Las ciudades deberían estar abiertas a quien quiera dar lo mejor de sí mismo. Pero en realidad, las ciudades han sido construidas por hombres para hombres. En ellas, las mujeres se enfrentan a violencia, pobreza, desigualdad en el trabajo, limitadas oportunidades laborales y falta de poder en la toma de decisiones públicas y privadas. El PNUD nos muestra lo que ven y sienten las mujeres de diferentes partes del mundo cuando miran a sus ciudades.
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Su bebé ha sido el gran sueño de este excombatiente de las FARC que ahora vive con su familia en un antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación en Antioquia, al noroeste de Colombia. Robert también puede estar orgulloso del programa de fútbol para jóvenes que lidera y de la ladrillera ecológica que impulsó el PNUD y que él hoy saca adelante.
Para lograr la paz, debemos invertir en ella. Y para que la paz sea sostenible, debemos invertir en desarrollo e instituciones. Esta es la única forma de construir soluciones eficaces e inclusivas, algo en lo que el PNUD lleva décadas trabajando. Como destacamos en Nuestra Agenda Común, y por el bien de las generaciones presentes y venideras, debemos erigir un nuevo multilateralismo para superar los desafíos a los que nos enfrentamos todos como humanidad.
A lo largo de la historia, los humanos hemos luchado contra plagas, guerras y tumultos políticos. Sin embargo, la incertidumbre que vivimos hoy es diferente. Si tenemos la sensación de que nuestros pilares se tambalean, es porque lo están haciendo. Según el último Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, navegamos por aguas irreconocibles. Estamos atrapados en las impredecibles corrientes del cambio climático, de la transformación de nuestros modos de vida y de la polarización de nuestras sociedades.
El mundo camina de crisis en crisis. Somos incapaces de abordar de raíz los problemas a los que nos enfrentamos. Si no se produce un cambio drástico de rumbo, puede que nos dirijamos hacia un futuro con aún más privaciones e injusticias. Esta es una de las advertencias que nos hace el PNUD en su Informe sobre Desarrollo Humano 2022: “Tiempos inciertos, vidas inestables. Configurar nuestro futuro en un mundo en transformación” (pdf).
La Nación Wampís, un pueblo indígena, protege el bosque tropical más grande del mundo. Cubre más de 1,3 millones de hectáreas dentro del Perú y a través de los 'ríos voladores' abastecen de agua a tres países. Estos caudales son generados por la gran escala de evaporación y transpiración en estas zonas arboladas. Los bosques preservados por estos indígenas garantizan la seguridad hídrica de regiones en riesgo de sequía.
ONU Mujeres lidera un proyecto en Ecuador dirigido a mujeres y niñas que transitan en sus fronteras. Personas que corren riesgos como la violencia sexual, la prostitución forzada o la trata de personas.
El PNUD busca programas públicos e iniciativas estatales y municipales en México. Proyectos que hicieran frente a la COVID-19 en ámbitos como la investigación o el medioambiente. La convocatoria termina el 30 de septiembre.
La invasión rusa a Ucrania ha hecho aumentar de manera drástica los precios de combustibles y alimentos en el mundo. Al inicio de la guerra, el coste del trigo subió un 62%, aunque ya ha bajado algo. Además, la ligera caída de los precios de las materias primas no ha hecho disminuir la inflación, que sigue acelerándose. Según el PNUD, 71 millones de personas han caído en la pobreza en solo tres meses; un ritmo incluso más rápido que durante la pandemia.
La mayor generación de jóvenes de la historia, unos 1.800 millones, transita hacia la edad adulta. Con las heridas, aún sin cicatrizar, de la debacle financiera que se inició en 2008, heredan una inquietante crisis climática difícil de frenar. Y todo esto durante la mayor pandemia de los últimos cien años, que sacó a más de 1.500 millones de estudiantes de las escuelas y universidades debido a los cierres. Aun así, son la generación más preparada y emprendedora jamás vista.
Un programa del PNUD lleva apoyando, desde febrero de 2021, a distintas comunidades colombianas en su acceso a la justicia.
Estas mujeres, que representan cuatro generaciones de refugiadas de una misma familia de la ciudad ucraniana de Odessa, están hoy refugiadas en un centro de víctimas de violencia doméstica de Moldavia (en) construido con el apoyo del PNUD. “Cuando salimos, no sabíamos dónde íbamos. Ni siquiera si íbamos a sobrevivir”, recuerda Nataliya con su bebé en brazos.
La COVID-19 ha causado el mayor retroceso de la historia en el desarrollo humano, agravando las múltiples crisis a las que ya nos enfrentábamos: el cambio climático, la degradación ambiental, la pobreza y la agudización de las desigualdades. Además, la pandemia ha evidenciado la necesidad de contar con procesos e instituciones políticas efectivas en las que podamos confiar. Por eso, un aspecto clave del actual Plan Estratégico del PNUD es impulsar una gobernanza renovada.
Viktoria Kucheriava camina entre utensilios ennegrecidos. Es todo lo que queda tras el ataque aéreo que impactó en un gran almacén de artículos de cocina en Kiev. Las paredes y el techo están deformados. Viktoria fue una de las decenas de bomberos que acudieron al lugar, pero tuvieron que parar. Los misiles seguían cayendo.