazadas de extinci¢n como consecuencia de la introducci¢n de razas ex¢ticas y de la modificaci¢n de los sistemas de producci¢n ganadera. Objetivos 14.66 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Enumerar y describir todas las razas de ganado utilizadas en la producci¢n pecuaria en la forma m s amplia posible y comenzar un programa de acci¢n decenal; b) Establecer programas de acci¢n orientados hacia la determinaci¢n de las razas en peligro, y de la naturaleza de los peligros y las medidas de preservaci¢n adecuadas; c) Establecer y aplicar programas de desarrollo de razas aut¢ctonas con miras a garantizar su supervivencia y a evitar el riesgo de que sean reemplazadas mediante programas de sustituci¢n o de cruce de razas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.67 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar planes de preservaci¢n de razas de animales para las poblaciones en peligro mediante, entre otras cosas, la formaci¢n de colecciones y el almacenamiento de semen y embriones, la conservaci¢n del ganado aut¢ctono centrada en la finca, o la preservaci¢n in situ; b) Planificar y poner en marcha estrategias de desarrollo de especies; c) Seleccionar poblaciones aut¢ctonas sobre la base de su importancia regional y su exclusividad gentica, para un programa decenal, seguido de la selecci¢n de una serie adicional de razas aut¢ctonas para desarrollarlas. b) Datos e informaci¢n 14.68 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an preparar y finalizar inventarios nacionales de los recursos zoogenticos disponibles. Convendr¡a dar prioridad al almacenamiento criognico sobre la caracterizaci¢n y la evaluaci¢n. Se prestar¡a especial atenci¢n a la capacitaci¢n de personal nacional en tcnicas de conservaci¢n y evaluaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.69 Los organismos de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales y regionales competentes deber¡an: a) Promover el establecimiento de bancos regionales de genes en la medida en que ello se justifique, sobre la base de los principios de la cooperaci¢n tcnica entre pa¡ses en desarrollo; b) Procesar, almacenar y analizar datos zoogenticos en el plano mundial, lo que incluir¡a el establecimiento de una lista de vigilancia mundial y de un sistema de alerta temprana sobre razas en peligro; la evaluaci¢n mundial de la orientaci¢n cient¡fica e intergubernamental del programa y el examen de las actividades regionales y nacionales; el desarrollo de metodolog¡as, normas y reglas (incluidos acuerdos internacionales); el seguimiento de su puesta en pr ctica; y la prestaci¢n de la asistencia tcnica y financiera correspondiente; c) Preparar y publicar una base de datos amplia sobre los recursos zoogenticos, en que se haga una descripci¢n de cada raza, su origen y su relaci¢n con otras razas y se indiquen el tama¤o efectivo de su poblaci¢n y un conjunto limitado de caracter¡sticas biol¢gicas y de producci¢n; d) Preparar y publicar una lista de vigilancia mundial sobre especies de animales de granja en peligro, que permita a los gobiernos tomar medidas orientadas a preservar las razas en peligro y recabar asistencia tcnica, cuando sea necesario. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.70 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 100 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.71 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Utilizar bancos de datos computadorizados y cuestionarios para preparar un inventario mundial y una lista de vigilancia mundial; b) Utilizar el almacenamiento criognico de plasma germinal para preservar las razas que corren grave peligro y otros materiales a partir de los cuales se puedan reconstruir genes. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.72 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Patrocinar cursos de capacitaci¢n para nacionales con el fin de obtener los conocimientos necesarios para la reuni¢n y el tratamiento de datos y para el muestreo de material gentico; b) Capacitar a los cient¡ficos y al personal directivo para establecer una base de informaci¢n sobre razas de ganado aut¢ctonas y promover programas de desarrollo y conservaci¢n del material gentico pecuario esencial. d) Aumento de la capacidad 14.73 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer en sus pa¡ses medios para la creaci¢n de centros de inseminaci¢n artificial y de establecimientos de cr¡a de aninales in situ; b) Promover programas en sus pa¡ses y la infraestructura f¡sica correspondiente para la conservaci¢n del ganado y el desarrollo de razas, as¡ como para reforzar la capacidad nacional de tomar medidas preventivas cuando haya razas en peligro. I. Lucha integrada contra las plagas agr¡colas Bases para la acci¢n 14.74 Las proyecciones de la demanda mundial de alimentos apuntan hacia un aumento del 50% en el a¤o 2000 y de m s del doble en el 2050. Estimaciones conservadoras cifran las prdidas de cultivos antes y despus de las cosechas debidas a las plagas entre el 25% y el 50%. Las pestes causan tambin elevadas prdidas y en muchas regiones impiden el desarrollo de la ganader¡a. El control de las plagas agr¡colas mediante productos qu¡micos ha sido el factor dominante hasta ahora, pero su abusiva utilizaci¢n tiene efectos perjudiciales en los presupuestos agr¡colas, la salud humana y el medio ambiente, as¡ como en el comercio internacional. Siguen apareciendo nuevos problemas relacionados con las plagas. La lucha integrada de las plagas, que combina tcnicas biol¢gicas, resistencia gentica y pr cticas agr¡colas adecuadas y reduce al m¡nimo la utilizaci¢n de plaguicidas, constituye la mejor soluci¢n para el futuro, ya que garantiza rendimientos, reduce costos, es ambientalmente inocua y contribuye a que la agricultura sea sostenible. La lucha integrada contra las plagas deber¡a correr pareja con una utilizaci¢n apropiada de los plaguicidas que permita su regulaci¢n y control, incluso en el comercio, as¡ como su manejo y eliminaci¢n seguros, especialmente de los muy t¢xicos y de efectos duraderos. Objetivos 14.75 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para el a¤o 2000, establecer o mejorar los servicios de protecci¢n fitosanitaria y zoosanitaria, incluidos los mecanismos para controlar la distribuci¢n y el empleo de plaguicidas; y aplicar el C¢digo Internacional de Conducta para la Distribuci¢n y la Utilizaci¢n de Plaguicidas; b) Mejorar y ejecutar programas para poner al alcance de los agricultores las tcnicas de lucha integrada contra las plagas, mediante asociaciones de agricultores, servicios de extensi¢n e instituciones de investigaci¢n; c) A m s tardar en 1998, establecer redes operativas e interactivas entre agricultores, investigadores y servicios de extensi¢n para fomentar y desarrollar tcnicas de lucha integrada contra las plagas. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.76 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Examinar y reformar las pol¡ticas nacionales y los mecanismos que velen por la utilizaci¢n segura y adecuada de plaguicidas, por ejemplo, fijaci¢n de sus precios, brigadas para combatir las plagas, estructura de precios de los insumos y productos y pol¡ticas y planes de acci¢n integrados de lucha contra las plagas; b) Crear y adoptar sistemas de lucha eficientes para vigilar y controlar la incidencia de las plagas y las enfermedades en la agricultura y la distribuci¢n y el uso de plaguicidas en el plano nacional; c) Fomentar la investigaci¢n y el desarrollo de plaguicidas de acci¢n concreta y de f cil degradaci¢n en elementos inocuos despus de su uso; d) Velar por que las etiquetas de los plaguicidas proporcionen a los agricultores instrucciones claras sobre el manejo, la aplicaci¢n y la eliminaci¢n seguros del producto. b) Datos e informaci¢n 14.77 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Consolidar y armonizar la informaci¢n y los programas existentes sobre la utilizaci¢n de plaguicidas prohibidos o muy restringidos en diferentes pa¡ses; b) Consolidar, reunir, documentar y difundir informaci¢n sobre agentes de control biol¢gico y plaguicidas org nicos, as¡ como conocimientos y aptitudes tradicionales y no tradicionales sobre otros medios no qu¡micos de lucha contra las plagas; c) Realizar estudios nacionales para establecer la informaci¢n de referencia sobre la utilizaci¢n de plaguicidas en el pa¡s y los efectos secundarios para la salud humana y el medio ambiente e iniciar campa¤as de educaci¢n adecuadas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.78 Los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales competentes deber¡an: a) Crear un sistema de reuni¢n, an lisis y difusi¢n de datos sobre la cantidad y la calidad de los plaguicidas utilizados anualmente y sus efectos en la salud humana y en el medio ambiente; b) Reforzar los proyectos regionales interdisciplinarios y establecer redes de lucha integrada contra las plagas para demostrar los beneficios sociales, econ¢micos y ambientales de la lucha integrada contra las plagas para los alimentos y los cultivos comerciales en la agricultura; c) Elaborar un plan de lucha integrada contra las plagas que sea adecuado y comprenda la selecci¢n de diversos medios biol¢gicos, f¡sicos y culturales de lucha, as¡ como qu¡micos, teniendo en cuenta las condiciones concretas de cada regi¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.79 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.900 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 285 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.80 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an realizar investigaciones en el sector agr¡cola sobre el desarrollo de otras tecnolog¡as no qu¡micas de lucha contra las plagas. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.81 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Preparar y realizar programas de formaci¢n sobre mtodos y tcnicas para la lucha integrada contra las plagas y el control de la utilizaci¢n de plaguicidas, para informar a autoridades, investigadores, organizaciones no gubernamentales y agricultores; b) Formar agentes de extensi¢n agr¡cola y hacer que las agrupaciones de agricultores y de mujeres participen en la adopci¢n de medios de saneamiento de las cosechas y otras formas no qu¡micas de lucha contra las plagas en la agricultura. d) Aumento de la capacidad 14.82 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an dotar a las dependencias de la administraci¢n p£blica y los ¢rganos reguladores de m s capacidad para el control de los plaguicidas y la transferencia de tecnolog¡as para la lucha integrada contra las plagas. J. Nutrici¢n sostenible de las plantas para aumentar la producci¢n de alimentos Bases para la acci¢n 14.83 El agotamiento de los nutrientes de las plantas es un problema grave, pues reduce la fertilidad del suelo, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo. Para mantener la productividad del suelo puede resultar £til poner en pr ctica los programas de la FAO de nutrici¢n sostenible de las plantas. En el Africa al sur del S hara, las prdidas de nutrientes de todas las fuentes exceden en la actualidad los insumos en una proporci¢n de tres o cuatro a uno; se estima que la prdida neta es de unos 10 millones de toneladas mtricas al a¤o, lo que hace que se cultiven m s tierras marginales y ecosistemas naturales fr giles, dando as¡ lugar a una mayor degradaci¢n de los suelos y a otros problemas ambientales. El criterio integrado de nutrici¢n de las plantas persigue la finalidad de asegurar un suministro sostenible de nutrientes a las plantas a fin de aumentar los futuros rendimientos sin perjudicar el medio ambiente, y de mantener la productividad del suelo. 14.84 En muchos pa¡ses en desarrollo, las tasas de crecimiento demogr fico rebasan el 3% anual, y la producci¢n agr¡cola es inferior a la demanda de alimentos. En esos pa¡ses debe perseguirse el objetivo de aumentar la producci¢n agr¡cola al menos un 4% al a¤o, sin destruir la fertilidad del suelo. Para ello habr que aumentar la producci¢n agr¡cola en zonas de gran capacidad potencial mediante la utilizaci¢n eficaz de insumos. Ser esencial disponer de mano de obra calificada, suministro de energ¡a, instrumentos y tecnolog¡as adaptados, nutrientes de las plantas y enriquecimiento del suelo. Objetivos 14.85 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para el a¤o 2000, formular y aplicar en todos los pa¡ses el criterio integrado de nutrici¢n de las plantas y optimizar la disponibilidad de fertilizantes y otras fuentes de nutrientes de las plantas; b) Para el a¤o 2000, establecer y mantener la infraestructura institucional y humana requerida para mejorar la adopci¢n de decisiones eficaces sobre la productividad del suelo; c) Reunir conocimientos tcnicos en los planos nacional e internacional para informar a los agricultores, los agentes de extensi¢n agr¡cola, los planificadores y los encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas sobre las tecnolog¡as y las estrategias ecol¢gicamente racionales de ordenaci¢n de la fertilidad del suelo, tanto existentes como nuevas, para su aplicaci¢n en el fomento de la agricultura sostenible. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.86 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Formular y aplicar estrategias que ayuden a mantener la fertilidad del suelo con el fin de atender a las necesidades de una producci¢n agr¡cola sostenible y ajustar en consecuencia los instrumentos pertinentes de pol¡tica agr¡cola; b) Integrar las fuentes org nicas e inorg nicas de nutrientes de las plantas en un sistema para mantener la fertilidad del suelo y determinar las necesidades de fertilizantes minerales; c) Determinar las necesidades de nutrientes de las plantas y estrategias de suministros y optimizar el uso de fuentes org naicas e inorg nicas, seg£n proceda, para aumentar la eficiencia y la producci¢n de la agricultura; d) Adoptar procedimientos, y fomentar su uso, para reciclar los desechos org nicos e inorg nicos en la estructura del suelo sin da¤ar el medio ambiente, el crecimiento de las plantas y la salud humana. b) Datos e informaci¢n 14.87 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Definir "cuentas nacionales" de nutrientes de las plantas, que comprendan los suministros (insumos) y las prdidas (productos), y preparar balances y proyecciones por sistema de cultivo; b) Examinar las posibilidades tcnicas y econ¢micas de las fuentes de nutrientes de las plantas, entre ellas, dep¢sitos nacionales, mejores suministros org nicos, reciclaje, desechos, capas superficiales del suelo formadas por materia org nica desechada y fijaci¢n biol¢gica del nitr¢geno. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.88 Los organismos de las Naciones Unidas competentes, como la FAO, los institutos internacionales de investigaci¢n agr¡cola y las organizaciones no gubernamentales deber¡an realizar campa¤as publicitarias y de informaci¢n sobre el criterio integrado de nutrici¢n de las plantas, el grado de productividad del suelo y su relaci¢n con el medio ambiente. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.89 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 3.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 475 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.90 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Elaborar tecnolog¡as de aplicaci¢n en sitios concretos en lugares que sirvan de referencia y explotaciones agr¡colas que correspondan a las condiciones socioecon¢micas y ecol¢gicas prevalecientes mediante investigaciones en las que participe plenamente la poblaci¢n local; b) Reforzar la investigaci¢n internacional interdisciplinaria y la transferencia de tecnolog¡a para la investigaci¢n de sistemas de cultivo y de cosecha, el mejoramiento de las tcnicas de producci¢n de biomasa in situ, la gesti¢n de los residuos org nicos y las tecnolog¡as de agrosilvicultura. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.91 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Capacitar a agentes de extensi¢n agr¡cola e investigadores en gesti¢n de los nutrientes de las plantas, sistemas de cultivo y de cosecha, y en la evaluaci¢n econ¢mica de los efectos de los nutrientes de las plantas; b) Capacitar a agrupaciones de agricultores y de mujeres en la gesti¢n de los nutrientes de las plantas, insistiendo especialmente en la m xima conservaci¢n y producci¢n del suelo. d) Aumento de la capacidad 14.92 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer mecanismos institucionales adecuados para la formulaci¢n de pol¡ticas con el fin de vigilar y orientar la aplicaci¢n de programas integrados de nutrici¢n de las plantas mediante un proceso interactivo en el que intervengan agricultores, investigadores, servicios de extensi¢n y otros sectores de la sociedad; b) Cuando proceda, reforzar los servicios de asesoramiento existentes y dar formaci¢n al personal, desarrollar y ensayar nuevas tecnolog¡as y facilitar la adopci¢n de pr cticas encaminadas a alcanzar y mantener la plena productividad de las tierras. K. Transici¢n a la energ¡a rural para mejorar la productividad Bases para la acci¢n 14.93 El suministro de energ¡a en muchos pa¡ses no est en consonancia con sus necesidades de desarrollo y es sumamente costoso e inestable. En las zonas rurales de los pa¡ses en desarrollo, las principales fuentes de energ¡a son la le¤a, los residuos de las cosechas y el estircol, junto con la energ¡a animal y humana. Se requieren aportaciones m s intensas de energ¡a para lograr una mayor productividad y para generar m s ingresos. Las pol¡ticas y tecnolog¡as rurales en materia de energ¡a debieran promover a tal efecto una combinaci¢n de fuentes f¢siles y renovables de energ¡a que sea econ¢micamente eficaz y sostenible y garantice un desarrollo agr¡cola asimismo sostenible. Las zonas rurales suministran energ¡a en forma de le¤a. Se est a£n muy lejos de aprovechar plenamente las posibilidades de la agricultura y la agrosilvicultura, as¡ como de los recursos de propiedad com£n, como las fuentes de energ¡a renovables. La consecuci¢n de un desarrollo rural sostenible est ¡ntimamente ligada a las modalidades de la demanda y la oferta de energ¡a 5/. Objetivos 14.94 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Para el a¤o 2000 a m s tardar, iniciar y fomentar un proceso ecol¢gicamente racional de transici¢n de la energ¡a en comunidades rurales, para pasar de fuentes de energ¡a no sostenibles a fuentes de energ¡a estructuradas y diversificadas mediante el aprovechamiento de otras fuentes de energ¡a nuevas y renovables; b) Aumentar los insumos de energ¡a para atender a las necesidades de las familias de los sectores rural y agroindustrial mediante la planificaci¢n y la transferencia y el desarrollo de tecnolog¡a apropiada; c) Ejecutar programas rurales aut¢nomos que faciliten el desarrollo sostenible de las fuentes de energ¡a renovables y el aumento de la eficiencia energtica. Actividades a) Actividades de gesti¢n 14.95 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover planes y proyectos experimentales sobre energ¡a elctrica, mec nica y trmica (gasificadores, biomasa, secadores por energ¡a solar, bombas e¢licas y sistemas de combusti¢n) que sean apropiados y puedan ser adecuadamente mantenidos; b) Iniciar y fomentar programas de energ¡a rural respaldados por actividades de formaci¢n tcnica, servicios bancarios y por la infraestructura conexa; c) Intensificar la investigaci¢n y el desarrollo, la diversificaci¢n y la conservaci¢n de la energ¡a, teniendo en cuenta la necesidad de un uso eficiente y una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional. b) Datos e informaci¢n 14.96 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Reunir y difundir datos sobre las estructuras de la oferta y la demanda de energ¡a rural en funci¢n de las necesidades de energ¡a de los hogares, la agricultura y la agroindustria; b) Analizar los datos sectoriales sobre energ¡a y producci¢n con el fin de determinar las necesidades de energ¡a del sector rural. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 14.97 Los organismos de la Naciones Unidas y las organizaciones regionales competentes apropiados, aprovechando la experiencia y la informaci¢n disponible de las organizaciones no gubernamentales en esta esfera, deber¡an intercambiar experiencias nacionales y regionales sobre metodolog¡as de planificaci¢n de la energ¡a rural con el fin de fomentar una planificaci¢n eficiente y de seleccionar las tecnolog¡as m s rentables. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 14.98 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.800 millones de d¢lares por a¤o, incluidos alrededor de 265 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 14.99 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Intensificar la investigaci¢n de los sectores p£blico y privado de los pa¡ses en desarrollo y los pa¡ses industrializados sobre las fuentes renovables de energ¡a para la agricultura; b) Realizar investigaciones y transferir tecnolog¡as relativas a la energ¡a de la biomasa y la energ¡a solar para la producci¢n agr¡cola y las actividades posteriores a las cosechas. c) Desarrollo de los recursos humanos 14.100 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an crear una mayor conciencia p£blica de los problemas de la energ¡a rural, resaltando las ventajas econ¢micas y ambientales de las fuentes renovables de energ¡a. d) Aumento de la capacidad 14.101 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer mecanismos institucionales nacionales de planificaci¢n y gesti¢n de la energ¡a rural que aumenten la productividad agr¡cola y alcancen a las aldeas y a los hogares; b) Reforzar los servicios de extensi¢n y las organizaciones locales para ejecutar planes y programas de fuentes de energ¡a nuevas y renovables en las aldeas. L. Evaluaci¢n de los efectos sobre las plantas y los animales de la radiaci¢n ultravioleta causada por el agotamiento de la capa de ozono estratosfrico Bases para la acci¢n 14.102 El aumento de la radiaci¢n ultravioleta como consecuencia del agotamiento de la capa de ozono estratosfrico es un fen¢meno que se ha registrado en diferentes regiones del mundo, sobre todo el hemisferio austral. Por consiguiente, es importante evaluar esos efectos sobre las plantas y los animales, as¡ como sobre el desarrollo agr¡cola sostenible. Objetivo 14.103 El objetivo de esta rea de programas es realizar investigaciones para determinar los efectos del aumento de la radiaci¢n ultravioleta debido al agotamiento de la capa de ozono estratosfrico que rodea la Tierra, determinar asimismo sus efectos sobre las plantas y los animales de las regiones afectadas, as¡ como sus repercusiones en la agricultura, y elaborar, seg£n proceda, estrategias para mitigar sus efectos perjudiciales. Actividades Actividades de gesti¢n 14.104 En las regiones afectadas, los gobiernos al nivel apropiado y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an tomar las medidas necesarias, mediante la cooperaci¢n institucional, para facilitar las investigaciones y las evaluaciones relativas al aumento de la radiaci¢n ultravioleta y su influencia en las plantas y los animales, as¡ como en las actividades agr¡colas, y estudiar la posibilidad de tomar medidas correctivas apropiadas. Notas 1/ Algunas de las cuestiones de esta rea de programas se tratan en el cap¡tulo 3 (Lucha contra la pobreza). 2/ Algunas de las cuestiones de esta rea de programas figuran en el cap¡tulo 8 (Integraci¢n del medio ambiente y el desarrollo de la adopci¢n de decisiones) y en el cap¡tulo 38 (Mecanismos nacionales y cooperaci¢n internacional para aumentar la capacidad nacional en los pa¡ses en desarrollo). 3/ Algunas de las cuestiones se tratan en el cap¡tulo 10 (Enfoque integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras). 4/ Las actividades de esta rea de programas se vinculan con algunas de las actividades del cap¡tulo 15 (Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica). 5/ Las actividades de esta rea de programas se relacionan con algunas de las actividades del cap¡tulo 9 (Protecci¢n de la atm¢sfera). Cap¡tulo 15 CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA INTRODUCCION 15.1 Los objetivos y las actividades del presente cap¡tulo del Programa 21 est n destinados a mejorar la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, as¡ como a apoyar el Convenio sobre la Diversidad Biol¢gica. 15.2 Los bienes y los servicios esenciales de nuestro planeta dependen de la variedad y la variabilidad de los genes, las especies, las poblaciones y los ecosistemas. Los recursos biol¢gicos nos nutren, nos visten y nos proporcionan alojamiento, medicamentos y sustento espiritual. Los ecosistemas naturales de los bosques, las sabanas, las praderas y los pastizales, los desiertos, las tundras, los r¡os, los lagos y los mares contienen la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra. Las tierras de los agricultores y los jardines son tambin de gran importancia como reservas, en tanto que los bancos de genes, los jardines bot nicos, los parques zool¢gicos y otras reservas de plasma germinal aportan una contribuci¢n peque¤a pero importante. El actual empobrecimiento de la biodiversidad es en gran parte resultado de la actividad humana y constituye una grave amenaza para el desarrollo humano. AREA DE PROGRAMAS Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica Bases para la acci¢n 15.3 Pese a los crecientes esfuerzos hechos en el curso de los 20 £ltimos a¤os, ha continuado el proceso de prdida de la diversidad biol¢gica del mundo, principalmente a causa de la destrucci¢n de los h bitat, el cultivo excesivo, la contaminaci¢n y la introducci¢n inadecuada de plantas y animales for neos. Los recursos biol¢gicos constituyen un capital con un gran rendimiento potencial de beneficios sostenibles. Es preciso tomar urgentemente medidas decisivas para conservar y mantener los genes, las especies y los ecosistemas, con miras a la ordenaci¢n y la utilizaci¢n sostenibles de los recursos biol¢gicos. Hay que reforzar en los planos nacional e internacional la capacidad de evaluaci¢n, estudio y observaci¢n sistem tica de la biodiversidad. Se requieren una acci¢n nacional y una cooperaci¢n internacional eficaces para la protecci¢n in situ de los ecosistemas, la conservaci¢n ex situ de los recursos biol¢gicos y genticos y el mejoramiento de las funciones de los ecosistemas. La participaci¢n y el apoyo de las comunidades locales son factores esenciales para el xito de tal enfoque. Los adelantos recientes de la biotecnolog¡a han destacado la capacidad potencial que el material gentico contenido en las plantas, los animales y los microorganismos tiene para la agricultura, la salud y el bienestar, as¡ como para fines ambientales. Al mismo tiempo, es particularmente importante subrayar en este contexto que los Estados tienen el derecho soberano a explotar sus propios recursos biol¢gicos en consonancia con sus pol¡ticas ambientales, as¡ como la responsabilidad de conservar su biodiversidad, de utilizar sus recursos biol¢gicos de manera sostenible y de velar por que las actividades que se realicen bajo su jurisdicci¢n o control no causen da¤os a la biodiversidad biol¢gica de otros Estados o de las zonas situadas fuera de los l¡mites de la jurisdicci¢n nacional. Objetivos 15.4 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de los organismos de las Naciones Unidas y de las organizaciones regionales, intergubernamentales y no gubernamentales competentes, el sector privado y las instituciones financieras, y teniendo en cuenta las poblaciones ind¡genas y sus comunidades, as¡ como los factores sociales y econ¢micos, deber¡an: a) Presionar para la pronta entrada en vigor del Convenio sobre la Diversidad Biol¢gica, con la participaci¢n m s amplia posible; b) Elaborar estrategias nacionales para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; c) Incorporar en las estrategias y los planes nacionales de desarrollo las estrategias de conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; d) Tomar las medidas apropiadas para la distribuci¢n justa y equitativa de los beneficios dimanantes de la investigaci¢n y el desarrollo y de la utilizaci¢n de los recursos biol¢gicos y genticos, as¡ como de la biotecnolog¡a, entre las fuentes de esos recursos y entre quienes los utilicen; e) Llevar a cabo estudios por pa¡ses, seg£n proceda, sobre la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y sobre la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, as¡ como an lisis de los costos y beneficios pertinentes, con particular referencia a los aspectos socioecon¢micos; f) Preparar y actualizar regularmente informes mundiales sobre la biodiversidad bas ndose en las evaluaciones nacionales; g) Reconocer y fomentar los mtodos y los conocimientos tradicionales de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades, haciendo hincapi en la funci¢n particular de la mujer, que sean de inters para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y para la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, y dar a esos grupos la oportunidad de participar en los beneficios econ¢micos y comerciales dimanantes de la utilizaci¢n de tales mtodos y conocimientos tradicionales 1/; h) Poner en pr ctica mecanismos para el mejoramiento, la generaci¢n, el desarrollo y la utilizaci¢n sostenible de la biotecnolog¡a y para su transferencia inocua, particularmente a los pa¡ses en desarrollo, teniendo en cuenta la contribuci¢n potencial de la biotecnolog¡a a la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y a la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos 2/; i) Promover una cooperaci¢n internacional y regional m s amplia para fomentar la comprensi¢n cient¡fica y econ¢mica de la importancia de la biodiversidad y de sus funciones en los ecosistemas; j) Idear medidas y disposiciones para poner en pr ctica el derecho de los pa¡ses de origen de los recursos genticos o los pa¡ses que suministren los recursos genticos, tal como est n definidos en el Convenio sobre la Diversidad Biol¢gica, particularmente los pa¡ses en desarrollo, a beneficiarse del desarrollo biotecnol¢gico y de la utilizaci¢n comercial de los productos derivados de tales recursos 2/, 3/. Actividades a) Actividades de gesti¢n 15.5 Los gobiernos, al nivel que corresponda, en consonancia con las pol¡ticas y las pr cticas nacionales, con la cooperaci¢n de los organismos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones intergubernamentales y con el apoyo de las poblaciones ind¡genas y de sus comunidades, de las organizaciones no gubernamentales y de otros grupos, incluidos los c¡rculos mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al derecho internacional, deber¡an, seg£n proceda: a) Elaborar nuevas estrategias, planes o programas de acci¢n, o reforzar los existentes, para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, teniendo en cuenta la labor de educaci¢n y capacitaci¢n necesaria 4/; b) Incorporar en los planes, programas y pol¡ticas sectoriales o transectoriales pertinentes, las estrategias para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y genticos, prestando particular atenci¢n a la especial importancia de los recursos biol¢gicos y genticos terrestres y acu ticos para la agricultura y la alimentaci¢n 5/; c) Realizar estudios por pa¡ses o utilizar otros mtodos para reconocer los componentes de la diversidad biol¢gica que son importantes para su conservaci¢n y para la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, atribuir valores a los recursos biol¢gicos y genticos, reconocer los procesos y las actividades que tienen considerables repercusiones sobre la diversidad biol¢gica, evaluar las repercusiones econ¢micas potenciales de la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y genticos, y sugerir medidas prioritarias; d) Tomar medidas que constituyan incentivos eficaces en los sectores econ¢mico y social y en otros sectores pertinentes para fomentar la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, as¡ como la promoci¢n de sistemas de producci¢n sostenibles, tales como los mtodos tradicionales de la agricultura, la agrosilvicultura, la silvicultura y la ordenaci¢n de los pastos y de la flora y la fauna silvestres, que utilicen, mantengan o aumenten la biodiversidad 5/; e) Sin perjuicio de la legislaci¢n nacional, tomar medidas para respetar, registrar, proteger y contribuir a aplicar m s ampliamente los conocimientos, las innovaciones y las pr cticas de las comunidades ind¡genas y locales que reflejan los estilos de vida tradicionales para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, con miras a la participaci¢n justa y equitativa en los beneficios consiguientes, y promover la creaci¢n de mecanismos para que esas comunidades, incluidas las mujeres, participen en la conservaci¢n y la gesti¢n de los ecosistemas 1/; f) Realizar investigaciones a largo plazo sobre la importancia de la biodiversidad para el funcionamiento de los ecosistemas y sobre la funci¢n de los ecosistemas en la producci¢n de bienes, servicios ambientales y otros valores que contribuyan a un desarrollo sostenible, prestando particular atenci¢n a la biolog¡a y a la capacidad de reproducci¢n de las especies terrestres y acu ticas clave, entre ellas las especies nativas y las especies cultivadas; las nuevas tcnicas de observaci¢n y de preparaci¢n de inventarios; las condiciones ecol¢gicas necesarias para la conservaci¢n de la biodiversidad y la continuaci¢n de la evoluci¢n, y el comportamiento social y los h bitos de nutrici¢n dependientes de los ecosistemas naturales, en relaci¢n con lo cual las mujeres desempe¤an funciones clave; estos trabajos deber¡an realizarse con la participaci¢n m s amplia posible, especialmente de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades, incluidas las mujeres 1/; g) Tomar medidas, cuando sea necesario, para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica mediante la conservaci¢n in situ de los ecosistemas y los h bitat naturales, as¡ como de las variedades primitivas obtenidas por selecci¢n y de las variedades silvestres emparentadas con ellas, y para el mantenimiento y la recuperaci¢n de poblaciones viables de especies en su entorno natural, y tomar medidas ex situ, preferiblemente en el pa¡s de origen; las medidas in situ deber¡an incluir el reforzamiento de los sistemas de las zonas terrestres, marinas y acu ticas protegidas para dar cabida a, en particular, las zonas pantanosas vulnerables, sean o no de agua dulce, y los ecosistemas ribere¤os, tales como los estuarios, los arrecifes de coral y los manglares 6/; h) Promover la renovaci¢n y la restauraci¢n de los ecosistemas da¤ados y la recuperaci¢n de las especies amenazadas o en peligro; i) Formular pol¡ticas para fomentar la conservaci¢n de la biodiversidad y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y genticos en las tierras de propiedad privada; j) Promover un desarrollo ecol¢gicamente racional y sostenible en las zonas adyacentes a las zonas protegidas, con miras a reforzar la protecci¢n de estas zonas; k) Adoptar los procedimientos apropiados para la evaluaci¢n de las repercusiones ambientales de los proyectos propuestos que sea probable que vayan a surtir efectos considerables sobre la diversidad biol¢gica, tomando medidas para que la informaci¢n pertinente sea f cilmente asequible y para la participaci¢n del p£blico, cuando proceda, y fomentar la evaluaci¢n de las repercusiones de las pol¡ticas y programas pertinentes sobre la diversidad biol¢gica; l) Promover, cuando proceda, el establecimiento y mejoramiento de sistemas de inventario nacional, reglamentaci¢n o gesti¢n y control al nivel apropiado en relaci¢n con los recursos biol¢gicos; m) Tomar medidas para fomentar una mayor comprensi¢n y apreciaci¢n del valor de la diversidad biol¢gica, manifestada tanto en sus partes componentes como en los servicios prestados a los ecosistemas. b) Datos e informaci¢n 15.6 Los gobiernos, al nivel que corresponda, en consonancia con las pol¡ticas y las pr cticas nacionales, con la cooperaci¢n de los organismos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones intergubernamentales y con el apoyo de las poblaciones ind¡genas y de sus comunidades, de las organizaciones no gubernamentales y de otros grupos, incluidos los c¡rculos mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al derecho internacional, deber¡an, seg£n proceda 7/: a) Reunir, evaluar e intercambiar regularmente informaci¢n sobre la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y sobre la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; b) Elaborar mtodos para el muestreo y la evaluaci¢n sistem ticos, en el plano nacional, de los componentes de la diversidad biol¢gica reconocidos mediante estudios sobre pa¡ses; c) Iniciar o continuar la elaboraci¢n de mtodos y empezar o proseguir los estudios, al nivel que corresponda, sobre la situaci¢n de los ecosistemas y reunir informaci¢n b sica sobre los recursos biol¢gicos y genticos, entre ellos los de los ecosistemas terrestres, acu ticos, costeros y marinos, as¡ como emprender la preparaci¢n de inventarios con la participaci¢n de las poblaciones locales e ind¡genas y sus comunidades; d) Determinar y evaluar las repercusiones y los beneficios econ¢micos y sociales potenciales de la conservaci¢n y la utilizaci¢n sostenible de las especies terrestres y acu ticas en cada pa¡s, partiendo de los resultados obtenidos mediante los estudios sobre pa¡ses; e) Emprender la actualizaci¢n, el an lisis y la interpretaci¢n de los datos obtenidos mediante los trabajos de determinaci¢n, muestreo y evaluaci¢n descritos m s arriba; f) Reunir, evaluar y proporcionar informaci¢n pertinente y fiable, de manera oportuna y en forma adecuada para la adopci¢n de decisiones a todos los niveles, con el apoyo y la participaci¢n plenos de las poblaciones locales e ind¡genas y sus comunidades. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 15.7 Los gobiernos, al nivel que corresponda, con la cooperaci¢n de los organismos competentes de las Naciones Unidas y, seg£n proceda, de las organizaciones intergubernamentales y con el apoyo de las poblaciones ind¡genas y de sus comunidades, de las organizaciones no gubernamentales y de otros grupos, incluidos los c¡rculos mercantiles y cient¡ficos, y con arreglo al derecho internacional, deber¡an, seg£n proceda: a) Considerar el establecimiento o el reforzamiento de los medios y las redes nacionales o internacionales para el intercambio de datos y de informaci¢n que sean de inters para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y genticos 7/; b) Preparar y actualizar regularmente informes mundiales sobre la biodiversidad bas ndose en las evaluaciones nacionales efectuadas en todos los pa¡ses; c) Promover la cooperaci¢n tcnica y cient¡fica en la esfera de la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos y genticos; se deber¡a prestar especial atenci¢n al desarrollo y el reforzamiento de la capacidad nacional mediante el aprovechamiento de los recursos humanos y la creaci¢n de instituciones, as¡ como mediante la transferencia de tecnolog¡a y/o el desarrollo de instituciones de investigaci¢n y de gesti¢n, tales como herbarios, museos, bancos de genes y laboratorios, en relaci¢n con la conservaci¢n de la biodiversidad 8/; d) Sin perjuicio de las disposiciones pertinentes del Convenio sobre la Diversidad Biol¢gica, facilitar para este cap¡tulo la transferencia de tecnolog¡as que sean de inters para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos o tecnolog¡as biol¢gicas que utilicen recursos genticos y no causen ning£n da¤o apreciable al medio ambiente, de conformidad con el cap¡tulo 34, y reconociendo que la tecnolog¡a incluye la biotecnolog¡a 2/, 8/; e) Promover la cooperaci¢n entre las partes en las convenciones y los planes de acci¢n internacionales pertinentes, con miras a intensificar y coordinar los esfuerzos por conservar la diversidad biol¢gica y lograr la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; f) Reforzar el apoyo a los instrumentos, los programas y los planes de acci¢n internacionales y regionales relacionados con la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y con la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; g) Promover el mejoramiento de la coordinaci¢n internacional de las medidas encaminadas a la conservaci¢n y la ordenaci¢n eficaces de las especies migratorias que estn en peligro y que no constituyan plagas, incluidos los niveles apropiados de apoyo para el establecimiento y la ordenaci¢n de zonas protegidas en lugares transfronterizos; h) Promover los esfuerzos nacionales con respecto a las encuestas, la reuni¢n de datos, los muestreos y la evaluaci¢n, as¡ como al mantenimiento de bancos de genes. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 15.8 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este cap¡tulo ascender a unos 3.500 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 1.750 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 15.9 Los aspectos concretos que han de abordarse incluyen la necesidad de formular: a) Mtodos eficientes para realizar estudios de referencia e inventarios, as¡ como para la evaluaci¢n y el muestreo sistem ticos de los recursos biol¢gicos; b) Mtodos y tecnolog¡as para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; c) Mtodos perfeccionados y diversificados para la conservaci¢n ex situ con miras a la conservaci¢n a largo plazo de los recursos genticos que sean de importancia para la investigaci¢n y el desarrollo. c) Desarrollo de los recursos humanos 15.10 Es preciso, cuando proceda: a) Aumentar y/o utilizar m s eficientemente el personal capacitado en los aspectos cient¡ficos y tecnol¢gicos relativos a la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; b) Mantener o establecer programas de educaci¢n cient¡fica y tcnica y de capacitaci¢n de administradores y profesionales, especialmente en los pa¡ses en desarrollo, en relaci¢n con las medidas encaminadas al reconocimiento, la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; c) Promover y alentar la comprensi¢n de la importancia de las medidas necesarias para la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos en todos los planos de la formulaci¢n de pol¡ticas y la adopci¢n de decisiones en los gobiernos, las empresas comerciales y las instituciones de crdito, y promover y alentar la incorporaci¢n de esos temas en los programas de educaci¢n. d) Aumento de la capacidad 15.11 Es preciso, cuando proceda: a) Fortalecer las instituciones que se ocupan de la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica o establecer nuevas instituciones de esa ¡ndole, y considerar la creaci¢n de mecanismos tales como institutos o centros nacionales de diversidad biol¢gica; b) Seguir fortaleciendo la capacidad respecto de la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos en todos los sectores pertinentes; c) Aumentar, especialmente en los gobiernos, las empresas comerciales y los organismos de desarrollo bilaterales y multilaterales, la capacidad de integrar los problemas concernientes a la diversidad biol¢gica, sus posibles beneficios y los c lculos de los costos de sustituci¢n en los procesos de formulaci¢n, aplicaci¢n y evaluaci¢n de proyectos, as¡ como de evaluar las repercusiones de los proyectos de desarrollo propuestos sobre la diversidad biol¢gica; d) Aumentar, en el plano pertinente, la capacidad de las instituciones p£blicas y privadas que se ocupan de la planificaci¢n y la gesti¢n de las zonas protegidas de coordinar y planificar intersectorialmente con otras instituciones p£blicas, organizaciones no gubernamentales y, cuando proceda, con las poblaciones ind¡geneas y sus comunidades. Notas 1/ Vanse el cap¡tulo 26 (Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades) y el cap¡tulo 24 (Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo). 2/ Vase el cap¡tulo 16 (Gesti¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a). 3/ El art¡culo 2 (Trminos utilizados) del Convenio sobre la Diversidad Biol¢gica incluye las definiciones siguientes: "Por 'pa¡s de origen de recursos genticos' se entiende el pa¡s que posee esos recursos genticos en condiciones in situ. Por 'pa¡s que aporta recursos genticos' se entiende el pa¡s que suministra recursos genticos obtenidos de fuentes in situ, incluidas las poblaciones de especies silvestres y domesticadas, o de fuentes ex situ, que pueden tener o no su origen en ese pa¡s." 4/ Vase el cap¡tulo 36 (Fomento de la educaci¢n, la capacitaci¢n y la toma de conciencia). 5/ Vanse el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles) y el cap¡tulo 11 (Lucha contra la deforestaci¢n). 6/ Vase el cap¡tulo 17 (Protecci¢n de los ocanos y de todos los tipos de mares, incluidos los mares cerrados y semicerrados, y de las zonas costeras, y protecci¢n, utilizaci¢n racional y desarrollo de sus recursos vivos). 7/ Vase el cap¡tulo 40 (Informaci¢n para la adopci¢n de decisiones). 8/ Vase el cap¡tulo 34 (Transferencia de tecnolog¡a ecol¢gicamente racional, cooperaci¢n y aumento de la capacidad). Cap¡tulo 16 GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LA BIOTECNOLOGIA INTRODUCCION 16.1 La biotecnolog¡a es la integraci¢n de las nuevas tcnicas nacidas de la biotecnolog¡a moderna con los enfoques bien comprobados de la biotecnolog¡a tradicional. La biotecnolog¡a, esfera que est comenzando a desarrollarse y que abarca un gran volumen de conocimientos, es un conjunto de tcnicas que permiten lograr cambios concretos introducidos por el hombre en el cido desoxirribonucleico (ADN), es decir en el material gentico de plantas, animales y sistemas microbianos, hasta lograr productos y tecnolog¡as £tiles. La biotecnolog¡a por s¡ misma no puede resolver todos los problemas fundamentales del medio ambiente y el desarrollo, de manera que las expectativas tienen que verse frenadas por el realismo. No obstante, cabe esperar que aporte una importante contribuci¢n facilitando, por ejemplo, una mejor atenci¢n de la salud, un aumento de la seguridad alimentaria mediante pr cticas de agricultura sostenible, un mejor abastecimiento de agua potable, procesos de desarrollo industrial m s eficaces para la elaboraci¢n de las materias primas, el apoyo a mtodos sostenibles de forestaci¢n y reforestaci¢n, as¡ como la desintoxicaci¢n de los desechos peligrosos. La biotecnolog¡a crea tambin nuevas oportunidades de establecer asociaciones en todo el mundo, especialmente entre los pa¡ses ricos en recursos biol¢gicos (incluidos los recursos genticos) que carecen de los conocimientos especializados y las inversiones necesarias para aprovechar esos recursos por medio de la biotecnolog¡a y los pa¡ses que cuentan con el caudal de conocimientos tcnicos necesarios para transformar esos recursos biol¢gicos de manera que atienda a las necesidades del desarrollo sostenible 1/. La biotecnolog¡a puede ayudar a la conservaci¢n de esos recursos mediante, por ejemplo, tcnicas ex situ. En las reas de programas que se establecen a continuaci¢n se trata de reafirmar los principios internacionalmente acordados que se han de aplicar para asegurar una gesti¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a, promover la confianza del p£blico, fomentar el desarrollo de aplicaciones viables de la biotecnolog¡a y establecer los mecanismos apropiados que faciliten esa gesti¢n, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, por medio de las actividades siguientes: a) Aumento de la disponibilidad de alimentos, piensos y materias primas renovables; b) Mejoramiento de la salud humana; c) Aumento de la protecci¢n del medio ambiente; d) Aumento de la seguridad y establecimiento de mecanismos internacionales de cooperaci¢n; e) Establecimiento de mecanismos que faciliten el desarrollo y la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a. AREAS DE PROGRAMAS A. Aumento de la disponibilidad de alimentos, piensos y materias primas renovables Bases para la acci¢n 16.2 La tarea m s dif¡cil que plantea la satisfacci¢n de las necesidades de consumo crecientes de la poblaci¢n mundial no es solamente aumentar el suministro de alimentos, sino tambin mejorar su distribuci¢n de manera significativa y al mismo tiempo establecer sistemas de producci¢n agropecuaria m s viables. Gran parte de este aumento de la productividad tendr que lograrse en los pa¡ses en desarrollo. Esta labor requerir la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a a la agricultura, el medio ambiente y el cuidado de la salud humana de manera satisfactoria y sin riesgo ecol¢gico. La mayor parte de las inversiones en biotecnolog¡a moderna se han realizado en el mundo industrializado. Ser menester realizar nuevas inversiones de importancia y desarrollar los recursos humanos en la esfera de la biotecnolog¡a, sobre todo en el mundo en desarrollo. Objetivos 16.3 Teniendo presente la necesidad de promover la aplicaci¢n de medidas de seguridad apropiadas sobre la base de la esfera de programas D, se proponen los siguientes objetivos: a) Aumentar, en la medida ¢ptima posible, el rendimiento de los principales cultivos, la ganader¡a y las especies acu¡colas, valindose de la combinaci¢n de los recursos de la biotecnolog¡a moderna y el mejoramiento por mtodos convencionales de las plantas, los animales y los microorganismos, sin descontar la utilizaci¢n m s diversa de los recursos del material gentico, tanto h¡brido como original 2/. De igual modo se deber¡an aumentar los rendimientos de la producci¢n forestal para velar por el aprovechamiento sostenible de los bosques 3/; b) Reducir la necesidad de aumentar el volumen de alimentos, piensos y materias primas incrementando el valor nutritivo (la composici¢n) de los cultivos, los animales y los microorganismos de origen y reducir las prdidas de productos agropecuarios despus de las cosechas; c) Aumentar la utilizaci¢n de tcnicas integradas de lucha contra las plagas y las enfermedades y de ordenaci¢n de los cultivos para eliminar la dependencia excesiva de los productos agroqu¡micos, lo cual estimular¡a la aplicaci¢n de pr cticas agr¡colas ecol¢gicamente viables; d) Evaluar las posibilidades de explotaci¢n agr¡cola de las tierras marginales, compar ndolas con otras posibles formas de utilizaci¢n, y, crear cuando proceda, sistemas que permitan aumentos sostenibles de la productividad; e) Hacer extensivas las aplicaciones de la biotecnolog¡a a la silvicultura, tanto para aumentar el rendimiento y aprovechar con m s eficacia los productos forestales, como para mejorar las tcnicas de forestaci¢n y reforestaci¢n. Los esfuerzos deber¡an concentrarse en las variedades y productos que sean oriundos de los pa¡ses en desarrollo, y que tengan especial valor para stos; f) Aumentar la eficiencia de la fijaci¢n de nitr¢geno y de la absorci¢n de minerales mediante la simbiosis entre las especies vegetales superiores y los microorganismos; g) Aumentar la capacidad en materia de ciencias b sicas y aplicadas y en la gesti¢n de proyectos complejos de investigaci¢n interdisciplinaria. Actividades a) Actividades de gesti¢n 16.4 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con la asistencia de las organizaciones internacionales y regionales, y con el apoyo de las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y las instituciones acadmicas y cient¡ficas, deber¡an mejorar la gentica animal y vegetal y de los microorganismos mediante la utilizaci¢n de las biotecnolog¡as tradicionales y modernas, para incrementar la producci¢n agropecuaria sostenible y lograr la seguridad alimentaria, en particular en los pa¡ses en desarrollo, prestando la debida atenci¢n a la determinaci¢n previa de las caracter¡sticas que se desea lograr con la modificaci¢n, teniendo en cuenta las necesidades de los agricultores, las repercusiones de esas modificaciones desde los puntos de vista socioecon¢mico, cultural y ecol¢gico, y la necesidad de promover el desarrollo social y econ¢mico sostenible, prestando especial atenci¢n a las repercusiones que podr¡a tener la utilizaci¢n de la biotecnolog¡a en el mantenimiento de la integridad del medio ambiente. 16.5 M s concretamente, los gobiernos deber¡an: a) Aumentar el rendimiento, la calidad nutricional y la duraci¢n despus de elaborados de los productos alimenticios y de los piensos, mediante actividades que incluyan trabajos de prevenci¢n de prdidas anteriores y posteriores a las cosechas; b) Continuar desarrollando la resistencia a las enfermedades y a las plagas; c) Desarrollar variedades vegetales tolerantes o resistentes a las tensiones producidas por factores como las plagas y las enfermedades, y a las causas abi¢ticas; d) Fomentar la utilizaci¢n de variedades agr¡colas que no se aprovechan suficientemente y que pudieran ser importantes en el futuro para la nutrici¢n humana y el abastecimiento industrial de materias primas; e) Aumentar la eficacia de los procesos simbi¢ticos que propician una producci¢n agropecuaria sostenible; f) Facilitar la conservaci¢n y el intercambio sin riesgos de plasma germinal vegetal, animal y microbiano, aplicando procedimientos de evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos, incluidas tcnicas de diagn¢stico perfeccionadas para la detecci¢n de plagas y enfermedades por medio de mtodos m s eficaces de propagaci¢n r pida; g) Perfeccionar las tcnicas de diagn¢stico y las vacunas con miras a prevenir la propagaci¢n de las enfermedades y hacer una r pida evaluaci¢n de las toxinas o los organismos infecciosos en productos destinados al consumo humano o a la alimentaci¢n del ganado; h) Determinar las variedades m s productivas de las plantas de crecimiento r pido, sobre todo con miras a la producci¢n de le¤a, y elaborar mtodos de propagaci¢n r pida para contribuir a su m s amplia difusi¢n y utilizaci¢n; i) Evaluar la aplicaci¢n de diversas tcnicas de la biotecnolog¡a para aumentar la producci¢n de peces, algas y otras especies acu ticas; j) Fomentar la producci¢n agropecuaria sostenible, reforzando y ampliando la capacidad y la esfera de acci¢n de los centros de investigaci¢n existentes a fin de lograr el volumen cr¡tico necesario, promoviendo y supervisando las investigaciones encaminadas a mejorar los productos y procesos agropecuarios que tengan valor productivo y ecol¢gico y que sean viables desde los puntos de vista econ¢mico y social, sin perder de vista las consideraciones de seguridad; k) Promover la integraci¢n de las biotecnolog¡as apropiadas con las tradicionales a los efectos de cultivar plantas genticamente modificadas, criar animales sanos y proteger los recursos genticos forestales; l) Elaborar procesos para aumentar la disponibilidad de materiales derivados de la biotecnolog¡a que se han de utilizar en la producci¢n de alimentos, piensos y materias primas renovables. b) Datos e informaci¢n 16.6 Se deber¡an realizar las siguientes actividades: a) Analizar las evaluaciones comparadas de las posibilidades que ofrecen las diferentes tecnolog¡as de producci¢n de alimentos, conjuntamente con un sistema para evaluar los efectos que podr¡an surtir las biotecnolog¡as en el comercio internacional de productos agropecuarios; b) Estudiar las repercusiones de la eliminaci¢n de los subsidios y la posible utilizaci¢n de otros mecanismos econ¢micos que reflejen los costos derivados de la utilizaci¢n de sustancias qu¡micas no recomendables en la agricultura; c) Crear y mantener bancos de datos e informaci¢n sobre los efectos de los organismos en el medio ambiente y la salud para facilitar la evaluaci¢n de los riesgos; d) Acelerar la compra, la transferencia y la adaptaci¢n de las tecnolog¡as por parte de los pa¡ses en desarrollo, para apoyar las actividades nacionales que promuevan la seguridad alimentaria. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 16.7 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an promover las actividades siguientes, de conformidad con los acuerdos o convenios internacionales sobre diversidad biol¢gica, seg£n proceda: a) Cooperaci¢n en cuestiones relacionadas con la conservaci¢n y el intercambio de plasma germinal y con el acceso a ste; derechos derivados de la propiedad intelectual y las innovaciones no patentadas, entre ellos los derechos del agricultor y los del seleccionador; acceso a los beneficios de la biotecnolog¡a y la bioseguridad; b) Promoci¢n de programas de investigaci¢n en colaboraci¢n, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, para apoyar las actividades descritas en esta rea de programas, especialmente en lo que se refiere a la cooperaci¢n con las poblaciones locales e ind¡genas y sus comunidades en la conservaci¢n de la diversidad biol¢gica y la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos, y al fomento de los mtodos y conocimientos tradicionales de esos grupos en relaci¢n con esas actividades; c) Aceleraci¢n de la compra, la transferencia y la adaptaci¢n de las tecnolog¡as por parte de los pa¡ses en desarrollo para apoyar actividades nacionales que promuevan la seguridad alimentaria, mediante la creaci¢n de sistemas orientados al aumento sustancial y sostenible de la productividad, sin perjudicar ni poner en peligro los ecosistemas locales 4/; d) Elaborar procedimientos apropiados de seguridad basados en el rea de programas D, teniendo en cuenta consideraciones ticas. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 16.8 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 5.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos* c) Desarrollo de los recursos humanos 16.9 La capacitaci¢n de profesionales competentes en ciencias b sicas y aplicadas a todos los niveles (incluido personal cient¡fico, tcnico y de divulgaci¢n) es uno de los componentes m s esenciales de cualquier programa de este tipo. Es fundamental que se conozcan las ventajas y los riesgos de la biotecnolog¡a. Dada la importancia que tiene una gesti¢n correcta del personal encargado de las investigaciones a los efectos de completar con xito proyectos multidisciplinarios de envergadura, en los programas oficiales de formaci¢n permanente de cient¡ficos deber¡a figurar la capacitaci¢n en materia de gesti¢n. Se deber¡an crear tambin programas de capacitaci¢n en el contexto de proyectos concretos para atender las necesidades regionales o nacionales de personal capacitado en diversas disciplinas que est en condiciones de utilizar la tecnolog¡a avanzada de manera de reducir el "xodo de intelectuales" de los pa¡ses desarrollados hacia los pa¡ses en desarrollo. Se deber¡a hacer hincapi en el fomento de la colaboraci¢n entre los cient¡ficos, los divulgadores y los usuarios y en su capacitaci¢n para lograr sistemas integrados. Por otra parte, se deber¡a prestar atenci¢n especial a la ejecuci¢n de programas de capacitaci¢n e intercambio de conocimientos en materia de biotecnolog¡as tradicionales y de programas de capacitaci¢n en procedimientos de seguridad. __________ * Vanse los p rrafos 16.6 y 16.7. d) Aumento de la capacidad 16.10 Ser menester adoptar medidas para perfeccionar las instituciones u otras medidas apropiadas para aumentar la capacidad tcnica, administrativa y en materia de gesti¢n y planificaci¢n en el plano nacional a fin de apoyar las actividades en esta rea de programas. Estas medidas deber¡an contar con una asistencia internacional, cient¡fica, tcnica y financiera suficiente para facilitar la cooperaci¢n tcnica y aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo. En el rea de programas E se ofrecen m s detalles. B. Mejoramiento de la salud humana Bases para la acci¢n 16.11 El mejoramiento de la salud humana es uno de los objetivos m s fundamentales del desarrollo. El deterioro de la calidad ambiental, especialmente la contaminaci¢n del aire, del agua y del suelo debida a productos qu¡micos t¢xicos, desechos peligrosos, radiaciones y otras fuentes, es una cuesti¢n que preocupa cada vez m s. Esta degradaci¢n del medio ambiente, debida a un desarrollo inadecuado o inapropiado, tiene un efecto negativo directo sobre la salud humana. La malnutrici¢n, la pobreza, los asentamientos humanos deficientes, la falta de agua potable de buena calidad e instalaciones de saneamiento inadecuadas agravan los problemas de las enfermedades transmisibles y no transmisibles. A consecuencia de ello, la salud y el bienestar de las personas est n expuestos a presiones cada vez mayores. Objetivos 16.12 El objetivo principal de esta rea de programas es contribuir, mediante la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a, a un programa general de salud, a 5/: a) Fortalecer o iniciar (como cuesti¢n de urgencia) programas para ayudar en la lucha contra las principales enfermedades transmisibles; b) Promover la buena salud general de las personas de todas las edades; c) Elaborar y perfeccionar programas que contribuyan al tratamiento espec¡fico de las principales enfermedades no transmisibles y la protecci¢n contra ellas; d) Elaborar y fortalecer procedimientos adecuados de seguridad basados en el rea de programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ticas; e) Crear una mayor capacidad para realizar investigaciones b sicas y aplicadas y para dirigir la investigaci¢n interdisciplinaria. Actividades a) Actividades de gesti¢n 16.13 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales, las instituciones acadmicas y cient¡ficas, as¡ como la industria farmacutica, deber¡an, teniendo en cuenta las consideraciones de seguridad y ticas pertinentes: a) Preparar programas nacionales e internacionales para reconocer y beneficiar a las poblaciones del mundo que m s necesitan mejorar su salud general y protegerse de las enfermedades; b) Elaborar criterios para la evaluaci¢n de la eficacia y de los beneficios y riesgos de las actividades propuestas; c) Establecer y poner en pr ctica procedimientos de selecci¢n, muestreo sistem tico y evaluaci¢n de medicamentos y tecnolog¡a mdicas, con miras a prohibir el uso de los que sean peligrosos para fines de experimentaci¢n; asegurarse de que los nuevos f rmacos y tecnolog¡as relacionados con la salud reproductiva sean inocuos y eficaces y tengan en cuenta las consideraciones ticas; d) Mejorar, someter a muestreo sistem tico y evaluar la calidad del agua potable introduciendo medidas concretas adecuadas, entre ellas la formulaci¢n de diagn¢sticos de organismos pat¢genos transmitidos por el agua y sustancias contaminantes; e) Desarrollar y hacer ampliamente asequibles vacunas nuevas y perfeccionadas contra las principales enfermedades transmisibles que sean eficaces y seguras y que ofrezcan protecci¢n con un n£mero m¡nimo de dosis, intensificando al mismo tiempo los esfuerzos por desarrollar las vacunas necesarias para la lucha contra las enfermedades comunes de la infancia; f) Elaborar sistemas biodegradables de administraci¢n de vacunas que permitan prescindir de los actuales programas de dosis m£ltiples, faciliten un mejor tratamiento de la poblaci¢n y reduzcan los costos de la inmunizaci¢n; g) Elaborar agentes eficaces de lucha biol¢gica contra vectores transmisores de enfermedades, como mosquitos y sus variedades resistentes, teniendo en cuenta consideraciones de protecci¢n del medio ambiente; h) Utilizar las herramientas de la biotecnolog¡a modernas, desarrollar, entre otras cosas, mejores mtodos de dign¢stico, nuevos medicamentos y mejores tratamientos y sistemas de administraci¢n de los f rmacos; i) Promover el mejoramiento y la utilizaci¢n m s eficaz de las plantas medicinales y otras fuentes afines; j) Elaborar procedimientos para hacer m s asequibles los materiales derivados de la biotecnolog¡a, para su utilizaci¢n en el mejoramiento de la salud humana. b) Datos e informaci¢n 16.14 Deber¡an realizarse las siguientes actividades: a) Investigaciones para evaluar las ventajas comparativas de ¡ndole social, ecol¢gica y financiera de diferentes tecnolog¡as para la atenci¢n de la salud b sica y reproductiva en un marco de consideraciones de seguridad y tica universales; b) Preparaci¢n de programas de educaci¢n p£blica destinados a los encargados de la adopci¢n de decisiones y al p£blico en general para promover los conocimientos y la comprensi¢n de los beneficios y riesgos relativos de la biotecnolog¡a moderna, de conformidad con las consideraciones ticas y culturales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 16.15 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales, deber¡an: a) Elaborar y fortalecer procedimientos adecuados de seguridad basados en el rea de programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ticas; b) Prestar apoyo a la formulaci¢n de programas nacionales, en particular en los pa¡ses en desarrollo, de mejoramiento de la salud general, especialmente la protecci¢n contra las principales enfermedades transmisibles, las enfermedades comunes de la infancia y los factores transmisores de enfermedades. Medios de ejecuci¢n 16.16 Para conseguir los objetivos mencionados, deber¡an ejecutarse urgentemente las actividades si se han de lograr progresos apreciables hacia la lucha contra las principales enfermedades transmisibles para comienzos del siglo pr¢ximo. La propagaci¢n de ciertas enfermedades a todas las regiones del mundo exige la adopci¢n de medidas mundiales. Para las enfermedades m s localizadas, ser n m s adecuadas las pol¡ticas regionales o nacionales. El logro de los objetivos exige: a) Un compromiso pol¡tico sostenido; b) Prioridades nacionales con plazos definidos; c) Aportaciones cient¡ficas y financieras en los planos mundial y nacional. a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 16.17 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 14.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 130 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 16.18 Se precisar n iniciativas multidisciplinarias bien coordinadas, que entra¤ar n la cooperaci¢n entre cient¡ficos, instituciones financieras y la industria. En el plano mundial, esto puede significar la colaboraci¢n entre instituciones de investigaci¢n de diferentes pa¡ses, financiada en el plano intergubernamental, con el posible apoyo de una colaboraci¢n an loga en el plano nacional. Tambin ser preciso fortalecer el apoyo a la investigaci¢n y el desarrollo, junto con los mecanismos para permitir la transferencia de tecnolog¡a pertinente. c) Desarrollo de los recursos humanos 16.19 Hacen falta capacitaci¢n y transferencia de tecnolog¡a en el plano mundial, de modo que las regiones y los pa¡ses dispongan de acceso a la informaci¢n y los conocimientos tcnicos y participen en su intercambio, especialmente de los conocimientos aut¢ctonos o tradicionales y la biotecnolog¡a af¡n. Es imprescindible crear o fortalecer la capacidad end¢gena de los pa¡ses en desarrollo para permitirles participar activamente en los procesos de producci¢n en biotecnolog¡a. La capacitaci¢n del personal podr¡a tener lugar en tres planos: a) El de los cient¡ficos necesarios para la investigaci¢n b sica y orientada hacia los productos; b) El del personal sanitario (al que deber¡a capacitarse en la utilizaci¢n de nuevos productos en condiciones de seguridad) y los directores de programas cient¡ficos necesarios para una investigaci¢n interdisciplinaria compleja; c) El de los tcnicos de nivel terciario necesarios para la ejecuci¢n sobre el terreno. d) Aumento de la capacidad* C. Aumento de la protecci¢n del medio ambiente Bases para la acci¢n 16.20 La protecci¢n del medio ambiente es un elemento integrante del desarrollo sostenible. El medio ambiente est amenazado en todos sus componentes bi¢ticos y abi¢ticos: los animales, las plantas, los microbios y los ecosistemas; que constituyen la diversidad biol¢gica; el agua, el suelo y el aire, que forman los componentes f¡sicos de los h bitat y los ecosistemas; y todas las interacciones entre los componentes de la diversidad biol¢gica y los h bitat y ecosistemas que la sustentan. Dado el constante aumento de la utilizaci¢n de sustancias qu¡micas, energ¡a y recursos no renovables por una poblaci¢n mundial en crecimiento, tambin se incrementar n los problemas ambientales conexos. A pesar de los esfuerzos cada vez m s intensos por prevenir la acumulaci¢n de desechos y fomentar el reciclado, parece probable que se sigan agravando los da¤os al medio ambiente causados por un excesivo consumo, el volumen de desechos producidos y la utilizaci¢n de tierras en una medida que no es sostenible. 16.21 Ya se halla bien establecida la necesidad de contar con diversidad en la reserva gentica de plasma germinal vegetal, animal y microbiano para el desarrollo sostenible. La biotecnolog¡a es uno de los muchos recursos que pueden contribuir en forma importante a la rehabilitaci¢n de ecosistemas y paisajes degradados. Esto se podr lograr mediante la elaboraci¢n de nuevas tcnicas de forestaci¢n y reforestaci¢n, conservaci¢n del plasma germinal y cultivo de nuevas variedades vegetales. La biotecnolog¡a tambin puede contribuir al estudio de los efectos que ejercen los organismos introducidos en los ecosistemas sobre los dem s organismos. __________ * Vase el rea de programas E.Objetivos 16.22 El objetivo de este programa es prevenir, detener e invertir el proceso de degradaci¢n ambiental mediante la utilizaci¢n adecuada de la biotecnolog¡a junto con otras tecnolog¡as, prestando a la vez apoyo a los procedimientos de seguridad como componente integrante del programa. Entre los objetivos concretos se cuenta la instauraci¢n, lo antes posible, de determinados programas con objetivos concretos, a fin de: a) Adoptar procesos de producci¢n que empleen en forma ¢ptima los recursos naturales, mediante el reciclado de la biomasa, la recuperaci¢n de la energ¡a y la reducci¢n a un m¡nimo de la producci¢n de desechos 6/; b) Promover la utilizaci¢n de las biotecnolog¡as, haciendo hincapi en las medidas de saneamiento biol¢gico de tierras y aguas, el tratamiento de los desechos, la conservaci¢n de los suelos, la forestaci¢n, la reforestaci¢n y la rehabilitaci¢n de los suelos 7/, 8/; c) Aplicar las biotecnolog¡as y sus productos a la conservaci¢n de la integridad ambiental con miras a establecer la seguridad ecol¢gica a largo plazo. Actividades a) Actividades de gesti¢n 16.23 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones acadmicas y cient¡ficas, deber¡an: a) Encontrar sustitutos o mejoras ecol¢gicamente racionales de los procesos de producci¢n que sean nocivos para el medio ambiente; b) Elaborar aplicaciones para reducir a un m¡nimo la necesidad de insumos qu¡micos sintticos insostenibles y para utilizar al m ximo productos ecol¢gicamente adecuados, incluidos productos naturales (vase el rea de programas A); c) Elaborar procedimientos para reducir la producci¢n de desechos, tratar los desechos antes de su eliminaci¢n y utilizar materiales biodegradables; d) Elaborar procedimientos para recuperar energ¡a y obtener fuentes de energ¡a renovables, piensos para animales y materias primas mediante el reciclado de desechos org nicos y biomasa; e) Elaborar procedimientos para eliminar las sustancias contaminantes del medio ambiente, incluidos los derrames accidentales de hidrocarburos, cuando no se cuente con tcnicas convencionales o stas resulten costosas, ineficaces o inadecuadas; f) Elaborar procedimientos para incrementar la disponibilidad de materiales vegetales, particularmente de especies aut¢ctonas, para su uso en la forestaci¢n y reforestaci¢n y para mejorar el rendimiento sostenible de los bosques; g) Desarrollar aplicaciones para mejorar la disponibilidad de material vegetal resistente para la rehabilitaci¢n y conservaci¢n de los suelos; h) Promover la utilizaci¢n de mtodos de lucha integrada contra las plagas basados en el uso racional de agentes de lucha biol¢gica; i) Promover la utilizaci¢n adecuada de los biofertilizantes en los programas nacionales de aplicaci¢n de fertilizantes; j) Promover la utilizaci¢n de biotecnolog¡as adecuadas para la conservaci¢n y el estudio cient¡fico de la diversidad biol¢gica y para la utilizaci¢n sostenible de los recursos biol¢gicos; k) Elaborar tecnolog¡as de f cil aplicaci¢n para el tratamiento de aguas cloacales y desechos org nicos; l) Elaborar nuevas tecnolog¡as para la selecci¢n r pida de organismos que puedan tener propiedades biol¢gicas £tiles; m) Promover nuevas biotecnolog¡as para la explotaci¢n de recursos minerales en forma ecol¢gicamente sostenible. b) Datos e informaci¢n 16.24 Habr¡a que tomar medidas para mejorar el acceso a la informaci¢n existente sobre la biotecnolog¡a y a los servicios fundados en bases de datos mundiales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 16.25 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fortalecer la capacidad de investigaci¢n, capacitaci¢n y desarrollo, en particular en los pa¡ses en desarrollo, que sirva de apoyo a las actividades que se esbozan en la presente rea de programas; b) Elaborar mecanismos para incrementar gradualmente y difundir biotecnolog¡as ecol¢gicamente racionales de gran importancia para el medio ambiente, especialmente a corto plazo, aun cuando esas biotecnolog¡as tengan potencial comercial limitado; c) Incrementar la cooperaci¢n, as¡ como la transferencia de biotecnolog¡a, entre los pa¡ses participantes, para fomentar su capacidad al respecto; d) Elaborar procedimientos de seguridad adecuados basados en el rea de programas D, teniendo en cuenta las consideraciones ticas. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 16.26 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 10 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos* c) Desarrollo de los recursos humanos 16.27 Las actividades de esta rea de programas har n a£n mayor la necesidad de personal capacitado. Deber aumentarse el apoyo a los programas de capacitaci¢n vigentes, por ejemplo a los niveles universitario y de instituto tcnico, al igual que el intercambio de personal capacitado entre pa¡ses y regiones. Tambin habr que elaborar programas de capacitaci¢n nuevos y adicionales, por ejemplo para el personal tcnico y de apoyo. Asimismo existe una necesidad urgente de perfeccionar los conocimientos de los principios biol¢gicos y sus consecuencias normativas entre los encargados de la adopci¢n de decisiones en los gobiernos, las instituciones financieras y otras entidades. d) Aumento de la capacidad 16.28 Ser necesario que las instituciones competentes cuenten con suficiente responsabilidad de realizaci¢n y capacidad (pol¡tica, financiera y laboral) para realizar las actividades antes mencionadas y actuar de manera din mica en respuesta a los nuevos avances en la esfera biotecnol¢gica (vase el rea de programas E). D. Aumento de la seguridad y establecimiento de mecanismos internacionales de cooperaci¢n Bases para la acci¢n 16.29 Es necesario elaborar m s a fondo principios acordados internacionalmente, que deber¡an basarse en los que ya se han elaborado en el plano nacional sobre la evaluaci¢n de los riesgos y la gesti¢n de todos los aspectos de la biotecnolog¡a. Solamente cuando se hayan establecido procedimientos de seguridad y control fronterizo apropiados y claros, la comunidad en general podr obtener el m ximo beneficio de la biotecnolog¡a y se encontrar en una posici¢n mucho mejor para aceptar sus posibles ventajas y riesgos. Muchos de estos procedimientos de seguridad podr¡an basarse en varios principios fundamentales, incluidos, entre otros, la consideraci¢n primaria del organismo, bas ndose en el principio de la familiaridad, aplicado dentro de un marco flexible, tomando en cuenta las necesidades nacionales y reconociendo que la progresi¢n l¢gica es comenzar paso a paso y caso por caso, pero reconociendo tambin que la experiencia ha mostrado que en muchos casos deber¡a usarse un enfoque m s amplio, sobre la base de las experiencias del primer per¡odo, que condujera, entre otras cosas, a la simplificaci¢n y la categorizaci¢n; la consideraci¢n complementaria de la evaluaci¢n y la gesti¢n del riesgo y la clasificaci¢n en uso confinado o introducci¢n en el medio. __________ * Vanse los p rrafos 16.23 a 16.25. Objetivos 16.30 El objetivo de esta rea de programas es velar por la seguridad en el desarrollo, la aplicaci¢n, el intercambio y la transferencia de biotecnolog¡a mediante un acuerdo internacional sobre los principios que deben aplicarse en materia de evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos, con especial referencia a las consideraciones relativas a la salud y el medio ambiente, contando con la mayor participaci¢n posible del p£blico y teniendo presentes las consideraciones ticas pertinentes. Actividades 16.31 Las actividades propuestas en esta rea de programas requieren una cooperaci¢n internacional estrecha. Deber¡an basarse en las actividades proyectadas o existentes tendientes a acelerar la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a, especialmente en los pa¡ses en desarrollo. a) Actividades de gesti¢n 16.32 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones acadmicas y cient¡ficas, deber¡an tomar las medidas siguientes: a) Velar por que los procedimientos de seguridad existentes estn generalmente disponibles mediante la reuni¢n de la informaci¢n existente y su adaptaci¢n a las necesidades espec¡ficas de distintos pa¡ses y regiones; b) Continuar desarrollando, seg£n sea necesario, los procedimientos de seguridad existentes para fomentar el desarrollo y la categorizaci¢n cient¡ficos en las esferas de la evaluaci¢n de los riesgos y su gesti¢n (necesidades en materia de informaci¢n, bases de datos, procedimientos para evaluar los riesgos y las condiciones de liberaci¢n, creaci¢n de condiciones de seguridad, vigilancia e inspecciones e integraci¢n de las iniciativas nacionales, regionales e internacionales en curso, evitando la duplicaci¢n siempre que sea posible); c) Compilar, actualizar y elaborar procedimientos de seguridad compatibles en un marco de principios acordados internacionalmente como base para directrices en materia de seguridad en biotecnolog¡a, incluida la consideraci¢n de la necesidad y la viabilidad de un acuerdo internacional, y fomentar el intercambio de informaci¢n como base para el ulterior desarrollo, bas ndose en la labor realizada ya por los ¢rganos internacionales u otros ¢rganos de expertos; d) Ejecutar programas de capacitaci¢n a nivel nacional y regional sobre la aplicaci¢n de las directrices tcnicas propuestas; e) Prestar asistencia en el intercambio de informaci¢n sobre los procedimientos necesarios para la manipulaci¢n segura y la gesti¢n de los riesgos y sobre las condiciones de liberaci¢n de los productos de la biotecnolog¡a, y cooperar para prestar asistencia inmediata en los casos de emergencia que puedan surgir debido a la utilizaci¢n de productos de la biotecnolog¡a. b) Datos e informaci¢n* c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 16.33 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an encargarse de crear una mayor conciencia de las ventajas y riesgos relativos de la biotecnolog¡a. 16.34 Entre las actividades complementarias se deber¡an incluir las siguientes (vase tambin el p rrafo 16.32): a) Organizar una o m s reuniones regionales de pa¡ses para determinar las medidas pr cticas complementarias que faciliten la cooperaci¢n internacional en materia de seguridad biol¢gica; b) Establecer una red internacional que incorpore puntos de contacto en los planos nacional, regional y mundial; c) Proporcionar asistencia directa a petici¢n de los interesados mediante la red internacional, utilizando redes de informaci¢n, bases de datos y procedimientos de informaci¢n; d) Considerar la necesidad y la viabilidad de directrices acordadas internacionalmente sobre la seguridad en las liberaciones de biotecnolog¡a, incluidas la evaluaci¢n y la gesti¢n de los riesgos, y considerar la posibilidad de estudiar la viabilidad de directrices que facilitara la elaboraci¢n de legislaci¢n nacional en materia de responsabilidad e indemnizaci¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 16.35 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 2 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos** c) Desarrollo de los recursos humanos** d) Aumento de la capacidad 16.36 Se deber¡a proporcionar asistencia tcnica y financiera internacional y facilitar una cooperaci¢n tcnica adecuada a los pa¡ses en desarrollo para fomentar su capacidad tcnica, empresarial, de planificaci¢n y administrativa en el plano nacional a fin de apoyar las actividades de esta rea de programas (vase tambin el rea de programas E). __________ * Vanse los p rrafos 16.32 y 16.33. ** Vase el p rrafo 16.32. E. Establecimiento de mecanismos que faciliten el desarrollo y la aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a Bases para la acci¢n 16.37 El desarrollo y la aplicaci¢n acelerados de la biotecnolog¡a, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, requerir un esfuerzo importante para fortalecer la capacidad institucional en los planos nacional y regional. En los pa¡ses en desarrollo suelen escasear los factores habilitantes tales como la capacidad de formaci¢n, los conocimientos tcnicos, las instalaciones y fondos para investigaci¢n y desarrollo, la capacidad para la creaci¢n de una base industrial, el capital (incluso el capital de riesgo), la protecci¢n de los derechos de propiedad intelectual y los conocimientos en esferas como la investigaci¢n del mercado, la evaluaci¢n tecnol¢gica, la evaluaci¢n socioecon¢mica y la evaluaci¢n de la seguridad. Por consiguiente, ser necesario realizar esfuerzos para establecer la capacidad en estas y otras esferas y que estos esfuerzos se complementen con suficiente apoyo financiero. Por lo tanto ser preciso fortalecer la capacidad end¢gena de los pa¡ses en desarrollo mediante nuevas iniciativas internacionales de apoyo de la investigaci¢n a fin de acelerar el desarrollo y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a nueva y tradicional para responder a las necesidades del desarrollo sostenible en los planos local, nacional y regional. Como parte de este proceso deber¡an crearse mecanismos nacionales que permitan tener en cuenta la opini¢n fundamentada del p£blico con respecto a la investigaci¢n y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a. 16.38 Algunas actividades en los planos nacional, regional y mundial ya se ocupan de las cuestiones esbozadas en las reas de programas A, B, C y D, as¡ como del asesoramiento suministrado a los distintos pa¡ses sobre la elaboraci¢n de directrices y sistemas nacionales para la aplicaci¢n de esas directrices. Sin embargo, estas actividades no suelen estar coordinadas e intervienen en ellas distintas organizaciones, prioridades, jurisdicciones, marcos temporales, fuentes de financiaci¢n y limitaciones de recursos. Se necesita un enfoque mucho m s coherente y coordinado para aprovechar los recursos disponibles de la manera m s eficaz. Como en el caso de la mayor¡a de nuevas tecnolog¡as, la investigaci¢n en biotecnolog¡a y las aplicaciones de sus resultados podr¡an tener importantes efectos socioecon¢micos y culturales, tanto positivos como negativos. Estos efectos deber¡an ser cuidadosamente determinados en las primeras etapas del desarrollo de la biotecnolog¡a a fin de que se pudiera atender adecuadamente a las consecuencias de la transferencia de la biotecnolog¡a. Objetivos 16.39 Los objetivos son los siguientes: a) Fomentar el desarrollo y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a, dando especial importancia a los pa¡ses en desarrollo, con las medidas siguientes: i) Intensificar las actividades que se realizan en los planos nacional, regional y mundial; ii) Proporcionar el apoyo necesario a la biotecnolog¡a, particularmente a la investigaci¢n y al desarrollo de productos, en los planos nacional, regional e internacional; iii) Crear una mayor conciencia p£blica de los beneficios y riesgos relativos de la biotecnolog¡a, a fin de contribuir al desarrollo sostenible; iv) Contribuir a crear un clima favorable para las inversiones, el incremento de la capacidad industrial y la distribuci¢n y comercializaci¢n; v) Estimular el intercambio de cient¡ficos entre todos los pa¡ses y desalentar el "xodo de intelectuales"; vi) Reconocer y fomentar los mtodos tradicionales y los conocimientos de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades y velar por que stas tengan la oportunidad de compartir los beneficios econ¢micos y comerciales derivados de adelantos de la biotecnolog¡a 9/; b) Determinar los medios de mejorar las actividades actuales fomentando, en la medida de lo posible, los mecanismos existentes, particularmente de alcance regional, que permitan precisar la ¡ndole de las necesidades de iniciativas adicionales, especialmente en los pa¡ses en desarrollo, y fomentar las estrategias de respuesta apropiadas, incluso mediante propuestas para todo tipo de nuevos mecanismos internacionales; c) Establecer o adaptar mecanismos apropiados para la evaluaci¢n de la seguridad y de los riesgos en los planos local, regional e internacional, seg£n proceda. Actividades a) Actividades de gesti¢n 16.40 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones acadmicas y cient¡ficas, deber¡an realizar las siguientes actividades: a) Formular pol¡ticas y movilizar recursos adicionales para facilitar un mayor acceso a las nuevas biotecnolog¡as, particularmente por los pa¡ses en desarrollo y entre ellos; b) Ejecutar programas para crear una mayor conciencia de los posibles beneficios y riesgos relativos de una aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a entre el p£blico y las principales personas encargadas de adoptar decisiones; c) Realizar un examen urgente de los mecanismos, programas y actividades existentes en los planos nacional, regional y mundial para determinar sus aspectos positivos, sus puntos dbiles y sus insuficiencias, y para evaluar las necesidades prioritarias de los pa¡ses en desarrollo; d) Realizar un examen complementario y cr¡tico de car cter urgente para determinar los medios de fortalecer la capacidad end¢gena, tanto en los pa¡ses en desarrollo como entre esos pa¡ses, para una aplicaci¢n ecol¢gicamente racional de la biotecnolog¡a, indicando, como primera medida, los medios para mejorar los mecanismos ya existentes, particularmente en el plano regional, y, como medida ulterior, el examen de posibles mecanismos internacionales nuevos, como los centros regionales de biotecnolog¡a; e) Elaborar planes estratgicos para superar las limitaciones reconocidas mediante investigaciones apropiadas, el desarrollo de productos y su comercializaci¢n; f) Establecer normas adicionales de garant¡a de calidad para las aplicaciones de la biotecnolog¡a y sus productos, cuando sea necesario. b) Datos e informaci¢n 16.41 Deber¡an realizarse las siguientes actividades: facilitar el acceso a los sistemas existentes de difusi¢n de informaci¢n, especialmente entre los pa¡ses en desarrollo; mejorar ese acceso cuando proceda; y considerar la posibilidad de elaborar una gu¡a de informaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 16.42 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con la asistencia de las organizaciones internacionales y regionales, deber¡an elaborar nuevas iniciativas apropiadas para determinar esferas prioritarias de la investigaci¢n sobre la base de problemas concretos y facilitar el acceso a las nuevas biotecnolog¡as, particularmente por los pa¡ses en desarrollo y entre stos, y entre empresas pertinentes de esos pa¡ses, a fin de fortalecer la capacidad end¢gena y fomentar la creaci¢n de una capacidad institucional y de investigaci¢n en esos pa¡ses. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 16.43 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 5 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 16.44 Tendr n que organizarse cursos pr cticos, simposios, seminarios y otros intercambios entre la comunidad cient¡fica en los planos regional y mundial sobre temas concretos de car cter prioritario, utilizando plenamente los recursos cient¡ficos y tecnol¢gicos humanos de cada pa¡s para hacer realidad esos intercambios. c) Desarrollo de los recursos humanos 16.45 Ser necesario determinar las necesidades de formaci¢n de personal y elaborar nuevos programas de capacitaci¢n en los planos nacional, regional y mundial, especialmente en los pa¡ses en desarrollo. Estos requerir n apoyo mediante una mayor capacitaci¢n a los niveles de graduado, posgraduado y posdoctoral, as¡ como mediante la capacitaci¢n de tcnicos y de personal de apoyo, con particular hincapi en la generaci¢n de personal calificado en servicios de asesoramiento, estudio y proyectos tcnicos e investigaci¢n de mercados. Tambin ser necesario elaborar programas de capacitaci¢n para los docentes encargados de formar cient¡ficos y tcnicos en las instituciones de investigaci¢n avanzada de varios pa¡ses del mundo, as¡ como sistemas que ofrezcan recompensas, incentivos y reconocimiento adecuados a los cient¡ficos y tcnicos (vase el p rrafo 16.44). Tambin habr que mejorar las condiciones de servicio a nivel nacional en los pa¡ses en desarrollo y fomentar la permanencia del personal local capacitado. Deber¡a informarse a la sociedad del efecto social y cultural del desarrollo y la aplicaci¢n de la biotecnolog¡a. d) Aumento de la capacidad 16.46 La investigaci¢n y el desarrollo de la biotecnolog¡a se realizan tanto en condiciones tcnicamente muy complejas como a nivel pr ctico en muchos pa¡ses. Se requieren actividades que aseguren que la infraestructura necesaria para la investigaci¢n, la difusi¢n y las actividades tecnol¢gicas est disponible de forma descentralizada. La colaboraci¢n mundial y regional para la investigaci¢n y desarrollo b sicos y aplicados tambin tendr que aumentar y habr que hacer todo lo posible para asegurar la plena utilizaci¢n de las instalaciones nacionales y regionales existentes. Algunos pa¡ses ya cuentan con esas instituciones y ser posible utilizarlas para fines de capacitaci¢n y en proyectos conjuntos de investigaci¢n. Ser necesario fortalecer las universidades, las escuelas tcnicas y las instituciones locales de investigaci¢n para el fomento de la biotecnolog¡a y los servicios de divulgaci¢n para su aplicaci¢n, particularmente en los pa¡ses en desarrollo. Notas 1/ Vase el cap¡tulo 15 (Conservaci¢n de la diversidad biol¢gica). 2/ Vase el cap¡tulo 14 (Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles). 3/ Vase el cap¡tulo 11 (Lucha contra la deforestaci¢n). 4/ Vase el cap¡tulo 34 (Transferencia de tecnolog¡a ecol¢gicamente racional, cooperaci¢n y aumento de la capacidad). 5/ Vase el cap¡tulo 6 (Protecci¢n y fomento de la salubridad). 6/ Vase el cap¡tulo 21 (Gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos s¢lidos y cuestiones relacionadas con las aguas servidas). 7/ Vase el cap¡tulo 10 (Enfoque integrado de la planificaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos de tierras). 8/ Vase el cap¡tulo 18 (Protecci¢n de la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce: aplicaci¢n de criterios integrados para el aprovechamiento, ordenaci¢n y uso de los recursos de agua dulce). 9/ Vase el cap¡tulo 26 (Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones ind¡genas y sus comunidades). Cap¡tulo 17 PROTECCION DE LOS OCEANOS Y DE LOS MARES DE TODO TIPO, INCLUIDOS LOS MARES CERRADOS Y SEMICERRADOS, Y DE LAS ZONAS COSTERAS, Y PROTECCION, UTILIZACION RACIONAL Y DESARROLLO DE SUS RECURSOS VIVOS INTRODUCCION 17.1 El medio marino, a saber, los ocanos, todos los mares y las zonas costeras adyacentes, constituye un todo integrado que es un componente esencial del sistema mundial de sustentaci¢n de la vida y un valioso recurso que ofrece posibilidades para un desarrollo sostenible. El derecho internacional, reflejado en las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar 1/, 2/ que se mencionan en el presente cap¡tulo, establece los derechos y las obligaciones de los Estados y proporciona la base internacional en que se fundan la protecci¢n y el desarrollo sostenible del medio marino y costero y sus recursos. Ello exige nuevos enfoques de la ordenaci¢n y el desarrollo del medio marino y las zonas costeras en los planos nacional, subregional, regional y mundial, que deben ser integrados en su contenido y estar orientados hacia la previsi¢n y la prevenci¢n, tal como se refleja en las siguientes esferas de programas 3/: a) Ordenaci¢n integrada y desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas, entre ellas las zonas econ¢micas exclusivas; b) Protecci¢n del medio marino; c) Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional; d) Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional; e) Soluci¢n de las principales incertidumbres que se plantean respecto de la ordenaci¢n del medio marino y el cambio clim tico; f) Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n regionales; g) Desarrollo sostenible de las islas peque¤as. 17.2 La ejecuci¢n por los pa¡ses en desarrollo de las actividades que se enumeran a continuaci¢n se ajustar a sus respectivas capacidades tecnol¢gicas y financieras y a sus prioridades en la asignaci¢n de recursos para las necesidades del desarrollo y, en £ltima instancia, depender de la transferencia de la tecnolog¡a y de los recursos financieros que necesiten y que consigan. AREAS DE PROGRAMAS A. Ordenaci¢n integrada y desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas, entre ellas las zonas econ¢micas exclusivas Bases para la acci¢n 17.3 La zona costera contiene h bitat diversos y productivos que son importantes para los asentamientos humanos, el desarrollo y la subsistencia local. M s de la mitad de la poblaci¢n del mundo vive a menos de 60 kil¢metros de la costa, y esa proporci¢n podr¡a elevarse a las tres cuartas partes para el a¤o 2020. Muchos de los pobres del mundo est n hacinados en las zonas costeras. Los recursos costeros son vitales para muchas comunidades locales y para muchas poblaciones ind¡genas. La zona econ¢mica exclusiva tambin es una importante zona marina en la que los Estados se encargan del desarrollo y la conservaci¢n de los recursos naturales en beneficio de sus pueblos. En el caso de los peque¤os Estados o pa¡ses insulares, son las zonas m s disponibles para las actividades de desarrollo. 17.4 Pese a los esfuerzos que se est n haciendo en los planos nacional, subregional, regional y mundial, la forma actual de enfocar la ordenaci¢n de los recursos marinos y costeros no siempre ha permitido lograr un desarrollo sostenible, y los recursos costeros y el medio ambiente se est n degradando y erosionando r pidamente en muchas partes del mundo. Objetivos 17.5 Los Estados ribere¤os se comprometen a proceder a una ordenaci¢n integrada y a un desarrollo sostenible de las zonas costeras y del medio marino sujetos a su jurisdicci¢n nacional. Para tal fin es necesario, entre otras cosas: a) Crear un proceso integrado de formulaci¢n de pol¡ticas y adopci¢n de decisiones, en que participen todos los sectores interesados, para fomentar la compatibilidad y el equilibrio entre los distintos usos; b) Determinar los usos actuales y proyectados de las zonas costeras y sus interacciones; c) Concentrarse en problemas bien definidos relacionados con la ordenaci¢n de las zonas costeras; d) Adoptar enfoques preventivos y precautorios en la planificaci¢n y la ejecuci¢n de proyectos, de forma que incluyan la evaluaci¢n previa y la observaci¢n sistem tica de los efectos ambientales de los grandes proyectos; e) Promover el desarrollo y la aplicaci¢n de mtodos, tales como la contabilidad de los recursos y la contabilidad ambiental en el plano nacional, que reflejen los cambios de valor resultantes de los distintos usos de las zonas costeras y las zonas marinas, teniendo en cuenta la contaminaci¢n, la erosi¢n marina, la prdida de recursos y la destrucci¢n de los h bitat; f) Dar a las personas, los grupos y las organizaciones interesados, en la medida de lo posible, acceso a la informaci¢n pertinente y oportunidades de que sean consultados y participen en la planificaci¢n y en la adopci¢n de decisiones en los planos apropiados. Actividades a) Actividades de gesti¢n 17.6 Cada Estado ribere¤o deber¡a considerar la posibilidad de establecer, o cuando sea necesario reforzar, los mecanismos de coordinaci¢n apropiados (tales como un organismo de planificaci¢n de pol¡tica de alto nivel) para la ordenaci¢n integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas y de sus recursos, tanto en el plano local como en el nacional. Tales mecanismos deber¡an incluir la consulta, seg£n proceda, con el sector acadmico y el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, las comunidades locales, los grupos de usuarios de los recursos y las poblaciones ind¡genas. Esos mecanismos nacionales de coordinaci¢n podr¡an permitir, entre otras cosas, lo siguiente: a) Formulaci¢n y aplicaci¢n de pol¡ticas en materia de uso de la tierra y el agua y de localizaci¢n de actividades; b) Aplicaci¢n, en los niveles apropiados, de planes y programas para la ordenaci¢n integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas; c) Preparaci¢n de descripciones sin¢pticas de las costas en las que se indiquen las cuestiones cr¡ticas, entre ellas las zonas erosionadas, los procesos f¡sicos, los patrones de desarrollo, los conflictos entre usuarios y las prioridades espec¡ficas para la ordenaci¢n; d) Evaluaci¢n previa del impacto ambiental, observaci¢n sistem tica y seguimiento de los grandes proyectos e incorporaci¢n sistem tica de los resultados en el proceso de adopci¢n de decisiones; e) Planes para situaciones de emergencia a fin de atender a los desastres provocados por el hombre y a los desastres naturales, as¡ como a los efectos probables de un posible cambio clim tico y de la posible elevaci¢n del nivel del mar, y para hacer frente a la degradaci¢n y la contaminaci¢n de origen antropognico, incluidos los derrames de petr¢leo y de otras sustancias; f) Mejoramiento de los asentamientos humanos costeros, especialmente en lo que se refiere a la vivienda, el agua potable y el tratamiento y la eliminaci¢n de aguas residuales, desechos s¢lidos y efluentes industriales; g) Evaluaci¢n peri¢dica de las repercusiones de los factores y fen¢menos externos para lograr que se alcancen los objetivos de la ordenaci¢n integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y del medio marino; h) Conservaci¢n y el restablecimiento de los h bitat cr¡ticos alterados; i) Integraci¢n de los programas sectoriales sobre el desarrollo sostenible de los asentamientos, la agricultura, el turismo, la pesca, los puertos y las industrias que utilizan la zona costera o que la afectan; j) Adaptaci¢n de la infraestructura y empleo alternativo; k) Desarrollo de los recursos humanos y capacitaci¢n; l) Programas de educaci¢n p£blica, de sensibilizaci¢n y de informaci¢n; m) Fomento de una tecnolog¡a ecol¢gicamente racional y de pr cticas sostenibles; n) Formulaci¢n y aplicaci¢n simult nea de criterios de calidad en lo que se refiere al medio ambiente. 17.7 Los Estados ribere¤os, con el apoyo de las organizaciones internacionales, cuando lo soliciten, deber¡an tomar medidas para mantener la diversidad biol¢gica y la productividad de las especies marinas y los h bitat sujetos a su jurisdicci¢n nacional. Esas medidas podr¡an incluir, entre otras cosas, estudios de la diversidad biol¢gica marina, inventarios de las especies en peligro y de los h bitat costeros y marinos cr¡ticos, establecimiento y ordenaci¢n de zonas protegidas y apoyo a las investigaciones cient¡ficas y a la difusi¢n de sus resultados. b) Datos e informaci¢n 17.8 Los Estados ribere¤os deber¡an, cuando sea necesario, aumentar su capacidad de reunir, analizar, evaluar y emplear informaci¢n para la utilizaci¢n sostenible de los recursos, as¡ como estudios del impacto ambiental de las actividades que afecten a las zonas costeras y las zonas marinas. Se deber¡a prestar apoyo en forma prioritaria a la obtenci¢n de informaci¢n que sirva para la ordenaci¢n de los recursos, teniendo en cuenta la intensidad y la magnitud de los cambios que se est n produciendo en las zonas costeras y las zonas marinas. Para tal fin es necesario, entre otras cosas: a) Elaborar y mantener bases de datos para la evaluaci¢n y la ordenaci¢n de las zonas costeras y de todos los mares y sus recursos; b) Elaborar indicadores socioecon¢micos y ambientales; c) Proceder regularmente a la evaluaci¢n del estado del medio ambiente de las zonas costeras y las zonas marinas; d) Preparar y mantener descripciones sin¢pticas de los recursos de las zonas costeras, las actividades, las utilizaciones, los h bitat y las zonas protegidas sobre la base de los criterios aplicables para un desarrollo sostenible; e) Intercambiar informaci¢n y datos. 17.9 La cooperaci¢n con los pa¡ses en desarrollo y, cuando proceda, con los mecanismos subregionales y regionales deber¡a reforzarse para mejorar la capacidad de esos pa¡ses de alcanzar los objetivos arriba indicados. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 17.10 La funci¢n de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n internacionales de car cter bilateral y, cuando proceda, dentro de un marco subregional, interregional, regional o mundial, es apoyar y complementar los esfuerzos nacionales de los Estados ribere¤os para promover la ordenaci¢n integrada y el desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas. 17.11 Los Estados deber¡an cooperar, seg£n proceda, en la preparaci¢n de directrices nacionales para la ordenaci¢n y el desarrollo integrados de las zonas costeras, utilizando la experiencia adquirida. Antes de 1994 podr¡a celebrarse una conferencia mundial para el intercambio de experiencia en la materia. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.12 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.13 Los Estados deber¡an cooperar en la elaboraci¢n de los sistemas de observaci¢n de las costas, investigaci¢n y gesti¢n de la informaci¢n que sean necesarios. Deber¡an dar acceso a los pa¡ses en desarrollo a tecnolog¡as y metodolog¡as ecol¢gicamente inocuas para el desarrollo sostenible de las zonas costeras y marinas y transferir tales tecnolog¡as y metodolog¡as a dichos pa¡ses. Asimismo deber¡an desarrollar tecnolog¡as y su propia capacidad cient¡fica y tecnol¢gica. 17.14 Las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an apoyar, en relaci¢n con las actividades indicadas, a los Estados ribere¤os que lo soliciten, prestando especial atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.15 Los Estados ribere¤os deber¡an promover y facilitar la organizaci¢n de la educaci¢n y la capacitaci¢n en materia de ordenaci¢n integrada y desarrollo sostenible de las zonas costeras y las zonas marinas para cient¡ficos, tcnicos, administradores (incluidos los administradores que trabajan en las comunidades) usuarios, dirigentes, poblaciones ind¡genas, pescadores, mujeres y j¢venes, entre otros. En los programas de ense¤anza y en las campa¤as de sensibilizaci¢n del p£blico deber¡an incorporarse consideraciones relacionadas con la ordenaci¢n, el desarrollo y la protecci¢n del medio ambiente, prestando la debida atenci¢n a los conocimientos ecol¢gicos tradicionales y a los valores socioculturales. 17.16 Las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an apoyar, en relaci¢n con las esferas indicadas, a los Estados ribere¤os que lo soliciten, prestando especial atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo. d) Aumento de la capacidad 17.17 Se deber¡a prestar plena cooperaci¢n a los Estados ribere¤os que la soliciten para aumentar su capacidad, y, cuando proceda, el fortalecimiento de la capacidad deber¡a incluirse en la cooperaci¢n bilateral y multilateral para el desarrollo. Los Estados ribere¤os podr¡an considerar, entre otras, la posibilidad de: a) Aumentar la capacidad en el plano local; b) Consultar sobre problemas costeros y marinos con las autoridades locales, los c¡rculos empresariales, el sector acadmico, los grupos de usuarios de los recursos y el p£blico en general; c) Coordinar los programas sectoriales al tiempo que se aumente la capacidad; d) Determinar la capacidad, los servicios y las necesidades actuales y potenciales respecto del desarrollo de los recursos humanos y la infraestructura cient¡fica y tecnol¢gica; e) Desarrollar medios cient¡ficos y tecnol¢gicos e investigaciones; f) Fomentar y facilitar el desarrollo de los recursos humanos y de la educaci¢n; g) Apoyar centros de estudios superiores sobre la ordenaci¢n integrada de los recursos costeros y marinos; h) Apoyar programas y proyectos experimentales de demostraci¢n en materia de ordenaci¢n integrada de las zonas costeras y las zonas marinas. B. Protecci¢n del medio marino Bases para la acci¢n 17.18 La degradaci¢n del medio marino puede deberse a una amplia variedad de fuentes. Las fuentes terrestres representan el 70% de la contaminaci¢n marina, mientras que las actividades del transporte mar¡timo y el vertimiento en el mar representan el 10% cada una. Los contaminantes que suponen la mayor amenaza para el medio marino, en orden variable de importancia y en situaciones nacionales o regionales diferentes, son los siguientes: las aguas residuales, los nutrientes, los compuestos org nicos sintticos, los sedimentos, la basura y los materiales pl sticos, los metales, los radion£clidos, el petr¢leo y los hidrocarburos arom ticos polic¡clicos. Muchas de las sustancias contaminantes que provienen de fuentes terrestres son de inters particular para el medio marino puesto que se caracterizan simult neamente por la toxicidad, la persistencia y la bioacumulaci¢n en la cadena tr¢fica. No hay actualmente ning£n plan mundial para hacer frente a la contaminaci¢n marina procedente de fuentes terrestres. 17.19 La degradaci¢n del medio marino puede deberse tambin a numerosas actividades terrestres. Los asentamientos humanos, los mtodos de uso de la tierra, la construcci¢n de infraestructura costera, la agricultura, la silvicultura, el desarrollo urbano, el turismo y la industria pueden afectar al medio marino. La erosi¢n y la sedimentaci¢n costeras son motivo de particular preocupaci¢n. 17.20 La contaminaci¢n marina tambin es causada por el transporte mar¡timo y las actividades marinas. Aproximadamente 600.000 toneladas de petr¢leo se vierten en los ocanos cada a¤o como resultado de operaciones habituales del transporte mar¡timo, accidentes y descargas ilegales. En cuanto a las actividades de extracci¢n de petr¢leo y gas frente a las costas, en la actualidad hay normas internacionales respecto de las descargas en el entorno de las maquinarias y se est n examinando seis convenciones regionales para fiscalizar las descargas de las plataformas. Debido a su ¡ndole y alcance, el efecto ambiental de las actividades de exploraci¢n y extracci¢n de petr¢leo frente a las costas por lo general representa una proporci¢n bastante reducida de la contaminaci¢n marina. 17.21 Para prevenir la degradaci¢n del medio marino ser m s £til una estrategia de precauci¢n y prevenci¢n que de reacci¢n. Ello requiere, entre otras cosas, la adopci¢n de medidas de precauci¢n, evaluaciones del impacto ambiental, tcnicas limpias de producci¢n, reciclado, auditor¡as ambientales y reducci¢n al m¡nimo de los desechos, construcci¢n y mejoramiento de las instalaciones para el tratamiento de las aguas residuales, criterios de ordenaci¢n cualitativos para la manipulaci¢n correcta de sustancias peligrosas y un enfoque amplio de los efectos nocivos procedentes del aire, la tierra y el agua. Todo marco de ordenaci¢n debe comprender el mejoramiento de los asentamientos humanos en las costas y la ordenaci¢n y el desarrollo integrados de las zonas costeras. Objetivos 17.22 Los Estados, de conformidad con las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se comprometen, en el marco de sus respectivas pol¡ticas, prioridades y recursos, a impedir, reducir y controlar la degradaci¢n del medio marino a fin de mantener y mejorar su capacidad de producci¢n y de sustento de los recursos vivos. Para tal fin, es necesario: a) Aplicar criterios de prevenci¢n, precauci¢n y previsi¢n para evitar la degradaci¢n del medio marino y reducir el riesgo de efectos perjudiciales a largo plazo o irreversibles; b) Llevar a cabo una evaluaci¢n previa de las actividades que pueden tener importantes efectos perjudiciales en el medio marino; c) Integrar la protecci¢n del medio marino en las pol¡ticas generales pertinentes en las esferas ambiental, social y de desarrollo econ¢mico; d) Establecer incentivos econ¢micos, seg£n proceda, para aplicar tecnolog¡as limpias y otros medios acordes con la incorporaci¢n de los costos ambientales, como el principio de que quien contamina paga, a fin de evitar la degradaci¢n del medio marino; e) Mejorar el nivel de vida de las poblaciones costeras, sobre todo de los pa¡ses en desarrollo, a fin de contribuir a la reducci¢n de la degradaci¢n del medio costero y marino. 17.23 Los Estados convienen en que, para apoyar las medidas que tomen los pa¡ses en desarrollo en el cumplimiento de este compromiso, ser preciso que se suministren recursos financieros adicionales, por conducto de los mecanismos internacionales apropiados, y se cuente con acceso a tecnolog¡as menos contaminantes y a las investigaciones pertinentes. Actividades a) Actividades de gesti¢n Prevenci¢n, reducci¢n y control de la degradaci¢n del medio marino por las actividades terrestres 17.24 En cumplimiento de su compromiso de hacer frente a la degradaci¢n del medio marino por actividades terrestres, los Estados deber¡an tomar medidas en el plano nacional y, seg£n proceda, en los planos regional y subregional, en forma concertada con las actividades del rea de programas A, y tomar en consideraci¢n las Directrices de Montreal para la protecci¢n del medio marino contra la contaminaci¢n procedente de fuentes terrestres. 17.25 Para ello, los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales pertinentes en la esfera ambiental, cient¡fica, tcnica y financiera, deber¡an colaborar, entre otras cosas, con miras a: a) Examinar la posibilidad de actualizar, fortalecer y ampliar las Directrices de Montreal, seg£n proceda; b) Evaluar la eficacia de los acuerdos y planes de acci¢n regionales vigentes, seg£n proceda, con miras a determinar los medios para apoyar las medidas que sean necesarias a fin de impedir, reducir y controlar la degradaci¢n marina producida por actividades terrestres; c) Iniciar y promover la formulaci¢n de nuevos acuerdos regionales, seg£n proceda; d) Elaborar medios para proporcionar orientaci¢n sobre tecnolog¡as destinadas a hacer frente a los principales tipos de contaminaci¢n del medio marino procedente de fuentes terrestres, de acuerdo con la informaci¢n cient¡fica m s fiable; e) Establecer la orientaci¢n normativa para los mecanismos mundiales pertinentes de financiaci¢n; f) Individualizar otras esferas que requieran la cooperaci¢n internacional. 17.26 Se invita al Consejo de Administraci¢n del PNUMA a que convoque, tan pronto como sea posible, una reuni¢n intergubernamental sobre la protecci¢n del medio marino de la contaminaci¢n procedente de fuentes terrestres. 17.27 En lo que respecta a las aguas residuales, entre las actividades prioritarias que examinen los Estados podr¡an incluirse las siguientes: a) Tener presente la cuesti¢n de las aguas residuales al formular o revisar planes de desarrollo costero, entre ellos los planes relativos a los asentamientos humanos; b) Construir y mantener instalaciones de tratamiento de aguas residuales de conformidad con las pol¡ticas y la capacidad nacional y la colaboraci¢n internacional disponible; c) Emplazar en las costas las bocas de desage de forma que se mantenga un nivel aceptable de calidad del medio ambiente y que los criaderos de mariscos, las tomas de agua y las zonas de ba¤o no estn expuestos al contacto con agentes pat¢genos; d) Promover los tratamientos complementarios ecol¢gicamente racionales de los efluentes de origen domstico y los efluentes compatibles de origen industrial, mediante la utilizaci¢n, cuando sea posible, de controles de la entrada de efluentes que no sean compatibles con el sistema; e) Promover el tratamiento primario de las aguas residuales municipales que se descargan en r¡os, estuarios y el mar u otras soluciones adecuadas para cada lugar concreto; f) Establecer y mejorar programas reguladores y de vigilancia en los planos local, nacional, subregional y regional, seg£n sea necesario, con el fin de controlar la descarga de efluentes utilizando directrices m¡nimas para los efluentes de aguas residuales y criterios sobre la calidad del agua y teniendo debidamente en cuenta las caracter¡sticas de las aguas receptoras y el volumen y tipo de contaminantes. 17.28 En cuanto a otras fuentes de contaminaci¢n, entre las medidas prioritarias que examinen los Estados podr¡an figurar las siguientes: a) Establecer o mejorar, seg£n sea necesario, programas reguladores y de vigilancia para el control de la descarga de efluentes y emisiones que incluyan el desarrollo y la aplicaci¢n de tecnolog¡as de control y reciclado; b) Promover la evaluaci¢n de los riesgos y del impacto ambiental para ayudar a lograr un nivel aceptable de calidad ambiental; c) Promover la evaluaci¢n y colaboraci¢n en el plano regional, seg£n proceda, respecto de la emisi¢n de contaminantes en la fuente localizada de las instalaciones nuevas; d) Eliminar la emisi¢n o descarga de compuestos organohalogenados que amenacen con acumularse hasta niveles peligrosos en el medio marino; e) Reducir la emisi¢n o descarga de otros compuestos org nicos sintticos que amenacen con acumularse hasta niveles peligrosos en el medio marino; f) Promover el uso de controles sobre las descargas antropognicas de nitr¢geno y f¢sforo que entran en las aguas costeras, en lugares en que hay problemas, como la eutrofizaci¢n, que amenazan el medio marino o sus recursos; g) Cooperar con los pa¡ses en desarrollo, mediante el suministro de apoyo financiero y tecnol¢gico, para lograr el mejor control posible y la m xima reducci¢n de sustancias y de desechos t¢xicos persistentes o que puedan ser bioacumulativos, y establecer sistemas ecol¢gicamente racionales de eliminaci¢n de desechos en tierra como alternativa al vertimiento en el mar; h) Cooperar en la elaboraci¢n y aplicaci¢n de tcnicas y pr cticas ecol¢gicamente racionales de uso de la tierra para reducir las escorrent¡as a los estuarios y cursos de agua, que causar¡an la contaminaci¢n o degradaci¢n del medio marino; i) Promover el uso de plaguicidas y abonos menos perjudiciales para el medio ambiente y de mtodos nuevos de lucha contra las plagas, y considerar la posibilidad de prohibir los que no sean ecol¢gicamente racionales; j) Adoptar nuevas iniciativas en los planos nacional, subregional y regional para controlar la descarga de contaminantes procedentes de fuentes no localizadas, lo cual requerir amplias reformas de los sistemas de ordenaci¢n de aguas residuales y desechos, de las pr cticas agr¡colas y de los mtodos de miner¡a, construcci¢n y transporte. 17.29 En lo que se refiere a la destrucci¢n f¡sica de las zonas costeras y marinas que causa la degradaci¢n del medio marino, entre las medidas prioritarias se deber¡an incluir el control y la prevenci¢n de la erosi¢n y sedimentaci¢n costeras debidos a factores antropognicos relacionados, entre otras cosas, con las tcnicas y pr cticas de uso de la tierra y de construcci¢n. Deber¡an promoverse las pr cticas de ordenaci¢n de las cuencas hidrogr ficas de manera de prevenir, controlar y reducir la degradaci¢n del medio marino. Prevenci¢n, reducci¢n y control de la degradaci¢n del medio marino por las actividades mar¡timas 17.30 Los Estados, actuando a nivel individual, bilateral, regional o multilateral y dentro del marco de la OMI y de otras organizaciones internacionales competentes, subregionales, regionales o mundiales, seg£n proceda, deber¡an evaluar la necesidad de tomar medidas adicionales para hacer frente a la degradaci¢n del medio marino: a) Por lo que hace al transporte mar¡timo, los Estados deber¡an: i)Promover la ratificaci¢n y aplicaci¢n m s amplias de los convenios y protocolos pertinentes relacionados con el transporte mar¡timo; ii)Facilitar los procesos mencionados en el inciso anterior, proporcionando apoyo a los Estados, a su solicitud, a fin de ayudarlos a superar los obst culos que ellos hayan determinado; iii)Cooperar en la vigilancia de la contaminaci¢n marina ocasionada por buques, especialmente por descargas ilegales (por ejemplo, mediante la vigilancia area) e imponer en forma m s rigurosa el cumplimiento de las disposiciones sobre descargas del Convenio MARPOL; iv)Evaluar el grado de contaminaci¢n causada por los buques en las zonas particularmente expuestas individualizadas por la OMI y aplicar en dichas zonas las medidas del caso, seg£n proceda, a fin de lograr el cumplimiento de las reglamentaciones internacionales generalmente aceptadas; v)Tomar medidas para velar por el respeto de las zonas designadas por los Estados ribere¤os, dentro de sus zonas econ¢micas exclusivas, con arreglo al derecho internacional, a fin de proteger y preservar los ecosistemas raros o fr giles, tales como los arrecifes de coral y los manglares; vi)Considerar la posibilidad de adoptar normas apropiadas sobre la descarga del agua de lastre con el fin de impedir la propagaci¢n de organismos for neos; vii)Promover la seguridad de la navegaci¢n mediante una cartograf¡a adecuada de las costas y de las rutas mar¡timas, seg£n corresponda; viii)Evaluar la necesidad de reglamentaciones internacionales m s estrictas para reducir a£n m s el riesgo de accidentes y de contaminaci¢n causados por buques de carga (incluidos los buques graneleros); ix)Alentar a la OMI y al OIEA a que trabajen juntos para completar el examen de un c¢digo sobre el transporte de combustible nuclear irradiado en frascos a bordo de los buques; x)Revisar y actualizar el C¢digo de seguridad para buques mercantes nucleares de la OMI y examinar la mejor forma de aplicar un c¢digo revisado; xi)Apoyar las actividades en curso dentro de la OMI en relaci¢n con la elaboraci¢n de medidas apropiadas para reducir la contaminaci¢n del aire por buques; xii)Apoyar las actividades en curso dentro de la OMI en relaci¢n con la elaboraci¢n de un rgimen internacional que regule el transporte por agua de sustancias peligrosas y t¢xicas y examinar adem s si ser¡a apropiado establecer fondos de compensaci¢n similares a los establecidos con arreglo al Convenio del Fondo con respecto a los da¤os ocasionados por la contaminaci¢n causada por sustancias distintas del petr¢leo; b) Por lo que hace al vertimiento, los Estados deber¡an: i)Apoyar una m s amplia ratificaci¢n, aplicaci¢n y participaci¢n en los convenios pertinentes sobre vertimiento en el mar, incluida la pronta concertaci¢n de una estrategia futura para el Convenio de Londres sobre Vertimientos; ii)Alentar a las partes en el Convenio de Londres sobre Vertimientos a que tomen las medidas apropiadas para poner fin al vertimiento en los ocanos y a la incineraci¢n de sustancias peligrosas; c) Por lo que hace a las plataformas marinas de petr¢leo y de gas, los Estados deber¡an: evaluar las medidas reguladoras actuales relativas a las descargas, las emisiones y la seguridad, y la necesidad de medidas adicionales; d) Por lo que hace a los puertos, los Estados deber¡an: facilitar el establecimiento de instalaciones portuarias de recepci¢n para la recogida de residuos qu¡micos y de petr¢leo y la basura de los buques, especialmente en las zonas especiales designadas por el Convenio MARPOL, y promover el establecimiento de instalaciones m s peque¤as en los puertos para embarcaciones de recreo y para barcos pesqueros. 17.31 La OMI y, seg£n proceda, otras organizaciones competentes de las Naciones Unidas, cuando los Estados del caso se lo soliciten, deber¡an evaluar, seg£n proceda, el estado de contaminaci¢n del medio marino en las zonas de tr fico mar¡timo intenso, tales como estrechos internacionales muy transitados, con miras a lograr el cumplimiento de las normas internacionales generalmente aceptadas, en particular las relacionadas con descargas ilegales desde buques, de conformidad con la Parte III de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. 17.32 Los Estados deber¡an tomar medidas para reducir la contaminaci¢n de las aguas causada por los compuestos organoest nnicos utilizados en las pinturas antiincrustantes. 17.33 Los Estados deber¡an considerar la posibilidad de ratificar el Convenio Internacional sobre Cooperaci¢n, Preparaci¢n y Lucha contra la Contaminaci¢n por Hidrocarburos que aborda, entre otras cosas, la elaboraci¢n de planes para situaciones de emergencia en los planos nacional e internacional, seg£n proceda, incluido el suministro de materiales para intervenir en caso de derrames de petr¢leo y para capacitar personal con ese fin, incluida la posible ampliaci¢n del Convenio con objeto de que abarque la intervenci¢n en caso de derrames de sustancias qu¡micas. 17.34 Los Estados deber¡an intensificar la cooperaci¢n internacional para fortalecer o establecer, seg£n sea necesario, centros o mecanismos regionales para la intervenci¢n en caso de derrames de petr¢leo o de sustancias qu¡micas, en cooperaci¢n con las organizaciones intergubernamentales competentes, de car cter subregional, regional o mundial y, seg£n proceda, con organizaciones industriales. b) Datos e informaci¢n 17.35 Los Estados deber¡an, seg£n proceda y de conformidad con los medios que tengan a su disposici¢n y teniendo debidamente en cuenta su capacidad y sus recursos tcnicos y cient¡ficos, hacer observaciones sistem ticas sobre el estado del medio marino. Con ese fin, los Estados deber¡an considerar la posibilidad, seg£n proceda, de: a) Establecer sistemas de observaci¢n para medir la calidad del medio marino, incluidas las causas y los efectos de la degradaci¢n marina, como base para la ordenaci¢n; b) Intercambiar informaci¢n regularmente sobre la degradaci¢n marina causada por las actividades terrestres y mar¡timas y sobre medidas para prevenir, controlar y reducir esa degradaci¢n; c) Apoyar y ampliar programas internacionales de observaci¢n sistem tica, como el Programa internacional de vigilancia del mejill¢n, sobre la base de los recursos ya existentes, y prestando especial atenci¢n a los pa¡ses en desarrollo; d) Establecer un centro de intercambio de informaci¢n sobre la lucha contra la contaminaci¢n marina, incluidos los procesos y las tecnolog¡as para controlar la contaminaci¢n marina y apoyar la transferencia de esos procesos y tecnolog¡as a los pa¡ses en desarrollo y a otros pa¡ses que lo necesiten; e) Establecer una base de datos y un perfil mundiales con informaci¢n sobre las fuentes, los tipos, las cantidades y los efectos de los contaminantes que lleguen al medio marino a causa de actividades terrestres en zonas costeras y de fuentes mar¡timas; f) Asignar fondos suficientes para programas de aumento de la capacidad y de formaci¢n con objeto de conseguir la plena participaci¢n de los pa¡ses en desarrollo, en particular en todo proyecto internacional auspiciado por los ¢rganos y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas para la reuni¢n, el an lisis y la utilizaci¢n de datos e informaci¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.36 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 200 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.37 Los programas nacionales, subregionales y regionales de acci¢n requerir n, seg£n proceda, transferencia de tecnolog¡a de conformidad con el cap¡tulo 34 y recursos financieros, sobre todo cuando se trate de pa¡ses en desarrollo, lo que comprender : a) Asistencia a industrias en la selecci¢n y la adopci¢n de tecnolog¡as limpias de producci¢n o de tcnicas econ¢micas de lucha contra la contaminaci¢n; b) Planificaci¢n, desarrollo y aplicaci¢n de tecnolog¡as baratas y de escaso mantenimiento para la instalaci¢n de alcantarillado y el tratamiento de aguas residuales en los pa¡ses en desarrollo; c) Equipo de laboratorio para observar sistem ticamente los efectos de las actividades humanas y de otra ¡ndole en el medio marino; d) Determinaci¢n de los materiales adecuados de lucha contra los derrames de petr¢leo y sustancias qu¡micas, entre ellos los materiales y tcnicas baratos y disponibles localmente, adecuados para las situaciones de emergencia provocadas por la contaminaci¢n en pa¡ses en desarrollo; e) Estudio del uso de organohal¢genos persistentes que puedan acumularse en el medio marino, a fin de individualizar los que no se puedan controlar de manera adecuada y de proporcionar una base para la adopci¢n de decisiones con un calendario para eliminarlos gradualmente lo antes posible; f) Establecimiento de un centro de coordinaci¢n de la informaci¢n sobre la lucha contra la contaminaci¢n del medio marino, y sobre los procesos y las tecnolog¡as propios de la lucha contra la contaminaci¢n del medio marino, y apoyo a su transferencia a los pa¡ses en desarrollo y otros pa¡ses que lo necesiten. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.38 Los Estados, individualmente o en cooperaci¢n rec¡proca y con el apoyo de organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an: a) Impartir capacitaci¢n al personal b sico necesario para la protecci¢n adecuada del medio marino, de acuerdo con las indicaciones de los estudios sobre las necesidades de capacitaci¢n que se realicen en los planos nacional, regional o subregional; b) Fomentar la introducci¢n de temas de protecci¢n del medio marino en los programas de estudios marinos; c) Organizar cursos de capacitaci¢n para el personal encargado de hacer frente a los derrames de petr¢leo y sustancias qu¡micas, en cooperaci¢n, cuando proceda, con las industrias petrolera y qu¡mica; d) Dictar cursos pr cticos sobre aspectos ambientales de las operaciones y el desarrollo portuarios; e) Reforzar y aportar financiaci¢n segura para centros internacionales especializados nuevos o ya existentes de formaci¢n mar¡tima profesional; f) Apoyar y complementar, mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral, los esfuerzos que realicen en el plano nacional los pa¡ses en desarrollo en lo que respecta al fomento de los recursos humanos para la prevenci¢n y reducci¢n de la degradaci¢n del medio marino. d) Aumento de la capacidad 17.39 Se deber¡a dotar a los ¢rganos nacionales de planificaci¢n y coordinaci¢n de la capacidad y las facultades para examinar todas las actividades y focos terrestres de contaminaci¢n a fin de determinar su impacto en el medio marino y proponer medidas adecuadas de control. 17.40 Habr¡a que reforzar o bien desarrollar, seg£n proceda, instituciones de investigaci¢n en los pa¡ses en desarrollo para la observaci¢n sistem tica de la contaminaci¢n marina, la evaluaci¢n del impacto ambiental y la elaboraci¢n de recomendaciones sobre control. El personal administrativo y tcnico de esas instituciones deber¡a ser local. 17.41 Har n falta disposiciones especiales para proporcionar recursos financieros y tcnicos suficientes para ayudar a los pa¡ses en desarrollo a prevenir y resolver los problemas relacionados con las actividades que amenazan el medio marino. 17.42 Deber¡a crearse un mecanismo internacional de financiaci¢n para la aplicaci¢n de tecnolog¡as adecuadas de tratamiento de aguas residuales y construir instalaciones de tratamiento de esas aguas, que incluyera asimismo la concesi¢n de prstamos en condiciones de favor o subvenciones de organismos internacionales y fondos regionales competentes que ser¡an repuestos al menos en parte con car cter rotativo por tarifas pagadas por los usuarios. 17.43 Al desarrollar estas actividades del programa ser necesario prestar particular atenci¢n a los problemas de los pa¡ses en desarrollo que sobrellevar¡an una carga excesiva a causa de su falta de instalaciones, expertos o capacidad tcnica. C. Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos vivos de la alta mar Bases para la acci¢n 17.44 En el £ltimo decenio, la pesca en la alta mar se ha ampliado considerablemente y actualmente representa aproximadamente el 5% del total de la pesca en el mundo. En las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a los recursos vivos de la alta mar se establecen los derechos y obligaciones de los Estados respecto de la conservaci¢n y el aprovechamiento de dichos recursos. 17.45 No obstante, la ordenaci¢n de la pesca de altura, que incluye la adopci¢n, la vigilancia y la aplicaci¢n de medidas de conservaci¢n eficaces, es insuficiente en muchas esferas y algunos recursos se est n sobreutilizando. Se plantean los problemas de la pesca incontrolada, la sobrecapitalizaci¢n, el tama¤o excesivo de las flotas, el cambio del pabell¢n de los buques para eludir los controles, el uso de artes insuficientemente selectivas, las bases de datos imprecisas y la falta de cooperaci¢n suficiente entre los Estados. Es fundamental que los Estados cuyos nacionales y buques pesquen en la alta mar tomen medidas al respecto, y debe contarse tambin con cooperaci¢n en los planos bilateral, subregional, regional y mundial, sobre todo por lo que se refiere a las especies altamente migratorias y a las poblaciones compartidas. Esas medidas y esa cooperaci¢n deber¡an servir para subsanar las deficiencias de las pr cticas de pesca, as¡ como las de los conocimientos biol¢gicos y las estad¡sticas pesqueras, y lograr el mejoramiento de los sistemas de tratamiento de datos. Deber¡a hacerse hincapi en la ordenaci¢n basada en la multiplicidad de las especies, y en otros mtodos en los que se tengan en cuenta las relaciones entre las especies, sobre todo al abordar el problema de las especies agotadas, y determinar tambin el potencial de las poblaciones infrautilizadas o no aprovechadas. Objetivos 17.46 Los Estados se comprometen a conservar y aprovechar en forma sostenible los recursos vivos de la alta mar. Con este fin es menester: a) Desarrollar y aumentar el potencial de los recursos marinos vivos para satisfacer las necesidades de nutrici¢n de los seres humanos, as¡ como para alcanzar los objetivos sociales, econ¢micos y de desarrollo; b) Mantener o restablecer las poblaciones de especies marinas a niveles que puedan producir el m ximo rendimiento sostenible con arreglo a los factores ambientales y econ¢micos pertinentes, teniendo en consideraci¢n las relaciones entre las especies; c) Promover la creaci¢n y uso de artes de pesca selectivas y la adopci¢n de pr cticas que reduzcan al m¡nimo las prdidas de las especies que se desea pescar y las capturas accidentales de otras especies; d) Velar por la vigilancia y aplicaci¢n eficaces de las disposiciones sobre actividades pesqueras; e) Proteger y reponer las especies marinas en peligro; f) Conservar los h bitat y otras zonas ecol¢gicamente expuestas; g) Promover la investigaci¢n cient¡fica respecto de los recursos vivos de la alta mar. 17.47 Nada de lo estipulado en el p rrafo 17.46 supra restringe el derecho de un Estado o la competencia de una organizaci¢n internacional, seg£n proceda, para prohibir, limitar o regular la explotaci¢n de mam¡feros marinos en la alta mar m s estrictamente que lo que se dispone en ese p rrafo. Los Estados cooperar n con miras a la conservaci¢n de los mam¡feros marinos y, en el caso de los cet ceos en particular, colaborar n en las organizaciones internacionales apropiadas para su conservaci¢n, ordenaci¢n y estudio. 17.48 La capacidad de los pa¡ses en desarrollo para alcanzar los objetivos mencionados depende de sus infraestructuras, que comprenden los medios financieros, cient¡ficos y tecnol¢gicos de que disponen. Deber¡a proporcionarse cooperaci¢n financiera, cient¡fica y tecnol¢gica a fin de que esos pa¡ses puedan tomar medidas para alcanzar esos objetivos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 17.49 Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces, entre ellas medidas de cooperaci¢n bilateral y multilateral, seg£n proceda, en los planos subregional, regional y mundial, para velar por que la pesca en alta mar se ordene de conformidad con lo dispuesto en la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. En particular, deber¡an: a) Aplicar plenamente estas disposiciones respecto de las poblaciones de especies cuyas reas de distribuci¢n se encuentren dentro y fuera de las zonas econ¢micas exclusivas (poblaciones compartidas); b) Aplicar plenamente esas disposiciones respecto de las especies altamente migratorias; c) Negociar, cuando proceda, acuerdos internacionales para la ordenaci¢n y conservaci¢n eficaces de las poblaciones de especies de pesca; d) Definir y determinar unidades de ordenaci¢n adecuadas; e) Los Estados deber¡an convocar, lo antes posible, una conferencia intergubernamental bajo los auspicios de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta las actividades pertinentes en los planos subregional, regional y mundial, con vistas a promover la aplicaci¢n efectiva de las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar sobre las poblaciones compartidas de peces y especies de peces altamente migratorias. La conferencia, que deber¡a basarse, entre otras cosas, en estudios cient¡ficos y tcnicos de la FAO, deber¡a determinar y evaluar los problemas actuales relacionados con la conservaci¢n y la ordenaci¢n de esas poblaciones de peces, y estudiar los medios de mejorar la cooperaci¢n sobre la pesca entre los Estados, y formular las recomendaciones del caso. La labor y los resultados de la conferencia deber¡an ser plenamente compatibles con las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unida sobre el Derecho del Mar, en particular con los derechos y obligaciones de los Estados ribere¤os y los Estados que pescan en la alta mar. 17.50 Los Estados deber¡an procurar que las actividades pesqueras de los buques que enarbolen su pabell¢n en la alta mar tengan lugar de manera que las capturas accidentales sean m¡nimas. 17.51 Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces acordes con el derecho internacional para vigilar y controlar las actividades pesqueras de los buques que enarbolen su pabell¢n en la alta mar para velar por el cumplimiento de las normas de ordenaci¢n y conservaci¢n pertinentes, entre ellas las de presentaci¢n de informaci¢n plena, detallada, precisa y oportuna sobre capturas y actividades de pesca. 17.52 Los Estados deber¡an tomar medidas eficaces, acordes con el derecho internacional, para evitar que sus nacionales cambien el pabell¢n de los buques como medio de eludir el cumplimiento de las normas de conservaci¢n y ordenaci¢n aplicables relativas a las actividades de pesca en alta mar. 17.53 Los Estados deber¡an prohibir el uso en la pesca de dinamita y venenos y otras pr cticas destructivas comparables. 17.54. Los Estados deber¡an aplicar plenamente la resoluci¢n 46/215 de la Asamblea General, relativa a la pesca de altura en gran escala con redes de enmalle y de deriva. 17.55 Los Estados deber¡an tomar medidas para aumentar la disponibilidad de los recursos marinos vivos como alimento humano reduciendo el desperdicio, las prdidas posteriores a la captura y los desechos, y mejorando las tcnicas de elaboraci¢n, distribuci¢n y transporte. b) Datos e informaci¢n 17.56 Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an cooperar para: a) Promover el mejoramiento de la reuni¢n de los datos necesarios para la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos de la alta mar; b) Intercambiar en forma peri¢dica informaci¢n y datos actualizados adecuados para la evaluaci¢n de la pesca; c) Crear y compartir instrumentos de an lisis y predicci¢n, tales como la evaluaci¢n de las poblaciones y los modelos bioecon¢micos; d) Establecer o ampliar los programas apropiados de vigilancia y evaluaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 17.57 Los Estados, mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral y en el marco de los ¢rganos de pesca subregionales y regionales del caso, y con el apoyo de otros organismos intergubernamentales internacionales, deber¡an evaluar los recursos potenciales de la alta mar e inventariar todas las especies (tanto las buscadas para su captura como las no buscadas). 17.58 Los Estados deber¡an velar, seg£n y cuando proceda, por una coordinaci¢n y cooperaci¢n adecuada entre los ¢rganos de pesca intergubernamentales subregionales, regionales y mundiales. 17.59 Deber¡a fomentarse la cooperaci¢n eficaz dentro de los ¢rganos de pesca subregionales, regionales y mundiales existentes. Cuando no se cuente con ese tipo de organizaciones, los Estados deber¡an, seg£n proceda, cooperar para establecerlas. 17.60 Cuando proceda, deber¡a alentarse a los Estados que a£n no lo hayan hecho a que se hagan miembros de la organizaci¢n de pesca subregional y/o regional que reglamente la pesca de altura en la que estn interesados. 17.61 Los Estados reconocen: a) La responsabilidad de la Comisi¢n Ballenera Internacional en la conservaci¢n y ordenaci¢n de las poblaciones de ballenas y la reglamentaci¢n de la caza de ballenas con arreglo a la Convenci¢n Internacional de 1946 para la Reglamentaci¢n de la Caza de la Ballena; b) La labor del Comit Cient¡fico de la Comisi¢n Ballenera Internacional en lo relativo a la realizaci¢n de estudios sobre las grandes ballenas en particular y sobre otros cet ceos; c) La labor de otras organizaciones, como la Comisi¢n Interamericana del At£n Tropical y el Acuerdo sobre los Peque¤os Cet ceos del Mar B ltico y el Mar del Norte, en el marco del Convenio de Bonn, para la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el estudio de los cet ceos y otros mam¡feros marinos. 17.62 Los Estados deber¡an cooperar en la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el estudio de los cet ceos. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.63 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 12 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.64 Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales pertinentes deber¡an, cuando sea necesario, preparar programas de cooperaci¢n en las esferas de la tcnica y la investigaci¢n para conocer mejor los ciclos vitales y las migraciones de las especies que se encuentran en la alta mar, y para determinar las etapas vitales y las zonas cr¡ticas. 17.65 Los Estados, con el apoyo de las organizaciones internacionales, ya sean, seg£n el caso, subregionales, regionales o mundiales, deber¡an: a) Preparar bases de datos sobre las pesquer¡as y los recursos vivos de la alta mar; b) Reunir y cotejar datos sobre el medio marino y datos sobre los recursos vivos de la alta mar, as¡ como sobre las repercusiones de los cambios regionales y mundiales debidos a causas naturales, y a actividades humanas; c) Cooperar en la coordinaci¢n de programas de investigaci¢n a fin de proporcionar los conocimientos necesarios para la ordenaci¢n de los recursos de la alta mar. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.66 El desarrollo de los recursos humanos en el plano nacional deber¡a tener como objetivo el desarrollo y la ordenaci¢n de los recursos de la alta mar, as¡ como la capacitaci¢n sobre tcnicas de pesca de altura y sobre la evaluaci¢n de los recursos de la alta mar, el fortalecimiento de los cuadros de personal para abordar la ordenaci¢n y la conservaci¢n de los recursos de la alta mar y otras cuestiones ambientales conexas, y la capacitaci¢n de los observadores e inspectores que hayan de embarcarse en los buques pesqueros. d) Aumento de la capacidad 17.67 Los Estados, con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an cooperar para desarrollar o mejorar los sistemas y las estructuras institucionales para la vigilancia, el control y la supervisi¢n, as¡ como la infraestructura de investigaci¢n para la evaluaci¢n de las poblaciones de recursos marinos vivos. 17.68 Ser preciso contar con apoyo especial, que incluya la cooperaci¢n entre los Estados, para aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo en las esferas de la informaci¢n y la reuni¢n de datos, los medios cient¡ficos y tecnol¢gicos y el desarrollo de los recursos humanos para participar eficazmente en la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos vivos de la alta mar. D. Aprovechamiento sostenible y conservaci¢n de los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional Bases para la acci¢n 17.69 La pesca mar¡tima produce entre 80 y 90 millones de toneladas al a¤o de peces y moluscos, el 95% de cuyo total procede de aguas sujetas a la jurisdicci¢n nacional. Durante los cuatro decenios £ltimos, el rendimiento se ha casi quintuplicado. En las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a los recursos marinos vivos de la zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional se establecen los derechos y obligaciones de los Estados en cuanto a la conservaci¢n y el aprovechamiento de esos recursos. 17.70 Los recursos marinos vivos constituyen una fuente importante de prote¡nas en muchos pa¡ses y a menudo su uso tiene gran importancia para las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas. Esos recursos proporcionan alimento y sustento a millones de personas y su aprovechamiento sostenible ofrece posibilidades cada vez mayores para la satisfacci¢n de las necesidades sociales y de nutrici¢n, especialmente en los pa¡ses en desarrollo. Para hacer realidad esas posibilidades es necesario mejorar el conocimiento y el inventario de las existencias de las reservas de recursos marinos vivos, especialmente las poblaciones y especies poco aprovechadas o no aprovechadas, usar tecnolog¡as nuevas, mejorar las instalaciones de manipulaci¢n y elaboraci¢n para evitar el desperdicio y mejorar la calidad y el adiestramiento del personal capacitado para la ordenaci¢n y conservaci¢n efectivas de los recursos marinos vivos de la zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional. Tambin se debe hacer hincapi en la ordenaci¢n basada en la multiplicidad de especies y en otros enfoques en que se tengan en cuenta las relaciones entre las especies. 17.71 En muchas zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional la pesca encuentra problemas cada vez m s graves, entre ellos la sobrepesca local, las incursiones no autorizadas de flotas extranjeras, la degradaci¢n de los ecosistemas, la sobrecapitalizaci¢n y el tama¤o excesivo de las flotas, la valorizaci¢n insuficiente de las capturas, los equipos de pesca poco selectivos, las bases de datos poco fiables y la competencia cada vez mayor entre la pesca artesanal y la pesca en gran escala y entre la pesca y otros tipos de actividades. 17.72 Los problemas no se circunscriben a la pesca. Los arrecifes de coral y otros h bitat marinos y costeros, como manglares y estuarios, se encuentran entre los ecosistemas m s variados, integrados y productivos de la Tierra. Suelen desempe¤ar importantes funciones ecol¢gicas, protegen las costas y constituyen recursos cr¡ticos para la alimentaci¢n, la energ¡a, el turismo y el desarrollo econ¢mico. En muchas partes del mundo, esos sistemas marinos y costeros se encuentran sometidos a presiones o amenazas procedentes de diversas fuentes, tanto humanas como naturales. Objetivos 17.73 Los Estados ribere¤os, especialmente los pa¡ses en desarrollo y los Estados cuyas econom¡as dependen en gran medida de la explotaci¢n de los recursos marinos vivos de su zona econ¢mica exclusiva, deber¡an obtener plenos beneficios econ¢micos del aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos de su zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional. 17.74 Los Estados se comprometen a conservar y aprovechar en forma sostenible los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional. Para ello es necesario: a) Desarrollar y aumentar el potencial de los recursos marinos vivos para satisfacer las necesidades humanas de nutrici¢n y alcanzar objetivos sociales, econ¢micos y de desarrollo; b) Tener en cuenta en los programas de aprovechamiento y ordenaci¢n los conocimientos tradicionales y los intereses de las comunidades locales, de quienes se dedican a la pesca artesanal en peque¤a escala y de las poblaciones ind¡genas; c) Mantener o restablecer las existencias de especies marinas a niveles que puedan producir el m ximo sostenible de capturas que permitan los factores ambientales y econ¢micos pertinentes, teniendo en cuenta las relaciones entre las especies; d) Fomentar el desarrollo y el uso de artes de pesca selectivos y de pr cticas que reduzcan al m¡nimo el desperdicio en las capturas de las especies que se desee pescar y la captura incidental de otras especies; e) Proteger y restablecer las especies marinas en peligro; f) Preservar ecosistemas raros o fr giles y los h bitat y otras zonas ecol¢gicamente sensibles. 17.75 Nada de lo dispuesto en el p rrafo 17.74 supra restringe el derecho de los Estados ribere¤os o la competencia de las organizaciones internacionales, seg£n proceda, para prohibir, limitar o regular la explotaci¢n de los mam¡feros marinos m s estrictamente de lo previsto en dicho p rrafo. Los Estados cooperar n con miras a la conservaci¢n de los mam¡feros marinos y, en el caso de los cet ceos, se ocupar n especialmente de su conservaci¢n, ordenaci¢n y estudio por medio de las organizaciones internacionales competentes. 17.76 La capacidad de los pa¡ses en desarrollo para lograr esos objetivos depende de los medios, especialmente financieros, cient¡ficos y tecnol¢gicos, de que disponen. Se requiere cooperaci¢n financiera, cient¡fica y tecnol¢gica adecuada para apoyar las medidas que tomen los pa¡ses en desarrollo para lograr esos objetivos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 17.77 Los Estados deber¡an hacer lo necesario para que la conservaci¢n y ordenaci¢n de los recursos marinos vivos de la zona econ¢mica exclusiva y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional se haga con arreglo a las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. 17.78 Los Estados, al aplicar las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar deber¡an prestar atenci¢n a los problemas de las poblaciones compartidas y especies altamente migratorias, y, teniendo plenamente en cuenta el objetivo fijado en el p rrafo 17.73, el acceso a los excedentes de las capturas permisibles. 17.79 Los Estados ribere¤os, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral y, seg£n proceda, con el apoyo de organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an, entre otras cosas: a) Evaluar el potencial de los recursos marinos vivos, especialmente las poblaciones y especies poco aprovechadas o no aprovechadas, mediante la preparaci¢n de inventarios, cuando sea necesario para su conservaci¢n y aprovechamiento sostenible; b) Aplicar estrategias para el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos, teniendo presentes las necesidades e intereses especiales de quienes se dedican a la pesca artesanal en peque¤a escala, las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas, a fin de satisfacer las necesidades de la nutrici¢n humana y otras necesidades de desarrollo; c) Aplicar, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, mecanismos para el desarrollo de la maricultura, la acuicultura y la pesca en peque¤a escala, en aguas profundas y en el ocano, en las zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional que seg£n los estudios puedan contener recursos marinos vivos; d) Fortalecer sus marcos jur¡dicos y reglamentarios cuando proceda, especialmente en materia de capacidad de gesti¢n, cumplimiento y vigilancia, a fin de regular las actividades relacionadas con las estrategias mencionadas; e) Tomar medidas para aumentar la disponibilidad de recursos marinos vivos para la alimentaci¢n humana reduciendo el desperdicio, las prdidas y los desechos despus de la pesca y mejorando las tcnicas de elaboraci¢n, distribuci¢n y transporte; f) Desarrollar y promover el uso de tcnicas ecol¢gicamente racionales con arreglo a criterios compatibles con el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos, incluida la evaluaci¢n de las repercusiones ambientales de las principales pr cticas pesqueras nuevas; g) Mejorar la productividad y utilizaci¢n de sus recursos marinos vivos para la alimentaci¢n y la generaci¢n de ingresos. 17.80 Los Estados ribere¤os deber¡an estudiar las posibilidades de ampliar las actividades recreativas y tur¡sticas basadas en los recursos marinos vivos, especialmente para ofrecer nuevas fuentes de ingresos. Esas actividades deber¡an ser compatibles con las pol¡ticas y los planes de conservaci¢n y desarrollo sostenible. 17.81 Los Estados ribere¤os deber¡an apoyar el car cter sostenible de la pesca artesanal en peque¤a escala y para ello deber¡an, seg£n proceda: a) Integrar en la planificaci¢n marina y costera el desarrollo de la pesca artesanal en peque¤a escala, teniendo presentes los intereses de los pescadores, los trabajadores de explotaciones pesqueras en peque¤a escala, las mujeres, las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas, y fomentando la representaci¢n de esos grupos cuando proceda; b) Reconocer los derechos de los que realizan labores de pesca en peque¤a escala y la situaci¢n especial de las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales, incluso sus derechos a la utilizaci¢n y protecci¢n de sus h bitat sobre una base sostenible; c) Establecer sistemas para la adquisici¢n y preservaci¢n de conocimientos tradicionales sobre los recursos vivos y el medio ambiente marinos y promover la incorporaci¢n de esos conocimientos en los sistemas de ordenaci¢n. 17.82 Los Estados ribere¤os deber¡an asegurar que, en la negociaci¢n y aplicaci¢n de los acuerdos internacionales sobre el desarrollo o la conservaci¢n de los recursos marinos vivos se tengan presentes los intereses de las comunidades locales y las poblaciones ind¡genas, especialmente su derecho a la subsistencia. 17.83 Los Estados ribere¤os, con el apoyo, cuando proceda, de organizaciones internacionales, deber¡an analizar las posibilidades de acuicultura que ofrecen las zonas marinas y las zonas costeras sujetas a la jurisdicci¢n nacional y aplicar salvaguardias adecuadas para la introducci¢n de especies nuevas. 17.84 Los Estados deber¡an prohibir el uso en la pesca de dinamita y venenos y otras pr cticas destructivas comparables. 17.85 Los Estados deber¡an determinar los ecosistemas marinos con niveles altos de biodiversidad y productividad y otras zonas del h bitat especialmente importantes y establecer las limitaciones necesarias a la utilizaci¢n de esas zonas mediante, entre otras cosas, la designaci¢n de zonas protegidas. Seg£n proceda, deber¡a asignarse prioridad a: a) Ecosistemas de arrecifes de coral; b) Estuarios; c) Tierras pantanosas de zonas templadas y tropicales, entre ellas los manglares; d) Lechos de zosteras y algas marinas; e) Otras zonas de reproducci¢n y cr¡a. b) Datos e informaci¢n 17.86 Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral y, seg£n proceda, con el apoyo de organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales, o mundiales, deber¡an: a) Promover el mejoramiento de la reuni¢n y el intercambio de los datos necesarios para la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional; b) Intercambiar peri¢dicamente los datos y la informaci¢n actualizada necesaria para la evaluaci¢n de las pesquer¡as; c) Preparar y compartir instrumentos anal¡ticos y de pron¢stico, tales como modelos bioecon¢micos y de evaluaci¢n de las poblaciones; d) Establecer o ampliar programas pertinentes de vigilancia y evaluaci¢n; e) Completar o actualizar descripciones sin¢pticas de h bitat cr¡ticos, de recursos marinos vivos y de biodiversidad marina de zonas econ¢micas exclusivas y otras zonas sujetas a la jurisdicci¢n nacional, teniendo en cuenta los cambios producidos en el medio ambiente por causas naturales y por actividades humanas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 17.87 Los Estados, mediante cooperaci¢n bilateral y multilateral y con el apoyo de las organizaciones competentes de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, deber¡an cooperar para: a) Desarrollar la cooperaci¢n financiera y tcnica a fin de aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo para la pesca en peque¤a escala y de altura, as¡ como la acuicultura y la maricultura costeras; b) Promover la contribuci¢n de los recursos marinos vivos a la eliminaci¢n de la malnutrici¢n y el logro de la autosuficiencia alimentaria en los pa¡ses en desarrollo, entre otras cosas, reduciendo al m¡nimo las prdidas despus de la captura y ordenando los recursos para obtener rendimientos sostenibles garantizados; c) Formular criterios convenidos para la utilizaci¢n de artes y pr cticas de pesca cuidadosamente seleccionadas a fin de reducir al m¡nimo los desechos en la captura de las especies que se desee pescar y la captura incidental de otras especies; d) Aumentar la calidad del pescado y el marisco, entre otras medidas mediante sistemas nacionales que la garanticen con objeto de promover el acceso a los mercados, aumentar la confianza de los consumidores y aumentar al m ximo el rendimiento econ¢mico. 17.88 Cuando, y seg£n proceda, los Estados deber¡an velar por la coordinaci¢n y la cooperaci¢n adecuadas en los mares cerrados y semicerrados y entre los ¢rganos intergubernamentales de pesca subregionales, regionales y mundiales. 17.89 Los Estados reconocen: a) La responsabilidad de la Comisi¢n Ballenera Internacional en la conservaci¢n y ordenaci¢n de las poblaciones de ballenas y la reglamentaci¢n de la caza de la ballena con arreglo a la Convenci¢n internacional para la reglamentaci¢n de la caza de la ballena; b) La labor del Comit Cient¡fico de la Comisi¢n Ballenera Internacional en lo relativo a la preparaci¢n de estudios sobre las grandes ballenas en particular y sobre otros cet ceos; c) La labor de otras organizaciones, como la Comisi¢n Interamericana del At£n Tropical y el Acuerdo sobre los Peque¤os Cet ceos del Mar B ltico y el Mar del Norte en el marco del Convenio de Bonn, para la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el estudio de los cet ceos y otros mam¡feros marinos. 17.90 Los Estados deber¡an cooperar en la conservaci¢n, la ordenaci¢n y el estudio de los cet ceos. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.91 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 6.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 60 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.92 Los Estados, con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones intergubernamentales competentes, deber¡an: a) Facilitar la transferencia de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales, en particular a los pa¡ses en desarrollo, para desarrollar las pesquer¡as, la acuicultura y la maricultura; b) Prestar especial atenci¢n a los mecanismos destinados a transferir la informaci¢n sobre recursos y mejorar las tecnolog¡as, de pesca y de acuicultura de las comunidades pesqueras en el plano local; c) Promover el estudio, la evaluaci¢n cient¡fica y la utilizaci¢n de los sistemas tradicionales de ordenaci¢n que resulten apropiados; d) Considerar la posibilidad de aplicar el C¢digo de pr cticas FAO/Consejo Internacional de Exploraci¢n del Mar (CIEM) para el estudio de la transferencia y la introducci¢n de organismos marinos y de agua dulce; e) Promover la investigaci¢n cient¡fica sobre zonas marinas de especial importancia para los recursos marinos vivos, por ejemplo las zonas de gran diversidad, endemicidad y productividad y las escalas migratorias. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.93 Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral y con el apoyo, seg£n proceda, de las organizaciones internacionales pertinentes, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an alentar y apoyar a los pa¡ses en desarrollo, entre otras cosas, a: a) Ampliar la educaci¢n, formaci¢n e investigaci¢n multidisciplinarias sobre recursos marinos vivos, en particular en las ciencias sociales y econ¢micas; b) Establecer oportunidades de formaci¢n a nivel nacional y regional para apoyar las pesquer¡as artesanales (incluidas las de subsistencia) con objeto de desarrollar el aprovechamiento en peque¤a escala de los recursos marinos vivos y fomentar la participaci¢n equitativa de las comunidades locales, los trabajadores de la industria pesquera en peque¤a escala, las mujeres y las poblaciones ind¡genas; c) Incluir en los programas docentes de todos los niveles temas relativos a la importancia de los recursos marinos vivos. d) Aumento de la capacidad 17.94 Los Estados ribere¤os, con el apoyo de los organismos subregionales, regionales y mundiales competentes, deber¡an: a) Desarrollar la capacidad de investigaci¢n para la evaluaci¢n de los recursos marinos vivos y su vigilancia; b) Prestar apoyo a las comunidades pesqueras locales, en particular a aquellas cuya subsistencia depende de la pesca, las poblaciones ind¡genas y las mujeres mediante, entre otras cosas y cuando proceda, asistencia financiera y tcnica para organizar, mantener, intercambiar y mejorar los conocimientos tradicionales sobre los recursos marinos vivos y las tcnicas de pesca y mejorar los conocimientos sobre los ecosistemas marinos; c) Establecer estrategias de desarrollo sostenibles de la acuicultura, que, entre otras cosas, incluyan la ordenaci¢n del medio ambiente en apoyo de las comunidades pisc¡colas rurales; d) Crear y fortalecer, cuando sea necesario, instituciones capaces de aplicar los objetivos y las actividades relativas a la conservaci¢n y la ordenaci¢n de los recursos marinos vivos. 17.95 Se requerir especial apoyo, as¡ como cooperaci¢n entre los Estados, para aumentar la capacidad de los pa¡ses en desarrollo en las esferas de los datos y la informaci¢n, los medios cient¡ficos y tcnicos y el desarrollo de los recursos humanos para participar de manera eficaz en la conservaci¢n y el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos sujetos a la jurisdicci¢n nacional. E. Soluci¢n de las principales incertidumbres que se plantean respecto de la ordenaci¢n del medio marino y el cambio clim ticos Bases para la acci¢n 17.96 El medio marino es vulnerable y sensible al cambio clim tico y a los cambios atmosfricos. El aprovechamiento y el desarrollo racionales de las zonas costeras, de todos los mares y de los recursos marinos, as¡ como la conservaci¢n del medio marino, exigen la capacidad de determinar el estado actual de esos sistemas y pronosticar sus condiciones futuras. El alto grado de incertidumbre en la informaci¢n actual dificulta la ordenaci¢n eficaz y limita la capacidad de efectuar pron¢sticos y evaluar los cambios ambientales. Ser necesaria la reuni¢n sistem tica de datos sobre par metros del medio marino a fin de aplicar enfoques de ordenaci¢n integrados y prever los efectos del cambio clim tico mundial y de fen¢menos atmosfricos, como el agotamiento del ozono, sobre los recursos marinos vivos y el medio marino. Para determinar la funci¢n de los ocanos y de todos los mares en los sistemas mundiales y para prever los cambios naturales y provocados por el ser humano en los medios marino y costero, es preciso reestructurar y reforzar considerablemente los mecanismos de reuni¢n, s¡ntesis y difusi¢n de la informaci¢n derivada de las actividades de investigaci¢n y de observaci¢n sistem tica. 17.97 Existen muchas incertidumbres acerca del cambio clim tico y, en particular, de la elevaci¢n del nivel del mar. Aumentos de poca importancia en dicho nivel pueden causar da¤os considerables a las islas peque¤as y las costas bajas. Las estrategias de respuesta a estos fen¢menos deben basarse en datos adecuados. Hace falta un compromiso de cooperar a largo plazo en las investigaciones con el objeto de proporcionar los datos necesarios para los modelos clim ticos mundiales y para atenuar las incertidumbres. Entretanto, habr¡a que tomar medidas de prevenci¢n para disminuir los riesgos y efectos de esos fen¢menos, sobre todo en las islas peque¤as, las zonas bajas y las zonas costeras del mundo. 17.98 Se ha informado sobre un aumento de la radiaci¢n ultravioleta derivado del agotamiento del ozono en algunas zonas del mundo. Se requiere una evaluaci¢n de esos efectos sobre el medio marino para disminuir las incertidumbres y ofrecer una base para la acci¢n. Objetivos 17.99 Los Estados, de conformidad con las disposiciones de la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a la investigaci¢n cient¡fica marina se comprometen a mejorar la comprensi¢n del medio marino y de su funci¢n en los procesos mundiales. Para ello es necesario: a) Fomentar las investigaciones cient¡ficas en el medio marino y su observaci¢n sistem tica dentro de los l¡mites de la jurisdicci¢n nacional y en la alta mar, teniendo en cuenta las interacciones con fen¢menos atmosfricos, como el agotamiento del ozono; b) Promover el intercambio de los datos y la informaci¢n obtenidos mediante la investigaci¢n cient¡fica y la observaci¢n sistem tica, as¡ como mediante conocimientos ecol¢gicos tradicionales, y ponerlos a disposici¢n de los encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas y el p£blico, en el plano nacional; c) Cooperar con miras a elaborar procedimientos uniformes intercalibrados y tcnicas de medici¢n, y montar instalaciones de almacenamiento y gesti¢n de datos para la investigaci¢n cient¡fica y la observaci¢n sistem tica del medio marino. Actividades a) Actividades de gesti¢n 17.100 Los Estados deber¡an examinar, entre otras cosas, la posibilidad de: a) Coordinar los programas nacionales y regionales de observaci¢n de los fen¢menos que se produzcan en zonas costeras y cercanas a las costas y se relacionen con el cambio clim tico, as¡ como los programas sobre par metros de investigaciones indispensables para la ordenaci¢n de los mares y las zonas costeras de todas las regiones; b) Proporcionar pron¢sticos mejorados de las condiciones marinas para la seguridad de los habitantes de las zonas costeras y para la eficiencia de las operaciones mar¡timas; c) Cooperar con miras a tomar medidas especiales para hacer frente y adaptarse al posible cambio clim tico y a la posible elevaci¢n del nivel del mar, incluida la elaboraci¢n de metodolog¡as mundialmente aceptables para la evaluaci¢n de la vulnerabilidad de las costas, la elaboraci¢n de modelos y las estrategias de respuesta, en particular respecto de zonas prioritarias como las islas peque¤as, las zonas bajas y las zonas costeras m s vulnerables; d) Determinar los programas en marcha y los programas proyectados de observaci¢n sistem tica del medio marino, con miras a integrar actividades y establecer prioridades para la eliminaci¢n de las principales incertidumbres acerca de los ocanos y todos los mares; e) Ejecutar un programa de investigaci¢n con el objeto de determinar los efectos en la biolog¡a marina de los mayores niveles de rayos ultravioleta ocasionados por el agotamiento de la capa de ozono estratosfrico y de evaluar los posibles efectos. 17.101 Reconociendo el papel importante que cumplen los ocanos y todos los mares en la atenuaci¢n del posible cambio clim tico, la COI y otros ¢rganos competentes de las Naciones Unidas, con el apoyo de los pa¡ses que posean recursos y conocimientos, deber¡an llevar a cabo an lisis, evaluaciones y la observaci¢n sistem tica del papel de los ocanos como sumidero de carbono. b) Datos e informaci¢n 17.102 Los Estados deber¡an examinar, entre otras cosas, la posibilidad de: a) Incrementar la cooperaci¢n internacional, sobre todo con miras a fortalecer la capacidad cient¡fica y tecnol¢gica nacional para el an lisis, la evaluaci¢n y el pron¢stico del cambio clim tico y los cambios ambientales en el plano mundial; b) Apoyar la funci¢n que desempe¤a la COI, en colaboraci¢n con la OMM, el PNUMA y otras organizaciones internacionales, en la reuni¢n, el an lisis y la distribuci¢n de datos e informaci¢n respecto de los ocanos y todos los mares, y tambin, seg£n proceda y por medio del Sistema Mundial de Observaci¢n de los Ocanos propuesto, prestar especial atenci¢n a la necesidad de que la COI elabore plenamente la estrategia para prestar asistencia tcnica y capacitaci¢n a los pa¡ses en desarrollo por medio de su Programa de Asistencia Mutua, Ense¤anza y Capacitaci¢n; c) Crear bases nacionales de informaci¢n multisectorial que incluyan los resultados de los programas de investigaci¢n y de observaci¢n sistem tica; d) Conectar esas bases de datos con los servicios y mecanismos existentes de datos e informaci¢n, como la Vigilancia Meteorol¢gica Mundial y la Vigilancia Mundial. e) Cooperar con miras al intercambio de datos e informaci¢n y su almacenamiento y archivo, por conducto de los centros mundiales y regionales de datos; f) Cooperar para conseguir la participaci¢n plena, en particular de los pa¡ses en desarrollo, en todo plan internacional patrocinado por los ¢rganos y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas para la reuni¢n, el an lisis y la utilizaci¢n de datos e informaci¢n. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 17.103 Los Estados deber¡an examinar, de forma bilateral y multilateral y en cooperaci¢n, seg£n proceda, con las organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales, interregionales o mundiales, la posibilidad de: a) Ofrecer cooperaci¢n tcnica para el desarrollo de la capacidad de los Estados ribere¤os e insulares en materia de investigaci¢n y de observaci¢n sistem tica del medio marino y para la utilizaci¢n de sus resultados; b) Reforzar las instituciones nacionales existentes y establecer los mecanismos internacionales necesarios de an lisis y pron¢stico a fin de preparar e intercambiar an lisis y pron¢sticos oceanogr ficos regionales y mundiales y, en lo posible, de brindar facilidades para la investigaci¢n y la capacitaci¢n internacionales en los planos nacional, subregional y regional. 17.104 En reconocimiento del valor de la Ant rtida como zona para la realizaci¢n de investigaciones cient¡ficas, particularmente las indispensables para la comprensi¢n del medio ambiente mundial, los Estados que realicen tales actividades de investigaci¢n en la Ant rtida deber¡an, como se prev en el Art¡culo III del Tratado Ant rtico: a) Seguir velando por que los datos y la informaci¢n resultantes de dichas investigaciones estn a la libre disposici¢n de la comunidad internacional; b) Seguir mejorando el acceso de la comunidad cient¡fica internacional y de los organismos especializados de las Naciones Unidas a esos datos e informaci¢n, as¡ como fomentando la organizaci¢n de seminarios y simposios peri¢dicos. 17.105 Los Estados deber¡an fortalecer la coordinaci¢n interinstitucional de alto nivel en los planos subregional, regional y mundial, seg£n proceda, y examinar mecanismos para desarrollar e integrar redes de observaci¢n sistem tica. Esa actividad abarcar¡a: a) El examen de las bases de datos regionales y mundiales existentes; b) Mecanismos para elaborar tcnicas comparables y compatibles, validar metodolog¡as y mediciones, organizar an lisis cient¡ficos peri¢dicos, definir opciones para medidas correctivas, acordar modelos de presentaci¢n y almacenamiento y comunicar la informaci¢n reunida a los posibles usuarios; c) La observaci¢n sistem tica de los h bitat costeros y de los cambios del nivel del mar, inventarios de las fuentes de contaminaci¢n del mar y an lisis de las estad¡sticas de pesca; d) La organizaci¢n de evaluaciones peri¢dicas del estado y las tendencias de los ocanos, de todos los mares y de las zonas costeras. 17.106 Mediante la cooperaci¢n internacional de las organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas se deber¡a ayudar a los pa¡ses a elaborar programas regionales adecuados de observaci¢n sistem tica a largo plazo e integrarlos de forma coordinada en los Programas de Mares Regionales para poner en pr ctica, cuando proceda, sistemas subregionales, regionales y mundiales de observaci¢n, conforme al principio del intercambio de datos. Uno de los objetivos deber¡a ser el de prever los efectos de las situaciones de emergencia clim tica sobre la infraestructura f¡sica y socioecon¢mica actual en las zonas costeras. 17.107 Sobre la base de los resultados de las investigaciones acerca de los efectos que el aumento de la radiaci¢n ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra tiene en la salud humana, la agricultura y el medio marino, los Estados y las organizaciones internacionales deber¡an considerar la posibilidad de tomar medidas correctivas apropiadas. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.108 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 750 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 480 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. 17.109 Los pa¡ses desarrollados deber¡an financiar el desarrollo y la aplicaci¢n ulteriores del Sistema Mundial de Observaci¢n de los Ocanos. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.110 A fin de eliminar las principales incertidumbres mediante observaciones e investigaciones sistem ticas de las zonas costeras y del medio marino, los Estados ribere¤os deber¡an cooperar en el desarrollo de procedimientos que permitieran un an lisis comparable de los datos y aseguraran su validez. Tambin deber¡an cooperar en el plano regional y subregional, en lo posible por conducto de los programas existentes, compartir infraestructuras y equipo caro y avanzado, elaborar procedimientos para garantizar la calidad y desarrollar conjuntamente los recursos humanos. Se deber¡a prestar una atenci¢n especial a la transferencia de conocimientos cient¡ficos y tecnol¢gicos y a los medios para ayudar a los Estados, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a desarrollar su capacidad end¢gena. 17.111 Las organizaciones internacionales deber¡an apoyar, cuando se les solicite, a los Estados ribere¤os en la ejecuci¢n de proyectos de investigaci¢n sobre los efectos del aumento de la radiaci¢n ultravioleta. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.112 Los Estados, individualmente o mediante la cooperaci¢n bilateral y multilateral, y con el apoyo, seg£n convenga, de organizaciones internacionales, subregionales, regionales y mundiales, deber¡an preparar y ejecutar programas globales, sobre todo en los pa¡ses en desarrollo, a fin de adoptar un enfoque amplio y coherente para satisfacer sus necesidades b sicas de recursos humanos en las ciencias marinas. d) Aumento de la capacidad 17.113 Los Estados deber¡an reforzar o crear, cuando sea necesario, comisiones oceanogr ficas cient¡ficas y tecnol¢gicas en el plano nacional u ¢rganos equivalentes para desarrollar, apoyar y coordinar las actividades de las ciencias marinas y trabajar en estrecha relaci¢n con las organizaciones internacionales. 17.114 Los Estados deber¡an utilizar, cuando proceda, los mecanismos subregionales y regionales existentes para desarrollar los conocimientos sobre el medio marino, intercambiar informaci¢n, organizar observaciones y evaluaciones sistem ticas y utilizar de la manera m s eficaz los servicios de cient¡ficos, instalaciones y equipo. Tambin deber¡an cooperar en la promoci¢n de la capacidad end¢gena de investigaci¢n de los pa¡ses en desarrollo. F. Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y de la cooperaci¢n y la coordinaci¢n regionales Bases para la acci¢n 17.115 Se reconoce que el papel de la cooperaci¢n internacional es apoyar y complementar las actividades nacionales. La ejecuci¢n de las estrategias y actividades de las reas de programas relativas a las zonas marinas y las zonas costeras y a los mares requiere disposiciones institucionales eficaces en los planos nacional, subregional, regional y mundial, seg£n proceda. Hay numerosas instituciones nacionales e internacionales, as¡ como instituciones regionales, dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas, que tienen competencia en asuntos marinos y es preciso mejorar la coordinaci¢n y fortalecer las relaciones entre ellas. Tambin es importante que se procure aplicar un criterio integrado y multisectorial respecto de los asuntos marinos en todos los planos. Objetivos 17.116 Los Estados se comprometen, de conformidad con sus pol¡ticas, prioridades y recursos, a promover las disposiciones institucionales necesarias para apoyar la ejecuci¢n de las reas de programas del presente cap¡tulo. A estos efectos, es necesario, seg£n proceda: a) Integrar las actividades sectoriales pertinentes relativas al medio ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras en los planos nacional, subregional, regional y mundial, seg£n proceda; b) Promover el intercambio de informaci¢n eficaz y, cuando corresponda, conexiones institucionales entre las entidades bilaterales, multibilaterales nacionales, subregionales, regionales e interregionales que se ocupan del medio ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras; c) Promover en el sistema de las Naciones Unidas la realizaci¢n de ex menes y an lisis intergubernamentales peri¢dicos de cuestiones del medio ambiente y el desarrollo relacionadas con las zonas marinas y las zonas costeras; d) Promover el funcionamiento eficaz de los mecanismos de coordinaci¢n de los componentes del sistema de las Naciones Unidas que se ocupan de cuestiones del medio ambiente y el desarrollo en las zonas marinas y las zonas costeras, as¡ como el establecimiento de v¡nculos con los ¢rganos internacionales de desarrollo pertinentes. Actividades a) Actividades de gesti¢n En el plano mundial 17.117 La Asamblea General deber¡a disponer lo necesario para que se examinaran en forma peri¢dica, dentro del sistema de las Naciones Unidas y en el plano intergubernamental, cuestiones marinas y costeras en general, incluidas cuestiones del medio ambiente y el desarrollo, y deber¡a pedir al Secretario General y a los jefes ejecutivos de los organismos y organizaciones de las Naciones Unidas que: a) Refuercen la coordinaci¢n y establezcan mejores arreglos entre las organizaciones de las Naciones Unidas, incluidos sus componentes subregionales y regionales, que tienen funciones importantes en materia de cuestiones marinas y costeras; b) Refuercen la coordinaci¢n entre esas organizaciones y otras organizaciones, instituciones y organismos especializados de las Naciones Unidas que se ocupan del desarrollo, el comercio y otras cuestiones econ¢micas conexas, seg£n proceda; c) Mejoren la representaci¢n de los organismos de las Naciones Unidas que se ocupan del medio marino en las actividades de coordinaci¢n realizadas en todo el sistema de las Naciones Unidas; d) Promuevan, cuando proceda, una mayor colaboraci¢n entre los organismos de las Naciones Unidas y los programas subregionales y regionales de asuntos costeros y marinos; e) Elaboren un sistema centralizado que proporcione informaci¢n sobre la legislaci¢n y asesoramiento sobre la aplicaci¢n de los acuerdos jur¡dicos relativos a cuestiones del medio marino y el desarrollo. 17.118 Los Estados reconocen que las pol¡ticas ambientales deben ocuparse de las causas fundamentales del deterioro del medio ambiente y evitar as¡ que las medidas ambientales den lugar a innecesarias restricciones al comercio. Las medidas de pol¡tica comercial con fines ambientales no deber¡an constituir medios de discriminaci¢n arbitraria o injustificable ni restricciones disimuladas al comercio internacional. Se deber¡a evitar la adopci¢n de medidas unilaterales para hacer frente a exigencias ambientales fuera de la jurisdicci¢n del pa¡s importador. En lo posible, las medidas ambientales dirigidas a problemas ambientales internacionales deber¡an basarse en un consenso internacional. Las medidas internas destinadas a lograr determinados objetivos ambientales pueden requerir medidas comerciales que las hagan efectivas. Si se considerase necesario adoptar medidas de pol¡tica comercial para el cumplimiento de pol¡ticas ambientales, deber¡an aplicarse ciertos principios y normas. Como ejemplos cabe mencionar, entre otras cosas, el principio de la no discriminaci¢n, el principio de que la medida comercial elegida sea la menos restrictiva posible que se requiera para el logro de los objetivos, la obligaci¢n de velar por que haya transparencia en la aplicaci¢n de las medidas comerciales relacionadas con el medio ambiente y de suministrar una notificaci¢n adecuada de los reglamentos nacionales, y la necesidad de prestar consideraci¢n a las condiciones y necesidades de desarrollo especiales de los pa¡ses en desarrollo que se orientan hacia el logro de objetivos ambientales internacionalmente convenidos. En los planos subregional y regional 17.119 Los Estados deber¡an considerar, seg£n proceda, la posibilidad de: a) Fortalecer, y ampliar cuando sea necesario, la cooperaci¢n regional intergubernamental, los Programas de Mares Regionales del PNUMA, las organizaciones regionales y subregionales de pesca y las comisiones regionales; b) Establecer, cuando proceda, la coordinaci¢n entre las organizaciones de las Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales competentes en los planos subregional y regional, y considerar la posibilidad de coordinar la asignaci¢n de su personal; c) Organizar consultas peri¢dicas dentro de la regi¢n; d) Facilitar a los centros y redes subregionales y regionales, como los centros regionales de tecnolog¡a marina, el acceso a los conocimientos y la tecnolog¡a y su utilizaci¢n por conducto de los ¢rganos nacionales competentes. b) Datos e informaci¢n 17.120 Los Estados deber¡an, cuando proceda: a) Promover el intercambio de informaci¢n sobre cuestiones marinas y costeras; b) Reforzar la capacidad de las organizaciones internacionales para tratar la informaci¢n y prestar apoyo al desarrollo de sistemas nacionales, subregionales y regionales de datos e informaci¢n, cuando proceda. Podr¡an incluirse tambin las redes que vinculan a pa¡ses con problemas ambientales comparables; c) Seguir desarrollando los mecanismos internacionales existentes como la Vigilancia Mundial y el Grupo de Expertos sobre los Aspectos Cient¡ficos de la Contaminaci¢n del Mar. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.121 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 50 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decida ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos, desarrollo de los recursos humanos y aumento de la capacidad 17.122 Los medios de ejecuci¢n indicados en las secciones sobre medios cient¡ficos y tecnol¢gicos, desarrollo de los recursos humanos y aumento de la capacidad de las dem s reas de programas relativas a asuntos marinos y costeros se aplican tambin enteramente a esta rea de programas. Adem s, los Estados deber¡an, mediante la cooperaci¢n internacional, elaborar un programa completo para atender a las necesidades b sicas de recursos humanos en las ciencias marinas en todos los planos. G. Desarrollo sostenible de las islas peque¤as Bases para la acci¢n 17.123 Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, al igual que las islas que albergan a peque¤as comunidades, constituyen un caso especial tanto para el medio ambiente como para el desarrollo. Tienden a ser ecol¢gicamente fr giles y vulnerables. Su peque¤o tama¤o, la limitaci¢n de sus recursos, su dispersi¢n geogr fica y su aislamiento de los mercados los colocan en situaci¢n de desventaja econ¢mica y les impiden obtener econom¡as de escala. Para los peque¤os Estados insulares en desarrollo, el medio oce nico y costero reviste importancia estratgica y constituye un valioso recurso para el desarrollo. 17.124 Su aislamiento geogr fico hace que tengan un n£mero relativamente grande de especies singulares de flora y fauna, por lo que poseen una proporci¢n muy alta de la biodiversidad mundial. Asimismo tienen culturas ricas y diversas adaptadas especialmente al medio insular y conocen la ordenaci¢n racional de los recursos insulares. 17.125 Los peque¤os Estados insulares en desarrollo tienen toda la problem tica y las exigencias ambientales de las zonas costeras concentrados en una superficie terrestre limitada. Se los considera sumamente vulnerables al calentamiento de la Tierra y a la elevaci¢n del nivel del mar, lo que hace que algunas islas de poca altitud corran el peligro cada vez mayor de perder todo su territorio nacional. Asimismo, la mayor¡a de las islas tropicales est n ahora experimentando los efectos m s inmediatos del aumento de la frecuencia de los ciclones, tormentas y huracanes debido a los cambios clim ticos. Esto est ocasionando grandes trastornos a su desarrollo socioecon¢mico. 17.126 Habida cuenta de que las opciones para el desarrollo de las islas peque¤as son limitadas, la planificaci¢n y la puesta en pr ctica de medidas para un desarrollo sostenible tropieza con problemas especiales. Sin la cooperaci¢n y la asistencia de la comunidad internacional, los peque¤os Estados insulares en desarrollo dif¡cilmente podr n superar tales problemas. Objetivos 17.127 Los Estados se comprometen a hacer frente a los problemas del desarrollo sostenible de los peque¤os Estados insulares en desarrollo. Para ello es necesario: a) Aprobar y aplicar planes y programas para apoyar el desarrollo sostenible y la utilizaci¢n de sus recursos marinos y costeros, en particular para satisfacer las necesidades humanas esenciales, mantener la biodiversidad y mejorar la calidad de la vida de los pueblos insulares; b) Adoptar medidas que permitan a los peque¤os Estados insulares en desarrollo hacer frente a los cambios ambientales de manera eficaz, creadora y sostenible, atenuar sus repercusiones y reducir las amenazas a los recursos marinos y costeros. Actividades a) Actividades de gesti¢n 17.128 Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, con la asistencia pertinente de la comunidad internacional y sobre la base de la labor de las organizaciones nacionales e internacionales, deber¡an tomar las medidas siguientes: a) Estudiar las caracter¡sticas ambientales y de desarrollo especiales de las islas peque¤as y preparar su perfil ambiental y el inventario de sus recursos naturales, sus h bitat marinos cr¡ticos y su biodiversidad; b) Desarrollar las tcnicas para determinar y vigilar la capacidad de sustentaci¢n de las islas peque¤as partiendo de distintas hip¢tesis de desarrollo y limitaciones de recursos; c) Preparar planes a medio y largo plazo para el desarrollo sostenible que destaquen la utilizaci¢n m£ltiple de los recursos, integren las consideraciones ambientales en la planificaci¢n y las pol¡ticas econ¢micas y sectoriales, definan las medidas encaminadas a mantener la diversidad cultural y biol¢gica, y conserven las especies en peligro y los h bitat marinos cr¡ticos; d) Adaptar las tcnicas de ordenaci¢n de las zonas costeras, tales como la planificaci¢n, los emplazamientos y las evaluaciones de los efectos en el medio ambiente, utilizando Sistemas de Informaci¢n Geogr fica adecuados a las caracter¡sticas especiales de las islas peque¤as, teniendo en cuenta los valores tradicionales y culturales de las poblaciones ind¡genas de los pa¡ses insulares; e) Examinar las disposiciones institucionales existentes y adoptar y poner en pr ctica las reformas institucionales pertinentes que sean esenciales para la eficaz aplicaci¢n de los planes de desarrollo sostenible, teniendo en cuenta la coordinaci¢n intersectorial y la participaci¢n comunitaria en el proceso de planificaci¢n; f) Ejecutar planes de desarrollo sostenible que incluyan el examen y la modificaci¢n de las pol¡ticas y pr cticas actuales que no sean sostenibles; g) Con sentido de la precauci¢n y la anticipaci¢n, formular y poner en pr ctica estrategias de respuesta racionales para hacer frente a los efectos ambientales, sociales y econ¢micos del cambio clim tico y la elevaci¢n del nivel del mar, y preparar planes adecuados para esas eventualidades; h) Fomentar la utilizaci¢n de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales para el desarrollo sostenible en los peque¤os Estados insulares en desarrollo y determinar las tecnolog¡as que se deban excluir a causa de la amenaza que representan para los ecosistemas insulares esenciales. b) Datos e informaci¢n 17.129 Se deber¡a reunir y evaluar m s informaci¢n sobre las caracter¡sticas geogr ficas, ambientales, culturales y socioecon¢micas de las islas para coadyuvar al proceso de planificaci¢n. Se deber¡an ampliar las bases de datos y se deber¡an desarrollar sistemas de informaci¢n geogr fica y adaptarlos a las caracter¡sticas especiales de las islas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 17.130 Los peque¤os Estados insulares en desarrollo, con la asistencia pertinente de las organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deber¡an desarrollar y fortalecer la cooperaci¢n y el intercambio de informaci¢n interinsular, regional e interregional, que incluya la celebraci¢n de reuniones peri¢dicas regionales y mundiales sobre el desarrollo sostenible de dichos Estados, como la primera conferencia mundial sobre el desarrollo sostenible de los peque¤os Estados insulares en desarrollo, que habr de celebrarse en 1993. 17.131 Las organizaciones internacionales, ya sean subregionales, regionales o mundiales, deben reconocer las necesidades especiales de desarrollo de los peque¤os Estados insulares en desarrollo y otorgar la prioridad adecuada a la prestaci¢n de asistencia, especialmente respecto de la elaboraci¢n y aplicaci¢n de planes de desarrollo sostenible. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 17.132 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 130 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 50 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 17.133 Se deber¡an establecer o fortalecer, seg£n proceda, centros regionales para el desarrollo y la difusi¢n de informaci¢n cient¡fica y el asesoramiento sobre los medios tcnicos y las tecnolog¡as adecuadas para los peque¤os Estados insulares en desarrollo, especialmente en relaci¢n con la ordenaci¢n de la zona costera, la zona econ¢mica exclusiva y los recursos marinos. c) Desarrollo de los recursos humanos 17.134 Como las poblaciones de los peque¤os Estados insulares en desarrollo no pueden mantener todas las especializaciones necesarias, la capacitaci¢n para la ordenaci¢n y el desarrollo integrados de las zonas costeras deber¡a orientarse a formar gerentes, cient¡ficos, ingenieros y planificadores del litoral que puedan integrar los m£ltiples factores que han de tenerse en cuenta en la ordenaci¢n integrada de las zonas costeras. Se deber¡a preparar a los usuarios de recursos para ejercer funciones tanto de gesti¢n como de protecci¢n, para aplicar el principio de que quien contamina paga y para apoyar la capacitaci¢n de su personal. Se deber¡an modificar los sistemas de ense¤anza para atender a esas necesidades y se deber¡an elaborar programas especiales de capacitaci¢n en materia de ordenaci¢n y desarrollo integrados de las islas. Se deber¡a integrar la planificaci¢n local en los programas de estudio a todos los niveles y se deber¡an llevar a cabo campa¤as de sensibilizaci¢n del p£blico con ayuda de organizaciones no gubernamentales y de las poblaciones ind¡genas de las zonas costeras. d) Aumento de la capacidad 17.135 La capacidad total de los peque¤os Estados insulares en desarrollo siempre ser limitada. Por consiguiente, hay que reestructurar la capacidad existente a fin de satisfacer eficientemente las necesidades inmediatas de un desarrollo sostenible y de una ordenaci¢n integrada. Al mismo tiempo, la asistencia pertinente y apropiada de la comunidad internacional habr de encaminarse a reforzar toda la gama de los recursos humanos que se precisan continuamente para ejecutar los planes de desarrollo sostenible. 17.136 Se deber¡an aplicar las nuevas tcnicas que pueden hacer aumentar el rendimiento y la gama de capacidades de los limitados recursos humanos existentes a fin de elevar la capacidad de las poblaciones muy peque¤as para satisfacer sus necesidades. Se deber¡an fomentar el desarrollo y la aplicaci¢n de los conocimientos tradicionales a fin de mejorar la capacidad de los pa¡ses para lograr un desarrollo sostenible. Notas 1/ Las referencias a la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que figuran en el presente cap¡tulo no prejuzgan la posici¢n de ning£n Estado respecto de la firma o ratificaci¢n de la Convenci¢n o de la adhesi¢n a ella. 2/ Las referencias a la Convenci¢n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que figuran en el presente cap¡tulo no prejuzgan la posici¢n de los Estados que consideran que la Convenci¢n constituye un todo unificado. 3/ No se interpretar que nada que se haya estipulado en las reas de programas del presente cap¡tulo prejuzga los derechos de los Estados que estuvieren involucrados en una controversia sobre soberan¡a o la delimitaci¢n de las zonas mar¡timas correspondientes. Cap¡tulo 18 PROTECCION DE LA CALIDAD Y EL SUMINISTRO DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE: APLICACION DE CRITERIOS INTEGRADOS PARA EL APROVECHAMIENTO, ORDENACION Y USO DE LOS RECURSOS DE AGUA DULCE INTRODUCCION 18.1 Los recursos de agua dulce son un componente esencial de la hidrosfera de la Tierra y parte indispensable de todos los ecosistemas terrestres. El medio de agua dulce se caracteriza por el ciclo hidrol¢gico, que incluye las inundaciones y sequ¡as, cuyas consecuencias se han vuelto en algunas regiones m s extremas y dram ticas durante los £ltimos a¤os. El cambio clim tico mundial y la contaminaci¢n atmosfrica podr¡an tambin tener consecuencias para los recursos de agua dulce y su disponibilidad y, con la elevaci¢n del nivel del mar, poner en peligro las zonas costeras bajas y los ecosistemas de las islas peque¤as. 18.2 El agua se necesita en todos los aspectos de la vida. El objetivo general es velar por que se mantenga un suministro suficiente de agua de buena calidad para toda la poblaci¢n del planeta y preservar al mismo tiempo las funciones hidrol¢gicas, biol¢gicas y qu¡micas de los ecosistemas, adaptando las actividades humanas a los l¡mites de la capacidad de la naturaleza y combatiendo los vectores de las enfermedades relacionadas con el agua. Es preciso contar con tecnolog¡as innovadoras, entre ellas las tecnolog¡as locales mejoradas para aprovechar plenamente los recursos h¡dricos limitados y protegerlos contra la contaminaci¢n. 18.3 La escasez generalizada de recursos de agua dulce, su destrucci¢n gradual y su creciente contaminaci¢n, as¡ como la implantaci¢n progresiva de actividades incompatibles en muchas regiones del mundo, exigen una planificaci¢n y una ordenaci¢n integradas de los recursos h¡dricos. Esa integraci¢n ha de abarcar todos los tipos de masas interrelacionadas de agua dulce, tanto las aguas superficiales como las subterr neas, y ha de tener debidamente en cuenta los aspectos de la cantidad y calidad del agua. Debe reconocerse el car cter multisectorial del aprovechamiento de los recursos h¡dricos en el contexto del desarrollo socioecon¢mico, as¡ como la utilizaci¢n de esos recursos para fines m£ltiples como el abastecimiento de agua y el saneamiento, la agricultura, la industria, el desarrollo urbano, la generaci¢n de energ¡a hidroelctrica, la pesca en aguas interiores, el transporte, las actividades recreativas, la ordenaci¢n de las tierras bajas y las planicies y otras actividades. Los sistemas racionales de utilizaci¢n del agua para el aprovechamiento de las fuentes de suministro de agua, sean de superficie, subterr neas u otras posibles, deben estar apoyados por medidas concomitantes encaminadas a conservar el agua y reducir al m¡nimo el derroche. Sin embargo, cuando sea necesario, habr de darse prioridad a las medidas de prevenci¢n y control de las inundaciones, as¡ como al control de la sedimentaci¢n. 18.4 Los recursos de aguas transfronterizos y su utilizaci¢n revisten gran importancia para los Estados ribere¤os. A ese respecto, puede ser conveniente la cooperaci¢n entre esos Estados de conformidad con los acuerdos existentes u otros mecanismos pertinentes, teniendo en cuenta los intereses de todos los Estados ribere¤os interesados. 18.5 Para el sector de los recursos de agua dulce se proponen las siguientes reas de programas: a) Ordenaci¢n y aprovechamiento integrados de los recursos h¡dricos; b) Evaluaci¢n de los recursos h¡dricos; c) Protecci¢n de los recursos h¡dricos, la calidad del agua y los ecosistemas acu ticos; d) Abastecimiento de agua potable y saneamiento; e) El agua y el desarrollo urbano sostenible; f) El agua para la producci¢n sostenible de alimentos y el desarrollo rural sostenibles; g) Repercusiones del cambio clim tico en los recursos h¡dricos. AREAS DE PROGRAMAS A. Ordenaci¢n y aprovechamiento integrados de los recursos h¡dricos Bases para la acci¢n 18.6 Generalmente no se aprecia la medida en que el aprovechamiento de los recursos h¡dricos contribuye a la productividad econ¢mica y el bienestar social, aunque todas las actividades sociales y econ¢micas descansan en grado sumo sobre el suministro y la calidad del agua potable. Con el aumento de la poblaci¢n y de las actividades econ¢micas, muchos pa¡ses est n llegando con rapidez a una situaci¢n en que el agua escasea o en que su desarrollo econ¢mico se ve obstaculizado. El r pido crecimiento de la demanda de agua se debe en un 70% a 80% al riego agr¡cola, algo menos de un 20% a la industria y s¢lo un 6% al consumo domstico. Una ordenaci¢n global del agua dulce en cuanto recurso limitado y vulnerable, y la integraci¢n de planes y programas h¡dricos sectoriales dentro del marco de la pol¡tica econ¢mica y social nacional son medidas que revisten la m xima importancia entre las que se adopten en el decenio de 1990 y con posterioridad. Sin embargo, la fragmentaci¢n de las responsabilidades relativas al desarrollo de los recursos h¡dricos entre diversos organismos sectoriales est constituyendo un obst culo a£n mayor de lo que se pensaba para promover una ordenaci¢n integrada de dichos recursos. Se requieren mecanismos eficaces de ejecuci¢n y coordinaci¢n. Objetivos 18.7 El objetivo global es satisfacer las necesidades de agua dulce de todos los pa¡ses para su desarrollo sostenible. 18.8 La ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos se basa en la percepci¢n de que el agua es parte integrante del ecosistema, un recurso natural y un bien social y bien econ¢mico cuya cantidad y calidad determinan la naturaleza de su utilizaci¢n. Con tal fin, hay que proteger esos recursos, teniendo en cuenta el funcionamiento de los ecosistemas acu ticos y el car cter perenne del recurso con miras a satisfacer y conciliar las necesidades de agua en las actividades humanas. En el aprovechamiento y el uso de los recursos h¡dricos ha de darse prioridad a la satisfacci¢n de las necesidades b sicas y a la protecci¢n de los ecosistemas. Sin embargo, una vez satisfechas esas necesidades los usuarios del agua tienen que pagar unas tarifas adecuadas. 18.9 La ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos, incluida la integraci¢n de los aspectos relativos a las tierras y a las aguas, tendr¡a que hacerse a nivel de cuenca o subcuenca de captaci¢n. Deber¡an perseguirse cuatro objetivos principales, a saber: a) Promover un enfoque din mico, interactivo, iteractivo y multisectorial de la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos, incluidas la protecci¢n y la determinaci¢n de posibles fuentes de abastecimiento de agua dulce, que abarque consideraciones tecnol¢gicas, econ¢micas, ambientales y sanitarias; b) Planificar la utilizaci¢n, protecci¢n, conservaci¢n y ordenaci¢n sostenibles y racionales de los recursos h¡dricos con arreglo a las necesidades y prioridades de la colectividad dentro del marco de la pol¡tica de desarrollo econ¢mico nacional; c) Elaborar, aplicar y evaluar proyectos y programas que sean tanto econ¢micamente eficientes como socialmente adecuados dentro de unas estrategias definidas con claridad y basadas en un enfoque de plena participaci¢n p£blica, incluida la de la mujer, la juventud, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales en las medidas y decisiones sobre la ordenaci¢n del agua; d) Determinar y fortalecer o implantar, seg£n sea necesario, en particular en los pa¡ses en desarrollo, los mecanismos institucionales, jur¡dicos y financieros adecuados para lograr que la pol¡tica sobre los recursos h¡dricos y su ejecuci¢n sean un catalizador del progreso social y el crecimiento econ¢mico sostenibles. 18.10 Cuando se trate de recursos h¡dricos transfronterizos, ser necesario que los Estados ribere¤os formulen estrategias relativas a esos recursos, preparen programas de acci¢n para su utilizaci¢n y tengan en cuenta, cuando proceda, la armonizaci¢n de esas estrategias y programas de acci¢n. 18.11 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los objetivos siguientes: a) Para el a¤o 2000: i) Haber elaborado e iniciado programas de acci¢n nacionales con costos y metas determinados, y haber establecido las estructuras institucionales y los instrumentos jur¡dicos apropiados; ii) Haber establecido programas eficaces de aprovechamiento del agua para lograr sistemas sostenibles de aprovechamiento de los recursos; b) Para el a¤o 2025: i) Haber alcanzado las metas subsectoriales de todas las reas de programas sobre el agua dulce. Se entiende que el logro de los objetivos cuantificados en los incisos i) y ii) supra depender de los recursos financieros nuevos y adicionales que se faciliten a los pa¡ses en desarrollo de conformidad con las disposiciones pertinentes de la resoluci¢n 44/228 de la Asamblea General. Actividades 18.12 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las siguientes actividades para mejorar la ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos: a) Formular planes de acci¢n y programas de inversi¢n nacionales con costos calculados y metas fijadas; b) Integrar medidas de protecci¢n y conservaci¢n de posibles fuentes de abastecimiento de agua dulce, entre ellas la catalogaci¢n de los recursos correspondientes, con una planificaci¢n de los usos de la tierra, la utilizaci¢n de los bosques, la protecci¢n de las laderas de la monta¤as y las m rgenes de los r¡os y otras actividades pertinentes de aprovechamiento y conservaci¢n; c) Desarrollar bases de datos interactivos, modelos para previsiones, modelos de planificaci¢n econ¢mica y mtodos de ordenaci¢n y planificaci¢n de los recursos h¡dricos, entre ellos mtodos de evaluaci¢n del impacto ambiental; d) Optimizar la asignaci¢n de los recursos h¡dricos dentro de las limitaciones f¡sicas y socioecon¢micas; e) Aplicar las decisiones relativas a la asignaci¢n de recursos mediante gesti¢n de la demanda, mecanismos de fijaci¢n de precios y medidas de reglamentaci¢n; f) Luchar contra las inundaciones y las sequ¡as, mediante, entre otras cosas, el an lisis de riesgos y la evaluaci¢n de las consecuencias sociales y ambientales; g) Promover planes de utilizaci¢n racional del agua mediante una mayor conciencia p£blica, programas de educaci¢n y la imposici¢n de tarifas de consumo y otros instrumentos econ¢micos; h) Movilizar los recursos h¡dricos, sobre todo en las zonas ridas y semi ridas; i) Fomentar la cooperaci¢n internacional en la investigaci¢n cient¡fica sobre los recursos de agua dulce; j) Desarrollar fuentes nuevas y alternativas de suministro de agua tales como la desalaci¢n del agua de mar, la reposici¢n artificial de aguas subterr neas, la utilizaci¢n de agua de escasa calidad, el aprovechamiento de aguas residuales y el reciclaje del agua; k) Integrar la ordenaci¢n de la cantidad y calidad de los recursos h¡dricos, incluidas las aguas superficiales y subterr neas; l) Promover la conservaci¢n del agua mediante mejores y m s eficaces planes de aprovechamiento y de reducci¢n al m¡nimo del derroche con participaci¢n de todos los usuarios, con el desarrollo, entre otros aspectos, de mecanismos para ahorrar agua; m) Apoyar a los grupos de usuarios de agua a fin de optimizar la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos locales; n) Arbitrar tcnicas de participaci¢n del p£blico y aplicarlas en la adopci¢n de decisiones, en particular fortaleciendo el papel de la mujer en la planificaci¢n y ordenaci¢n de los recursos h¡dricos; o) Desarrollar y reforzar, seg£n proceda, la cooperaci¢n, incluidos los mecanismos cuando proceda, a todos los niveles pertinentes, a saber: i) En el m s bajo nivel pertinente, delegando la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos, en general, en ese nivel, de acuerdo con la legislaci¢n nacional, incluida la descentralizaci¢n de los servicios gubernamentales, que pasar¡an a depender de las autoridades locales, las empresas privadas y las comunidades; ii) En el plano nacional, mediante una planificaci¢n y ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos dentro del marco del proceso de planificaci¢n nacional y, cuando proceda, con el establecimiento de una reglamentaci¢n y supervisi¢n independientes del agua dulce, basadas en la legislaci¢n nacional y en medidas econ¢micas; iii) En el plano regional, considerando la posibilidad de armonizar, cuando proceda, las estrategias y los programas de acci¢n nacionales; iv) En el plano mundial, mediante una mejor delimitaci¢n de las responsabilidades, la divisi¢n del trabajo y la coordinaci¢n de organizaciones y programas internacionales, facilitando los intercambios de pareceres y experiencias en esferas relacionadas con la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos; p) Difundir informaci¢n, as¡ como directrices operacionales, y promover la educaci¢n de los usuarios del agua mediante, entre otras cosas, la consideraci¢n por las Naciones Unidas de la posibilidad de proclamar un D¡a Mundial del Agua. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.13 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 115 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.14 Desarrollar bases de datos interactivas, mtodos de previsi¢n y modelos de planificaci¢n econ¢mica apropiados para la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos de un modo eficiente y sostenible obligar a aplicar tcnicas nuevas, tales como sistemas de informaci¢n geogr fica y sistemas de expertos que re£nan, asimilen, analicen y difundan informaci¢n multisectorial y que permitan tomar las mejores decisiones posibles. Adem s, impulsar fuentes nuevas y alternativas de abastecimiento de agua y tecnolog¡as de bajo costo para su aprovechamiento exigir una investigaci¢n aplicada innovadora. Tal cosa obligar a transferir, adaptar y difundir tcnicas y tecnolog¡a nuevas entre pa¡ses en desarrollo, as¡ como a desarrollar la capacidad end¢gena, para que puedan afrontar la dimensi¢n a¤adida de la integraci¢n de los aspectos tcnicos, econ¢micos, ambientales y sociales de la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos y la predicci¢n de las consecuencias en trminos de los efectos sobre el hombre. 18.15 Del reconocimiento del hecho de que el agua constituye un bien econ¢mico y social se desprende que habr que evaluar m s a fondo y comprobar sobre el terreno las diversas opciones disponibles para cobrar tarifas a los usuarios del agua (incluidos los hogares, las zonas urbanas y los grupos de usuarios de agua industrial y agr¡cola). Habr que desarrollar a£n m s en los instrumentos econ¢micos que tengan presentes los costos de oportunidad y los efectos en el medio ambiente. En mbitos rurales y urbanos deber¡a estudiarse sobre el terreno la predisposici¢n de los usuarios a pagar. 18.16 El aprovechamiento y la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos deber¡a planificarse de manera integrada, teniendo presentes las necesidades de planificaci¢n a largo plazo as¡ como las de plazo m s corto, esto es, deber¡an tener en cuenta consideraciones ambientales, econ¢micas y sociales basadas en el principio de sostenibilidad; incluir las necesidades de todos los usuarios as¡ como tambin las relacionadas con la prevenci¢n y atenuaci¢n de los riesgos relacionados con el agua; y ser parte integrante del proceso de planificaci¢n del desarrollo socioecon¢mico. Un requisito de la ordenaci¢n sostenible del agua, en cuanto recurso escaso vulnerable, es la obligaci¢n de que se reconozcan, en todas las actividades de planificaci¢n y aprovechamiento, sus costos integrales. En la planificaci¢n deber¡an considerarse los beneficios de la inversi¢n y los costos de protecci¢n ambiental y de explotaci¢n, as¡ como los costos de oportunidad en funci¢n del aprovechamiento alternativo m s valioso del agua. El cobro efectivo de tarifas no tiene que gravar, por necesidad, a todos los beneficiarios con las consecuencias de esas consideraciones. Sin embargo los mecanismos de cobro deben reflejar en todo lo posible el costo real del agua, cuando sta se utiliza como bien econ¢mico, y la capacidad de pago de las comunidades. 18.17 La funci¢n del agua como bien econ¢mico y social y base de la vida deber¡a reflejarse en los mecanismos de gesti¢n de la demanda, y tenerse en cuenta mediante la conservaci¢n y reaprovechamiento del agua; la evaluaci¢n de los recursos; y los instrumentos financieros. 18.18 En la nueva fijaci¢n de prioridades respecto a las estrategias de inversiones privadas y p£blicas se deben tener en cuenta: a) la utilizaci¢n m xima de los proyectos existentes por medio de su mantenimiento, rehabilitaci¢n y funcionamiento ¢ptimo; b) las tecnolog¡as limpias, nuevas o alternativas; y c) la producci¢n de energ¡a hidroelctrica en forma compatible con los aspectos ambientales y sociales. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.19 Para delegar la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos al nivel m s bajo pertinente se requiere educar y formar al personal correspondiente en todos los planos y es preciso conseguir que la mujer participe en condiciones de igualdad en los programas de ense¤anza y formaci¢n. Hay que poner sobre todo el acento en la introducci¢n de tcnicas de participaci¢n p£blica, incluido un mayor papel de la mujer, la juventud, las poblaciones ind¡genas, las comunidades locales. Los conocimientos relacionados con las diversas funciones de la ordenaci¢n del agua tambin tendr n que ser fomentados por las administraciones municipales y los organismos de ordenaci¢n del agua, as¡ como en el sector privado, las organizaciones no gubernamentales locales y nacionales, las cooperativas, las empresas y otros grupos de usuarios de agua. Tambin es necesario educar al p£blico acerca de la importancia del agua y de su ordenaci¢n adecuada. 18.20 Para dar cumplimiento a estos principios, las comunidades deben disponer de la capacidad suficiente. Quienes establecen el marco para el aprovechamiento y la ordenaci¢n del agua a cualquier nivel, sea ste internacional, nacional o local, deben asegurarse de que existen los medios necesarios para crear o aumentar dicha capacidad. Estos medios ser n diferentes seg£n los casos, aunque de ordinario abarcar n: a) Programas de sensibilizaci¢n, que incluyan, entre otras cosas, el fomento de un mayor compromiso y del apoyo en todos los niveles y la iniciaci¢n de medidas de acci¢n a escala mundial y local para fomentar tales programas; b) Formaci¢n de administradores de los recursos h¡dricos a todos los niveles, de manera que comprendan debidamente todos los elementos necesarios para la adopci¢n de decisiones; c) Fortalecimiento de la capacidad de formaci¢n profesional de los pa¡ses en desarrollo; d) Formaci¢n apropiada de los profesionales necesarios, entre ellos los trabajadores de los servicios de extensi¢n; e) Mejora de las estructuras de carrera; f) Compartimiento de los conocimientos y la tecnolog¡a apropiados, tanto para la reuni¢n de datos como para la realizaci¢n del desarrollo planificado, incluidas las tecnolog¡as no contaminantes y los conocimientos necesarios para obtener los mejores resultados del actual sistema de inversiones. d) Aumento de la capacidad 18.21 Habr¡a que examinar y desarrollar la capacidad institucional de ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos cuando exista una demanda clara. Las estructuras administrativas existentes muchas veces ser n muy capaces de ordenar los recursos locales de agua, pero quiz sean necesarias instituciones nuevas basadas en la perspectiva, por ejemplo, de las cuencas fluviales, las juntas de desarrollo comarcal y los comits de comunidades locales. Aunque la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos se hace a diversos niveles en el sistema sociopol¡tico, una ordenaci¢n que responda a la demanda requiere desarrollar instituciones pertinentes en los planos apropiados, habida cuenta de la necesidad de integrar esa labor con la ordenaci¢n de los usos de la tierra. 18.22 Al crear un medio que propicie la ordenaci¢n adecuada en el nivel m s bajo posible, el cometido de las administraciones p£blicas consistir , entre otras cosas, en movilizar recursos financieros y humanos, legislar, trazar pautas y ejercer otras funciones normativas, supervisar y evaluar el uso del agua y la tierra, y crear oportunidades para la participaci¢n p£blica. Los organismos internacionales y los donantes tienen que desempe¤ar un papel importante a fin de dar apoyo a los pa¡ses en desarrollo para crear un medio propicio a una ordenaci¢n integrada de los recursos h¡dricos. Entre otras cosas, los donantes deber¡an prestar el apoyo apropiado a organismos locales de los pa¡ses en desarrollo, tales como instituciones basadas en la comunidad, organizaciones no gubernamentales y grupos de mujeres. B. Evaluaci¢n de los recursos h¡dricos Bases para la acci¢n 18.23 La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, incluida la determinaci¢n de posibles fuentes de agua dulce, consiste en determinar ininterrumpidamente las fuentes, la cantidad, la fiabilidad y la calidad de los recursos de agua y de las actividades humanas que afectan a esos recursos. Esa evaluaci¢n es la base pr ctica para su ordenaci¢n sostenible y condici¢n previa para evaluar las posibilidades de aprovecharlos. No obstante, preocupa cada vez m s que en el momento en que se necesita informaci¢n m s precisa y fidedigna acerca de los recursos de agua, a los servicios hidrol¢gicos y organismos conexos les sea m s dif¡cil que antes proporcionar esta informaci¢n, sobre todo respecto de las aguas subterr neas y de la calidad del agua. Los principales obst culos son la falta de recursos financieros para esa evaluaci¢n, el car cter fragmentado de los servicios hidrol¢gicos y la escasez de personal capacitado. Al mismo tiempo, a los pa¡ses en desarrollo cada vez les es m s dif¡cil acceder a las tecnolog¡as avanzadas de reuni¢n y manejo de datos. Sin embargo, la creaci¢n de bases nacionales de datos reviste importancia decisiva para evaluar los recursos h¡dricos y para mitigar los efectos de inundaciones, sequ¡as, desertificaci¢n y contaminaci¢n. Objetivos 18.24 Bas ndose en el Plan de Acci¢n de Mar del Plata, esta rea de programas se ha prolongado durante todo el decenio de 1990 y despus con el objetivo global de velar por la evaluaci¢n y el pron¢stico de la cantidad y calidad de los recursos h¡dricos, con el fin de estimar el volumen total disponible de tales recursos y las posibilidades de abastecimiento futuro, determinar las condiciones actuales de calidad, prever posibles desequilibrios entre la oferta y la demanda y proporcionar una base de datos cient¡fica para un uso racional de dichos recursos. 18.25 En consecuencia, se han fijado los cinco objetivos concretos siguientes: a) Proporcionar a todos los pa¡ses tecnolog¡as de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos apropiadas a sus necesidades, independientemente de su nivel de desarrollo, incluidos mtodos para evaluar los efectos del cambio clim tico sobre los recursos de agua dulce; b) Conseguir que, con arreglo a sus posibilidades econ¢micas, todos los pa¡ses asignen a la evaluaci¢n de recursos h¡dricos los medios financieros que el valor econ¢mico y social de la informaci¢n acerca de esos recursos justifica; c) Velar por que la informaci¢n resultante de la evaluaci¢n se aproveche al m ximo a la hora de preparar las pol¡ticas de ordenaci¢n de los recursos h¡dricos; d) Conseguir que todos los pa¡ses tomen las disposiciones institucionales necesarias para velar por la reuni¢n, elaboraci¢n, almacenamiento, recuperaci¢n y divulgaci¢n eficiente a los usuarios de informaci¢n integrada acerca de la calidad y la cantidad de los recursos h¡dricos disponibles en las cuencas hidrogr ficas y los acu¡feros subterr neos; e) Lograr que los organismos de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos contraten y retengan en n£mero suficiente personal debidamente preparado y calificado, proporcion ndole los servicios de capacitaci¢n y perfeccionamiento que necesitar n para desempe¤ar sus tareas con xito. 18.26 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluida la cooperaci¢n con las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los objetivos siguientes: a) Para el a¤o 2000, haber estudiado en detalle la viabilidad de establecer servicios de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos; b) Como objetivo a largo plazo, disponer de servicios plenamente operativos que se basen en redes hidromtricas de gran densidad. Actividades 18.27 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispogan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an emprender las actividades siguientes: a) Marco institucional: i) Establecer marcos normativos y prioridades nacionales adecuados; ii) Establecer y reforzar en todos los pa¡ses la capacidad institucional, incluidas disposiciones legislativas y normativas, que sea necesaria para velar por una evaluaci¢n adecuada de sus recursos h¡dricos y unos servicios de previsi¢n de inundaciones y sequ¡as; iii) Establecer y mantener una cooperaci¢n efectiva en el plano nacional entre los diversos organismos encargados de la reuni¢n, almacenamiento y an lisis de los datos hidrol¢gicos; iv) Cooperar en la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos transfronterizos, con la previa conformidad de cada uno de los Estados ribere¤os interesados; b) Sistemas de datos: i) Revisar las redes actuales de reuni¢n de datos y evaluar su idoneidad, incluyendo aquellas que proporcionan datos en tiempo real para predecir las inundaciones y sequ¡as; ii) Mejorar las redes para que se ajusten a las pautas aceptadas para el suministro de datos sobre la cantidad y calidad de las aguas de superficie y subterr neas y de datos pertinentes sobre el uso de la tierra; iii) Aplicar normas uniformes y otros medios para velar por la compatibilidad de los datos; iv) Mejorar las instalaciones y los procedimientos que se usan para almacenar, elaborar y analizar los datos hidrol¢gicos y facilitar tales datos y las previsiones correspondientes a los posibles usuarios; v) Establecer bases de datos sobre la disponibilidad de todo tipo de datos hidrol¢gicos en el plano nacional; vi) Ejecutar operaciones de "salvamento de datos", por ejemplo, estableciendo registros nacionales de recursos h¡dricos; vii) Aplicar tcnicas comprobadas y pertinentes para la elaboraci¢n de los datos hidrol¢gicos; viii) Obtener estimaciones de rea a partir de datos hidrol¢gicos concretos; ix) Asimilar los datos obtenidos por control remoto y usar, cuando proceda, sistemas de informaci¢n geogr fica; c) Difusi¢n de datos: i) Determinar las necesidades de datos sobre los recursos h¡dricos para las diversas tareas de planificaci¢n; ii) Analizar y presentar datos e informaci¢n sobre los recursos h¡dricos en la forma requerida para planificar y ordenar el desarrollo socioecon¢mico de los pa¡ses y para usar en las estrategias de protecci¢n ambiental y para dise¤ar y ejecutar proyectos relacionados concretamente con el agua; iii) Establecer previsiones y alertas de inundaciones y sequ¡as dirigidas al p£blico en general y a la defensa civil; d) Investigaci¢n y desarrollo: i) Establecer o reforzar los programas de investigaci¢n y desarrollo en los planos nacional, subregional, regional e internacional en apoyo de las actividades de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos; ii) Vigilar las actividades de investigaci¢n y desarrollo para velar por que aprovechen al m ximo los conocimientos y otros recursos locales y que resultan apropiadas para las necesidades del pa¡s o los pa¡ses de que se trate. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.28 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de la ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 355 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 145 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.29 Las actividades de investigaci¢n que revisten mayor importancia son: a) construir modelos hidrol¢gicos globales para apoyar el an lisis de las repercusiones del cambio clim tico y para evaluar los recursos h¡dricos a macroescala; b) cerrar la distancia que separa a la hidrolog¡a terrestre de la ecolog¡a en diferentes planos, tales como los procesos cr¡ticos relacionados con el agua que se encuentran detr s de la prdida de vegetaci¢n y la degradaci¢n de tierras y su recuperaci¢n; y c) estudiar los procesos clave en la gnesis de la calidad del agua, con el acortamiento de las diferencias que existen entre las corrientes hidrol¢gicas y los procedimientos biogeoqu¡micos. Los modelos de investigaci¢n deber¡an basarse en estudios sobre el equilibrio hidrol¢gico y comprender tambin el uso de agua para fines de consumo. Este enfoque deber¡a aplicarse tambin, cuando proceda, a nivel de cuenca hidrogr fica. 18.30 Para evaluar los recursos h¡dricos es menester reforzar los sistemas actuales de transmisi¢n, adaptaci¢n y difusi¢n de tecnolog¡a y desarrollar tecnolog¡as nuevas para su uso pr ctico, as¡ como la capacidad end¢gena. Antes de emprender estas actividades ser necesario preparar cat logos de la informaci¢n sobre recursos h¡dricos que tienen los servicios p£blicos, el sector privado, los centros de educaci¢n, los consultores, las organizaciones locales de usuarios de agua y dem s. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.31 La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos exige que se establezca y mantenga un conjunto de personas capacitadas y motivadas en n£mero suficiente para ejecutar las actividades anteriores. Habr que establecer o reforzar planes de educaci¢n y formaci¢n en los planos local, nacional, subregional o regional para velar por una oferta adecuada de ese personal capacitado. Adem s, habr¡a que fomentar condiciones de trabajo y perspectivas de carrera atractivas para profesionales y tcnicos. Las necesidades de recursos humanos tendr¡an que verificarse peri¢dicamente, en todos los niveles ocupacionales. Habr que preparar planes para atender a esas necesidades mediante posibilidades de educaci¢n y formaci¢n, y con programas internacionales de cursos y conferencias. 18.32 Habida cuenta de la particular importancia de contar con personas bien preparadas para la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos y las previsiones hidrol¢gicas, los asuntos de personal deber¡an recibir especial atenci¢n en esta rea de programas. El objetivo deber¡a ser atraer y mantener personal que trabaje en la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, en n£mero suficiente y con el nivel de formaci¢n adecuado para velar por la ejecuci¢n eficaz de las actividades que se planifiquen. Puede requerirse ense¤anza en los planos nacional e internacional; la creaci¢n de condiciones de empleo adecuadas ser una responsabilidad nacional. 18.33 Se recomiendan las medidas siguientes: a) Determinar las necesidades en materia de ense¤anza y formaci¢n que correspondan a las necesidades concretas de los pa¡ses; b) Establecer y reforzar programas de ense¤anza y formaci¢n sobre temas relacionados con el agua, en un contexto que tenga en cuenta el medio ambiente y el desarrollo, para todas las categor¡as del personal que participa en las actividades de evaluaci¢n de los recursos h¡dricos, utilizando para ello tecnolog¡a educativa moderna cuando sea necesario, y velando por que intervengan tanto hombres como mujeres; c) Establecer pol¡ticas racionales de contrataci¢n, gesti¢n de personal y remuneraci¢n para los funcionarios de los organismos nacionales y locales encargados del agua. d) Aumento de la capacidad 18.34 La evaluaci¢n de los recursos h¡dricos basada en redes hidromtricas nacionales operativas requiere un medio propicio en todos los planos. Para fomentar la capacidad de cada pa¡s se necesitan actividades de apoyo a nivel nacional consistentes en: a) Revisar el ordenamiento legislativo y normativo de la evaluaci¢n de los recursos h¡dricos; b) Facilitar una colaboraci¢n estrecha entre los organismos del sector del agua, particularmente entre productores y usuarios de informaci¢n; c) Aplicar pol¡ticas de ordenaci¢n del agua basadas en evaluaciones realistas de las condiciones y tendencias de los recursos h¡dricos; d) Reforzar la capacidad de gesti¢n de los grupos de usuarios del agua, entre ellos las mujeres, los j¢venes, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales, para mejorar su utilizaci¢n eficiente en el plano local. C. Protecci¢n de los recursos h¡dricos, la calidad del agua y los ecosistemas acu ticos Bases para la acci¢n 18.35 El agua dulce es un recurso indivisible. El aprovechamiento a largo plazo de los recursos mundiales de agua dulce requiere una ordenaci¢n global y un reconocimiento de la interrelaci¢n de los elementos relacionados con el agua dulce y su calidad. Hay pocas regiones del mundo en que todav¡a no haya problemas por prdida de fuentes potenciales de agua dulce, degradaci¢n de la calidad del agua y contaminaci¢n de las aguas superficiales y subterr neas. Los aspectos que m s influyen en la calidad del agua de r¡os y lagos son, en orden de importancia variable seg£n las distintas situaciones, el vertido de aguas residuales domsticas mal tratadas, los controles inadecuados de los desechos industriales, las prdidas y destrucci¢n de las zonas de captaci¢n, la ubicaci¢n imprudente de las f bricas, la deforestaci¢n, la agricultura migratoria y los malos mtodos de cultivo. Estas circunstancias producen la lixiviaci¢n de nutrientes y plaguicidas. Los ecosistemas acu ticos se ven perturbados y los recursos vivos de agua dulce amenazados. En determinadas circunstancias, tambin influyen en los ecosistemas acu ticos los proyectos de explotaci¢n de los recursos h¡dricos, como las grandes presas, la desviaci¢n del curso de los r¡os y los sistemas de riego. La erosi¢n, la sedimentaci¢n, la deforestaci¢n y la desertificaci¢n han tenido por consecuencia un aumento de la degradaci¢n de las tierras, y la creaci¢n de embalses ha surtido, en algunos casos, efectos negativos sobre los ecosistemas. Muchos de esos problemas han surgido debido a un modelo de desarrollo que destruye el medio ambiente por la falta de conocimientos y de educaci¢n del p£blico en cuanto a la protecci¢n de los recursos h¡dricos superficiales y subterr neos. Los efectos sobre la ecolog¡a y la salud humana son las consecuencias mensurables, aunque en la mayor¡a de los pa¡ses en desarrollo los medios de que se dispone para vigilarlos son muy insuficientes o inexistentes. Hay un desconocimiento general de los v¡nculos existentes entre el aprovechamiento, la ordenaci¢n, la utilizaci¢n y el tratamiento de los recursos h¡dricos y los ecosistemas acu ticos. En los casos apropiados, es imprescindible adoptar un enfoque preventivo a fin de evitar posteriores medidas costosas de rehabilitaci¢n, tratamiento y aprovechamiento de nuevas fuentes de agua. Objetivos 18.36 La compleja interconexi¢n de los sistemas de agua dulce exige una ordenaci¢n global de dichos recursos (basado en la ordenaci¢n de las cuencas hidrogr ficas) y ha de fundarse en un examen equilibrado de las necesidades de la poblaci¢n y del medio ambiente. En el Plan de Acci¢n de Mar del Plata ya se reconoci¢ la vinculaci¢n intr¡nseca entre los proyectos de explotaci¢n de los recursos h¡dricos y las importantes repercusiones de car cter f¡sico, qu¡mico, biol¢gico, sanitario y socioecon¢mico. En aquel momento se determin¢ que el objetivo de salud ambiental general ser¡a el siguiente: "evaluar las consecuencias que las distintas utilizaciones del agua tienen en el medio ambiente, apoyar las medidas encaminadas a controlar las enfermedades relacionadas con el agua y proteger los ecosistemas" 1/. 18.37 Se han subestimado durante mucho tiempo el alcance y la gravedad de la contaminaci¢n de las zonas no saturadas y de los acu¡feros a causa de la relativa inaccesibilidad de stos y de la falta de informaci¢n fiable sobre los sistemas de acu¡feros. La protecci¢n de las aguas subterr neas es, por consiguiente, un elemento imprescindible de la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos. 18.38 Habr que tratar de alcanzar simult neamente tres objetivos para incluir los elementos de la calidad del agua en la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos: a) Mantenimiento de la integridad de los ecosistemas de acuerdo con el principio de ordenaci¢n de preservar los ecosistemas acu ticos, incluidos los recursos vivos, y de protegerlos eficazmente de toda forma de degradaci¢n; b) Protecci¢n de la salud p£blica, tarea que no s¢lo requerir suministrar agua potable libre de grmenes pat¢genos, sino tambin luchar contra los vectores de enfermedades en el medio acu tico; c) Desarrollo de los recursos humanos, clave para fomentar la capacidad y requisito para el control de la calidad del agua. 18.39 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los objetivos siguientes: a) Determinar los recursos de agua superficiales y subterr neas que podr¡an desarrollarse para su aprovechamiento de manera sostenible y otros importantes recursos dependientes del agua que se puedan aprovechar y, al mismo tiempo, iniciar programas para la protecci¢n, conservaci¢n y aprovechamiento racional y sostenible de esos recursos; b) Determinar todas las fuentes posibles de abastecimiento de agua y preparar planes para su protecci¢n, conservaci¢n y uso racional; c) Iniciar programas eficaces de prevenci¢n y control de la contaminaci¢n del agua, basados en una combinaci¢n adecuada de estrategias para reducir la contaminaci¢n en su origen mismo, evaluaciones del impacto ambiental, y normas obligatorias aplicables a descargas de fuentes puntuales importantes y fuentes no puntuales de alto riesgo, que sean proporcionales a su desarrollo socioecon¢mico; d) Participar, tanto como proceda, en programas internacionales de vigilancia y ordenaci¢n de la calidad del agua, como el Programa mundial de vigilancia de la calidad del agua, el Programa del PNUMA de ordenaci¢n ecol¢gicamente racional de las aguas interiores, los organismos regionales de la FAO sobre la pesca en aguas continentales, o el Convenio sobre las marismas de importancia internacional, especialmente como h bitat de aves acu ticas; e) Reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua, empezando con la erradicaci¢n de la dracunculosis (enfermedad del gusano de Guinea) y de la oncocercosis (ceguera de los r¡os) para el a¤o 2000; f) Establecer, seg£n su capacidad y sus necesidades, criterios de calidad biol¢gica, mdica, f¡sica y qu¡mica para todas las masas de agua (aguas superficiales y subterr neas), con miras a mejorar constantemente su calidad; g) Adoptar un enfoque integrado de la ordenaci¢n ecol¢gicamente sostenible de los recursos h¡dricos que incluya la protecci¢n de los ecosistemas acu ticos y los recursos vivos de agua dulce; h) Aplicar estrategias para la ordenaci¢n ecol¢gicamente racional de los recursos de agua dulce y ecosistemas costeros conexos, mediante, entre otras cosas, el examen de las pesquer¡as, la acuicultura, los pastos, las actividades agr¡colas y la biodiversidad. Actividades 18.40 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las actividades siguientes: a) Protecci¢n y conservaci¢n de los recursos h¡dricos: i) Establecer y reforzar la capacidad tcnica e institucional para determinar y proteger las posibles fuentes de abastecimiento de agua en todos los sectores de la sociedad; ii) Determinar posibles fuentes de abastecimiento de agua y preparar perfiles nacionales; iii) Elaborar planes nacionales para proteger y conservar los recursos h¡dricos; iv) Rehabilitar zonas de captaci¢n importantes y degradadas, sobre todo en las islas peque¤as; v) Fortalecer las disposiciones administrativas y legislativas para impedir intromisiones en las zonas de captaci¢n existentes y utilizables en potencia; b) Control y prevenci¢n de la contaminaci¢n del agua: i) Aplicar, cuando proceda, a todos los tipos de fuentes, el principio de que quien contamina paga, as¡ como el saneamiento in situ y ex situ; ii) Promover la construcci¢n de instalaciones de tratamiento para las aguas servidas domsticas y efluentes industriales y desarrollar tecnolog¡as apropiadas, teniendo en cuenta los mtodos aut¢ctonos y tradicionales v lidos; iii) Establecer normas para el vertido de efluentes y para las aguas que los reciben; iv) Introducir, cuando proceda, el criterio de precauci¢n en la ordenaci¢n de la calidad del agua, prestando especial atenci¢n a la m xima reducci¢n posible y prevenci¢n de la contaminaci¢n mediante el empleo de nuevas tecnolog¡as, el cambio de productos y procesos, la reducci¢n de la contaminaci¢n en su origen, el reaprovechamiento, reciclaje, recuperaci¢n, tratamiento y eliminaci¢n sin riesgo ecol¢gico de los efluentes; v) Evaluar obligatoriamente el impacto ambiental de todos los principales proyectos de aprovechamiento de recursos h¡dricos que puedan perjudicar la calidad de la misma y los ecosistemas acu ticos, juntamente con la formulaci¢n de medidas correctivas apropiadas y un control reforzado de las instalaciones industriales nuevas, los vertederos de residuos s¢lidos y los proyectos de desarrollo de la infraestructura; vi) Aplicar la evaluaci¢n y gesti¢n de riesgos para adoptar decisiones en este campo y conseguir que stas se acaten; vii) Determinar y aplicar los mejores mtodos ambientales para evitar la contaminaci¢n difusa, a saber, mediante un uso limitado, racional y planificado de los fertilizantes nitrogenados y otros productos agroqu¡micos (plaguicidas, herbicidas) en los cultivos; viii) Fomentar y promover la utilizaci¢n de aguas residuales debidamente tratadas y purificadas en la agricultura, acuicultura, industria y otros sectores; c) Desarrollo y aplicaci¢n de tecnolog¡as no contaminantes: i) Controlar los vertidos de desechos industriales, utilizando, entre otras, tcnicas de producci¢n que generen pocos desechos y tcnicas de recirculaci¢n del agua, de manera integrada y mediante la aplicaci¢n de medidas cautelares derivadas de un an lisis amplio del ciclo vital; ii) Tratar aguas residuales municipales para su utilizaci¢n sin riesgos en la agricultura y la acuicultura; iii) Perfeccionar biotecnolog¡as, entre otras cosas, para el tratamiento de desechos, la producci¢n de biofertilizantes y otras actividades; iv) Desarrollar mtodos apropiados para combatir la contaminaci¢n del agua, teniendo en cuenta las pr cticas tradicionales y aut¢ctonas v lidas; d) Protecci¢n de las aguas subterr neas: i) Desarrollar mtodos de cultivo que no degraden las aguas subterr neas; ii) Aplicar las medidas necesarias para mitigar la intrusi¢n salina en acu¡feros de islas peque¤as y llanuras costeras a consecuencia de la elevaci¢n del nivel del mar o de una explotaci¢n excesiva de los acu¡feros costeros; iii) Prevenir la contaminaci¢n de los acu¡feros mediante el control de las sustancias t¢xicas que impregnan el terreno y el establecimiento de zonas de protecci¢n en reas de filtraci¢n y absorci¢n de aguas subterr neas; iv) Dise¤ar vertederos y proceder a su ordenaci¢n bas ndose en informaci¢n hidrogeol¢gica viable y en la evaluaci¢n de las consecuencias, utilizando la mejor tecnolog¡a aplicable de que se disponga; v) Promover medidas encaminadas a mejorar la seguridad e integridad de las zonas de pozos y manantiales para reducir la intrusi¢n de agentes pat¢genos biol¢gicos y productos qu¡micos peligrosos en los acu¡feros; vi) Vigilar la calidad del agua, seg£n sea necesario, en lo que respecta a las aguas superficiales y subterr neas que pudieran verse afectadas por vertederos que contengan materiales t¢xicos y peligrosos; e) Protecci¢n de ecosistemas acu ticos: i) Rehabilitar masas de agua contaminadas o degradadas a fin de restablecer h bitat y ecosistemas acu ticos; ii) Ejecutar programas de rehabilitaci¢n de tierras agr¡colas y dedicadas a otros usos, tomando medidas equivalentes para proteger y utilizar los recursos de aguas subterr neas importantes para la productividad agr¡cola y para la biodiversidad de los tr¢picos; iii) Conservar y proteger las zonas pantanosas (por su importancia ecol¢gica y como h bitat de muchas especies), teniendo en cuenta los factores sociales y econ¢micos; iv) Controlar las especies acu ticas nocivas que pueden destruir otras especies acu ticas; f) Protecci¢n de los recursos vivos de agua dulce: i) Controlar y vigilar la calidad del agua para permitir el desarrollo sostenible de la pesca en aguas interiores; ii) Proteger los ecosistemas contra la contaminaci¢n y la degradaci¢n para poder desarrollar proyectos de acuicultura en agua dulce; g) Vigilancia y supervisi¢n de los recursos h¡dricos y de las aguas a las que se vierten desechos: i) Establecer redes para vigilar y supervisar constantemente las aguas a las que se vierten desechos y las fuentes localizadas y difusas de contaminaci¢n; ii) Promover y ampliar la aplicaci¢n de las evaluaciones del impacto ambiental que formen parte de sistemas de informaci¢n geogr fica; iii) Vigilar las fuentes de contaminaci¢n para mejorar la observancia de normas y disposiciones y para regular la concesi¢n de permisos de vertidos; iv) Vigilar la utilizaci¢n de productos qu¡micos en la agricultura que puedan ser perjudiciales para el medio ambiente; v) Utilizar la tierra de manera racional para impedir su degradaci¢n y erosi¢n y el atarquinamiento de los lagos y otras masas acu ticas; h) Elaboraci¢n de los instrumentos jur¡dicos nacionales e internacionales que se requieran para proteger la calidad de los recursos h¡dricos, seg£n convenga, en particular para: i) Vigilar y controlar la contaminaci¢n y sus efectos en las aguas nacionales y transfronterizas; ii) Luchar contra el transporte atmosfrico de contaminantes a larga distancia; iii) Combatir los vertidos accidentales o deliberados en las masas de agua nacionales o transfronterizas; iv) Realizar evaluaciones del impacto ambiental. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.41 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 1.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 340 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.42 Los Estados deber¡an ejecutar proyectos de investigaci¢n conjuntos para arbitrar soluciones a los problemas tcnicos que se ajusten a las condiciones de cada cuenca o pa¡s. Los Estados deber¡an considerar la posibilidad de reforzar y desarrollar centros de investigaci¢n vinculados mediante redes y con el apoyo de los institutos regionales de investigaci¢n pertinentes. Habr¡a que impulsar activamente una vinculaci¢n Norte-Sur de los centros de investigaci¢n y de los estudios sobre el terreno por parte de las instituciones internacionales que investigan el agua. Es importante que al menos un porcentaje m¡nimo de los fondos que se destinan al aprovechamiento de recursos h¡dricos se asigne a la investigaci¢n y el desarrollo, particularmente en proyectos financiados por fuentes externas. 18.43 Vigilar y evaluar sistemas acu ticos complejos requiere muchas veces estudios multidisciplinarios con participaci¢n de varias instituciones y de cient¡ficos de diversas disciplinas en un programa conjunto. Los programas internacionales sobre la calidad del agua, tales como GEMS/WATER, deber¡an orientarse hacia el estudio de la calidad del agua en los pa¡ses en desarrollo. Habr¡a que formular programas de inform tica de f cil uso y crear sistemas de informaci¢n geogr fica y una base de datos sobre recursos mundiales con el fin de manejar, analizar e interpretar los datos de la vigilancia y preparar las estrategias de ordenaci¢n. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.44 El personal profesional y directivo deber¡a adoptar planteamientos innovadores para atender a necesidades y problemas que cambian constantemente. Habr¡a que dar muestras de flexibilidad y adaptabilidad respecto a las nuevas cuestiones relacionadas con la contaminaci¢n del agua. Deber¡an ejecutarse peri¢dicamente actividades de capacitaci¢n en todos los planos dentro de las organizaciones encargadas del control de la calidad del agua, y adoptarse tcnicas de ense¤anza innovadoras para aspectos espec¡ficos de la vigilancia y el control de la calidad de agua, como el desarrollo de conocimientos en materia de formaci¢n, la capacitaci¢n en el empleo, seminarios donde se planteen y resuelvan problemas y cursillos de perfeccionamiento. 18.45 Entre los enfoques adecuados figuran el aprovechamiento y perfeccionamiento de los recursos humanos de que disponen las autoridades locales para la administraci¢n de la protecci¢n, el tratamiento y la utilizaci¢n del agua, sobre todo en zonas urbanas, y el establecimiento de cursos tcnicos regionales sobre los temas de protecci¢n y control de la calidad del agua en los actuales centros, y cursos de educaci¢n o formaci¢n sobre protecci¢n y conservaci¢n de recursos h¡dricos para tcnicos de laboratorio as¡ como sobre el terreno, y para mujeres y otros grupos de usuarios del agua. d) Aumento de la capacidad 18.46 La protecci¢n efectiva de los recursos y ecosistemas acu ticos contra la contaminaci¢n requiere mejorar bastante la capacidad actual de casi todos los pa¡ses. Los programas de control de la calidad del agua exigen un m¡nimo de infraestructura y personal para hallar y llevar a la pr ctica soluciones tcnicas y aplicar disposiciones normativas. Uno de los problemas fundamentales de hoy y del futuro es c¢mo hacer funcionar de un modo sostenido y mantener tales instalaciones. Con el fin de no dejar que los recursos obtenidos con inversiones anteriores se deterioren a£n m s, es preciso tomar medidas inmediatamente en varias esferas. D. Abastecimiento de agua potable y saneamiento Bases para la acci¢n 18.47 El suministro de agua potable y el saneamiento ambiental son vitales para la protecci¢n del medio ambiente, el mejoramiento de la salud y la mitigaci¢n de la pobreza. El agua potable tambin es fundamental para muchas actividades tradicionales y culturales. Se estima que el 80% de todas las enfermedades y m s de un tercio de los fallecimientos en los pa¡ses en desarrollo se deben al consumo de agua contaminada y que, en promedio, hasta la dcima parte del tiempo productivo de cada persona se pierde a causa de enfermedades relacionadas con el agua. Los esfuerzos combinados que se desplegaron durante el decenio de 1980 facilitaron agua y servicios de saneamiento a cientos de millones de las personas m s pobres del mundo. El m s destacado de esos esfuerzos fue la iniciaci¢n en 1981 del Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental, que fue consecuencia del Plan de Acci¢n de Mar del Plata aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, de 1977. Se convino en la premisa de que "todos los pueblos, cualquiera que sea su etapa de desarrollo y sus condiciones econ¢micas y sociales, tienen derecho al agua potable en cantidad y calidad acordes con sus necesidades b sicas" 2/. El objetivo del Decenio fue facilitar para 1990 agua potable controlada y servicios de saneamiento en las zonas urbanas y rurales que carec¡an de ellos, pero incluso el progreso sin precedentes logrado durante el Decenio no ha sido suficiente. En el mundo en desarrollo una persona de cada tres todav¡a carece de esos dos elementos imprescindibles para la salud y la dignidad. Tambin se reconoce que los excrementos humanos y las aguas residuales constituyen causas importantes del deterioro de la calidad del agua en los pa¡ses en desarrollo, y que la introducci¢n de tecnolog¡as disponibles, que sean apropiadas, y la construcci¢n de estaciones de depuraci¢n de aguas residuales podr¡an aportar mejoras apreciables. Objetivos 18.48 En la Declaraci¢n de Nueva Delhi (aprobada en la Reuni¢n Consultiva Mundial sobre Agua Potable y el Saneamiento Ambiental en el Decenio de 1990, celebrada en Nueva Delhi, del 10 al 14 de septiembre de 1990) se proclam¢ formalmente la necesidad de facilitar, sobre una base sostenible, el acceso al agua potable en cantidades suficientes y el establecimiento de servicios de saneamiento adecuados para todos, haciendo hincapi en el principio de "algo para todos y no mucho para unos pocos". Los objetivos del Programa se condensan en cuatro principios rectores: a) Protecci¢n del medio ambiente y de la salud mediante la ordenaci¢n integrada de los recursos de agua y los desechos l¡quidos y s¢lidos; b) Reformas institucionales para promover un criterio integrado, incluidos cambios en los procedimientos, las actitudes y la conducta, as¡ como la plena participaci¢n de la mujer en todos los niveles de las instituciones del sector; c) Administraci¢n comunitaria de los servicios, con el apoyo de medidas para fortalecer las instituciones locales en su tarea de ejecutar y sostener los programas de abastecimiento de agua y saneamiento; d) Pr cticas financieras racionales, logradas mediante una mejor administraci¢n de los activos existentes, y utilizaci¢n amplia de las tecnolog¡as adecuadas. 18.49 La experiencia adquirida ha demostrado que cada pa¡s debe fijarse metas espec¡ficas. En la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, celebrada en septiembre de 1990, los Jefes de Estado o de Gobierno pidieron tanto un acceso universal al suministro de agua y los servicios de saneamiento como la erradicaci¢n de la dracunculosis (enfermedad del gusano de Guinea) para 1995. Incluso en el caso de la meta m s realista de lograr un suministro pleno de agua potable para el a¤o 2025, se estima que la inversi¢n anual ha de ser el doble de la realizada actualmente. As¡ pues, una estrategia realista para hacer frente a las necesidades actuales y futuras consiste en establecer servicios menos costosos que puedan facilitar y mantenerse en el plano comunitario. Actividades 18.50 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las siguientes actividades: a) El medio ambiente y la salud: i) Establecer zonas protegidas para las fuentes de abastecimiento de agua potable; ii)Proceder a la eliminaci¢n sanitaria de los excrementos y las aguas residuales, usando sistemas apropiados para tratar los desechos l¡quidos en zonas urbanas y rurales; iii)Expandir el abastecimiento de agua urbana y rural y establecer y ampliar sistemas de captaci¢n de agua de lluvia, particularmente en las islas peque¤as, adem s de la red de abastecimiento de agua; iv)Construir y, cuando proceda, ampliar las instalaciones de tratamiento de aguas residuales y los sistemas de avenamiento; v)Tratar y recuperar en condiciones de seguridad los desechos l¡quidos de los hogares y de la industria en las zonas urbanas y rurales; vi)Combatir las enfermedades relacionadas con el agua; b) Las personas y las instituciones: i) Mejorar el funcionamiento de las administraciones p£blicas en la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos, y al mismo tiempo, reconocer plenamente el papel de las autoridades locales; ii)Fomentar el aprovechamiento y la ordenaci¢n del agua basados en la participaci¢n, de manera que intervengan los usuarios, los planificadores y los encargados de la formulaci¢n de pol¡ticas a todos los niveles; iii)Aplicar el principio de que las decisiones deben adoptarse al nivel m s bajo que resulte apropiado, consultando al p£blico y con la participaci¢n de los usuarios en la planificaci¢n y la ejecuci¢n de proyectos relacionados con el agua; iv)Desarrollar los recursos humanos en todos los planos, con programas especiales para la mujer; v) Establecer programas de educaci¢n amplios, haciendo hincapi en la higiene, la ordenaci¢n local y la reducci¢n de riesgos; vi)Introducir mecanismos de apoyo internacional para la financiaci¢n, la ejecuci¢n y el seguimiento de los programas; c) Gesti¢n nacional y comunitaria: i) Apoyar y prestar asistencia a las comunidades para que administren sus propios sistemas sobre una base sostenible; ii)Estimular a la poblaci¢n local, especialmente a las mujeres, a los j¢venes, a las poblaciones ind¡genas y a las comunidades locales, para que participen en la ordenaci¢n del agua; iii)Vincular los planes hidr ulicos nacionales a la ordenaci¢n comunitaria de las aguas locales; iv)Integrar la ordenaci¢n del agua por la comunidad en el contexto de la planificaci¢n general; v) Promover la atenci¢n primaria de la salud y del medio ambiente en el plano local mediante, entre otras cosas, la capacitaci¢n dirigida a las comunidades locales en tcnicas apropiadas de ordenaci¢n del agua y atenci¢n primaria de la salud; vi)Ayudar a los organismos que prestan servicios para que sean m s eficaces desde el punto de vista del costo y respondan mejor a las necesidades de los consumidores; vii)Otorgar mayor atenci¢n a las zonas rurales deficientemente atendidas y a las periurbanas de ingreso bajo; viii)Rehabilitar los sistemas defectuosos, reducir el desperdicio y recuperar en condiciones de seguridad el agua y los desechos l¡quidos; ix)Establecer programas de utilizaci¢n racional del agua y asegurar su explotaci¢n y mantenimiento; x) Investigar y aplicar soluciones tcnicas apropiadas; xi)Aumentar significativamente la capacidad de tratamiento de desechos l¡quidos urbanos en consonancia con el aumento en el volumen de desechos; d) Creaci¢n de conciencia e informaci¢n/participaci¢n p£blicas: i) Fortalecer la labor de vigilancia e informaci¢n sectorial en los planos subnacional y nacional; ii)Elaborar, analizar y publicar todos los a¤os los resultados de la vigilancia, en los planos nacional y local como un instrumento para la ordenaci¢n del sector y la creaci¢n de un inters y una conciencia generales; iii)Emplear indicadores sectoriales limitados en los planos regional y global para promover el sector y reunir fondos; iv)Mejorar la coordinaci¢n, planificaci¢n y ejecuci¢n del sector, con ayuda de una gesti¢n m s eficaz de la vigilancia y la informaci¢n, para incrementar la capacidad de absorci¢n del sector, particularmente en los proyectos comunitarios de autoayuda. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.51 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 20.000 millones de d¢lares incluidos alrededor de 7.400 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.52 Para asegurar la viabilidad, aceptaci¢n y permanencia de los servicios planeados de suministro de agua, las tecnolog¡as que se adopten deber¡an responder a las necesidades y limitaciones impuestas por las condiciones de la comunidad de que se trate. Por ejemplo, los criterios en materia de dise¤o entra¤ar n factores tcnicos, sanitarios, sociales, econ¢micos, provinciales, institucionales y ambientales que determinan las caracter¡sticas, magnitud y costo del sistema previsto. Los programas de apoyo internacional correspondientes deber¡an ayudar a los pa¡ses en desarrollo, entre otras cosas, a: a) Utilizar en todo lo posible medios cient¡ficos y tecnol¢gicos de bajo costo; b) Recurrir a pr cticas tradicionales y aut¢ctonas siempre que se pueda, para elevar al m ximo y mantener la participaci¢n local; c) Prestar asistencia a los institutos nacionales tcnicos y cient¡ficos para que desarrollen planes de estudio en esferas fundamentales para el sector del agua y el saneamiento. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.53 Para prever y ordenar de un modo efectivo el abastecimiento de agua y el saneamiento en los planos nacional, provincial, comercial y comunitario, y para sacar el mayor provecho a los fondos, habr¡a que capacitar a personal profesional y tcnico en cada pa¡s en n£mero suficiente. Para ello, los pa¡ses deben trazar planes de desarrollo de los recursos humanos tomando en consideraci¢n los requisitos actuales y la evoluci¢n prevista. Posteriormente, habr¡a que impulsar el desarrollo y los resultados de las instituciones nacionales de capacitaci¢n para que puedan desempe¤ar un papel central en la creaci¢n de una capacidad institucional. Reviste tambin importancia que los pa¡ses brinden formaci¢n adecuada a las mujeres en el mantenimiento continuo del equipo, la ordenaci¢n de los recursos de agua y el saneamiento ambiental. d) Aumento de la capacidad 18.54 La ejecuci¢n de programas de suministro de agua y saneamiento es una tarea nacional. La responsabilidad de la ejecuci¢n de los proyectos y del funcionamiento de los sistemas deber¡a delegarse en mayor o menor medida en todos los niveles administrativos hasta las comunidades y personas servidas. Tal cosa tambin significa que las autoridades nacionales, juntamente con los organismos y ¢rganos del sistema de las Naciones Unidas y otras instituciones que prestan apoyo externo a los programas nacionales, tendr¡an que arbitrar mecanismos y procedimientos para colaborar en todos los planos. Esto es muy importante para aprovechar al m ximo los enfoques basados en la comunidad y en la propia capacidad de sta como instrumentos para lograr la sostenibilidad. Ello entra¤ar un alto grado de participaci¢n comunitaria, incluida la de la mujer, en la concepci¢n, la planificaci¢n, las decisiones, la ejecuci¢n y la evaluaci¢n relacionadas con los proyectos de abastecimiento de agua a los hogares y de saneamiento. 18.55 Ser necesario crear una capacidad nacional general, en todos los niveles administrativos, que incluya el desarrollo institucional, la coordinaci¢n, los recursos humanos, la participaci¢n de la comunidad, la educaci¢n en salud e higiene y la alfabetizaci¢n, en funci¢n de su relaci¢n fundamental tanto con cualesquiera esfuerzos por mejorar el desarrollo socioecon¢mico y de la salud mediante el suministro de agua y el saneamiento como con sus repercusiones en el medio humano. El aumento de la capacidad deber¡a ser, por tanto, una de las claves b sicas de las estrategias de ejecuci¢n. El aumento de la capacidad institucional deber¡a considerarse de igual importancia que el componente de suministros y equipamiento del sector, para que los fondos puedan dirigirse a ambos componentes. Esto podr hacerse en la etapa de planificaci¢n o formulaci¢n de los programas o proyectos, junto con una definici¢n clara de metas y objetivos. En tal sentido, la cooperaci¢n tcnica entre los pa¡ses en desarrollo resulta crucial, por la riqueza de informaci¢n y experiencia de que se dispone, y para evitar que se vuelva a "inventar la rueda". Ese enfoque ya ha resultado eficaz desde el punto de vista del costo en muchos proyectos de diversos pa¡ses. E. El agua y el desarrollo urbano sostenible Bases para la acci¢n 18.56 En los comienzos del pr¢ximo siglo, m s de la mitad de la poblaci¢n mundial vivir en zonas urbanas. Para el a¤o 2025 esa proporci¢n se habr elevado a un 60%, es decir, a alrededor de 5.000 millones de personas. La rapidez del crecimiento de la poblaci¢n urbana y de la industrializaci¢n est n sometiendo a una gran presi¢n a los recursos h¡dricos y a la protecci¢n del medio ambiente en muchas ciudades. Es necesario prestar una atenci¢n especial a los efectos cada vez m s importantes de la urbanizaci¢n en la demanda y el consumo de agua, as¡ como al papel decisivo que desempe¤an las autoridades locales y municipales en la gesti¢n del abastecimiento, la utilizaci¢n y el tratamiento general de las aguas, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, para los cuales se necesita un apoyo especial. La escasez de nuevos recursos de agua dulce y los costos cada vez m s elevados de su aprovechamiento tienen importantes consecuencias para el desarrollo de la industria, la agricultura, los asentamientos humanos y el crecimiento econ¢mico. Una mejor ordenaci¢n de los recursos de agua para uso urbano, incluida la eliminaci¢n de pautas insostenibles de consumo de agua, puede representar una contribuci¢n sustancial a la mitigaci¢n de la pobreza y a la mejora de la salud y la calidad de vida de los pobres de las zonas urbanas y rurales. Una proporci¢n elevada de las grandes aglomeraciones urbanas se encuentra en los estuarios y en las zonas costeras. Esa situaci¢n da lugar a la contaminaci¢n por el vertido de residuos municipales e industriales, combinada con la explotaci¢n excesiva de los recursos de agua disponibles, y supone una amenaza para el medio mar¡timo y el abastecimiento de agua dulce. Objetivos 18.57 En lo que respecta al desarrollo, los objetivos de este programa son apoyar las posibilidades y esfuerzos de los gobiernos centrales y locales con el fin de sostener la productividad y el desarrollo nacional mediante una ordenaci¢n ecol¢gicamente racional de los recursos de agua para consumo urbano. Para respaldar ese objetivo es preciso formular y aplicar estrategias y medidas que permitan un suministro continuado de agua a un precio asequible para las necesidades presentes y futuras, as¡ como invertir las tendencias actuales a la degradaci¢n y el agotamiento de los recursos. 18.58 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an fijar los objetivos siguientes: a) Procurar que para el a¤o 2000 se haya logrado que todos los residentes en zonas urbanas tengan acceso por lo menos a 40 litros por habitante y d¡a de agua potable y que un 75% de la poblaci¢n urbana disponga de servicios de saneamiento propios o comunitarios; b) Procurar que para el a¤o 2000 se hayan establecido y aplicado normas cuantitativas y cualitativas para la evacuaci¢n de los efluentes municipales e industriales; c) Procurar que para el a¤o 2000 un 75% de los residuos s¢lidos generados en las zonas urbanas se recoja y se recicle o se elimine sin riesgos para el medio ambiente. Actividades 18.59 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las siguientes actividades: a) Protecci¢n de los recursos h¡dricos contra el agotamiento, la contaminaci¢n y la degradaci¢n: i) Establecer instalaciones sanitarias de eliminaci¢n de desechos basadas en tecnolog¡as perfeccionables y ecol¢gicamente apropiados de bajo costo; ii)Ejecutar programas urbanos de drenaje y evacuaci¢n de las aguas pluviales; iii)Promover el reciclado y la recuperaci¢n de las aguas residuales y los desechos s¢lidos; iv)Controlar las fuentes de contaminaci¢n industrial para proteger los recursos de agua; v) Proteger las cuencas fluviales del agotamiento y degradaci¢n de su cubierta forestal y de actividades perjudiciales aguas arriba; vi)Promover la investigaci¢n sobre la contribuci¢n de los bosques al desarrollo sostenible de los recursos h¡dricos; vii)Fomentar las mejores pr cticas posibles para el uso de productos agroqu¡micos con miras a reducir al m¡nimo sus efectos en los recursos h¡dricos; b) Distribuci¢n eficiente y equitativa de los recursos h¡dricos: i) Conciliar la planificaci¢n del desarrollo urbano con la disponibilidad y sostenibilidad de los recursos h¡dricos; ii)Satisfacer las necesidades b sicas de agua de la poblaci¢n urbana; iii)Introducir, teniendo en cuenta las circunstancias de cada pa¡s y siempre que la econom¡a lo permita, c nones de consumo de agua que reflejen los costos marginales y de oportunidad del agua, especialmente para actividades productivas; c) Reformas institucionales, legales y administrativas: i) Adoptar un enfoque de mbito urbano para la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos; ii)Promover en el plano nacional y local la elaboraci¢n de planes de uso de la tierra que presten la debida atenci¢n al desarrollo de los recursos h¡dricos; iii)Utilizar la capacidad y aprovechar las posibilidades de las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la poblaci¢n local, teniendo presentes los intereses p£blicos y estratgicos en los recursos h¡dricos; d) Promoci¢n de la participaci¢n p£blica: i) Iniciar campa¤as de toma de conciencia para atentar a la poblaci¢n a que use el agua de un modo racional; ii)Crear conciencia p£blica del problema de la protecci¢n de la calidad del agua en el medio urbano; iii)Promover la participaci¢n de la poblaci¢n en la recogida, el reciclado y la eliminaci¢n de desechos; e) Apoyo al desarrollo de la capacidad local: i) Impulsar una legislaci¢n y una pol¡tica encaminadas a promover las inversiones en el suministro de agua urbana y en el tratamiento de los desechos como reflejo de la importante contribuci¢n de las ciudades al desarrollo econ¢mico nacional; ii)Facilitar capital inicial y apoyo tcnico para la gesti¢n local del suministro de materiales y servicios; iii)Fomentar en todo lo posible la autonom¡a y viabilidad financiera de las empresas p£blicas que se ocupan del saneamiento, abastecimiento de agua y recogida de desechos s¢lidos en las ciudades; iv)Crear y mantener un cuadro de profesionales y semiprofesionales para la ordenaci¢n del agua, las aguas residuales y los desechos s¢lidos; f) Acceso mejor a servicios de saneamiento: i) Ejecutar programas de ordenaci¢n del agua, el saneamiento y los desechos centrados en los pobres de zonas urbanas; ii)Facilitar opciones tecnol¢gicas de abastecimiento de agua y saneamiento de bajo costo; iii)Basar la elecci¢n de tecnolog¡a y el nivel de los servicios en las preferencias de los usuarios y su disposici¢n a pagar; iv)Movilizar y facilitar la participaci¢n activa de la mujer en los grupos de ordenaci¢n del agua; v) Fomentar y equipar a asociaciones y comits locales que se ocupan del agua para que gestionen los sistemas de abastecimiento a la comunidad y las letrinas comunales, con respaldo tcnico cuando sea preciso; vi)Examinar las ventajas y la viabilidad de rehabilitar los sistemas que funcionen mal y corregir los defectos de funcionamiento y mantenimiento. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.60 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 20.000 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 4.500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.61 En el decenio de 1980 se registraron adelantos considerables en el desarrollo y la aplicaci¢n de tecnolog¡as de abastecimiento de agua y saneamiento de bajo costo. El programa prev que contin£e esa labor, poniendo el acento en desarrollar tecnolog¡as apropiadas de saneamiento y eliminaci¢n de desechos para asentamientos urbanos de gran densidad e ingreso bajo. Tambin deber¡a haber un intercambio internacional de informaci¢n para velar por un reconocimiento general entre los profesionales del sector de la disponibilidad y las ventajas de las tecnolog¡as apropiadas de bajo costo. Las campa¤as de creaci¢n de conciencia tendr n asimismo componentes para superar la resistencia de los usuarios a servicios de segunda clase haciendo hincapi en las ventajas de la fiabilidad y la sostenibilidad. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.62 En pr cticamente todos los elementos de este programa figura impl¡cita la necesidad de una mejora progresiva de la formaci¢n y las perspectivas profesionales del personal en todos los niveles de las instituciones del sector. Las actividades espec¡ficas del programa tambin entra¤ar n la capacitaci¢n y el mantenimiento del personal con conocimientos en participaci¢n comunitaria, tecnolog¡as de bajo costo, gesti¢n financiera y planificaci¢n integrada de la ordenaci¢n de los recursos de agua para consumo urbano. Se contempla en particular la necesidad de movilizar y facilitar la participaci¢n activa de las mujeres, los j¢venes, las poblaciones ind¡genas y las comunidades locales en los equipos de ordenaci¢n del agua, y de apoyar el desarrollo de asociaciones y comits que se ocupan de los recursos h¡dricos con una formaci¢n apropiada de personal (tesoreros, secretarios y encargados). Habr¡a que emprender programas especiales de educaci¢n y formaci¢n de mujeres para proteger los recursos de agua y la calidad de sta en las zonas urbanas. d) Aumento de la capacidad 18.63 En combinaci¢n con el desarrollo de los recursos humanos, el fortalecimiento de las estructuras institucionales, legislativas y de gesti¢n constituyen elementos clave del programa. Un requisito para progresar en el acceso a servicios de abastecimiento de agua y saneamiento es establecer un marco institucional que garantice que las necesidades reales y las contribuciones posibles de las poblaciones que actualmente no est n atendidas se reflejen en los planes de desarrollo urbano. El enfoque multisectorial, que constituye una parte vital de la ordenaci¢n de los recursos de agua para consumo urbano, requiere v¡nculos institucionales en el plano nacional y a nivel de ciudad, y en el programa figuran propuestas para establecer grupos de planificaci¢n intersectorial. El que tengan xito las propuestas de un mayor control y prevenci¢n de la contaminaci¢n depender de que se acierte en la combinaci¢n de los mecanismos econ¢micos y normativos, respaldados por una supervisi¢n y vigilancia adecuadas y con el apoyo de una mejor capacidad de los gobiernos locales para hacer frente a las cuestiones ambientales. 18.64 Establecer normas apropiadas de dise¤o, objetivos para la calidad del agua y normas de vertido figura, por tanto, entre las actividades propuestas. El programa tambin comprende la prestaci¢n de apoyo para fortalecer la capacidad de los organismos que se ocupan del agua y el alcantarillado, y para desarrollar su autonom¡a y viabilidad financiera. Est reconocido que en muchos pa¡ses el funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones de agua y saneamiento presentan graves deficiencias. Se necesita apoyo tcnico y financiero para ayudar a los pa¡ses a que subsanen los defectos actuales y creen la capacidad necesaria para hacer funcionar y mantener los sistemas rehabilitados o nuevos. F. Agua para la producci¢n sostenible de alimentos y el desarrollo rural sostenible Bases para la acci¢n 18.65 La sostenibilidad de la producci¢n de alimentos depender cada vez m s de pr cticas racionales y eficaces de utilizaci¢n y conservaci¢n del agua, consistentes principalmente en el desarrollo y la administraci¢n de los riegos, y en la ordenaci¢n del agua en las zonas de secano, el suministro de agua para el ganado, la pesca en aguas interiores y la agrosilvicultura. El logro de la seguridad alimentaria es una cuesti¢n a la que muchos pa¡ses conceden una alta prioridad y la agricultura no s¢lo debe proporcionar alimentos para poblaciones en aumento sino que tambin debe permitir reservar agua para otros usos. Se trata de elaborar y aplicar mtodos de gesti¢n y tecnolog¡as de ahorro de agua y, mediante el aumento de la capacidad, permitir a las comunidades que establezcan instituciones e incentivos para que la poblaci¢n rural adopte nuevos enfoques tanto para la agricultura de secano como para la de riego. La poblaci¢n rural tambin debe tener un mejor acceso al agua potable y a los servicios de saneamiento. Es una tarea enorme, pero no imposible siempre que se adopten pol¡ticas y programas apropiados en los planos local, nacional e internacional. Mientras en el £ltimo decenio se ha logrado una importante expansi¢n de la superficie dedicada a la agricultura de secano, la productividad y sostenibilidad de los sistemas de riego han quedado limitadas por problemas de anegamiento y salinizaci¢n. Las limitaciones financieras y del mercado tambin constituyen un problema com£n. La erosi¢n del suelo, la mala ordenaci¢n y la explotaci¢n excesiva de los recursos naturales y la fuerte competencia por el agua han sido un conjunto de elementos que han influido en la propagaci¢n de la pobreza, el hambre y la carencia en los pa¡ses en desarrollo. La erosi¢n de los suelos causada por un pastoreo excesivo tambin es muchas veces responsable del atarquinamiento de los lagos. Lo m s frecuente es que la elaboraci¢n de planes de riego no se sustente en evaluaciones de las consecuencias ecol¢gicas que permitan determinar las repercusiones hidrol¢gicas dentro de las cuencas y las debidas a la transferencia de unas cuencas a otras, ni en evaluaciones de las repercusiones sociales en las poblaciones de los valles fluviales. 18.66 No disponer de un abastecimiento de agua de calidad adecuada es un factor limitativo considerable en la producci¢n pecuaria de muchos pa¡ses y una eliminaci¢n impropia de los residuos animales puede en ciertas circunstancias redundar en una contaminaci¢n del agua que se suministra tanto a seres humanos como a animales. Las necesidades de agua potable del ganado var¡an seg£n las especies y el medio en que se desenvuelven. Las actuales necesidades mundiales de agua potable para ganado se cifran en torno a 60.000 millones de litros diarios y seg£n estimaciones del crecimiento de la caba¤a, se vaticina que esa cifra aumentar en 400 millones de litros cada a¤o en el futuro previsible. 18.67 La pesca en aguas interiores, a saber, en r¡os y lagos constituye una fuente importante de alimentos y prote¡nas. Esa pesca deber¡a organizarse para aumentar al m ximo el rendimiento de organismos alimentarios acu ticos de un modo ambientalmente adecuado. Ello requiere que se conserven la calidad y la cantidad del agua, as¡ como la morfolog¡a funcional del medio acu tico. Por otra parte, la pesca y la acuicultura mismas pueden da¤ar al ecosistema acu tico; por ello, su desarrollo debe ajustarse a pautas que limiten sus repercusiones. Los niveles actuales de producci¢n de las pesquer¡as en aguas interiores, tanto de agua dulce como de agua salobre, se cifran en unos 7 millones de toneladas anuales y podr¡an aumentar a 16 millones de toneladas hacia el a¤o 2000; sin embargo, todo incremento de las tensiones ambientales podr¡a obstar ese crecimiento. Objetivos 18.68 Los principios estratgicos fundamentales para una ordenaci¢n global, integrada y ecol¢gicamente racional de los recursos h¡dricos en el marco rural se pueden enunciar como sigue: a) El agua deber¡a considerarse un recurso finito que tiene un valor econ¢mico del que se derivan consecuencias sociales y econ¢micas considerables, como reflejo de la importancia que tiene satisfacer las necesidades b sicas; b) Las comunidades locales deben participar en todas las fases de la ordenaci¢n del agua, velando por la plena participaci¢n de la mujer, habida cuenta de la funci¢n fundamental que ella desempe¤a en el abastecimiento, ordenaci¢n y aprovechamiento del agua en sus actividades cotidianas; c) La ordenaci¢n de los recursos h¡dricos ha de desarrollarse dentro de un conjunto exhaustivo de pol¡ticas de i) salud humana; ii) producci¢n, conservaci¢n y distribuci¢n de alimentos; iii) planes de atenuaci¢n de los desastres; iv) protecci¢n del medio ambiente y conservaci¢n de la base de recursos naturales; d) Es necesario reconocer y apoyar activamente la funci¢n de las poblaciones rurales, con especial hincapi en las mujeres. 18.69 En cooperaci¢n con otras organizaciones internacionales, la FAO ha iniciado un Programa Internacional de Acci¢n sobre el agua y el desarrollo agr¡cola sostenible. El principal objetivo del Programa es prestar ayuda a los pa¡ses en desarrollo en la planificaci¢n, aprovechamiento y ordenaci¢n de los recursos h¡dricos sobre una base integrada, a fin de atender a las necesidades presentes y futuras de la producci¢n agr¡cola, teniendo en cuenta consideraciones de orden ecol¢gico. 18.70 El Programa de Acci¢n ha establecido un marco para la utilizaci¢n sostenible del agua en el sector agr¡cola y determinadas zonas prioritarias para la acci¢n en los planos nacional, regional y mundial. Se han fijado metas cuantitativas para el desarrollo de terrenos regad¡os, el mejoramiento de los sistemas actuales de riego y la recuperaci¢n mediante drenaje de terrenos anegados y salinizados en 130 pa¡ses en desarrollo, bas ndose en las necesidades de alimentos, las zonas agroclim ticas y la disponibilidad de agua y tierra. 18.71 Las proyecciones mundiales de la FAO en lo tocante a riegos, avenamiento y recursos de agua en peque¤a escala para el a¤o 2000, en 130 pa¡ses en desarrollo, son como sigue: a) 15,2 millones de hect reas de nuevos terrenos regad¡os; b) 12 millones de hect reas de mejora o modernizaci¢n de los terrenos regad¡os existentes; c) 7 millones de hect reas con instalaciones de drenaje y control del agua, y d) 10 millones de hect reas de programas de aprovechamiento y conservaci¢n de agua en peque¤a escala. 18.72 La habilitaci¢n de nuevas zonas de riego en las cuant¡as antes mencionadas puede dar lugar a temores sobre las consecuencias ambientales, en cuanto puede entra¤ar la destrucci¢n de zonas pantanosas, la contaminaci¢n de las aguas, una mayor sedimentaci¢n y la reducci¢n de la diversidad biol¢gica. Por tanto, todo plan para establecer nuevos terrenos regad¡os deber¡a ir acompa¤ado de una evaluaci¢n del impacto ambiental, seg£n las dimensiones del proyecto, cuando se esperen consecuencias negativas considerables. Al examinar propuestas de nuevos planes de riego, tambin se deber¡a examinar la posibilidad de aplicar de manera m s racional los existentes y de aumentar la eficiencia y productividad de todo plan capaz de servir a las mismas localidades. Las tecnolog¡as de los nuevos terrenos regad¡os deber¡an evaluarse cuidadosamente estudi ndose, por ejemplo, los posibles conflictos con otros usos de la tierra. Un objetivo que hay que apoyar es la participaci¢n activa de grupos de usuarios del agua. 18.73 Se deber¡a velar por que las comunidades rurales de todos los pa¡ses, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n internacional, seg£n proceda, tengan acceso a agua apta para el consumo en cantidades suficientes y a saneamiento adecuado para sus necesidades sanitarias y mantengan sus caracter¡sticas ecol¢gicas esenciales. 18.74 Entre los objetivos que se refieren a la ordenaci¢n del agua en las pesquer¡as de aguas interiores y la acuicultura figuran la conservaci¢n de los requisitos de calidad y cantidad del agua para una producci¢n ¢ptima y la prevenci¢n de la contaminaci¢n del agua por actividades acu¡colas. El Programa de Acci¢n procura ayudar a los pa¡ses miembros a organizar las pesquer¡as de aguas interiores mediante una gesti¢n sostenible de las capturas y el desarrollo de procedimientos ambientalmente adecuados para intensificar la acuicultura. 18.75 Los objetivos en lo que ata¤e a la ordenaci¢n del agua para el ganado son dobles, a saber, suministrar cantidades adecuadas de agua potable y salvaguardar la calidad del agua potable de conformidad con las necesidades espec¡ficas de las diferentes especies animales. Tal cosa requiere la fijaci¢n de niveles m ximos de tolerancia a la salinidad y la ausencia de organismos pat¢genos. Por causa de las grandes variaciones regionales y dentro de un mismo pa¡s no es posible establecer metas globales. Actividades 18.76 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an llevar a cabo las actividades siguientes: a) Abastecimiento de agua y saneamiento para los pobres de las zonas rurales que carezcan de estos servicios: i) Fijar pol¡ticas nacionales y prioridades presupuestarias para mejorar el acceso a los servicios; ii) Promover las tecnolog¡as apropiadas; iii) Introducir mecanismos adecuados de recuperaci¢n de costos teniendo en cuenta consideraciones de eficiencia y equidad mediante mecanismos de gesti¢n de la demanda; iv) Promover el acceso de la comunidad a la propiedad de los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento y a los derechos sobre ellos; v) Establecer sistemas de vigilancia y evaluaci¢n; vi) Fortalecer el sector del abastecimiento de agua y el saneamiento en las zonas rurales haciendo hincapi en el desarrollo de instituciones, la administraci¢n eficaz y el establecimiento de un mecanismo adecuado para la financiaci¢n de los servicios; vii) Aumentar la ense¤anza sobre la higiene y eliminar focos de transmisi¢n de enfermedades; viii) Adoptar tecnolog¡as apropiadas de tratamiento del agua; ix) Tomar medidas de gran escala de ordenaci¢n del medio ambiente para la lucha contra los vectores de enfermedades; b) Uso eficiente de los recursos h¡dricos: i) Incrementar la eficiencia y la productividad del agua en la agricultura para mejorar el aprovechamiento de recursos limitados; ii) Reforzar las investigaciones en materia de ordenaci¢n de la tierra y el agua en condiciones de secano y de regad¡o; iii) Vigilar y evaluar los resultados de los proyectos de riego para velar, entre otras cosas, por su utilizaci¢n ¢ptima y mantenimiento adecuado; iv) Apoyar a los grupos de usuarios del agua con el objeto de mejorar los resultados de la ordenaci¢n a nivel local; v) Apoyar un uso apropiado de agua relativamente salobre para el riego; c) Anegamiento, lucha contra la salinidad y avenamiento: i) Introducir el drenaje de superficie en la agricultura de secano para impedir el anegamiento temporal y la inundaci¢n de las tierras bajas; ii) Introducir el avenamiento artificial en la agricultura de secano y en la de riego; iii) Fomentar la utilizaci¢n conjunta de las aguas subterr neas y de superficie, mediante, entre otras cosas, la vigilancia y la realizaci¢n de estudios del balance h¡drico; iv) Practicar el avenamiento en las zonas regadas de las regiones ridas y semi ridas; d) Ordenaci¢n de la calidad del agua: i) Establecer y aplicar sistemas poco costosos de vigilancia de la calidad del agua para fines agr¡colas; ii) Prevenir los efectos perjudiciales de las actividades agr¡colas en la calidad del agua utilizada para otras actividades sociales y econ¢micas y en las zonas pantanosas, mediante, entre otras cosas, el uso ¢ptimo de los insumos procedentes de la propia explotaci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los insumos externos utilizados en las labores agr¡colas; iii) Establecer criterios sobre la calidad biol¢gica, f¡sica y qu¡mica del agua para usuarios agr¡colas y para los ecosistemas marinos y fluviales; iv) Reducir al m¡nimo la escorrent¡a de los suelos y la sedimentaci¢n; v) Eliminar adecuadamente las aguas residuales de los asentamientos humanos y el estircol producido por la ganader¡a intensiva; vi) Minimizar los efectos nocivos de los productos qu¡micos agr¡colas mediante la lucha integrada contra las plagas; vii) Educar a las comunidades sobre las consecuencias en materia de contaminaci¢n del empleo de fertilizantes y productos qu¡micos en la calidad del agua, la seguridad alimentaria y los peligros para la salud del ser humano; e) Programas de aprovechamiento de los recursos h¡dricos: i) Desarrollar, en peque¤a escala, el riego y el suministro de agua para el consumo humano y el ganado y para la conservaci¢n del suelo y del agua; ii) Formular programas de gran escala y a largo plazo de desarrollo de terrenos regad¡os, teniendo en cuenta sus efectos en la localidad, la econom¡a y el medio ambiente; iii) Promover las iniciativas locales para el aprovechamiento y la ordenaci¢n integrados de los recursos h¡dricos; iv) Facilitar el asesoramiento y el apoyo tcnico adecuados y fomentar la colaboraci¢n institucional en el plano de las comunidades locales; v) Fomentar un criterio de ordenaci¢n de la tierra y el agua para la agricultura que tenga en cuenta el nivel de educaci¢n, la capacidad de movilizar a las comunidades locales y los requisitos de los ecosistemas de las regiones ridas y semi ridas; vi) Planificar y desarrollar programas m£ltiples de energ¡a hidroelctrica que tengan debidamente en cuenta consideraciones ecol¢gicas; f) Ordenaci¢n de los recursos h¡dricos: i) Desarrollar estrategias a largo plazo y programas de aplicaci¢n pr ctica a fin de utilizar el agua en la agricultura de modo compatible con los limitados recursos y con las distintas demandas que compiten entre s¡; ii) Reconocer que el agua es un bien econ¢mico y estratgico en lo que respecta a la planificaci¢n y ordenaci¢n del riego; iii) Formular programas especializados centrados en la preparaci¢n para casos de sequ¡a en los que se preste especial atenci¢n a los problemas de la escasez de alimentos y la protecci¢n ambiental; iv) Promover y mejorar la reutilizaci¢n de las aguas residuales en la agricultura; g) Abastecimiento de agua para el ganado: i) Mejorar la calidad del agua disponible para el ganado, teniendo presentes sus l¡mites de tolerancia; ii) Incrementar el n£mero de fuentes de agua para el ganado, en particular las de los sistemas de ganader¡a extensiva, con el fin de reducir las distancias que el ganado debe recorrer en busca de agua y prevenir un pastoreo excesivo alrededor de las fuentes de agua; iii) Prevenir la contaminaci¢n de las fuentes de agua con excremento animal a fin de impedir la difusi¢n de enfermedades, en particular las zoonosis; iv) Fomentar los usos m£ltiples de los suministros de agua mediante la promoci¢n de sistemas integrados de agricultura, ganader¡a y pesca; v) Promover los sistemas de dispersi¢n del agua para aumentar su retenci¢n en las praderas extensivas con el fin de estimular la producci¢n forrajera y prevenir la escorrent¡a; h) Pesquer¡as de aguas interiores: i) Desarrollar el aprovechamiento sostenible de las pesquer¡as como parte de la planificaci¢n nacional de los recursos h¡dricos; ii) Estudiar aspectos concretos de la hidrobiolog¡a y los requisitos ambientales de las especies fundamentales de la pesca de aguas interiores en relaci¢n con los diversos reg¡menes acu ticos; iii) Prevenir o mitigar la modificaci¢n de los medios acu ticos por otros usuarios o rehabilitar los medios sujetos a esa modificaci¢n en aras de la utilizaci¢n y conservaci¢n sostenibles de la diversidad biol¢gica de los recursos acu ticos vivos; iv) Desarrollar y difundir mtodos de aprovechamiento y ordenaci¢n ecol¢gicamente racionales de los recursos h¡dricos para intensificar las capturas de la pesca en aguas interiores; v) Implantar y mantener sistemas adecuados de reuni¢n e interpretaci¢n de datos sobre la calidad y cantidad del agua y morfolog¡a de los canales en relaci¢n con la situaci¢n y el aprovechamiento de los recursos acu ticos vivos, incluidas las pesquer¡as; i) Desarrollo de la acuicultura: i) Desarrollar tecnolog¡as acu¡colas ecol¢gicamente racionales que sean compatibles con los planes locales, regionales y nacionales de aprovechamiento de los recursos h¡dricos y tengan en cuenta los factores sociales; ii) Introducir tcnicas apropiadas de acuicultura y pr cticas conexas de aprovechamiento y ordenaci¢n del agua en pa¡ses que no tienen todav¡a experiencia en acuicultura; iii) Evaluar el impacto ambiental de la acuicultura con particular referencia a las explotaciones comerciales y la posible contaminaci¢n del agua por las instalaciones de elaboraci¢n; iv) Evaluar la viabilidad econ¢mica de la acuicultura en relaci¢n con otros usos posibles del agua, tomando en consideraci¢n la utilizaci¢n de agua de calidad marginal y las necesidades en materia de inversi¢n y explotaci¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.77 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 13.200 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 4.500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las nos concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.78 Es urgente que los pa¡ses vigilen los recursos h¡dricos y su calidad, los usos de aguas y tierras y la producci¢n agr¡cola; hagan inventarios del tipo y alcance de las actividades de aprovechamiento de agua con fines agr¡colas y su contribuci¢n actual y futura al desarrollo agr¡cola sostenible; eval£en las posibilidades de las pesquer¡as y la acuicultura; y aumenten la disponibilidad de los datos y su difusi¢n a planificadores, tcnicos, agricultores y pescadores. Las necesidades prioritarias en materia de investigaci¢n son: a) Determinar las esferas fundamentales de la investigaci¢n relacionada con el agua con posibilidades de adaptaci¢n; b) Fortalecer la capacidad de las instituciones de los pa¡ses en desarrollo para hacer investigaciones de esa ¡ndole; c) Fomentar la conversi¢n de los resultados de la investigaci¢n sobre los sistemas agr¡colas y pesqueros relacionados con el agua se traduzcan en tecnolog¡as viables y accesibles, y proporcionar el apoyo necesario para su r pida adopci¢n en la pr ctica. 18.79 Habr que fortalecer la transmisi¢n de tecnolog¡a, tanto horizontal como vertical. Los pa¡ses y los organismos que prestan apoyo exterior tendr n que desarrollar de consuno mecanismos para facilitar crdito, insumos, mercados, precios apropiados y transporte. La infraestructura del abastecimiento integral de agua en las zonas rurales, incluidos los centros de educaci¢n y formaci¢n relacionados con el agua y servicios de apoyo a la agricultura, deber¡a ampliarse para usos m£ltiples y para que contribuya a desarrollar la econom¡a rural. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.80 Deber¡an promoverse activamente la capacitaci¢n y formaci¢n de los recursos humanos en el plano nacional, para lo que habr¡a que proceder a: a) evaluar las necesidades de gesti¢n y formaci¢n actuales y a largo plazo de los recursos humanos; b) establecer una pol¡tica nacional de aprovechamiento de los recursos humanos; y c) iniciar y ejecutar programas de formaci¢n dirigidos al personal de todos los niveles, as¡ como a agricultores. Las medidas necesarias consistir¡an en: a) Evaluar las necesidades de capacitaci¢n en materia de ordenaci¢n del agua utilizada en la agricultura; b) Incrementar las actividades de formaci¢n acadmicas y no acadmicas; c) Establecer cursos pr cticos de formaci¢n para mejorar la labor de los servicios de extensi¢n en la difusi¢n de tecnolog¡as y fortalecer la capacidad de los agricultores, con especial referencia al peque¤o productor; d) Formar personal en todos los niveles, incluidos agricultores, pescadores y miembros de las comunidades locales, con particular referencia a la mujer; e) Acrecentar las posibilidades profesionales para fomentar la capacidd de administradores y funcionarios de todas las categor¡as que trabajen en programas de ordenaci¢n de la tierra y el agua. d) Aumento de la capacidad 18.81 Actualmente se reconoce en general la importancia de un marco funcional e institucional coherente en el plano nacional para promover el desarrollo sostenible del agua y la agricultura. Adem s, habr¡a que introducir un marco jur¡dico adecuado de normas y disposiciones para facilitar la adopci¢n de medidas en relaci¢n con los usos del agua utilizada en la agricultura, el avenamiento, la ordenaci¢n de la calidad del agua, los programas sobre recursos h¡dricos en peque¤a escala y el funcionamiento de las asociaciones de usuarios del agua y de pescadores. La legislaci¢n relativa a las necesidades del sector del agua utilizada en la agricultura deber¡a ser congruente con la legislaci¢n general sobre la ordenaci¢n de los recursos h¡dricos y basarse en ella. En este particular habr¡a que: a) Mejorar las pol¡ticas sobre utilizaci¢n del agua relacionada con la agricultura, las pesquer¡as y el desarrollo rural, as¡ como el marco jur¡dico para aplicar tales pol¡ticas; b) Revisar, fortalecer y, en caso necesario, reestructurar las instituciones existentes con miras a aumentar su capacidad en actividades relacionadas con el agua, reconociendo que es necesario proceder al ordenamiento de los recursos h¡dricos al nivel m s bajo que sea apropiado; c) Examinar y fortalecer, cuando sea necesario, una estructura org nica y v¡nculos y relaciones funcionales entre ministerios y entre departamentos dentro de un ministerio determinado; d) Tomar medidas concretas para apoyar el fortalecimiento institucional mediante, entre otras cosas, presupuestos para programas a largo plazo, formaci¢n de personal, incentivos, movilidad, equipo y mecanismos de coordinaci¢n; e) Fomentar, cuando proceda, la participaci¢n del sector privado en el desarrollo de los recursos humanos y el establecimiento de infraestructuras; f) Transmitir tecnolog¡as actuales y nuevas sobre uso del agua creando mecanismos de cooperaci¢n e intercambio de informaci¢n entre instituciones nacionales y regionales. G. Repercusiones del cambio clim tico en los recursos h¡dricos Bases para la acci¢n 18.82 Los pron¢sticos sobre el cambio del clima a nivel mundial pecan de inciertos. Aunque la incertidumbre aumenta mucho en el plano regional, nacional y local, es a nivel nacional donde habr¡a que tomar las decisiones m s importantes. Mayores temperaturas y menores precipitaciones har¡an que disminuyera el abastecimiento de agua y aumentara su demanda; podr¡an deteriorar la calidad de las masas de agua dulce, lo cual afectar¡a el ya fr gil equilibrio entre la oferta y la demanda en muchos pa¡ses. Aun cuando la precipitaci¢n pueda aumentar, no hay garant¡a alguna de que tal cosa ocurra en la poca del a¤o en que esa agua puede usarse; adem s, podr¡a ocurrir que aumentaran las inundaciones. Toda elevaci¢n del nivel del mar a menudo har que entre agua salina en los estuarios, islotes y acu¡feros costeros y anegar las zonas del litoral de bajo nivel; tal cosa somete a un gran riesgo a los pa¡ses de baja altitud. 18.83 En la Declaraci¢n Ministerial de la Segunda Conferencia Mundial sobre el Clima se dice que "el posible impacto de ese cambio clim tico puede plantear una amenaza ambiental de una magnitud desconocida hasta ahora, y puede ... incluso amenazar la supervivencia en algunos peque¤os Estados insulares y en zonas costeras bajas, ridas y semi ridas" 3/. La Conferencia reconoci¢ entre las repercusiones m s importantes del cambio del clima sus efectos en el ciclo hidrol¢gico y los sistemas de ordenaci¢n del agua y, por conducto de stos, en los sistemas socioecon¢micos. El aumento de la incidencia de situaciones extremas, tales como inundaciones y sequ¡as, causar¡a una mayor frecuencia y gravedad de las cat strofes. La Conferencia, por tanto, pidi¢ que se intensificaran la investigaci¢n y los programas de vigilancia necesarios y se intercambiasen los datos y la informaci¢n pertinentes en los planos nacional, regional e internacional. Objetivos 18.84 La ¡ndole misma de este tema exige ante todo m s informaci¢n sobre el particular y mayor comprensi¢n de la amenaza que se enfrenta. El tema podr traducirse en los objetivos siguientes, en consonancia con la Convenci¢n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim tico: a) Comprender y cuantificar la amenaza de las repercusiones del cambio clim tico en los recursos de agua dulce; b) Facilitar la adopci¢n de medidas nacionales eficaces de prevenci¢n, siempre y cuando la amenaza de las repercusiones se considere lo suficientemente confirmada como para justificar tal iniciativa; c) Estudiar los posibles efectos del cambio clim tico en las zonas propensas a sequ¡as e inundaciones. Actividades 18.85 Todos los Estados, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y mediante la cooperaci¢n bilateral o multilateral, incluidas, seg£n proceda, las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, podr¡an ejecutar las actividades siguientes: a) Vigilar el rgimen hidrol¢gico, incluida la humedad del suelo, el balance del agua subterr nea, la penetraci¢n y transpiraci¢n, la calidad del agua y los factores clim ticos conexos, especialmente en las regiones y los pa¡ses que es m s probable padezcan los efectos negativos de los cambios del clima y donde deber¡an indicarse las localidades vulnerables a esos efectos; b) Desarrollar y aplicar tcnicas y metodolog¡as para evaluar los posibles efectos negativos del cambio clim tico, debido a modificaciones en la temperatura, las precipitaciones y la elevaci¢n del nivel del mar, sobre los recursos de agua dulce y el riesgo de inundaci¢n; c) Iniciar estudios de casos para determinar si hay relaci¢n entre el cambio clim tico y los actuales casos de sequ¡a y de inundaciones en determinadas regiones; d) Evaluar las consecuencias sociales, econ¢micas y ambientales que pueden producirse; e) Formular y aplicar estrategias para responder a los efectos negativos que se individualicen, entre ellos los cambios del nivel de las aguas subterr neas, y mitigar la intrusi¢n salina en los acu¡feros; f) Desarrollar actividades agr¡colas basadas en el uso de aguas salobres; g) Contribuir a las actividades de investigaci¢n en curso dentro del marco de los actuales programas internacionales. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 18.86 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 100 millones de d¢lares, incluidos alrededor de 40 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 18.87 La vigilancia del cambio clim tico y de sus consecuencias sobre las masas de agua dulce debe hacerse en estrecha integraci¢n con los programas nacionales e internacionales de vigilancia del medio ambiente, en particular los que se refieren a la atm¢sfera, como se indica en otras secciones del Programa 21, y a la hidrosfera, como se expone en el rea de programas B supra. El an lisis de los datos para ver si hay indicios de cambio clim tico y sobre esa base formular medidas correctivas constituye una tarea compleja. En esta esfera se requieren investigaciones extensas y habr que tener debidamente en cuenta la labor del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre los Cambios Clim ticos, el Programa Mundial sobre el Clima, el Programa Internacional de la Geoesfera y la Biosfera y otros programas internacionales pertinentes. 18.88 Desarrollar y aplicar estrategias de respuesta requiere un uso innovador de medios y soluciones tcnicos, entre ellos la instalaci¢n de sistemas de alerta para sequ¡as e inundaciones y la construcci¢n de proyectos nuevos de aprovechamiento de los recursos h¡dricos, tales como presas, acueductos, campos de pozos, instalaciones de tratamiento de aguas residuales, obras de desalaci¢n, terraplenes, encauces y canales de avenamiento. Tambin se necesitan redes de investigaci¢n coordinadas tales como la red del Programa Internacional de la Geoesfera y la Biosfera/Sistema Mundial de Cambio para el An lisis, la Investigaci¢n y la Formaci¢n. c) Desarrollo de los recursos humanos 18.89 El xito de la labor de desarrollo e innovaci¢n depender de la buena capacitaci¢n y motivaci¢n del personal. Los proyectos internacionales pueden ayudar a ofrecer alternativas, pero cada pa¡s tiene que formular y aplicar las pol¡ticas necesarias y desarrollar el nivel acadmico necesario para resolver los problemas cient¡ficos y tcnicos que habr de afrontar, adem s de contar con un conjunto de personas dedicadas que sean capaces de interpretar las complejas cuestiones que interesan a los encargados de tomar las decisiones. Ese personal especializado ha de formarse, contratarse y mantenerse en el servicio para que pueda servir a sus pa¡ses en tal labor. d) Aumento de la capacidad 18.90 Con todo, es necesario aumentar la capacidad en el plano nacional para desarrollar, revisar y aplicar las estrategias de respuesta. Las grandes obras p£blicas y la instalaci¢n de sistemas de alerta obligar n a fortalecer mucho a los organismos correspondientes, tanto del sector p£blico como del privado. M s cr¡tico es el requisito de un mecanismo socioecon¢mico que pueda examinar las previsiones de las consecuencias del cambio clim tico y las posibles estrategias de respuesta, hacer los an lisis necesarios, sacar las conclusiones del caso y adoptar las decisiones oportunas. Notas 1/ Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, Mar del Plata, 14 a 25 de marzo de 1977 (publicaci¢n de las Naciones Unidas, n£mero de venta: S.77.II.A.12), primera parte, cap. I, secc. C, p rr. 35. 2/ Ib¡d., primera parte, cap. I, resoluci¢n II. 3/ A/45/696/Add.1, anexo III, pre mbulo, p rr. 2). Cap¡tulo 19 GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS PRODUCTOS QUIMICOS TOXICOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO DE PRODUCTOS TOXICOS Y PELIGROSOS INTRODUCCION 19.1 Para alcanzar los objetivos sociales y econ¢micos de la comunidad mundial es indispensable utilizar una gran cantidad de productos qu¡micos, y las mejores pr cticas modernas demuestran que esos productos pueden utilizarse ampliamente, con eficacia econ¢mica y con un gran alto grado de seguridad. Sin embargo, queda todav¡a mucho por hacer para difundir la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos t¢xicos, por v¡a de los principios del desarrollo sostenible y el mejoramiento de la calidad de vida para la humanidad. Dos de los principales problemas, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, son a) la falta de informaci¢n cient¡fica para poder evaluar los riesgos que entra¤a la utilizaci¢n de gran n£mero de productos qu¡micos; y b) la falta de recursos para evaluar los productos qu¡micos respecto de los cuales s¡ se dispone de datos. 19.2 En los £ltimos tiempos se ha seguido produciendo una enorme contaminaci¢n qu¡mica en algunas de las zonas industriales m s importantes del mundo, que entra¤a graves da¤os para la salud, las estructuras genticas y la reproducci¢n humanas, y para el medio ambiente. La rehabilitaci¢n exigir grandes inversiones y el desarrollo de nuevas tcnicas. S¢lo se est empezando a comprender y a reconocer la importancia que tiene la difusi¢n de la contaminaci¢n a grandes distancias, cuyos efectos pueden hacerse sentir incluso en los procesos qu¡micos y f¡sicos fundamentales de la atm¢sfera y el clima de la Tierra. 19.3 Un considerable n£mero de ¢rganos internacionales participa en los trabajos relacionados con la seguridad de los productos qu¡micos. En muchos pa¡ses existen programas destinados a promover esta seguridad. Dichas actividades tienen repercusiones internacionales, puesto que los riesgos qu¡micos no respetan las fronteras nacionales. Sin embargo, es necesario redoblar notablemente los esfuerzos nacionales e internacionales si se quiere lograr una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos. 19.4 Se proponen seis reas de programas: a) Expansi¢n y aceleraci¢n de la evaluaci¢n internacional de los riesgos de los productos qu¡micos; b) Armonizaci¢n de la clasificaci¢n y el etiquetado de los productos qu¡micos; c) Intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos y sobre el riesgo que entra¤an los productos qu¡micos; d) Organizaci¢n de programas de reducci¢n de riesgos; e) Fomento de la capacidad y los medios nacionales para la gesti¢n de los productos qu¡micos; f) Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de productos t¢xicos y peligrosos. Adem s, la secci¢n G se ocupa brevemente del fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional relativa a varias de las reas de programas. 19.5 Para la aplicaci¢n eficaz del conjunto de las seis reas de programas es preciso que se realice una intensa labor internacional, que se coordinen mejor las actividades internacionales en curso y que se determinen y apliquen medios tcnicos, cient¡ficos, educacionales y financieros, en particular para los pa¡ses en desarrollo. En mayor o menor medida las reas de programas entra¤an la evaluaci¢n de los peligros (basada en las propiedades intr¡nsecas de las sustancias qu¡micas), la evaluaci¢n de los riesgos (comprendida la determinaci¢n del grado de exposici¢n), la determinaci¢n del grado aceptable y de la gesti¢n de los riesgos. 19.6 La colaboraci¢n en materia de seguridad qu¡mica entre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organizaci¢n Internacional del Trabajo (OIT) y la Organizaci¢n Mundial de la Salud (OMS) en el mbito del Programa Internacional de Protecci¢n frente a los Productos Qu¡micos (PIPPQ) deber¡a ser el n£cleo de la cooperaci¢n internacional para velar por la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos t¢xicos. Deber¡a hacerse todo lo posible para fortalecer este programa. Tambin deber¡a promoverse la cooperaci¢n con otros programas, en particular los programas de la Organizaci¢n de Cooperaci¢n y Desarrollo Econ¢micos (OCDE) y la Comunidad Europea y otros programas regionales y gubernamentales sobre los productos qu¡micos. 19.7 Deber¡a promoverse m s la coordinaci¢n de los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales que se ocupan de la evaluaci¢n y gesti¢n de los productos qu¡micos. En el mbito del PIPPQ, se celebr¢ en Londres, en diciembre de 1991, una reuni¢n intergubernamental convocada por el Director Ejecutivo del PNUMA para seguir estudiando esta cuesti¢n (vanse los p rrafos 19.75 y 19.76). 19.8 Un requisito indispensable para el logro de la seguridad qu¡mica es que exista la m s amplia comprensi¢n posible de los riesgos que presentan los productos qu¡micos. Se deber¡a reconocer el principio del derecho de la comunidad y de los trabajadores a estar informados. Sin embargo, el derecho a conocer la identidad de los compuestos peligrosos deber¡a estar compensado por el derecho de la industria a proteger la informaci¢n comercial de car cter confidencial (por industria, cuando se hace referencia al trmino en este cap¡tulo, se entender n tanto las grandes empresas industriales transnacionales como las industrias nacionales). Se deber¡a promover la iniciativa del sector industrial sobre el cuidado responsable y la supervisi¢n de los productos. La industria deber¡a aplicar normas operativas apropiadas en todos los pa¡ses a fin de evitar los da¤os a la salud humana y al medio ambiente. 19.9 En el plano internacional existe el temor de que parte del tr fico internacional de productos t¢xicos y peligrosos se realiza en contravenci¢n de la legislaci¢n nacional y los instrumentos jur¡dicos internacionales y en detrimento del medio ambiente y la salud p£blica de todos los pa¡ses y, en particular, los pa¡ses en desarrollo. 19.10 En la resoluci¢n 44/226 de la Asamblea General, de 22 de diciembre de 1989, se pide a cada una de las comisiones regionales que, con los recursos disponibles, contribuya a la prevenci¢n del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y peligrosos vigilando y haciendo evaluaciones regionales constantes de ese tr fico il¡cito y sus repercusiones para el medio ambiente y la salud en cada regi¢n. La Asamblea tambin pidi¢ a las comisiones regionales que actuaran en forma concertada y cooperaran con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para mantener una vigilancia y evaluaci¢n eficaces y coordinadas del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y peligrosos. AREAS DE PROGRAMAS A. Expansi¢n y aceleraci¢n de la evaluaci¢n internacional de los riesgos de los productos qu¡micos 19.11 La evaluaci¢n de los riesgos que un producto qu¡mico presenta para la salud humana y el medio ambiente es un requisito para planificar su utilizaci¢n provechosa y sin riesgos. Del total aproximado de 100.000 sustancias qu¡micas existentes en el comercio y de las miles de sustancias de origen natural con que entran en contacto los seres humanos, hay muchas que contaminan los alimentos, los productos comerciales y los diversos sectores del medio ambiente. Afortunadamente, la exposici¢n a la mayor¡a de los productos qu¡micos (unos 1.500 productos representan m s del 95% de toda la producci¢n mundial) es m s bien limitada, puesto que en general se utilizan en cantidades muy peque¤as. Pero existe el grave problema de que con frecuencia no se dispone de datos que son indispensables para evaluar los riesgos, incluso respecto de muchos productos qu¡micos que se producen en grandes cantidades. En el mbito del programa de productos qu¡micos de la OCDE se ha comenzado a producir tales datos respecto de una serie de estas sustancias qu¡micas. 19.12 La evaluaci¢n de los riesgos exige el uso de muchos recursos. Podr¡a resultar m s econ¢mica si se reforzara la cooperaci¢n internacional y se lograra una mejor coordinaci¢n para aprovechar al m ximo los recursos disponibles y evitar una innecesaria duplicaci¢n de las actividades. No obstante, cada pa¡s deber¡a tener una masa cr¡tica de personal tcnico con experiencia en pruebas de toxicidad y an lisis de exposici¢n, que son los dos elementos m s importantes de la evaluaci¢n de los riesgos. Objetivos 19.13 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Fortalecer la evaluaci¢n internacional de los riesgos. Hacia el a¤o 2000, utilizando los actuales criterios de selecci¢n y evaluaci¢n, deber¡an evaluarse varios centenares de productos o grupos de productos qu¡micos de car cter prioritario, entre ellos los principales contaminantes de importancia mundial; b) Preparar directrices sobre los grados aceptables de exposici¢n a un mayor n£mero de sustancias qu¡micas t¢xicas, a partir de un estudio de expertos y el consenso cient¡fico, en que se haga una distinci¢n entre los grados m ximos de exposici¢n relacionados con la salud y el medio ambiente y los relacionados con los factores socioecon¢micos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.14 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Reforzar y ampliar los programas de evaluaci¢n de los riesgos en el PIPPQ del sistema de las Naciones Unidas (PNUMA, OIT, OMS), la FAO, junto con otras organizaciones tales como la Organizaci¢n de Cooperaci¢n y Desarrollo Econ¢micos, partiendo de un criterio convenido sobre garant¡as y calidad de los datos, la aplicaci¢n de criterios de evaluaci¢n, por estudios de expertos y vinculaciones con las actividades de control de riesgos tomando en consideraci¢n las precauciones necesarias; b) Fomentar la creaci¢n de mecanismos para aumentar la colaboraci¢n entre los gobiernos, la industria, las instituciones de educaci¢n superior y las organizaciones no gubernamentales competentes que se ocupan de diversos aspectos de la evaluaci¢n de los riesgos de los productos qu¡micos y procesos conexos, en particular fomentando y coordinando las actividades de investigaci¢n con el prop¢sito de comprender mejor los mecanismos de acci¢n de los productos qu¡micos t¢xicos; c) Estimular la elaboraci¢n de procedimientos para que los pa¡ses intercambien sus informes de evaluaci¢n sobre productos qu¡micos, de modo que puedan utilizarse en los programas nacionales de evaluaci¢n de productos qu¡micos. b) Datos e informaci¢n 19.15 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Atribuir un alto grado de prioridad a la evaluaci¢n de los peligros de los productos qu¡micos, es decir, de sus propiedades intr¡nsecas, como base apropiada para la evaluaci¢n de los riesgos; b) Generar los datos necesarios para efectuar evaluaciones aprovechando, entre otras cosas, el PIPPQ (PNUMA, OMS, OIT), la FAO, la OCDE y la Comunidad Europea y otras regiones y gobiernos con programas establecidos. Tambin deber¡a participar activamente la industria. 19.16 La industria deber¡a facilitar, respecto de las sustancias producidas, los datos necesarios para evaluar los posibles riesgos que presentan para la salud humana y el medio ambiente. Tales datos deber¡an ponerse a disposici¢n de las autoridades nacionales competentes y de los ¢rganos internacionales que se ocupan de la evaluaci¢n de los riegos y peligros y, en la mayor medida posible, al alcance del p£blico, tomando en consideraci¢n el leg¡timo derecho a la confidencialidad. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 19.17 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Establecer criterios para fijar las prioridades en la evaluaci¢n de ciertos productos qu¡micos de inters mundial; b) Estudiar estrategias para evaluar los grados de exposici¢n y vigilancia ambiental, a fin de aprovechar al m ximo los recursos disponibles, asegurar la compatibilidad de los datos y alentar a la adopci¢n de estrategias nacionales e internacionales coherentes de evaluaci¢n de los niveles de exposici¢n. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 19.18 La mayor¡a de los datos y mtodos de evaluaci¢n de los riesgos de los productos qu¡micos se producen en los pa¡ses desarrollados. Para poder ampliar y acelerar la labor de evaluaci¢n ser preciso que la industria y los institutos de investigaci¢n aumenten considerablemente las investigaciones y los ensayos de seguridad. Las estimaciones de costos contemplan la necesidad de reforzar la capacidad de los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas y se basan en la experiencia actual del PIPPQ. Cabe observar que no se incluyen costos considerables, que a menudo no se pueden cuantificar, y que comprenden el costo para la industria y los gobiernos de producir los datos sobre seguridad en que se han de basar las evaluaciones, el costo para los gobiernos de suministrar los documentos de antecedentes y los informes provisionales de evaluaci¢n al PIPPQ, al Registro internacional de productos qu¡micos potencialmente t¢xicos (RIPQPT) y a la OCDE. Tambin comprenden los gastos por la aceleraci¢n de la labor pertinente en ¢rganos ajenos al sistema de las Naciones Unidas, tales como la OCDE y la Comunidad Europea. 19.19 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 30 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 19.20 Deber¡an emprenderse importantes esfuerzos de investigaci¢n con el fin de mejorar los mtodos de evaluaci¢n de los productos qu¡micos para establecer un marco de referencia com£n para la evaluaci¢n de los riesgos y mejorar los procedimientos de aplicaci¢n de datos toxicol¢gicos y epidemiol¢gicos a fin de prever los efectos de estos productos qu¡micos sobre la salud humana y el medio ambiente, para que los encargados de tomar decisiones puedan adoptar pol¡ticas y medidas tendientes a reducir el riesgo que entra¤an ciertos productos qu¡micos. 19.21 Las actividades comprender¡an: a) Reforzar las investigaciones para sustituir los productos qu¡micos t¢xicos que entra¤an un riesgo excesivo e incontrolable para el medio o la salud humana, o que son t¢xicos, persistentes y bioacumulativos; b) Promover la investigaci¢n y la adopci¢n de mtodos que sustituyan los que se basan en la utilizaci¢n de animales (a fin de reducir el uso de los animales con fines de ensayo); c) Promover la realizaci¢n de los estudios epidemiol¢gicos pertinentes con miras a establecer una relaci¢n causal entre la exposici¢n a productos qu¡micos y ciertas enfermedades; d) Fomentar los estudios de toxicolog¡a ecol¢gica a fin de evaluar los riesgos de los productos qu¡micos para el medio ambiente. c) Desarrollo de los recursos humanos 19.22 Las organizaciones internacionales, con la participaci¢n de los gobiernos y de las organizaciones no gubernamentales, deber¡an poner en marcha proyectos de capacitaci¢n y educaci¢n en que participen las mujeres y los ni¤os, que son los m s expuestos, a fin de permitir que los pa¡ses, sobre todo los pa¡ses en desarrollo, aprovechen al m ximo las evaluaciones internacionales de los riesgos qu¡micos. d) Aumento de la capacidad 19.23 Las organizaciones internacionales deber¡an aprovechar la labor internacional de evaluaci¢n de los riesgos realizada en el pasado, el presente y el futuro para ayudar a los pa¡ses, en particular los pa¡ses en desarrollo, a crear y afianzar su capacidad de evaluaci¢n de los riesgos en los planos nacional y regional con objeto de reducir al m¡nimo y, cuando proceda, de evitar los riesgos de la fabricaci¢n y utilizaci¢n de productos qu¡micos t¢xicos y peligrosos. Deber¡an preverse la cooperaci¢n tcnica y el apoyo financiero o la contribuci¢n en especie a las actividades destinadas a ampliar y acelerar la fiscalizaci¢n y evaluaci¢n en los planos nacional e internacional de los riesgos qu¡micos para hacer posible una mejor selecci¢n de los productos qu¡micos. B. Armonizaci¢n de la clasificaci¢n y el etiquetado de los productos qu¡micos Bases para la acci¢n 19.24 Un etiquetado adecuado de los productos qu¡micos y la difusi¢n de hojas de datos sobre seguridad, tales como las tarjetas internacionales de seguridad de los productos qu¡micos, o materiales escritos semejantes que se basen en la evaluaci¢n de los riesgos para la salud y el medio ambiente, son la forma m s simple y m s eficiente de ense¤ar a manipular y utilizar con seguridad los productos qu¡micos. 19.25 Para el transporte sin riesgos de mercanc¡as peligrosas, entre ellas los productos qu¡micos, en la actualidad se aplica un sistema general elaborado en el mbito de las Naciones Unidas. En este sistema se toman en cuenta sobre todo los graves riesgos que presentan los productos qu¡micos. 19.26 Todav¡a no se dispone de sistemas de clasificaci¢n y etiquetado armonizados mundialmente para favorecer el uso sin riesgos de los productos qu¡micos en el lugar de trabajo, en el hogar, etc. La clasificaci¢n de los productos qu¡micos puede hacerse con diferentes prop¢sitos y es un medio especialmente importante para establecer sistemas de etiquetado. Es necesario elaborar sistemas normalizados de clasificaci¢n y etiquetado, basados en la labor en curso. Objetivos 19.27 Para el a¤o 2000 deber¡a disponerse, dentro de lo posible, de un sistema de clasificaci¢n y etiquetado armonizado mundialmente, que contenga hojas de datos sobre la seguridad de distintos productos qu¡micos y s¡mbolos de f cil comprensi¢n. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.28 Los gobiernos, mediante la colaboraci¢n de las organizaciones internacionales competentes y la industria, cuando proceda, deber¡an poner en marcha un proyecto destinado a establecer y elaborar un sistema de clasificaci¢n armonizada de etiquetado compatible para los productos qu¡micos, en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas, y que contenga pictogramas adecuados. Un sistema de etiquetado de esta ¡ndole no deber¡a dar origen a la imposici¢n de restricciones comerciales injustificadas. El nuevo sistema, que deber¡a aprovechar al m ximo posible los sistemas actuales, se elaborar¡a y aplicar¡a por etapas y velar¡a por la compatibilidad con las etiquetas correspondientes a las distintas aplicaciones. b) Datos e informaci¢n 19.29 Los ¢rganos internacionales, entre otros el PIPPQ (PNUMA, OIT, OMS), la FAO, la Organizaci¢n Mar¡tima Internacional (OMI), el Comit de Expertos de las Naciones Unidas en Transporte de Mercader¡as Peligrosas y la OCDE, en colaboraci¢n con las autoridades regionales y nacionales que cuenten con sistemas de clasificaci¢n, etiquetado y otras formas de divulgaci¢n de la informaci¢n, deber¡an establecer un grupo de coordinaci¢n encargado de: a) Evaluar, y si procede, realizar estudios de los sistemas vigentes de clasificaci¢n e informaci¢n de riesgos como puntos de partida para establecer los principios generales de un sistema armonizado mundialmente; b) Elaborar y poner en marcha un plan de trabajo para la creaci¢n de un sistema mundial de clasificaci¢n de riesgos. El plan deber¡a comprender una descripci¢n de las tareas que se han de completar, un plazo para su conclusi¢n, y la asignaci¢n de tareas a los participantes en el grupo de coordinaci¢n; c) Elaborar un sistema armonizado de clasificaci¢n de riesgos; d) Elaborar propuestas para la estandarizaci¢n de la terminolog¡a y los s¡mbolos relativos a los riesgos a fin de mejorar el control de los riesgos de los productos qu¡micos, facilitar el comercio internacional y hacer m s f cil la traducci¢n de la informaci¢n a los idiomas de los usuarios finales; e) Elaborar un sistema armonizado de etiquetado. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 19.30 La secretar¡a de la Conferencia ha incluido los costos de asistencia tcnica relacionados con este programa en las estimaciones proporcionadas en el rea de programas E. La secretar¡a estima que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de fortalecer a las organizaciones internacionales ascender a unos 3 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Desarrollo de los recursos humanos 19.31 Los gobiernos e instituciones, y las organizaciones no gubernamentales, con la colaboraci¢n de las organizaciones y los programas competentes de las Naciones Unidas, deber¡an organizar cursos de capacitaci¢n y campa¤as de informaci¢n que promuevan la comprensi¢n y la utilizaci¢n de nuevos sistemas de clasificaci¢n armonizada y de etiquetado compatible de los productos qu¡micos. c) Aumento de la capacidad 19.32 En el fortalecimiento de la capacidad nacional para la gesti¢n de los productos qu¡micos, incluidas la elaboraci¢n, la puesta en marcha y la adaptaci¢n de los nuevos sistemas de clasificaci¢n y etiquetado, se deber¡a evitar la creaci¢n de barreras comerciales y se deber¡an tomar plenamente en consideraci¢n las limitaciones de la capacidad y de los recursos de muchos pa¡ses, particularmente de los pa¡ses en desarrollo para la aplicaci¢n de esos sistemas. C. Intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos y sobre el riesgo que entra¤an los productos qu¡micos Bases para la acci¢n 19.33 Las siguientes actividades guardan relaci¢n con el intercambio de informaci¢n sobre los beneficios y sobre los peligros relacionados con la utilizaci¢n de productos qu¡micos y tienen por finalidad promover una gesti¢n adecuada de los productos qu¡micos mediante el intercambio de informaci¢n cient¡fica, tcnica, econ¢mica y jur¡dica. 19.34 Las Directrices de Londres para el intercambio de informaci¢n acerca de productos qu¡micos objeto de comercio internacional son un conjunto de orientaciones adoptadas por los gobiernos con el fin de aumentar la seguridad en el uso de los productos qu¡micos mediante el intercambio de informaci¢n sobre dichos productos. Las directrices contienen disposiciones especiales acerca del intercambio de informaci¢n sobre productos qu¡micos prohibidos o severamente restringidos. 19.35 La exportaci¢n a los pa¡ses en desarrollo de productos qu¡micos que han sido prohibidos en los pa¡ses productores, o cuyo uso ha sido severamente restringido en algunos pa¡ses industrializados, ha sido causa de preocupaci¢n, ya que algunos de los pa¡ses importadores no tienen la capacidad necesaria para velar por su utilizaci¢n en condiciones de seguridad, al carecer de la infraestructura necesaria para controlar la disponibilidad, el almacenamiento, la formulaci¢n y la eliminaci¢n de esos productos qu¡micos. 19.36 Para hacer frente a este problema, en 1989 se introdujo el procedimiento del consentimiento fundamentado previo en las Directrices de Londres para el intercambio de informaci¢n acerca de productos qu¡micos objeto de comercio internacional (PNUMA) y en el C¢digo Internacional de Conducta para la distribuci¢n y utilizaci¢n de plaguicidas (FAO). Adem s, se ha puesto en marcha un programa conjunto de la FAO y del PNUMA para la aplicaci¢n del procedimiento del consentimiento fundamentado previo a los productos qu¡micos, que comprende la selecci¢n de los productos que sean objeto de este procedimiento y la preparaci¢n de documentos de orientaci¢n para la adopci¢n de decisiones en virtud de este procedimiento. El Convenio de la OIT sobre los productos qu¡micos exige que haya comunicaciones entre los pa¡ses exportadores y los importadores cuando se haya prohibido el uso de productos qu¡micos peligrosos por razones de seguridad y sanidad en el trabajo. En el mbito del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) se celebraron negociaciones con miras a crear un instrumento vinculante en relaci¢n con los productos prohibidos o severamente restringidos en el mercado interno. Adem s, el Consejo del GATT convino, seg£n figura en la decisi¢n contenida en el documento C/M/251, prorrogar el mandato del Grupo de Trabajo por un per¡odo de tres meses a contar de la fecha de la pr¢xima reuni¢n del Grupo, y ha autorizado al Presidente a celebrar consultas acerca de un calendario para convocar a esta reuni¢n. 19.37 No obstante la importancia del procedimiento del consentimiento fundamentado previo, es necesario realizar un intercambio de informaci¢n sobre todos los productos potencialmente t¢xicos. Objetivos 19.38 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Promover la intensificaci¢n del intercambio de informaci¢n entre todas las partes interesadas sobre la utilizaci¢n de los productos qu¡micos en condiciones de seguridad, el empleo y las emisiones; b) Lograr para el a¤o 2000, hasta donde sea viable, la plena participaci¢n en el procedimiento del consentimiento fundamentado previo y su ejecuci¢n, incluidas las posibles aplicaciones obligatorias derivadas de los instrumentos jur¡dicamente vinculantes que figuran en las Directrices de Londres en su forma enmendada y en el C¢digo Internacional de Conducta de la FAO, teniendo en cuenta la experiencia lograda con el procedimiento del consentimiento fundamentado previo. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.39 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fortalecer las instituciones nacionales encargadas del intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos y promover la creaci¢n de centros nacionales all¡ donde no existan; b) Fortalecer las instituciones y las redes internacionales, como el RIPQPT, encargadas del intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos; c) Realizar actividades de cooperaci¢n tcnica con otros pa¡ses, en especial los que no tienen suficiente capacidad tcnica, y proporcionarles informaci¢n, incluidas actividades de capacitaci¢n en la interpretaci¢n de los datos tcnicos correspondientes, por ejemplo, los que figuran en los documentos sobre criterios de higiene ambiental, los de orientaci¢n sobre salud y seguridad y los ficheros internacionales sobre utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad (publicados por el Programa Internacional de Protecci¢n frente a los Productos Qu¡micos (PIPPQ)); en las monograf¡as sobre la evaluaci¢n de los riesgos carcinognicos de los productos qu¡micos para los seres humanos (publicadas por el Organismo Internacional de Investigaciones sobre el C ncer (OIIC)); en los documentos de orientaci¢n para la adopci¢n de decisiones (proporcionados por el programa conjunto FAO/PNUMA relativo al consentimiento fundamentado previo); y en los datos presentados por la industria y otras fuentes; d) Aplicar los procedimientos con arreglo al consentimiento fundamentado previo a la brevedad posible y, habida cuenta de la experiencia lograda, invitar a las organizaciones internacionales competentes, como el PNUMA, el GATT, la FAO, la OMS y otros, en sus respectivas esferas de competencia, con miras a empe¤arse en la conclusi¢n expedita de instrumentos jur¡dicamente vinculantes. b) Datos e informaci¢n 19.40 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Prestar asistencia para la creaci¢n de sistemas nacionales de informaci¢n sobre los productos qu¡micos en los pa¡ses en desarrollo y facilitar el acceso a los sistemas internacionales existentes; b) Mejorar las bases de datos y los sistemas de informaci¢n sobre los productos qu¡micos t¢xicos, incluidos los programas de preparaci¢n de inventarios de las emisiones, mediante la capacitaci¢n en la aplicaci¢n de estos sistemas y el suministro de equipo y programas de inform tica y otros servicios; c) Proporcionar a los pa¡ses importadores conocimientos e informaci¢n sobre los productos qu¡micos que han sido prohibidos o sometidos a restricciones rigurosas a fin de que estos pa¡ses puedan juzgar y tomar decisiones respecto de estas importaciones y sobre la manera de manipular estos productos, y establecer un sistema de responsabilidad conjunta en el comercio de productos qu¡micos entre pa¡ses importadores y exportadores; d) Facilitar la informaci¢n necesaria para evaluar los riesgos que presentan para la salud humana y el medio ambiente los productos con que se podr¡an sustituir los productos qu¡micos que hayan sido prohibidos o sometidos a restricciones rigurosas. 19.41 Las organizaciones de las Naciones Unidas deber¡an facilitar, en la medida de lo posible, todo tipo de material de informaci¢n disponible a nivel internacional sobre los productos qu¡micos t¢xicos en todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 19.42 Los gobiernos y las organizaciones internacionales competentes, con la cooperaci¢n de la industria, deber¡an colaborar en la creaci¢n, el fortalecimiento y la ampliaci¢n, seg£n proceda, de la red de autoridades nacionales designadas para el intercambio de informaci¢n sobre los productos qu¡micos y establecer un programa de intercambio tcnico para crear un n£cleo de personal capacitado en cada pa¡s participante. Medios de ejecuci¢n Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 19.43 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 10 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. D. Organizaci¢n de programas de reducci¢n de riesgos Bases para la acci¢n 19.44 Muchos de los productos qu¡micos que se utilizan hasta el momento se pueden sustituir por otros. Por consiguiente, a veces se pueden reducir los riesgos usando otros productos qu¡micos o incluso aplicando tecnolog¡as que no requieren de productos qu¡micos. El ejemplo cl sico de reducci¢n de riesgos es la sustituci¢n de productos peligrosos por sustancias inocuas o menos peligrosas. Otro ejemplo consiste en la instauraci¢n de procedimientos de prevenci¢n de la contaminaci¢n y la fijaci¢n de normas para los productos qu¡micos en cada componente del medio ambiente (alimentos, agua, bienes de consumo, etc.). En un contexto m s amplio, la reducci¢n de los riesgos entra¤a la aplicaci¢n de medidas generales para reducir los riesgos que entra¤an los productos qu¡micos t¢xicos, teniendo en cuenta el ciclo de vida ¡ntegro de dichos productos. Estas medidas pueden abarcar disposiciones reglamentarias y de otro tipo como, por ejemplo, la promoci¢n del uso de productos y tecnolog¡as menos contaminantes, procedimientos y programas de prevenci¢n de la contaminaci¢n, inventarios de emisiones, etiquetado de los productos, limitaciones al uso, concesi¢n de incentivos econ¢micos, procedimientos para la manipulaci¢n sin riesgos y reglamentos sobre la exposici¢n, as¡ como la eliminaci¢n gradual o la prohibici¢n de productos qu¡micos que presentan riesgos excesivos o intratables por otro motivo para la salud humana y el medio ambiente, y aqullos que sean t¢xicos, persistentes y bioacumulativos y cuyo uso no pueda controlarse en debida forma. 19.45 En la agricultura, una manera de reducir los riesgos consiste en aplicar mtodos de lucha integral contra las plagas que prevean el empleo de agentes de lucha biol¢gica en lugar de plaguicidas t¢xicos. 19.46 Otros aspectos de la reducci¢n de riesgos abarcan la prevenci¢n de accidentes de origen qu¡mico, la prevenci¢n de la intoxicaci¢n causada por sustancias qu¡micas, la vigilancia de los productos t¢xicos y la coordinaci¢n de la descontaminaci¢n y la rehabilitaci¢n de las zonas afectadas por esos productos. 19.47 El Consejo de la OCDE ha decidido que los pa¡ses miembros establezcan o fortalezcan sus programas nacionales de reducci¢n de los riesgos. El Consejo Internacional de Asociaciones de la Industria Qu¡mica ha adoptado iniciativas en relaci¢n con el manejo responsable y la vigilancia de los productos con el fin de reducir los riesgos de origen qu¡mico. El programa de informaci¢n y preparaci¢n del PNUMA para casos de emergencia a nivel local (APELL) tiene por objeto ayudar a los encargados de la adopci¢n de decisiones y al personal tcnico a informar mejor a la comunidad sobre las instalaciones peligrosas y a preparar los planes de acci¢n correspondientes. La OIT ha publicado un c¢digo de pr cticas sobre la prevenci¢n de accidentes industriales de gran magnitud y est preparando un instrumento internacional sobre la prevenci¢n de desastres industriales que deber¡a aprobarse en 1993. Objetivos 19.48 El objetivo del rea de programas es eliminar los riesgos inaceptables o excesivos y, en la medida en que sea econ¢micamente viable, reducir los riesgos que presenten los productos qu¡micos t¢xicos, empleando para ello un enfoque amplio que prevea una gran diversidad de opciones de reducci¢n de riesgos y adoptando medidas de precauci¢n derivadas de un an lisis integral del ciclo de vida. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.49 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Considerar la posibilidad de adoptar pol¡ticas basadas en principios aceptados de responsabilidad de los fabricantes, cuando proceda, as¡ como criterios basados en la precauci¢n, la previsi¢n y la consideraci¢n de los ciclos de vida integrales para la ordenaci¢n de los productos qu¡micos, que se apliquen a la producci¢n, el comercio, el transporte, el empleo y la eliminaci¢n; b) Emprender actividades concertadas para reducir los riesgos derivados de los productos qu¡micos t¢xicos, teniendo en cuenta el ciclo de vida integral de los productos. Estas actividades podr¡an abarcar medidas reglamentarias y de otro tipo, como, por ejemplo, la promoci¢n de productos y tecnolog¡as menos contaminantes; la preparaci¢n de inventarios de emisiones; etiquetado de productos; la imposici¢n de limitaciones al uso; la concesi¢n de incentivos econ¢micos, y la eliminaci¢n gradual o la prohibici¢n de productos qu¡micos t¢xicos que presenten un riesgo excesivo o intratable por cualquier otro motivo para el medio ambiente y la salud humana y aquellos que sean t¢xicos, persistentes y bioacumulativos, cuyo uso no pueda controlarse adecuadamente; c) Adoptar pol¡ticas y medidas reglamentarias y de otro tipo para determinar los productos qu¡micos t¢xicos y reducir al m¡nimo la exposici¢n a stos, sustituyndolos por otras sustancias menos t¢xicas y, en £ltimo trmino, eliminar gradualmente las sustancias qu¡micas que presentan riesgos excesivos o intratables por cualquier otra raz¢n para la salud humana y el medio ambiente y aqullos que sean t¢xicos, persistentes y bioacumulativos, cuyo uso no pueda controlarse en debida forma; d) Intensificar los esfuerzos para determinar las necesidades nacionales en materia de fijaci¢n y aplicaci¢n de normas en el contexto del Codex Alimentarius FAO/OMS a fin de reducir tanto como sea posible los efectos perjudiciales de los productos qu¡micos en los alimentos; e) Elaborar pol¡ticas nacionales y establecer el marco reglamentario necesario para la prevenci¢n de accidentes y para la preparaci¢n para casos de accidente y las medidas para hacerles frente (planificaci¢n del uso de la tierra, sistemas de autorizaci¢n, requisitos de informaci¢n en materia de accidentes, etc.) y utilizar el directorio internacional de centros regionales para hacer frente a las situaciones de emergencia de la OCDE y el PNUMA y el programa APELL; f) Promover la creaci¢n y el fortalecimiento, seg£n proceda, de centros nacionales de lucha contra las intoxicaciones para velar por un diagn¢stico y tratamiento oportunos y apropiados de los casos de intoxicaci¢n; g) Reducir la excesiva dependencia del uso de productos qu¡micos en la agricultura utilizando otras pr cticas de labranza, la lucha integrada contra las plagas u otros medios apropiados; h) Exigir a los fabricantes, los importadores y otros usuarios de productos qu¡micos que establezcan, con la cooperaci¢n de los productores de dichas sustancias, cuando proceda, procedimientos para hacer frente a situaciones de emergencia y preparen planes de acci¢n en el terreno y fuera de ste para situaciones de emergencia; i) Determinar, evaluar, disminuir y reducir al m¡nimo o eliminar tanto como sea posible mediante pr cticas de eliminaci¢n ecol¢gicamente racionales los riesgos del almacenamiento de productos qu¡micos que hayan caducado. 19.50 Deber¡a alentarse a la industria a: a) Elaborar un c¢digo de principios internacionalmente aceptado para la gesti¢n del comercio de productos qu¡micos, reconociendo en especial la responsabilidad de facilitar informaci¢n sobre posibles riesgos y pr cticas ecol¢gicamente racionales de eliminaci¢n si esos productos pasan a desecho, en cooperaci¢n con los gobiernos, las organizaciones internacionales pertinentes y los organismos competentes de las Naciones Unidas; b) Formular la aplicaci¢n de un enfoque basado en el "manejo responsable" por parte de los productores y fabricantes para con los productos qu¡micos, teniendo en cuenta el ciclo de vida ¡ntegro de dichos productos; c) Adoptar, a t¡tulo voluntario, programas sobre derecho de la comunidad a la informaci¢n basados en directrices internacionales, que incluyan la divulgaci¢n de informaci¢n sobre causas de emisiones accidentales o potenciales y los medios de prevenirlas, y presentar informes sobre emisiones anuales habituales de productos qu¡micos en el medio ambiente cuando no existan los requisitos pertinentes en el pa¡s husped. b) Datos e informaci¢n 19.51 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Fomentar el intercambio de informaci¢n sobre las actividades nacionales y regionales destinadas a reducir los riesgos de los productos qu¡micos t¢xicos; b) Cooperar en la elaboraci¢n de directrices relativas a la comunicaci¢n sobre los riesgos que ofrezcan los productos qu¡micos en el plano nacional a fin de fomentar el intercambio de informaci¢n con el p£blico y el conocimiento de los riesgos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 19.52 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Colaborar en la formulaci¢n de criterios comunes para determinar qu productos qu¡micos podr¡an ser objeto de actividades concertadas de reducci¢n de los riesgos; b) Coordinar actividades concertadas de reducci¢n de los riesgos; c) Elaborar directrices y pol¡ticas a fin de que los fabricantes, los importadores y otros usuarios de productos qu¡micos t¢xicos den a conocer la informaci¢n sobre la toxicidad y declaren los riesgos y las medidas necesarias en situaciones de emergencia; d) Alentar a las grandes empresas industriales, incluidas las transnacionales, y a otras empresas a que adopten pol¡ticas y se comprometan a adoptar normas de aplicaci¢n que sean equivalentes a las que se aplican en sus pa¡ses de origen o no menos estrictas en relaci¢n con la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los productos qu¡micos; e) Dar est¡mulo y apoyo a la peque¤a y mediana industria para que elabore y adopte los procedimientos pertinentes a la reducci¢n de los riesgos en sus propias actividades; f) Elaborar medidas y procedimientos reglamentarios y de otro tipo destinados a impedir la exportaci¢n de productos qu¡micos que hayan sido prohibidos, sometidos a restricciones rigurosas o retirados del mercado o no hayan sido aprobados por razones sanitarias o ecol¢gicas, excepto cuando dicha exportaci¢n cuente con el consentimiento previo por escrito del pa¡s importador o est por lo dem s de conformidad con el procedimiento del consentimiento fundamentado previo; g) Estimular la labor nacional y regional destinada a armonizar la evaluaci¢n de los plaguicidas; h) Promover y crear mecanismos para la producci¢n, la ordenaci¢n y el empleo de materiales peligrosos en condiciones de seguridad, formulando programas para sustituirlos por otros m s inocuos, cuando proceda; i) Establecer redes de centros para hacer frente a situaciones de emergencia; j) Alentar a la industria, con la ayuda de la cooperaci¢n multilateral, a que elimine gradualmente, cuando proceda, cualesquiera productos qu¡micos prohibidos que a£n se hallen en existencia o en uso en forma ecol¢gicamente racionales, incluida la reutilizaci¢n en condiciones de seguridad, cuando est aprobada y sea apropiada. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 19.53 La secretar¡a de la Conferencia ha incluido la mayor parte de los costos relacionados con este programa en las estimaciones proporcionadas para las reas de programas A y E. La secretar¡a estima que las dem s necesidades para actividades de capacitaci¢n y de apoyo a los centros de emergencia y de lucha contra las intoxicaciones ascender n a unos 4 millones de d¢lares por a¤o, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 19.54 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Promover la adopci¢n de tecnolog¡as que reduzcan al m¡nimo las emisiones de productos qu¡micos t¢xicos y la exposici¢n a stos en todos los pa¡ses; b) Efectuar estudios nacionales, cuando proceda, sobre los plaguicidas que hayan sido aceptados anteriormente, sobre la base de criterios que ahora se reconozcan como insuficientes o anticuados, y su posible sustituci¢n por otros mtodos de lucha contra las plagas, particularmente en el caso de los plaguicidas que sean t¢xicos, persistentes o bioacumulativos. E. Fomento de la capacidad y los medios nacionales para la gesti¢n de los productos qu¡micos Bases para la acci¢n 19.55 Muchos pa¡ses carecen de sistemas nacionales para hacer frente a los riesgos que presentan los productos qu¡micos. La mayor¡a de los pa¡ses carecen de los medios cient¡ficos para reunir pruebas de uso indebido y evaluar los efectos de los productos t¢xicos sobre el medio ambiente, debido a las dificultades que entra¤a la detecci¢n de muchas sustancias qu¡micas problem ticas y el rastreo sistem tico de su circulaci¢n. Entre los posibles peligros para la salud humana y el medio ambiente en los pa¡ses en desarrollo figuran formas nuevas e importantes de utilizaci¢n. En varios pa¡ses que s¡ disponen de sistemas de ese tipo es urgente la necesidad de perfeccionarlos. 19.56 Los elementos b sicos de una ordenaci¢n racional de los productos qu¡micos son: a) una legislaci¢n apropiada; b) reuni¢n y difusi¢n de informaci¢n; c) capacidad para evaluar e interpretar los riesgos; d) adopci¢n de una pol¡tica de control de riesgos; e) capacidad para hacer aplicar las normas; f) capacidad para proceder a la rehabilitaci¢n de los lugares contaminados y las personas intoxicadas; g) programas de educaci¢n eficaces; y h) capacidad para hacer frente a las situaciones de emergencia. 19.57 Puesto que la gesti¢n de los productos qu¡micos se produce en varios sectores de los que se encargan diversos ministerios nacionales, la experiencia indica que es indispensable contar con un mecanismo de coordinaci¢n. Objetivos 19.58 Para el a¤o 2000 deber¡a haber en todos los pa¡ses, en la medida de lo posible, sistemas nacionales de gesti¢n ecol¢gicamente racionales de los productos qu¡micos, as¡ como legislaci¢n y disposiciones para velar por su aplicaci¢n y cumplimiento. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.59 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones intergubernamentales y de los organismos y programas de las Naciones Unidas competentes, deber¡an: a) Promover y apoyar la b£squeda de soluciones multidisciplinarias a los problemas de la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad; b) Considerar la necesidad de establecer y fortalecer, cuando proceda, un mecanismo nacional de coordinaci¢n que sirva de enlace entre todos los sectores que se vean afectados por las actividades de empleo de productos qu¡micos en condiciones de seguridad (por ejemplo, agricultura, medio ambiente, educaci¢n, industria, mano de obra, salud, transporte, polic¡a, defensa civil, asuntos econ¢micos, instituciones de investigaci¢n y centros de lucha contra las intoxicaciones); c) Crear mecanismos institucionales para la gesti¢n de los productos qu¡micos, incluidos medios eficaces para hacerlos aplicar; d) Crear y ampliar o fortalecer, cuando proceda, redes de centros para hacer frente a las situaciones de emergencia, entre ellos centros de lucha contra las intoxicaciones; e) Fomentar la capacidad nacional y local para prepararse para casos de accidente y para hacerles frente teniendo en cuenta el programa APELL del PNUMA y programas an logos de prevenci¢n de accidentes, preparaci¢n para casos de accidentes y medidas para hacerles frente, cuando proceda, incluidos planes de emergencia peri¢dicamente ensayados y actualizados; f) En cooperaci¢n con la industria, establecer procedimientos para hacer frente a las situaciones de emergencia, individualizando los medios y el material necesarios en industrias e instalaciones para reducir los efectos de los accidentes. b) Datos e informaci¢n 19.60 Los gobiernos deber¡an: a) Organizar campa¤as de informaci¢n para sensibilizar al p£blico en general acerca de los problemas relacionados con la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad, en particular programas que brinden informaci¢n sobre las existencias de productos qu¡micos, las opciones m s inicuas desde el punto de vista ecol¢gico y los inventarios de emisiones, que tambin podr¡an ser un medio para la reducci¢n de los riesgos; b) En colaboraci¢n con el RIPQPT, crear registros y bases de datos nacionales sobre los productos qu¡micos que contengan informaci¢n relativa a la seguridad; c) Obtener datos de vigilancia sobre el terreno relativos a productos qu¡micos t¢xicos que revistan gran importancia ecol¢gica; d) Cooperar con las organizaciones internacionales, cuando proceda, para vigilar y fiscalizar eficazmente la generaci¢n, la fabricaci¢n, la distribuci¢n, el transporte y las actividades de eliminaci¢n que se relacionen con los productos qu¡micos t¢xicos, velar por el cumplimiento de las medidas preventivas y de precauci¢n y las reglas de gesti¢n de la seguridad, y facilitar informaci¢n precisa sobre los datos pertinentes. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 19.61 Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo de las organizaciones internacionales y regionales competentes, deber¡an: a) Preparar directrices, all¡ donde a£n no existan, con recomendaciones y listas de verificaci¢n para promulgar legislaci¢n relativa a la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad; b) Ayudar a los pa¡ses, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a elaborar y fortalecer la legislaci¢n nacional y su aplicaci¢n; c) Examinar la posibilidad de adoptar programas sobre el derecho de la comunidad a la informaci¢n u otros programas de difusi¢n de informaci¢n p£blica, cuando proceda, como posibles medios de reducci¢n de riesgos. Las organizaciones internacionales competentes, en particular el PNUMA, la OCDE, la CEPE, y otras partes interesadas deber¡an considerar la posibilidad de preparar un documento de orientaci¢n sobre la instauraci¢n de esos programas para uso de los gobiernos. El documento deber¡a aprovechar la labor existente sobre accidentes e incluir nuevas orientaciones sobre inventarios de emisiones t¢xicas e informaci¢n sobre riesgos. Dicha orientaci¢n deber¡a incluir la armonizaci¢n de los requisitos, las definiciones y los elementos de datos a fin de fomentar la uniformidad y permitir el intercambio internacional de datos; d) Aprovechar la labor internacional de evaluaci¢n de riesgos realizada en el pasado, el presente y el futuro para ayudar a los pa¡ses, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a crear y a afianzar su capacidad de evaluaci¢n de riesgos en los planos nacional y regional con objeto de reducir al m¡nimo los riesgos en la fabricaci¢n y utilizaci¢n de productos qu¡micos t¢xicos; e) Promover la aplicaci¢n del programa APELL del PNUMA y, en particular, el directorio internacional de centros para hacer frente a las situaciones de emergencia preparado por la OCDE y el PNUMA; f) Cooperar con todos los pa¡ses, en particular los pa¡ses en desarrollo, para crear mecanismos institucionales en el plano nacional y concebir instrumentos apropiados para la ordenaci¢n de los productos qu¡micos; g) Organizar cursos de informaci¢n, a todos los niveles de producci¢n y utilizaci¢n, para el personal que debe ocuparse de las cuestiones referentes a la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad; h) Establecer mecanismos para aprovechar al m ximo en los pa¡ses la informaci¢n existente en el plano internacional; i) Invitar al PNUMA a que promueva principios para la prevenci¢n de accidentes, la preparaci¢n para casos de accidente y las medidas para hacerles frente, destinados a los gobiernos, la industria y el p£blico, aprovechando la labor realizada en esta esfera por la OIT, la OCDE y la CEPE. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 19.62 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa en los pa¡ses en desarrollo ascender a unos 600 millones de d¢lares, incluidos 150 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 19.63 Las organizaciones internacionales deber¡an: a) Promover el establecimiento y el fortalecimiento de laboratorios nacionales para velar por la existencia en todos los pa¡ses de un control apropiado nacional en lo referente a la importaci¢n, la fabricaci¢n y la utilizaci¢n de los productos qu¡micos; b) Promover la traducci¢n, cuando sea viable, de los documentos internacionales sobre la utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad a los idiomas locales, y prestar apoyo a diversos niveles de actividad regional relacionados con la transferencia de tecnolog¡a y el intercambio de informaci¢n. c) Desarrollo de los recursos humanos 19.64 Las organizaciones internacionales deber¡an: a) Promover la capacitaci¢n tcnica en los pa¡ses en desarrollo en relaci¢n con el control de los riesgos derivados de los productos qu¡micos; b) Promover e incrementar el apoyo a las actividades de investigaci¢n en el plano nacional mediante la concesi¢n de subsidios y becas para estudios en institutos de investigaci¢n reconocidos que se ocupen de disciplinas de importancia para los programas de utilizaci¢n de productos qu¡micos en condiciones de seguridad. 19.65 Los gobiernos deber¡an organizar, en colaboraci¢n con la industria y los sindicatos, programas de formaci¢n sobre la gesti¢n de los productos qu¡micos que incluyan los procedimientos para hacer frente a situaciones de emergencia, destinados a todos los niveles. En todos los pa¡ses los programas de estudio de las escuelas primarias deben comprender los principios b sicos de utilizaci¢n de los productos qu¡micos en condiciones de seguridad. F. Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de productos t¢xicos y peligrosos 19.66 No hay actualmente un acuerdo internacional mundial sobre el tr fico de productos t¢xicos y peligrosos (productos t¢xicos y peligrosos son los que est n prohibidos, considerablemente limitados, retirados o no aprobados para su uso y venta por los gobiernos a fin de proteger la salud p£blica y el medio ambiente). Sin embargo, hay un temor internacional de que el tr fico internacional il¡cito de esos productos sea perjudicial para la salud p£blica y el medio ambiente, particularmente en los pa¡ses en desarrollo, como reconocen las resoluciones 42/183 y 44/226 de la Asamblea General. El tr fico il¡cito se refiere al tr fico realizado en contravenci¢n de las leyes de un pa¡s o los instrumentos jur¡dicos internacionales pertinentes. El temor se refiere tambin a los movimientos transfronterizos de esos productos que no se efect£an de conformidad con las directrices y principios internacionalmente aprobados aplicables. Las actividades realizadas en este rea de programas est n destinadas a perfeccionar la detecci¢n y la prevenci¢n del tr fico de que se trata. 19.67 Hace falta fortalecer la cooperaci¢n internacional y regional para impedir el movimiento transfronterizo il¡cito de productos t¢xicos y peligrosos. Hace falta tambin aumentar la capacidad en el plano nacional para ampliar los servicios de vigilancia y aplicaci¢n de la ley, reconociendo que tal vez haya que imponer las penas apropiadas como parte de un programa eficaz de ejecuci¢n de la ley. Otras actividades previstas en este cap¡tulo (por ejemplo, en relaci¢n con el p rrafo 19.39 d)), contribuir n tambin al logro de esos objetivos. Objetivos 19.68 Los objetivos del programa son: a) Fortalecer la capacidad nacional para descubrir y detener todo intento il¡cito de introducir productos t¢xicos y peligrosos en el territorio de cualquier Estado, en contravenci¢n de la legislaci¢n nacional y los instrumentos jur¡dicos internacionales pertinentes; b) Ayudar a todos los pa¡ses, en particular a los pa¡ses en desarrollo, a obtener toda la informaci¢n pertinente relativa al tr fico il¡cito en productos t¢xicos y peligrosos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 19.69 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Adoptar, de ser necesario, y aplicar legislaci¢n para impedir la importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de productos t¢xicos y peligrosos; b) Formular programas nacionales apropiados de represi¢n a fin de vigilar el cumplimiento de dicha legislaci¢n y descubrir y reprimir las transgresiones mediante sanciones adecuadas. b) Datos e informaci¢n 19.70 Los gobiernos deber¡an elaborar, seg£n proceda, sistemas nacionales de alerta que les permitan descubrir el tr fico il¡cito de productos t¢xicos y peligrosos; las comunidades locales y otras entidades podr¡an participar en un funcionamiento de un sistema de dicha ¡ndole. 19.71 Los gobiernos deber¡an cooperar en el intercambio de informaci¢n sobre movimientos transfronterizos il¡citos de productos t¢xicos y peligrosos y deber¡an facilitar dicha informaci¢n a los ¢rganos competentes de las Naciones Unidas, como el PNUMA y las comisiones regionales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 19.72 El fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional y regional es necesario para impedir el movimiento transfronterizo il¡cito de productos t¢xicos y peligrosos. 19.73 Las comisiones regionales, en cooperaci¢n con el PNUMA y otros ¢rganos competentes de las Naciones Unidas, y bas ndose en su apoyo y asesoramiento pericial, deber¡an, sobre la base de los datos y la informaci¢n que faciliten los gobiernos, vigilar el tr fico il¡cito en productos t¢xicos y peligrosos y efectuar evaluaciones regionales en forma permanente de los datos al respecto, y las consecuencias ambientales, econ¢micas y sanitarias en cada regi¢n, aprovechando los resultados y la experiencia logrados en la evaluaci¢n preliminar conjunta del PNUMA y la CESPAP del tr fico il¡cito, cuya conclusi¢n est prevista para agosto de 1992. 19.74 Los gobiernos y las organizaciones internacionales, seg£n proceda, deber¡an cooperar con los pa¡ses en desarrollo en el fortalecimiento de su capacidad institucional y de reglamentaci¢n a fin de impedir la importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de productos t¢xicos y peligrosos. G. Fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional relativa a varias de las reas de programa 19.75 Una reuni¢n de expertos designados por los gobiernos, celebrada en Londres en diciembre de 1991, recomend¢ que se aumentara la coordinaci¢n entre los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales que se ocupan de la evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos derivados de los productos qu¡micos. En esa reuni¢n se pidi¢ que se adoptaran medidas adecuadas para fortalecer la funci¢n del PIPQQ y se creara un foro intergubernamental para la evaluaci¢n y gesti¢n de los riesgos derivados de los productos qu¡micos. 19.76 A fin de examinar en mayor detalle las recomendaciones de la reuni¢n de Londres e iniciar medidas sobre el particular, si procede, se invita a los jefes ejecutivos de la OMS, la OIT y el PNUMA a que convoquen una reuni¢n intergubernamental en el plazo de un a¤o, que podr¡a constituir la primera reuni¢n del foro intergubernamental. Cap¡tulo 20 GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS PELIGROSOS, INCLUIDA LA PREVENCION DEL TRAFICO INTERNACIONAL ILICITO DE DESECHOS PELIGROSOS INTRODUCCION 20.1 Para velar por la protecci¢n de la salud y del medio ambiente, una ordenaci¢n adecuada de los recursos naturales y un desarrollo sostenible, es de extrema importancia controlar eficazmente la producci¢n, el almacenamiento, el tratamiento, el reciclado y la reutilizaci¢n, el transporte, la recuperaci¢n y la eliminaci¢n de los desechos peligrosos. Esto precisar la cooperaci¢n y participaci¢n activas de la comunidad internacional, los gobiernos y la industria. Para los fines del presente documento la industria abarcar las grandes empresas industriales, incluidas las empresas transnacionales y la industria nacional. 20.2 Los elementos esenciales para lograrlo son la prevenci¢n de la producci¢n de desechos peligrosos y la rehabilitaci¢n de los lugares contaminados, y para ambas cosas se requieren conocimientos, personas con experiencia, instalaciones adecuadas, recursos financieros y capacidades tcnicas y cient¡ficas. 20.3 Como las actividades descritas en el presente cap¡tulo est n estrechamente relacionadas con muchas de las reas de programas descritas en otros cap¡tulos y han de repercutir en ellas, es necesario adoptar un enfoque general integrado al tratar la gesti¢n de los desechos peligrosos. 20.4 Existe preocupaci¢n a nivel internacional de que parte del movimiento internacional de desechos peligrosos est siendo llevado a cabo contraviniendo la legislaci¢n nacional y los instrumentos internacionales existentes, en detrimento del medio ambiente y de la salud p£blica de todos los pa¡ses, especialmente los pa¡ses en desarrollo. 20.5 En la secci¢n I de la resoluci¢n 44/226, de 22 de diciembre de 1989, la Asamblea General pidi¢ a cada una de las comisiones regionales que, dentro de los recursos existentes, contribuyera a la prevenci¢n del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y peligrosos vigilando y haciendo evaluaciones regionales de ese tr fico il¡cito y sus repercusiones en el medio ambiente y la salud. La Asamblea pidi¢ tambin a las comisiones regionales que actuaran en forma concertada y cooperaran con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para mantener una vigilancia y evaluaci¢n eficaces y coordinadas del tr fico il¡cito de productos y desechos t¢xicos y peligrosos. Objetivo general 20.6 En el marco de la gesti¢n integrada del ciclo vital, el objetivo general es impedir en lo posible y reducir al m¡nimo la producci¢n de desechos peligrosos, y someter esos desechos a una gesti¢n que impida que provoquen da¤os al medio ambiente. Metas generales 20.7 Las metas generales son: a) La prevenci¢n o reducci¢n al m¡nimo de la producci¢n de desechos peligrosos como parte de un sistema general integrado de producci¢n menos contaminante; la eliminaci¢n o reducci¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos hasta un m¡nimo que se corresponda con la gesti¢n ecol¢gicamente racional y eficiente de tales desechos; y la garant¡a de que se apliquen en la m xima medida posible las opciones sobre gesti¢n ecol¢gicamente racional de desechos peligrosos dentro del pa¡s de origen (principio de la autosuficiencia). Los movimientos transfronterizos que se lleven a efecto deber n obedecer a motivos ambientales y econ¢micos y estar basados en convenios celebrados entre los Estados interesados; b) La ratificaci¢n del Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminaci¢n, y la pronta elaboraci¢n de los protocolos correspondientes, como el protocolo sobre responsabilidad e indemnizaci¢n, y de los mecanismos y las directrices que se requieren para facilitar la aplicaci¢n del Convenio de Basilea; c) La ratificaci¢n y plena aplicaci¢n de la Convenci¢n de Bamako sobre la prohibici¢n de la importaci¢n a Africa, la fiscalizaci¢n de los movimientos transfronterizos y la gesti¢n dentro de Africa de desechos peligrosos, y la pronta elaboraci¢n de un protocolo sobre responsabilidad e indemnizaci¢n; d) La eliminaci¢n de la exportaci¢n de desechos peligrosos a pa¡ses que, por propio inters o en virtud de acuerdos internacionales, proh¡ban la importaci¢n de esos desechos, como son las partes contratantes en el Convenio de Bamako y el cuarto Convenio de Lom, as¡ como otros convenios pertinentes en que se establece dicha prohibici¢n. 20.8 En el presente cap¡tulo se incluyen las siguientes reas de programas: a) Promoci¢n de la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos; b) Promoci¢n y fortalecimiento de la capacidad institucional en materia de gesti¢n de desechos peligrosos; c) Promoci¢n y fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional en materia de gesti¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos; d) Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de desechos peligrosos. AREAS DE PROGRAMAS A. Promoci¢n de la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos Bases para la acci¢n 20.9 La salud humana y la calidad del medio ambiente se degradan constantemente por la cantidad cada vez mayor de desechos peligrosos que se producen. Los costos directos e indirectos que representan para la sociedad y para los ciudadanos la producci¢n, manipulaci¢n y eliminaci¢n de esos desechos est n aumentando. As¡ pues, es fundamental aumentar los conocimientos y la informaci¢n sobre los aspectos econ¢micos de la prevenci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos, incluidos los efectos en relaci¢n con el empleo y sus ventajas para el medio ambiente, a fin de velar por que se prevean las inversiones de capital necesarias en los programas de desarrollo mediante incentivos econ¢micos. Una de las primeras prioridades en materia de gesti¢n de los desechos peligrosos es reducirlos al m¡nimo, como parte de un criterio m s amplio para modificar los procesos industriales y las modalidades de consumo mediante estrategias de prevenci¢n de la contaminaci¢n y de producci¢n menos contaminante. 20.10 Entre los factores m s importantes de esas estrategias se cuenta el de la recuperaci¢n de desechos peligrosos para convertirlos en materiales £tiles. En consecuencia, la aplicaci¢n de tecnolog¡a y la modificaci¢n y desarrollo de nuevas tecnolog¡as que permitan una menor producci¢n de desechos se consideran actualmente un aspecto fundamental de la reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos. Objetivos 20.11 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Reducir hasta donde sea posible la producci¢n de desechos peligrosos, como parte de un sistema integrado de producci¢n menos contaminante; b) Aprovechar al m ximo las materias primas, utilizando, cuando sea factible y ecol¢gicamente racional, los residuos derivados de los procesos de producci¢n; c) Aumentar los conocimientos y la informaci¢n sobre los aspectos econ¢micos de la prevenci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos. 20.12 Para alcanzar esos objetivos y reducir de ese modo los efectos y el costo del desarrollo industrial, los pa¡ses que estn en condiciones de adoptar las tecnolog¡as necesarias sin perjuicio para su desarrollo deber¡an establecer pol¡ticas que previesen lo siguiente: a) La integraci¢n de mtodos de producci¢n menos contaminantes y de reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos en todo tipo de planificaci¢n, as¡ como la fijaci¢n de metas concretas; b) La promoci¢n del uso de mecanismos reguladores y de mercado; c) El establecimiento de una meta intermedia para la estabilizaci¢n de la cantidad de desechos peligrosos producidos; d) El establecimiento de programas y pol¡ticas de largo plazo, en que se establezcan metas, cuando proceda, para la reducci¢n de la cantidad de desechos peligrosos producidos por unidad de fabricaci¢n; e) El logro de una mejora cualitativa de las corrientes de desechos, sobre todo mediante actividades destinadas a reducir las caracter¡sticas peligrosas de esas corrientes; f) La facilitaci¢n del establecimiento de mtodos y pol¡ticas de prevenci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos que ofrezcan una buena relaci¢n costo-eficacia, teniendo en cuenta el estado de desarrollo de cada pa¡s. Actividades a) Actividades de gesti¢n 20.13 Deber¡an llevarse a cabo las siguientes actividades: a) Los gobiernos deber¡an establecer normas o especificaciones en materia de adquisiciones o modificar las existentes a fin de evitar la discriminaci¢n de los materiales reciclados, a condici¢n de que stos sean ecol¢gicamente racionales; b) Los gobiernos, en la medida de sus posibilidades y con el apoyo de la cooperaci¢n multilateral, deber¡an ofrecer incentivos econ¢micos o normativos, cuando proceda, para favorecer la adopci¢n por parte de la industria de nuevos mtodos de producci¢n menos contaminantes, alentar a la industria a invertir en tecnolog¡as de prevenci¢n y/o reciclado a fin de velar por una gesti¢n ecol¢gicamente racional de todos los desechos peligrosos, entre stos los desechos reciclables, y fomentar las inversiones orientadas hacia la reducci¢n al m¡nimo de los desechos; c) Los gobiernos deber¡an intensificar las actividades de investigaci¢n y desarrollo de variantes eficaces en funci¢n de los costos para los procesos y sustancias que actualmente producen desechos peligrosos y que plantean problemas especiales en cuanto a su eliminaci¢n o tratamiento ecol¢gicamente racional, debiendo considerarse la posibilidad de eliminar totalmente, tan pronto como sea viable, aquellas sustancias que presenten un riesgo excesivo o al que no se pueda hacer frente por otras v¡as y que sean t¢xicas, persistentes o bioacumulativas. Deber¡a hacerse hincapi en las opciones que resulten econ¢micamente accesibles para los pa¡ses en desarrollo; d) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones e industrias pertinentes, seg£n proceda, deber¡an apoyar el establecimiento de servicios nacionales de manipulaci¢n de los desechos peligrosos de origen interno; e) Los gobiernos de los pa¡ses desarrollados deber¡an promover la transferencia a los pa¡ses en desarrollo de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales y conocimientos pr cticos en materia de tecnolog¡as poco contaminantes y de desechos escasos, de conformidad con el cap¡tulo 34, lo que producir cambios que sustentar n la innovaci¢n industrial. Los gobiernos deber¡an cooperar con la industria, cuando proceda, en la elaboraci¢n de directrices y c¢digos de conducta que den lugar a una producci¢n menos contaminante mediante asociaciones sectoriales de comerciantes e industriales; f) Los gobiernos deber¡an alentar a la industria a tratar, reciclar, reutilizar y eliminar los desechos en la fuente, o lo m s cerca posible de la fuente de producci¢n, cuando la producci¢n de desechos sea inevitable y cuando resulte eficiente para la industria hacerlo tanto desde el punto de vista econ¢mico como desde el ambiental; g) Los gobiernos deber¡an fomentar la evaluaci¢n de la tecnolog¡a, recurriendo, por ejemplo, a centros de evaluaci¢n tecnol¢gica; h) Los gobiernos deber¡an promover una producci¢n menos contaminante estableciendo centros que impartan capacitaci¢n e informaci¢n sobre tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales; i) La industria deber¡a establecer sistemas de ordenaci¢n ambiental que incluyeran la auditor¡a ambiental de sus lugares de producci¢n o distribuci¢n, con objeto de determinar d¢nde hace falta instalar mtodos de producci¢n menos contaminante; j) Una organizaci¢n competente y apropiada de las Naciones Unidas deber¡a tomar la iniciativa, en cooperaci¢n con otras organizaciones, de elaborar directrices para estimar los costos y beneficios de distintos mtodos a fin de adoptar procesos de producci¢n menos contaminantes y lograr la reducci¢n al m¡nimo y una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, incluido el saneamiento de los lugares contaminados, teniendo en cuenta, cuando proceda, el informe de la reuni¢n celebrada en Nairobi en 1991, por expertos designados por los gobiernos para elaborar una estrategia internacional y un programa de acci¢n, adem s de las directrices tcnicas para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, en particular en el contexto de la labor que se lleva a cabo con la secretar¡a del PNUMA en relaci¢n con el Convenio de Basilea; k) Los gobiernos deber¡an establecer normas en que se estipule la responsabilidad £ltima de las industrias de la eliminaci¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos que generan sus actividades. b) Datos e informaci¢n 20.14 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos, con ayuda de las organizaciones internacionales, deber¡an establecer mecanismos para determinar el valor de los sistemas de informaci¢n existentes; b) Los gobiernos deber¡an establecer centros y redes nacionales y regionales encargados de la reuni¢n y difusi¢n de la informaci¢n, que sean de f cil acceso y utilizaci¢n para los organismos p£blicos y la industria y para otras organizaciones no gubernamentales; c) Las organizaciones internacionales, por intermedio del Programa de Producci¢n Limpia del PNUMA y del Centro internacional de informaci¢n sobre procesos de producci¢n menos contaminantes, deber¡an ampliar y fortalecer los sistemas existentes de reuni¢n de informaci¢n sobre mtodos de producci¢n menos contaminantes; d) Se deber¡a promover la utilizaci¢n, por parte de todos los ¢rganos y las organizaciones de las Naciones Unidas, de la informaci¢n reunida por conducto de la Red de Producci¢n Limpia; e) La Organizaci¢n de Cooperaci¢n y Desarrollo Econ¢micos (OCDE), en colaboraci¢n con otras organizaciones, deber¡a realizar un estudio amplio de las experiencias de los pa¡ses miembros en cuanto a la adopci¢n de planes de reglamentaci¢n econ¢mica y mecanismos de incentivos para la gesti¢n de desechos peligrosos y el empleo de tecnolog¡as menos contaminantes que impidan la producci¢n de esos desechos, y difundir la informaci¢n obtenida a ese respecto; f) Los gobiernos deber¡an alentar a la industria a ser transparente en sus operaciones y a proporcionar la informaci¢n necesaria a las comunidades que pudieran resultar afectadas por la producci¢n, gesti¢n y eliminaci¢n de desechos peligrosos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 20.15 La cooperaci¢n internacional y regional deber¡a alentar a los Estados a ratificar el Convenio de Basilea y la Convenci¢n de Bamako y promover su aplicaci¢n. La cooperaci¢n regional ser necesaria para la elaboraci¢n de convenios an logos en otras regiones distintas de Africa, si fuese necesario. Por otra parte, es menester coordinar efectivamente las pol¡ticas e instrumentos internacionales, regionales y nacionales. Otra de las actividades propuestas es la cooperaci¢n en la vigilancia de los efectos de la gesti¢n de los desechos peligrosos. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 20.16 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 750 millones de d¢lares, que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 20.17 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes relativas al desarrollo e investigaci¢n de tecnolog¡as: a) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, y de las industrias, si procede, deber¡an aumentar considerablemente el apoyo financiero a los programas de investigaci¢n y desarrollo de tecnolog¡as menos contaminantes, incluido el uso de biotecnolog¡as; b) Los Estados, con la cooperaci¢n de las organizaciones internacionales cuando proceda, deber¡an instar a la industria a que promueva y realice estudios sobre la eliminaci¢n gradual de los procesos que presentan mayor riesgo para el medio ambiente sobre la base de los desechos peligrosos que producen; c) Los Estados deber¡an instar a la industria a que elabore planes para integrar el criterio sobre una producci¢n menos contaminante en los procesos de dise¤o de productos y en las pr cticas de gesti¢n; d) Los Estados deber¡an alentar a la industria a que adopte una actitud responsable hacia el medio ambiente mediante la reducci¢n de los desechos peligrosos y mediante la reutilizaci¢n, el reciclado y la recuperaci¢n ecol¢gicamente racionales de los desechos peligrosos, as¡ como la eliminaci¢n definitiva de stos. c) Desarrollo de los recursos humanos 20.18 Se deber¡an llevar a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos, las organizaciones internacionales y la industria deber¡an fomentar la ejecuci¢n de programas de capacitaci¢n industrial, incorporando tcnicas de prevenci¢n y reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos y poniendo en marcha proyectos de demostraci¢n a nivel local para poder presentar "casos de xito" en materia de producci¢n poco contaminante; b) La industria deber¡a integrar principios y ejemplos concretos de producci¢n poco contaminante en los programas de capacitaci¢n, y establecer redes o proyectos de demostraci¢n por sectores o por pa¡ses; c) Todos los sectores de la sociedad deber¡an organizar y lanzar campa¤as de sensibilizaci¢n sobre la producci¢n poco contaminante, y fomentar el di logo y la colaboraci¢n con la industria y otros sectores. d) Aumento de la capacidad 20.19 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos de los pa¡ses en desarrollo, en cooperaci¢n con la industria y con la colaboraci¢n de las organizaciones internacionales competentes, deber¡an preparar inventarios de la producci¢n de desechos peligrosos a fin de determinar sus necesidades con respecto a la transferencia de tecnolog¡a y a la aplicaci¢n de medidas para la gesti¢n racional de los desechos peligrosos y su eliminaci¢n; b) Los gobiernos deber¡an incluir en sus planes y leyes nacionales un sistema integrado de protecci¢n ambiental, que se rigiera por criterios de prevenci¢n y reducci¢n en la fuente, teniendo en cuenta el principio de "quien contamina paga", y adoptar programas de reducci¢n de los desechos peligrosos, en que se fijen metas y medidas adecuadas de control ambiental; c) Los gobiernos deber¡an colaborar con la industria en campa¤as sectoriales en favor de procesos de producci¢n menos contaminantes y de reducci¢n al m¡nimo de los desechos peligrosos, as¡ como en la reducci¢n de esos desechos y otras emisiones; d) Los gobiernos deber¡an tomar la iniciativa de establecer y fortalecer, seg£n proceda, procedimientos nacionales de evaluaci¢n del impacto ambiental teniendo en cuenta el mtodo de gesti¢n desde la producci¢n hasta la eliminaci¢n de los desechos peligrosos, y a fin de determinar las posibilidades de reducir al m¡nimo la producci¢n de desechos peligrosos mediante la manipulaci¢n, el almacenamiento, la eliminaci¢n y la destrucci¢n m s seguros de tales desechos; e) Los gobiernos, en colaboraci¢n con la industria y las organizaciones internacionales competentes, deber¡an elaborar procedimientos de vigilancia y aplicaci¢n del mtodo de gesti¢n desde la producci¢n hasta la eliminaci¢n, entre ellos, procedimientos de auditor¡a ambiental; f) Los organismos bilaterales y multilaterales de asistencia para el desarrollo deber¡an aumentar considerablemente los fondos destinados a la transferencia de tecnolog¡a menos contaminante a los pa¡ses en desarrollo, incluso a las empresas peque¤as y medianas. B. Promoci¢n y fortalecimiento de la capacidad institucional en materia de gesti¢n de desechos peligrosos Bases para la acci¢n 20.20 Muchos pa¡ses carecen de la capacidad necesaria para la manipulaci¢n y gesti¢n de los desechos peligrosos. Esto se debe principalmente a la falta de infraestructura adecuada, a las deficiencias de los marcos normativos, a la insuficiencia de los programas de capacitaci¢n y educaci¢n y a la falta de coordinaci¢n entre los distintos ministerios e instituciones que se ocupan de los diversos aspectos de la gesti¢n de desechos. Adem s, hay una falta de conocimientos acerca de la contaminaci¢n del medio ambiente y de los riesgos que entra¤a la exposici¢n a los desechos peligrosos para la salud de la poblaci¢n, especialmente de las mujeres y los ni¤os, y de los ecosistemas; acerca de la evaluaci¢n de los riesgos; y de las caracter¡sticas de los desechos. Es preciso tomar medidas inmediatas para determinar qu poblaciones est n expuestas a riesgos de contaminaci¢n elevados y, si es necesario, aplicar medidas correctivas. Una de las prioridades fundamentales para velar por una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos ha de ser elaborar programas de sensibilizaci¢n, educaci¢n y capacitaci¢n que abarquen todos los sectores de la sociedad. Adem s, es necesario realizar programas de investigaci¢n para entender la naturaleza de los desechos peligrosos, determinar sus posibles efectos ecol¢gicos y elaborar tecnolog¡as para la manipulaci¢n sin riesgo de esos desechos. Por £ltimo, es necesario reforzar las capacidades de las instituciones responsables de la gesti¢n de los desechos peligrosos. Objetivos 20.21 Los objetivos de esta rea de programas son: a) Tomar medidas adecuadas de coordinaci¢n, legislativas y reglamentarias en el plano nacional para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, entre ellas, medidas para la aplicaci¢n de los convenios internacionales y regionales; b) Organizar programas de informaci¢n y sensibilizaci¢n sobre las cuestiones relativas a los desechos peligrosos y velar por que haya programas de educaci¢n b sica y capacitaci¢n destinados a los trabajadores de la industria y la administraci¢n p£blica en todos los pa¡ses; c) Establecer programas amplios de investigaci¢n sobre desechos peligrosos en los distintos pa¡ses; d) Reforzar la capacidad de las industrias de servicios para permitirles manipular los desechos peligrosos y reforzar las redes internacionales; e) Crear en todos los pa¡ses en desarrollo la capacidad local para educar y formar personal de todos los niveles para la manipulaci¢n, la vigilancia y la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos; f) Promover la evaluaci¢n del grado de exposici¢n humana a la contaminaci¢n procedente de los dep¢sitos de desechos peligrosos y determinar las medidas correctivas necesarias; g) Facilitar la evaluaci¢n de los efectos y los riesgos de los desechos peligrosos para la salud humana y el medio ambiente, mediante la adopci¢n de procedimientos, metodolog¡as y criterios adecuados o directrices y normas sobre efluentes; h) Mejorar los conocimientos relativos a los efectos de los desechos peligrosos en la salud humana y el medio ambiente; i) Suministrar informaci¢n a los gobiernos y al p£blico en general sobre los efectos de los desechos peligrosos, entre stos los desechos infecciosos, y sobre la salud humana y el medio ambiente. Actividades a) Actividades de gesti¢n 20.22 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos deber¡an preparar y mantener inventarios, entre stos inventarios computadorizados, de los desechos peligrosos y de los lugares de tratamiento o vertimiento, as¡ como de los lugares contaminados que requieran rehabilitaci¢n, y evaluar el grado de exposici¢n y el riesgo que presentan para la salud humana y el medio ambiente; deber¡an asimismo determinar las medidas necesarias para la limpieza de los vertederos. La industria deber¡a proporcionar la informaci¢n necesaria; b) Los gobiernos, la industria y las organizaciones internacionales deber¡an colaborar en la elaboraci¢n de directrices y de mtodos de f cil aplicaci¢n para la caracterizaci¢n y clasificaci¢n de los desechos peligrosos; c) Los gobiernos deber¡an llevar a cabo evaluaciones del grado de exposici¢n y el estado de salud de las poblaciones que residen cerca de vertederos de desechos peligrosos no fiscalizados y tomar medidas correctivas; d) Las organizaciones internacionales deber¡an formular mejores criterios, a partir de consideraciones sanitarias, teniendo en cuenta los procesos nacionales de adopci¢n de decisiones, y ayudar en la preparaci¢n de directrices tcnicas pr cticas para la prevenci¢n, la reducci¢n al m¡nimo, y la manipulaci¢n y eliminaci¢n sin riesgos de los desechos peligrosos; e) Los gobiernos de los pa¡ses en desarrollo deber¡an instar a los grupos interdisciplinarios e intersectoriales a que, en colaboraci¢n con las organizaciones y los organismos internacionales, pongan en pr ctica actividades de capacitaci¢n e investigaci¢n relacionadas con la evaluaci¢n, la prevenci¢n y el control de los riesgos que presentan los desechos peligrosos para la salud. Esos grupos deber¡an servir de modelo para la creaci¢n de programas regionales similares; f) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an fomentar en la medida de lo posible la construcci¢n de instalaciones combinadas de tratamiento y eliminaci¢n de desechos peligrosos en las industrias peque¤as y medianas; g) Los gobiernos deber¡an fomentar la identificaci¢n y limpieza de los dep¢sitos de desechos peligrosos en colaboraci¢n con la industria y las organizaciones internacionales. Deber¡an facilitarse a esos efectos tecnolog¡as, conocimientos especializados y recursos financieros, en lo posible aplicando el principio de "quien contamina paga"; h) Los gobiernos deber¡an cerciorarse de que sus establecimientos militares se atienen a normas ambientales aplicables en el plano nacional, para el tratamiento y la eliminaci¢n de desechos peligrosos. b) Datos e informaci¢n 20.23 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos, las organizaciones internacionales y regionales y la industria deber¡an facilitar y ampliar la difusi¢n de informaci¢n tcnica y cient¡fica sobre los diversos aspectos relacionados con la salud de los desechos peligrosos, y promover su aplicaci¢n; b) Los gobiernos deber¡an establecer sistemas de notificaci¢n y registro de las poblaciones expuestas y de los efectos nocivos para la salud, as¡ como bases de datos sobre las evaluaciones de los riesgos que crean los desechos peligrosos; c) Los gobiernos deber¡an procurar reunir informaci¢n sobre quines producen o eliminan o reciclan desechos peligrosos, y proporcionar esa informaci¢n a las personas e instituciones interesadas. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 20.24 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Promover y apoyar la integraci¢n y el funcionamiento, en los planos regional y local, seg£n proceda, de agrupaciones institucionales e interdisciplinarias que colaboren, seg£n su capacidad, en actividades orientadas a mejorar los procedimientos de evaluaci¢n, gesti¢n y reducci¢n de los riesgos con respecto a los desechos peligrosos; b) Apoyar el aumento de la capacidad y el desarrollo y la investigaci¢n tecnol¢gicas en los pa¡ses en desarrollo, en relaci¢n con el desarrollo de los recursos humanos, prestando particular apoyo a la consolidaci¢n de las redes; c) Fomentar la autosuficiencia en materia de eliminaci¢n de desechos peligrosos en el pa¡s de origen, en la medida en que ello sea ecol¢gicamente racional y factible. Los movimientos transfronterizos que tengan lugar deber¡an obedecer a razones ecol¢gicas y econ¢micas y basarse en acuerdos suscritos entre todos los Estados interesados. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 20.25 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 18.500 millones de d¢lares, a nivel mundial, de los cuales aproximadamente 3.500 millones corresponder n a los pa¡ses en desarrollo, incluidos alrededor de 500 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 20.26 Deber¡an llevarse a cabo las actividades siguientes: a) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes y de la industria, seg£n proceda, deber¡an prestar m s apoyo a la gesti¢n en materia de investigaciones sobre desechos peligrosos en los pa¡ses en desarrollo; b) Los gobiernos, en colaboraci¢n con las organizaciones internacionales, deber¡an realizar investigaciones acerca de los efectos de los desechos peligrosos sobre la salud en los pa¡ses en desarrollo, entre ellos los efectos a largo plazo en los ni¤os y las mujeres; c) Los gobiernos deber¡an realizar investigaciones que tengan en cuenta a las necesidades de las industrias peque¤as y medianas; d) Los gobiernos y las organizaciones internacionales, en colaboraci¢n con la industria, deber¡an ampliar sus investigaciones tecnol¢gicas en materia de manipulaci¢n, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminaci¢n ecol¢gicamente racionales de los desechos peligrosos, y en materia de evaluaci¢n, gesti¢n y eliminaci¢n de esos desechos; e) Las organizaciones internacionales deber¡an determinar las tecnolog¡as apropiadas y mejoradas para manipular, almacenar, tratar y eliminar los desechos peligrosos. c) Desarrollo de los recursos humanos 20.27 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes y de la industria, seg£n proceda, deber¡an: a) Aumentar la conciencia y la informaci¢n p£blicas sobre las cuestiones relativas a los desechos peligrosos y promover la reuni¢n y difusi¢n de informaci¢n sobre dichos desechos que sea comprensible para el p£blico en general; b) Aumentar la participaci¢n del p£blico en general, particularmente de las mujeres y los sectores populares, en los programas de gesti¢n de desechos peligrosos; c) Elaborar programas de capacitaci¢n y educaci¢n para hombres y mujeres en la industria y la administraci¢n p£blica, destinados a tratar problemas concretos de la vida cotidiana como, por ejemplo, la planificaci¢n y aplicaci¢n de programas para reducir los desechos peligrosos al m¡nimo, la realizaci¢n de recuentos de materiales peligrosos o el establecimiento de programas apropiados de reglamentaci¢n; d) Promover la capacitaci¢n en materia de tecnolog¡as para la reducci¢n al m¡nimo y la gesti¢n de los desechos peligrosos en forma ecol¢gicamente racional de los trabajadores, los administradores de industrias y los empleados de la administraci¢n p£blica encargados de la reglamentaci¢n de los pa¡ses en desarrollo. 20.28 Tambin deber¡an realizarse las actividades siguientes: a) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas, otras organizaciones y organizaciones no gubernamentales, deber¡an colaborar en la elaboraci¢n y difusi¢n de materiales educativos relativos a los desechos peligrosos y sus efectos sobre el medio ambiente y la salud humana, que podr¡an utilizar las escuelas, las agrupaciones de mujeres y el p£blico en general; b) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones, deber¡an establecer o reforzar programas para una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, de conformidad con las normas sanitarias y ambientales que corresponda, y ampliar el alcance de los sistemas de vigilancia con el objeto de determinar los efectos perjudiciales para la poblaci¢n y el medio ambiente de la exposici¢n a los desechos peligrosos; c) Las organizaciones internacionales deber¡an prestar asistencia a los Estados miembros para evaluar los riesgos para la salud y el medio ambiente resultantes de la exposici¢n a los desechos peligrosos, y para determinar sus prioridades en lo que respecta a controlar las distintas categor¡as o clases de desechos; d) Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, deber¡an promover la creaci¢n de centros especializados que se ocupen de impartir capacitaci¢n en materia de gesti¢n de desechos peligrosos, bas ndose en las instituciones nacionales apropiadas y promoviendo la cooperaci¢n internacional, mediante, entre otras cosas, la creaci¢n de v¡nculos institucionales entre los pa¡ses desarrollados y los pa¡ses en desarrollo. d) Aumento de la capacidad 20.29 Dondequiera que realicen sus actividades, se deber¡a alentar a las empresas transnacionales y a las grandes empresas a adoptar pol¡ticas y comprometerse a adoptar normas operativas equivalentes o no menos estrictas que las que estn en vigor en el pa¡s de origen, con respecto a la producci¢n y eliminaci¢n de desechos peligrosos; al mismo tiempo, se invita a los gobiernos a que se esfuercen por establecer reglamentos en que se exija la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos. 20.30 Las organizaciones internacionales deber¡an asistir a los Estados miembros en la evaluaci¢n de los riesgos para la salud y el medio ambiente que entra¤a la exposici¢n a los desechos peligrosos, y en la determinaci¢n de sus prioridades en lo que respecta a controlar las distintas categor¡as o clases de desechos. 20.31 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones e industrias competentes, deber¡an: a) Prestar apoyo a las instituciones nacionales para que se ocupen de la vigilancia y aplicaci¢n de la reglamentaci¢n relativa a los desechos peligrosos, en especial facilit ndoles los medios para aplicar los convenios internacionales; b) Crear instituciones industriales que se ocupen de los desechos peligrosos y empresas de servicios para la manipulaci¢n de esos desechos; c) Adoptar directrices tcnicas para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, y apoyar la aplicaci¢n de los convenios regionales e internacionales; d) Crear y ampliar una red internacional de especialistas que prestan servicios en la esfera de los desechos peligrosos, y mantener una corriente de informaci¢n entre pa¡ses; e) Evaluar la posibilidad de crear y administrar centros nacionales, subregionales y regionales de tratamiento de desechos peligrosos. Esos centros podr¡an utilizarse tambin con fines de educaci¢n y formaci¢n, y para facilitar y promover la transferencia de tecnolog¡as para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos; f) Determinar las instituciones o centros especializados acadmicos o de investigaci¢n pertinentes y reforzarlos a fin de que puedan desempe¤ar actividades de educaci¢n y formaci¢n sobre la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos; g) Elaborar un programa de creaci¢n de capacidades y estructuras nacionales de formaci¢n y educaci¢n de las diferentes categor¡as de personal que se ocupan de la gesti¢n de los desechos peligrosos; h) Realizar auditor¡as ambientales de las industrias existentes con el fin de mejorar sus sistemas internos de gesti¢n de desechos peligrosos. C. Promoci¢n y fortalecimiento de la cooperaci¢n internacional en materia de gesti¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos Bases para la acci¢n 20.32 Para promover y fortalecer la cooperaci¢n internacional en materia de gesti¢n de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos, que incluye actividades de fiscalizaci¢n y vigilancia, es necesario aplicar un criterio de precauci¢n. Se requiere armonizar los procedimientos y criterios aplicados en los diversos instrumentos jur¡dicos e internacionales. Tambin es necesario desarrollar o armonizar los criterios existentes para la determinaci¢n de los desechos peligrosos para el medio ambiente y crear una capacidad de vigilancia. Objetivos 20.33 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Facilitar y reforzar la cooperaci¢n internacional para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, que incluye la fiscalizaci¢n y vigilancia de los movimientos transfronterizos de tales desechos, entre ellos los desechos destinados a recuperaci¢n, mediante la aplicaci¢n de criterios internacionalmente aprobados de determinaci¢n y clasificaci¢n de los desechos peligrosos y de armonizaci¢n de los instrumentos jur¡dicos internacionales pertinentes; b) Imponer la prohibici¢n o no permitir, seg£n proceda, la exportaci¢n de desechos peligrosos a los pa¡ses que no tengan la capacidad necesaria para ocuparse de esos desechos en forma ecol¢gicamente racional, o que hayan prohibido la importaci¢n de ellos; c) Promover la creaci¢n de procedimientos de fiscalizaci¢n del movimiento transfronterizo de desechos peligrosos que estn destinados a operaciones de recuperaci¢n con arreglo al Convenio de Basilea y que fomenten las opciones de reciclado ecol¢gica y econ¢micamente racional. Actividades a) Actividades de gesti¢n Fortalecimiento y armonizaci¢n de criterios y reglamentos 20.34 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Incorporar a la legislaci¢n nacional el procedimiento de notificaci¢n previsto en el Convenio de Basilea y en otros convenios regionales pertinentes, as¡ como en sus anexos; b) Elaborar, cuando proceda, convenios regionales, como la Convenci¢n de Bamako, que reglamenten los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos; c) Contribuir a promover la compatibilidad y complementariedad de tales acuerdos regionales con los convenios y protocolos internacionales; d) Fortalecer la capacidad y los medios nacionales y regionales de fiscalizaci¢n y vigilancia del movimiento transfronterizo de desechos peligrosos; e) Promover la elaboraci¢n de criterios y directrices inequ¡vocos, dentro del marco del Convenio de Basilea y los convenios regionales, seg£n proceda, para la realizaci¢n de actividades de recuperaci¢n, reciclado, aprovechamiento, reutilizaci¢n directa u otros usos de los recursos que sean racionales en los aspectos ecol¢gico y econ¢mico, y la determinaci¢n de pr cticas aceptables de recuperaci¢n, incluso los niveles de recuperaci¢n cuando sea viable y adecuado, con miras a prevenir las extralimitaciones y la representaci¢n fraudulenta en dichas actividades; f) Examinar la posibilidad de establecer, en los planos nacional y regional, seg£n proceda, sistemas de control y vigilancia de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos; g) Elaborar directrices para la evaluaci¢n del tratamiento ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos; h) Elaborar directrices para la determinaci¢n de los desechos peligrosos en el plano nacional, teniendo en cuenta los criterios acordados internacionalmente y, seg£n proceda, los criterios convenidos regionalmente, y preparar una lista de perfiles de riesgos de los desechos peligrosos enumerados en la legislaci¢n nacional; i) Elaborar y utilizar mtodos adecuados de ensayo, caracterizaci¢n y clasificaci¢n de los desechos peligrosos y adoptar normas y principios de seguridad o adaptar los existentes, para una gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos. Aplicaci¢n de los acuerdos existentes 20.35 Se insta a los gobiernos a que ratifiquen el Convenio de Basilea y la Convenci¢n de Bamako y a que procedan a elaborar sin demora los protocolos correspondientes, como protocolos sobre responsabilidad e indemnizaci¢n, y los mecanismos y directrices necesarios para facilitar la aplicaci¢n de los convenios. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 20.36 Debido a que esta rea de programas abarca un campo de operaciones relativamente nuevo, ya que hasta el momento no se han realizado estudios suficientes para determinar el costo de las actividades previstas, no se dispone actualmente de una estimaci¢n de costos. Sin embargo, podr¡a considerarse que los costos de algunas de las actividades relacionadas con el aumento de la capacidad que se presentan en este programa est n incluidos en la estimaci¢n de los costos del rea de programas B. 20.37 La secretar¡a provisional del Convenio de Basilea deber¡a realizar estudios a fin de llegar a una estimaci¢n de costos razonable para las actividades que se han de realizar inicialmente hasta el a¤o 2000. b) Aumento de la capacidad 20.38 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la colaboraci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Elaborar o adoptar pol¡ticas relativas a la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos peligrosos, teniendo en cuenta los instrumentos internacionales existentes; b) Hacer recomendaciones a los ¢rganos apropiados o establecer o adaptar normas, incluida la aplicaci¢n equitativa del principio de "quien contamina paga", y medidas de reglamentaci¢n para cumplir las obligaciones y principios del Convenio de Basilea, la Convenci¢n de Bamako y otros acuerdos existentes o futuros, incluidos los protocolos, seg£n proceda, para establecer normas y procedimientos apropiados en lo que concierne a la responsabilidad y la indemnizaci¢n por los da¤os causados por el movimiento transfronterizo y la eliminaci¢n de desechos peligrosos; c) Aplicar pol¡ticas para la puesta en pr ctica de una proscripci¢n o prohibici¢n, seg£n proceda, de las exportaciones de desechos peligrosos a los pa¡ses que no tengan la capacidad de ocuparse de esos desechos en forma ecol¢gicamente racional o que hayan prohibido la importaci¢n de ellos; d) Estudiar, en el contexto del Convenio de Basilea y de los convenios regionales pertinentes, la viabilidad de prestar asistencia financiera provisional cuando exista una situaci¢n de emergencia, a fin de reducir al m¡nimo los da¤os resultantes de accidentes producidos por movimientos transfronterizos de desechos peligrosos o durante la evacuaci¢n de esos desechos. D. Prevenci¢n del tr fico internacional il¡cito de desechos peligrosos Bases para la acci¢n 20.39 La prevenci¢n del tr fico il¡cito de desechos peligrosos redundar en beneficios para el medio ambiente y la salud p£blica en todos los pa¡ses, sobre todo, los pa¡ses en desarrollo. Por otra parte, contribuir a que el Convenio de Basilea y otros instrumentos internacionales regionales, como el Convenio de Bamako y la Cuarta Convenci¢n de Lom, al promover el acatamiento de los controles establecidos en dichos acuerdos. En el art¡culo IX del Convenio de Basilea se aborda concretamente la cuesti¢n del traslado il¡cito de desechos peligrosos. El tr fico il¡cito de desechos peligrosos puede causar graves amenazas a la salud humana y al medio ambiente, e imponer a los pa¡ses que reciben esos env¡os una responsabilidad especial fuera de lo normal. 20.40 La eficacia en la prevenci¢n eficaz requiere acci¢n en la forma de vigilancia, aplicaci¢n e imposici¢n eficaces de sanciones apropiadas. Objetivos 20.41 Los objetivos de esta rea de programas son los siguientes: a) Reforzar la capacidad nacional para detectar y poner freno a cualquier intento il¡cito de introducir desechos peligrosos en el territorio de cualquier Estado en contravenci¢n de la legislaci¢n nacional y de los instrumentos jur¡dicos internacionales pertinentes; b) Prestar asistencia a todos los pa¡ses, sobre todo los pa¡ses en desarrollo, para que obtengan toda la informaci¢n pertinente sobre el tr fico il¡cito de desechos peligrosos; c) Cooperar, en el marco del Convenio de Basilea, en la prestaci¢n de asistencia a los pa¡ses que sufren las consecuencias del tr fico il¡cito. Actividades a) Actividades de gesti¢n 20.42 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Adoptar, cuando sea necesario, y aplicar la legislaci¢n para prevenir la importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de desechos peligrosos; b) Elaborar programas nacionales de aplicaci¢n de la ley apropiados para vigilar el cumplimiento de esa legislaci¢n, detectar y reprimir las violaciones aplicando sanciones apropiadas y prestar atenci¢n especial a los que, seg£n se sabe, han participado en el tr fico il¡cito de desechos peligrosos y a los desechos peligrosos que son especialmente susceptibles de tr fico il¡cito. b) Datos e informaci¢n 20.43 Los gobiernos deber¡an establecer, seg£n proceda, una red de informaci¢n y un sistema de alerta para apoyar la labor de detecci¢n del tr fico il¡cito de desechos peligrosos. Se podr¡a hacer participar a las comunidades locales y a otros interesados en el funcionamiento de esa red y ese sistema. 20.44 Los gobiernos deber¡an cooperar en el intercambio de informaci¢n sobre movimientos transfronterizos il¡citos de desechos peligrosos y poner esa informaci¢n a disposici¢n de los ¢rganos pertinentes de las Naciones Unidas, como el PNUMA y las comisiones regionales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 20.45 Las comisiones regionales, en cooperaci¢n con el PNUMA y otros ¢rganos competentes del sistema de las Naciones Unidas, contando con el apoyo y el asesoramiento de expertos de esos ¢rganos y teniendo plenamente en cuenta el Convenio de Basilea, seguir n vigilando y evaluando el tr fico il¡cito de desechos peligrosos, as¡ como sus consecuencias para el medio ambiente, la econom¡a y la salud p£blica inclusive, de manera permanente, valindose de los resultados de la evaluaci¢n preliminar conjunta del tr fico il¡cito realizada por el PNUMA y la CESPAP, as¡ como de la experiencia adquirida en esa evaluaci¢n. 20.46 Los pa¡ses y las organizaciones internacionales, seg£n proceda, deber¡an cooperar en el fortalecimiento de la capacidad institucional y de reglamentaci¢n, sobre todo entre los pa¡ses en desarrollo, a fin de prevenir la importaci¢n y exportaci¢n il¡citas de desechos peligrosos. Cap¡tulo 21 GESTION ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS SOLIDOS Y CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS AGUAS CLOACALES INTRODUCCION 21.1 El presente cap¡tulo se ha incorporado en el Programa 21 en cumplimiento de lo dispuesto en el p rrafo 3 de la secci¢n I de la resoluci¢n 44/228 de la Asamblea General, en que la Asamblea afirm¢ que la Conferencia deb¡a elaborar estrategias y medidas para detener e invertir los efectos de la degradaci¢n del medio ambiente en el contexto de la intensificaci¢n de los esfuerzos nacionales e internacionales hechos para promover un desarrollo sostenible y ambientalmente racional en todos los pa¡ses, y en el p rrafo 12 g) de la secci¢n I de la misma resoluci¢n, en que la Asamblea afirm¢ que la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos se encontraba entre las cuestiones que m s importancia ten¡an para mantener la calidad del medio ambiente de la Tierra y, sobre todo, para lograr un desarrollo sostenible y ecol¢gicamente racional en todos los pa¡ses. 21.2 Las esferas de programa incluidas en el presente cap¡tulo del Programa 21 est n estrechamente relacionadas con las siguientes reas de programas de otros cap¡tulos del Programa 21: a) Protecci¢n de la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce: aplicaci¢n de criterios integrados para el aprovechamiento, ordenaci¢n y uso de los recursos de agua dulce (cap¡tulo 18); b) Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos (cap¡tulo 7); c) Protecci¢n y fomento de la salubridad (cap¡tulo 6); d) Evoluci¢n de las modalidades de consumo (cap¡tulo 4). 21.3 Los desechos s¢lidos, a los efectos del presente cap¡tulo, comprenden todos los residuos domsticos y los desechos no peligrosos, como los desechos comerciales e institucionales, las basuras de la calle y los escombros de la construcci¢n. En algunos pa¡ses, el sistema de gesti¢n de los desechos s¢lidos tambin se ocupa de los desechos humanos, tales como los excrementos, las cenizas de incineradores, el fango de fosas spticas y el fango de instalaciones de tratamiento de aguas cloacales. Si esos desechos tienen caracter¡sticas peligrosas deben tratarse como desechos peligrosos. 21.4 La gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos debe ir m s all de la simple eliminaci¢n o el aprovechamiento por mtodos seguros de los desechos producidos y procurar resolver la causa fundamental del problema intentando cambiar las pautas no sostenibles de producci¢n y consumo. Ello entra¤a la aplicaci¢n del concepto de gesti¢n integrada del ciclo vital que representa una oportunidad £nica de conciliar el desarrollo con la protecci¢n del medio ambiente. 21.5 En consecuencia, el marco de la acci¢n necesaria deber¡a apoyarse en una jerarqu¡a de objetivos y centrarse en las cuatro principales reas de programas relacionadas con los desechos, a saber: a) Reducci¢n al m¡nimo de los desechos; b) Aumento al m ximo de la reutilizaci¢n y el reciclado ecol¢gicamente racionales de los desechos; c) Promoci¢n de la eliminaci¢n y el tratamiento ecol¢gicamente racionales de los desechos; d) Ampliaci¢n del alcance de los servicios que se ocupan de los desechos. 21.6 Como las cuatro reas de programas est n correlacionadas y se apoyan mutuamente, deber n estar integradas a fin de constituir un marco amplio y ecol¢gicamente racional para la gesti¢n de los desechos s¢lidos municipales. La combinaci¢n de actividades y la importancia que se d a cada una de esas cuatro reas variar n seg£n las condiciones socioecon¢micas y f¡sicas locales, las tasas de generaci¢n de desechos y la composici¢n de stos. Todos los sectores de la sociedad deber¡an participar en todas las reas de programas. AREAS DE PROGRAMAS A. Reducci¢n al m¡nimo de los desechos Bases para la acci¢n 21.7 La existencia de pautas de producci¢n y consumo no sostenibles est aumentando la cantidad y variedad de los desechos persistentes en el medio ambiente a un ritmo sin precedentes. Esta tendencia podr¡a aumentar considerablemente las cantidades de desechos producidos para finales del siglo, y cuadruplicarlas o quintuplicarlas para el a¤o 2025. Un enfoque preventivo de la gesti¢n de los desechos centrado en la transformaci¢n del estilo de vida y de las modalidades de producci¢n y consumo ofrece las mayores posibilidades de invertir el sentido de las tendencias actuales. Objetivos 21.8 Los objetivos de esta rea son los siguientes: a) Estabilizar o reducir, en un plazo convenido, la producci¢n de desechos destinados a su eliminaci¢n definitiva, formulando objetivos sobre la base del peso, el volumen y la composici¢n de los desechos y promover la separaci¢n para facilitar el reciclado y la reutilizaci¢n de los desechos; b) Reforzar los procedimientos para determinar la cantidad de desechos y las modificaciones en su composici¢n con objeto de formular pol¡ticas de reducci¢n al m¡nimo de los desechos, utilizando instrumentos econ¢micos o de otra ¡ndole para promover modificaciones provechosas sobre las modalidades de producci¢n y consumo. 21.9 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan, y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Contar para el a¤o 2000 con una capacidad nacional, regional e internacional suficiente para obtener, tratar y analizar la informaci¢n relativa a la tendencia de los desechos y aplicar pol¡ticas encaminadas a su reducci¢n al m¡nimo; b) Haber establecido para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses industrializados programas para estabilizar o disminuir, si resulta practicable, la producci¢n de desechos destinados a su eliminaci¢n definitiva, inclusive los desechos per c pita (en los casos en que se aplique este concepto), en el nivel alcanzado en esa fecha; los pa¡ses en desarrollo deber¡an tambin tratar de lograr ese objetivo sin comprometer sus perspectivas de desarrollo; c) Aplicar para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses, y en particular en los pa¡ses industrializados, programas para reducir la producci¢n de desechos agroqu¡micos, contenedores y materiales de embalaje que no cumplan con las normas para materiales peligrosos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 21.10 Los gobiernos deber¡an iniciar programas para lograr que se mantenga la reducci¢n al m¡nimo de la generaci¢n de desechos. Habr¡a que alentar a las organizaciones no gubernamentales y a los grupos de consumidores a que participen en dichos programas, que podr¡an elaborarse con la cooperaci¢n de las organizaciones internacionales, en caso necesario. Esos programas tendr¡an que basarse, siempre que sea posible, en las actividades actuales o previstas y se deber¡a: a) Desarrollar y reforzar las capacidades nacionales en materia de investigaci¢n y elaboraci¢n de tecnolog¡as ecol¢gicamente racionales, as¡ como tambin tomar medidas para disminuir los desechos a un m¡nimo; b) Establecer incentivos para reducir las modalidades de producci¢n y consumo no sostenibles; c) Elaborar, en los casos en que sea necesario, planes nacionales para reducir al m¡nimo la generaci¢n de desechos como parte de los planes nacionales de desarrollo; d) En las compras efectuadas en el sistema de las Naciones Unidas, hacer hincapi en consideraciones sobre la reducci¢n al m¡nimo de los desechos. b) Datos e informaci¢n 21.11 La vigilancia es un requisito esencial para poder seguir de cerca los cambios en la cantidad y calidad de los desechos y sus consecuencias para la salud y el medio ambiente. Los gobiernos, con el apoyo de las organizaciones internacionales, deber¡an: a) Elaborar y aplicar metodolog¡as para la vigilancia de la producci¢n de desechos en el plano nacional; b) Reunir y analizar datos, establecer objetivos nacionales y mantenerse al tanto de los progresos alcanzados; c) Utilizar datos para evaluar la idoneidad ecol¢gica de las pol¡ticas nacionales en materia de desechos como base para tomar medidas correctivas; d) Aportar informaci¢n a los sistemas de informaci¢n mundiales. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 21.12 Las Naciones Unidas y las organizaciones intergubernamentales, con la colaboraci¢n de los gobiernos, deber¡an ayudar a promover la reducci¢n al m¡nimo de los desechos facilitando un mayor intercambio de informaci¢n, conocimientos tcnicos y experiencia. La siguiente es una lista no exhaustiva de las actividades concretas que podr¡an realizarse: a) Determinar, desarrollar y armonizar metodolog¡as para vigilar la producci¢n de desechos y transmitir esas metodolog¡as a los pa¡ses; b) Determinar y ampliar las actividades de las redes de informaci¢n existentes sobre tecnolog¡as limpias y reducci¢n al m¡nimo de los desechos; c) Realizar una evaluaci¢n peri¢dica, cotejar y analizar los datos de los pa¡ses e informar sistem ticamente, en un foro apropiado de las Naciones Unidas, a los pa¡ses interesados; d) Examinar la eficacia de todos los instrumentos de reducci¢n de los desechos y determinar qu nuevos instrumentos podr¡an utilizarse, as¡ como las tcnicas mediante las cuales podr¡an ponerse en pr ctica en los pa¡ses. Deber¡an establecerse orientaciones y c¢digos de pr ctica; e) Investigar las repercusiones sociales y econ¢micas de la reducci¢n de los desechos entre los consumidores. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 21.13 La Secretar¡a de la Conferencia sugiere que los pa¡ses industrializados consideren la posibilidad de invertir en la reducci¢n al m¡nimo de los desechos el equivalente de aproximadamente un 1% de los gastos de gesti¢n de desechos s¢lidos y eliminaci¢n de aguas cloacales. En cifras actuales esta suma ascender¡a a unos 6.500 millones de d¢lares anuales, incluidos aproximadamente 1.800 millones de d¢lares para reducir al m¡nimo los desechos s¢lidos municipales. Las sumas efectivas ser¡an determinadas por las autoridades presupuestarias competentes municipales, provinciales y nacionales, bas ndose en las circunstancias locales. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 21.14 Ser preciso determinar y difundir ampliamente tecnolog¡as y procedimientos adecuados para reducir al m¡nimo los desechos. Esta labor deber¡a ser coordinada por los gobiernos con la cooperaci¢n y colaboraci¢n de organizaciones no gubernamentales, instituciones de investigaci¢n y los organismos competentes de las Naciones Unidas, y podr¡a comprender lo siguiente: a) Mantener bajo examen continuo la eficacia de todos los instrumentos de reducci¢n al m¡nimo de los desechos e identificar los nuevos instrumentos que podr¡an utilizarse, as¡ como las tcnicas mediante las cuales stos podr¡an ponerse en pr ctica en los pa¡ses. Deber¡an establecerse orientaciones y c¢digos de pr ctica; b) Promover la prevenci¢n y la reducci¢n al m¡nimo de los desechos como objetivo principal de los programas nacionales de gesti¢n en la materia; c) Promover la educaci¢n p£blica y una gama de incentivos reglamentarios y de otro tipo para estimular a la industria a modificar el dise¤o de los productos y reducir los desechos procedentes de los procesos industriales mediante el empleo de tecnolog¡as de producci¢n m s limpias, y buenas pr cticas de administraci¢n, as¡ como alentar a la industria y a los consumidores a utilizar tipos de envases que se puedan volver a usar sin riesgo; d) Ejecutar, de acuerdo con las capacidades nacionales, programas de demostraci¢n y experimentales para mejorar lo m s posible los instrumentos de reducci¢n de los desechos; e) Establecer procedimientos para el transporte, el almacenamiento, la conservaci¢n y la gesti¢n adecuados de productos agr¡colas, productos alimenticios y otros productos perecederos a fin de reducir las prdidas de esos productos, que conducen a la producci¢n de desechos s¢lidos; f) Facilitar la transferencia de tecnolog¡as de reducci¢n de los desechos a la industria, especialmente en los pa¡ses en desarrollo, y establecer normas nacionales concretas para los afluentes y desechos s¢lidos, teniendo en cuenta, entre otras cosas, el consumo de materias primas y de energ¡a. c) Desarrollo de los recursos humanos 21.15 La labor de desarrollo de los recursos humanos para la reducci¢n al m¡nimo de los desechos no s¢lo deber¡a destinarse a los profesionales del sector de gesti¢n de los desechos sino que tambin deber¡a procurar el apoyo de los ciudadanos y de la industria. Por consiguiente, los programas de desarrollo de los recursos humanos deben tener por objeto crear conciencia y educar e informar a los grupos interesados y al p£blico en general. Los pa¡ses deber¡an incorporar en los programas de estudios, cuando proceda, los principios y pr cticas referentes a la prevenci¢n y reducci¢n de los desechos y material relativo a sus efectos sobre el medio ambiente. B. Aumento al m ximo del reaprovechamiento y reciclado ecol¢gicamente racionales de los desechos Bases para la acci¢n 21.16 La repleci¢n de los vertederos tradicionales, la aplicaci¢n de controles ecol¢gicos m s estrictos a la eliminaci¢n de desechos y el aumento de la cantidad de desechos de mayor persistencia, especialmente en los pa¡ses industrializados, han contribuido en conjunto al r pido incremento de los costos de los servicios de eliminaci¢n de desechos. Esos costos podr¡an duplicarse o triplicarse para fines del decenio. Las pr cticas seguidas actualmente en materia de eliminaci¢n amenazan el medio ambiente. A medida que se modifica la econom¡a de los servicios de eliminaci¢n de desechos, su reciclado y la recuperaci¢n de recursos est n resultando cada d¡a m s rentables. En los futuros programas de gesti¢n de los desechos se deber¡an aprovechar al m ximo los enfoques basados en el rendimiento de los recursos, para controlar la producci¢n de desechos. Estas actividades deber¡an realizarse conjuntamente con programas de educaci¢n del p£blico. Es importante que se determinen los mercados para los productos procedentes de materiales aprovechados al elaborar los programas de aprovechamiento y reciclado. Objetivos 21.17 Los objetivos en esta rea de programas son los siguientes: a) Reforzar y ampliar los sistemas nacionales de reciclado de desechos; b) Crear en el sistema de las Naciones Unidas un programa modelo para el reaprovechamiento y el reciclado internos de los desechos generados, incluido el papel; c) difundir informaci¢n, tcnicas e instrumentos de pol¡tica adecuados para fomentar y poner en marcha los sistemas de reaprovechamiento y reciclado de los desechos. 21.18 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Promover para el a¤o 2000 la capacidad financiera y tecnol¢gica en los planos regional, nacional y local, seg£n proceda, que sea suficiente para poder aplicar pol¡ticas y medidas de reaprovechamiento y reciclado de desechos; b) Tener para el a¤o 2000 en todos los pa¡ses industrializados y para el a¤o 2010 en todos los pa¡ses en desarrollo un programa nacional que incluya, en la medida de lo posible, objetivos para el reaprovechamiento y el reciclado eficaces de los desechos. Actividades a) Actividades de gesti¢n 21.19 Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no gubernamentales, incluidos los grupos de consumidores, mujeres y j¢venes y en colaboraci¢n con los organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas, deber¡an iniciar programas para demostrar y poner en pr ctica el reaprovechamiento y el reciclado de un volumen mayor de desechos. Tales programas, siempre que sea posible, deber¡an basarse en actividades ya en curso o proyectadas y: a) Desarrollar y reforzar la capacidad nacional de reaprovechar y reciclar una proporci¢n de desechos cada vez mayor; b) Revisar y reformar las pol¡ticas nacionales en materia de desechos a fin de proporcionar incentivos para el reaprovechamiento y el reciclado; c) Elaborar y aplicar planes nacionales para la gesti¢n de los desechos que aprovechen el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos y les den prioridad; d) Modificar las normas vigentes o las especificaciones de compra para evitar discriminaci¢n en contra de materiales reciclados, teniendo en cuenta las econom¡as en el consumo de energ¡a y de materias primas; e) Elaborar programas de sensibilizaci¢n e informaci¢n del p£blico para fomentar la utilizaci¢n de productos reciclados. b) Datos e informaci¢n 21.20 La informaci¢n e investigaci¢n son necesarias para determinar formas ventajosas, rentables y socialmente aceptables de reaprovechamiento y reciclado de desechos que estn adaptadas a cada pa¡s. Por ejemplo, las actividades de apoyo que emprendiesen los gobiernos nacionales y locales en colaboraci¢n con las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales podr¡an comprender: a) Llevar a cabo un amplio examen de las opciones y tcnicas de reciclado de toda clase desechos s¢lidos municipales. Las pol¡ticas de reaprovechamiento y reciclado deber¡an formar parte integrante de los programas nacionales y locales de gesti¢n de los desechos; b) Evaluar el alcance y los mtodos de las actuales operaciones de reaprovechamiento y reciclado de desechos y determinar la manera de intensificarlas y apoyarlas; c) Incrementar la financiaci¢n de programas experimentales de investigaci¢n con el fin de ensayar diversas opciones de reaprovechamiento y reciclado de desechos, entre ellas, la utilizaci¢n de peque¤as industrias artesanales de reciclado; la producci¢n de abono org nico; el riego con aguas residuales tratadas; y la recuperaci¢n de energ¡a a partir de los desechos; d) Elaborar directrices y pr cticas para el reaprovechamiento y reciclado de los desechos; e) Intensificar los esfuerzos para reunir, analizar y difundir informaci¢n en materia de desechos a los grupos destinatarios clave. Se podr¡an ofrecer becas especiales para investigaci¢n, adjudicadas por concurso, con objeto de fomentar los proyectos de investigaci¢n encaminados a renovar las tcnicas de reciclado; f) Determinar los posibles mercados para los productos reciclados. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 21.21 Los Estados, por medio de la cooperaci¢n bilateral y multilateral, incluidas las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Examinar peri¢dicamente en qu medida los pa¡ses aprovechan y reciclan sus desechos; b) Examinar la eficacia de las tcnicas y mtodos de reaprovechamiento y reciclado de desechos y estudiar la manera de difundir su aplicaci¢n en los pa¡ses; c) Examinar y actualizar las directrices internacionales para el reaprovechamiento y reciclado de los desechos por mtodos seguros; d) Elaborar programas adecuados para prestar apoyo a las industrias de reutilizaci¢n y reciclado de desechos de las comunidades peque¤as en los pa¡ses en desarrollo. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 21.22 La Secretar¡a de la Conferencia ha estimado que si el equivalente de un 1% de los gastos municipales de gesti¢n de los desechos se dedicase a proyectos de reaprovechamiento de los desechos por mtodos seguros, los gastos mundiales para ese fin ascender¡an a 8.000 millones de d¢lares. La secretar¡a ha estimado que el costo total por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de esta rea en los pa¡ses en desarrollo ascender a unos 850 millones de d¢lares, otorgados en forma de donaciones o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 21.23 La transferencia de tecnolog¡a deber¡a prestar apoyo al reciclado y el reaprovechamiento de los desechos de la forma siguiente: a) Incluir la transferencia de tecnolog¡as de reciclado, tales como la maquinaria para el reaprovechamiento de los pl sticos, la goma y el papel en los programas de ayuda y cooperaci¢n tcnica bilaterales y multilaterales; b) Desarrollar y mejorar las tecnolog¡as existentes, especialmente las locales, y facilitar su transferencia en el marco de los programas en curso de asistencia tcnica regional e interregional; c) Facilitar la transferencia de la tecnolog¡a de reaprovechamiento y reciclado de los desechos. 21.24 Los incentivos para el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos son numerosos. Los pa¡ses podr¡an considerar las siguientes posibilidades para alentar a la industria, las instituciones, los establecimientos comerciales y los particulares a reciclar los desechos en lugar de eliminarlos: a) Ofrecer incentivos a las autoridades locales y municipales para que reciclen la m xima proporci¢n de sus desechos; b) Proporcionar asistencia tcnica a las actividades informales de reaprovechamiento y reciclado de residuos; c) Emplear instrumentos econ¢micos y normativos, incluso incentivos fiscales, para apoyar el principio de que los que producen desechos deben pagar por su eliminaci¢n; d) Prever las condiciones jur¡dicas y econ¢micas que fomenten la inversi¢n en el reaprovechamiento y reciclado de desechos; e) Utilizar mecanismos espec¡ficos, tales como sistemas de dep¢sito y devoluci¢n, como incentivo para el reaprovechamiento y el reciclado; f) Fomentar la recogida por separado de las partes reciclables de los desechos domsticos; g) Proporcionar incentivos para aumentar la comerciabilidad de los desechos tcnicamente reciclables; h) Fomentar el empleo de materiales reciclables, principalmente en el embalaje, siempre que sea posible; i) Fomentar la formaci¢n de mercados para los productos reciclados instituyendo a tal efecto los programas correspondientes. c) Desarrollo de los recursos humanos 21.25 Ser preciso impartir capacitaci¢n para reorientar las actuales pr cticas de gesti¢n de los desechos a fin de incluir en sta el reaprovechamiento y el reciclado. Los gobiernos, en colaboraci¢n con las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales y regionales, deber¡an aprobar la siguiente lista indicativa de las medidas que podr¡an tomarse: a) Incluir en los programas de capacitaci¢n en el servicio el reaprovechamiento y el reciclado de desechos como parte integrante de los programas de cooperaci¢n tcnica en materia de administraci¢n urbana y creaci¢n de infraestructura; b) Ampliar los programas de capacitaci¢n en abastecimiento de agua y saneamiento ambiental con la incorporaci¢n de tcnicas y pol¡ticas de reaprovechamiento y reciclado de desechos; c) Incluir le ense¤anza de las ventajas y las obligaciones c¡vicas que entra¤an el reaprovechamiento y el reciclado de desechos en los programas de estudios y en los cursos pertinentes de educaci¢n general; d) Alentar a las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones comunitarias, los grupos de mujeres y de j¢venes y los programas de grupos de inters p£blico, en colaboraci¢n con las autoridades municipales locales, a movilizar el apoyo comunitario al reaprovechamiento y el reciclado de desechos mediante campa¤as centradas en la comunidad. d) Aumento de la capacidad 21.26 El aumento de la capacidad en apoyo del reaprovechamiento y el reciclado de un mayor volumen de residuos deber¡a centrarse en las esferas siguientes: a) Poner en pr ctica pol¡ticas nacionales e incentivos para la gesti¢n de los desechos; b) Hacer que las autoridades locales y municipales puedan movilizar el apoyo de la comunidad para el reaprovechamiento y el reciclado de los desechos interesando y prestando asistencia al sector no estructurado en las actividades de reaprovechamiento y reciclado de desechos y planificando la gesti¢n de los desechos incorpor ndole sistemas de recuperaci¢n de recursos. C. Promoci¢n de la eliminaci¢n y el tratamiento ecol¢gicamente racionales de los desechos Bases para la acci¢n 21.27 Aun cuando los desechos se reduzcan al m¡nimo, siempre quedar n algunos Incluso despus de su tratamiento, todos los vertidos de desechos producen alg£n efecto residual en el medio ambiente en el que se realizan. Por consiguiente, existe margen para mejorar las pr cticas de tratamiento y eliminaci¢n de desechos adoptando, por ejemplo, la de evitar el vertido de fango residual en el mar. En los pa¡ses en desarrollo ese problema tiene un car cter a£n m s fundamental: menos del 10% de los desechos urbanos son objeto de alg£n tratamiento y s¢lo en peque¤a proporci¢n tal tratamiento responde a una norma de calidad aceptable. Deber¡a concederse la debida prioridad al tratamiento y la eliminaci¢n de las materias fecales dada la amenaza que suponen para la salud humana. Objetivos 21.28 El objetivo en esta rea es tratar y eliminar con mtodos seguros una proporci¢n creciente de los desechos producidos. 21.29 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Establecer para el a¤o 2000 criterios de calidad, objetivos y normas referentes a la eliminaci¢n y el tratamiento de los desechos que estn basados en la naturaleza y capacidad de asimilaci¢n del medio receptor; b) Disponer para el a¤o 2000 de capacidad suficiente para vigilar los efectos de la contaminaci¢n debida a los desechos y mantener una vigilancia sistem tica, incluida la vigilancia epidemiol¢gica, cuando proceda; c) Velar por que para el a¤o 1995 en los pa¡ses industrializados y para el a¤o 2005 en los pa¡ses en desarrollo por lo menos el 50% de las aguas cloacales, las aguas residuales y los desechos s¢lidos se traten o eliminen de conformidad con directrices nacionales o internacionales de calidad ambiental y sanitaria; d) Eliminar para el a¤o 2025 todas las aguas cloacales, las aguas residuales y los desechos s¢lidos de conformidad con directrices nacionales o internacionales de calidad ambiental. Actividades a) Actividades de gesti¢n 21.30 Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no gubernamentales, junto con la industria, y en colaboraci¢n con las organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas, deber¡an iniciar programas para mejorar la gesti¢n y reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos. Siempre que fuese posible, esos programas deber¡an basarse en actividades ya en curso o proyectadas y prever lo siguiente: a) Desarrollar y reforzar la capacidad nacional para tratar los desechos y eliminarlos por mtodos seguros; b) Revisar y reformar las pol¡ticas nacionales de gesti¢n de desechos para llegar a reducir la contaminaci¢n debida a los desechos; c) Alentar a los pa¡ses a que busquen soluciones para la eliminaci¢n de los desechos dentro de su territorio soberano y en el lugar m s cercano posible a la fuente de origen que sea compatible con la gesti¢n ecol¢gicamente racional y eficiente. En algunos pa¡ses, hay movimientos transfronterizos para velar por la gesti¢n ecol¢gicamente racional y eficiente de los desechos. Dichos movimientos cumplen con las convenciones pertinentes, incluidas las que se aplican a zonas que no se encuentran bajo la jurisdicci¢n nacional; d) Elaborar planes de gesti¢n de los desechos de origen humano en los que se preste la debida atenci¢n a la elaboraci¢n y aplicaci¢n de tecnolog¡as apropiadas y a la disponibilidad de recursos para su aplicaci¢n. b) Datos e informaci¢n 21.31 El establecimiento de normas y su vigilancia son dos elementos clave para reducir la contaminaci¢n debida a los desechos. Las siguientes actividades espec¡ficas se¤alan la clase de medidas de apoyo que podr¡an tomar los ¢rganos internacionales, como por ejemplo el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (H bitat), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organizaci¢n Mundial de la Salud: a) Reunir y analizar las pruebas cient¡ficas y los efectos contaminantes de los desechos en el medio ambiente con objeto de formular y difundir las directrices y los criterios cient¡ficos recomendados para la gesti¢n ecol¢gicamente racional de los desechos s¢lidos; b) Recomendar normas de calidad ecol¢gica nacionales y, cuando proceda, locales basadas en los criterios y las directrices de car cter cient¡fico; c) Incluir en los programas y acuerdos de cooperaci¢n tcnica el suministro de equipo de vigilancia y la capacitaci¢n necesaria para su utilizaci¢n; d) Establecer un servicio central de informaci¢n con una extensa red a nivel regional, nacional y local para reunir y difundir informaci¢n sobre todos los aspectos de la gesti¢n de los desechos, incluida su eliminaci¢n en condiciones de seguridad. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 21.32 Los Estados, por medio de la cooperaci¢n bilateral y multilateral, incluidas las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales competentes, seg£n proceda, deber¡an: a) Determinar, elaborar y armonizar metodolog¡as y criterios de calidad ambiental y sanitarios para el vertido y la eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros; b) Examinar la eficacia de las tcnicas y los criterios para la eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros y la manera de apoyar su aplicaci¢n en los pa¡ses, mantenerse al tanto de los progresos en esa esfera y difundir informaci¢n al respecto. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 21.33 Los programas de eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros conciernen tanto a los pa¡ses desarrollados como a los pa¡ses en desarrollo. En los pa¡ses desarrollados hay que tratar de mejorar las instalaciones para cumplir con criterios de calidad ecol¢gica m s elevados, mientras que en los pa¡ses en desarrollo se requiere una cantidad considerable de inversiones para construir nuevas instalaciones de tratamiento. 21.34 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa en los pa¡ses en desarrollo ascender a unos 15.000 millones de d¢lares, incluidos aproximadamente 3.400 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 21.35 Las directrices cient¡ficas y la investigaci¢n sobre diversos aspectos de la reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos ser n decisivos para lograr los objetivos de este programa. Los gobiernos, las municipalidades y las autoridades locales, con la debida cooperaci¢n internacional, deber¡an: a) Preparar directrices e informes tcnicos sobre cuestiones tales como la integraci¢n de la eliminaci¢n de los desechos en la planificaci¢n del uso de tierras para asentamientos humanos; las normas y los criterios de calidad ambiental; las opciones para el tratamiento y la eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros; el tratamiento de los desechos industriales; y las operaciones de vertederos; b) Emprender investigaciones sobre cuestiones de importancia cr¡tica, tales como los sistemas de tratamiento de las aguas residuales de bajo costo y f cil mantenimiento, las posibilidades de eliminaci¢n de fangos residuales por mtodos seguros, el tratamiento de los desechos industriales y las tecnolog¡as baratas de eliminaci¢n de desechos en condiciones ecol¢gicamente seguras; c) Transferir, de conformidad con los trminos y las disposiciones del cap¡tulo 34, las tecnolog¡as sobre los procesos de tratamiento de los desechos industriales por conducto de programas de cooperaci¢n tcnica bilaterales y multilaterales, y en cooperaci¢n con las empresas y la industria, incluidas las empresas grandes y transnacionales, en la forma apropiada; d) Centrar las actividades en la rehabilitaci¢n, el funcionamiento y el mantenimiento de las instalaciones existentes y la asistencia tcnica en el mejoramiento de las pr cticas y tcnicas de mantenimiento; a ello seguir¡a la planificaci¢n y construcci¢n de las instalaciones de tratamiento de desechos; e) Crear programas para aumentar al m ximo la separaci¢n en la fuente y la eliminaci¢n por mtodos seguros de los componentes peligrosos de los desechos s¢lidos municipales; f) Velar por que paralelamente a los servicios de abastecimiento de agua existan tanto servicios de recogida de desechos como instalaciones de tratamiento de desechos y que se hagan inversiones para crear dichos servicios. c) Desarrollo de los recursos humanos 21.36 Se necesitar¡a impartir capacitaci¢n para mejorar las pr cticas actuales de gesti¢n de los desechos para que comprendan la recogida y eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros. A continuaci¢n figura una lista indicativa de las medidas que deber¡an tomar los gobiernos en colaboraci¢n con los organismos internacionales: a) Facilitar una formaci¢n acadmica y pr ctica que est centrada en la reducci¢n de la contaminaci¢n, las tecnolog¡as de tratamiento y eliminaci¢n de desechos y el funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura relacionada con los desechos. Tambin deber¡an elaborarse programas de intercambio de personal entre los pa¡ses; b) Impartir la formaci¢n necesaria sobre la vigilancia y la aplicaci¢n de medidas para la reducci¢n de la contaminaci¢n debida a los desechos. d) Aumento de la capacidad 21.37 Las reformas institucionales y el aumento de la capacidad ser n indispensables para que los pa¡ses puedan cuantificar y mitigar la contaminaci¢n relacionada con los desechos. Las actividades encaminadas a conseguir ese objetivo deber¡an comprender lo siguiente: a) Crear ¢rganos independientes de protecci¢n del medio ambiente en los planos nacional y local y reforzar los ¢rganos existentes. Las organizaciones internacionales y los donantes deber¡an prestar apoyo para la capacitaci¢n de la mano de obra especializada y la adquisici¢n del equipo necesario; b) Conferir a los organismos de lucha contra la contaminaci¢n el mandato jur¡dico y la capacidad financiera necesarios para llevar a cabo sus funciones eficazmente. D. Ampliaci¢n del alcance de los servicios que se ocupan de los desechos Bases para la acci¢n 21.38 Para finales del siglo m s de 2.000 millones de personas carecer n de los servicios sanitarios b sicos, y se estima que la mitad de la poblaci¢n urbana de los pa¡ses en desarrollo no tendr servicios adecuados de eliminaci¢n de los desechos s¢lidos. No menos de 5,2 millones de personas, entre ellas 4 millones de ni¤os menores de 5 a¤os, mueren cada a¤o a causa de enfermedades relacionadas con los desechos. Las consecuencias para la salud son especialmente graves en el caso de la poblaci¢n urbana pobre. Sin embargo, las consecuencias para la salud y el medio ambiente de una gesti¢n poco adecuada de los desechos rebasan el mbito de los asentamientos carentes de servicios y se hacen sentir en la contaminaci¢n del agua, la tierra y el aire en zonas m s extensas. As¡ pues, la ampliaci¢n y el mejoramiento de los servicios de recogida y eliminaci¢n de los desechos por mtodos seguros son decisivos para lograr la reducci¢n de esta forma de contaminaci¢n. Objetivos 21.39 El objetivo general de este programa es facilitar a toda la poblaci¢n servicios de recogida y eliminaci¢n de desechos que sean ecol¢gicamente inocuos y protejan la salud. Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes, seg£n proceda deber¡an: a) Tener para el a¤o 2000, la capacidad tcnica y financiera y los recursos humanos necesarios para proporcionar servicios de recogida de desechos adaptados a sus necesidades; b) Prestar para el a¤o 2025 a toda la poblaci¢n urbana servicios adecuados de eliminaci¢n de desechos; c) Velar por que para el a¤o 2025 existan servicios de eliminaci¢n de desechos para toda la poblaci¢n urbana y servicios de saneamiento ambiental para toda la poblaci¢n rural. Actividades a) Actividades de gesti¢n 21.40 Los gobiernos, seg£n la capacidad y los recursos de que dispongan y con la cooperaci¢n de las Naciones Unidas y de otras organizaciones competentes seg£n proceda, deber¡an: a) Establecer mecanismos de financiaci¢n para el desarrollo de servicios de gesti¢n de los desechos en las zonas que carezcan de ellos, incluidos mtodos adecuados de generaci¢n de recursos; b) Aplicar el principio de que "quien contamina paga", cuando proceda, mediante el establecimiento de tarifas para la gesti¢n de los desechos que refleje el costo de prestar el servicio y lograr que quienes generen los desechos paguen la totalidad del costo de su eliminaci¢n en forma inocua para el medio ambiente; c) Fomentar la institucionalizaci¢n de la participaci¢n de las comunidades en la planificaci¢n y aplicaci¢n de procedimientos para la gesti¢n de los desechos s¢lidos. b) Datos e informaci¢n 21.41 Los gobiernos, en colaboraci¢n con las Naciones Unidas y los organismos internacionales, deber¡an: a) Elaborar y aplicar metodolog¡as para la vigilancia de la producci¢n de desechos; b) Reunir y analizar los datos para establecer objetivos y mantenerse al tanto de los progresos alcanzados; c) Aportar informaci¢n a un sistema mundial de informaci¢n basado en los sistemas existentes; d) Reforzar las actividades de las redes de informaci¢n existentes para difundir a destinatarios seleccionados informaci¢n concreta sobre la aplicaci¢n de soluciones novedosas y baratas para la eliminaci¢n de los desechos. c) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 21.42 Existen muchos programas de las Naciones Unidas y bilaterales que tienen por objeto proporcionar servicios de abastecimiento de agua y saneamiento a quienes carecen de ellos. El Foro Mundial del Consejo de Colaboraci¢n para el Abastecimiento de Agua Potable y el Saneamiento Ambiental actualmente se ocupa de coordinar el desarrollo de esos programas y fomentar la cooperaci¢n. Aun as¡, dado que aumenta cada vez m s la poblaci¢n urbana pobre que carece de esos servicios y en vista de la necesidad de resolver, adem s, el problema de la eliminaci¢n de los desechos s¢lidos, es esencial disponer de mecanismos adicionales para velar por un r pido aumento de la poblaci¢n atendida por los servicios urbanos de eliminaci¢n de desechos. La comunidad internacional en general, y determinados organismos de las Naciones Unidas en particular, deber¡an: a) Iniciar un programa en materia de medio ambiente e infraestructura de los asentamientos despus de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo con objeto de coordinar las actividades de todas las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que realizan actividades en esta esfera y establecer un centro de difusi¢n de informaci¢n sobre todas las cuestiones relativas a la gesti¢n de los desechos; b) Proceder a la prestaci¢n de servicios de evacuaci¢n de desechos a los que carezcan de ellos e informar sistem ticamente sobre los progresos alcanzados; c) Examinar la eficacia de las tcnicas y mtodos para ampliar el alcance de los servicios y encontrar formas innovadoras de acelerar el proceso. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 21.43 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa ascender a unos 7.500 millones de d¢lares, incluidos aproximadamente 2.600 millones de d¢lares que la comunidad internacional suministrar a t¡tulo de donaci¢n o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas £nicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 21.44 Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no gubernamentales, en colaboraci¢n con las organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas, deber¡an iniciar programas en diferentes partes del mundo en desarrollo para proporcionar servicios de eliminaci¢n de desechos a las poblaciones que carecen de ellos. Siempre que fuese posible, esos programas deber¡an basarse en actividades ya en curso o proyectadas y reorientarlas. 21.45 La expansi¢n de los servicios de eliminaci¢n de desechos podr¡a acelerarse mediante cambios en la pol¡tica a nivel nacional y local. Esos cambios deber¡an consistir en lo siguiente: a) Reconocer y utilizar plenamente toda la gama de soluciones de bajo costo para la gesti¢n de los desechos, incluida, cuando sea oportuno, su institucionalizaci¢n e incorporaci¢n en c¢digos de pr cticas y reglamentos; b) Atribuir gran prioridad a la extensi¢n de los servicios de gesti¢n de los desechos, seg£n sea necesario y procedente, a todos los asentamientos, cualquiera que sea su condici¢n jur¡dica, dando la debida importancia a la satisfacci¢n de las necesidades de eliminaci¢n de los desechos de la poblaci¢n que carece de tales servicios, especialmente la poblaci¢n urbana pobre; c) Integrar la prestaci¢n y el mantenimiento de servicios de gesti¢n de los desechos con otros servicios b sicos, tales como el abastecimiento de agua y el drenaje de las aguas de lluvia. 21.46 Se podr¡an fomentar las actividades de investigaci¢n Los pa¡ses, en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales competentes, deber¡an, por ejemplo: a) Encontrar soluciones y conseguir equipo para la gesti¢n de los desechos en zonas de gran concentraci¢n de poblaci¢n y en islas de peque¤a extensi¢n. En particular, se necesitan sistemas apropiados de recogida y almacenamiento de los desechos domsticos y mtodos rentables e higinicos de eliminaci¢n de desechos de origen humano; b) Preparar y difundir directrices, estudios de casos, an lisis de pol¡tica general e informes tcnicos sobre las soluciones adecuadas y las modalidades de prestaci¢n de los servicios en las zonas de bajos ingresos donde no existan; c) Iniciar campa¤as para alentar la participaci¢n activa de la comunidad, haciendo que tomen parte los grupos de mujeres y j¢venes en la gesti¢n de los desechos, en especial los desechos domsticos; d) Promover entre los pa¡ses la transferencia de las tecnolog¡as pertinentes, especialmente de las que resulten adecuadas para los asentamientos de gran densidad. c) Desarrollo de los recursos humanos 21.47 Las organizaciones internacionales, los gobiernos y las administraciones locales, en colaboraci¢n con organizaciones no gubernamentales, deber¡an proporcionar una capacitaci¢n centrada en las opciones de bajo costo de recogida y eliminaci¢n de los desechos y, particularmente, en las tcnicas necesarias para planificarlas y ponerlas en pr ctica. En esa capacitaci¢n podr¡an incluirse programas de intercambio internacional de personal entre los pa¡ses en desarrollo. Se deber¡a prestar particular atenci¢n al mejoramiento de la condici¢n y los conocimientos del personal administrativo en los organismos de gesti¢n de los desechos. 21.48 El mejoramiento de las tcnicas administrativas probablemente permita conseguir grandes beneficios desde el punto de vista del aumento de la eficacia de los servicios de gesti¢n de los desechos. Las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales y las instituciones financieras, en colaboraci¢n con los gobiernos nacionales y locales, deber¡an desarrollar y poner en marcha sistemas de informaci¢n en materia de gesti¢n para el mantenimiento de registros y de cuentas municipales y para la evaluaci¢n de la eficacia y eficiencia. d) Aumento de la capacidad 21.49 Los gobiernos, las instituciones y las organizaciones no gubernamentales, con la colaboraci¢n de los organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas, deber¡an desarrollar la capacidad de ejecutar los programas de prestaci¢n de servicios de recogida y eliminaci¢n de desechos a las poblaciones que carecen de ellos. Algunas de las actividades que deber¡an realizarse en esta esfera son: a) Establecer una dependencia especial, en el marco de los actuales mecanismos institucionales, encargada de planificar y prestar los servicios a las comunidades pobres que carezcan de ellos con la participaci¢n de stas; b) Revisar los c¢digos y reglamentos vigentes a fin de permitir la utilizaci¢n de toda la gama de tecnolog¡as alternativas de eliminaci¢n de desechos a bajo costo; c) Fomentar la capacidad institucional y crear procedimientos para la planificaci¢n y prestaci¢n de los servicios. Cap¡tulo 22 GESTION INOCUA Y ECOLOGICAMENTE RACIONAL DE LOS DESECHOS RADIACTIVOS AREA DE PROGRAMAS Promoci¢n de la gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos Bases para la acci¢n 22.1 Se generan desechos radiactivos en el ciclo de los combustibles nucleares, al igual que en las aplicaciones nucleares (el uso de radion£clidos en la medicina, la investigaci¢n y la industria). Los riesgos radiol¢gicos y de seguridad de los desechos radiactivos var¡an de muy bajos en los desechos de corta vida y bajo nivel de radiactividad hasta muy altos en los desechos de alto nivel de radiactividad. Se generan anualmente en todo el mundo alrededor de 200.000 metros c£bicos de desechos de nivel bajo e intermedio y 10.000 metros c£bicos de desechos de alto nivel de radiactividad (adem s de los combustibles nucleares consumidos destinados a su eliminaci¢n definitiva) de la producci¢n de energ¡a nuclear. Estos vol£menes est n aumentando a medida que se ponen en funcionamiento m s unidades de generaci¢n de energ¡a nuclear, se desmantelan instalaciones nucleares y aumenta el uso de radion£clidos. Los desechos de alto nivel de radiactividad contienen alrededor del 99% de los radion£clidos, y plantean en consecuencia los mayores riesgos radiol¢gicos. Los vol£menes de desechos de las aplicaciones nucleares son generalmente mucho menores; normalmente unas cuantas decenas de metros c£bicos, o menos, por a¤o y por pa¡s. Sin embargo, la concentraci¢n de la actividad, especialmente en las fuentes de radiaci¢n selladas, puede ser alta, lo que justifica la adopci¢n de medidas de protecci¢n radiol¢gica muy estrictas. El aumento de los vol£menes de desechos debe seguir estudi ndose cuidadosamente. 22.2 La gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos, incluidos los aspectos de minimizaci¢n, transporte y eliminaci¢n, es importante, dadas las caracter¡sticas de esos desechos. En la mayor¡a de los pa¡ses con programas de energ¡a nuclear importantes se han tomado medidas tcnicas y administrativas para poner en pr ctica un sistema de gesti¢n de los desechos. En muchos otros pa¡ses que est n todav¡a en la etapa preparatoria de un programa nuclear nacional o s¢lo tienen algunas aplicaciones nucleares, subsiste la necesidad de sistemas de ese tipo. Objetivo 22.3 El objetivo de esta rea de programas es velar por la gesti¢n, el transporte, el almacenamiento y la eliminaci¢n inocua de los desechos, con miras a proteger la salud humana y el medio ambiente, en el marco m s amplio de un enfoque interactivo e integrado de la gesti¢n de los desechos nucleares y la seguridad. Actividades a) Actividades de gesti¢n 22.4 Los Estados, en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales competentes, cuando proceda, deber¡an: a) Promover la adopci¢n de medidas pol¡ticas y pr cticas para reducir al m¡nimo y limitar, cuando proceda, la generaci¢n de desechos radiactivos y prever el tratamiento, el acondicionamiento, el transporte y la eliminaci¢n inocuos de tales desechos; b) Apoyar los esfuerzos realizados dentro del OIEA para elaborar y promulgar normas o directrices y c¢digos de pr ctica sobre los desechos radiactivos como base internacionalmente aceptada para la gesti¢n y la eliminaci¢n inocuas y ecol¢gicamente racionales de los desechos radiactivos; c) Promover el almacenamiento, el transporte y la eliminaci¢n inocuos de los desechos radiactivos, as¡ como de las fuentes de radiaci¢n agotadas y los combustibles consumidos de los reactores nucleares cuya eliminaci¢n definitiva se hubiese determinado en todos los pa¡ses y en especial en los pa¡ses en desarrollo, facilitando la transferencia de las tecnolog¡as pertinentes a esos pa¡ses o la devoluci¢n al abastecedor de las fuentes de radiaci¢n despus de su uso, de conformidad con las reglamentaciones o directrices internacionales pertinentes; d) Promover la planificaci¢n adecuada, incluida, cuando proceda la evaluaci¢n del impacto ambiental, de la gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos, incluidos los procedimientos de emergencia, el almacenamiento, el transporte y la eliminaci¢n, antes de las actividades que generan desechos y despus de esas actividades. b) Cooperaci¢n y coordinaci¢n en los planos internacional y regional 22.5 Los Estados, en colaboraci¢n con las organizaciones internacionales competentes, cuando proceda, deber¡an: a) Redoblar sus esfuerzos por aplicar el C¢digo de Pr ctica sobre Movimientos Transfronterizos de Desechos Radiactivos y, bajo los auspicios del OIEA y en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales competentes que se ocupan de distintas modalidades de transporte, mantener en constante examen la cuesti¢n de esos movimientos, incluida la conveniencia de formalizar un instrumento vinculante; b) Alentar a las partes en el Convenio de Londres sobre Vertimientos a que completen los estudios relativos a la sustituci¢n de la actual suspensi¢n voluntaria sobre la eliminaci¢n de desechos radiactivos de baja actividad en el mar por la proscripci¢n, teniendo en cuenta el enfoque basado en el principio de precauci¢n con el objeto de adoptar una decisi¢n bien informada y oportuna sobre este tema; c) Abstenerse de promover o permitir el almacenamiento o la eliminaci¢n de desechos radiactivos de alta, intermedia o baja actividad cerca del medio marino, a menos que determinen que los datos cient¡ficos disponibles, de conformidad con los principios y directrices internacionalmente convenidos y aplicables, demuestren que tal almacenamiento o eliminaci¢n no representa un riesgo inaceptable para la humanidad y el medio marino ni interfiere con otros usos leg¡timos del mar, con la aplicaci¢n, en este proceso, del enfoque basado en el principio de precauci¢n; d) Abstenerse de exportar desechos radiactivos a pa¡ses que, individualmente o en el marco de convenios internacionales, proh¡ben la importaci¢n de esos desechos, como las partes contratantes en el Convenio de Bamako sobre la prohibici¢n de importar desechos peligrosos y sobre el control de los movimientos transfronterizos de esos desechos en Africa, el cuarto Convenio de Lom u otros convenios pertinentes en que se proh¡be esa importaci¢n; e) Respetar, de conformidad con el derecho internacional, las decisiones aplicables a ellos adoptadas por las partes en otros convenios regionales pertinentes sobre medio ambiente que se ocupan de otros aspectos de la gesti¢n inocua y ecol¢gicamente racional de los desechos radiactivos. Medios de ejecuci¢n a) Financiaci¢n y evaluaci¢n de los costos 22.6 Los costos que representa en el plano nacional la gesti¢n y eliminaci¢n de los desechos radiactivos son considerables y variar n seg£n la tecnolog¡a que se utilice para la eliminaci¢n. 22.7 La secretar¡a de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por a¤o (1993-2000) de ejecuci¢n de las actividades de este programa para las organizaciones internacionales ascender a unos 8 millones de d¢lares. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionarias, depender n, entre otras cosas, de las estrategias y los programas espec¡ficos que los gobiernos decidan ejecutar. b) Medios cient¡ficos y tecnol¢gicos 22.8 Los Estados, en cooperaci¢n con las organizaciones internacionales, cuando proceda, deber¡an: a) Promover la investigaci¢n y el desarrollo de mtodos para el tratamiento, el procesamiento y la eliminaci¢n inocuos y ecol¢gicamente racionales, incluida la eliminaci¢n geol¢gica profunda, de los desechos de alto nivel de radioactividad; b) Llevar a cabo programas de investigaci¢n y evaluaci¢n relativos a la determinaci¢n del impacto de la eliminaci¢n de los desechos radiactivos sobre la salud y el medio ambiente. c) Aumento de la capacidad y desarrollo de los recursos humanos 22.9 Los Estados, en colaboraci¢n con las organizaciones internacionales competentes, seg£n proceda, deber¡an prestar asistencia a los pa¡ses en desarrollo para establecer y/o reforzar la infraestructura de gesti¢n de los desechos radiactivos, mediante, entre otras cosas, reglamentos, organizaciones, mano de obra especializada e instalaciones para la manipulaci¢n, el tratamiento, el almacenamiento y la eliminaci¢n de los desechos derivados de aplicaciones nucleares. ----- |
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