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Secretario General Ban Ki-Moon

Memoria del Secretario General sobre la labor de la Organización

H. Fiscalización de las drogas, prevención de la delincuencia y lucha contra el terrorismo internacional en todas sus formas y manifestaciones

Un miembro del personal antidroga en un campo de cultivo de la drogaLos acontecimientos ocurridos en el último año han permitido apreciar mejor los efectos nocivos de la delincuencia organizada y el narcotráfico en la paz, la seguridad y el desarrollo y en las dificultades inherentes que enfrentan las Naciones Unidas y sus asociados para responder eficazmente a estas amenazas. En África Occidental, Asia Central y América Latina y el Caribe se ha registrado un marcado cambio en la naturaleza de la amenaza y un creciente reconocimiento de sus efectos. Otras regiones, como Europa, se ven también afectadas por estos acontecimientos. Continúan enfrentando desafíos derivados de la demanda, la oferta, la producción y el tráfico de estupefacientes.

Los Estados Miembros buscan cada vez más que las Naciones Unidas ejerzan su liderazgo en la lucha contra estos problemas. En el último año, la Organización tomó varias medidas para mejorar su respuesta, mediante la adopción de un enfoque equilibrado e integrado para el control de estupefacientes y la lucha contra el delito al tiempo que prestó asistencia a los Estados Miembros en la satisfacción de la necesidad de justicia, protección de los derechos humanos, desarrollo, salud, paz y seguridad. Se emprendieron iniciativas para prevenir el tráfico ilícito, por ejemplo, mediante la cooperación a través de las fronteras comunes y de medidas de lucha contra el narcotráfico a través de los puertos marítimos, los puertos secos y las rutas aéreas, y para proporcionar evaluaciones regionales de las amenazas como base para una programación del desarrollo que tuviera en cuenta los delitos en las regiones pertinentes.

El período extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre el problema mundial de las drogas que se celebrará en 2016 será una oportunidad de analizar nuevas formas de enfrentar la cuestión cada vez más problemática del narcotráfico. No debemos, sin embargo, esperar hasta 2016. Si bien la política internacional de control de estupefacientes sigue siendo un asunto de los Estados Miembros, las Naciones Unidas pueden proporcionar un foro importante para asegurar que estas cuestiones no se ignoren en los debates conexos. Por ejemplo, en las consultas sobre la agenda después de 2015 surgieron cuestiones relativas a la seguridad y la justicia como una gran preocupación para muchos países de medianos ingresos, que concierne no solamente a los gobiernos sino a un gran número de ciudadanos.

Las Naciones Unidas continuaron ayudando a los Estados Miembros a mejorar su capacidad de respuesta, entre otras cosas mediante la ratificación y aplicación de instrumentos jurídicos internacionales. Estos incluyen los 18 instrumentos jurídicos internacionales contra el terrorismo, así como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción Disponible en inglés, que cuenta ya con 166 Estados partes. Otros 10 países y territorios se convirtieron en partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional Disponible en inglés en el último año. También se ha seguido trabajando para mejorar la capacidad de los Estados Miembros de aplicar los cuatro pilares de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo. En septiembre de 2012, presidí una reunión de alto nivel sobre la lucha contra el terrorismo nuclear Disponible en inglés, con especial hincapié en el fortalecimiento del marco jurídico, en la que participaron más de 130 Estados Miembros. Su objetivo consistía en ayudar a los Estados Miembros a cumplir sus obligaciones internacionales en relación con la lucha contra la amenaza del terrorismo nuclear y el fortalecimiento de la seguridad nuclear. Las entidades de las Naciones Unidas se centraron también en prevenir el mal uso de Internet para fines de terrorismo, examinando formas de que la Organización prestara apoyo a los Estados Miembros en los aspectos jurídico, técnico y de lucha contra la narrativa. La magnitud de las amenazas existentes y nuevas de la delincuencia organizada, el narcotráfico y el terrorismo en el nivel mundial significa que es necesario adoptar medidas más concertadas. Estas cuestiones exigen una respuesta integrada y multidisciplinaria que abarque la seguridad, el desarrollo, la buena gobernanza, los derechos humanos y el estado de derecho.