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Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial del Hábitat


       2 de octubre de 2006



Para el año 2050, unos 6.000 millones de personas, es decir dos terceras partes de la humanidad, vivirán en pueblos y ciudades. El mundo no ha presenciado jamás una urbanización tan rápida, ni tampoco ha visto un aumento tan vertiginoso del número, en términos absolutos, de las personas migrantes. Ambos fenómenos, la migración y el crecimiento urbano, están íntimamente vinculados, principalmente debido a que la mayoría de las personas que se trasladan de un lugar a otro lo hacen atraídas por el brillo de las luces de la ciudad.

Al reflexionar sobre el tema del Día Mundial del Hábitat para este año, "Las ciudades, imanes de esperanza", no debemos perder de vista que las ciudades pueden ser, al mismo tiempo, lugares de profunda desesperación. Nunca, en el pasado, ha presenciado el mundo una proliferación tan desbordada de barrios marginales. Actualmente, 1.000 millones de personas, uno de cada tres habitantes de las zonas urbanas, viven en barrios marginales. Si los municipios y los gobiernos no gestionan de forma sostenible el crecimiento urbano y la migración, la duplicación de ese número en los próximos 30 años parece ser inevitable.

Prácticamente en todo el mundo, las ciudades son el lugar de destino de quienes huyen de la pobreza, los conflictos, las violaciones de los derechos humanos, o simplemente de quienes buscan el modo de construir una vida mejor. Aunque muchos migrantes se dirigen al Norte, la migración Sur-Sur plantea también considerables desafíos. Grandes ciudades como Dakar, Yakarta, Johannesburgo o Río de Janeiro, por citar sólo algunas de ellas, en las que muchos de sus propios ciudadanos viven precariamente, experimentan dificultades para dar acogida a nuevos migrantes.

En el tercer período de sesiones del Foro Urbano Mundial, celebrado en Vancouver (Canadá) en junio de 2006, éstos y otros problemas se pusieron plenamente de manifiesto. El Foro dejó en claro que para lograr una urbanización sostenible y unas ciudades incluyentes es imperativo que los Estados Miembros de las Naciones Unidas, junto con las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y los ciudadanos de todo el mundo redoblen sus esfuerzos. En el Día Mundial del Hábitat, insto a todos los interlocutores a que trabajen mancomunadamente para hacer frente a uno de los desafíos de mayor envergadura a que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI.