Deportes

ACNUR te presenta la historia de Ray Pinto. Un cubano a quien, el día que nació, sus padres le pusieron un guante de sóftbol bajo la almohada. Después de convertirse en entrenador y rehabilitador físico, en 2017 tuvo que salir de Cuba. El sóftbol le permitió encontrar a su nueva familia en Uruguay: el Club Atlético Repecho.

Estos hermanos venezolanos refugiados en México están muy cerca de alcanzar su sueño deportivo: conseguir un boleto para los Juegos Olímpicos de París 2024.

A través de una iniciativa apoyada por ACNUR, Luna y su compañera venezolana de kayak han aprendido un nuevo deporte. Una actividad que, al mismo tiempo, les ha ayudado a tejer redes de apoyo mientras se mantienen alejadas de la violencia que invade las calles de Guayaquil, en el centro sur de Ecuador.

Con el apoyo de UNICEF, niños, niñas y adolescentes de Carúpano y Güiria, en la costa venezolana, han encontrado en Misericordia F.C. un lugar en el que pueden crecer. Un espacio donde, a través del fútbol y con apoyo psicosocial para ellos y sus familias, se les garantizan actividades enriquecedoras y seguras de cara a su desarrollo.

La luchadora Virginia Jiménez, originaria de Venezuela y nacionalizada chilena, se ha puesto la camiseta por Chile para dar lo mejor de sí en los juegos Panamericanos 2023. Es su manera de mostrar gratitud al pueblo chileno por darle una nueva oportunidad.

“Todavía falta ver en el ecosistema sudamericano que el fútbol femenino es una inversión y no un costo,” comenta Camila García.

Un domingo al mes, las calles de una colonia en Soyapango, en el centro de El Salvador, se convierten en una vía para bicicletas. Solo está permitido pedalear, no se permiten carros ni otros vehículos pesados. Es el momento para convivir. Niños, niñas, jóvenes, madres y padres de familia salen de sus casas para pasar un momento divertido.

Felipe vive al sur de Colombia, en una región donde son comunes las amenazas, el reclutamiento forzado y el desplazamiento. Sin embargo, con el apoyo de ACNUR, su perseverancia le ha llevado a conocer al equipo de fútbol de sus sueños.

Cuando Javier se enteró de que él y su familia abandonarían Venezuela, enseguida supo lo que más añoraría. No sería su escuela, ni sus amigos o abuelos. Sería el béisbol. Hoy, gracias a un club de Lima, Javier puede seguir practicando su deporte favorito. Se trata de un centro, apoyado por ACNUR, que ofrece a jóvenes refugiados y migrantes venezolanos una oportunidad para cumplir su sueño.

Sasha se está adaptando a su nueva vida en Hungría. Allí sigue entrenando con la esperanza de poder algún día ganar una medalla olímpica en natación para Ucrania.

“Me llena de orgullo poder seguir jugando al fútbol aquí en España”, confiesa Deisy. Antes de verse obligada a huir de Colombia, había sido convocada para la selección nacional, pero sufrió una grave lesión en la rodilla. Ahora vuelve a jugar en una liga de Madrid, la capital española. “He recuperado ese sueño que me dio el fútbol”, le cuenta Deisy a ACNUR. 

En 2018 Carlos huyó de Venezuela junto a su familia; había recibido un disparo en la columna que le dejó en una silla de ruedas.

Un proyecto narrativo y fotográfico documenta, a través del fútbol, la cotidianidad de varias personas desplazadas y como interactúan dentro y fuera de la cancha. 

Comer sano nos ayuda a marcar goles a favor de la salud, haciéndonos sentir mejor en nuestro día a día y previniendo innumerables enfermedades. Promover una dieta saludable es el objetivo de la alianza "El deporte para la salud"; una iniciativa coorganizada por la OMS y apoyada por la FIFA y el gobierno de Qatar.