ONU Bienvenidos a las Naciones Unidas. Son su mundo.

Secretario General Ban Ki-Moon

Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial de la Salud

7 de abril de 2013

El Día Mundial de la Salud este año hace sonar la alarma de un asesino silencioso mundial: la presión arterial elevada, también conocida como hipertensión. Uno de cada tres adultos en todo el mundo sufre de este problema de salud, que es una de las primeras causas de muerte en países ricos y pobres por igual.

La presión arterial elevada, uno de los principales detonantes de las enfermedades cardiovasculares, muy a menudo no se diagnostica porque prácticamente no tiene síntomas. La buena noticia es que cuando se detecta precozmente, pueden tomarse medidas relativamente sencillas para reducir significativamente el riesgo de sufrir infartos, insuficiencias cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Es por ello que las Naciones Unidas alientan a todos los adultos a que se realicen controles periódicos de presión arterial en establecimientos de atención sanitaria.

Mantener un estilo de vida saludable puede sumar años a nuestras vidas. Las pruebas no dejan lugar a dudas. Reducir el consumo de sal procesada, seguir una dieta equilibrada, evitar el uso nocivo del alcohol, hacer ejercicio de manera regular, reducir el estrés y evitar el uso del tabaco minimizan el riesgo de sufrir de presión arterial elevada, así como sus consecuencias, como los accidentes cerebrovasculares y los infartos.

Abordar el problema de la presión arterial elevada es fundamental para atacar la enfermedad cardiovascular, una de las cuatro enfermedades no transmisibles que causan más muertes.

Las otras tres —el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes— van en aumento en todas partes, sobre todo en los países de bajos y medianos ingresos, y afectan cada vez más a los más jóvenes. Los países más golpeados por estas enfermedades son los que menos posibilidades tienen de asumir las consecuencias sociales y económicas de perder una parte significativa de su fuerza de trabajo debido a la enfermedad o la muerte prematura. También son los países que tienen menos posibilidades de costear los tratamientos y cuidados médicos.

Me complace el impulso creciente que existe en todo el mundo de hacer frente a las enfermedades no transmisibles. En septiembre de 2011, durante el período de sesiones de la Asamblea General, los países se comprometieron a tomar medidas. Desde entonces, la Organización Mundial de la Salud ha colaborado con asociados a fin de elaborar un plan de acción mundial para hacer frente a las enfermedades no transmisibles en el período que va hasta 2020.

Reducir la hipertensión es un elemento fundamental de ese plan de acción y es algo en lo que todos podemos desempeñar un papel. Conozcamos nuestros propios niveles de presión arterial y contribuyamos a que las personas sean más conscientes del problema de la hipertensión.