Todos necesitamos atención médica en algún momento de nuestra vida.

COVID-19 ha tenido un enorme impacto en la salud mental de muchas personas, como es el caso de numerosos profesionales de la salud. Además, los servicios de atención para los trastornos mentales se han visto interrumpidos. Sin embargo, hay motivos para el optimismo: gobiernos de todo el mundo ya reconocen la necesidad de ampliar los servicios de salud mental de calidad a todos los niveles.

Hay suficientes dosis de vacunas a nivel mundial para frenar la transmisión y salvar muchas vidas, si llegan a las personas que más las necesitan en todo el mundo. El acceso mundial a las vacunas contra la COVID-19 es la mejor esperanza para frenar la pandemia provocada por el coronavirus, salvar vidas y lograr una recuperación económica mundial. Defiende la equidad en el acceso a las vacunas.

Cada día mueren aproximadamente 810 mujeres y 6700 recién nacidos por causas prevenibles vinculadas al embarazo y el parto.

Y el 81% de esas muertes fueron debidas a afecciones no transmisibles, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o los accidentes cerebrovasculares. Estas son estimaciones de la OMS y la OIT, que tienen en cuenta factores de riesgo ocupacional como las largas jornadas laborales, la exposición a la contaminación del aire o a sustancias carcinógenas, así como riesgos ergonómicos y el ruido.

Ana León llegó al vacunatorio a las 8.15 am, 45 minutos antes de su hora de vacunación.

El número de adultos de entre 30 y 79 años con hipertensión ha aumentado de 650 millones a 1280 millones en los últimos treinta años. Una afección que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, cerebrales y renales, siendo ya una de las principales causas de muerte y enfermedad en el mundo. Y aunque puede detectarse muy fácilmente, casi la mitad de las personas no sabe que padecen este trastorno.

Se calcula que, cada año, se ahogan 236.000 personas en todo el mundo.

Desde los ensayos clínicos y la inclusión en la lista de uso en emergencias hasta la producción, transporte, almacenamiento y administración final por parte de los trabajadores de salud.

La OPS trabaja con organizaciones indígenas de América del Sur para fortalecer la respuesta a la COVID-19 en la Cuenca Amazónica, donde el acceso a los servicios de salud es un desafío para estos pueblos.

El año pasado, 23 millones de niños en todo en el mundo no fueron vacunados a través de los servicios de inmunización básicos. La mayoría –unos 17 millones– probablemente no recibieron ni una sola vacuna, acentuando las ya agudas desigualdades sanitarias. Estos datos, recopilados por la OMS y UNICEF, son las primeras cifras oficiales sobre las interrupciones de los servicios de sanidad a nivel mundial debido a la COVID-19.

La salud de los animales, las personas, las plantas y el medio ambiente están interrelacionadas.

En el primer informe que publica la OMS sobre los desechos electrónicos y la salud de los niños, la organización explica la necesidad de adoptar medidas de cumplimiento obligatorio para proteger a millones de niños, adolescentes y embarazadas cuya salud corre peligro por la eliminación o el reciclaje irresponsable de estos dispositivos. Estamos frente a un “tsunami de desechos electrónicos,” dice el Dr. Tedros, Director General de la OMS.

La ciencia forma las prácticas, directrices y normas que permiten mantener la inocuidad de nuestros alimentos durante su producción, transporte y elaboración, así como en su venta y consumo en el hogar.

Betsabet es una joven salvadoreña que hace 4 años decidió donar sangre de forma altruista. Para ella es un acto de solidaridad que puede llegar a concienciar a mucha gente, incluyendo las y los jóvenes.