MENSAJE DEL SECRETARIO GENERAL DE NACIONES UNIDAS CON MOTIVO
DEL DÍA INTERNACIONAL PARA LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA
( 17 de octubre 2003)


Ayer celebramos el Día Mundial de la Alimentación. Hoy, celebramos el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Este año realizamos eventos conjuntos como reconocimiento de los profundos vínculos que existen entre el hambre y la pobreza.

Aproximadamente 1.2 mil millones de personas luchan por sobrevivir con un ingreso menor a un dólar por día. Alrededor de 840 millones de personas sufren el persistente dolor del hambre, y por lo menos 24,000 personas - muchos de ellos niños - mueren cada día como resultado de ello. Las personas que sufren hambre son más vulnerables a las enfermedades y enfrentan también una disminución en su capacidad de trabajo. El hambre también afecta la capacidad de aprendizaje de los niños, con consecuencias que se sienten incluso mucho después de terminada la niñez. No debemos perder más tiempo si queremos alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio - aceptado por todos los países del mundo - que plantea reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar por día y el porcentaje de personas que sufren hambre.

El logro de dicho objetivo - así como de todos los otros Objetivos de Desarrollo del Milenio - depende de muchas cosas. Pero ninguna es más importante que el establecimiento de una verdadera asociación mundial para el desarrollo, la cual constituye en sí uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Dicha asociación requiere de audaces reformas en muchos países en vías de desarrollo. Pero requiere también de audaces acciones por parte de los países desarrollados.

Un componente fundamental lo constituye un sistema comercial libre y equitativo. El fracaso de la reciente sesión de la Organización Mundial del Comercio en Cancún para lograr un acuerdo sobre la reducción y posterior eliminación progresiva de barreras arancelarias y no arancelarias es fuente de graves preocupaciones. Dichas barreras evitan el ingreso de muchos países en vías de desarrollo a los mercados de los países desarrollados, deteniendo así el crecimiento, sofocando las oportunidades y privando de alimento a millones de personas que buscan salir de la pobreza a través del comercio.

Las conferencias de Monterrey y Johannesburgo sobre el financiamiento para el desarrollo y para el desarrollo sostenible también establecieron parámetros claves y compromisos para la construcción de una asociación mundial para el desarrollo. Se ha logrado algún progreso pero se necesita hacer mucho más para cumplir con dichos compromisos.

Un mundo que no avanza hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio - un mundo hundido en las penurias del hambre, el predominio de la enfermedad y la desesperanza de la pobreza - no logrará la paz. Este día, mientras recordamos el vínculo que existe entre la pobreza y el hambre, recordemos también el vínculo que existe entre el desarrollo y la paz. Y siguiendo esa idea, hagamos que tanto los ricos como los pobres vuelvan a comprometerse con el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Kofi A. Annan


Traducción al español no oficial - Centro de Información de las Naciones Unidas para el Perú. 17 de octubre de 2003