En el marco de la celebración de su 66mo aniversario, la Universidad Católica Andrés Bello  inauguró recientemente el primer techo verde de una universidad venezolana y el primero de este tipo que estará abierto al público en la ciudad de Caracas. La terraza-jardín de 330 metros cuadrados, instalada en el techo del edificio de estudios de postgrado del recinto universitario, ayudará a reducir la temperatura ambiental del edificio, contribuirá con el ahorro de energía y podrá usarse como aula al aire libre para debatir sobre el desarrollo sostenible y el cambio climático.

Este jardín situado en el tejado tiene césped, varias especies de plantas ornamentales y una estación meteorológica que proporcionará datos fiables sobre la temperatura, la velocidad del viento y la lluvia en el lado oeste de la ciudad. El techo verde no es un producto aislado, sino que forma parte de una serie de iniciativas que la universidad ha estado llevando a cabo durante cinco años en el marco de su Política de Desarrollo Sostenible Integral y su Plan Estratégico 2020. Debido a su carácter público, también sirve como herramienta educativa para enseñar a los estudiantes y a los miembros de las comunidades circundantes acerca de los ODS y la importancia de la sociedad civil para fomentarlos.

Según el director de Sostenibilidad Ambiental de la universidad, Joaquín Benítez, la idea principal es utilizar conceptos prácticos para incorporar medidas de sostenibilidad en el conjunto de la institución. La Oficina de Sostenibilidad Ambiental busca promover una universidad más sostenible, contribuyendo al mismo tiempo con el proceso de transformación hacia una sociedad más responsable con el medio ambiente y consolidándose como modelo nacional e internacional de incorporación de actividades ecológicas en línea con los ODS.

Este techo se utilizará como una especie de aire acondicionado para el edificio, permitiéndonos bajar las temperaturas en las aulas hasta seis grados y, al mismo tiempo, ahorrar en electricidad, además de servir como laboratorio abierto para estudiar los fenómenos asociados con el cambio climático y el calor urbano. Este es un ejemplo concreto de cómo un recinto universitario y la ciudad pueden ser realmente más sostenibles, añadió Benítez. Se ha formado debidamente al personal de la institución para mantener esta área y se ha preparado a los estudiantes para ofrecer visitas guiadas a otros estudiantes y al público en general.

Desde la universidad se destacó que los recursos para construir el nuevo techo verde procedían en su totalidad de donaciones, además se señaló que esta iniciativa se realiza en consonancia no sólo con los ODS y el principio de sostenibilidad del Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés), sino también con las directrices que ha adoptado la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina y los principios contenidos en la Encíclica Laudato si del Papa Francisco, centrada en el cuidado de nuestra casa común.

Esta iniciativa se corresponde con el Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres y también con el Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles, en particular con el objetivo 11.7, en el que se pide que se garantice acceso universal a espacios seguros, inclusivos y accesibles, verdes y públicos. El techo verde construido por la Universidad Católica Andrés Bello es un ejemplo de la forma en que las instituciones de enseñanza superior colaboran con la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en contextos locales y desde su propia perspectiva.