Los datos son ya una parte inseparable de nuestra vida diaria: desde localizar un sitio en línea, a los algoritmos que utilizan las redes sociales, nuestros cuidados de salud, la planificación urbanística, la intensidad del tráfico, los viajes en avión y otras actividades que llevamos a cabo cada día, a menudo sin pararnos a pensarlo. El aumento de la cantidad de datos a los que tenemos acceso, y las formas en las que los usamos, plantean una serie de desafíos y de oportunidades para nuestra sociedad.
La iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas y el Instituto Hasso Plattner han decidido analizar de cerca los aspectos que rodean la recopilación y el uso de los datos para ver cómo pueden ayudarnos los científicos de datos a afrontar estos desafíos. Para ello hemos conversado con el profesor Felix Naumann, catedrático de sistemas de información en el Instituto Hasso Plattner de la Universidad de Postdam, en Alemania.
El profesor Naumann nos explica que el uso de los datos va mucho más allá de lo que normalmente aparece en las noticias, que suele referirse a filtraciones de datos. Según él, existen tres componentes principales en la ciencia de los datos: la gestión de los datos, entendida como la capacidad para mover los datos de forma eficiente según las necesidades, recuperarlos y proveer las herramientas de análisis adecuadas; el análisis de datos, o utilización de los datos para construir modelos estadísticos y visualizaciones; y el conocimiento de dominio, o habilidad para interpretar los resultados a partir de los datos.
El profesor Naumann señala que hay muchas formas positivas de usar los macrodatos, como la predicción del tiempo, la prevención de desastres naturales, la planificación urbana y comunitaria, la gestión del tráfico, la eficiencia de las máquinas y la logística, los cuidados de salud personalizados, el aprendizaje adaptado, los vehículos sin conductor, la detección del fraude, la robótica, la traducción, los hogares inteligentes, o el conocimiento de lo que hace feliz a la gente a través, por ejemplo, de HappyDB, una base de datos de momentos felices en la vida de las personas.
El acceso a tanta información también plantea inconvenientes relativos al derecho a la privacidad, o al uso impropio e inmoral de los datos para difundir información errónea y manipular la información pública. El profesor Naumann señala que el papel de los científicos de datos será cada vez más importante, pues los datos pueden malinterpretarse fácilmente, confundiéndose la correlación con la causalidad, si no se aplica el conocimiento apropiado a los datos disponibles. También subraya que las personas tienen que tener más cuidado con la información que comparten, y aprender acerca del uso que los organismos dan a sus datos personales, pues es difícil predecir cómo se utilizará esa información más adelante.
Para los que estén interesados en desarrollar su carrera en la ciencia de los datos, el profesor Naumann afirma que es fundamental ser aficionado a las matemáticas para hacer este trabajo, y que hay muchas salidas profesionales disponibles para quien quiera ser científico de datos, que no harán más que incrementarse, pues la recogida y el uso de los datos continúa aumentando rápidamente.
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