El suelo fértil es la base de la vida, pero el 40 % de las tierras del planeta se encuentran degradadas, lo que afecta a la mitad de la población mundial, sus alimentos e ingresos. Además, cada año se degradan unos 12 millones de hectáreas más. El PNUD trabaja con agricultores, silvicultores y otros trabajadores de la tierra para restaurar los suelos y proporcionar a las comunidades suficientes herramientas para reconstruir la salud de sus tierras y mejorar la seguridad alimentaria.