Varios miles de personas procedentes de distintas partes del mundo, particularmente Latinoamérica y la región del Caribe, viven en Brasil debido a las crisis sociales, políticas y económicas en sus países. Por poner solo un ejemplo, de acuerdo con un estudio (en inglés) de 2021 del Banco Mundial y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, los inmigrantes adultos venezolanos en Brasil tienen un 64 % menos de posibilidades de trabajar en un empleo formal. Esta realidad, que resulta familiar para muchos inmigrantes, es un obstáculo que les impide disfrutar de una vida decente. 

La Universidad La Salle, una institución miembro de la iniciativa Impacto Académico de Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) en Brasil, intenta poner de su parte para encontrar soluciones a las necesidades de aquellos que buscan una vida mejor en un nuevo país, en particular los inmigrantes en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, para la universidad, su futuro depende de las oportunidades de acceso al conocimiento. Para ello, la cuestión de la movilidad humana necesita ocupar un mayor espacio en la esfera académica, mediante la incorporación al currículum de cuestiones actuales y “glocales”.

La idea de apoyar a los inmigrantes se propuso inicialmente a finales de 2017, como una exigencia externa por parte de una organización de la sociedad civil dedicada a proporcionar este tipo de asistencia. Dados los numerosos retos que deben afrontar los inmigrantes, la necesidad de lograr una mejor integración era una motivación crucial. Estos retos ya eran una realidad en la ciudad de Canoas, en la región metropolitana de Porto Alegre en el sur de Brasil. Lo que comenzó como una serie de actividades informales en 2018 se institucionalizó en 2019.

El proyecto intenta encontrar beneficiarios registrados en centros de acogida y asociaciones que tengan un acuerdo en vigor con la universidad, como la Oficina del Defensor Público, la Oficina del Alcalde de Canoas y la Fundación La Salle. El objetivo principal es fomentar la integración, a la vez que mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes. Para ello, se proporcionan subsidios que puedan usarse para la formación y el desarrollo de capacidades. Además, la universidad les ofrece también clases de idioma portugués.

Junto a estas clases, se diseñaron talleres relacionados con las necesidades reales del mercado laboral en coordinación con programas académicos de grado en distintos ámbitos, con la participación de docentes y capacitadores voluntarios. Por otro lado, debido a la compleja situación financiera en la que se encuentran los propios estudiantes, especialmente en el contexto de la presente pandemia de COVID-19, la universidad proporcionó también, hasta el año pasado, billetes de autobús y tren para que los inmigrantes pudieran acudir al recinto universitario.

“Ahora quiero obtener más conocimientos porque mi objetivo último es la enseñanza infantil, mi mayor sueño es ser una educadora y también proporcionar una vida mejor a mis hijos”, señaló Velta Noel Aladin, una estudiante del curso de portugués y beneficiaria del proyecto. Como mencionan los líderes del proyecto, “no descuidamos la cultura de aquellos que llegan aquí; al contrario, queremos proporcionar un enlace informal entre nuestros mundos”.

En 2021 el proyecto se reforzó gracias a los esfuerzos combinados de otras unidades dentro de la universidad, como los programas de grado de Relaciones Internacionales y Derecho, con el apoyo del Centro para las Relaciones Internacionales del Centro de Estudios Aplicados en Derecho y Política. Una vez establecidos, proporcionaron orientación de forma regular a los inmigrantes sobre la información necesaria para completar los procesos de adquisición de documentación a través de la página web de la policía federal.

Ahora, los inmigrantes que recibieron orientación acerca de la documentación legal conocen la importancia de dichos procesos y saben cómo finalizarlos con éxito. Tan solo en diciembre de 2021 más de 70 inmigrantes recibieron asistencia por parte de la universidad, con la participación de estudiantes dispuestos a colaborar más con la comunidad. La universidad espera consolidar estos esfuerzos y atraer más posibles beneficiarios, a la vez que busca establecer una vinculación más significativa con la investigación basada en los datos recogidos, para contribuir al diseño de las políticas públicas sobre inmigración.