Ante los numerosos cambios en la práctica de la actividad física durante la pandemia de COVID-19, un equipo de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad CES, institución miembro del Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI) en Colombia, lideró y promovió la práctica de la actividad física en diferentes sectores de la población, incluso con las restricciones generadas por la emergencia sanitaria mundial.

Antes de la pandemia de COVID-19, Colombia, al igual que otros países latinoamericanos, se caracterizaba por sus bajos niveles de actividad física, con una prevalencia de esta actividad del 54 %, según el Observatorio Mundial de la Actividad Física. Además, las personas que realizaban actividad física estaban, en su mayoría, motivadas -o forzadas- por la necesidad de ir al trabajo o a la escuela, pero no era necesariamente una estrategia para mantener una buena salud.

De acuerdo con las Directrices sobre la actividad física y el sedentarismo publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en noviembre de 2020, las personas “deberían empezar poco a poco la actividad física, aumentando de manera gradual la frecuencia, intensidad y duración”. “Hacer algo de actividad física es mejor que no hacer nada”, se comenta en el informe. Pero con la pandemia, tanto la inactividad física como el sedentarismo aumentaron de manera significativa.

“Cada movimiento cuenta, sobre todo ahora que estamos gestionando las dificultades de la pandemia de COVID-19. Todos tenemos que movernos cada día, de forma segura y creativa”, comentó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, cuando se publicaron las directrices, menos de un año después del inicio de la pandemia, y en un momento en el que las restricciones impuestas en algunos países eran a menudo muy estrictas.

Según los datos del observatorio mencionado anteriormente, se estima que en 2020, hace apenas dos años, la disminución de la prevalencia de la actividad física era de más del 50 % a nivel mundial. Esto aumentaba tanto el riesgo de padecer enfermedades que afectan a la salud física y mental como el de contagio por el virus al influir negativamente en la capacidad de respuesta del sistema inmunitario. Por ello, desde la Facultad de Fisioterapia de la Universidad CES se desarrolló una estrategia concreta para contrarrestar esta situación.

Entre las primeras medidas estaba un informe con recomendaciones prácticas para evitar el deterioro físico durante el confinamiento. Se presentó y compartió un documento con un resumen de los beneficios de la actividad física y una lista de sugerencias fáciles de entender, implementar y recordar que podrían ponerse en práctica con los recursos esenciales disponibles en casa.

Se hizo hincapié en la importancia de incorporar actividades divertidas para que se mantuvieran en el tiempo y a la vez tuviesen un impacto positivo en la salud mental de las personas. “El público en general necesitaba una explicación sencilla sobre cómo mantenerse activo en casa a la vez que desconectaba un poco”, explicó Andry Mera Mamián, fisioterapeuta y coordinadora del grupo de investigación universitario KineCES, centrado en la actividad física y los estilos de vida saludables.

“Luego, a partir de esta guía, generamos un gran número de recursos para las redes sociales, y nos alegró saber que el mensaje llegó a muchas personas, incluidas nuestras propias familias”, añadió. Su equipo también tradujo al español el material audiovisual de la OMS sobre el ejercicio físico incorporado a la rehabilitación en los pacientes con COVID-19.

Desde KineCES, la unidad de la universidad dedicada a reducir el sedentarismo y la inactividad física, se gestionó una amplia campaña en los medios de comunicación y un entrenamiento físico con la ayuda de la tecnología. Aunque, en principio, estaban destinados únicamente a los miembros de la universidad, de hecho, algunos cientos de estudiantes de otras universidades también se sumaron a estas iniciativas.

“Estas actividades tuvieron muy buena acogida en las redes sociales. Además, generaron un impacto mayor al compartirse entre cientos de personas de fuera de nuestra comunidad educativa”, comentó Santiago Montoya González, fisioterapeuta y miembro de la facultad. Como resultado, se desarrollaron actividades de bienestar con la ayuda de la tecnología para promover el ejercicio y la salud mental tanto para los profesores como para los estudiantes.

También se hicieron sesiones de técnicas de respiración, relajación, danza y ejercicio físico, guiadas por personal externo a la universidad, grupos culturales de la institución y estudiantes de KineCES. El equipo también se asoció con las autoridades de la ciudad de Medellín para impartir formación gratuita al personal sanitario. “Los capacitamos para promover los procesos en los centros de salud", señaló la profesora Alejandra Mondragón Barrera, fisioterapeuta.

La pandemia de COVID-19,  así como el confinamiento y otras restricciones sirvieron de inspiración a la Facultad de Fisioterapia de la Universidad CES para aumentar la información abierta y accesible a la comunidad académica y al público en general, y así reforzar la distribución social del conocimiento y resaltar la responsabilidad social de las instituciones de educación superior, en especial, durante las situaciones adversas.