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Mensaje del Día Internacional del Migrante

18 de diciembre de 2007

Hoy se celebra por octava vez el Día Internacional del Migrante, celebración que cobra más trascendencia cada año.

La globalización, unida a las disparidades crecientes de las condiciones de vida dentro de los estados y entre unos y otros, produce un aumento de la escala de la migración transfronteriza en todo el mundo.

En la actualidad, un número sin precedentes de personas, estimado en 200 millones en 2007, viven fuera de los países en que nacieron. Esta cifra oculta distintas historias: la del ingeniero informático especializado, la del trabajador agrícola indocumentado, la de la mujer víctima del tráfico contra su voluntad, la del refugiado obligado a huir de su hogar y un sinnúmero de otras.

Aunque las historias son diversas, si consideramos a los migrantes como grupo, es evidente que no deben y no pueden considerarse una carga.

Con frecuencia, lo que impulsa a los migrantes es la aspiración a una vida mejor. Quieren un futuro más seguro, más próspero para sus hijos, y están dispuestos a luchar por lograrlo. Si se les da la oportunidad de aprovechar al máximo sus capacidades, en condiciones de igualdad, la gran mayoría de los migrantes constituirán un apoyo valioso a la sociedad.

Millones de migrantes prestan servicios esenciales a las economías y sociedades de los países en que viven, al tiempo que sustentan a sus familiares y apoyan sus comunidades en el país de origen, donde sus remesas de dinero estimulan la economía nacional.

Lamentablemente, rara vez se reconoce la contribución de los migrantes. Por el contrario, son víctimas de abuso y discriminación, desde la falta de mecanismos de protección a la legislación nacional discriminatoria. En casos extremos, son objeto de ataques motivados por el racismo o la xenofobia.

La Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares contiene numerosas salvaguardias importantes, pero hasta la fecha sólo 37 países la han ratificado. Insto a los Estados Miembros que aún no han ratificado la Convención o no se han adherido a ella a que lo hagan a la brevedad posible, para asegurar la protección plena y efectiva de los derechos humanos de los migrantes. Además de adoptar medidas respecto de ese importante tratado, debemos corregir los conceptos erróneos sobre los migrantes y dar a conocer mejor las valiosas contribuciones de índole económica, cultural y social que aportan tanto a los países de origen como a los países de destino. En este Día Internacional del Migrante, hagamos que la comprensión desplace la discriminación en beneficio no sólo de los migrantes, sino también de las comunidades y los países del mundo entero.