A principios de Mayo, la Universidad Nacional Al Farabi de Kazajistán, una de las instituciones que forman parte de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas, en conjunto con la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas y con el apoyo de la Misión Permanente de Kazajistán ante Naciones Unidas, co-organizó un evento para discutir los desafíos en la formación de la ciudadanía mundial, especialmente en la juventud.
El rol de las instituciones de educación superior en este proceso y los enfoques necesarios para construir puentes entre culturas fueron aspectos claves en la discusión. El evento sirvió a su vez de plataforma para que tanto los panelistas como los invitados debatiesen acerca de como promover intercambios culturales a nivel universitario a fin de comprometer a la juventud con la ciudadanía mundial y con la realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Nassir Abdulaziz Al Nasser, Alto Representante de la Alianza para las Civilizaciones de las Naciones Unidas, destacó a la educacion por brindar destrezas, conocimientos, actitudes y valores para comprender la interdependencia en un mundo dinámico y, a su vez, para luchar por un mundo más justo, más igualitario y con derechos humanos para todos. Los países deben reconocer la necesidad de una educación más inclusiva sobre el mundo y su gente, dijo.
El Representante Permanente de Kazajistán ante Naciones Unidas, Kairat Umarov, dijo que la diversidad del mundo ofrece muchas lecciones a los jóvenes y que a la luz de los problemas de hoy y si queremos resolverlos colectivamente, hay que aprender a ser ciudadanos mundiales, por lo que los jóvenes deben asumirse como futuros líderes de este planeta, añadió. En esa línea, Galym Mutanov, rector de la Universidad Nacional Al Farabi de Kazajistán, enfatizó que las universidades deben unirse para educar a la juventud en el espíritu de los valores humanísticos cónsonos con Naciones Unidas. Recordando al filósofo Al Farabi, Mutanov explicó que la misión de las universidades incluye la formación de los jóvenes como ciudadanos virtuosos del mundo con cualidades morales y espirituales y una activa postura civil, importantes en el contexto de la globalización y el rápido desarrollo de las nuevas tecnologias.
Omar Hernández, representante de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas, habló acerca de que uno de asuntos que más ocupa a dicha iniciativa es el compromiso de promover la ciudadanía mundial a través de la educación. Necesitamos ciudadanos mundiales para atender los asuntos mundiales, pero también necesitamos pensar y actuar globalmente al tiempo que repensamos cómo entendemos a la educación como un mecanismo para que los jóvenes se preparen a fin de lidiar con el mundo interconectado de hoy en día. Las instituciones miembros de la iniciativa han hecho su aporte en este sentido organizando e implementando un amplio abanico de actividades, eventos y proyectos, tal y como lo han reportado anualmente a través de sus informes.
En la misma línea, hablaron también en el evento representantes del Instituto Científico Kazajo para la Investigación Cultural y de la Misión Permanente de Turquía ante Naciones Unidas, asi como Liberato Bautista, de la Iglesia Metodista Unida, Marissa Gutiérrez, directora de ARTE y Rafal Szczurwoski, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.