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Mensaje del Secretario General, Kofi Annan,
con ocasión del Día Mundial del Agua

22 de marzo de 2001

El acceso al agua potable es una necesidad básica del ser humano y, por tanto, uno de los derechos humanos fundamentales. El agua contaminada pone en peligro la salud de todas las personas, tanto desde el punto de vista físico como social, por lo que constituye una afrenta a la dignidad del hombre.

Sin embargo, todavía hoy el agua salubre sigue siendo un lujo que está fuera del alcance de muchos. Más de 1.000 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a un mejor suministro de agua y otros 2.500 millones no disponen de servicios básicos de saneamiento. Estas personas son las más pobres del mundo y las que tienen una salud más precaria. De hecho, se calcula que la falta de suministro de agua apta para el consumo es la causa de un 80% de las enfermedades y los fallecimientos registrados en los países en desarrollo.

El Día Mundial del Agua nos recuerda que debemos pensar en los recursos hídricos de todo el planeta y apoyar las iniciativas mundiales encaminadas a ofrecer a todas las personas de todos los países acceso al agua salubre. El año pasado, el Director General de la UNESCO anunció la inauguración de un programa mundial de evaluación de los recursos hídricos. El sistema de las Naciones Unidas ha adoptado este programa con el que se destaca en todo el mundo el papel esencial pero a me-nudo ignorado que el agua desempeña en el desarrollo humano.

En este nuevo siglo, los recursos hídricos, su saneamiento y su distribución equitativa plantean grandes retos sociales en nuestro planeta. Necesitamos salvaguardar el suministro mundial de agua potable y velar por que todas las personas tengan acceso a él. Les pido que se unan a mí en la celebración del Día Mundial del Agua para que podamos renovar nuestro compromiso de lograr un suministro de agua limpio, seguro y saludable para todos.

Kofi Annan
Secretario General de las Naciones Unidas