Una mujer y un hombre en un huerto.

Mensajes clave

 

  • No hay seguridad alimentaria sin inocuidad de los alimentos. Si no es inocuo, no es un alimento. Cuando se logra la inocuidad de los alimentos, estos satisfacen las necesidades alimentarias y contribuyen a que todas las personas tengan una vida activa y saludable. Esta es una de las cuatro dimensiones de la inocuidad de los alimentos que se conoce como la utilización.If it is not safe, it is not food. Only when food is safe will it meet dietary needs and help ensure that everyone can live an active and healthy life. This is also referred to as the utilization dimension of food security.
     
  • Los alimentos inocuos son esenciales para la salud y el bienestar humanos. La Organización Mundial de la Salud calcula que más de 600 millones de personas enferman y 420.000 mueren cada año por comer alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos, toxinas o sustancias químicas. Sin embargo, estas cifras son solo la punta del iceberg, ya que no en todas partes se dispone de datos completos de vigilancia de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Cuando los alimentos no son inocuos, los seres humanos no pueden beneficiarse de su valor nutricional y no pueden crecer ni desarrollarse.<
     
  • Invertir hoy en la inocuidad de los alimentos dará sus frutos en el futuro. La producción de alimentos inocuos mejora las oportunidades económicas al permitir el acceso a los mercados y mejorar la productividad. Al mismo tiempo, las buenas prácticas a lo largo de la cadena de suministro mejoran la sostenibilidad, reduciendo al mínimo los daños medioambientales y la cantidad de productos agrícolas que se desechan. Los alimentos no inocuos o contaminados provocan rechazos en el comercio, pérdidas económicas, así como pérdida y desperdicio de alimentos.
     
  • El enfoque “Una Salud” mejora la inocuidad de los alimentos. La inocuidad de los alimentos requiere un enfoque integral, como el de "Una Salud", que reconoce la conexión entre la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente. La salud animal y vegetal es fundamental para que la agricultura produzca alimentos suficientes para alimentar al mundo. Mantener sanos a los animales minimizará asimismo el riesgo de patógenos zoonóticos (organismos causantes de enfermedades que pueden transmitirse entre animales y personas), organismos resistentes a los antimicrobianos y otros.
     
  • La inocuidad de los alimentos tiene una base científica. No es fiable mirar u oler los alimentos para comprobar si son inocuos, por eso los científicos han desarrollado pruebas y herramientas para ello. Científicos especializados en alimentación, microbiólogos, veterinarios, médicos y toxicólogos, por nombrar algunos, recomiendan las prácticas de producción, elaboración, manipulación y preparación de alimentos que se deben seguir para producir alimentos inocuos y para que estos lo continúen siendo. Cuando se emplean prácticas de inocuidad de los alimentos en toda la cadena alimentaria, el resultado es un alimento inocuo.
     
  • La FAO y la OMS apoyan los esfuerzos mundiales para promover alimentos inocuos. A través de mandatos complementarios y de una larga colaboración, la FAO y la OMS abordan toda una serie de cuestiones cuyo objeto es respaldar la inocuidad de los alimentos en el mundo y proteger la salud de los consumidores. La FAO se ocupa de las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro, mientras que la OMS trabaja con el sector de la salud pública para reducir la carga de las enfermedades de origen alimentario. Las dos organizaciones tienen programas conjuntos de normas alimentarias (Codex Alimentarius), de prestación de asesoramiento científico (JECFA, JEMRA, JMPR, JEMNU) y de respuesta de emergencia (INFOSAN).
     
  • Las normas alimentarias del Codex Alimentarius ayudan a proteger la salud y facilitar el comercio. La Comisión del Codex Alimentarius del Codex Alimentarius de la FAO y la OMS aúna los conocimientos técnicos de ambas organizaciones y de sus 189 miembros para establecer normas, directrices y códigos de prácticas internacionales con base científica que contribuyen a garantizar la inocuidad y la calidad de los alimentos de forma consensuada, inclusiva y transparente. Se ocupan de todas las cuestiones relacionadas con los alimentos: contaminantes, prácticas higiénicas, etiquetado, aditivos, inspección y certificación, nutrición y residuos de medicamentos veterinarios y plaguicidas. La adopción de normas internacionales por parte de los gobiernos permite a los agricultores y productores satisfacer la demanda de los consumidores de alimentos inocuos y ampliar su acceso al mercado.