
Mensajes
En esta página puede encontrar los diferentes mensajes publicados por el sistema de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de la Mujer 2022.
Mensaje del Secretario General António Guterres
En el Día Internacional de la Mujer, celebramos a las mujeres y las niñas de todo el mundo.
Celebramos sus contribuciones para poner fin a la pandemia de COVID-19.
Sus ideas, sus innovaciones y su activismo, que están transformando nuestro mundo a mejor.
Y su liderazgo en todos los ámbitos de la vida.
Pero también reconocemos que hay demasiados aspectos en los que el reloj de los derechos de las mujeres va para atrás.
La pandemia ha dejado a las niñas y las mujeres fuera de las escuelas y los lugares de trabajo.
Estas se enfrentan a la creciente pobreza y la violencia en aumento.
Realizan en todo el mundo la gran mayoría del trabajo de cuidados no remunerado, pero esencial.
Son objeto de violencia y abusos, solo por razón de su género.
En todos los países, las mujeres están escandalosamente infrarrepresentadas en los círculos de poder y los consejos de administración.
Y, como nos recuerda el tema de este año, son las más afectadas por el cambio climático y la degradación del medio ambiente.
A partir de este momento, en el Día Internacional de la Mujer, es la hora en que el reloj vaya hacia adelante para todas las mujeres y niñas.
Garantizando una educación de calidad para todas las niñas, que les permita construir la vida que desean y ayudar a hacer del mundo un lugar mejor para todas las personas.
Con inversiones a gran escala en formación y trabajo decente para las mujeres.
Con medidas efectivas para acabar con la violencia de género.
Con acciones audaces para proteger nuestro planeta. .
Y con medidas específicas, como las cuotas de género, para que nos beneficiemos de las ideas, de la experiencia y del liderazgo de las mujeres allá donde se adopten decisiones.
La desigualdad de género es esencialmente una cuestión de poder, en un mundo dominado por los hombres y una mentalidad dominada por los hombres. Las relaciones de poder tienen que invertirse.
En las Naciones Unidas, hemos logrado la paridad de género entre el personal directivo en la sede y en todo el mundo, y esto ha mejorado nuestro trabajo y representa mejor a las comunidades a las que servimos.
Necesitamos más mujeres ministras de medio ambiente, lideresas empresariales y presidentas y primeras ministras. Ellas pueden impulsar a los países a afrontar la crisis climática, crear empleos verdes y construir un mundo más justo y sostenible.
No podemos salir de la pandemia con el reloj retrocediendo en la igualdad de género.
Tenemos que hacerlo ir hacia adelante en los derechos de las mujeres.
Ahora es la hora.
António Guterres
Necesitamos más mujeres ministras de medio ambiente, lideresas empresariales y presidentas y primeras ministras. Ellas pueden impulsar a los países a afrontar la crisis climática, crear empleos verdes y construir un mundo más justo y sostenible.
António Guterres, Secretario General
Vídeo mensaje
Declaración de Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres
En el Día Internacional de la Mujer, celebramos el potencial y el poder de las mujeres y las niñas. Reconocemos su coraje, resiliencia y liderazgo. Señalamos las formas en las que estamos haciendo progresos hacia un mundo con más igualdad de género.
Al mismo tiempo, observamos cómo los progresos se ven afectados por las distintas crisis generacionales que se relacionan entre sí y empeoran aún más la situación.
En la actualidad, somos testigos de la terrible situación que está ocurriendo en Ucrania, donde las consecuencias para las mujeres y las niñas, incluidas los cientos de miles de personas desplazadas, nos recuerdan lo siguiente: en todos los conflictos, ya sea los de Ucrania, Birmania y Afganistán, o los del Sahel y Yemen, las mujeres y las niñas pagan un elevado coste. El secretario general ha sido claro: la guerra debe parar.
Hace poco, experimentamos cómo la pandemia de COVID-19 ha profundizado las desigualdades, ha aumentado los niveles de pobreza y ha provocado más violencia contra las mujeres y las niñas, así como ha revertido los logros que habíamos alcanzado en las áreas de empleo, salud y educación. La crisis cada vez más graves del cambio climático y la degradación ambiental repercuten de manera desproporcionada en los derechos y el bienestar de las mujeres y las niñas. Multiplican la inseguridad en todos los niveles: desde el personal y familiar hasta el nacional. El aumento de las temperaturas, las sequías prolongadas, las tormentas violentas y las inundaciones están ocasionando la pérdida de medios de vida, agotando los recursos e impulsando la migración y el desplazamiento. El informe más reciente del IPCC sobre el cambio climático, y el mensaje de nuestro secretario general, nos advierte que "actualmente, casi la mitad de la humanidad está viviendo en la zona de peligro", y que "muchos ecosistemas, hoy en día, están en una situación irreversible".
Hoy en día, tenemos la oportunidad de que las mujeres y las niñas ocupen un lugar central en nuestros planes y acciones, así como de incorporar las perspectivas de género en las leyes y políticas mundiales y nacionales. Tenemos la oportunidad de repensar, redefinir y reasignar los recursos. Tenemos la oportunidad de beneficiarnos del liderazgo asumido por las mujeres y las niñas como defensoras ambientales y activistas contra el cambio climático para encaminar las medidas de conservación del planeta. Necesitamos las habilidades, las prácticas y los conocimientos intergeneracionales de las mujeres indígenas.
Deberemos contar con niveles sin precedentes de cooperación y solidaridad mundial para alcanzar el éxito, pero no hay otra alternativa. Debemos proteger los progresos que obtuvimos con tanto esfuerzo en las áreas de derechos humanos y derechos de las mujeres, y actuar con decisión para no dejar atrás a ninguna mujer ni niña.
Tenemos un plan que seguir. Incluye el liderazgo y la participación plena e igualitaria de las mujeres en la toma de decisiones, su acceso a los empleos verdes y la economía azuI, y su acceso igualitario a la financiación y los recursos.
Debemos asegurar una protección social universal y una economía del cuidado que proteja a todas las personas. Debemos entregar más fondos para las iniciativas climáticas, ambientales y de reducción del riesgo de desastres que tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida la recuperación de la pandemia de COVID-19, y fomentar la resiliencia a las futuras crisis. La solución está ahí. Estamos decididas a buscarla.
Convirtamos este Día Internacional de la Mujer en un momento para recordar que tenemos las respuestas no solo para lograr el ODS 5, sino también para cumplir, a través de la promoción de la igualdad de género, con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Espero con ansias trabajar con cada una de ustedes en este sentido.
Sima Bahous
En la actualidad, somos testigos de la terrible situación que está ocurriendo en Ucrania, donde las consecuencias para las mujeres y las niñas, incluidas los cientos de miles de personas desplazadas, nos recuerdan lo siguiente: en todos los conflictos, ya sea los de Ucrania, Birmania y Afganistán, o los del Sahel y Yemen, las mujeres y las niñas pagan un elevado coste.
Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres Mensaje en el sitio web de ONU Mujeres
Declaración de Audrey Azoulay, Directora General de UNESCO
La igualdad de género para el mañana empieza hoy. Sin embargo, actualmente la paridad dista mucho de ser una realidad. Incluso antes de la pandemia, se estimaba que se necesitaría un siglo para cerrar la brecha de género. Tenemos que remediar esta situación.
Todavía nos queda un largo camino por recorrer. A escala mundial, el salario de las mujeres solo representa el 77 % del de los hombres. Según las estimaciones de la UNESCO, solo uno de cada tres investigadores es mujer. Las mujeres son propietarias de menos del 20 % de las tierras, y se calcula que representan el 80 % aproximadamente de las personas desplazadas por el cambio climático.
No obstante, se vislumbra una nueva era porque las mujeres de hoy en día encabezan movimientos mundiales en pro del cambio. Las mujeres abordan asuntos mundialescomo la justicia climática, la libertad de prensa y el acceso al progreso científico. Sin pedir permiso, se sientan a la mesa.
Este año, en el Día Internacional de la Mujer, me gustaría aplaudir a esta nueva generación de mujeres jóvenes por la valentía que muestran al hablar, servir de inspiración para las demás y movilizar a sus pares con miras a un futuro más sostenible.
Entre ellas cabe citar a jóvenes como Melati e Isabel Wijsen, dos hermanas indonesias comprometidas con la reducción de los desechos plásticos; Mabel Suglo, una empresaria social ghanesa que trabaja con artesanos locales con discapacidad; y la activista bahreiní Reem Al Mealla, una bióloga marina que creó uno de los mayores movimientos árabes de defensa del medio ambiente de la historia.
Mientras tratamos de construir un futuro mejor, la UNESCO seguirá empoderando a niñas y mujeres como estas, de acuerdo con nuestra prioridad global “Igualdad de género”.
Ello significa salvaguardar su derecho a la educación, por ejemplo, por conducto de la Coalición Mundial para la Educación, que actualmente cuenta con 200 asociados que trabajan en más de 110 países para hacer frente a las interrupciones del aprendizaje causadas por la COVID-19. También significa lograr que se tengan en cuenta las opiniones de las mujeres, por ejemplo, formando a mujeres periodistas en África Oriental para que informen sobre la pandemia. Significa igualmente luchar contra la violencia de género, como hicimos al presentar la película Listen to Her con la actriz ydirectora cinematográfica india Nandita Das.
En el día de hoy, hago un llamamiento a todos los Estados Miembros de la UNESCO para que empoderen a las mujeres y las niñas, de modo que puedan liderar la construcción de un mundo más sostenible. Juntos podemos lograr que se escuchen las voces de las mujeres, tanto si susurran como si hablan o gritan.
Audrey Azoulay
Se vislumbra una nueva era porque las mujeres de hoy en día encabezan movimientos mundiales en pro del cambio. Las mujeres abordan asuntos mundialescomo la justicia climática, la libertad de prensa y el acceso al progreso científico. Sin pedir permiso, se sientan a la mesa.
Audrey Azoulay, Directora General de UNESCO Mensaje en el sitio web de UNESCO
Declaración de la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población
Las mujeres y las niñas pagan un alto precio durante los conflictos y las emergencias.
Más de 1.7 millón de personas, en su mayoría mujeres, niños y niñas, han huido ahora de sus hogares en Ucrania a países vecinos. Para ellas, el desplazamiento traerá una mayor vulnerabilidad a la violencia, el abuso sexual y la explotación. Por otra parte, muchas de estas mujeres están embarazadas y podrían necesitar atención médica o ayuda con embarazos complicados. La falta de acceso a servicios de salud en estas situaciones pone sus vidas en riesgo.
Los conflictos, los impactos climáticos y la prolongada pandemia de COVID-19 han profundizado las desigualdades de género. En la actualidad, un número récord de personas en el mundo entero se encuentran desplazadas y requieren asistencia humanitaria y acceso a servicios esenciales, y son las mujeres y las niñas las que están pagando el precio más alto.
A pesar de que el conflicto en Yemen ha escapado de la atención mundial, siete años de lucha han diezmado su sistema de salud, y se estima que ha dejado a 5 millones de mujeres y niñas sin acceso a servicios de salud sexual y reproductiva vitales. Hoy en día, una mujer muere durante el parto cada dos horas en ese país por causas que se podrían evitar casi por completo.
Para millones de mujeres y niñas que han vivido a la sombra del conflicto en el este de Ucrania durante los últimos ocho años, es probable que la violencia de género, que ya es una realidad cotidiana, empeore. Para algunas mujeres y niñas en Siria, la violencia y el abuso son lo único que siempre han conocido.
En pocas palabras, a las mujeres y las niñas que viven en emergencias en todo el mundo se les priva de la capacidad de asumir el control de sus cuerpos, vidas y futuros. Su sufrimiento es inmenso; es injustificado e innecesario.
El notable avance mundial que se ha logrado durante las últimas dos décadas en el ámbito de la salud y los derechos sexuales y reproductivos está en peligro en los entornos frágiles y de conflicto en el mundo entero. Vimos cómo, con gran rapidez, avances logrados con tanto esfuerzo a favor de las mujeres y las niñas se perdieron a consecuencia de la crisis en Afganistán. En Tigray, en el norte de Etiopía, y en Cox’s Bazar, en Bangladesh, las mujeres y las niñas continúan pagando el alto costo del conflicto y sus secuelas.
En las Filipinas, lo mismo que en Haití, Tonga y otros pequeños estados insulares en desarrollo, los impactos de la crisis climática y la intensificación de los desastres naturales puso presión en los medios de subsistencia de las mujeres y su capacidad de acceso a alimentos, agua y otras necesidades básicas, lo cual las ha vuelto más vulnerables a situaciones de discriminación, explotación y abuso.
El día de hoy, con motivo del Día Internacional de la Mujer, hago un llamado a la comunidad internacional a garantizar la salud, los derechos y la dignidad de las mujeres y las niñas, y a proteger la infraestructura crítica en todos los países afectados por conflictos y crisis. Los servicios de salud sexual y reproductiva no deben ser una ocurrencia tardía durante las emergencias. En el caso de la mujer a punto de dar a luz, o la adolescente sometida a abuso sexual, estos servicios son tan vitales como los alimentos, el agua y los albergues y pueden significan la diferencia entre la vida y la muerte.
Debemos escuchar las voces de las mujeres e invertir en su liderazgo y resiliencia. Las mujeres unen a las comunidades; las mujeres lideran esfuerzos para mitigar y adaptarse al cambio climático; y las mujeres pueden impulsar la conciliación y garantizar una paz duradera.
En todo conflicto o crisis, cada día es un día más que nos aleja de la posibilidad de crear el futuro mejor, más sostenible y equitativo que queremos. Las mujeres y las niñas en el mundo entero necesitan y merecen la paz.
Dra. Natalia Kanem
Los conflictos, los impactos climáticos y la prolongada pandemia de COVID-19 han profundizado las desigualdades de género. En la actualidad, un número récord de personas en el mundo entero se encuentran desplazadas y requieren asistencia humanitaria y acceso a servicios esenciales, y son las mujeres y las niñas las que están pagando el precio más alto.
Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de UNFPA Mensaje en el sitio web de UNFPA
Declaración de Achim Steiner, Administrador del PNUD
El mundo anhela que se ponga fin al tremendo sufrimiento humano en Ucrania que está causando el desplazamiento de millones de personas por el conflicto. La situación pone en peligro la seguridad de todos los ucranianos y ucranianas y, al igual que en otros conflictos en otras partes del mundo, hace que particularmente las mujeres y las niñas corran un mayor riesgo de sufrir violencia sexual y de género, sobre todo las refugiadas o desplazadas de sus hogares. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha sumado a la respuesta de todo el sistema de las Naciones Unidas en apoyo de las personas afectadas por el conflicto, tanto dentro de Ucrania como en los países vecinos que reciben refugiados. En Ucrania, al igual que en muchos otros contextos de crisis y conflicto, desde el Afganistán y el Sahel hasta Myanmar y el Yemen, el aumento de la participación plena, equitativa y significativa de las mujeres en las iniciativas de establecimiento de la paz, prevención de conflictos y consolidación de la paz es crucial para encontrar soluciones duraderas.
Este enfoque también es válido para dar respuesta al cambio climático y la degradación del medio ambiente, así como para fomentar la reducción del riesgo de desastres, que es el tema del período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de este año. Las mujeres desempeñan un papel crucial en los sectores del clima y el medio ambiente y a menudo están a la vanguardia de las estrategias de gestión de los recursos naturales. Por ello, resultan fundamentales para buscar y aplicar soluciones eficaces y sostenibles. Sin embargo, la degradación del medio ambiente y el aumento de la competencia por los escasos recursos están exacerbando el riesgo de la violencia de género, mientras que las defensoras de los derechos humanos relacionados con el medio ambiente, incluidas las mujeres indígenas, se enfrentan a menudo a las amenazas y la violencia. El Global Report on Gender Equality in Public Administration (informe mundial sobre la igualdad de género en la administración pública), redactado por el PNUD y la Universidad de Pittsburgh, muestra que, aunque las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada por las crisis del clima y del medio ambiente, siguen limitadas por un techo de cristal que les impide avanzar hasta los niveles más altos de liderazgo en la protección del medio ambiente y la acción climática. Así pues, la participación de las mujeres en los ministerios de protección del medio ambiente es en promedio del 33 % en todo el mundo y la paridad en la toma de decisiones sobre estas cuestiones críticas es notablemente inusual.
Sin embargo, el cambio es posible. La iniciativa Climate Promise del PNUD está ayudando actualmente a 120 países a mejorar sus compromisos climáticos, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés). Estas NDC son medios importantes para avanzar no solo en relación con el desarrollo sostenible, sino también con la igualdad de género. En todo el mundo, más de 110.000 personas han participado en consultas con las partes interesadas en las NDC y, en muchos casos, las mujeres encabezan el proceso. El 96 % de las NDC de segunda generación apoyadas por la Climate Promise de las NDC de primera generación. Otro ejemplo es Feminist Action for Climate Justice Action Coalition (la coalición de acción feminista en favor de la justicia climática), codirigida por el PNUD y un consorcio de socios, cuyo objetivo es acelerar los avances en materia de justicia climática e igualdad de género en los próximos cinco años. Tenemos que basarnos en estos esfuerzos para impulsar agendas ambientales y climáticas más ambiciosas que tengan en cuenta las cuestiones de género. En particular, deben contemplar las necesidades y perspectivas únicas de las mujeres y promover activamente su participación y liderazgo. También deben hacer que la financiación para el clima y el medio ambiente se ponga al servicio de las mujeres. Impulsar este cambio puede tener un efecto dominó. Las investigaciones (en inglés) muestran, por ejemplo, que los países con una alta representación de mujeres en los parlamentos tienen más probabilidades de ratificar los tratados internacionales sobre medio ambiente que el mundo necesita ahora.
Guiado por los Objetivos Mundiales, nuestro nuevo Plan Estratégico 2022-2025 y nuestra futura Estrategia de Igualdad de Género 2022-2025, el PNUD continuará esforzándose constantemente por hacer realidad la #GeneraciónIgualdad. El propio PNUD está cambiando y ahora ha alcanzado el mismo porcentaje de mujeres que de hombres en su plantilla. Sabemos que un futuro sostenible, verde y equitativo para todas las personas no es posible sin igualdad de género. Basándose en los datos y los análisis proporcionados por recursos como el COVID-19 Gender Response Tracker (rastreador global de respuestas de género de la COVID-19), ahora los países deben situar a las mujeres y a las niñas -y sus necesidades- en el centro de la creciente recuperación verde. Esto incluye nuevas políticas que aborden la seguridad económica y social de las mujeres, incluido el trabajo de cuidados no remunerado, el mercado de trabajo, la violencia contra las mujeres y las repercusiones del cambio climático y la degradación del medio ambiente en las mujeres y las niñas. De algo estamos seguros: crear un mundo más igualitario hoy creará las condiciones para un mañana más sostenible.
Achim Steiner
En Ucrania, al igual que en muchos otros contextos de crisis y conflicto, desde el Afganistán y el Sahel hasta Myanmar y el Yemen, el aumento de la participación plena, equitativa y significativa de las mujeres en las iniciativas de establecimiento de la paz, prevención de conflictos y consolidación de la paz es crucial para encontrar soluciones duraderas.
Achim Steiner, Administrador del PNUD Mensaje en el sitio web del PNUD