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Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial de los Refugiados

20 de junio de 2009

La violencia, la persecución y los conflictos han obligado a abandonar su hogar a millones de personas de todo el mundo. La mayoría de esas personas y familias proceden de países en desarrollo y son también especialmente vulnerables a las graves consecuencias de la crisis económica que se ha desencadenado a nivel mundial.

El tema del Día Mundial de los Refugiados de este año, "Gente real, necesidades reales", pone de relieve cuánto han perdido los refugiados -incluso sus países- y cuánto debe hacer la comunidad de asistencia humanitaria para ayudarlos.

Hay carencias en la atención de las necesidades básicas: alojamiento, servicios sanitarios, educación, alimentos, agua no contaminada, saneamiento y protección frente a la violencia y los abusos.

Los niveles de malnutrición suelen ser más elevados en la población desplazada, lo mismo que las tasas de mortalidad.

Las mujeres solteras y las niñas y adolescentes corren un peligro especial de explotación. La experiencia demuestra que asistir a la escuela reduce el riesgo de ser víctima de tales abusos. Hacen falta más recursos para construir y mantener centros de enseñanza destinados a los refugiados.

Hacer frente a esas y muchas otras carencias exige compromiso y acción. La solidaridad debe ser el fundamento de nuestra respuesta. Y ello es especialmente así en un momento en que la crisis económica redunda en detrimento de los presupuestos de asistencia humanitaria y desarrollo.

En este Día Mundial de los Refugiados, aseguremos que las personas desplazadas por los conflictos, la persecución y los desórdenes reciban el apoyo y los servicios que necesitan para construir una vida mejor.