UNICEF

Cuando la venezolana María Audaly abandonó su tierra, nunca pensó que, en su nuevo hogar, terminaría trabajando nuevamente en situaciones de emergencia. Hoy, en Brasil, es asistenta sanitaria de UNICEF. En el extremo norte del país, María vela por la recuperación de niños y niñas indígenas yanomami, ike'uana y sanumã en situación de desnutrición.

El pasado año, demostró que las niñas y niños viven en un mundo hostil a sus derechos. A pesar de esto, UNICEF siguió ayudando a millones de jóvenes gracias a 17.000 trabajadores que se dejan la piel en más de 190 países y territorios. Como en Panamá, donde UNICEF estableció un espacio de cuidado personal a migrantes, muchas de ellas expuestas a abuso sexual. “La esperanza permite que sobrellevemos dificultades aparentemente insuperables,” afirma su Directora Ejecutiva.

A smiling baby

UNICEF lanza su llamamiento humanitario para 2024 con el que pretende llegar a 94 millones de niñas y niños de todo el mundo con asistencia vital.

children carrying water containers amid rubble

UNICEF advierte que los niños y niñas desplazados al sur de Gaza solo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua diarios, lo que está por debajo de los requisitos para sobrevivir. La cuota mínima diaria de agua por persona necesaria en emergencias es de 15 litros, lo que incluye beber, lavarse y cocinar. Por debajo de esta cuantía, la deshidratación, diarrea, enfermedades y desnutrición amenazan en particular a los más pequeños.  

La región presenta una de las situaciones de migración infantil más complejas del mundo, con flujos migratorios cada vez más grandes e interconectados, a los que se suman desplazamientos internos, violencia y fenómenos climáticos. UNICEF busca recaudar $711,5 millones para dar asistencia vital a los niños, niñas y familias más vulnerables de la región.

En este país latinoamericano, UNICEF alerta, en una original campaña, sobre el riesgo al que están expuestos las chicas y chicos en los juegos online.

A girl watching the damage caused by the hostilities in Gaza.

Las hostilidades en Gaza están provocando que los niños que viven allí mueran a un ritmo agonizante: más de 5.000 han perecido ya. Miles más han resultado heridos. En Gaza hay más de 1,7 millones de personas desplazadas, de las cuales más de la mitad son niños. La población carece de lo más básico: agua, alimentos, combustible y medicinas. UNICEF pide un alto el fuego humanitario y la liberación inmediata, segura e incondicional de todos los niños secuestrados, así como la prevención y el fin de cualquier violación contra niños, incluidos los asesinatos y heridos.

En la región, millones de niños, niñas, adolescentes y sus familias han abandonado sus hogares por las condiciones que afrontan, como el azote de la pobreza, el colapso de los servicios, los fenómenos meteorológicos extremos o la violencia armada. UNICEF analiza esta situación a través de los flujos migratorios infantiles de Centroamérica-México, Haití y Venezuela.

UNICEF te presenta ColectivaMENTE; un juego específico para los adolescentes de América Latina y el Caribe para que estos se sientan más cómodos a la hora de hablar de su salud mental.

Este es el nombre de una campaña de UNICEF que alerta sobre una de las problemáticas más urgentes del Perú: la erradicación de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes. 

UNICEF Uruguay te presenta una campaña sobre salud mental dirigida a adolescentes y jóvenes. Una iniciativa que promueve su involucramiento y participación, haciendo visible lo que piensan, sienten y proponen.

Como alerta UNICEF, el sobrepeso en la región afecta a más de 4 millones de niños y niñas menores de 5 años, y a casi 50 millones de jóvenes entre los 5 y 19 años, superando el promedio mundial.

Los desastres relacionados con el clima desplazaron a 43,1 millones de niños en seis años. El informe de UNICEF, Niños desplazados en un clima cambiante es el primer análisis mundial del número de menores forzados a abandonar sus hogares entre 2016 y 2021 debido a inundaciones, tormentas, sequías e incendios forestales.

 

Este activista latinoamericano anima a la juventud a que convierta la impotencia en acción climática y se movilicen para que gobiernos y Estados tomen medidas.

Son trabajadoras que cruzan ríos y ciudades para vacunar a los que más los necesitan. Como Lindalva de Freitas, a quien es habitual ver recorriendo las calles de la región de Manaos, subiendo y bajando cuestas, haciendo equilibrios en puentes de madera improvisados y, cuando es necesario, cruzando el río en canoa. Todo para llevar servicios de salud a niñas y niños hasta sus propias casas.